Traducido del inglés al español - www.onlinedoctranslator.
com
The Global Competitiveness Report Special Edition 2020: Cómo se están desempeñando los países en el camino hacia la recuperación
Resumen ejecutivo
La edición especial 2020 de El Informe de Competitividad
Global (GCR) La serie surge en un momento histórico
muy difícil e incierto. El brote de la pandemia de
COVID-19 no solo ha provocado una crisis de salud
mundial y una profunda recesión económica, más
profunda que la recesión durante la crisis financiera de
2008-2009, sino que también ha creado un clima de
profunda incertidumbre sobre las perspectivas futuras.
En este momento crucial, hay un creciente llamado a
“reconstruir mejor”. Si bien la prioridad inmediata es
responder a la crisis de salud, este momento también ofrece
una oportunidad única para reflexionar sobre los impulsores
fundamentales del crecimiento y la productividad que se han
degradado desde la crisis financiera. También es un momento
para determinar cómo podemos dar forma a nuestros
sistemas económicos en el futuro para que no solo sean
productivos sino que también conduzcan a la sostenibilidad
ambiental y la prosperidad compartida.
El Informe de Competitividad Global Desde su primera edición, la
serie ha tenido como objetivo impulsar a los formuladores de
políticas más allá del crecimiento a corto plazo y apuntar a la
prosperidad a largo plazo. La edición 2019 de laInforme de
Competitividad Global mostró cómo las tendencias decrecientes
en aspectos fundamentales de la productividad han sido
enmascaradas por una política monetaria acomodaticia de larga
data, pero han seguido siendo cuellos de botella para fortalecer
el desarrollo económico.
Este momento inusual exige cambios de política innovadores
y muy necesarios. Por lo tanto, en 2020 se detuvieron las
clasificaciones del Índice de Competitividad Global (GCI) de
larga data. En cambio, esta edición especial está dedicada a
profundizar en las prioridades para la recuperación y
reactivación, y a considerar los componentes básicos de una
transformación hacia nuevos sistemas económicos que
combinan objetivos de "productividad", "personas" y
"planeta". En 2021, el informe volverá a ser un ejercicio de
evaluación comparativa que proporcionará una nueva brújula
para la dirección futura del crecimiento económico.
Esta edición especial analiza las tendencias históricas sobre los
factores de competitividad, así como las ideas más recientes sobre
las prioridades futuras. Brinda recomendaciones frente a tres
líneas de tiempo: a) aquellas prioridades que emergen del análisis
histórico previo a la crisis sanitaria; b) aquellas prioridades
necesarias para reiniciar la economía, más allá de las respuestas
inmediatas a la crisis de COVID-19, al tiempo que se integran a las
personas y el planeta en las políticas económicas (reactivación en
los próximos 1-2 años); y c) aquellas prioridades y políticas
necesarias para reiniciar los sistemas económicos a largo plazo
para lograr una prosperidad sostenible e inclusiva en el futuro
(transformación en los próximos 3 a 5 años).
Las recomendaciones y los plazos se agrupan en cuatro
amplias áreas de acción: 1) reactivar y transformar el entorno
propicio, 2) reactivar y transformar el capital humano, 3)
reactivar y transformar los mercados, y 4) reactivar y
transformar el ecosistema de innovación. También se
proporciona una evaluación inicial de los países sobre la
preparación para la transformación que convierte las
prioridades clave en medidas cuantitativas para 37
economías.
Las principales conclusiones del informe se resumen a continuación.
Reactivar y transformar el
entorno propicio
– Antes de la crisis de la COVID-19, un problema de larga data
había sido la erosión continua y constante de las
instituciones, como lo demuestran los controles y
