“Comprender lo humano es comprender su unidad en la diversidad, su diversidad

en la unidad”
Después de leer la lectura puedo entender que nosotros somos criaturas sensibles,
neuróticas y delirantes, al mismo tiempo que racionales, y todo ello constituye el tejido
propiamente humano. Este ser humano es a la vez un ser racional e irracional, capaz de
mesura y desmesura. Como sujeto de un afecto intenso e inestable, sonríe, ríe, llora, pero
también sabe conocer objetivamente. Es un ser serio y calculador, pero también ansioso,
angustiado, gozador, ebrio, extático. Es un ser de violencia y de ternura, de amor y de
odio. Puede ser invadido por lo imaginario e igualmente reconocer lo real, sabe que existe
la muerte pero que no puede creer en ella. Segrega el mito y la magia, pero también la
ciencia y la filosofía. Por lo que puedo interpretar que Morin considera que los seres
humanos pertenecemos a una cultura o raza, por lo que no convierte en seres iguales, sin
embargo todos tenemos diferentes pensamientos, formas de sentir , amar, etc., todos
logramos ser parte de una diversidad, es decir al momento de crecer en un espacio donde
tenemos como cultura celebrar por ejemplo fechas importantes, manejamos cierto idioma
etc., vamos a interactuar con los demás de la misma manera y nos vamos a comprender
ya que es el entorno donde hemos crecido, pero si nos encontramos en otro lugar donde
las costumbre, ideas, idiomas, etc. Suelen ser distintas nos adaptamos a ese entorno y es
allí cuando se forma la diversidad lo que nos hace diferentes. Nacemos para ser diversos,
nos adaptamos, aprendemos, nos complementamos, somos similares y al mismo tiempo
podemos ser diferentes y complejos, pero siempre siendo de la misma especie