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LA ILUMINACIÓN

Una Historia de UCDM


Marco a. Luna a.

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primera edición: 21/07/2021. con el nombre de; El regalo de
Dios
segunda edición: 31/07/2022.

(spanish edition)

editorial filosofía tierra

Lulu

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ÍNDICE

INTRODUCCIÓN ...........................................................................5

PRIMERA PARTE ..........................................................................6

SEGUNDA PARTE .......................................................................13

TERCERA PARTE ........................................................................25

CUARTA PARTE .........................................................................35

QUINTA PARTE...........................................................................40

SEXTA PARTE .............................................................................52

SEPTIMA PARTE .........................................................................65

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Introducción

A veces la ilusión de vivir en el cuerpo es tan fuerte, que se


convierte en realidad.
Marco A Luna A.

nada real puede ser amenazado


nada irreal existe
en esto radica la paz de Dios
UCDM

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PRIMERA PARTE

Nací en una pequeña ciudad de Perú, mi madre había tenido

dos hijos antes que yo naciera, y mi padre se dedicaba al

sueño de encontrar oro del periodo incaico que llamaba

“tapado”, nací en un hogar donde no se tenía ingresos

económicos, ninguno en casa tenía educación y los hábitos y

costumbres eran animalescas, fui creciendo como un niño que

no tenía miedo de hablar, ni responder, siempre con algo que

decir, pero a la edad de ocho años tuve un problema con el

lenguaje no podía hablar bien la "r" y la "l", la solución era muy

simple a vista de mis padres, ellos solo tenían que darme uvas

moradas, verdes y mi lengua se soltaría, cosa que era bastante

conocida por el pueblo, a la edad de cinco años nos fuimos a

vivir a un pueblo más pequeño donde mi padre ya trabaja de

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manera fija y mi madre estaba en casa cuidando de mi

hermano, él recién había nacido y su nombre era Fran.

De niño fui muy especial o eso creía, tenía mucha sensibilidad

y no podía estar tranquilo, se me consideraba un niño tonto, la

escuela era algo que me daba mucho nerviosismo y esto me

traía temor, con el paso del tiempo las cosas fueron

cambiando, de niño me sentía diferente a los demás niños, me

sentía vulnerable, extremadamente vulnerable, sentía el cuerpo

como si flotara y un vacío en el pecho que parecía que no

tuviera sentimientos ni sensaciones solo me sentía con mucha

vulnerabilidad, al paso de los años, me di cuenta que vivía en

un ambiente donde las personas eran muy agresivas pero yo

no respondía de la misma forma era diferente a mis padres,

debido a esto era juzgado de un niño sin carácter, a mi madre

no le gustaba cocinar y cuando lo hacía se enojaba,

seguramente porque no tenía mucho tiempo, por lo que

decidió pensionarnos, la primera vez que entramos a comer se

sentía la calidez de un restaurante casero donde la señora que

atendía era calmada y siempre decía que nosotros comíamos

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cualquier plato que nos pongan en frente. Desde ese día

sabía que existía otra forma de sentirme otra forma de vivir,

pero al regresar a casa la angustia en el pecho crecía y otra

vez me sentía muy vulnerable.

Era un niño que no hablaba mucho y no sentía la necesidad de

hablar demasiado simplemente aceptaba lo que vivía y dejaba

que las cosas pasaran de forma tranquila, no sentía que

tuviera que hablar demasiado para dar unas respuestas

simples, al cabo de unos cuantos años en el pueblo, tuvimos

que cambiar de vivienda esta vez nos fuimos a una ciudad

más grande, no tenía muchas ganas de estudiar, me gustaba

más la vida en su rapidez y sus cosas prácticas, desde

pequeño prefería los videojuegos, correr y jugar que leer un

libro, y cuando llegue a la ciudad no era de extrañar que

también me gustara correr, jugar y estar en los videojuegos,

cuando me matricularon a una escuela particular por que no

encontraron una escuela pública, mis padres tuvieron que

pagar cada mes una mensualidad para que siguiera

estudiando, lo que en realidad era algo que me comprometía a

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estudiar, ahí conocí a un amigo que me acompañó durante

una buena temporada de mi niñez, me llevaba muy bien con él,

ambos teníamos padres similares con conductas parecidas,

cuando acabó el año académico nos cambiaron a una escuela

pública pero antes tenía que hacer unos cursos preparatorios

pero me daba cuenta que la mayoría eran alumnos nuevos ahí

entendí que lo hacían por cobrar a una pequeña parte de los

alumnos que llevaban estos cursos, este era el único requisito

para que pueda ingresar a esta escuela pública, era más

grande que la anterior escuela y los compañeros se parecían

tanto a nosotros que nos sentíamos cómodos estudiando ahí.

El primer día los profesores nos dijeron que podíamos entrar a

cualquier salón pero que estuviera en nuestro, ellos no

decidían donde debías de estudiar cuando eras nuevo, los

alumnos que estudiaban años antes que tú se quedaban en

una sección determinada, en este caso estuve en el salón A,

pero no sé por qué pero salí de ahí con un compañero y me

dirigí al salón del costado, ahí el profesor que nos enseñaba

era un hombre de 30 años que vivía cerca de casa, la escuela

quedaba a 10 minutos caminando, los amaneceres en la casa

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eran muy ruidosos y los desayunos eran por separado, mi

hermana salía a las 6 de mañana para llegar a las 7 y nuestra

entrada era a las 8am, cuando acabó el año no era algo tan

especial pero ya estaba a un año de acabar la escuela, el año

siguiente era mucho más tranquilo estar en clases, porque no

se sentían tan pesadas y tampoco tenía que esforzarme tanto

para acabar bien, o al menos yo no lo hacía, en casa todo

estaba bien. Cuando acabó la escuela, mis padres tuvieron

que buscar un colegio para que estudiara lo cual no era fácil

para ellos, era como si ellos tuvieran miedo a socializar con

diferentes personas, o algo así, el colegio al que mi madre

quería que entrase quedaba como a 20 minutos, era de

sacerdotes y religiosas, y para entrar a estudiar ahí se tenía

que dar un examen para saber sí éramos aptos o no, y

seguramente por qué no habían muchas vacantes para tantos

postulantes, cuando fui a dar el examen al colegio vi a un par

de amigos de la escuela, uno era el más listo del salón y el

otro el más divertido, ambos ingresaron a ese colegio y yo por

supuesto me quedé decepcionado por no ingresar.

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Mi madre se enojaba frecuentemente pero parecía que cubría

su sufrimiento con una cara molesta, al cabo de casi dos

meses sin estudiar, mi madre me matriculo a un colegio que le

quedaba cerca del trabajo, en donde no me sentía a gusto

conmigo mismo, la mayoría de mis compañeros venían de

familias acomodadas, con lo que, me costó mucho adaptarme

sabía que estaba ahí para estudiar, y que no tenía que

distraerme, pero lo hice, al cabo de unas semanas me reía de

todo y empecé jugar, al cabo de medio año, entro por esa

puerta vieja y de madera, Melani, ella tenía los cabellos rizados

y unos ojos tranquilos, la mayoría en el salón estaban casi

enamorados de Melani aunque no se lo decían, se podía notar

y las demás compañeras se metían con ella de la nada, pero

ella no respondía de la misma forma, pero era más valiente

que mí, al expresar su molestia, en mi caso era todo lo

contrario, crecí con baja autoestima y siempre era al que

marginaban, mis compañeros me decían negro y me trataba

muy mal, recuerdo que en el primer año me lanzaban cosas

pesadas en la cabeza donde la primera vez que llore por eso

fue cuando me lanzaron un tipo de cartuchera ese momento

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sentí un nudo en la garganta baje la cabeza y empecé a llorar,

la gente siempre hacia lo que quería conmigo, me sentía mal y

vulnerable pero cuando llegaba a casa no decía nada porque

mi madre me daba miedo y mucho más miedo me daba mi

padre. Sin embargo, el año acabo sin ningún cambio, Melani

se fue a estudiar a otro colegio y yo seguí en el mismo, para

ese entonces ya había hecho algunos amigos a diferencia de

mí ellos tenían una figura a quien imitar, en mi caso esto era

algo muy diferente, mi padre y madre casi nunca estaban en

casa y cuando estaban no nos decían nada salvo regaños y

ordenes que teníamos que obedecer.

En el segundo año los primeros días de clases los profesores

no hacían nada y la mayor parte del día la pasábamos jugando

como también conociendo a los compañeros que recién

habían ingresado, me di cuenta años después de acabar el

colegio, que cuando conocemos a alguien nuevo se tiene un

sensación de curiosidad como si quisieses conocerle pero

cuando lo conoces se vuelve uno con nosotros mismos y el

trato no es especial en forma si no en contenido, sabemos que

tiene su forma de ser y sus capacidades que son diferentes al

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resto y es por eso que el trato especial suele ser de contenido

y su aspectos que en la cotidianidad vemos ya no nos parece

tan especial. sin embargo, cuando entro Jenifer, recuerdo que

tenía los cabellos castaños, los ojos redondos, labios

ligeramente abultados, nariz respingada y hablaba mucho, una

de las cosas que recuerdo es cuando se reía, lo hacía de forma

sincera y no podía detenerse, era especial verla reír, había días

en que ella era seria esos días ella no sonreía para nada y

siempre estaba pensativa, no sabía el por qué sin embargo

para ese entonces solo importaba el presente.

Era bonita y nadie se lo decía, cuando me preguntaron si ella

me gustaba decía que sí, un día como cualquier otro a

insistencia de mis compañeros me hicieron escribir una carta

donde decía que me gustaba cuando se la entregaron ella

estaba enojada y salió del salón por mi parte todos me decían

que salga detrás de ella y así lo hice, ella me dijo que no

jugara con ella porque no era mi amiga después de eso ella

entro a clases y sus amigas la empezaron a molestar, ese

mismo día en el descanso me hicieron comprar un chocolate

para ella y así lo hice, Rodrigo que era el que más me

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molestaba pero también el que más confianza se tenía con

todos me dijo que él le entregaría el chocolate, algunos de mis

compañeros estaban junto conmigo esperando la respuesta,

cuando el volvió me dijo que ella no recibió el chocolate

porque era negro, en ese entonces todos en la clase me

decían negro, esclavo, mulato. Ellos rieron, yo sonreí mientras

la miraba, al paso de los días todos en el salón empezaron a

molestarnos a mí no me incomodaba pero a ella si le

molestaba un poco, cuando el año ya estaba por acabar

Rodrigo me dio la idea de que ponga: Jenifer te amo de marco,

en la parte final de su libro de inglés, y así fue, esto era en el

recreo cuando todos nuestro libros estaban en la mesa para la

revisión final, en ese momento no estaba pensando en las

repercusiones solamente vivía el presente, de pronto la

profesora me llamó al pupitre ella abrió la página del libro y me

pregunto si yo lo había escrito y le dije que sí, ella sonrió no

me dijo nada pero Rodrigo y los muchachos estaban con las

caras sonrientes, la profesora se quedó mirándome por un

rato y llamó a Jenifer, ella estaba sonrojada la profesora cerró

el libro y se lo dio, cuando todos ya habían recibido sus libros

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la profesora se despidió y salió de clases, en ese momento

algunos compañeros se acercaron y me preguntaron sobre qué

era lo que había pasado.

En ese entonces era alguien muy suelto y despreocupado, la

frase que gritaba sin temor alguno era, ¿pero por qué?!!,

aquella frase era divertida para mis compañeros, sin embargo,

era manipulado para decirlo en clases delante de todos. A

veces cuando somos más jóvenes no nos damos cuenta de lo

inocentes que podemos llegar a ser, que somos tan libres que

somos un peligro para nosotros mismos, esta frase me trajo

problemas con algunos profesores, sin embargo, parecía que

no era tan importante para mí en ese momento.

Al año siguiente el colegio tenía que cambiar de ubicación,

debido a que donde estábamos era una casona antigua con

dos pisos y un patio pequeño, existía una emoción que recorría

todo mi cuerpo era una emoción de asombro y nerviosismo, en

los últimos días en ese local, Jenifer se cayó por la ventana, la

ventana no era tan alta y daba exactamente a la calle, esta era

una calle de bajada así que la altura no era más de dos

metros. En el momento de la caída no estaba presente, sin

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embargo, pude lograr ver como ella trataba de subir por la

misma ventana, Rodrigo y Jorge pudieron ver como se había

caído y no podían ocultar su risa. Ella se sonrojó y luego sonrió

tranquilamente, aunque había buenos recuerdos de aquel local

era necesario irnos.

Cuando teníamos que irnos al otro local nadie sabía cómo era,

pero estábamos mucho mejor, tenía un patio relativamente

grande pero a la hora de los descansos se llenaba por

completo, en ese tiempo varones y mujeres seguíamos

compartiendo salón, ya estábamos en tercero de secundaria, al

poco tiempo después nos dividieron en dos grupos, cuando

eso paso mis compañeros se ponían más agresivos y violentos,

eso no era bueno para mí ya que siempre era al que

molestaban primero, ese año fue cuando empecé a dejar de ir

al colegio, el colegio me parecía algo diferente, en ese

entonces después de las clases íbamos a los ciber a jugar

dota o left for dead que son juegos de computadora, fue ahí

cuando deje de ir al colegio para evadir las clases y pasarme

horas jugando videojuegos, al principio entraba a cabinas que

estaban relativamente cerca del colegio, pero con el tiempo se

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hacían batidas de estudiantes de colegio y por eso dejaron de

admitir usuarios con uniforme, al cabo de unos meses me di

cuenta de que podía estar en cabinas cerca de casa y no ir

demasiado lejos, cuando entraba a jugar a aquellas cabinas

había una emoción de asombro nunca había conocido juegos

o páginas que me llamaran tanto la atención, deje de ir al

colegio como dos semanas completas, en ese tiempo llegaba a

casa y comía solo, mis padres no estaban frecuentemente

conmigo, para ese año nos fuimos a vivir a otra casa, donde

solo había pequeños cuartos de adobe con pisos de tierra, al

principio, arreglamos aquellos cuartos e hicimos una carpa en

el medio, que era la cocina y la habitación de mis padres, las

mañanas eran sumamente complicadas mis hermanos y yo

desayunábamos de forma rápida y luego salíamos de casa,

con el tiempo mi hermana mayor decidió no vivir en aquellos

cuartos y se mudó a un cuarto más arreglado a una cuadra de

donde vivíamos, a pesar de lo jóvenes que éramos nos dimos

cuenta de algunas cosas que nuestros padres pensaban que

no nos daríamos cuenta, algunas veces salíamos a comprar

ropas y algunas cosas que necesitábamos, cuando salíamos

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siempre terminaba en peleas, mi madre casi nunca estaba feliz

siempre gritaba y se enojaba fácilmente, por el otro lado mi

padre no conocía como se tenía que actuar con las personas,

se ponía nervioso y por momentos se congelaba, yo sentía

vergüenza cada vez que salíamos a la calle y cuando

llegábamos a casa mi padre se ponía a ver televisión nunca

nos decía nada, por el abuso de mi madre y el desinterés de

mi padre me sentí rechazado, para ese entonces en toda mi

niñez no recibí ningún tipo de afecto por parte de mis padres,

tíos o vecinos, la única vez que me sentí querido fue cuanto un

joven del banco vino a entregarnos una notificación de

morosidad en el pago de una deuda, mis padres casi siempre

estaban fuera de casa y me toco recibirlo abrí la puerta y me

entrego un papel me agarro la cabeza y me dijo: cuídate

mucho campeón, nunca había escuchado esas palabras en

casa, los gritos y las cosas rompiéndose eran lo único que

conocía. En el colegio sentía que no pertenecía a ese lugar, mi

uniforme siempre estaba sucio y no me daba cuenta que no

podía hablar correctamente algunas vocales.

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Una mañana mi padre me dijo que teníamos que entrar a la

sala, él sabía que no estaba yendo al colegio pero no me dijo

nada, cuando entro el señor Huayna Ausangate tuve que

decirle la verdad, cuando ya había salido de la sala, al día

siguiente, mi padre me llevó a la dirección, después me

llevaron a la oficina del auxiliar, fue ahí cuando recibí correazos

por parte de mi padre y del auxiliar, después de eso ya no

quería ir al colegio, me sentí muy humillado aquel día, al llegar

a casa mis padres me dijeron que ellos irían a recogerme

todos los días, eso me causaba mucha vergüenza mis

compañeros hablaban de sus padres y de las cosas que

tenían, yo mentía cuando me tocaba contar cosas sobre mí, a

veces eran cosas evidentes pero de todas formas asumía que

eran verdad, tiempo después entendí que las personas

mentirosas dicen cosas que ellas quieren que sean verdad, sin

embargo después de aquel día prefería no ir al colegio,

entonces llore y exagere sobre el bullying que me hacían mis

compañeros, la verdad era que mis padres me daban

vergüenza, deje de ir al colegio por unas semanas mientras mi

madre buscaba un colegio al cual matricularme ya era medio

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año y yo todavía no tenía notas, así que ingrese a un colegio

que quedaba cerca del trabajo de mi madre, ella trabajaba en

un mercado vendía plásticos en ese momento todo tipo de

plásticos desde bolsas hasta escobas, antes de que el anterior

colegio cambiara de local, al acabar las clases tenía que ir al

mercado, cuando no tenía ganas de ir al mercado me quedaba

jugando en las máquinas de juego, cerca del puesto de mi

madre había un local lleno de esas máquinas, cuando mi

madre me mandaba a comer me daba un tiempo para ir a

jugar conocí a un joven de la misma edad que yo, él estaba

siempre con ropa de calle mientras yo solía estar con uniforme

en ese tiempo no hacia diferencias entre las personas hablaba

con todas de forma parecida aunque habían veces que me

sentía intimidado por profesores y administrativos del colegio.

Cuando me dijeron que tenía que estudiar en otro colegio, no

estaba emocionado pero me daba un poco de nervios el

presentarme como nuevo, había mucha diferencia entre los

compañeros de mi anterior colegio y el nuevo, en el colegio

nuevo se solía jugar mucho y a insultarse mutuamente, los

primeros días de clases me presente como un alumno más,

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solía hablar con algunos compañeros de otras secciones

sentía que se interesaban por mí, me preguntaban muchas

cosas sobre mí y lo que más me agrado fue que dejaron de

decirme negro, eso me calmaba un poco, la mayor diferencia

era que teníamos el turno de la tarde y no el de la mañana,

como estaba acostumbrado, al pasar los días mis compañeros

ya no sentían curiosidad por mí y empezaron a molestarme

como lo hacían en el anterior colegio, esta vez ya no era

insultos esta vez eran golpes e intimidaciones la diferencia era

que solamente era una sola persona la cual molestaba a todo

el salón a él le gustaba una compañera que se llamaba Katy,

ella era la más bonita de la clase y a ella no le gustaba pero él

no aceptaba el rechazo, Anderson, como se llamaba no le

gustaba que le dieran la contra se enoja con facilidad pero él

pensaba que era divertido, siempre se reía de las cosas que

hacía, muchos en las otras clases lo respetaban y algunos

como yo lo temíamos, Anderson muchas veces se desquitaba

con Gamaniel él fue uno de los primeros en hablarme y una

temporada él era mi mejor amigo, a él le gustaba la música

hard core tenía imágenes de personajes y animales oscuros, a

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pesar de eso él era una persona agradable, sin embargo a

veces reaccionaba con insultos muy fuertes hacia las

compañeras, poco después de eso me hice amigo de

Anderson pero con una condición que el dejara de molestarme

pero lamentablemente el no entendió la condición, esta vez no

solo me molestaba sino que había un tipo de conversación

entre el acosador y el acosado, poco después fue

desapareciendo la sensación de querer faltar a clases, cuando

se hacía deporte teníamos que trasladarnos a un campo

abierto que pertenecía a la universidad y que el colegio era

parte, fue en este año que conocí que era la masturbación

nunca la había realizado, mis compañeros siempre hablaban

de habían tenido relaciones sexuales con sus amigas o

algunas compañeras, siempre me imaginaba el cómo sería

tener esa experiencia sin embargo ese año no pude

experimentarlo, pero una vez descubierto el tocamiento del

órgano reproductor siempre pensaba en algunas compañeras

y recordaba algunos videos, fue ese año que tuve mi primer

sueño húmedo, fue con la profesora de historia una joven

practicante de aquella universidad vinculada al colegio, ella era

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de tamaño mediado sonrisa linda pero con dientes un poco

chatos, tenía el cabello corto con las puntas hacia arriba y

siempre usaba pantalones de vestir ajustados, era la primera

vez que me interesaba en esa parte del cuerpo, nunca había

tenido una experiencia parecida, desde aquella experiencia la

parte inferior de mi cuerpo se empezó a contraer y a estar en

tensión, sentía un poco de impulso sexual y lo satisfacía con

videos eróticos, al acabar el año no quería volver a estudiar en

ese colegio sin embargo aprendí que debía de estar a la

defensiva y no mostrarme tal como soy porque sido seria

rechazado.

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SEGUNDA PARTE

Después de aquel año teníamos que cuidar una casa que

quedaba por el aeropuerto, ahí no se escuchaba demasiada

bulla, antes de habitarla teníamos que pintarla y limpiarla,

íbamos cada vez que podíamos, el ambiente había cambiado

todo era nuevo, era una sensación de empezar de nuevo, la

música, el lugar y las personas eran totalmente diferentes.

