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Las bandas de músicos son recibidas por los feligreses en la estación del
ferrocarril de Huancavelica, luego de lo cual recorren las calles de la ciudad
hasta el encuentro de las diferentes cruces que ya han sido bajadas desde
sus moradas en las alturas.
HUANCAVELICA - Tiene como protagonistas estelares la corridas de toro, caminatas desde la cúspide
de un cerro con cruces que imitan al mismo Jesús, y cuyo broche de oro es el destello de fuegos
artificiales que emanan de un inmenso castillo, contorneado de manos unidas al ritmo de danzas autóctonas:
así son las Fiesta de las Cruces.
Con una costumbre que fue traída por los primeros colonizadores españoles, los barrios Yananaco,
Ascensión, San Cristóbal y Santa Ana se preparan con ahínco para la apertura de la fiesta. Los cerros de
“Cruz de Pata” son el punto de partida, de donde bajan grandes cruces, siendo la del Señor de Potocchi la
más grande.
Luego, los encomendados a realizarlo, se debe traer a los toros más bravos de las ganaderías más
reconocidas de la zona, para lo cual cuentan con la ayuda de un nativo especialista en ello, el cual, utilizando
una corneta en plena plaza, dan un pitillo a aquella como forma de anunciar la llegada de los aquellas
increíbles bestias.
Es así que, durante los seis días que dura aquel evento, algunos pobladores, estimulados por licores
de su tierra, desafían a los toros. Sin embargo, siempre hay un experimentado en aquellos menesteres
para que la fiesta siga sin complicación alguna. Y la comida está por todas partes y de la mejor calidad como
el cuy o la pachamanca.
Sin embargo, la fiesta culmina en el momento en que fornidos oriundos vuelven con las cruces al lugar de
origen de aquellas, y que, no obstante, al llegar el pueblo los espera con un ingente castillo que expulsa
colores plata, rojizo y demás tonalidades bajo el cielo estrellado.
FIESTA DE CRUCES-CERRO DE PASCO
Durante todo mayo la ciudad de Cerro de Pasco, en la
provincia y región Pasco, celebra la Fiesta de las
Cruces, llamada también Cruz de Mayo, la cual cuenta
con la presencia de cientos de turistas nacionales.
Populares y coloridas danzas son parte de esta tradicional fiesta, donde destacan la chonguinada
cerreña, la negrería, el huaylarsh, y/o el baile viejo. Desde el 1 al 30 de mayo, cada una de las
capillas lucen adornadas con cruces de diferentes tamaños, con ofrendas, velas e inciensos,
colocadas en sus altares.
"Los mayordomos y sus familiares ofrecen a los visitantes diversas comidas típicas, abundante
tragos, y los danzantes bailan con pasos cadenciosos al son de las mejores bandas y orquestas del
país”, expresó un devoto.
Día tras día, calles y avenidas son abarrotadas, gozando y retando al frío, y las heladas, que
culminará con la entrega del trucay (panes grandes) y frutas adornadas que se les ofrece a los
asistentes, deberán volver el próximo año a esta parte del país (cerca del cielo).
De acuerdo a los organizadores, cada mayordomo hace una inversión superior a los 30,000
soles para organizar sus actividades, con cerveza y el infaltable Chinguirito (aguardiente).
Durante todo este mes la ciudad de Cerro de Pasco y otras localidades de la región Pasco
conmemoran la tradicional Fiesta de las Cruces, también llamada Cruz de Mayo con diversas
actividades litúrgicas y festivas, se informó.
“Para los cristianos, la Cruz es la representación de la vida de Jesucristo, quien fue crucificado, esta
pasión para los feligreses significa la resignación espiritual”, resalta el párroco del distrito de
Yanacancha, Marlon Rivera.
Cada una de las capillas ubicadas dentro de la provincia, lucen adornadas con cruces de diferentes
tamaños, con ofrendas, velas e inciensos, colocadas en sus altares.
“Los mayordomos y sus familiares ofrecen a los visitantes diversas comidas típicas y los danzantes
bailan con pasos cadenciosos al son de las mejores bandas y orquestas, esperemos que esta fiesta
sea reconocida como Patrimonio Cultural de la Nación” expresó alcalde provincial de Pasco, Rudy
Callupe.
Día a día las calles, avenidas y plazas son tomadas por los danzantes quienes retan al frío para
bailar. La fiesta culmina con la entrega del trucay (panes grandes) y frutas adornadas que se ofrece a
los asistentes, que deberán volver el próximo año a esta parte del país.