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¡VAMOS POR UNA 

BOLIVIA FEDERAL!

Tema: ¿El federalismo en Bolivia es posible?

Autores: Giselle vaca Suarez y Claudia Nogales

INTRODUCCION
Para conformar una definición del federalismo se debe partir de la idea de
que no hay un modelo único, pues sería un contrasentido: la esencia del
federalismo está en la creación instituciones y procesos que permitan alcanzar
una unidad política que acomode y aumente la diversidad durante la solución
de los problemas de la vida diaria, en los cuales la democracia, entendida
como un gobierno del pueblo es decir “autogobierno".
Entonces tenemos que entender federalismo ofrece solución a los problemas
de las divisiones étnicas, religiosas, sociales; es una respuesta a las
divisiones políticas y sociales en ecologías humanas específicas que implica el
reconocimiento de que los intereses y valores en conflictos, siempre que estén
latentes, dicho conflicto es normal. El objetivo del federalismo de reconciliar
unidad con diversidad puede ser idealista, pero es una realidad inevitable: las
naciones, estados como autoridades "soberanas" y unitarias no pueden
gobernar con eficiencia las sociedades complejas y diversas. Éstas requieren
sistemas flexibles y dinámicos de gobierno. Se entiende entonces que el
federalismo puede conciliar intereses, valores, preferencias diversas que son
inherentes a la sociedad. No es tal diversidad indicadora de mal funcionamiento
del sistema; ella proporciona información para diseñar y adaptar las respuestas
institucionales al cambio. Los conflictos son desafíos y procesos normales de la
política (htt)

DESARROLLO

Después de muchos años perdidos en contra del progreso del país, es


necesario volver a plantear de cara al pueblo boliviano de cara a la historia y
mirando el pasado, la necesidad imperiosa de cambiar el sistema de gobierno
Unitario por el gobierno Federal a fin de evitar la disolución de Bolivia como
República independiente.
Hemos de demostrar que la idea Federal es tan vieja en Bolivia como la
existencia de muestra patria y nos vamos a limitar al comienzo, a la publicación
de Documentos históricos, las opiniones vertidas en diferentes épocas de
nuestra vida republicana referentes a la convivencia de adoptar la forma
federalista como forma de gobierno.

El municipio bajo el régimen federal, está llamado a hacer del pueblo


boliviano lo que no han hecho ni harán en muchos años y con ímprobo trabajo,
los gobiernos unitarios mejor intencionados, un pueblo de hombres libres, de
ciudadanos amantes de su patria, de obreros de la regeneración social

Mientras el pueblo no se eduque bajo la disciplina de "municipios


liberalmente organizados, y amparados por el régimen federal, que se sienten
independientes del Poder Ejecutivo, bien pueden modificarse las constituciones
de mil maneras: el país y la democracia serán una bella utopía entre nosotros"

Cuánto tiempo perdido, cuánta sangre derramada, cuanta riqueza


derrochada y cuantas veces los bolivianos han sufrido esos cambios que no
han sido nada más que dictadura o caos.

"Los Federalistas no tratamos de dividir el país, dividimos el gobierno


del país” (Lacas Mendoza de la Tapia).

El sistema federal no romperá vínculo alguno entre los departamentos de


Bolivia, porque al cambiar nuestra organización interior, no hará más que
colocar en manos de los pueblos mismos, una parte del poder acumulado en
las del gobierno, sin amenguar en nada la importancia de este, ni disminuir en
un ápice la integridad y fuerza nacional" (Valverde, s.f.)

Todo lo sucedido en esa época es nada para lo que nosotros vemos el


gobierno unitario va no es sólo una autocracia y "administrador irresponsable
de todas las entradas nacionales, exclusivo dueño de todos los destinos
públicos se ha llegado a convertir en enemigo de la nación y el solio
presidencial en cabeza de una mafia que ha cometido delitos penados por el
lay.

Como se verá los tiempos cambian. la mentalidad es la misma y el gobierno


Unitario sigue conspirando contra la grandeza de Bolivia.
"La unidad, está en la existencia de los unos mismos poderes para
cada orden de intereses, no en la absorción de todos los intereses por un
solo poder" F. PI y Margall

Y hablar de federalismo y en general hablar de cualquier cambio en la


estructura política nacional implica reformar la Constitución, que es la que
determina las reglas del juego a nivel general y para establecer un régimen
federal la Constitución tendrá que ser modificada drásticamente, por no decir
que se tendrá que redactar una nueva, a efectos prácticos.