Acabando el verano y ya habitando la casa, mi madre estaba

buscando un colegio que quedara cerca de su trabajo, por

consejo de mi hermana tenía que estudiar en un colegio que

me preparara también para la universidad, dos meses antes de

entrar al colegio estaba estudiando en una academia donde

había conocido a dos amigos Andy y Brandon, ambos estaban

cursando su último año de colegio y tenían que prepararse

para la universidad a pesar de que solamente los tres

parábamos juntos yo cursaba un grado antes que ellos,

personalmente no tenía mucho interés en aprender, aunque si

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habían cosas que me causaban curiosidad y las retenía por

mucho tiempo pero no era algo que me interesara en ese

momento, para ese entonces mi hermana ya se había retirado

de casa, y eso era algo que no lo entendía, y todavía no me

había dado cuenta de la falta que hacía en casa.

Al inicio del año académico entre al colegio y también mi

hermano, pero estar en colegios separados fue algo que nos

distancio, en ese tiempo yo y mi hermano no pasábamos

mucho tiempo juntos de hecho, solo nos reunimos los sábados

y domingos cuando nuestros padres llegaban, ellos habían

comprado equipamiento de mina y un lugar para trabajar, mi

madre estaba emocionada pero mi padre parecía que no, la

relación con él era lejana y de temor, durante mucho tiempo

cuando mi padre o madre se acercaban a mí, el cuerpo se

contraía y sentía mucho miedo, había veces que sentía que mi

padre sentía rechazo hacía mí, por ese mismo sentimiento no

le pedía nada.

Cuando entre al colegio la primera vez, estaba lleno de

personas y eso me causaba ansiedad, pero vi a un amigo de la

escuela con lo cual no me sentía tan lejano y la ansiedad se

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había reducido, pero a pesar de eso no podía mostrarme como

habitualmente era, él ya estudiaba en ese colegio desde hace

muchos años y conocía a casi todos, cuando entre a clases lo

vi delante de mí él se acercó y me saludo en el recreo me

llamo y me presento a sus amigos, ellos eran muy buenos

amigos se conocían desde antes y se llevaban bien, hice un

par de amigos al iniciar las clases y hablaba con casi todos,

pero al paso de los días empecé a reír y jugar, fue en ese

momento que las personas dejaron de tomarme enserio,

después de eso sentí que debía actuar como Anderson, sin

embargo no era yo mismo y tampoco era un comportamiento

acorde a mis características, el actuar como él me duro poco

tiempo y volví a ser yo mismo, con eso volvió a aparecer el

bullying y el desprecio, al parecer eso no iba a cambiar así que

simplemente no me esforzaba por llevarme bien con los

demás, al cabo de un tiempo teníamos que ir a la academia

pre universitaria, entonces conocí a un joven que había venido

de un colegio militar y se llevaba bien con las mujeres, al paso

de los días él me invitaba a reuniones por las tardes con sus

amigos, Edy, Rodrigo, Pacha, Shermely, Vanessa y Fiorella, ese

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año me gustaba Vanessa pero siempre fui rechazado, de

hecho fui rechazado todas las veces que le insinuaba algo

romántico a alguien, sin embargo por internet tenía esa

facilidad de hablar con chicas que realmente no me conocían y

por ello conocí a Clara, ella estudiaba en un colegio de puras

mujeres y era muy simpática, personalmente sin embargo yo

no la conocía físicamente simplemente nos llevábamos bien y

había cierta conexión, mientras tanto en el colegio yo me

alejaba de aquel amigo, debido a que estudiábamos en

salones diferentes, y poco a poco me fui alejando de ellos,

sentía que dañaban mi orgullo, el respeto que creía tener se

había marchado, cada vez que quería empezar de nuevo el

buen comportamiento y la seriedad me duraban poco y volvía

a ser bullicioso e irrespetuoso, esto pasaba seguido y era algo

que pensaba que no controlaba, al paso de los días, todos me

faltaban el respeto, en ese momento empecé a pensar que el

ser rebelde haría que fuera tomado de forma más seria, en ese

entonces todos hablaban que en una zona de la ciudad

vendían marihuana, sin embargo era tan grande la zona que

estaba nervioso y la verdad no sabía que encontraría ni que

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pasaría, estuve subiendo unas escaleras cuando de repente

veo a un grupo de chicos hablando con un rasta, escuche la

conversación, pero él les dijo que no tenía y se fue, entonces le

hable a uno y le dije que dónde podía encontrar marihuana, él

me dijo que ellos también estaban buscando pero que no la

habían encontrado, al final me dijo que conocía un lugar donde

podíamos comprarla, me dijo que los acompañara, ellos

parecían contentos, estaban felices y jugaban por las calles,

eran cuatro jóvenes tenían casi la misma edad que yo, al llegar

a la pista principal tomamos un bus y me dijeron que bajara

en el próximo paradero, que ellos se bajarían primero, no supe

qué decir, pero así lo hice, al bajarme en el paradero no vi a

nadie, solo vi a un chico que estaba con ellos llevaba un gorra

pero él estaba en el mismo paradero de donde se habían

bajado, parecía que él no esperaba que yo volviera al mismo

paradero, lo que realmente paso fue que ellos me pidieron el

dinero y luego bajaron antes que yo para perderse, en ese

momento yo no había pensado en aquella situación, camine un

par de cuadras y él estaba parado como viendo atentamente

los carros, le pregunte donde estaban los demás, el me miro y

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me dijo sígueme, entonces él empezó a preguntarme un poco

sobre mis cosas y ya no dijo nada más, luego entramos como

en un billar el que atendía era un hombre viejo, tenía un

mostrador de golosinas donde sacaba la marihuana, él estaba

sentado mientras nos miraba fijamente al costado suyo había

un hombre de edad avanzada que no dejaba de mirarnos,

empezaron a hablar con groserías pero al final de cada una,

se reían, paso un rato en lo que decidieron darnos aquella

envoltura de papel, después de aquello se despidieron, solo

uno de ellos conocía a aquella persona, salimos pero aún no

me habían dado nada, empezamos a caminar para el sur las

calles se estaban oscureciendo mientras nosotros hablábamos

de cosas triviales, al cabo de un par de cuadras ellos me

dieron la mitad de lo que habían recibido, no proteste en

absoluto era la primera vez que hacía algo tan indecente sin

conocer a nadie, al despedirnos me invitaron a una reunión

donde siempre se juntaban al parecer eran parte de un grupo

más grande de barristas.

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No reflexione demasiado en lo que había pasado, en ese

tiempo yo había tenido cierto acercamiento a Emily una chica

que la había visto en el bus de regreso a casa después del

colegio, la vi y no deje de verla incluso cuando se bajó, al final

ella me descubrió y nos vimos a los ojos, era la chica más

hermosa que había visto, al cabo de un tiempo la vi en el

espacio de sugerencias de una red social, le dije que me

gustaba y que era la mujer más hermosa que había visto, en

ese momento nos hicimos amigos y salíamos de vez en

cuanto, ella era muy especial para mí, en esos días el colegio

era algo que no me gustaba mucho, no estudiaba y no sentía

la necesidad ni el deseo de hacerlo, sentía un gran vacío en el

pecho, y estar en el colegio era algo que llenaba ese vacío, sin

embargo cuando pensaba en ella el mundo se hacía más

claro, todo se veía diferente y el pasado como el futuro que me

angustiaba dejaba de existir, sin embargo aquella sensación

desaparecía y la única evasiva que conocía era la de estar

reunido con aquel grupo de barristas, el colegio era algo que

estaba en segundo plano para mí porque creía que lo que

hacían los barristas era algo más emocionante al paso de los

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días, empecé a consumir diversas sustancias y a llegar muy

tarde a casa, pensé que así la gente me tendría miedo y me

respetaría, pero lo único que hacía era meterme en problemas

y a malgastar el tiempo, antes de eso no había consumido

ningún tipo de sustancias adictivas, ya cuando me faltaba

medio año para acabar el colegio, empecé a vender

marihuana, yo lo hacía de forma inocente y no tenía idea de lo

que hacía, pensaba que de esa forma ya no me tratarían de la

misma manera, sin embargo no había cambiado nada salvo en

la reputación de ser el vendedor, habían pasado meses desde

que empecé a reunirme con aquel grupo, poco tiempo después

me acusaron de vender a unos estudiantes más jóvenes, ya

que habían sido atrapados consumiendo en los servicios

higiénicos, ese día las cosas en el recreo estaban de lo más

normales, al acabar el recreo entraron al salón dos auxiliares,

nos pidieron que vayamos al primer piso, yo estaba muy

tranquilo, no sabía nada de lo que me esperaba, cuando de

repente todos suben y un auxiliar me hace esperar cuando

todos están dentro de clases me hace subir al segundo piso a

las oficinas, estaba al frente del auxiliar principal se puso algo

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efusivo parecía un interrogatorio como en las películas, sentía

mucho miedo, al final le dije que si vendía pero que no les

había vendido a compañeros de menor grado que yo, él se

paró y llamó a sus colegas entraron algunos profesores y

empezaron a hablar sobre el consumo de marihuana y me

preguntaron a quienes les había vendido y quienes eran los

que consumían, donde era el lugar donde compraba y me

hicieron dibujar un mapa exacto de aquel billar, después de

hablar de todo un poco, me dijeron que fuera al salón del

costado, ahí estaba un viejo amigo y dos de sus compañeros

uno era con él que había peleado hace poco, mi amigo me

explico que es lo que había pasado, ninguno dijo quién era el

que dijo mi nombre directamente, nos quedamos en esa

habitación con algunos administrativos viéndonos, nos hicieron

pasar a la oficina principal del colegio, le explique todo a la

directora ella llamo a mis padres, ellos estaban decepcionados

de mí, se indignaron, mi madre había llorado y me sentía muy

mal, para ese entonces no había reflexionado en la gravedad

de mis acciones, la directora dijo que ella se encargaría y que

fuera a hablar con el primer auxiliar, él me explico lo que haría

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desde ahora y que tenía que hacer para ayudarlos a buscar

quienes más vendían marihuana en el colegio, estuve una

semana entera dando información a los auxiliares, me dijeron

que no dijera nada a nadie pero a veces era evidente cuando

les informaba en los recreos, después de la semana no quise ir

más al colegio, parecía que el problema había sido resuelto,

algunos preguntaban por mí, pero los auxiliares y los

profesores que sabían lo que había pasado, dijeron que me fui

del colegio por que había intentado robar unas computadoras,

supongo que sería difícil manejar la imagen de un colegio que

tenga la reputación de alumnos fumando en los baños y con

vendedores estudiando allí, creo que era la primera vez que

ellos habían experimentado esa situación, era un colegio

privado y quedaba en un zona céntrica donde los que

trabajaban en el colegio tenían buenas relaciones con la

alcaldía, no me di cuenta de la delicada que era mi situación

debido a que si hubiese hecho lo que hice en un colegio

nacional seguramente hubiese pasado una buena temporada

en algún reclusorio de menores.

33
Había hecho algunos amigos en el tiempo que deje el colegio,

por lo general con mis antiguos compañeros de colegio, sin

embargo no era donde realmente me sentía cómodo, pero con

los días los fui dejando y paraba con los del grupo de barristas

éramos cuatro muchachos los que solíamos estar siempre,

Kevin él era el más hablador y bromista, Mijaíl era un

verdadero forajido, paraba todo el día en la calle y era el más

joven de nosotros, Yurgen, el no paraba mucho con nosotros,

era el más maduro de nosotros él conocía al hombre viejo del

billar, la última vez que nos vimos, subimos al centro de la

ciudad y comprábamos marihuana a un joven que vestía de

traje, nos dijo que le funcionaba bien porque nadie

sospechaba hasta el momento, nos sentamos en las gradas de

una plaza de la ciudad, saco su maletín lo abrió y nos sacó un

sobre, Yurgen lo tomo disimuladamente y le lo llevo al bolsillo,

él se paró, parecía alguien agradable le dio la mano y se

marchó al centro de la plaza. Yurgen era misterioso dejó de

frecuentar el lugar donde nos reuníamos, tal vez porque era él

quien salía más al centro de la ciudad y lo podían reconocer

fácilmente, esto debido a que había peleas contra otros

34
grupos. Habían muchos temas parecidos donde existían

venganzas de ataques o robos, la primera y la última pelea en

que participe acabe en la comisaria, era menor de edad pero

esto no importo para ser tratado como los otros, salí del lugar,

faltando 40 minutos para las doce Yurgen estaba

esperándome en la puerta, me dijo que fuéramos juntos, a

pesar de eso no hubo ninguna persona en las calles, para ese

entonces yo tenía que caminar como medio kilómetro para

llegar al lugar de las reuniones, tenía que pasar por un lote

muy extenso que era propiedad del aeropuerto que estaba

separado del resto por la causa del rio, Huatanay, un rio que

no era tratado hasta años más tarde, donde un político trato de

limpiarlo, esa parte del camino era la más oscura, de noche

nadie en su sano juicio trataba de pasar por esa zona, aquella

noche cuando salí de la comisaria Yurgen me acompaño cerca

de la zona de las reuniones, luego se marchó a su casa, esa

noche miraba a todos lados a pesar de lo vacía que estaba

tenía miedo de que pudiesen atacarme por sorpresa, cruce el

puente de manera normal sin que nadie estuviera a mi

alrededor, entre por el camino de esa zona oscura mire a mi

35
alrededor y todo estaba vacío, camine por 3 minutos hacia

adelante y en cada paso que daba las luces de las calles se

desvanecían, cuando doy la última mirada para que solo me

guie las luces del sector donde vivía, tres jóvenes están

entrando por el mismo lugar que yo, en ese momento pensé

que tal vez vivían en la misma zona, sin embargo el temor

pudo más y empecé a correr y con ello también descubrí sus

intenciones voltee la cabeza solo unos segundos los vi

corriendo hacia mí y empecé a trepar los matorrales para

llegar al hueco de las rejas antes que ellos, una vez que entre

a la calle iluminada voltee algunos minutos, la oscuridad era

tan inmensa que contrastaba perfectamente con las luces del

fondo de la ciudad, no había reflexionado sobre lo sucedido no

era la primera vez que había cruzado por esa zona sin

embargo era la primera vez que era demasiado tarde y con

tres sujetos persiguiéndome. La última vez que cruce aquella

zona con perturbación tenía muchos golpes en la cabeza, la

nariz me sangraba y el piercing de la oreja se había roto en la

misma, mi madre me vio y fue una escena desgarradora, esa

noche supe dos cosas la primera; que mis supuestos amigos

36
ya no querían andar conmigo solo lo hacían porque tenía

conocidos diferentes y que podía invitarles algunos tragos, me

había dado cuenta de esto antes, pero no quise hacer nada,

esa noche éramos cuatro ellos necesitaban efectivo e iban a

robar por las calles, uno me dijo que no podía ir con ellos,

proteste tontamente no porque quería robar sino porque quería

seguir perdiendo el tiempo con ellos, luego de eso nos

peleamos, termine en el piso con los sentidos aturdidos, ese

fue el primer indica torio para darme cuenta que ellos no

querían emparentar más halla de algunas cosas conmigo, eso

fue algo bueno, sin embargo en aquel tiempo era algo que me

afectaba, la segunda fue cuando Kevin directamente me dijo

que me alejara ese día me tumbo al piso y me empezó a

patear, Mijaíl me saco de esa escena y caminamos por un

rato, nunca se me había hecho fácil hacer amigos desde la

primaria, por algún motivo era dejado de lado, además ese año

había dejado a algunos compañeros, debido al problema que

tuve, sin embargo ninguno me preguntó qué había pasado

conmigo, siendo la amistad ilusoria lo interprete en ese tiempo

como que ellos y no yo eran malos amigos, nunca había tenido

37
una buena amistad con nadie siempre acababan alejándose

de mi o yo acaba alejándome de ellos, en ese tiempo las cosas

se pusieron difíciles yo había dejado de estudiar y me había

metido en muchos problemas por juntarme con malas

amistades, una de las ultimas veces que salí al centro con

Kevin estábamos con su primo, bajamos a un lugar por una

zona que no conocía, para seguir bebiendo, en ese entonces

yo y Kevin éramos los más jóvenes del grupo, Kevin se sintió

intimidado por otro sujeto, se iban a pelear pero todos sabían

que Kevin iba a perder, entonces tuvieron que ignorarlo, su

orgullo fue herido y decidió irse de aquel lugar Kevin me dijo

que nos fuéramos, yo no conocía a ninguna de esas personas

así que decidí acompañarlo, bajando de aquel lugar había un

grupo de jóvenes tomando a solas, Kevin hablaba de más y no

se podía controlar, los 3 jóvenes totalmente ebrios nos querían

atacar, aquella noche él menospreciaba todo estaba enojado y

se desfogaba hablando de otros, él siempre respondía a todo y

en la mayor de las ocasiones respondía mal, aun estábamos

lejos de ellos sin embargo poco a poco ellos se aproximaban,

un taxi estaba de pasada por aquel lugar levanté mi mano

38
para que parase, y así fue, al abrir la puerta vi a Kevin apunto

de bajar por unas escaleras, le dije que se subiera pero él no

hizo caso, decía que no tenía dinero, yo sin embargo tenía un

billete de 100 soles en los zapatos, le dije que yo tenía,

estuvimos hay durante 30 segundos en la indecisión de Kevin,

ellos ya estaban demasiado cerca, el taxi se asustó y se fue

con la puerta semiabierta, Kevin bajo las escaleras y yo me

quedé en el medio de la pista, empecé a correr hacia el frente

pidiendo ayuda, sin embargo nadie salió, al cansarme de correr

extendí mi mano para que no me hicieran nada, a pesar de

eso recibí un golpe en la cabeza con una piedra, vi que aquella

piedra era más grande que su mano y que le costaba un poco

cargarla, poco después recibí varios golpes en el estómago, me

llevaron a una esquina mientras recibía varias patadas por el

cuerpo, rompieron una botella de ron que tenían casi llena y

me la pusieron al cuello, mientras me golpeaban el estómago,

me decían que me quitara mi mochila, mi camisa y mi casaca,

sin embargo ellos querían mis zapatillas, yo les decía que eso

era todo lo que tenía que no tenía nada más, que me soltaran,

estaba muy asustado yo tenía 16 años, ellos ya tendrían 20 a

39
25 años, uno tenía el cabello largo, otro tenía lentes y era de

contextura gruesa y el ultimo tenía el cabello corto y usaba una

gorra roja, al cabo de unos minutos me soltaron mientras me

pateaban para que me fuera, cuando salí de aquella esquina

me dirigí donde el grupo estaba reunido, cuando estuve cerca

de aquel lugar corrí cuesta arriba desnudo del torso para arriba

pidiendo ayuda, en ese momento vomite hasta ya no poder

más, ellos salieron de donde estaban y se acercaron a

socorrerme, había un joven que era el mayor de todos ellos me

preguntó por dónde se habían ido, les señale que habían

bajado por las gradas, él y dos más bajaron por las gradas

entraron a una casa abandonada, se escuchaban ruidos y los

encontramos, ellos estaban borrachos mirando las cosas que

me habían robado, al darse cuenta que veníamos trataron de

escapar pero no pudieron debido a que uno de ellos era

conocido en la zona, eran vecinos, al final habían recuperado

mis cosas, el que me había golpeado con la piedra me pidió

disculpas, estaba muy adolorido y aturdido, esa noche no

entendí muchas cosas sin embargo algo había cambiado en

mí.

40
Al día siguiente me desperté con una herida en la cabeza, en

aquel tiempo no me sentía con la seguridad de ir al hospital

porque crecí con baja autoestima y con mucha inseguridad

veía a los médicos como algo muy superior a mi condición, de

niño escuchaba cosas negativas sobre mí y mi hermano

cuando salíamos de casa. Como consecuencia la ansiedad y el

temor al juicio se apoderó de mí, sin embargo, estar en casa

era ver mi condición sin mentiras, por eso salía

frecuentemente de ella para ir a jugar videojuegos, llevaba un

machete delgado en el interior de mi mochila, había perdido la

conciencia de vivir tranquilo y no me había dado cuenta de

eso. A veces me reunía con un par de amigos, de mi anterior

colegio, salíamos a tomar y a caminar por la calles, sin

embargo sus padres ya los tenían controlados y los habían

alejado de perder el tiempo, Paolo a quien lo conocí hace

tiempo era una gran persona siempre sonreía y no se metía en

problemas, se fue a estudiar a otra ciudad, su madre lo había

encontrado juntándose con malas personas que vivían por su

casa, más adelante uno de sus amigos había cometido

41
asesinato involuntario con lo cual había sido una decisión

sabia la que tomaron sus padres y mi otro amigo Cristian se

había alejado de todo el mundo, su padre era policía y no le

gustaba que estuviera sin hacer nada en casa, la última vez

que me encontré con él tenía el dedo meñique incompleto en

la parte de la uña, me dijo que arreglando la cadena de una

moto tuvo ese accidente, él era muy amable y divertido le

gustaba jugar al futbol, y no le gustaba meterse en problemas.