equilibrios decrecientes o estancados y los indicadores de
transparencia. En este contexto, en la fase de reactivación,
los gobiernos deberían priorizar la mejora de la capacidad
de pensamiento a largo plazo dentro de los gobiernos y
mejorar los mecanismos para prestar servicios públicos,
incluida una mayor digitalización de los servicios públicos.
En la fase de transformación, los gobiernos deben trabajar
para garantizar que las instituciones públicas incorporen
sólidos principios de gobernanza y recuperar la confianza
del público sirviendo a sus ciudadanos.
– Una segunda área de preocupación antes de la pandemia de
2020 eran los altos niveles de deuda en economías
seleccionadas, así como el aumento de las desigualdades.
Las medidas de emergencia y de estímulo han llevado la
deuda pública, que ya era alta, a niveles sin precedentes,
mientras que las bases impositivas han seguido
erosionándose o cambiando. Para responder a estos
problemas, en la fase de reactivación, la prioridad debe ser
preparar medidas de apoyo para países de bajos ingresos
altamente endeudados y planificar el futuro
desapalancamiento de la deuda pública. A más largo plazo
(fase de transformación), los países deberían centrarse en
pasar a una tributación más progresiva, reconsiderando
cómo se gravan las empresas, la riqueza y el trabajo. Esto
requerirá tanto reformas nacionales como el establecimiento
de un marco de cooperación internacional.
– Antes de la crisis de la COVID-19, a pesar de las importantes
expansiones del acceso a las TIC, la disponibilidad y el uso de
las TIC seguían estando lejos de ser universales. La crisis de
la COVID-19 ha acelerado la digitalización en las economías
avanzadas y ha hecho que ponerse al día sea más difícil para
los países o regiones que estaban rezagados antes de la
crisis.
5
 Para abordar este desafío, en la fase de reactivación, los
países deben actualizar los servicios públicos y otras
infraestructuras, así como cerrar la brecha digital dentro y
entre los países, tanto para las empresas como para los
hogares. En la fase de transformación, la prioridad debe
ser la mejora de la infraestructura para ampliar el acceso
a la electricidad y las TIC y, al mismo tiempo, acelerar la
transición energética.
Reactivar y transformar el
capital humano
– Durante varios años antes de la crisis, los desajustes de
habilidades, la escasez de talentos y el creciente
desajuste entre los incentivos y las recompensas para
los trabajadores se habían señalado como problemas
para promover la productividad, la prosperidad y la
inclusión. Debido a la pandemia y la posterior
aceleración de la adopción de tecnología, estos desafíos
se han vuelto aún más pronunciados y se han agravado
aún más por las pérdidas permanentes y temporales de
empleo e ingresos. Para abordar estos problemas, los
países deben centrarse en la fase de reactivación en la
transición gradual de los esquemas de licencia a nuevas
oportunidades del mercado laboral, ampliando los
programas de actualización y mejora de las habilidades
y repensando las políticas activas del mercado laboral.
En la fase de transformación, los líderes deben trabajar para
actualizar los planes de estudios educativos y ampliar la inversión
en las habilidades necesarias para los puestos de trabajo en los
"mercados del mañana" y, en paralelo, repensar las leyes laborales
para la nueva economía y utilizar nuevas tecnologías de gestión del
talento para adaptarse a las nuevas necesidades. de la mano de
obra
– La crisis de la COVID-19 ha puesto de relieve un segundo problema:
cómo la capacidad de los sistemas de salud se ha quedado
rezagada frente al aumento de la población en el mundo en
desarrollo y el envejecimiento de la población.
en el mundo desarrollado. Para responder a esta tendencia,
los países deben expandir la capacidad del sistema de salud