Reformar la Constitución no es algo nuevo en Bolivia ni mucho menos, la


Constitución vigente se promulgó el año 2009, hace solo 10 años y a lo largo
de nuestra Historia como nación independiente hemos tenido 17 de ellas, por lo
que este debate no sería el primero y muy quizás desde luego que no el último.

Como se entiende, la Constitución es la madre de todas las leyes, la que


determina desde la organización territorial del Estado hasta la conformación de
los poderes públicos, su interrelación y su funcionamiento, así como también la
relación del individuo con el Estado. La Constitución no es ningún asunto
menor y el Gobierno de Evo Morales lo sabe muy bien, tal es así que promulgó
una Constitución a su medida poco antes de concluir su primer mandato
aprovechando el inmenso poder político que en aquel momento tenía,
cambiando las reglas del juego a su favor a último momento . (htt1)

CONCLUSION. –

De acuerdo con el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad


Nacional Autónoma de México (UNAM), el Federalismo es una “unión o
asociación”, lo que presupone que previamente existió una separación de sus
elementos. Es decir, un sistema federal es la desintegración de un país en
“pequeños Estados”, que hacen una “alianza” para conformar un nuevo Estado.
Cada “pequeño Estado” para que se nos quede claro.

En cambio, un Estado con autonomías (como es el caso de Bolivia) es un


punto intermedio entre un Estado Federal y un Estado Unitario (o con
centralismo), que permite a los habitantes de su territorio el autogobierno
manteniendo la unidad nacional en el pluralismo.
Señalado esto, evaluemos técnicamente cómo se comporta el crecimiento
económico de los Estados Federales. Para no caer en meras opiniones sin
fundamento y emitir un razonamiento adecuado, se usó información sobre el
crecimiento económico por 20 años del Banco Mundial (BM) y la lista de países
de América Latina y el Caribe según el Programa de las Naciones Unidas para
el Desarrollo (PNUD).

El análisis realizado tomó en cuenta el periodo 1999 – 2018, considerando


que del 2019 en adelante se observaron diferentes efectos en la economía de
los países que sesgan el análisis, incluyendo el COVID-19. Asimismo, se aclara
que el crecimiento económico viene a ser un termómetro del desempeño de la
economía de un país, entre más elevado, mejor; lo que significa que mientras
más crecimiento económico se registre, se observará más inversión, más
consumo, etc.

En ese sentido, se obtuvieron los siguientes datos: Los Estados


Autonómicos y Unitarios como Panamá obtuvieron un crecimiento promedio de
5,94%, Perú 4,73%, Bolivia 4,08%, Chile 3,68% y Paraguay 3,3%, entre otros
(nótese sus indicadores preponderantemente elevados). En sí, todos los países
de la región con sistemas autonómicos y unitarios crecieron en su economía a
un ritmo promedio de 3,36% durante las dos décadas analizadas.

Por otro lado, los Estados Federales como Venezuela obtuvieron un


crecimiento promedio de -0,69%, Argentina 1,92%, México 2,22% y Brasil
2,38% (nótese sus valores bajos). Así, a lo largo de 20 años, éstos crecieron
económicamente a un ritmo promedio de 1,46%.

Con los datos extraídos del BM por 20 años se concluye que los Estados
Federales muestran un crecimiento económico menor que los Estados
Autonómicos y Unitarios.

Evidentemente, pueden existir otras variables que inciden en la economía de


un país, tales como la estabilidad política, social, educación, política comercial,
ideología, sistema de justicia, población, etc., pero entonces, si el federalismo
es la panacea que “soluciona un problema de fondo”, esto también debería
reflejarse en el crecimiento económico, no obstante, se demuestra que no es
así.
Ahora, la pregunta para los lectores es: en base a la realidad de la
experiencia internacional ¿Conviene a los bolivianos cambiar de sistema
político o modelo?, ¿Estamos dispuestos a convertirnos en un Estado
Federado, sabiendo que estos tienen un crecimiento económico menor y que
en los hechos no pudo ser revertido en 20 años?, y la pregunta más importante
es, si el federalismo “resuelve el problema de fondo” ¿Por qué eso no se refleja
en el crecimiento económico de los países que tienen esta forma de Estado?.

Bibliografía
(s.f.). Obtenido de https://www.monografias.com/trabajos10/fede/fede

(s.f.). Obtenido de https://www.noticiasfides.com/404/

Valverde. (s.f.). Obtenido de https://repositorio.umsa.bo/handle/123456789/7334

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