Ya iba a acabar el año y al siguiente año tenía que estudiar si

o si, para ese entonces había vuelto a hablar con Emily, pero

ya no era como lo hacíamos antes, en una noche donde había

quedado para vernos en una fiesta, estuve con Mijaíl, Kevin y

otros amigos que habíamos hecho, uno de ellos nos ofreció un

cigarro de marihuana, para ese entonces ya había consumido

aquella sustancia en repetidas ocasiones pero nunca en una

fiesta, ella tenía un amigo que se llamaba Francis los dos se

me acercaron, y me dijeron para irnos los tres, que vivíamos

cerca de esa zona, sin embargo yo estaba muy drogado para

responder y con la presencia de Mijaíl a mi costado, ellos

percibían que no regresaría a casa con ellos, en ese entonces

42
no tuve arrepentimiento de ningún tipo solo con el paso del

tiempo me di cuenta que había tomado esa mala decisión, al

cabo de unos meses después de ese evento, yo y Emily

hablamos de estudiar juntos en un colegio que quedaba por el

hospital central, para ese año mi familia se tenía que mudar a

nuestra antigua casa, habíamos vivido en casas diferentes de

formas que no eran dignas, sin embargo por diferentes

motivos como el fin del contrato teníamos que volver a nuestra

casa, mi madre me dijo que nos fuimos por que los vecinos

sospechaban y hablaban del trabajo de mi padre, para ese

entonces nosotros en general teníamos muchos defectos,

cuando regresamos todo parecía haber cambiado, mis amigos

de la niñez habían crecido y nuevas personas habían poblado

la zona, donde antes estaba lleno de vegetación ahora habían

casas en construcción, ya para ese entonces, me había

fracturado los huesos de la mano por un accidente en una

pelea, Kevin para ese entonces había conocido gente nueva y

como siempre salíamos y bebíamos los mismos, se formó un

grupo que se llamó legalize crew, una noche nos dijeron que

un amigo fuera del grupo se estaba peleando así que salimos

43
de la calle en donde estábamos, agarre una piedra muy grande

y al caminar unos cuantos metros me caí con la piedra en la

mano en ese momento me levanté y no sentí la mano rota solo

que rápidamente se había inflamado cuando llegue a casa

dormí y al día siguiente vi mi mano muy inflamada y con un

fuerte dolor, mi padre trato de curarme sin embargo el dolor

era insoportable, fuimos a un huesero un señor adulto que

trabaja a lado de su esposa, el me pidió algunas radiografías, y

utilizo algunos cremas con hierbas, utilizo palos pequeños y

me curó, me hizo hacer algunos ejercicios para que sanara

correctamente.

Mi hermana había venido a pasar navidad y año nuevo, ella no

había cambiado mucho sin embargo no sabía definir a Sara en

ese momento, debido a que no la vi crecer en su adolescencia

y a inicios de su juventud, a pesar de aquello ella era la

hermana mayor y era el orgullo de la familia, era el único

orgullo que tenía mi familia en la sociedad, hablar sobre ella a

mis amigos se sentía bien, ellos hablaban sobre sus padres y

de cuanto tenían yo solo hablaba de mi hermana y no me

44
sentía tan mal, pero cuando se fue todo cambio, mi madre

empezó a enojarse más y mi padre a estar más ausente.

Esa noche mis amigos de la infancia y yo habíamos planeado

salir al centro de la ciudad para el año nuevo del 2014 ,

cuando llegamos al centro entramos a las discotecas más

concurridas de todo el centro, era en una casona, cerca al

centro histórico de la ciudad, teníamos que entrar por unos

pasadizos donde al fondo se veía un pequeño jardín

descuidado, y alrededor se veían muchas entradas a diferentes

discotecas donde la gente estaba amontonada y no podía

pasar, después de un rato entramos a la primera discoteca de

ese callejón, en la entrada habíamos comprado trago mientras

nos hacían pasar, no porque la barra estuviera en la puerta

sino porque la entrada venía con diferentes opciones para

beber, en ese entonces yo pasaba a cumplir 17 años, era muy

hablador y atrevido, pero por la cantidad de gente que había

en esa zona no era alguien de quien preocuparse. Al cabo de

los primeros vasos nos dimos cuenta, que no habíamos

entrado todos éramos como 7 personas sin embargo 4 no

habían podido entrar, dos se quedaron en la discoteca, cuando

45
salí vi que no querían entrar por que no conocían el sitio sin

embargo ellos habían frecuentado un lugar que estaba al final

de todas las discotecas, hablaron un rato de donde irían y por

fin decidimos entrar a aquella discoteca, yo tenía como 100

soles en el bolsillo pague algunas entradas de un par de

vecinos y empecé a tomar, al cabo de unos minutos decidí ir al

baño fui con un amigo que también tenía la necesidad de ir,

ahí un joven delgado de mediana edad se nos acerco estaba

un poco borracho parecía que quería problemas, de repente un

amigo se le acerco y empezaron a hablar, cuando llegamos al

grupo él nos contó que lo conocía que era un antiguo conocido

que tenía, aquella noche estaba tomando sin control, por

aquellos días tenía la mente muy atormentada, no conocía la

paz y la tranquilidad del silencio, esa noche quería probar que

era lo suficientemente hombre para ser respetado, tenía este

problema porque había sido discriminado de muchas formas,

por ser moreno, tener rasgos indígenas, ser de una condición

humilde y no tener educación, o en aquellos tiempos lo

percibía de esa forma, aunque conscientemente no me daba

cuenta de esto en el fondo de mí, tenía este problema de la

46
valoración o el respeto que pensaba que no tenía, por lo tanto

aquella noche como otras, tomé y tomé sin darme cuenta de lo

que sucedía a mi alrededor, solo siendo consciente de que

estaba tomando más que los otros, después de esa escena me

sentaron en una silla pegada a la pared, cerraba los ojos y de

vez en cuando los abría, mi cuerpo no podía moverse a

voluntad, esto me pasó la primera vez cuando tomé con Kevin

y unos amigos por el centro de la ciudad, donde había una

calle que era pista y la otra mitad eran gradas, donde

alrededor habían muchos bares y discotecas, llegábamos a las

8 a 9 al centro y nos juntábamos en una de las calles cerca de

la plaza, hablábamos y bebíamos con diferentes personas

muchas veces me encontraba con algunos ex compañeros, sin

embargo no eran amistades que me querían tener cerca toda

la noche, siempre terminaba retirándome como a las 11 o 12

en taxis o si me encontraba mejor en transporte público, en

aquellos años todos los que se retiraban del centro, eran

jóvenes y algunas personas adultas que trabajaban hasta

tarde, la primera vez que sentí que el cuerpo perdía toda

voluntad fue en una de esas noches bebiendo en una de esas

47
gradas, donde bebi tanto que me mi cuerpo y mente

empezaron a apagarse donde la nada hacia su manifestación,

esa noche me sentía de la misma forma como aquella vez,

cuando de repente vi, que ese mismo joven empezó a acariciar

y bailar con una vecina con la que habíamos venido, ella ya lo

había rechazado antes, sin embargo el insistía, él que lo

conocía del grupo hablaba de que todo estaría bien, yo

sentando estando al frente de aquella escena, me levanté y

con mi mano derecha empuje la cara de aquel joven, él se

sintió atacado y empezó a alistarse para pelear, en eso

apareció de repente un hombre de seguridad me cogió de los

hombros y me jalo hasta la puerta, cuando me saco me tiro

hacia fuera del local con los ojos entre abiertos, perdiendo el

sentido pude ver que nadie salía, cuando de repente algunos

vecinos se aproximaron a la puerta, estaba con los ojos

entrecerrados mirando que ellos sacaban las cabezas y me

veían en el piso, entraron de nuevo y me quede tirado en el

piso, después de intentos de ponerme de pie salió, Brandon un

vecino que vivía con sus abuelos, era callado no hablaba

mucho pero todos sabían que se podía confiar en él, salió del

48
local y empezó a levantarme me estaba sacando de aquel

lugar cuando de repente tuve una caída muy fuerte en una

vereda de aquel callejón, después de eso recuerdo las

ventanas de un taxi, sin embargo aquel accidente pudo

terminar con algo mucho peor, en esa caída me fracture la

mandíbula, 5 centímetros más a la derecha y mi nuca hubiese

golpeado aquella vereda de contorno ovalado hecho de piedra

antigua, durante mucho tiempo no pude ver esta situación

como un milagro o como una oportunidad de perdón, más lo vi

con ojos de víctima y que Dios no me quería, en aquellos días

yo estaba peleado con Dios, el ego era tan soberbio que quería

llamar la atención del padre celestial sin saber que para él no

existía.

Al día siguiente mi mandíbula había terminado hinchándose,

habíamos llegado a casa como a las 4 a 5 de la madrugada,

todos estaban en cama, llegue a casa y me dirigí a mi cuarto,

mi cabeza daba mil vueltas y mi mandíbula la sentía colgada,

al cabo de unas horas mi madre entro a mi cuarto y se

sorprendió, cuanto se había hinchado la parte derecha de mi

rostro, ese día no recordaba lo que había pasado esa noche el

49
dolor era lo único que ocupaba mi mente, ese día estaba con

resaca y mi cuerpo no sentía el dolor verdadero de lo sucedido,

al día siguiente el dolor era algo insoportable, me dolía tanto

que tuve que ir a urgencias, sin embargo por la falta de

médicos y la excesiva demanda de personas con diferentes

casos, me recetaron un calmante en inyectable, debido a que

había mentido sobre como había recibido el daño, recibí

aquella dosis en una farmacia y el dolor empezó a calmar, sin

embargo esa parte de la boca era inutilizable, al paso de los

días estaba con la cara hinchada y no podía comer, solo bebía

agua y jugos, al par de meses, ya podía comer algunas cosas,

pero usando la otra parte de la boca, sentía que la mandíbula

no estaba en su verdadera posición, pero aun así no fui otra

vez al hospital, en ese tiempo mi mente no podía estar en paz,

siempre con un pensamiento, siempre ocupada, para ese

entonces las pesadillas se habían calmado sin embargo tenía

que estar ocupado viendo el celular por las noches, ya habían

pasado muchas cosas, me había alejado del grupo de barristas

ya tenía que empezar a estudiar y tenía los pensamientos

desordenados con un cuerpo magullado, abrigando

50
resentimientos y pensando que tenía que actuar como un

abusivo para que no pase lo que me había pasado en

anteriores colegios.

51
TERCERA PARTE

Cuando empezó el colegio vi a un viejo amigo que estudiaba

conmigo, años antes de empezar quinto de secundaria, aquel

verano la pase repasando algunos cursos donde estaba con

malas calificaciones, en esa breve temporada conocí a algunos

amigos con los que frecuentaba siempre, Diego, Sánchez y

André, hablábamos de todo un poco y hacíamos cosas tontas

como fumar hojas de té verde o hacer pipas de agua y demás

cosas parecidas, siempre intentando ser rebeldes, en aquel

tiempo aún no había conocido al grupo de Kevin ni había

consumido nada en exceso, aun menos había tenido

relaciones con una mujer, sin embargo André era muy sociable

con las mujeres y empezamos a conocer a dos compañeras

Nicol y Valeria, ellas eran muy condescendientes conmigo sin

embargo no aprovechaba aquello para estar con ellas, era

porque no me gustaban de la forma sentimental, ellas tenían

una compañera, se llamaba Sofia, sin embargo no nos

52
habíamos conocido de forma directa solo nos veíamos en los

descansos y la salida, André era él que más confianza tenía

para iniciar conversaciones con mujeres, al final del siglo la

institución crea un ambiente para compartir, haciendo juegos y

eventos, ese año lo hicieron en sol de oro, una de las pocas

instituciones donde se utilizaban sus piscinas de forma

pública, el ambiente era agradable y estaba lleno de

vegetación con una cerca de metal que cubría todo, ese día

André nos juntó con el grupo de Sofia, ella tenía un short corto

y una polera rosa, esa fue una hermosa escena que años

después no pude olvidar.

Acabando el colegio Sofia y yo hablamos casi todos los días,

ella estudiaba derecho en una ciudad más grande, yo para ese

entonces tenía problemas de autoestima y fabrique un

personaje al que no me parecía, un joven alto, guapo, confiado,

responsable que iba a la universidad y manejaba un auto, al

paso de los días me sentía mal porque la realidad era todo lo

contrario, más solo me preocupaba la apariencia de mi perfil

en las redes sociales, vivía en un mundo donde solo me

importaba la apariencia y no la esencia de lo que era.

53
Cuando vi a Diego el primer día de clases sabía que tenía que

ser distinto a como era antes, en los primeros días estaba

mirando si Emily estaba alrededor mío, pero no pude

encontrarla pasado algunos días me dijo que no entraría a

estudiar conmigo porque sus padres no querían, no porque me

conocieran sino por motivos diferentes, pasaron los días, Diego

se hizo un buen amigo al igual que Ángelo, sin embargo yo me

comportaba de forma arisca con los demás compañeros, Jesús

un compañero de clase con el que tenía una pequeña

rivalidad, él era hablador y siempre se divertía con lo que hacía

o decía, al paso de los días, trataba de ser siempre el duro y

empezaba a amenazar a algunos compañeros, había cierta

popularidad en formar un grupo, en el salón angeló y Diego

eran buenos jugando al futbol, yo sin embargo no tenía el

talento pero si la actitud de ser muy bueno, al paso de los días

conocimos a Mario, Renzo, Cristian, Rafael, Alexander,

Dalember, y otros compañeros de diferentes clases, muchas

veces nos reuníamos en las tardes para ir a diferentes lugares

a emborracharnos, muchas de esas veces entrabamos a un

54
bar llamado Munay, en ese entonces todo era casi nuevo para

mí, me sentía parte de un grupo y eso me daba un poco calma

sin embargo cuando llegaba a casa la situación era muy

diferente, las cosas eran muy tensas y nadie era paciente, con

el paso de los días paraba más en la calle que en mi casa, sin

embargo eso fue como un proceso, debido a que los primeros

días solo faltaba a las clases de la tarde donde no era

obligatorio pero si necesario asistir, debido a que nos

preparaban para dar correctamente un examen de admisión a

la universidad, en esas tardes nos reuníamos muchos

compañeros de distintos salones, al principio el grupo era

mixto, pero con el paso de los días, solo quedaban hombres y

con el pasó de los siguientes días solo quedamos yo y Rafael.

Los días fueron pasando y los salones recién se iban

conformando, al final los del último año tenían que dividirse en

4 secciones, cada una de ellas con 2 a 3 salones dependiendo

a la cantidad de estudiantes matriculados en cada sección, la

sección en la que estudie era la D2, ahí conocí a Gabriela y

Andrea, ambas eran primas, Andrea entro después de Gabriela

55
sin embargo ella salía de vez en cuando con el grupo, Andrea

era una joven muy alegre que le gustaba dibujar era algo que

hacía de manera extraordinaria, meses después me entere que

ella era amiga de la infancia de Emily, pero a pesar de la

curiosa coincidencia yo tenía que pagar un Karma con

Gabriela, ella era algo opuesto a lo que yo era, tenía una

familia al parecer estable, una situación económica buena, era

estudiosa y responsable, además que era una de las chicas

más simpáticas del colegio, la molestaban con el apodó de

loca simplemente por que vivía siempre el presente y si tenía

que decir algo lo decía como también no, con el tiempo

empezó a interesarme por cómo se veía y después empezó a

gustarme por cómo era, la prueba definitiva de que ella era la

indicada, fue cuando al pasar los días Jesús aprovecho un

momento de apatía y depresión por el que pasaba, para

humillarme, y mientras lo hacía yo tenía tantas cosas en la

mente que me quede inmovilizado, fue ahí cuando ella le dijo

que ya era suficiente a lo que Jesús no pudo que responder,

esta pequeña escena manifestaba algo grande que me

afectaría por un largo tiempo, mi madre siempre paraba

56
molesta y se desquitaba con nosotros, en este caso como mi

hermana había partido antes de casa, yo y mi hermano éramos

víctimas de gritos y golpes por parte de ella con lo que no creía

en la protección de madre, mientras en el caso de mi padre

siempre sentía, su vergüenza al mirar como éramos, siempre

tuve la sensación de vulnerabilidad e inseguridades sobre las

cosas externas que me pasaban, ese pequeño gesto de

sentirme protegido por ella, era diferente a sentirme protegido

por una actitud de alguien rebelde que hasta ese momento

había desaparecido.

De niño tenía muchas pesadillas durante muchos años de mi

infancia como adolescencia y al despertar tenía mucha

violencia de parte de mis mayores que en ese tiempo yo veía

como algo normal, ese sentimiento de protección femenina por

parte de Gabriela, nunca lo había experimentado, sabía que

espiritualmente los señores me cuidaban hasta cierto punto

pero no sentía eso con mi familia, para ese entonces aquel

recuerdo traía mucha carga emocional de parte de Gabriela,

que en ese momento no comprendía, ni el origen, ni sabia

57
porque sentía lo que sentía, durante unos meses después del

colegio y yo seguía sintiendo protección por parte de ella, para

ese entonces mis emociones eran muy frágiles y a pesar de

poner una actitud de tipo duro y rebelde, por las noches los

pensamientos desordenados y ese sentimiento de no saber

por qué siento algo por una persona, hacían que llorará mucho

pensando que había algo de especial en esa relación, que no

se podía dar, a veces lloraba con una botella de ron en la

cama por la impotencia de no tener la confianza en mí mismo

para estar con alguien como ella, y no solo con ella sino con

cualquier mujer, esos días solo quería tomar para no recordar

aquellos episodios de mi infancia, aquellas emociones nuevas

que no sabía explicar el porqué, aquel vacío en mí pecho y

todas las cosas que había pasado, solo en el estado donde

encontraba silencio y confianza era cuando estaba ebrio.

Los días en el colegio fueron pasando y yo tenía una relación

por internet con la antigua enamorada de un ex compañero, yo

pensaba que como él podía estar con esa chica yo también

podía, así que empecé a hablar con ella y poco a poco nos

58
fuimos enamorando, en ese tiempo yo tenía 15 años era la

primera chica de la que me había enamorado, sin embargo

nunca nos habíamos visto ni en fotos ni en llamadas

simplemente nos llevábamos bien y nació un cariño, sin

embargo esa relación era porque yo me sentía como alguien

despreciable, me había comparado él y lo envidiaba, era

realmente un buen chico me brindaba su amistad y yo solo por

molestarlo, cosa que nunca paso, me metí con su ex

enamorada, al pasar los días la relación era más fuerte y

llegue a sentir algo especial por Clara. Las malas compañías y

las cosas nuevas que experimentaba hicieron que deje de

hablar con ella por un buen tiempo, hasta que cuando

llegamos a último año de colegio nos teníamos que preparar

en la misma academia, ella me escribió y quedamos para

vernos por primera vez y no solo vernos sino que estudiar

juntos, la primera vez que la vi ella estaba con sus tres amigas

de toda la vida, a una la conocía por internet le preguntaba por

ella y como era, se llamaba Rocio, ella era muy amiga de Clara,

esa tarde quedamos para vernos en la azotea de la academia,

se acercó a mí yo estaba con el grupo de amigos con el que

59
siempre paraba, le dije que habláramos al salir de estudiar,

cuando acabaron las clases y la espere afuera empezamos a

hablar sobre diferentes cosas, caminamos por un condominio

para cruzar a una de la calles donde ella tomaba su movilidad,

en el medio del trayecto nos sentamos en unas gradas y le

empecé a hablar sobre que pasaría de ahora en adelante, ella

me miro tal y como era, se quedó un buen rato en silencio, yo

sabía que ella no se sentía cómoda conmigo, baje la cabeza y

ella me dijo que solo seriamos amigos, ese sentimiento ya lo

había experimentado muchas veces, sin embargo esta vez era

algo distinto porque realmente yo me había hecho muchas

ilusiones con ella, los días pasaron y yo empecé a sentirme

mal, en ese tiempo ya venía alimentándome mal, tenía mal

aspecto, motivo por el cual empecé a engordar, ya estábamos

a medio año del colegio y por lo tanto nos dieron 2 semanas

de descanso, estar en casa era estar conmigo mismo y entrar

a analizar mi vida, mi inconsciente y enfrentarme a mí mismo.

Esas semanas traté de sanar mi mandíbula y por

consecuencia dejar de comer en exceso, al pasar las dos

semanas había enflaquecido demasiado, cuando asistí al salón

60
todos estaban sorprendidos por cuanto había cambiado

físicamente, al pasar los días algunos compañeros dejaron de

faltar a las clases de la tarde debido a que el examen se

aproximaba motivo por el cual decidí asistir solo a la salida del

local, para recoger a algunos amigos.

En una de esas tardes, Clara se acerca hacia mí y me dice

para irnos juntos, acepto su propuesta y caminamos un par de

cuadras, llegamos a la parte de los condominios me tomo de la

mano y me dijo que quería estar conmigo me dio un beso en

los labios me miró a los ojos y me abrazo, en ese momento yo

no esperaba nada de eso recibí su abrazo y seguimos

caminando, yo estaba nervioso y se notaba en la forma que le

preguntaba, que había pasado para que cambiase de opinión,

pero ella simplemente me dijo que me extrañaba y que tenía

que pensarlo, pasaron los días y ya se acercaba el examen de

admisión, así que tuvimos que asistir frecuentemente a las

clases de la tarde sin embargo estar con Clara era algo que no

me completaba, por alguna razón pensaba en Gabriela y el que

sería estar con ella, una noche al salir de la academia de

camino al paradero de Clara le dije que teníamos que terminar

61
me pidió una explicación y no le pude dar ninguna, esa noche

lloré de camino a casa porque sabía en el fondo que ella me

quería solo porque había enflaquecido y tenía fama de conocer

a muchas personas, en ese tiempo yo paraba siempre en la

calle y conocía gente nueva rápidamente, los siguientes días

deje de ir a las clases de la academia y empecé a salir con

Rafael y Mario al centro de la ciudad a tomar y pasarla bien

supuestamente, en ese tiempo sentí un sentimiento de

perdida, ya que ella al cumplí mis 17 años me había dado mi

primer regalo, contenía una carta hecha a mano que decía

cuanto me quería y además un muñeco bebe que salía de un

huevo de porcelana de color celeste, en ese momento yo no

pensaba de manera sexual en aquel detalle, años más tarde

me di cuenta que ella quería algo de intimidad conmigo a

pesar de que nos besamos y tocábamos en el beso nunca

pudimos estar a solas y tener relaciones sexuales, mi mente

estaba muy desprendida de las cosas que sucedían alrededor,

no supe, solucionar mis gestionar mi interior y tenía tantas

inseguridades que pensaba que era lo mejor dejarla ir.