en la fase de reactivación para manejar la doble carga de la
pandemia actual y las futuras necesidades de atención
médica. A más largo plazo (transformación), debería haber
un esfuerzo por ampliar la infraestructura y la innovación en
el cuidado de los ancianos, el cuidado de los niños y la
atención de la salud.
Reactivar y transformar los
mercados
– Durante la última década, si bien los sistemas financieros se
han vuelto más sólidos en comparación con la situación
anterior a la crisis financiera, continuaron mostrando cierta
fragilidad, incluido el aumento de los riesgos de deuda
corporativa y los desajustes de liquidez.
Además, el acceso a la financiación, a pesar de los esfuerzos
para aumentar la inclusión en los últimos años (incluso a
través de aplicaciones fintech), no está suficientemente
generalizado. En este contexto, en la fase de reactivación los
países deberían priorizar el refuerzo
estabilidad de los mercados financieros, al mismo tiempo
que comienza a introducir incentivos financieros para que
las empresas participen en inversiones sostenibles e
inclusivas. En la fase de transformación, la atención debe
cambiar para crear incentivos para dirigir los recursos
financieros hacia inversiones a largo plazo, fortaleciendo la
estabilidad mientras continúa expandiendo la inclusión.
– Antes de la crisis, había una creciente concentración del
mercado, con grandes brechas de productividad y
rentabilidad entre las principales empresas de cada
sector y todas las demás; y es probable que las
consecuencias de la pandemia y la recesión asociada
exacerben estas tendencias. Para abordar este
problema, los países en la fase de reactivación deben
lograr un equilibrio entre las medidas continuas para
apoyar a las empresas y evitar la consolidación excesiva
de la industria con suficiente flexibilidad para evitar
mantener a las “empresas zombis” en el sistema. En la
fase de transformación, los países deben repensar los
marcos de competencia y antimonopolio necesarios en la
Cuarta Revolución Industrial, asegurando el acceso al
mercado, tanto a nivel local como internacional.
Como política complementaria, los países deben
facilitar la creación de “mercados del mañana”,
especialmente en áreas que requieren
colaboración público-privada.
– Una tercera tendencia que ha surgido en esta área es la
reducción en curso de la apertura comercial y el
movimiento internacional de personas, ahora muy
estancado debido a la pandemia. Tanto en las fases de
reactivación como de transformación, los países deben
sentar las bases para equilibrar mejor el movimiento
internacional de bienes y personas con la prosperidad
local y la resiliencia local estratégica en las cadenas de
suministro.
Reactivar y transformar el
ecosistema de innovación
– En esta área, recientemente había surgido una paradoja: una
evolución positiva de la cultura emprendedora en la
última década, pero la creación de nuevas empresas y
tecnologías de punta se había estancado. La tecnología se
ha rezagado especialmente en la capacidad de brindar
soluciones al consumo de energía, las emisiones y
satisfacer la demanda de servicios sociales inclusivos. Para
gestionar estas complejidades, los países deberían, en la
fase de reactivación, ampliar las inversiones públicas en
I+D, incentivar
capital riesgo e I+D en el sector privado, y promover la
difusión de tecnologías existentes que apoyen la creación
de nuevas empresas y el empleo en los “mercados del
mañana”. A más largo plazo (transformación), los países
deberían crear incentivos que favorezcan las inversiones
pacientes en investigación, innovación e invención, apoyar
la creación de nuevos "mercados del mañana" e incentivar
a las empresas a adoptar la diversidad, la equidad y la
inclusión para mejorar la creatividad.
6
Evaluación de la preparación para
la transformación económica
