Está en la página 1de 3

NO SON EXPERIENCIAS, SI NO ESTACIONES DE RECUERDOS

En febrero del año 2009, en mi primera etapa de estudio ingresé a quinder de


primaria, ese día pude estar tanto ansiosa de experimentar, jugar, hablar con
mis demás amigos, pero al mismo tiempo triste porque mi mamá me dejaba a
la entrada del salón, al llevarse a cabo de estar ahí adentro con los demás
compañeros y maestra se me iba olvidando esa nostalgia familiar, a la medida
que iba pasando el tiempo en el cual estaba aprendiendo nuevas cosas, entre
ellas las vocales, los números, temas, y demás contenidos, también jugando y
divirtiéndome con mis nuevos compañeros, como el juego del burrito que sin
importar que nos pegáramos duro. En algún momento nos imaginábamos solo
el pequeño regaño que nos iban a dar, pero lo que nos importaba en ese ratico
era pasarla muy chévere y sin importar eso seguíamos jugándolo, también
haciendo carreras para el que fuera más rápido, haciendo travesuras que en
esos momentos lo veíamos como algo muy gracioso, pero también otras, que
nos causaban consecuencias muy duras. Los momentos en los descansos que
nos reuníamos a comer nuestras onces , que en algunas veces no las
intercambiábamos, ahí era donde podía ver esos momentos de felicidad, lo
bonito de sentirnos así en nuestra primera etapa de estudio que a pesar de
distintas formas aprendíamos variadas cosas del estudio, que pronunciar bien ,
leer, escribir, aplicar, crear, evaluar, de ser perseverante en nuestros deberes de
ser creativos en nuestros aprendizajes de esas habilidades y capacidades que
tenemos como personas que era estando ahí, lo chévere que era ver que tal día
tenía esa materia que me gustaba con esa maestra que brindaba lo mejor de
ella.

Estamos sometidos al aprendizaje la infancia es la etapa más bonita de nuestras


vidas, ya que, con ella experimentamos, realizábamos cosas que en ese tiempo
no sabíamos que estaba mal, pero hoy en día ya sabemos porque nuestros
profesores y papás nos decían que no lo hiciéramos.

La motivación que teníamos nosotros como alumnos a que llegara el día lunes
para estar de nuevo en el salón con nuestros amigos, para poder compartir con
ellos de nuevo muchas cosas, para contarnos de uno al otro nuestro fin de
semana, de poder adquirir nuevos conocimientos
Ya transcurriendo nuestra primera etapa, procedemos a la segunda donde ya
pasamos de categoría que es nuestra segundaria, los momentos donde íbamos a
tener más profesores, más alumnos de diferentes partes, materias de las cuales
íbamos a aprender nuevos temas, cosas que nos iban a hacer muy útiles, al
pasar los tiempos ya andábamos con demás compañeros, compartíamos
experiencias, nos ayudábamos en los trabajos, escogíamos nuestro grupito de
exposiciones en los cuales nos sentíamos más cómodos para explicar lo que
nos asignaban pero aun así viendo todos los días las mismas caras, al pasar al
frente los nervios nos comenzaban a atacar, pero después de ese sustico nos
alegrábamos de haber podido realizar nuestra exposición.

Como estudiaba en un colegio agropecuario, entonces veíamos una materia que


se llama pecuarias, en esa materia pienso que todos tuvimos entre lindas y feas
anécdotas, porque cuidábamos cerdos y también veíamos temas respectivos a
ella, pero decidimos empezar a cuidar y a alimentar estos animales ya que
teníamos a alguien por quien asesorarnos para hacer un buen proyecto y todo
nos saliera bien, de que al final pudiésemos recoger fondos para así hacer una
excursión de grado. Era muy chistoso porque cada vez que íbamos a verlos,
llevarle comida y hacerles aseo en la porqueriza y a ellos también después de
cumplir todo lo que el profesor nos asignaba nos íbamos muy apurados y
contentos, porque casi siempre pasábamos por una quebrada y como
llevábamos recipientes casi siempre resultábamos bañados porque no nos
aguantábamos la emoción de mojarnos, todo eso era muy bonito porque aparte
que nos divertíamos con todo lo que hacíamos éramos muy responsables con el
trabajo que nos dejaba el profesor.

Entre otras experiencias que me pasó, fue que el día de mis cumpleaños al salir
de estudiar se reunieron varios de mis compañeros con huevos y maicena, me
agarraron entre todos y fue ahí donde sentí el dolor que me habían roto unos
huevos en mi cabeza, estaba untada de esas dos cosas en el cuerpo, y en la
ropa, en ese instante se me venían pensamientos de, como me iba a ir para mi
casa, pero también se me cruzaban pensamientos de felicidad, alegría de haber
pasado ese momento tan chévere y tan feo por decirlo así.

También tuve una linda anécdota, sobre el trabajo social, que aproveché en
dedicarlas ese tiempo a los niños de 5 años en la catequesis, la cual tuve mucha
experiencia porque tanto les enseñe como también aprendí sobre la palabra de
Dios predicar y practicar, todo lo de la vida de Jesús era muy bonito porque los
niños me preguntaban muchas cosas el cual ellos querían saber y la vez yo
también todo lo relacionado con la historia de Jesús , y así pude terminar de
ver ese amor y el afecto que les tengo a los niños, esa alegría que nos da al ver
que ellos aprenden y no solo nosotros enseñamos, ellos también nos enseñan
cosas por lo mínimas que sean.

Haber experimentado todas esas cosas lindas, enseñanzas de esas etapas


infantiles son las más tranquilas, divertidas, alegres, la nostalgia que nos da
recordar todas esas aventuras realizadas, el afecto que nos queda de esos
tiempos que hoy en día queremos que el tiempo retroceda, volver donde
éramos niños, en los momentos que solo nos divertíamos jugando y no nos
cansábamos de hacerlo.

A medida que íbamos creciendo, poco a poco nos podemos dar de cuenta lo
bello que es recordar esos tiempos de aprendizaje, lo mucho que nos ha servido
entre todos los aspectos, hemos aprendido aún más a valorar cada momentico
que pasa a vivir de una manera diferente a agradecer así sea algo tan
insignificante. Es muy bueno que la educación poco a poco fuera cambiando,
que tengan más en cuenta la zona rural principalmente porque somos pocas las
personas que piensan en esas comunidades de cómo se encuentran actualmente,
igual que tampoco sea solo teoría que hallan prácticas en vista que los niños se
les note la felicidad, esa emoción de ir a estudiar.

Hoy en día nos damos cuenta que esos momentos de felicidad no volverán, que
todo ha cambiado en aspecto las personas son distintas, su forma de pensar ha
cambiado, algunas personas desearíamos que hubiera una máquina de tiempo
para devolvernos hacer esos niños inocentes.

También podría gustarte