62
La noche de mi cumpleaños, salí de casa con un nuevo sol,

estaba algo molesto conmigo mismo y con los demás, sin

embargo muchos del grupo se aproximaron a la salida del local

donde estudiábamos, esa noche me sentí con más amigos de

los que podía tener, nos fuimos al bar de siempre y luego

subimos al centro de la ciudad, para ese entonces yo no tenía

ni un solo sol ya que me lo había gastado en un cigarro, a

pesar de la falta de dinero ellos pusieron casi todo, cuando

llegamos al centro entramos a diferentes discotecas y Jesús

que para ese entonces ya se había convertido en un buen

amigo del grupo me invito unas cuantas cervezas, al pasar las

horas era hora de retirarse, la mayoría tenía que irse, Clara y

Rocio se quedaron un momento hasta el final, ella me dijo que

me llevaría a su casa, pero Rafael un buen amigo me dijo que

no tenía para su pasaje así que no sabía cómo se iría, para

ese entonces Rafael y yo éramos buenos amigos, tomábamos

hasta el final y nos íbamos juntos casi siempre, la primera vez

que me emborrache tenía 15 años y estaba en cuarto de

secundaria, recuerdo que empecé a vomitar en el transporte

público y que estaba demasiado cansado para estar de pie,

63
esa fue la primera vez que tome alcohol con Jhosep y el grupo

del colegio, entonces coger el transporte público intoxicado no

era algo vergonzoso para mí, con lo que siempre

regresábamos a casa de esa forma, aquella vez no quería

dejar a su suerte a Rafael así que le dije a Clara que no, ella

me dio un beso y se fue con su amiga, yo esa noche había

perdido mi celular sin embargo estaba aún aturdido por el

alcohol. En ese entonces yo conocía a distintas personas con

las que había compartido un trago en esa zona, un viejo amigo

que se llamaba Eduardo me saludo de pasada el entraría aun

local con un grupo de amigas, le dije que era mi cumpleaños y

que si podía acompañarlo me dijo que si al principio pero en la

entrada me había dado cuenta que solo lo dijo de boca para

afuera, el de seguridad no nos dejó pasar así que no había

caso era demasiado tarde y ya no había casi nadie en aquella

zona, decidimos caminar del centro de la ciudad hasta el otro

extremo de la misma para ir a mi casa y poder descansar,

Rafael era el gracioso y ocurrente del grupo así que caminar

kilómetros con él, no era aburrido, esa noche caminamos como

6 kilómetros para llegar a mi casa y descansar, recuerdo que

64
en el camino no parábamos de hablar sobre ese día, cuando

llegamos a mi casa solo teníamos dos horas para dormir,

Rafael se levantaba temprano y tenía que coger un transporte

público para llegar a su casa, en ese entonces él se mudaba

mucho de un lugar a otro y nos juntábamos dependiendo de la

zona donde él vivía, después del colegio su familia se compró

una casa, pero quedaba un poco lejos, al cabo de un tiempo él

se mudó a Arequipa una ciudad más grande y con mucha más

personas, en ese tiempo yo no tenía muchos amigos salvo los

amigos de mi barrio, pero en realidad no fueron siempre unos

buenos amigos, al inicio cuando acabo el colegio yo empecé a

juntarme con mis vecinos y era lo mismo de siempre, comprar

algún trago y empezar a beber por las zonas menos visibles,

en ese tiempo yo estaba seguro de que nada malo me pasaría,

sin embargo cada vez era un poco más peligroso para mí,

Henry quien era mi antiguo compañero y amigo ya tenía

problemas por la zona donde vivíamos, una vez

acompañándolo nos habían emboscado, esa tarde solo

querían atacar a Henry ellos ya se conocían, se median en

palabras quien tenía más o menos miedo, pero aun así la ira

65
pudo más, uno que estaba detrás de su rival no le gusto lo que

escucho y salto de frente a golpearlo, con lo que uno de ellos

dijo que solo sería uno a uno, se pelearon de igual forma pero

por la cantidad de contrincantes que tenía, él otro aprovecho

para arrinconarlo, esa tarde después de la pelea nos fuimos

para el barrio esa tarde éramos solo tres y estábamos frente a

ocho jóvenes esa tarde solo uno buscaba a Henry al final él no

se peleó, después de amenazarnos y ayudar a Henry,

compramos algo para beber y nos fuimos a un lugar seguro,

cada vez que salía de casa me encontraba con un grupo de

amigos en común, a veces me encontraba con personas que

consumían terokal o que se dedican a robar, el ambiente era

algo tenso en casa como en las zonas que frecuentaba, sin

embargo lo que detonó para alejarme de aquellas personas

ocurrió en una noche cuando estaba con Jimmy y Henry,

decidimos cruzar la riel donde la mayoría de ellos vivían,

empezamos a pintar y malograr los lugares donde ellos

frecuentaban, esa noche yo estaba un poco mareado de

repente caminamos por el frente de un colegio, esa calle era

larga y recta, sin esquinas y el final terminaba con una cuesta

66
hacia arriba, que conectaba con otro calle, de pronto

empezamos a escuchar sonidos de bocinas era de una moto y

de un auto, ellos empezaron a correr, en ese momento

teníamos petróleo en las manos por borrar de cualquier forma

sus pinturas, ambos llegaron al final de la calle, yo no pude

correr más, estaba con una mochila y con el cuerpo muy

exhausto, me detuve en la última parte de la calle ya no podía

correr, pensaba que al hablar todo estaría bien, de repente me

encerraron con el auto, la moto se estacionó en medio de la

pista y empezaron a gritar que estaban robando, en ese

momento recordé lo sucedido un año antes, las emociones

empezaron a despertar y esta vez eran personas mucho más

adultas de unos 30 a 40 años, él de la moto se puso más

agresivo que él otro y empezó a arrinconarme jalándome de la

ropa, de pronto aparecieron varias personas, entre mujeres y

hombres todos estaban convencidos de que era un ladrón,

empezaron a pedirme las cosas de mi mochila, mientras yo

respondía que se habían equivocado muchos de ellos

empezaron a preguntarme por qué tenía las manos con

petróleo no supe que responder, sentí que decir que estaba

67
pintando las paredes era mucho peor que decir que estaba

robando, en ese momento mi cerebro se bloqueó, era como un

cargamontón, donde no había un segundo para hablar, al

momento que me calle, él de la moto se acercó a mí me jalo

hacia adelante y empezó a darme bofetadas en la cara,

cuando acabo me dijo que así se robaba, jalo de manera

brusca mi mochila se la puso a su espalda, se subió a su moto

y se fue, en ese momento nadie dijo nada, yo estaba casi en el

borde de un barranco, di pasos adelante en silencio, después

de unos segundos de silencio algunos manifestaron su

aprobación, en ese momento yo me sentí muy humillado,

estaba sumamente asustado, no me había dado cuenta de lo

afortunado que había sido en ese momento por que un pareja

me vio con los ojos llorosos y me ayudo a retirarme de aquella

escena, ellos me dijeron que si nadie hubiese estado hay

aquel hombre de la moto y su amigo, podían haberme

empujado y no habría pasado nada, cuando estaba a punto de

llegar a la zona donde vivía, empecé a llorar de forma discreta,

a pesar de que ellos seguían pensando que era un ladrón se

portaron muy amables aquella noche, cuando llegue a casa

68
estaba totalmente asustado, afligido y vulnerable, nunca me

sentí tan atacado emocionalmente antes, la vulnerabilidad que

se sentía de niño volvió a aparecer y esta vez se quedó

conmigo durante muchos años, con el paso de los días me

aleje de aquel grupo debido a que me habían abandonado, en

esa situación que pudo ser mucho peor.

Cuando Rafael se fue yo le preguntaba cómo estaba en la otra

ciudad, él era un buen amigo a pesar de todo, además, cuando

salíamos con el grupo éramos los últimos en retirarnos y casi

siempre teníamos que regresar caminando a mi casa, en

aquellos días aun estábamos en el colegio, y habían días que

nos encontrábamos de casualidad con mi auxiliar en el bar de

siempre, ese día también se encontraba un antiguo amigo con

el que nos habíamos peleado le decían lobo, lo salude y me

acerque a la zona donde estaba mi auxiliar, nos saludamos y él

ya estaba un poco ebrio, nos presentó a sus dos amigos de

universidad, nos presentó como dos estudiantes de un

instituto, entre vasos y cigarros empezamos a ir a diferentes

discotecas que quedaban cerca del bar, ese día yo llegue a

casa y todo era un caos, yo había salido de casa molesto con

69
la misma ropa con la que había ido al colegio, para estos

meses se nos permitía usar solo buzo y no era necesario usar

el uniforme habitual, me puse una polera, una mochila y salí

de casa, esa noche entramos a diferentes discotecas que tanto

Rafael como yo no conocíamos, al cabo de bastantes horas

nos tuvimos que retirar, nuestro auxiliar vivía cerca del colegio,

caminamos un par de cuadras él se despidió y empezó a

correr en dirección al colegio, nosotros no dijimos nada,

aunque había clases el día siguiente, estábamos muy

embriagados para solo caminar en dirección a mi casa,

estábamos en muy mal estado así que decidimos dormir en un

pequeño jardín que separaba dos pistas de un vía expresa,

cuando empezó a amanecer Rafael me despertó, él estaba sin

zapatillas y yo estaba sin mochila, caminamos al paradero

subimos a un transporte público, el bajo cerca de su casa y yo

regrese a la mía, esa mañana tenía que regresar al colegio, así

que me aliste y volví a salir, ese día fui llevado a la dirección,

fui regresado a casa. Rafael estaba muy mal después de aquel

día, el había perdido sus zapatillas que aparte de ser nuevas

eran costosas, en ese momento yo no lo veía de esa forma lo

70
veía como algo gracioso sin embargo aprendimos algo muy

importante ese día no dormir en la calle, con eso se volvió un

buen amigo, y después del colegio cada vez que salíamos con

el grupo bebíamos hasta el día siguiente, nos quedábamos en

cualquier casa que estuviera disponible frecuentemente era la

de Renato, el tocaba la guitarra de forma extraordinaria como

también tenía experiencia tocando en bares y escenarios, la

última vez que tomé con él, no fue de buena manera, para ese

entonces yo me estaba preparando para la universidad pero ya

mentía a mis amigos diciendo que ya había ingresado y que ya

estaba estudiando la carrera de psicología, en aquel tiempo

estaba completamente dormido, esa tarde me encontré con

Renato y un amigo más, él nos llevó a un estudio de grabación

que también funcionaba como bar, el dueño era un joven que

tocaba el bajo con un grupo de rock, era un grupo local que en

ese entonces no conocía, Renato ya había compartido muchas

veces con ellos, pero trataba igualmente de ser su amigo,

después de algunos minutos apareció otro joven, era un poco

más adulto que él otro, y era más humilde que su amigo, nos

contó que eran socios y que se querían dedicar a la música en

71
un cien por cien, nos contó que era mochilero viajo de

Argentina a Colombia solo con su guitarra, al cabo de un rato

nos tocó una de sus canciones, era alguien amigable sin

embargo su compañero era un poco más distante, estuvimos

en ese bar durante muchas horas en ese espacio de tiempo

un grupo había venido a practicar parecía un grupo profesional,

pero en ese entonces yo ya empezaba a sentir malestar a nivel

psicológico, como físico, no por esa tarde sino por una

acumulación de años, cuando se acabó el dinero, dijeron que

ya no tomarían conmigo, les dije que si tenía efectivo en la

tarjeta, sin embargo en ese entonces tener una tarjera era algo

casi imposible psicológicamente para mí, es ese tiempo mentir

era la salida más fácil para todo, insistieron tanto en que me

valla que me retire de forma dolida, ya era muy tarde como las

11 a 12 de la noche ya había pocos transportes públicos que

trabajaban a esa hora, al cabo de un rato subí a uno estaba

algo mareado y un niño empezó a molestarme de forma

sexual, para ese entonces yo había venido con ciertos

complejos, tenía ideas muy duras sobre las personas con

tendencias sexuales diferentes, antes de este odio que es en

72
sí, la falta de perdón, inconscientemente tenía mucha culpa en

mi interior que lo descargaba con diferentes personas, y esa

culpa inconsciente se plasmó en lo más profundo con el juicio

hacia los demás, con lo que termine profundamente afectado.

Sin embargo, era algo que podía soportar, al igual que la

depresión, la baja autoestima, la falta de confianza, la

vulnerabilidad y los traumas que habían acumulado hasta ese

entonces. Después de esa noche no volvía reunirme con

ninguno del grupo del colegio, paso un buen tiempo y yo me

había matriculado para estudiar en un centro pre universitario

asociado a la universidad, sin embargo era algo que me

resultaba difícil, las distracciones y el ruido en mi cabeza hizo

que me alejara de las clases, no podía estar a solas conmigo

mismo y esto era indispensable para estudiar, hay fue cuando

me reuní con Brandon un viejo amigo del primer colegio donde

estaba, era un tipo agradable en ese entonces, él tenía un

amigo llamado Franzua a él no lo conocía mucho pero parecía

alguien alegre, al cabo de unas semanas empezamos a

frecuentar, al cabo de unos meses Rafael había llegado de

Arequipa, nos reunimos en el mismo lugar de siempre esta vez

73
nos reunimos los cuatro, Brandon y Rafael ya se habían visto

antes, debido a que a veces llevaba a Brandon con el grupo

del colegio, sin embargo no eran muy amigos, con el paso del

tiempo yo, Rafael, Brandon y Franzua empezamos a salir todos

los días, nos reuníamos en las tardes mientras tanto yo me

quedaba las mañanas en salas de juegos, en las tardes salía y

me reunía con ellos, las primeras veces nos quedábamos

hasta las 9 a 10 pm, con el paso del tiempo y de la costumbre

empezamos a subir a las discotecas del centro, cuando ya

estábamos demasiado cansados nos íbamos a dormir a la

casa de Franzua, de hecho era un almacén donde había 3

habitación las dos primeras eran grandes pero llena de cosas y

la otra era un pequeño cuarto condicionado para una

habitación de dormir, nos acomodábamos en uno de los

cuartos grandes y nos quedábamos hasta el día siguiente, a

veces solo hasta que madrugara y que los del transporte

público hicieran su ruta. Durante estas salidas veíamos todo

tipo de cosas, para Brandon y Franzua era como algo

emocionante y nuevo, para Rafael era algo parecido el había

venido de otra ciudad mientras que para mí era algo que ya

74
me tenía cansada y que me tenía prisionero sin embargo no

conocía nada más aparte de eso.

75
CUARTA PARTE

Con el paso del tiempo empecé a sentirme muy mal por lo que

hacía, no quería analizar el porqué, tampoco me podía quedar

en casa porque si no entraba la angustia en mis

pensamientos, seguí un buen tiempo saliendo con el grupo,

para ese entonces Rafael y yo habíamos pasado muchas

cosas antes de que saliéramos los cuatro, sin embargo yo

había pasado más cosas años antes de salir con Rafael, en

una de las salidas que teníamos me encontré con un ex

compañero que tenía con Brandon, se llamaba Edwar, era

alguien sumamente bromista que caía bien a la primera, él

tenía un grupo de amigos que jugaban dota y se conocían por

un ciber al que siempre iban, con el tiempo me aceptaron y

tiempo después, formamos un grupo más grande, para ese

entonces yo salía con Rafael, Brandon y Franzua, a pesar de

eso se sentía como una experiencia nueva, ellos eran buenos

chicos eran muy unidos y eso agradaba, sin embargo cuando

76
cada uno empezó a ingresar a una universidad privada poco a

poco se fueron separando, pero cada vez iban aparecieron

nuevas personas, en una de esas salidas que yo ya las hacia

con desgano, conocimos a Shene y Alex, el primero era un

joven de nuestra edad era muy sociable sonreía mucho y

contaba historias de las cosas que había hecho, para ese

entonces yo ya me quedaba callado y solo escuchaba, sentía

que había muerto por dentro y ya no era el mismo de antes,

aunque tenía muchas historias que contar guardaba silencio, y

esta actitud paso también a formar parte de mi vida familiar.

Alex era alguien que sonreía mucho, pero también él que más

se le podía encontrar en la calle, era el único que estaba en la

universidad nacional en ese entonces, por motivos que

desconocíamos lo había dejado, él trabajaba en diferentes

lugares de la ciudad, él nos decía que se iba a ir a Argentina a

vivir con sus tíos, tiempo después lo vimos en redes sociales

con sus tíos en el obelisco de Buenos Aires.

El tiempo ya había pasado, y había acumulado muchas

experiencias que para ese entonces no sabía cómo asimilarlas

77
correctamente, sin embargo no sabía cómo era la vida de una

persona sobria para ese e yo me consideraba una persona

normal, pero una noche nos llevaron a la comisario, pedí ir al

servicio higiénico y oculte en el baño unas botellas de trago

que tenía en mi mochila, sentí un poco de remordimiento al

saber que era el único que se preocupaba por estas cosas y

además de escuchar al fiscal decir que, a mí me gustaba el

trago, sin embargo para ese entonces no era algo que me

pusiera a pensar demasiado, más ese día era tratado como

alguien adicto más que alcohólico, y no era algo de por sí, sino

que proyectaba esa imagen a los demás, de alguien que no le

importaba nada, porque creía que esa era la forma en que los

demás me tendrían en cuenta, o al menos en los grupos que

frecuentaba, a pesar de que esa no fue la única vez que me

detuvieron, esa noche fue diferente a las demás, porque ya

empezaba a darme cuenta de que algo no estaba bien y no

quería darme de cuenta de ello.

Con el paso de los días sentía que no pertenecía, cuando

salíamos sentía que todo el mundo estaba contra mí y que

78
todos se burlaban de mí, a pesar de intuirlo no quería ver que

era así, para ese entonces yo había engordado demasiado, y

tenía mis lesiones anteriores todavía descuidadas, aparte de

eso también era alguien agnóstico, pero tibio, sabía que

existían las cosas divinas pero no las quería aceptar en un

ciento por ciento, debido a esa vida, no hablaba correctamente

y caminaba siempre asustado de todo, deje de preocuparme

por cómo estaba vestido, tenía miedo de llamar la atención y

empecé a vestir de forma descuidada, mi vida había tocado

fondo, la última vez que tome con el grupo llegue a casa con

Rafael debido a que no tenía donde dormir, me senté en las

gradas y empecé a llorar y gritar: ¡por qué a mí¡ esa noche

estaba muy ebrio sin embargo tenía un dolor muy inmenso que

en ese momento era inexplicable. Al día siguiente mi primo

que vivía conmigo me dijo que Rafael se había llevado su

celular, esa mañana ya todos en mi casa se habían enterado

de la noticia, fuimos a casa de Rafael, él salió y empezamos a

hablar de lo que había sucedido, que se levantó temprano y se

fue a su casa, a pesar de aquello mi primo estaba convencido

de que él se había llevado su celular, cuando llegamos a su

79
casa salió el padre de Rafael yo le dije que no se metiera

porque él ya tenía dieciocho años y podía defenderse solo,

esas palabras fueron un arrepentimiento años después no me

puse en el lugar de su padre en ese momento yo estaba muy

perdido en la vida, unas semanas después de aquello me

entere que mi primo estaba mintiendo para sacar algo de

dinero, unas semanas después lo vi con su mismo celular que

dijo que se lo habían robado, después de mucho tiempo hable

con Rafael donde le dije que lo sentía mucho.

Después de algunos meses todo estaba en calma con la

familia, después de un tiempo, Edison llego a casa, él estaba

algo sospechoso sin embargo no pensamos nada malo sobre

él, una tarde en la que yo había salido de casa él había

entrado a mi cuarto para llevarse una laptop que aun la estaba

pagando. En ese entonces ya no salía a tomar con el grupo, sin

embargo, todavía existía cierto apego a aquellos amigos, cierto

apego a sentir esas emociones, pero sabia en mi interior que

tenía que haber otra forma.