Al agregar las 11 prioridades que surgen de este análisis para
la fase de transformación económica, el informe brinda una
medida preliminar de la “preparación para la transformación”
de los países. Este marco novedoso utiliza las últimas
estadísticas disponibles para medir la posición actual de los
países en este proceso. Este ejercicio cubre un pequeño
conjunto de países (37), midiendo solo aquellas prioridades
para la transformación económica en lugar del conjunto
completo de factores necesarios para impulsar la
productividad, la sostenibilidad y la prosperidad compartida.
El objetivo de este ejercicio es triple. Primero, mapea las
áreas de prioridad contra los puntos de datos disponibles en
un esfuerzo por definir mejor las acciones y/o políticas
necesarias para “reconstruir mejores” economías que sean
productivas, sostenibles e inclusivas. En segundo lugar,
proporciona una instantánea de la situación actual en cada
uno de los 37 países, evaluando hasta qué punto muchos
países están en camino de transformar sus economías. En
tercer lugar, destaca dónde se encuentran las brechas de
datos clave en la evaluación de las políticas y el desempeño
nacionales actuales.
Si bien se observa que las estadísticas disponibles son
insuficientes para medir todos los aspectos para lograr la
transformación económica, los resultados muestran que
ningún país está aún completamente listo para
transformarse. Sin embargo, entre las políticas medibles
actualmente, el 'modelo nórdico' se destaca como el más
prometedor en el cambio hacia un sistema económico
productivo, sostenible e inclusivo.
Evaluación de la resiliencia y las
interrupciones de crisis a través del
sentimiento empresarial
El impacto de la actual crisis sanitaria tuvo un
profundo impacto en la percepción de los líderes
empresariales, captada por la Opinión Ejecutiva
Encuesta. Las percepciones en algunas áreas indicaron que el
progreso se estancó o disminuyó críticamente durante la
crisis, mientras que en otras hubo una marcada mejora en
comparación con las tendencias anteriores. Las 5 áreas
principales que experimentaron el mayor movimiento a la
baja en las economías avanzadas fueron Competencia en
servicios de red, Colaboración entre empresas, Competencia
en servicios profesionales, Competencia en servicios
minoristas y Facilidad para encontrar empleados calificados;
mientras que en las economías emergentes estos fueron los
costos comerciales del crimen y la violencia, la independencia
judicial, el crimen organizado, el grado de dominio del
mercado y la confianza pública en los políticos.
Las 5 áreas principales que experimentaron el mayor movimiento
ascendente fueron la capacidad de respuesta del gobierno al
cambio, la colaboración dentro de una empresa, la disponibilidad
de capital de riesgo, la protección de la red de seguridad social y la
solidez de los bancos en las economías avanzadas; y la
colaboración dentro de una empresa, la capacidad de respuesta
del gobierno al cambio, la eficiencia de los servicios de tren, la
disponibilidad de capital de riesgo y la capacidad del país para
atraer talento en las economías emergentes.
La Encuesta de Opinión Ejecutiva también ayuda a identificar
algunas características comunes que ayudaron a los países a
gestionar mejor el impacto de la pandemia en su economía y
su gente. Basado en la evaluación de los líderes
empresariales i) digitalización económica y habilidades
digitales; ii) redes de seguridad y solidez financiera; iii)
gobernanza y planificación; y iv) el sistema de salud y la
capacidad de investigación han contribuido a la resiliencia de
los países ante la crisis sanitaria.
7
 Tendencias e impacto de la crisis Renacimiento Transformación
De la crisis financiera a la crisis pandémica Prioridades para los próximos 1-2 años Prioridades para los próximos 3-5 años

