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Trabajo exploratorio: Hábitos del sueño y su

influencia sobre distintos factores.

Profesor: Carol Elizabeth López


Fecha de envió: Semana 10 (del 17 de mayo)
Integrantes: Javier Lozano, Pía Olivares, Javiera del Villar, Joaquín Ilufi, Enrique Pavesi,
Catalina Tala
Carrera: Medicina
Asignatura: Bioestadística

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ÍNDICE

Introducción………...……………………………………………………………………………………………..2

Desarrollo……………………………………………………………………….…………………………………...3
I. Edad………………………………………………………………………………………………………….4
II. Sexo……………………………………………………………………..…………………………………..6
III. Nivel de educación……………………………………………………..……….…………………...7
IV. Uso de medicamentos………………………………………………....…………………………..8
V. Medicamentos y promedio de horas dormidas………..……………………………….8
VI. Horas de sueño por la noche y uso de pantallas………………………………………..9
VII. Días que se duermen menos de 8 horas y percepción sobre los hábitos del
sueño………………………………………………………………………..................................10
VIII. Toma de siestas………………………………………………………………………………………..11
IX. Cantidad de horas dormidas por las noches en relación a la presencia
de siestas………………………………………………………………………………………………...11
X. Entrenamiento físico……………..………………………………………………………………….12
XI. Influencia de los hábitos del sueño en el rendimiento
académico/laboral……………………………………….…………………………………………..14
XII. Influencia de la pandemia en los hábitos del sueño………………………………....15

Conclusión…………………………………………………………………………………………………………….18
Bibliografía y anexos ……………………………………………………………………………………..……..19

1
INTRODUCCIÓN

El presente informe contiene el análisis estadístico de los datos obtenidos de una encuesta
en línea realizada a un grupo de personas al azar. La encuesta estuvo disponible desde el 3
de abril del año 2021 hasta el 17 de abril del mismo año, siendo respondida por 496
personas.
El propósito de este informe es identificar los hábitos y rutinas de sueño de un grupo de
personas y relacionar su influencia en distintos factores de la vida cotidiana. Solo se tomó en
cuenta los hábitos de sueño de los encuestados, y no cualquier patología u otro
comportamiento que pudiera estar relacionado con el sueño, por lo que este informe se
limita a relacionar los hábitos y sus posibles consecuencias.
Lo primero a desarrollar es un análisis individual de las variables preguntadas en la encuesta
hecha a la muestra, para tener noción de las características generales de los participantes, y
así descubrir el grupo con más proporción de cada variable estudiada. Los factores que se
buscan analizar son: sexo, edad, nivel educacional, uso de medicamentos para dormir, horas
de sueño, uso de pantallas antes de dormir, presencia de siestas y frecuencia de
entrenamiento físico.
Después de algunos de los análisis individuales, se hace una interpretación conjunta de dos
de las variables para buscar una posible relación.
Finalmente, para darle un cierre al informe, se muestra y se analiza brevemente testimonios
de los encuestados sobre la influencia de la pandemia en sus respectivos hábitos de sueño.

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DESARROLLO

Problema de investigación:
❖ Cómo ciertos hábitos que tienen las personas se relacionan con su sueño y algunos
efectos que esto pueda causar.

Idea para investigar:


❖ Los hábitos que pueden llegar a producir problemas del sueño, o bien influencia en
ellos.

Objetivo general:
❖ Identificar los hábitos y rutinas de sueño mediante una encuesta realizada a un
grupo de personas elegidas aleatoriamente, con tal de llevar a cabo un análisis de
estos que permita establecer relaciones entre los distintos factores a estudiar.

Objetivos específicos:
● Identificar si los hábitos considerados en el estudio, presentan una influencia en el
rendimiento académico o laboral de los individuos encuestados.
● Verificar, o bien refutar, la existencia de una relación entre dos factores mediante un
análisis, llevando así a la extracción de conclusiones que permitan reconocer las
variables que puedan influenciar en el sueño de las personas.
● Relacionar el uso de pantallas tecnológicas antes de dormir con las horas de sueño
del grupo encuestado.

Muestra: 496 personas al azar de entre 15 a 75 años, residentes en Chile.


Población: Todas las personas de entre 15 a 75 años que residen en Chile.
Naturaleza de los datos: Encuesta en línea realizada a personas al azar.