80
Después de un tiempo sin poder ver al grupo, Rafael me invito

a una fiesta de ingreso a la universidad, él había ingresado a

una universidad privada, yo para ese entonces estaba en

recuperación y frecuentemente asistía a la sala de trabajo de

mi padre, debido a que me rendí de hacer mi propia voluntad,

les dije que quería asistir a esa fiesta, ellos se molestaron y

me dijeron una gran verdad que negaba su realidad; para que

quieres ir, si ellos solo se ríen de ti, en ese momento me

molesto mucho escuchar aquello, pero sabía que era cierto, y

esto era algo traumático para mí, debido a que estaba

acostumbrado a que la gente se riera de mí, el problema era

que la costumbre paso a ser una caja de frustración e

inseguridades que guarde por años, esa noche fui de todas

formas, me puse un terno que tenía en casa, para ese

entonces me había cortado en cabello imitando a un cantante

famoso, pero la peluquera me había dejado un mechón en la

parte posterior de la cabeza, esto fue demasiado vergonzoso

para mí pero también hizo que sea terapéutico para que no me

afectara, al ir a la fiesta de Rafael, me sentí emocionado por

volver a disfrutar, sin embargo aquella noche llame la atención

81
de forma negativa por cómo estaba peinado, sin embargo

seguí de forma normal, esa noche un antiguo compañero de

colegio les dijo a sus amigos sobre un apodo que se me decía

mucho en el colegio, “cargador” este apodo me lo puso una

compañera que estudiaba conmigo en el colegio que me había

sacado, se me decía así porque no era consciente del olor del

cuerpo, muchas veces, de niño y una parte de la adolescencia

sufrí de estreñimiento con el tiempo paso a ser una costumbre

cada vez que lo hacía me ponía de color rojo y sentía

satisfacción por ese esfuerzo, con el paso del tiempo me

sentía mal con lo que tenía que ir al baño y cuando lo hacia la

materia fecal era demasiado dura para salir, me dolía

demasiado y muchas veces dejaba de intentarlo y luego volvía

a hacerlo, después de aquellas experiencias fui entrando al

baño frecuentemente de pasar 3 a 4 días sin ir al baño pase a

2 y así consecuentemente fui normalizando aquella necesidad,

sin embargo con el aseo era algo diferente de niños solo nos

bañaban una vez a la semana cuando fuimos creciendo solo

nos bañábamos 2 a 3 veces al mes, cuando ingrese a estudiar

a la secundaria solo me bañaba una vez a la semana los días

82
domingos, para que el día lunes fuera al colegio, sin embargo

con los consecuentes cambios de vivienda donde en la

mayoría no tenían ducha o solo las tenían los dueños se fue

haciendo costumbre el no bañarme, el tener la espalda

encorvada y el olor a sudor era la principal causa de que me

dijeran “cargador” esa noche empezaron a decirme cargador y

Brayan (que era un sinónimo de delincuente), sin embargo

cuando estaba a punto de irme vi a Rafael y Alexander me

acerque a ellos pero su rostro era de sorpresa por el corte que

tenía, me veían raro pero que podía hacer, no tenía nada para

ponerme encima, entramos al local y todo estaba lleno Rafael

me presento a sus compañeros para que este con ellos, él se

salió afuera mientras que Alexander estaba con un grupo

aparte, me di cuenta que sentían algo de vergüenza el estar

conmigo, de pronto supe que no pertenecía a aquel lugar,

todos eran diferentes a mí, para ese entonces ya me habían

discriminado de formas, algo duras, al decirme aborigen, negro

o pobre de forma seria, con lo que esa noche supe que no

pertenecía a aquel lugar ni mucho menos podía relacionarme

con aquellas personas, aquella noche salí de aquel lugar con la

83
mente un poco clara sobre lo que me había molestado

escuchar.

Al despertarme con resaca la mañana siguiente, me levante de

forma súbita, miré a mi alrededor y escuche una voz de una

mujer, era una voz seria de una mujer de mediana edad que

decía; “pobrecito, no se da cuenta de que es alcohólico”. Era

una voz con un tono calmado y delicado pero firme, mire a mi

rededor la voz era tan nítida que parecía que alguien cerca mío

la había manifestado, para ese entonces nadie me había dicho

aquello, yo pensaba que era una persona normal, aunque

nunca sentí que lo era, de niño era muy sensible sin embargo

había crecido y convivido en lugares donde se me trataba

duramente solo cuando entraba con los señores sentía

protección y calidez, sin embargo al momento de salir, sufría,

de forma seguida y muchas veces lloraba con pequeñas

crueldades o sustos, de niño repetía muchas pesadillas donde

estaba tratando de escapar de lugares tenebrosos o de casas

abandonadas donde era perseguido muchas veces por

personajes de películas y otras que nunca las había visto ni

84
haber podido imaginar, cuando quería orinar de noche, no

podía bajar al primer piso, la casa era muy oscura y por eso

orinaba en las paredes o botellas, a veces para no bajar me

estreñía, y cuando salía del cuarto sentía que una sombra

inmensa me cubría el cuerpo y no podía moverme, para evitar

aquello prefería aguantarme que bajar al primer piso. Una

noche alguien toco de manera fuerte la puerta de mi casa, solo

nos encontrábamos ahí yo y mi hermano, mis padres nos

dejaban con un señor que quería trabajar como mi padre, pero

él se dedica mucho a tomar era alcohólico, él solía salir a

beber casi todos los días en la tardes, muchas veces se iba

uno a dos días, mis padres viajaban de lunes a jueves

mayormente, a veces solo jueves y viernes, no era algo

frecuentemente tenerlos todos los días en casa, de niño no

recibía muchos consejos o lecciones de mis padres, solo

habían días en que se cocinaba algo y se hablaba de otras

personas o se contaban chistes, bueno, aquella noche cuando

tocaron de manera brusca la puerta de lata que teníamos, me

acerque a la ventana para ver de quien se trataba sin embargo

nadie apareció a mi vista, esa noche decidí bajar, tenía la

85
mente distraída con la televisión, abrí la puerta para salir del

cuarto, mi hermano era 5 años menor que mí, él estaba

concentrado en la película, Sali del cuarto donde había un

pasadizo que recorría un cuarto largo que tenía dos ventanas,

a mí me daba mucho miedo ese cuarto sentía que aparecería

alguien viéndome por la ventana así que pasaba con la cabeza

mirando al suelo para luego bajar por unas escaleras y cruzar

la misma distancia, al abrir la puerta no había nadie saque la

cabeza para cerciorarme que no había nadie, cerré la puerta y

camine hacia la escalera de pronto mi cuerpo se detuvo de

formo brusca al frente mío apareció una silueta en forma de

hombre brillaba muy fuerte de forma natural sin embargo no

sentía miedo ni terror ni susto, solo era asombro pasaron unos

segundos mientras yo estaba envuelto en un sentimiento de

asombro cuando de repente aquella forma había

desaparecido, subí al segundo piso le conté a mí hermano lo

que había pasado, pensó que me lo había inventado no me

presto mucha atención después de eso y nos pusimos a ver la

televisión otra vez.

86
Aquella experiencia fue algo que me marcó por mucho tiempo,

lo que había visto era algo real, cuando le conté a mis padres

ellos lo asociaron con los señores entonces yo lo asocié

también con ellos, a pesar de que ellos habían sufrido tal vez

más cosas que nosotros ellos nos criaron con las mejores

herramientas que tenían en ese momento.

87
QUINTA PARTE

Cuando escuche aquella voz me puse a reflexionar sobre qué

tal vez tenía razón y yo no me daba cuenta de lo que era, así

que ya no volví beber alcohol, hice una promesa de que no

bebería ni siquiera una gota y así lo hice por mucho tiempo, sin

embargo, me puse en una situación extrema, replantee aquella

promesa para vivir de forma normal, donde no bebía solo ni el

grupo sino solo cuando había un brindis. En esos días yo

estaba comprometido a estudiar para ingresar a la universidad

sin embargo era algo complicado para mí, poder concentrarme

y estar muchas horas conmigo mismo no era fácil. En aquellos

años yo pensaba que no tenía que estudiar para ingresar, todo

lo dejaría a las manos de Dios y daba mis exámenes pensando

que por obra divina tenía que ingresar, sin ningún esfuerzo

cosa que obviamente no ocurrió.

88
En aquel entonces yo asistía de forma continua a clases, ahí

conocí a Diana, ella era muy bonita, pero sabía que no era

para mí, en ese entonces ya no confiaba en ninguna persona,

caminaba solo y no hablaba con nadie, sin embargo pensaba

que Gabriela y yo algún día estaríamos juntos esa era mi única

esperanza, sin embargo ella dejo de hablarme de repente solo

leía mis mensajes pero no respondía, yo no sabía si alejarme o

seguir intentando, a pesar de aquello Gabriela era algo

inalcanzable, para mí forma de pensar pareciera que yo quería

estar con ella de forma kármatica sabiendo que no tenía

ninguna oportunidad, para ese entonces yo no conocía que el

karma se manifestaba como obsesión, como terquedad de que

algo sea, como también formas sutiles de sufrimiento

autoinfligido, es mas no conocía el Karma como concepto, era

una persona que prefería no creer en la divinidad a pesar de

que él trabajo de mi padre era netamente espiritual, era una

persona que odiaba a los demás porque creí que le habían

hecho algo y a la divinidad por permitir que ocurriera, años

después me di cuenta de que tenía que pasar esas cosas por,

karma y aprendizaje. Gabriela estaba haciendo su vida

89
normalmente, mientras que yo la desmoronaba, este

comportamiento era algo recurrente, sin embargo caí en la

realidad de que ella nunca estaría conmigo, trate de aceptarlo

y seguir con mi vida, poco después conocí a Diana ella era

delgada y tenía el cabello siempre liso, yo no quería confiar ni

hablar con nadie trataba de leer un libro, sin embargo me

pasaba minutos en una simple oración, me venían

pensamientos de juicio, imágenes, emociones y recuerdos de

aquellas escenas que había vivido.

Un día feriado donde no había clases para los universitarios,

pero si para nosotros, tuvimos que salir por una sola de las

puertas, camine hacía la salida del local que estaba dentro de

la universidad, de repente veo a Diana salir después de mí,

todo estaba vació era algo que ya tenía en mente, sin embargo

no tenía idea porque puerta salir, me acerque a ella y le

pregunte, ella me señalo la dirección y me pregunto por mi

nombre, los cursos que hacía y cuales me gustaban, estuvimos

hablando durante algunos minutos ya llegando a la puerta ella

me dijo que si le acompañaba a comprar una botella de agua,

tenía que tomar una pastilla para el dolor de cabeza, le

90
acompañe hasta unas pequeñas tienditas que se encontraban

fuera de la universidad, cuando llegamos ella compro una

botella de agua y yo compre un cigarro, para ese entonces yo

fumaba porque se me había hecho costumbre, empecé a

fumar cuando me juntaba con el grupo de Kevin, y ese hábito

se había arraigado hasta ese entonces, era algo que no me

agradaba completamente pero sentía la necesidad de calmar

esa ansiedad con cigarrillos. Diana era tranquila se portaba

muy calmada a pesar de eso, me dijo que entráramos a un

local a tomar un café, estábamos sentados en un tipo de jardín

que estaba rodeado de un pequeño muro que lo usaban como

asiento, nos dimos la vuelta y vimos un tipo de cafetería que

vendía jugos, tortas y demás, el cigarrillo se acabó y entramos

a la cafetería, era un lugar al que nunca pensé entrar todo

estaba ordenado tenían mesas temáticas un lugar muy bonito,

pedimos un café, le pedí al que nos atendió que lo quería con

poca azúcar, el señor era de una edad adulta la miro sonrió y

me dijo que yo mismo me pondría el azúcar que gustase,

nunca había entrado a una cafetería en toda mi vida hasta ese

momento y menos de un lugar parecido a este, trajo los cafés,

91
los tomamos poco a poco, estuvimos hablando por cuatro a

cinco horas de forma fluida sin embargo era como si el tiempo

hubiese volado de repente, cuando acabamos de hablar por

que veíamos que ya era demasiado tarde, ella quería

escaparse, sin embargo yo quería pagar por que tenía cierto

temor a las consecuencias, por todo lo que había visto prefería

no hacerlo, al final busque un poco de dinero en mi mochila y

le pague con lo que tenía, caminamos para su casa, de camino

tenía un sentimiento de enamoramiento seguimos hablando

hasta llegar, para ese entonces ya la había conocido bien, vivía

en la casa de sus tíos, con su padre por que su madre había

fallecido, su padre trabaja en el hospital público, ella había

crecido en otra ciudad, de pronto llegamos y ella metió sus

cosas en la casa, se me acerco como si quisiera un beso, en

ese momento yo le dije: “no me digas que este es el momento

en que nos besamos” ella me miro bajo un poco la mirada se

quedó esperando unos segundos y se despidió con un beso en

la mejilla, en ese momento mi reacción fue de un idiota nunca

había pasado por aquella situación, más delante de camino a

casa me arrepentí de no haberla besado inesperadamente,

92
aunque la forma en la que se quedó a mi lado no

necesariamente se suponía que ella buscara un beso, mi

mente lo interpreto de esa forma, tiempo después este

comportamiento de baja autoestima y falta de confianza se

explicaría, dado que no me sentía lo suficientemente hombre

como para estar con una mujer, vi la relación de mis padres y

pensar en algo bonito con una mujer simpática era algo que

no era permitido para mí, porque había pasado por diferentes

situaciones que afectaron mis relaciones interpersonales, el

origen era que de niño había recibido mucho impacto

traumático, y la falta de confianza se debía a la discriminación

que había recibido además tenía mucho dolor emocional

acumulado que más adelante desencadeno en una depresión,

el no aceptar estas cosas hicieron que me refugiara en algo

que calmase esa angustia y ansiedad, por lo que refugiarme

en diferentes sustancias fue la única cosa pragmática que

tenía a mi alcance en ese momento.

Al día siguiente yo estaba emocionado de volver a verla, pero

ella no vino a clases, el siguiente día nos saludamos, le

empecé a hablar por internet sobre las cosas que hacía para

93
ese entonces dos jóvenes habían entrado a clases, parecía

que estudiaban en otro grupo, los días fueron pasando y yo la

vi con uno de ellos, parecía que ya estaban saliendo. Una tarde

estaba muy decepcionado, decidí no asistir a clases, me dirigí

al lugar de siempre y me encontré con Max, él era una

persona agradable y no se metía en problemas, solo le

gustaban los videojuegos y consumía marihuana, aquel día nos

encontramos con otro grupo pero como no los conocíamos

demasiado nos fuimos a una sala de juegos, aquel día me

encontraba decepcionado pero tampoco quería perderme con

aquel grupo, esa tarde estaba algo intoxicado, le envié un

mensaje a Diana diciendo que me gustaba y que desde el

primer día que la vi me interesó, para ese entonces yo ya

estaba muy cargado de negatividad, borre su mensaje antes

de leerlo completo, intuía que era algo negativo, en ese

momento estaba con la mente en los sentidos, acepte una

negativa sin leerlo de forma completa, no tengo recuerdos

claros de lo que decía me encontraba algo aturdido pero intuía

que no era un mensaje positivo, bloquee su contacto, elimine

el chat, me despedí de Max y salí de aquel lugar, mi corazón

94
esta vez sí estaba destruido, sentía como moría de forma

integral donde cuerpo, sentimiento y mente estaban totalmente

destruidos, esa fue la última vez que fume marihuana, tenía los

sentidos muy deteriorados y los pensamientos eran más

abrumadores que nunca, todos negativos dando vueltas por mi

cabeza.

Después de aquel día todo se puso negro, sabía que todo

andaba mal y que todas las cosas que me calmaban ya no

funcionarían sino que la empeorarían, a pesar de que no

consumía ninguna sustancia, me sentía en un estado de

permanente bruma mental, era como si hubiera perdido mi

conciencia, sentía que no tenía alma y una gran pesadez en la

cabeza, ya no me importaba el cómo estar vestido, no era

consciente de lo que tenía puesto ni lo que hacía o decía,

emocionalmente estaba todo el día triste y me daba ataques

repentinos de ansiedad, deje de estudiar porque no podía

estar tranquilo en clases, no podía estar con personas

alrededor, caminaba por las calles sin rumbo, a veces me

conectaba a internet para mirar pornografía y regresarme a

95
casa, mi familia sabía que yo estaba mal, me llevaron a un

psicólogo que había tratado a mi madre, un hombre de la

tercera edad que parecía un hombre feliz, era difícil

movilizarme solo por las calles tenía mucho miedo a las

personas, sentía que ellas me miraban fijamente a los ojos, y

me juzgaban de forma severa, cuando subía al transporte

publico tenía miedo de que me tocaran o que me caiga un

golpe, cuando la gente se reía sentía y pensaba que se

estaban burlando de mí, esto lo sentía de forma intensa. Al

estar en sesión con el psicólogo sentí que algo no estaba

cambiando, me pedía que sonriera cuando estaba a lado de

mis padres, yo no estaba feliz ni tranquilo ni vivía en felicidad,

toda mi vida habían pasado cosas que me atormentaban sea

noche o de día, deje de asistir porque sentía que el solo

sonreír de forma autoimpuesta no me ayudaría, durante ese

periodo tampoco conocía los beneficios de sonreír por puro

gusto.

Eran tiempos difíciles para mi familia ya que no estaban listos

para asumir la carga que yo era, cada día empeoraba no podía

dormir y el corazón no dejaba de latirme fuertemente, cada

96
noche tenía pesadillas diferentes y otras que las había visto de

niño, durante meses estuve encerrado en casa, no podía salir

siquiera a comprar pan, cuando salía a las calles por

necesidad me ocultaba en los brazos de madre, la gente me

miraba y yo me encogía, tenía un miedo irracional a las

personas me hacia el mudo por que ocultaba mi voz y me

obsesionaba con parecer más hombre, sentía que las

personas me miraban como alguien ajeno y diferente a ellos,

durante varios meses estuve con problemas de obsesión de

parecer más hombre, aunque no me había sentido lo

suficientemente hombre para estar con una mujer, me

gustaban las mujeres y tener esa obsesión de pensar que no

lo soy, me tenía viviendo en la zona más densa de las

emociones, con el paso de los días eso se fue haciendo

insoportable y no veía nada de forma positiva.

