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Individualismo y Épica Castellana: panorama, Síntesis y Bibliografía

Michael Gerli
Los estudios de la épica española han venido sufriendo una significativa
transformación. Entwistle vio la necesidad de reenfocar el problema de los orígenes de
la épica española concentrando la atención sobre el artista épico y el momento de la
creación. Percibió que obras como PMC aunque compuesto a partir de diferentes
materiales folclóricos, históricos, legendarios y literarios son el resultado de la habilidad
artística, la imaginación y el duro trabajo de poetas individuales. Reconoció que esos
poemas constituyen unidades cuyas propiedades no derivan de la suma de partes y que
nos agregados atomísticos de voces sino totalidades de configuración. Vio que los
textos épicos castellanos no son conmemoraciones efímeras ni exaltaciones populares,
sino deliberadas y estudiadas composiciones que fueron con toda probabilidad creadas
por escrito, y que su habilidad artística corresponde a una personalidad única.
Esta reflexión fue un punto de inflexión en los estudios de la épica hispánica
siendo la espina dorsal de individualismo. Bedier junto con Entwistle conforman el
nudo del individualismo. El segundo puso de manifiesto su creencia en el poeta como
artista. Esto permanece como dogma incambiado de los hispanistas que proponen el
individualismo.
El individualismo se centra no en la transmisión de los poemas épicos que
consideran que fue a través de la recitación oral, sino en los poetas que crearon, en las
fechas, composición y propósito de los textos existentes.
Para Pidal, progenitor de la teoría Neotradicionalista, la épica castellana tenía
sus raíces en una tradición oral visigótica que habría existido en la Alta EM. Según esta
teoría, el poema épico era compuesto por un juglar y cumplía una función
historiográfica y social dentro de la comunidad aún sin letras. Registraba fielmente los
sucesos significativos del paso reciente que resultaban instrumentos para formar y
mantener una identidad colectiva. Su transmisión era oral y dependía de las habilidades
memorísticas e intenciones del juglar, quien tenía la libertad para suprimir, alargar,
modificar los textos como lo viera adecuado según las necesidades de su audiencia.
Las canciones pasaban a través del tiempo de una generación de cantores a la
siguiente y con cada generación sucesiva el texto sufría una evolución orgánica en
temas, morfología y contenido.
A esta teoría Neotradicionalista se opone la postura de Deyermond basado en las
fechas de las influencias cultas y la autoría clerical en la épica castellana. Este autor
acerca del designio e intención de las Mocedades aportó sorprendente evidencia en
favor de la autoría individual. María Lacarra sobre la ideología del PMC puso de relieve
significativas cuestiones en torno del posterior propósito del poema y de la personalidad
de Molina de Aragón, empleado en la cancillería de la familia de Lara. Lacarra concluye
que la obra es una difamación de la prominente familia Castro. Descendientes de García
Ordoñez, en antagonista del Cid. Según esta autora la realidad histórica está
distorsionada en el poema según las necesidades propagandística de una época
posterior. La realidad está artísticamente transformada en ficción comprometida.
La autoría individual del PMC ha recibido fuerte sustento de numerosos estudios
sobre la técnica artística de la obra. La aproximación de Deyermond ha provisto de un
método esencial para revelar la sutileza y coherencia estética subyacentes en la
composición del poema. Hay pautas concertadas de imagen y estilo que no podían ser
resultado fortuito de la composición oral. La conclusión es obvia: la presencia de estas
pautas favorece la probabilidad de la unidad de autoría y de la composición escrita.
Para Colin Smith también la obra evidencia una composición individual
altamente controlada. El autor señala como excelentes los logros artísticos del poema: el
manejo del tema, la concepción de su materia, la acción dramática, el carácter y el
medio tanto social como geográfico.
Deyermond sostiene que el error radica en que se toma solo el punto de vista
historiográfico. Ese es el error metodológico: partir del supuesto que porque las
leyendas épicas españolas contienen mucho que es histórico son en realidad total y
exactamente históricas. Por medio de una intensa atención a la estructuración de
motivos y sucesos en tales leyendas, muestra cómo muchas derivan una de otra y que
poseen una cualidad intrínsecamente literaria tanto como histórica.
Para Colin Smith el autor del PMC no fue otro más que el copista Per Abat.
Concluye que el poema fue escrito en 1207.
En conclusión, los individualistas concuerdan en varios puntos esenciales: los
textos épicos que poseemos no son enteramente populares en su origen y son culta y
conscientemente literarios en su naturaleza. Aunque mayormente anónimos, son
composiciones deliberadas y estudiadas por poetas individuales, no son históricos en el
sentido que reflejen una composición en el tiempo de los sucesos que relatan y que
revelan objetivos específicos artísticos y a menudo propagandísticos. Y finalmente, no
fueron compuestos oralmente sino por escrito. El individualismo no contradice la
posibilidad de la existencia de una tradición oral anterior o inclusive paralela de
leyendas y cantares (cantos noticieros) que podrían haber sido la fuente de algunos de
los rasgos estilísticos y temas de las obras existentes. Sin embargo, el individualismo no
considera los poemas épicos preservados como la perpetuación por escrito de una
hipotética épica oral. Más bien busca devolver la atención sobre el texto mismo y al
poeta como creador reconociendo que la gran poesía no es rápidamente convocada y
ciertamente nunca por un grupo.-

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