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Definición de las variables:
- Edad en años: Cuantitativa discreta
- Sexo: Cualitativa nominal
- Nivel de educación actual: Cualitativa ordinal
- Uso de medicamentos: Cualitativa nominal
- Horas de sueño por las noches: Cuantitativa continua
- Días a la semana en que se duerme menos de 8 horas: Cuantitativa discreta
- Uso de pantallas antes de dormir: Cualitativa nominal
- Presencia de siestas durante el día: Cualitativa nominal
- Entrenamiento físico a la semana: Cualitativa ordinal

Procesamiento de los datos:


Edad:
Medidas de resumen:

Media: 36,3

Moda: 18

Varianza 287,4091929

Desviación estándar: 16,95314699

P25: 18

P50 40

51,25 (Excel)
P75: 51 (a mano)

C.V. 46,6%

A partir de la tabla anterior, se observa que si todos los encuestados tuvieran la misma edad
esta sería 36,3 años, y que la edad más frecuente de la muestra es de 18 años. También

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podemos observar que el 25% de los encuestados tiene 18 o menos años, el 50% de los
encuestados tiene 40 o más años y el 25% de los encuestados tiene 51/51,25 o más años.

El promedio de los cuadrados de las desviaciones de las edades, con respecto al promedio
es 287,41 años² y la medida de la dispersión de las edades con respecto al promedio es
16,953 años, por lo que podemos decir que las edades de los encuestados varían en un
promedio de 16,953 años

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Sexo:

Sexo Frecuencia

Femenino 338

Masculino 155

No binario 2

No me identifico con algún género en 1


particular

Total general 496

Sexo femenino: 68,15 % de los encuestados


Sexo masculino: 31.25 % de los encuestados
Sexo no binario: 0,4 % de los encuestados
Ninguno: 0,2 % de los encuestados

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Nivel de educación:

En este apartado de la encuesta se les pidió a las personas que respondan con su nivel de
educación, donde tenían la opción de elegir entre: enseñanza media, enseñanza superior y
magister o postgrado. Además, se dio la posibilidad de agregar el nivel educacional al que
pertenecieran si es que este no se encontraba dentro de las opciones.
Con la información aportada por el gráfico, se evidencia que la mayoría de los encuestados
pertenecen a la enseñanza superior, correspondiendo este grupo al 70,5% de la muestra
total, por lo que la mayoría de los datos sacados a partir de la encuesta son medidos según
alumnos pertenecientes o ya egresados de sus estudios universitarios. Notoria diferencia
con el segundo nivel de educación que más respondió, que es el 16% del total, y son quienes
tienen o están cursando un magister o postgrado. Además, el 10,9% son estudiantes de la
enseñanza media. Para agregar, hay personas de la encuesta que agregaron el nivel
“universitario completo” y estas pertenecen al 0,6% y también fue agregado el nivel
“egresado” que solo ocupan el 0,2% del total de la muestra siendo los de este nivel de
educación los con menor porcentaje.

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Uso de medicamentos:

Al observar el anterior gráfico notamos que el 77,2% de la muestra no utiliza medicamentos


para conciliar el sueño, notable diferencia de números en comparación a los que sí usan ya
que estos solo corresponden al 10,7%, lo que deja solo un 12,1% de los encuestados que sí
utilizan medicamentos, pero solo en ocasiones.
Relación entre el uso de medicamentos y el promedio de horas dormidas en un día:

Al hacer un
análisis proporcional de los datos del gráfico, podemos observar que un 40% de las personas
que a veces consumen medicamentos para el sueño duerme entre 7 y 8 horas, un 59,42%
de quienes no consumen medicamentos duerme entre 7 y 8 horas y un 47,17% de quienes sí

8
consumen estos medicamentos se encuentran dentro del mismo intervalo de horas
dormidas.
Inferimos que esto se debe a que los encuestados que deciden tomar medicamentos ya
tienen un trastorno de sueño preexistente, ya que tienen una tendencia a dormir menos.

Horas de sueño por las noches y uso de pantallas:

La mayoría de las personas encuestadas (81%), admite siempre usar pantallas antes de
dormir, mientras que un 6,7% indica no hacerlo nunca.

Respecto a las horas de sueño durante las noches, vemos que gran porcentaje de los
encuestados dicen dormir entre 7 y 8 horas, siendo muy pocos los que se encuentran en los
extremos de dormir 9 o más horas o 4 o menos.

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Ahora, si relacionamos los gráficos anteriores en este último gráfico de barras, algo que
llama la atención es que ninguna de las personas encuestadas que señalan no usar pantallas
antes de dormir se encuentra en los extremos de dormir muy pocas horas (4 o menos) o
demasiadas (9 o más), más bien, la mayoría de estas parecen tener buenas horas de sueño,
indicando que mantienen de 7 a 8 horas de sueño durante las noches. Analizando los datos
de nuestra encuesta, podemos inferir que el uso de pantallas antes de dormir podría tener
una relación con nuestras horas de descanso por las noches, afectando así directamente los
hábitos del sueño de cada persona.