Cada día me levantaba con una carga en el pecho y en la

cabeza, los días fueron pasando y yo cada día empeoraba,

para ese entonces yo veía la tristeza y la apatía como algo

normal, no conocía que era el vivir tranquilo, el poder controlar

97
lo que pienso y ver el lado positivo de la vida, en aquel tiempo

tenía mucha tristeza pero pensaba que aquello era algo

normal, algo que todo el mundo vivía de esa forma, iban

pasando los días y yo me iba acostumbrando a ir en las tardes

a una iglesia que quedaba cerca de casa, los primeros días

tenía mucha tristeza por el pasado y empezaba a llorar y a

pedir que todo se acabara, cuando la iglesia estaba cerrada

me arrodillaba en las rejas y empezaba a llorar y pedir que

todo se calmara. En aquellos días yo no tenía conexión a

internet, con lo que iba a unas cabinas a ver videos de

Facundo Cabral, escucharlo era algo milagroso, su voz y sus

historias calmaban por un momento mi desesperación y

angustia, pero al momento de dejar de escucharlo y salir a mi

casa, todas las cosas negativas volvían a mí y me

atormentaban hasta estar cansado y solo querer dormir, sin

embargo los sueños variaban de vez en cuando, habían

noches en que no soñaba absolutamente nada y otras noches

en donde las pesadillas de niño volvían a cobrar vida, pero esta

vez eran mucho más intensas, donde despertaba pero era la

misma pesadilla que había experimentado, en esos momentos

98
no pensaba que era lo real y que era un sueño, despertaba de

un brinco y seguía mi día, a veces les contaba a mi familia lo

que me sucedía, sin embargo era visto como un loco, entonces

deje de hacerlo, con el paso de los días yo me hacía cada vez

más irritable y a empezar a actuar de forma extraña, para ese

entonces la zona donde vivía tenía una imagen sobre mí, me di

cuenta de esto cuando dos de mis vecinos me dijeron “ya

estas mejorcito”, para ese entonces mis padres me había

llevado a una sala de espiritismo que quedaba por un mercado

mayorista, se llamaba Vino canchón, y al frente habían varios

negocios desde ferreterías hasta odontologías, en una de esas

puertas delgadas que daban acceso a las casas, estaba el

consultorio de un caballero de edad avanzada llamado Adonay,

muchos años después me entere que ese nombre significa “él

sin karma”, nos hizo sentar a los tres, primero nos leyó el tarot,

mi madre tenía síntomas físicos, ella había abortado muchas

veces con lo que la culpa la había mantenido con aquellos

síntomas, mi padre quería saber sobre su salud, ambos de

manera personal entraron a solas con él, y cuando era mi

turno me pregunto cosas sobre mi vida, yo para ese entonces

99
no hablaba de forma normal frente a otros solo respondía de

forma seca respuestas cortas, estiro en tres sus naipes y me

dijo que las pusiera en orden, y así lo hice, de ahí empezó a

decirme que a los quince años, había experimentado algo que

genero todo lo demás y que el mal había alegorizado que le

pertenecía, en ese momento me puse a recordar que cosa me

había pasado a los quince años, ese año me habían cambiado

del colegio por evadirme y estar en los videojuegos, a esa edad

también había asistido a los quince años de una compañera

llamada Angie ella era tranquila y muy linda, tenía un problema

en la pierna derecha que le molestaba al caminar, ella nos

había invitado a su fiesta que era compartida por su vecina

que cumplía 18 años, esa noche estaba Jenifer, para ese

entonces yo estaba enamorado de ella o sentía que lo estaba,

ella vino con su mamá que la estaba cuidando y la quería

llevar a casa, ella se quedó un rato más con nosotros pero

luego se fue, yo veía que los demás de mis compañeros se

estaban yendo, muchos de ellos con sus padres, así que decidí

hacer lo mismo, un compañero llamado Diego me acompaño

hasta la pista principal y luego se fue a casa, yo pensaba que

100
él me prestaría dinero para mi pasaje pero él tenía solo lo

necesario para el suyo, con lo que decidí caminar como una

hora y algo para llegar a mi casa, en esa caminada que realice,

me encontré con un grupo de jóvenes en un carro que me

preguntaron si buscaba trabajo, ellos estaban subiendo en una

de las pistas secundarias para la izquierda, recuerdo ver a

muchos jóvenes al igual que yo estar en ese auto, yo me

dirigía de forma recta recorriendo la pista principal, me voltee y

les dije que no, voltee mi cabeza y seguí mi camine, todo era

demasiado oscuro y no habían personas caminando por las

calles, esa noche solo veía pocos autos transitar, llegue con

mucho miedo y frio al cuarto que alquilábamos y me heche a

descansar, en ese transcurso lo único raro que había pasado

era el de aquellos jóvenes, sin embargo cuando me pongo a

verlo de forma objetiva un adolescente de 15 años caminando

por más de una hora en medio de la noche donde no había

gente no era algo casual, se podría decir ahora que el karma

que viví, inicio a los quince años, con lo que el maestro Adonay

no se equivocó sino que lo dijo en otras palabras después

siguió sacando cartas y en la última parte sobre mi futuro salía

101
un mendigo, me dijo que estaba mal y teníamos que cambiar

aquello. Acomodo su mesa saco una lampara de plasma en

ese entonces yo no concia aquello solo lo había visto en las

películas y demás, cosa que me haría dudar de ese proceso,

sin embargo estaba tan mal que solo quería que funcionara,

dijo que repitiera el padre nuestro y el credo mientras mis

manos estaban encima de la esfera, al cabo de 10 minutos

rezando me dijo que le pidiera: “señor sáname por favor que

todo mal se aleje de mí”, estuve haciendo lo que él me decía,

me hizo repetir aquellas palabras más de 20 veces, en ese

momento yo no creía en el poder de la oración sincera y que

su máquina en si no era solo un adorno sino que era un

aparato de frecuencia, en donde si lo decía con toda certeza

aquello generaría un tipo de frecuencia diferente, aquello me

conectaría con la energía creadora, seria escuchado por el

señor, en ese entonces yo no entendía nada de lo que

significaba lo realizado por el maestro Adonay, al poco rato

note que mi mente estaba libre de pensar negativamente y los

recuerdos como heridas emocionales del pasado habían

quedado atrás, la perturbación había calmado y me sentí muy

102
liviano, cuando acabo la sesión, me sentía un poco alegre, le di

un abrazo me pidió que los dejara a los tres a solas, al salir de

aquel lugar, parecía que todo había cobrado su brillo como si

se habría expandido, al cruzar la pista para dirigirme al coche,

vi a un señor que me miraba con un sonrisa mientras cruzaba

la calle, le salude, eso era algo extraño en mí en aquel tiempo,

me respondió el saludo y se marchó, algo en mi interior sabía

que él no era alguien que trabajaba por aquel sitio, su rostro

estaba lleno de una claridad y sus pasos eran totalmente

armónicos, para ese entonces lo sobrenatural se fue tornando

algo repetitivo en mi vida, me senté esperando a mis padres

sin embargo en ese silencio la pesadez de la cabeza y los

pensamientos negativos habían desaparecido, fuimos a casa y

mi padre me dijo que los señores le habían dirigido para que

vallamos aquel lugar, con el paso del tiempo yo ya me sentía

mejor sin embargo, aquello no había acabado por completo.

Antes de esa sesión con el maestro Adonay, yo asistía a dos

centros psiquiátricos una quedaba por la plaza Almudena, y el

otro estaba dentro del hospital Lorena, al primero fui a algunas

103
veces, el ambiente era algo tenso para mí y no soportaba

aquella energía que emanaba aquel centro, me enteré días

anteriores de dejar las sesiones en ese centro que hay

estaban internadas las personas con problemas mentales era

el centro psiquiátrico principal de la ciudad, sin embargo eran

un ambiente de un solo piso sin mucho presupuesto, tenían

los consultorios en la entrada y una puerta al interior de las

habitaciones de los pacientes y todo esto al aire libre, veía

personas realmente muy mal sin embargo yo estaba como

ellos pero no me daba cuenta de eso, el juicio que emitía hacia

ellos lo recibía yo mismo, para ese entonces no conocía

aquella proyección negativa que hacía a los demás, para ese

entonces el estudio y el trabajo estaban bloqueados para mí.

Al paso de los días fuimos con el antiguo psiquiatra de mi

madre, el doctor Gorky, con él empecé a consumir

medicamentos, tenía que asistir cada 15 días, mientras tanto

hacia terapia con una psicóloga dos veces por semana, el

medicamento empezó a darme resultados en el primer

momento que lo tomé, sin embargo me sentía anestesiado y

atrapado en ese estado, esta vez ya no me atormentaba la

104
agitación del pecho, la dificultad para respirar, el insomnio, el

susto repentino y tampoco lo pensamientos negativos así

como los juicios, de hecho había como pequeños

pensamientos negativos o de juicio que venían de forma fugaz,

era como si mi cuerpo estuviera vacío, los medicamentos me

incapacitaban para todo, era estar inmovilizado con la mirada

muchas veces al vacío, sin embargo lo que había en mi cabeza

no había cambiado mucho, uno de los problemas era que

miraba a las personas a los ojos, y ellas respondían con una

mirada de desagrado y enojo, nadie me había explicado que

eso no se hacía, de hecho nadie me había explicado casi nada

de como interactuar con las personas, aunque había visto

ciertos comportamientos que eran imitables, en mi mente se

había borrado todo aquello y en lugar de ello solo estaban

pensamientos negativos sobre las personas, debido a que

había creído experimentar mucho desprecio y daño de las

personas, por lo que solo habían pensamientos de odio y de

juicio por parte de ellos a mí y viceversa, la psicóloga me dio

como ejercicios dejar de ver a las personas a los ojos, poco a

poco fui dejando de ver a las personas a los ojos, y a seguir

105
tomando los medicamentos, el doctor Gorky no me explico

sobre mi diagnostico mi madre era la única que lo sabía, con la

asistencia frecuente a la psicóloga me fui enterando que tenía

depresión crónica, trastorno obsesivo compulsivo, principio de

deterioro mental y psicosis, lo último era algo que se

presentaba desde niño cuando miraba caras deformes en la

ropa, colchas, sabanas y con la experiencia de cosas

sobrenaturales era algo obvio que tenía que pasar por una

especie de psicosis, que podía desencadenar problemas

mayores, tomaba tres tipos de medicamentos dos veces al día,

con lo que mis días pasaron de negro a gris, con el paso de los

días y los medicamentos me sentía muy cansado había dejado

de sentirme físicamente mal, sin embargo los pensamientos y

juicios hacia los demás era algo que me atormentaba, no fue

hasta que visité al maestro Adonay.

El tiempo fue pasando y yo, me sentía mejor, así que fui

entrando a la sala donde mi padre trabajaba, los señores me

fueron enseñando poco a poco a como tenía que hablar,

caminar, vestir y vivir, aunque ellos ayudaban a todos, mi

106
culpabilidad era muy grande para pedir ayuda de corazón, ellos

me recetaron tomar raíz de valeriana en agua caliente, la raíz

me fue calmando poco a poco, la diferencia de tomar las

pastillas y la raíz fue que la segunda no me tenía inmovilizado

y no había esa sensación de perder la conciencia, fui tomando

de forma frecuente todos los días, los nervios ya se habían

normalizado sin embargo la cabeza se me hacía demasiado

pesada y tenía pequeños dolores por la parte posterior, sin

mencionar los traumas de golpe que había recibido. Una tarde

estaba tratando de limpiar la casa sin embargo estaba

totalmente sumergido en mis pensamientos, mi madre me

cuenta que me vio dos a tres horas en la misma posición y se

asustó demasiado con lo que decidió llevarme a la sala del

padrino de mi padre, ellos entraron junto conmigo, nos

saludamos el señor que asiste a mi padre, también entro y

llamaron al señor Montañas Aspin, me dijeron que tenía

sangre muerta en la cabeza, esa tarde de agosto del 2018 me

raparon la parte trasera de la cabeza, me acerque a la mesa y

con una caracola marina filosa empezaron a operarme, con un

cuarzo empezaron a llevar la sangre muerta a ese punto de

107
abertura, la paso por todos los extremos de mi cabeza y

mientras la caracola marina se llenaba la vertía en un

recipiente, yo sentía como era todo el proceso, al acabar con la

operación agradecí de corazón, levante la cabeza y la presión,

la pesadez, ese pequeño dolor que calentaba mi cabeza

desaparecieron, al acabar la sesión me vendaron la cabeza, yo

estaba muy contento, realmente sentí todo el proceso de la

operación, al poco rato de que me vendaran regrese a casa,

sentía que me habían quitado un peso demasiado grande.

Desde ese momento empecé a organizar mi vida, aunque

estaba bien físicamente me faltaba mucho por aprender, entre

todos días a la sala de mi padre, donde me curaban y me

ayudaron a volver a estudiar, me reforzaban con memoria, e

insistían en que tenía que estudiar.

Unas semanas después iniciaba el centro preuniversitario de

la universidad me volví a inscribir para estudiar, esta vez solo

me preocupaba en estudiar, aunque era algo difícil al principio,

debido a que la comprensión lectora era muy insuficiente y la

falta de concentración seguía siendo un obstáculo, aunque la

108
depresión seguía atacándome, con la ayuda de los señores

pude ponerme fuerte y solo dedicarme a estudiar, enfocaba mi

mente solo en el estudio y dejaba de lado el mundo exterior,

después de cada sesión me quedaba en la biblioteca a revisar

lo estudiado, sin embargo me quedaba mucho tiempo en un

solo párrafo, porque no la entendía, entonces la leía en voz

media baja sin tratar de hacer ningún sonido, muchas de esas

veces que trataba de estudiar las personas a mi alrededor se

empezaban a reír de mí, para aquel entonces los

pensamientos depresivos absorbían aquellas burlas, aunque

dolían al principio con el tiempo me hicieron más resistente a

ellas, sin embargo habían ciertos días donde todos los

pensamientos depresivos atacaban como olas en un mar sin

costa, entonces lloraba y me sentía mal, en anteriores ciclos

habían días en que salía de clases y me iba al baño a llorar,

pero ahora algo había cambiado, tomaba mis apuntes y me

concentraba en ellos, de camino a casa y de camino a

estudiar, aunque los señores me decían que no debía hacer

eso, sentí que eso me protegía de las personas alrededor,

fueron pasando los días y solo estaba preocupado por ingresar

109
a la universidad, en ese entonces me hacia el duro porque

tenía un trauma de que si alguien se reía era por mí, pase

mucho tiempo siendo el asme reír de mis compañeros que

generé un conflicto en mi modo de relacionarme en clases.

Con el tiempo eso fue cambiando me hice más serio y es ahí

cuando vi por primera vez a Guiliana, ella sonreía al entrar a

clases miraba a todo y se sentaba en las primeras filas, ella

tenía el cabello rizado de un color avellana un poco claro, tenía

la nariz recta, los ojos redondos y brillantes color café, los

labios finos y delgados, los dientes eran parejos con una

especial forma de resaltar y delgada como un maniquí, vestía

de negro pero de forma casual, también en ese periodo conocí

a un joven medianamente alto de piel y cabellos claros, por lo

general no era frecuente ver a alguien así, a pesar de esas

diferencias al verlo no sentía un tipo de diferencia ni prejuicio

ni nada, simplemente que siempre se sentaba en la última fila

del extremo del aula, tenía la voz firme pero no incomodaba,

caminaba siempre con la espalda recta sus pasos eran firmes

y rápidos pero sin dejar de ser armónicos, los días iban

pasando y yo poco a poco empezaba a tener recaídas, aun

110
tenía aquel problema psicológico de los pensamientos,

pensaba cosas negativas de las personas sin darme cuenta,

de que eso que pensaba se dirigía hacia mí mismo, en una de

las sesiones dos compañeras se sentaron atrás de mí y

empezaron a reírse, en ese momento tuve pensamientos de

que ellas se reían de mí, ese problema era por el que los

psicólogos me habían dicho que ya no tendría que estudiar, en

ese momento cada carcajada que escuchaba era un sonido

tormentoso para mí, cuando sucedía aquello me ponía una

capucha y miraba hacia mi pupitre temblando pero

disimulando que escribía, aquella tarde sentía mucho tormento

pensé que volvería a temblar, de pronto sonó el timbre de

cambio de curso, él se acercó a mí, para ese entonces solo

nos saludábamos, me agarró el hombro y me dijo “ya va a

pasar” aquel solo toqué fue necesario para que me calmase, al

acabar ese pequeño descanso y empezar a estudiar otra vez,

ellas se fueron a otro salón. Meses después los señores me

dijeron que aquel joven que uno de ellos Samael, me había

ayudado a calmarme y a tenerlo como guía, la última vez que

lo vi estuvo en un paradero a 15 metros, yo estaba bajando al

111
mercado en un bus y él me miraba fijamente. No tuve dudas

debido a que él estaba postulando a la misma carrera que yo

sin embargo no aparecía en la lista de postulantes.

Seguí en terapia con los señores, eran sumamente buenos y

firmes, tenían una forma muy realista de aconsejarme tiempo

después hice un libro titulado “Palabras del ejército de dios

para alguien que no pertenece a este mundo” donde recolecto

conceptos básicos para saber cómo vivir, dado que al

recuperarme no sabía cómo vivir en general, fui asistiendo

diariamente a recibir curación, memoria y consejos, con el

paso de los días me sentía duro y firme en como actuaba, yo

para entonces seguía con la ilusión de que en el futuro tendría

de pareja a Gabriela, a pesar de aquello yo investigaba un

poco a Guiliana, sobre que carrera quería estudiar y que le

gustaba hacer, me interesaba mucho saber de ella. Los días

fueron avanzando y yo pensaba en que hablar a una mujer

traía dolor, con lo que engañarme que algún día estaría con

Gabriela me mantenía en un estado de reserva frente a

hablarle a una chica, y no solo fue este aspecto que me

112
mantuvo en ese estado, sino que antes había sido rechazado

repetidas veces, con lo que intentar hablar con alguien era

sentir dolor. Días antes al entrar donde los señores, me dijeron

que me pondrían a una chica para que estuviera conmigo, yo

presentía que era Guiliana, ya que los siguientes días ella

frecuentemente entraba al aula donde iba, uno de esos días

ella se sentó cerca mío y empezó a llorar silenciosamente, me

di cuenta de aquello, quería hablarle y preguntarlo que había

pasado sin embargo no me atreví a hacerlo, estaba tan

ensimismado en mí que no pude ver más allá de mis intereses,

al acabar las clases yo baje las escaleras voltee para atrás y

la vi, ella me vio, se dio la vuelta con molestia y se fue, esa

tarde supe que ella era la que los señores me habían enviado,

una parte de mí quería seguirla pero la otra parte era una

cobardía al rechazo, esa fue la última vez que la vi en el centro

preuniversitario, traté de averiguar algo de ella, si había

ingresado o seguí preparándose, me pase días esperando

sentado en los parques o en gradas esperando volver a verla,

pero no había rastro. Cuando acabo el ciclo, yo había podido

113
ingresar después de casi cuatro años de haber acabado el

colegio, me sentía bien y tenía muchas ganas de empezar.

Después de unos meses sentí que estaba recuperando mi

vida, después de haber caído por mucho tiempo, en ese

entonces yo me interesaba por las cosas espirituales y veía en

Guiliana algo misterioso, me había olvidado de Gabriela por un

momento y trataba de encontrarme de nuevo con Guiliana, así

que una vez, yo estaba bajando en un transporte público, del

centro de la ciudad y la vi caminando cerca de la plaza Tupac

Amaru, con sus botines color guinda, pantalones jeans color

azul oscuro y una polera negra, sus cabellos rizados, su

sonrisa sincera y sus ojos profundos, mis ojos voltearon a

verla, ella me vio traspasando con su mirada las lunas del

vehículo en movimiento, yo me quería levantar para bajarme

del carro, pero el impulso era diminuto, el carro siguió

avanzando y yo había perdido el impulso inicial, luego vinieron

los pensamientos de que talvez ella no sintiera lo mismo y me

vería como alguien raro que se acerca a las personas, luego

114
tuve la ilusión de volver a verla, aunque la busque por la

universidad durante un año, esa fue la última vez que la vi.

115
SEXTA PARTE

En el primer día de universidad vi a mis futuros compañeros

como desconocidos, yo usaba un chaqueta de cuero rota que

mi padre ya no usaba, esa ropa era la que llevaba desde el

centro preuniversitario le tenía algo de sentimiento, porque

sentía que me representaba una rota casaca de cuero seguía

siendo una casaca de cuero por más maltratada y rota que

este, yo sabía que había pasado muchas cosas dolorosas pero

también milagros, así que era como me habían enseñado ser,

a pesar de que parecía algo duro en mi forma de actuar y

hablar, la psicóloga de la universidad me había diagnosticado

trastorno ansioso-depresivo, aunque era consciente de que

había mejorado mucho, y pensaba que ya estaba mejor, esa

mañana al salir del consultorio entré en un estado shock,

escuche una voz que me llamaba diciendo que se me había

caído algo, di una vuelta camine hacia el piso, levante aquel

papel, no dije nada y salí del edificio, escuchaba voces que

116
hablaban de que fue lo que me dijo, fui saliendo de aquel

estado cuando me fui alejando de la universidad, con los días

fui asimilando aquello, pero no trabajando en el origen de

aquella afección, sabía que estar solo en un cuarto sin algo

que distraiga mi mente era insoportable, porque ya lo había

hecho y había trabajado en algunos traumas del pasado, sin

embargo el saber que tenía cosas más profundas que sanar

me daba miedo volver a analizarme, con lo que seguí con los

consejos de los señores, mi madre asistió a una comunidad

cristiana cuando ella se sentía mal por la partida de mi

hermana, ella había crecido mucho en su comunidad y era

algo que nos alegraba. Cuando estuve en recuperación ella me

había dicho que sería bueno que asistiera a su comunidad, sin

embargo no al mismo local que ella, yo sabía que ella no

estaba preparada para llevarme con ella, y no proteste más si

guarde un poco de rencor hacia aquello, un rencor acumulado

desde la niñez, pero me había dado cuenta que el

resentimiento me mantenía en una actitud de odio reprimido

así decidí no darle mucho importancia en que local ir, mientras

que a mi padre también sabía que le daba un poco de

117
vergüenza convivir conmigo, un niño que creció sin ninguna

consejo, sucio y maltratado, que sufría ataques de noche y de

día, como Bullying durante toda su infancia, pubertad y

adolescencia, era entendible que tuviera cierto rechazo hacia

alguien así, a pesar de eso tampoco decía nada solo guardaba

rencor y resentimiento, en aquel tiempo el perdón era algo que

aún no conocía.

Con el tiempo me hice miembro de la comunidad de mi madre,

no estaba completamente consciente de a donde me había

metido sin embargo asistía frecuentemente a las reuniones y

eventos de la comunidad, sin embargo habían hermanos que

hablaban y me miraban de forma negativa, yo estaba muy

ocupado dentro de mí mismo, a pesar de ello la depresión era

muy tormentosa, a veces lloraba en todas partes y lo que me

llenaba de esperanza sobre el futuro solo era Gabriela, a pesar

que sabía que no era reciproco, era un karma en donde no

tenía conocimiento que era lo que me mantenía en ese estado,

con los días pasando las personas en la comunidad hablaban

mal de mí, me sentí avergonzado porque ya me conocían como

era de ebrio, debido a que uno de los hermanos se casó, y nos

118
invitaron, esa noche no sé qué paso termine borracho

haciendo el ridículo, al día siguiente me sentía super

avergonzado, aunque había dejado de tomar, y no tenía ningún

amigo, parecía que esa noche había votado toda esa

negatividad, con el paso de los días había decidido alejarme de

la comunidad, aunque los señores me dijeron que allí

aprendería a amar, sentía que tendría que haber algo más

para ese entonces ya habíamos viajado para conocer al Papá

Francisco cerca de él amazonas, todas las semanas nos

veíamos dos veces y había entendido que cada es un mundo

diferente. A pesar de que estaba en recuperación mi corazón

se seguía sintiendo vacío y triste, empecé a ir al gimnasio y a

preocuparme de la alimentación durante este proceso recibí

varias burlas y críticas de mis vecinos, pero aprendí que las

cosas me tienen que resbalar, esta parte sobre del aprendizaje

me ayudó mucho a salir adelante sin miedo a que digan los

demás, esa etapa paso como un bucle donde solo estaba

preocupado en sanar el cuerpo físico.