Mejorar la capacidad de pensamiento a

Ha habido una erosión constante de las instituciones en todas
las regiones, incluidos controles y equilibrios más débiles y
menos transparencia.
Garantizar que las instituciones públicas
largo plazo dentro de los gobiernos y los
integren principios sólidos de gobernanza y una
mecanismos para brindar servicios
visión a largo plazo y generen confianza al
públicos y apoyar las intervenciones de
sirviendo a sus ciudadanos
políticas digitalmente.

Mejorar los servicios públicos y otras

El acceso y el uso de las TIC han ido mejorando a nivel mundial,
Reviviendo y infraestructuras.
pero siguen lejos de ser universales, y la crisis de la COVID-19 ha Actualice la infraestructura para acelerar
transformando
dificultado que las economías en desarrollo se pongan al día, al la transición energética y ampliar
la habilitación Priorizar el cierre de la brecha digital dentro de
tiempo que ha profundizado la digitalización de las economías acceso a la electricidad y las TIC.
ambiente los países y entre ellos, tanto para las empresas
avanzadas.
como para los hogares.

Cambiar a impuestos más progresivos,

Preparar medidas de apoyo para países
Las medidas de emergencia y de estímulo han llevado la repensar cómo las corporaciones, la riqueza
altamente endeudados y de bajos ingresos y
deuda pública, que ya era alta, a niveles sin precedentes, en y el trabajo están gravados, a nivel
planificar el futuro desapalancamiento de la
un contexto de bases impositivas cambiantes. nacional y en una cooperativa internacional
deuda pública.
marco de referencia.

La escasez de talento se ha vuelto más pronunciada,

respaldada por sistemas educativos obsoletos. Actualizar los currículos educativos y expandir la
Ampliar el reciclaje y la mejora de las
inversión en las habilidades necesarias para los
habilidades emergentes, combinado con
Existe un déficit particular en las habilidades digitales y otras habilidades trabajos y los “mercados de
políticas activas del mercado laboral.
de la nueva economía a medida que la tecnología altera los mercados mañana".
laborales.
Reviviendo y
transformando Gestionar una transición gradual de los Repensar las leyes laborales y la
Hay incentivos y recompensas desalineados para los
capital humano planes de licencia a nuevas protección social para la nueva economía y
trabajadores.
oportunidades en el mercado laboral. las nuevas necesidades de la mano de obra.

Los servicios de salud, la infraestructura y el talento se han quedado Ampliar la capacidad del sistema de salud para Ampliar la infraestructura, el acceso y la innovación para

atrás de dos tendencias demográficas dominantes: el aumento de gestionar la doble carga de la pandemia actual y el cuidado de los ancianos, el cuidado de los niños y la

la población en el mundo en desarrollo y el envejecimiento de la las futuras necesidades de atención médica. atención de la salud en beneficio de

población en el mundo desarrollado. gente y la economia.

Garantizar mercados financieros estables,
un sistema financiero sólido y ampliar el
Después de la crisis de 2007-2008, los sistemas financieros se
acceso y la inclusión. Aumentar los incentivos para dirigir la financiación
han vuelto más sólidos, pero siguen teniendo algunas fuentes
recursos hacia inversiones a largo
de fragilidad, incluidos mayores riesgos de deuda corporativa
Crear incentivos financieros para que las plazo, fortalecer la estabilidad y
y desajustes de liquidez, y no son lo suficientemente inclusivos.
empresas participen en prácticas ampliar la inclusión.
sostenibles e inclusivas y
Reviviendo y inversiones.
transformando Repensar los marcos de competencia y
La concentración del mercado ha tenido una tendencia creciente en
mercados antimonopolio necesarios en la Cuarta
las economías avanzadas, con grandes brechas de productividad y
Sentar las bases para equilibrar mejor el Revolución Industrial, asegurando el
rentabilidad entre las principales empresas y todas las demás en
movimiento internacional de bienes y acceso al mercado, tanto a nivel local como
cada sector.
personas con la prosperidad local y la internacionalmente.

resiliencia local estratégica en las cadenas

La apertura comercial y el movimiento internacional de
de suministro. Facilitar la creación de “mercados de
personas han tenido una tendencia a la baja desde la
mañana”, especialmente en áreas que
crisis financiera.
requieren de la colaboración público-privada.

La cultura empresarial se ha fortalecido en la última década, pero no

se ha traducido plenamente en la creación de nuevas empresas. Incentivar y ampliar las inversiones de los
Ampliar las inversiones públicas en I+D e
pacientes en investigación, innovación e
incentivar el capital riesgo, la I+D en el
Reviviendo y invención que puedan crear nuevos
sector privado y la difusión de tecnologías
transformando Hay una falta de creación sostenida de tecnologías “mercados del mañana”.
existentes que apoyen la creación de
la innovación innovadoras y, donde ha habido innovación, no ha
nuevas empresas y el empleo en los
ecosistema tenido mucho éxito en ofrecer soluciones para Incentivar a las empresas para que adopten la
"mercados del mañana".
aumentar el consumo de energía, gestionar las diversidad, la equidad y la inclusión para

emisiones y satisfacer la demanda de servicios potenciar la creatividad.

sociales inclusivos.