Días que se duermen menos de 8 horas y percepción sobre los hábitos del sueño

Se le encuestó a la muestra sobre la


opinión de sus propios hábitos,
preguntándoles si consideraban tener
buenos hábitos de sueño o no.
Relacionamos estos resultados con la
cantidad de días que se duermen
menos de 8 horas, y se observa que
del grupo que cree presentar buenos
hábitos, la mayoría está durmiendo al menos 8 horas gran parte de la semana, mientras
que, en el otro grupo, la mayoría duerme menos de 8 horas la mayor parte de la semana.
Esto nos permite inferir que los encuestados están conscientes de sus hábitos, y consideran
que dormir 8 horas es un buen hábito de sueño.

Toma de siestas en los


participantes:

10
De la cantidad total de encuestados, se ve que es una minoría la que toma siestas durante el
día. Para poder llegar a más conclusiones a partir de esta información, este gráfico se
relaciona con el promedio de las horas dormidas por la noche.

Cantidad de horas dormidas por las noches en relación con la presencia de siestas:

Al observar la relación entre un descanso de 7 a 8 horas en las noches con la frecuencia de


siestas podemos notar que el 52,80% de quienes duermen siestas descansan entre 7 y 8
horas en las noches, seguido de un 55,00% de los participantes que no duermen siestas y un
57,30% de quienes duermen siestas de manera irregular.

Contrariamente a la creencia popular donde se espera que a menos horas dormidas más
siestas se toman para contrarrestar la pérdida de sueño, según nuestra encuesta el
porcentaje de personas que duerme entre 7 - 8 horas en los distintos grupos no presenta
una diferencia significativa.

Entrenamiento físico:

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A partir de este gráfico podemos observar que un 37,18% de los encuestados afirma realizar
entrenamiento tres o más veces a la semana, 18,59% dos veces a la semana, 13,54% una vez
a la semana y un 29,1% afirma no realizar ninguna actividad; además de un 1% que realiza
ejercicio de manera irregular.

12
Al relacionar los datos que tienen en cuenta la frecuencia de entrenamiento físico y las
horas de sueño, podemos observar que el grupo de personas que realiza ejercicio de forma
regular al menos una vez a la semana tiende a dormir más horas que si no hacen ejercicio
nunca.

Haciendo una comparación entre el grupo de personas que nunca hace ejercicio y quienes
realizan 1 vez a la semana, podemos notar que los porcentajes de los que duermen entre 7
a 8 horas son 49,30% y 65,67% respectivamente, por lo que vemos un aumento significativo
en la proporción de personas que duermen en este intervalo de horas, llevándonos a
concluir que una pequeña cantidad de entrenamiento físico a la semana altera los hábitos
del sueño. Considerando los grupos que realizan ejercicio más de una vez a la semana,
observamos una disminución de la proporción, 65,67% (una vez), 59,78% (dos veces),
55,61% (3 o más veces), pero aun así es mayor que la de las personas que no realizan
entrenamiento físico. No consideramos al grupo de encuestados que respondió hacer
ejercicio de manera irregular debido a que no son suficientes para ver una tendencia
significativa.

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Influencia de los hábitos de sueño en el rendimiento académico/laboral:

Al observar el presente gráfico podemos destacar que el 51,4% de la muestra total no siente
que sus hábitos del sueño afectan su rendimiento laboral, mientras que un 48,6% sí siente
que los hábitos que implementa afectan en su rendimiento.
Al solo obtener estos datos a partir del gráfico, decidimos relacionar esta información con la
variable “¿Creen tener buenos hábitos de sueño?” para poder sacar más conclusiones.

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Teniendo en cuenta la relación entre ambas variables, encontramos un patrón donde se
vuelve más evidente que de las personas encuestadas, la mayoría de las que creen tener
buenos hábitos de sueño, aseguran no ver afectado negativamente su rendimiento
académico/laboral. Por otra parte, de quienes creen presentar malos hábitos de sueño, la
mayoría parece indicar que su rendimiento académico/laboral se vio afectado
negativamente.

Influencia de la pandemia en los hábitos del sueño:

A los participantes de la encuesta se les preguntó de qué manera estaba afectando la


pandemia en sus hábitos de sueño. Específicamente, si su influencia había sido negativa o
positiva. Entre las 496 respuestas que recopilamos de los participantes, destacamos 18 que
consideramos representativas, señalando también su edad y género.

Edad Género Pandemia afectó negativamente

“Negativamente, estrés, dedicarle más tiempo a cosas que presencialmente serían


15 Masculino
más fácil, simplemente no hay suficiente tiempo en el día.”

“Negativa, pues al tener el hogar presente, las distracciones más a la mano, el ocio se
18 No binario apodera más de uno, además de un lugar ruidoso en el que vivo solo en la noche me
encuentro en paz.”

“Negativamente, ya que perdí motivación para hacer cosas que hacía y me ayudaban a
18 Masculino
regular mi sueño.”

“Negativamente, solía tener una vida activa, estar en constante movimiento por lo que
19 Femenino no tenía problemas para dormir, pero al estar encerrada en mi casa sin hacer más que
estar frente al computador.”