119
Antes de ese periodo de aislamiento, sentía que tenía una

segunda oportunidad como escritor, era algo que fantaseaba

desde hace mucho tiempo, por ello descargaba entrevistas de

escritores antiguos y las veía en casa, vi un video de un gran

maestro Venturian Arana que explicaba siete libros que

cambiarían tu vida, en el video se hablaba mucho de un autor,

Gary Renard, lo busque en el navegador y salieron tres videos

donde él hablaba sobre un libro titulado “Un curso de

milagros”, hablaba un poco sobre su historia y las ideas

principales del curso, esos videos se convirtieron poco a poco

en un calmante de la angustia que sentía, habían noches

donde escuchaba aquellos videos y mi corazón como mi mente

entraban en un vacío donde no existía nada, solamente paz y

dicha, sentía como mi cuerpo era envuelto de una paz

absoluta, poco a poco me fui dando cuenta que ese estado era

el que la mayoría de personas experimentaba, fue en una

noche antes de retirarme de la comunidad donde estaba en un

transporte publico dirigiéndome a la eucaristía de la semana,

cuando de repente volvió la psicosis, la angustia y la ansiedad,

de repente repetí aquellas palabras que Gary enseñaba en el

120
video, que eran sobre el perdón: “Soy un espíritu completo e

inocente, todo es perdonado y liberado”, las empecé a decir

mucha veces en mi corazón y mente, de forma sincera y

honesta, entonces empezaba a calmarme poco a poco,

mientras más decía aquellas palabras, sentía que tenía un

pequeño chispazo de calma se expandía, esa noche no tuve

miedo de bajar del transporte público, el sonreír era algo que

hace mucho tiempo no hacía, esa noche la calma hizo que me

alegrara de forma honesta, desde ese momento repetía casi

todo el día las mismas palabras se hizo una terapia, sin

embargo habían ciertos días que me olvidaba por completo de

aquellas palabras, pero en las noches eran necesarias para

dormir tranquilo, cuando entre donde los señores me dijeron

que siguiera haciendo eso que eso me purificaba, no me puse

a reflexionar sobre estas palabras en ese momento sin

embargo ahora entiendo que tenía que cambiar mi percepción

y memoria sobre las personas y las cosas, perdonar en vez de

juzgar o guardar resentimientos, hasta ese entonces el perdón

no era parte de mi hábito, de hecho no lo practicaba ni sabía

cuál era su funcionamiento verdadero, solo lo decía

121
honestamente e imaginaba como las personas a las que les

decía eso salían de una cárcel que era mi mente, aunque este

fue un primer paso para ir purificándome no era el verdadero

perdón.

Con los pasos de los días me empecé a sentir mejor pero a

veces no aun no era consciente de las cosas que hacía o

decía, una noche yo estaba en mi cuarto, había escuchado

que mis padres llegaron pero no me levante para recibirlos, mi

padre cargo un colchón el solo y la presión subió tanto que

sufrió un infarto aquella noche yo no sabía lo que había

pasado, mi madre me dijo al día siguiente que él estaba en

una clínica que en la noche se le estaba deteniendo el corazón

y se fueron de urgencia al hospital, cuando me enteré no supe

cómo reaccionar, fuimos al hospital rápidamente y mi padre

estaba con sondas, descansando y algo preocupado y triste,

días más adelante mi padre nos contó que en sus sueños,

cuatro ángeles los rodearon y de sus pechos donde tenían una

cruz hecho de tela adherido a su manto empezaron a brillar y

la luz se extendía hacia él, mi padre supo que eran los señores

122
que lo ayudaron, y todos en casa estábamos de acuerdo con

ello, algunas veces cuando entraba a la sala de mi padre para

que los señores me curaran, yo hacía preguntas sobre las

cosas espirituales, sin embargo era evadido a otros días, y

siempre me aconsejaban de estudiar, de que ellos se habían

apiadado de la situación de mi padre, y que teníamos que

aprovechar y dedicarnos a estudiar, cuando acababan de

hablar yo empezaba a llorar descontroladamente porque sabía

que sin ellos mi vida y la de mi familia hubiera sido

catastrófica, días más adelante del infarto de mi padre, soñé

con la otra vida y como seria si las cosas se hubieran dado sin

la ayuda de la divinidad, me quedé muy pasmado de las cosas

que vi y sentí en ese sueño, esa experiencia me hizo más

consciente del rencor inconsciente que tenía acerca de mis

padres, y empecé de forma más seguida a perdonar de forma

superficial.

Cuando a mi padre le dieron de alta, no podía subir escaleras,

así que cuidamos una casa abandona, que la prima de mi

mamá era la amiga de la dueña, quedaba cerca de la pista

123
acondicionamos dos cuartos y cuidamos de mi padre, con el

paso de los días, yo actuaba con ira, era irritable fácilmente y

tendía a incomodarme fácil, nunca había lanzado cosas o dado

golpes fuertes a las paredes, una tarde mi hermano menor

había desordenado algo de la sala, entonces yo agarre el

control del televisor y lo lancé hacia la pared, estaba muy

frustrado por que era impotente a las cosas que pasaban por

mi mente, aunque nunca eran extremas eran tormentosas,

cuando el control cayó al piso en pedazos, yo salí del cuarto,

aquella tarde salí no porque haiga lanzado el control, sino

porque mi hermano me dijo que era mejor que me hubiese

quedado loco, salí a las escaleras queriendo llorar, sabía que

había actuado mal, pero en ese momento no supe que era

porque había convertido el dolor en furia, el haber pasado

todas esas cosas era algo que no quería analizar, y eso hacía

que las repeliera por unas horas utilizando la furia, muchas de

ellas no eran de forma externa más bien era golpearme la

cabeza y el pecho en las noches, con el tiempo entendí que

eso era lo que hacía mi madre cuando éramos niños y cuando

ese sentimiento llegaba al límite explotaban en nosotros.

124
En ese tiempo estuvimos viviendo unidos, estábamos

agradecidos con los ángeles por habernos ayudado. Al cabo de

unos meses mi padre empezó a mejorar y ya podía caminar y

salir a la calle, yo estaba estudiando ya había empezado la

universidad y el texto de UCDM me mantenía en una

espiritualidad feliz, donde el perdón era algo cotidiano que

hacía, que la convivencia con los demás fuera alegre, sin

embargo me daba cuenta que tenía repentinos

comportamientos conflictivos y que la falta de conciencia de

estos, era tomado de forma negativa, o así lo sentía, una tarde

cuando fui a sanar mi curiosidad me dijeron en la sala que

podía llegar a ser como Samael Aun Weor, aparte de decirme

que sería el mejor, aún estaba algo bajo de autoestima, sabía

que las cosas del mundo, videos y juegos eran lo que

mantenía dormido, entonces empecé a descargar todas las

conferencias del Maestro SAW, las escuchaba todos los días a

todas horas, me causaba mucho interés, porque sentía que

respondía todas mis curiosidades, los conocimientos que

recibía eran grandiosos y sorprendentes, muchos de ellos me

125
dejaron pensando durante horas, ya entendía algunas cosas

del ego y como este actuaba en las personas, al principio me

sentí confundido porque me daba cuenta de que actúa con un

impulso que no era continuo, sino que venía de vez en cuando

en diferentes situaciones, y me daba cuenta de que el yo de

etapas anteriores de mi vida venía a mí en forma de impulsos,

al inicio de los aprendizajes entraba en conflicto conmigo

mismo debido a que el perdón me otorgaba un calma y paz

profunda pero con ciertos arrebatos repentinos de

inconciencia, y la gnosis hacía que fuera consciente de todos

mis procesos psicológicos, emocionales y físicos pero con

cierta tensión, ansiedad y reflexión.

Las diferencias en ese momento eran;

1. Que en el UCDM tenía que perdonar de corazón a

todas las personas, pero este perdón no era una cosa que

entre más se aplicaba más lo entenderíamos. Y en ese

momento en las conferencias se me decía que tenemos yo’s,

en donde en las otras personas también existían yo’s,

entonces se tenía que identificar, luego comprender y pedir a

la madre divina su eliminación. No teníamos que buscar su

126
justificación, ni dejarlo pasar por alto. Aquí entre en conflicto

por que veía al perdón como dejarlo pasar por alto, entre en

contradicción y no podía cómo hacer para salir de aquella

paradoja en donde UCDM me mantenía feliz y calmado, pero a

veces inconsciente, más la GNOSIS me hacía consciente de

los yo’s, pero estaba totalmente tenso y siempre alerta.

En ese momento deje el texto, y pase a practicar la Gnosis, mi

proceso era; 1. no identificarme con las cosas y con el cuerpo.

2. auto observarme, que pienso, que siento, como me muevo.

3. practicar la concentración en las actividades que hacía. 4.

orar el padre nuestro como mantra. Con el pasar de los días

fui a teniendo cada vez más conciencia de las cosas, veía mis

procesos mentales y como estos eran desencadenados por los

yo’s, fui entendiendo poco a poco toda mi historia pasada, de

cómo estos yo’s habían actuado toda mi vida y entendí que

cada vez que utilizaba la masturbación me dañaba el cerebro,

y que ese mismo yo y él de la lujuria, hicieron que caiga en ese

sufrimiento, como también el malestar del cuerpo, en ese

momento no se me dio ningún conocimiento, más adelante

entendí que era algo que tenía que pasar, para darle fin a mis

127
procesos regresivos, sin embargo aquello también me ayudo a

darle mucho interés en los conocimientos que recibía.

Con el tiempo, habían días en que quería unir ambos, era algo

muy difícil ya que no podía soportar ambos conocimientos a la

vez, así que decidí estar practicando la gnosis, de forma

completa, entendí que la masturbación me llevo a debilitarme

y a perder la conexión con la divinidad y que esto me hacía

rechazar la ayuda de los ángeles, tiempo después decidí

echarle la culpa al ego por lo que me había hecho, estaba

completamente enemistado con él, así que la autoobservación

era profunda, descubrí que tenía muchos defectos, muchas

cosas que corregir pero estas cosas eran comportamientos

que me hacían creer que era un cuerpo, tiempo después

decide describir al ego como “aquello que da pensamientos,

sentimientos y actos sin vigilancia al cuerpo físico” este

concepto me ayudo a estar alerta y vigilante casi siempre, sin

embargo el cuerpo estaba siempre tenso pero estaba

agradecido y creía que era fácil hacer esto, que aparte de

ayudar a tu vida externa te ayudaba a sentirte mejor, la

128
meditación era algo diario me recostaba en mi cama, y

meditaba sobre aquellos defectos que tenía, las primeras

veces que meditaba habían ciertos juicios y pensamientos que

me distraían y no podía continuar concentrándome en la

meditación, sin embargo terminaba recordando que tenía que

meditar, así fueron pasando los días y yo explicaba aquello que

aprendía, con mis compañeros muchos de ellos se reían de mí

pero otros se interesaban por lo que les decía, les había

contado que mi padre trabaja con ángeles y eso hizo que mis

demás compañeros tuvieran curiosidad, el perdón me había

hecho cambiar la forma de ver el mundo, y la gnosis me había

dado herramientas para entenderlo mejor, mientras que los

señores me habían dado enseñanzas para vivirlo, para ese

entonces yo estaba muy concentrado en auto observarme de

forma fluida durante días, donde escribir era algo posible de

hacer durante muchas horas, como acabar leyendo un libro de

doscientas páginas en una noche, sin embargo la vida me

resultaba sumamente aburrida, mis sentidos espirituales

estaban siempre alertas y las cosas que pasaban eran

perfectas, había eliminado el juicio de mi mente, sea bueno o

129
malo todo era para un propósito que al final se revelaba, la

numerología esotérica, la significación de los sueños, las

pequeñas visiones que aparecían mientras intentaba

descansar, los sueños realistas y con cierto grado de

conciencia hicieron que mis días sean firmes pero conscientes,

estuve en ese estado por varios meses, donde venían días

donde me levantaba con una paz infinita y al acabar el mismo

tenía que volver a usar mis herramientas, sabía que ese estado

era el paradisiaco y que solo se me mostraba de vez en

cuando, sin embargo una tarde de agosto del 2019, echado en

un sillón de mi cuarto meditando sobre mi mente, entrando

cada vez más profundo, estando alerta y vigilante a cualquier

pensamiento, emoción o movimiento que apareciese y

perdonando a todas las personas que conocí, vi con los ojos

cerrados una pequeña luz muy brillante que se acercaba hacia

mí, la luz era demasiado fuerte y emanaba un brillo sin igual la

sensación era como ver el sol pero sin tener nada más que ver

solo luz brillante que se seguía extendiendo, mis glándulas

sexuales empezaron a funcionar y solo era consciente de esa

parte de mi cuerpo cuando la luz estaba cubriendo toda la

130
parte oscura de mi vista, al final la luz no se detuvo solo en mi

vista sino que siguió hasta el infinito sin detenerse ni un

instante, en ese momento no existió absolutamente nada más,

solo brillo que se extendía por todas partes, todo desapareció

en aquella visión mientras solo la luz seguía expandiéndose, la

luz era tan fuerte que era como mirar al sol fijamente, aunque

no me hacía daño, al principio era incómodo para mis ojos.

Al abrir mis ojos de un sobre salto, me senté en el sillón y mire

mis manos, supe que el cuerpo solo era un instrumento, ya no

era algo que podía ser si no que sabía que era así, los

siguientes días, veía la realidad que era formada y construida

para la comodidad del cuerpo que ellos creían que eran, estar

en ese estado era algo muy desgastante y tenía que no caer

en tentación de perderme en el ego, ósea de dejarme engañar

por la vida del cuerpo, los días fueron pasando y cada mañana

era algo totalmente nuevo, y esto tenía que ver con una

oración del texto que decía que no tenía que hacer nada, que

es diferente a no tengo nada que hacer, con lo que mi horario

donde fijaba todas las cosas que hacía desde despertar hasta

131
descansar quedo totalmente inutilizable, debido a que estaba

creando una realidad cotidiana para él vivir del cuerpo de

forma mecánica en donde tenía que hacer algo y no que esa

luz se mueva en mí de forma espontánea, sin embargo el ver

el cuerpo como un instrumento de aquella verdad me hacia un

poco consciente de que lo que realmente era, durante muchos

días había leído y concluido que el ego me hacía creer que era

un cuerpo, empezaba mi día con la no identificación de las

cosas, cuando sucedía algo externo como un incidente no le

prestaba atención solo me preguntaba en el que estaba

pensando, que estaba sintiendo y que acciones estaba

realizando, un motivante para que esto sea mi día a día, fue

que antes el ego me había hecho creer que era un cuerpo que

tenía que satisfacer sus necesidades y que tenía que buscar la

comodidad, esto se resumía en jugar videojuegos todo el día y

masturbarme muchas veces al día,, con lo que estaba

resentido con el ego pero este resentimiento y rechazo era otra

mascara del mismo, esto último siendo algo muy importante

para calmar mi mente y lograr descansar por las noches que el

ego utilizaba como un arma de doble filo, por una parte me

132
decía que tenía que masturbarme porque era un hombre y por

el otro lado me hacía desgastarme para darme ideas de que

no soy lo suficientemente hombre, el ego había sido muy

astuto conmigo, que después de haber renunciado a mi vida

ahora la culpabilidad había calado profundamente en toda mi

mente, esta culpabilidad era una de las bases del ego, sin

embargo el remordimiento y la culpa para mí en ese entonces

eran lo mismo, así que entre en otro conflicto, a pesar de que

sabía que lo verdad era aquella luz, en mi interior existía este

conflicto, pase muchos días en ese estado donde no sabía

realmente me quedé bloqueado, en donde para seguir

avanzando practicaba la gnosis.

Una tarde con un compañero de universidad me di cuenta que

había hecho algo extraordinario de forma orgánica, que era

poder controlar lo que pienso, y darme cuenta de cómo de un

solo pensamiento se generan infinidad de pensamientos y

emociones que luego pasan a impulsos en el cuerpo, con lo

que creía que por ello era especial, sin embargo esta

especialidad de uno mismo, era un deseo del ego, sin darme

133
cuenta que aquello, ese darme cuenta de ese proceso era obra

del espíritu santo mas no mío, sentía una fuerza de conciencia

que me hacía dar cuenta de ello. Le pregunté a mis

compañeros sobre el pensamiento dado que hablaban de eso

y si este controlaba sus vidas, pronto me di con la respuesta

de uno de ellos que dijo que los pensamientos no se pueden

controlar que solo están hay sin más que poder hacer, yo les

dije que si era posible controlar los pensamientos y como era

este proceso;

1. Me preguntaba que estaba pensando (esto debido a

que entendí que los pensamientos que se tienen sobre las

otras personas vuelven a ti, como una forma de culpabilidad

de haber pensado de esa forma sobre otro cuerpo, y esto

porque entendí que solo existe uno de nosotros y que solo

nuestro deseo de ser especial, pensar que tenemos el control y

que estamos separados de dios nos hace pensar que existen

millones de mentes separas)

2. Estaba atento a los pensamientos que venían a mi

mente (esto debido a que en las meditaciones que hacía,

estaba atento a los sonidos nuevos, sensaciones externas e

134
internas, emociones y pensamientos que aparecían de repente,

concentrándome en un solo punto que era el presente, y que

aprendí que en ese estado se tiene que estar atento a las

inatenciones que se presentan, ejemplo; me concentro en algo,

después percibo que aparecen distracciones primero las

externas sonidos, sensaciones, olores y luego paso a las

internas que parte de mi cuerpo esta tenso, que sentimientos

o emociones tengo y finalmente que pensamientos me vienen

a la mente)

Es un poco complicado entender el “prestar atención a la

inatención”, una de las practicas que nos ayudan a entender

esto es recitar el Padre nuestro como un mantra donde las

vocales se tienen que alargar profundamente y meditar en

cada palabra, en esta práctica lo ideal es hacerlo de forma

completa sin embargo en el proceso nos llegaran

pensamientos, emociones e impulsos es por ello que tenemos

un guía que es el padre nuestro y la meditación en las cosas

que nos causan inatención.

135
Antes de aquella experiencia de luz, me quedaba mucho

tiempo pensando en las charlas de V.M. Samael, para ese

entonces yo había pasado muchas cosas super horribles y no

quería volver a experimentar aquello en mis siguientes vidas

(recurrencia), así que practicaba muchas horas y solo

escuchaba sus conferencias, al cabo de unos meses mi vida

empezó a cambiar las cosas que parecían fuera de mi control

dejaron de estar, ya no me llenaba de ira, ni juzgaba, tampoco

reclamaba, mi vida se empezó a poner más calmada, cuando

mi padre casi fallece nos comentó su experiencia de como los

ángeles lo ayudaron, siempre recordaba aquello cuando venía

un sentimiento de soberbia. Había días en que me levantaba

siempre auto observándome, abría los ojos y tomaba

consciencia del ego, sentía como mi cuerpo estaba armónico

con las cosas externas, donde había mucha gente mi cuerpo

caminaba de forma matemática sin chocar con nadie, tomaba

conciencia de mis pies y cada pisada era algo nuevo y estaba

sincronizado con todo.

136
Para ese entonces yo cuidaba mucho mis órganos sexuales no

dejaba que se pusiera tenso controlaba que veía y que

pensaba frente a las mujeres, donde antes había dos veces al

día de masturbación y muchas imágenes lujuriosas en mi

cabeza, pasaron a ser una tremenda castidad, pero, al cabo

del tercer mes un noche por diciembre donde mi padre se

soñó días antes que alguien había cortado un árbol de raíz,

que en esoterismo significa una caída de alguien que no se

podrá levantar otra vez a nivel espiritual, tuve una pululación

nocturna, donde yo estaba con un maletín que se me había

dado con otro nombre, en donde un hombre me había robado

el maletín y se subió a un transporte publico donde yo fui

detrás de él reclamándole mientras él se negaba a dármelo,

subió una joven que se levantó de su asiento y se puso

delante mío y bajo, yo quede parado eyaculando en mis

pantalones, rápidamente volví a mi cama levanté mi colcha y vi

que realmente había fracasado en la castidad, esa fue una

fuerte e inolvidable caída que tuve, yo había escuchado que

cuando eso pasara los yoes revivían, y toda la meditación de

todos esos meses que había hecho sobre el ego (yoes) habían

137
sido en vano, estuve muy triste aquellos días, yo intentaba ser

lo más casto que podía sin embargo, mi miembro lograba

erectarse y muchas veces me masturbaba poco a poco se fue

haciendo más difícil. Estaba totalmente decepcionado, sin

embargo, trataba con mucho esfuerzo volver a aquel estado,

pero sin ningún resultado, durante ese tiempo tuve sueños

bastante reveladores donde podía recordarlos de forma vivida

y cada día esperaba poder dormir para saber que experiencias

tendría. Tiempo después con la meditación, el perdón, la

autoobservación y tomar conciencia del ego, apareció la luz,

aquella experiencia super intensa que me cambio la vida,

porque sabía que no era un cuerpo y cosas que me

molestaban como tener miedo de algo físico como también ser

juzgado como cuerpo dejaron de importar y me hicieron libre,

sin embargo, con el paso del tiempo las cosas del mundo eran

demasiadas para mí, trataba de hacer lo mismo y ciertamente

me funcionaba. Cuando llego la pandemia yo, estaba

realizando cursos de verano en la universidad, las clases aun

eran presenciales y me mantenía muy alerta de detectar un yo

(ego) que se manifestara, a pesar de estar atento a aquella

138
experiencia me dio una sensación fuerte al mirar mis manos,

me hacía consciente de que cosa era lo real, así que usaba el

cuerpo de forma extrema, por lo que estaba siempre algo

tenso, hasta que una noche leyendo UCDM explicaba algo

muy importante que era sobre “no tengo que hacer nada” que

es diferente a “no tengo nada que hacer” el primero invita a

una renuncia a sí mismo, y la segunda es la inactividad de una

acción, entonces la constante atención al cuerpo se volvió algo

que pensaba que fortificaba al ego, aunque esta intensa

autoobservación y lucha contra mí mismo, me ayudo a

despertar conciencia también se forma un tipo de yo (ego) de

querer hacer mi voluntad y me llevo a pensar que era diferente

o mejor que los demás, poco a poco fui bajando la intensidad

de estar pendiente del ego con la autoobservación que

además me daba un cierto grado calma y fortaleza de saber

que estoy trabajando conmigo mismo, aparte que al dormir

tenía cierto tipo de conciencia despierta que se daba cuenta

de que estaba soñando. Con el paso de los días tenía la mente

pura y sin nada que me perturbase, solo me recordaba la luz

que había experimentado me miraba mis manos y no solo

139
sabia la verdad sino que la sentía, ahora cada vez que me auto

observaba me identificaba con aquella luz que miraba un

cuerpo haciendo cosas, una mañana me levante y la presión

sexual era muy fuerte, con lo que me empecé a tocar, para ese

entonces yo era muy estricto con la parte sexual porque sabía

que antes era un caos y que al tratar de corregirlo (no

masturbarme, dejar de ver pornografía, dejar de imaginar

mujeres y demás) la ansiedad y la angustia poco a poco se

alejaban de mí, dejando paso al bienestar, y era algo que

había experimentado de forma real, era como si toda mi vida

había experimentado solo negatividad que pensaba que era lo

normal pero pude darme cuenta de cómo mi vida cambiaba se

hacía más tranquila y feliz con los aprendizajes que estaba

recibiendo (conferencias de V.M. Samael, Gary Renard,

UCDM, libros de Hermes Trimegistro, sanar con ángeles) fue

un darme cuenta que la mayoría de personas vivían una

realidad diferente y que algunos pocos pensábamos que la

negatividad era vivir de forma normal.