“Negativa, pues trabajo en salud y ha sido desgastante y siento que eso hace que mi
49 Femenino
descanso no sea tan reparador.”

15
“He tenido períodos de insomnio por lo que he usado medicamentos para inducir el
51 Femenino
sueño.”

“Negativamente, el estrés laboral me restó horas de sueño, perdí el trabajo, estuve


51 Femenino
con depresión.”

“Negativo, porque me desvelo en la noche y lo recupero durmiendo en la mañana


54 Femenino
hasta tarde y no rompo el círculo vicioso.”

Luego de una primera lectura de los resultados, nos percatamos de que la mayoría de las
respuestas de los participantes identifican que la pandemia ha afectado negativamente en
sus hábitos de sueño. Es posible identificar respuestas de todas las edades y géneros. Entre
ellas destacamos participantes que han tenido que recurrir a la toma de medicamentos para
conciliar el sueño, participantes que han perdido su trabajo a causa de la pandemia, y otros
que han perdido su antigua rutina.

Edad Género Pandemia no afectó

51 Masculino “Ha sido lo mismo ya que he tenido que trabajar como siempre.”

70 Femenino “En nada. Estoy pensionada.”

“No me ha afectado mucho, trato de llevar la pandemia lo mejor posible, con mucha
58 Femenino
actitud positiva, además hago mucho ejercicio y eso es una gran ayuda.”

18 Femenino “No me ha afectado, creo que duermo la misma cantidad de horas.”

18 Masculino “Realmente la pandemia no cambió tanto mis hábitos de sueño.”

Vemos que en cierto grupo de personas la pandemia no ha tenido un impacto significativo


en sus hábitos de sueño.

Edad Género Pandemia afectó positivamente

16
“Positiva, porque por primera vez he logrado tener un buen descanso. Tengo energía
17 Masculino para llevar a cabo mi rutina diaria, ya sea con ejercicio físico, cocinar, limpiar,
estudiar.”

“Positivamente, ya que los horarios de mis clases son más flexibles y deja totalmente
18 Femenino
bajo mi responsabilidad el tener una buena organización de mis tiempos.”

“Creo que positivamente, me levanto más temprano que cuando era presencial y
18 Femenino
tengo un horario mejor establecido.”

“Positivamente, porque no tengo que levantarme tan temprano para moverme a la


21 Masculino
universidad.”

19 Masculino “Positivamente, al tener clases online no tengo que levantarme más temprano, por lo
que puedo dormir 7 - 8 horas acostándome más tarde, teniendo así más tiempo para
terminar trabajos o tiempo de ocio.”

Por otro lado, podemos ver que un grupo significativo de personas indica que la pandemia
ha afectado de manera positiva en sus hábitos de sueño, indicando que les ha permitido
mayor flexibilidad y facilidad a la hora de organizar su tiempo.

17
CONCLUSIÓN
De acuerdo con la información y el análisis presentado podemos concluir que el uso
de pantallas y el entrenamiento físico son factores que afectan la calidad del sueño, de
forma negativa y positiva respectivamente. También se puede concluir que la presencia de
siestas no presenta un efecto significativo en la calidad del sueño. El uso de medicamentos
no lo podemos considerar como un factor que afecta directamente el sueño, ya que
usualmente se acude a su uso cuando hay trastornos de sueño preexistentes.
Por otro lado, se analizó si la percepción de los propios hábitos del sueño tiene una
influencia en el rendimiento académico/laboral de los encuestados. El resultado de la
encuesta nos da a entender que quienes son conscientes de sus buenos hábitos tienen
menor tendencia a percibir alteraciones en su rendimiento, a comparación de quienes
tienen malos hábitos, que en su mayoría notan una baja en su rendimiento.

El sueño es un proceso de vital importancia para el correcto funcionamiento del cuerpo,


existen diversas hipótesis que señalan funciones fisiológicas que el sueño favorece y
permite, como también su modificación tras la mala calidad o privación del sueño. Algunas
de las funciones fisiológicas que favorecen el sueño son la detoxificación cerebral,
consolidación de la memoria y el aprendizaje, restauración tisular, conservación de la
energía y la termorregulación cerebral (Torres, 2011). Es por esta razón que es importante
concientizar sobre la importancia del sueño, en especial en el contexto actual de pandemia
que ha tenido más efectos negativos que positivos en los hábitos de muchas personas.

18
Bibliografía
Torres, V., Monteghirfo, R. (2011). Trastornos del sueño. Archivos de Medicina Interna,
33(sSupl. 1).

Anexos

Google sheets: Hojas de cálculo de Google o Google sheets, es una aplicación que permite
crear hojas de cálculo y darles formato, así como trabajar sincrónicamente con otros
usuarios.

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