Sin embargo, el tema sexual se fue haciendo cada vez más,

algo que no entendía, donde quería conocer a profundidad

140
sobre el origen de por qué era algo tan importante para el

avance espiritual y a la conclusión que llegue en esos

momentos es que “cuando satisfacemos nuestro deseo sexual,

buscamos lo externo, nos afianzamos en lo externo, pero

cuando transmutamos el fuego sexual, los reemplazamos por

la verdad, nos mantenemos en lo interno, buscando unirnos

con la divinidad”. Para esto tuve que caer muchas veces, pero

muchas veces a las prácticas sexuales de la masturbación y la

pornografía, dado que mi mente estaba en conflicto ya que

sabía que no era un cuerpo, pero si no era un cuerpo el

masturbarme no tendría por qué afectarme, y esto era algo

que el ego utilizaba para buscar el placer sin tener

remordimiento de haberme perdido en deseo sexual, y no

haberme encontrado conmigo mismo, las cosas se pusieron

muy complicadas dado que aparecieron nuevos obstáculos

como salas de mujeres en vivo donde se les pagaba por que

ellas se masturbasen, y esto era algo que estaba al alcance de

mis manos, donde mujeres muy hermosas de todos los países

hacían lo mismo, poco a poco fui dejando esas páginas sin

embargo las cosas se pusieron un poco complicadas cuando

141
descubrí que había paginas donde las mujeres ofrecían

servicios sexuales, para ese entonces yo no sabía la existencia

de aquellas páginas, al ver a las mujeres que ofrecían sus

servicios y darme cuenta que eran muy hermosas, el ego me

hizo creer que era la única forma de que mujeres tan

hermosas estuvieran conmigo, así que me hizo creer en la

realidad de aquellas mujeres y que me olvide de mí mismo, así

poco a poco fui frecuentando con algunas mujeres, para ese

entonces yo ya había tenido relaciones en burdeles donde

unos amigos del colegio me habían llevado antes siquiera de

haber dejado de salir a perderme, sin embargo el deseo de

cambiar hizo que me alejará de aquella forma desenfrenada

de sexualidad, donde por un lado se me decía que no se le

tiene que dar valor al cuerpo porque no es real y del otro que

se tiene que cuidar de no derramar el semen y que si se da, es

una falta contra el espíritu santo que se tiene que pagar, ahora

me doy cuenta de algo que no me daba cuenta antes que el

texto de UCDM dice que el cuerpo es algo neutro y que no se

le debe dar importancia y la GNOSIS dice que existen dos

fuerzas antagónicas la luz y las tinieblas, intuí gracias al

142
espíritu santo que el cuerpo es algo neutro que puede ser

usado para la luz o para las tinieblas, y que buscar la causa de

ese principio negativo, solo me llevara a más de lo mismo, por

que una de las leyes del ego que dice UCDM es “busca pero

no encuentres” siendo la luz algo infinito lo mismo pasa con

las tinieblas, sin embargo si vas a “la verdad” (la experiencias

antes comentada, luz) el entendimiento te será dado elegí

alejarme de buscar donde no podría encontrar nada y buscar

donde si lo haría. A pesar de que ahora lo tengo claro, y que

los padres del cielo también se referían a dos caminos, antes

veía que la oscuridad te llevaba a la verdad como también la

luz lo hacía y que ambos se encontraban en un punto, no me

daba cuenta de que era un pensamiento de alguien que era un

mago negro, que no dejaba las tinieblas por que buscaba algo

que no encontraría, pero de igual forma lo intentaba. Sin

embargo, el pasar por las tinieblas recordando la verdad era lo

que estaba detrás de esa búsqueda, y que el olvidarse de la

verdad, pasando por las tinieblas intentando buscar algo, era

ese infinitud de lo antagónico.

143
SEPTIMA PARTE

Aquella temporada donde no conocía nada de esto y era

estricto conmigo mismo, como castigo de masturbarme cree

una cuenta de Facebook donde ponía una imagen mía

después de levantarme, para ese entonces yo me había

alejado del mundo, de los amigos y conocidos, sentí mucho

resentimiento al ver rostros de mis antiguos compañeros, sin

embargo sabía que esa sería una buena oportunidad para

conocerme a mí mismo, y así fue descubrí que tenía un tipo de

orgullo, resentimiento y vanidad, sin embargo no tenía en

mente que una antigua compañera que me gustaba le daría

me gusta a esa foto recién levantado, yo tenía la intención de

crear esa cuenta y al tercer día borrarla y seguir con mi vida,

sin embargo aquel me gusta lo cambio todo, porque era de la

persona que nunca pensé que me daría un me gusta, hace

mucho tiempo que no sabía nada de esta persona, sin

embargo sentía que teníamos que conectar porque había algo

144
que se tenía que hacer, en ese momento yo no sabía cuál era

el para qué de esa situación, sin embargo ese fue una motivo

para perdonar de nuevo mi pasado, me di cuenta que habían

cosas en mi inconsciente que me incomodaban, y se

reflejaban cuando veía a ciertos viejos conocidos, agregue a la

mayoría, sin pensarlo, como un tipo de penitencia porque me

sentía muy culpable, poco a poco fue compartiendo

conocimiento espiritual y algunos párrafos del curso, para ese

entonces yo me auto observaba de forma continua, para saber

que pensaba, que sentía y como actuaba, sin embargo la

experiencia de luz que antes había experimentado me llevaba

a un estado de éxtasis, donde todo desaparecía, pase un buen

tiempo usando aquella cuenta de Facebook después de años

que volvía a utilizar la plataforma, poco después publique lo

que había experimentado y como había llegado a esa

experiencia, aunque tuvo cierta aceptación hubo algunos

antiguos amigos que se reían y burlaban de mí, que después

de tantas cosas que había hecho eso me había afectado, sin

embargo aprendí a que las cosas me tienen que resbalar,

seguí con esa cuenta hasta que decidí por algún motivo que no

145
entiendo cambiarme de nombre y ponerme Samael era de

acuario, era algo que no entendí de donde había surgido, pero

sabía que era lo correcto y estaba tranquilo con la decisión,

seguí publicando cosas que me ayudaron a mí, sin embargo

hubo un pensamiento inconsciente de que tenía que alejarme

de aquellas antiguas relaciones no me guarde nada de lo que

aprendí y en una noche puse todo, avisando que cerraría esa

cuenta y que si les ayudo en algo, que guardaran esa

información y siguieran con su camino. Al paso de la media

noche borre la cuenta, y me prometí que no volvería a abrir

una cuenta. Sin embargo, pensaba demasiado en Melani ella

me atraía mucho el pensamiento, al cabo de un mes y medio

volví a abrir una cuenta de Facebook, para ese entonces yo no

consumía contenido por internet, más que solo mis clases y

algunos libros. Cuando abrí una cuenta en Facebook empecé a

ver un mundo de cosas que llamaban mi atención con el

tiempo había dejado de ver mi interior y ver cosas externas

que aparecían en la pantalla, después de haber renunciado al

mundo y sus placeres, volví al mundo, pero de forma que ya

distinguía la verdad que la luz del padre me había reflejado y

146
las formas del mundo. Al paso del tiempo volví a hablar con

Melani sin embargo ya no podía hacer nada más, ella se había

alejado de mí, y era terrible para mí, porque ella era por la

única que había vuelta al mundo por así decirlo.

Las semanas fueron pasando y fui conociendo gente que

hablaba o se interesaba por las mismas cosas que a mí, poco

a poco fui relacionándome con ellos, conocí algunas personas

muy interesantes con las que compartía los mismos valores

sobre la sexualidad, comportamiento y realidad, a pesar de

aquello, sentí que había creado un yo espiritual que tenía que

comportarse de una forma determinada en este caso de forma

espiritual, ósea ser falsamente bueno, viví de esta forma por

unos meses, sin embargo tuve un sueño muy revelador donde

un abuelo me escupía en la cara, días antes había enfocado mi

entendimiento a que dios, no quiere personas tibias, y que a

estos los escupe. En este caso tuve que darme cuenta de esta

falsa bondad y analizarla, comprenderla y pedir ayuda para

eliminarla, esto me dolió en el orgullo que ya estaba muy

herido por todo lo que había pasado, sin embargo, esta

bohemia de haber pasado por la ignorancia absoluta y por lo

147
tanto haber sufrido, también creo una falsa personalidad que

es lo mismo que el ego.

Poco después la relación con mi hermano menor había

sanado, hablamos más y empezamos a ver películas juntos,

jugábamos y la relación era de hermanos, más adelante llego

mi prima con su pareja años antes ya habían venido a

visitarnos, ellos habían venido de forma amigable eran

honestos y hacían buena pareja, mi familia estaba muy

contenta con su llegada, Bill era mayor que nosotros tenía 28

años y tenía mucha experiencia en las relaciones sociales,

para ese entonces yo todavía no estaba muy relacionado con

el mundo exterior, para ellos la internet era algo muy

importante mientras tanto nosotros usábamos la red de datos

de celular, nunca había tenido una conexión directa y fluida a

internet, tampoco habíamos tenido televisión con cable, y por

lo tanto no sabíamos que existían muchas cosas fuera de las

que ya conocíamos, en mi caso era como un alivio porque no

tenía distracciones más que solo analizarme y auto

conocerme, sin embargo tuvimos que acostumbrarnos, tuve

148
algo de resistencia a aceptar aquellos cambios pero los fui

aceptando, las cosas parecían que andaban bien, cuando llego

la pandemia, tuvimos que dividirnos nosotros teníamos que

vivir en otra casa y mis padres en otra, convivimos de forma

hermosa y amigable, sin embargo ellos tenían que generar

ingreso así que cuando la pandemia empezó a cesar abrieron

una tienda en la casa donde vivían mis padres, al cabo de

unos meses tuvieron un bebé, estaban muy emocionados y

nosotros también, tiempo después ellos decidieron irse, fuimos

a comer todos en familia, y después se marcharon.

Aprendí mucho sobre la relación en pareja y vivir en la

sociedad de forma abierta, aparte que de algunas otras cosas

que mis padres habían aprendido de Bill y Yesi, mi madre

había aprendido mucho de cómo cuidar a un bebé y se

arrepentía de no habernos cuidado en su momento, sin

embargo, le insistía en que se perdonase y perdonara a los

que falta le habían cometido, después de un tiempo ella sano

la relación con su pasado y con el nuestro.

149
Durante este periodo me encontraba separado de mis antiguas

prácticas, las situaciones habían cambiado y yo también había

cambiado, en el principio cuando era niño todo era felicidad,

me hice puberto y las cosas eran lo opuesto toque fondo, deje

mi vida y personas atrás, y volví a aquella felicidad, durante

este periodo tuve que corregirme mucho, también tuve que

sanar relaciones con mi familia, y conmigo mismo, el trayecto

fue de mucho arrepentimiento y mucha ignorancia de lo que

sucedía, aunque el conocimiento me fue negado tuve que

aprender muchas cosas, como el que proyectaba mis errores

en otras personas, y esto se conectó con el perdonarme a mí

mismo en otras personas.

Ahora volvía a conectarme con viejos amigos y viejos hábitos

sin embargo estas cosas no eran ya de mi interés sin embargo

tenía que pasar por ello, lo interprete como ahora que ya

pasaste del abismo a la luz, pasa ahora desde un bienestar

hacia la luz, este bienestar era como una vida cómoda, con

conocimientos y secretos para vivir tranquilo, pero aun viviendo

medio dormido.

150
Así tuve que acomodarme viviendo una vida normal con

algunas cosas que chocaban con mis creencias, pero tenía

que llegar al punto en que solo viera la luz en todas las cosas,

sin embargo, este concepto no era claro en ese periodo.

Poco después cuando solo veía casi siempre la luz y cuidaba

mi energía en las cosas que consumía, los sueños eran de

conocimiento y la vida cotidiana era un descubrimiento de mí

mismo, apareció Marietta una compañera de universidad, ella

se reía mucho y entregaba su alegría rápidamente,

empezamos a hablar por WhatsApp, yo no sabía quién era solo

era amable con ella, al cabo de un tiempo la relación de

amistad se hizo más grande, hablábamos todo el tiempo pero

yo sabía que no debía apegarme a ella, sin embargo lo hice, al

cabo de unos meses, yo me alejaba de todos, incluso de ella y

volvía después de semanas o meses, me alejaba porque sentía

que el mundo me consumía me hacía dormir en sueños de

distracción, comodidad, vicios y demás, volvía porque me

estaba enamorando de ella, con el tiempo había descubierto

151
que la verdadera causa de por qué me alejaba era porque

tenía muchos traumas de niño, donde me sentía vulnerable y

abandonado, este sentimiento era algo que me había

acompañado mucho tiempo, poco tiempo después le había

comento aquello a Marietta, aunque sabía que ella me mentía,

yo solo quería ayudarla con sus responsabilidades, porque la

quería mucho y estaba enamorado de ella, sentía felicidad

cerca de ella, muchas veces me quedaba de madrugada

haciendo sus trabajos y los de su amigo, en el fondo de mi

corazón sabía que me rompería el corazón, pero para ese

entonces yo ya había aprendido a sacrificar mi dolor para

generar conciencia (que era darme cuenta del por qué

realmente sufría, y era por los yo’s que me hacían creer que

era un cuerpo), pensaba que sacrificar el amor que sentía por

ella, generaría mucha conciencia, esto lo hacía para auto

conocerme, aunque ya había trabajado con el yo del desamor

esto era diferente, sin embargo al alejarme definitivamente de

ella mi corazón se hizo pedazos, solo nos vimos una vez y en

esa temporada yo estaba muy confundido sobre las cosas que

aprendía de UCDM, me sentía demasiado triste sabía que

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podía ser por el alejamiento de Marietta, sin embargo habían

muchas cosas detrás de aquella profunda pena.

Los días pasaron, tuve un sueño donde dejaba mi avance

espiritual para estar con ella, al día siguiente me levante, y

sabía que tenía que volver a hablar con ella, pero ella no quería

saber nada de mí, le dijo a su amigo con que tenía algo, que

yo la acosaba y me escribió diciéndome que la dejara en paz, y

ciertas cosas fuertes, yo sabía que entre los dos había algo,

pero mi trabajo era perdonar y no jugar lo que pasaba, aun así,

le volví a escribir pidiéndole que me dijera algo, sentí que era

el final de todo, que había fracasado en todo, y literalmente lo

había hecho, me dejé llevar por el ego y había creído en su

ilusión, había preferido alejarme de mi avance por ella, no

tendría éxito en el avance espiritual porque ese árbol era yo,

las cosas del pasado me marcaron para siempre y seguía

sintiendo una pena tremenda que aún no conocía.

Ya había sufrido mucho tiempo por Gabriela, y no quería que

ella sufra de igual forma, le escribí un último mensaje

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diciéndome que sentía o pensaba, no dijo nada, me aleje, yo

me sentí utilizado y abandonado, pero con una profunda culpa

que me decía que yo era el malo, y que tenía que alejarme de

las relaciones, que esas cosas no me eran permitidas, antes ya

había tenido estos pensamientos y sentimiento. pero esta vez

era diferente, parecía como que de verdad fuera así.

Los días pasaron y yo no podía sacrificar ese dolor más, sin

embargo una lectura del tarot me vino a abrir los ojos del por

qué sentía esa profunda pena, dijo que alguien que había

conocido me enviaba un mensaje desde otros planos, resoné

con esa lectura profundamente, me puse a investigar sobre las

muertes recientes en mi ciudad y encontré un suicidio que

había acontecido el 28 de diciembre del 2020, era Guiliana, caí

destrozado y una profunda pena cobraba sentido, me sentía

muy culpable al entender que todo se tejía de forma precisa;

Guiliana era la que debía estar conmigo, si tan solo me hubiera

acercado a hablarle aquel día todo hubiera sido diferente, si la

hubiera seguido buscando tal vez la hubiera encontrado, hay

vinieron pensamientos muy duros a mi mente, mientras yo

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hacía aquellas cosas por Marietta, Guiliana sufría en alguna

parte de la ciudad, me entere que ella había nacido cerca del

pueblo de mi padre, poco a poco fui entendiendo que ella y yo

éramos la misma persona, con la misma infancia y los mismo

sufrimientos, salvo que la divinidad había tenido compasión

por nosotros, aunque los pensamientos destructivos y suicidas

me acompañaron en un periodo de mi vida, ellos me guiaron

por otro camino. Después de ver el panorama completo mi

corazón se hizo polvo, se sumaron la caída espiritual que tuve,

las cosas de mi infancia y todo lo negativo que hasta entonces

me había pasado, los días fueron pasando y cada noche

lloraba terriblemente tratando de no hacer bulla, gritaba en

silencio y me desgarraba por dentro, como antes, aunque el

suicidio ya no era una opción recurrí a la luz que había

experimentado y la lleve desde el inicio de mi vida hasta el

momento actual, me invente una vida secundaria donde, había

estudiado y crecido en casa en donde el recuerdo del padre

siempre estaba en mi mente, por mucho tiempo quise que los

que me conocían se olvidaran de mí, desaparecer en sus

mentes, y que no tengan recuerdos conmigo.

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Al cabo de unos meses fui haciendo mi vida decidí perdonar y

olvidar, salir adelante, nunca me gusto escuchar esa frase

sentía que era una invitación a competir con otras personas,

en cambio en seguir adelante era algo que reforzaba mi

orgullo, porque se me decía que estaba adelante y tenía que

seguir hay, a pesar de que esto se puede entender

intelectualmente, entenderlo de manera integral , vivida, es

algo totalmente diferente, yo creía que yo tenía el poder de

curar y por lo tanto, era alguien sumamente orgulloso y

empoderado, creía en mi interior que era alguien diferente,

iluminado y que los demás necesitaban necesariamente de mí,

este autoengaño y conjunto de defectos, me hizo actuar de

forma separada de los demás pero cuando llego la hora de

enfrentarme a mi más grande temor, la muerte, la falta de

inmortalidad, la ausencia del don de curar cuerpos, sentí como

la paz y la tranquilidad infinita se fueron de este cuerpo y fue

remplazado por el temor y la preocupación. Me sentí

desprotegido, me sentí vulnerable y con una profunda pena,

me arrepentí en la sala, llore a ríos, hay me di cuenta que

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había aceptado la ilusión y me había olvidado de la verdad del

padre, y que esta falta de aceptación de la verdad era la que

me mantenía falto de fe, aquellos días veía como la divinidad

se presentaba en todas las personas, les pedí ayuda, de forma

mental, imaginaba a sus ángeles arriba de sus cabezas, donde

ellos me miraban y yo pedía en conjunto que nos sanarán, nos

dieran paz, nos iluminaran, yo le pedía por ambos cada vez

que imaginaba un ángel o una santa tierra en la corona de sus

cabezas, esto fue un aprendizaje sobre la humildad, donde me

entregue al espíritu santo de forma completa, acepte la luz en

su forma completa y deje de hacer mi voluntad.

Con el paso del tiempo entendí que el karma es aquella

culpabilidad muy inconsciente que no se logra deslumbrar

fácilmente si no se perdona profundamente, en donde la

pureza puede ver aquella parte muy oscura de nuestra vida.

Aunque tuve la ayuda de los señores, entendí que para

cambiar la vida de un hombre se necesita un mundo y la

voluntad del padre de todo.

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Cuando uno va creciendo las cosas se hacen cada vez más

imposibles, para esta idea me digo a mí mismo, aquella

experiencia es lo más imposible que haya podido pasar, pero

pasó.

Todo aquel día postrero, fue sanando con la aceptación

completa de la luz del padre, donde dejé de buscar y solo fui a

la respuesta final a todo.

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