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El franquiciante no se ve obligado a realizar una inversión para una filial, toda vez que
para su expansión aprovecha la actividad de los franquiciados.
Esta figura es una solución que permite mantener las pequeñas y medianas empresas,
evitando su sustitución por filiales o sucursales.
Se eleva la calidad de los bienes y los servicios, todo lo cual redunda en un beneficio
para los consumidores. 13
5. No mantiene una relación laboral con el franquiciado y con los empleados del
franquiciado, pues franquiciante y franquiciado son personas independientes.
Si bien debe controlar las actividades del franquiciado, esta facultad puede ser
dificultada por las distancias geográficas.
La mala gestión por parte del franquiciado influye en el éxito o fracaso de la franquicia.
10. VENTAJAS PARA EL FRANQUICIADO
Se vale del uso de una marca conocida y exitosa en el mercado, lo que disminuye el
riesgo se iniciar un negocio.
No debe hacer inversión en investigación de mercados o técnicas.
2. Debe repartir sus beneficios con el franquiciante, pues debe cancelarle no solo un
monto por adquirir la franquicia, sino también un monto correspondiente a una porción
predeterminada de sus ingresos.
12. De manera que, los autores coinciden en que las características del contrato de
franquicia son las siguientes
1. DEPÓSITO MERCANTIL
Regulado por el Código de Comercio. Es aquel por medio del cual una persona llamada
depositante, entrega una cosa a otra llamada depositario, para su guarda y custodia, quien
adquiere la obligación de devolverla dentro del plazo establecido. Por regla general, el depósito
mercantil es oneroso.
3. ELEMENTOS:
3. Formales:
Varía según la naturaleza y organización empresarial del sujeto depositario. Puede ser
que se formalice mediante simple acuerdo verbal, por un contrato de adhesión; y por
escrito, como en el caso del depósito bancario o el que se hace en los almacenes
generales de depósito.
4. CARACTERÍSTICAS:
Clases de depósito:
1- Por la retribución:
- Retribuido: casi en todos los casos
- Gratuito: en casos excepcionales (pacto entre las partes).
2- Por su objeto:
- De dinero
- De títulos valores
- De mercancías en general
5- Según su contenido:
- Regular: su contenido típico es conservar la cosa y devolverla con sus aumentos al depositante,
la restitución pone fin al contrato. La responsabilidad del depositario en cuanto a la
conservación de la cosa es amplia, ya que por la retribución que recibe debe tener especial
cuidado en asegurar la misma, será responsable por los daños causados por dolo, culpa o
negligencia, así como por los causados por la naturaleza o vicio de las cosas. En el caso de
depósito de dinero ya sea con especificación del numerario o se entreguen sellados.
- Irregular: Cuando el depositario hace suya la cosa recibida, limitándose su obligación a
devolver una cantidad igual. Esto surge en el depósito de cosas fungibles, el depositario
adquiere su propiedad y puede consumirlas, devolviendo al final otras de la misma especie y
calidad.
Un caso especial es aquél en que se entregan cosas consumibles que pueden identificarse o
individualizarse, como, por ejemplo, cuando se entrega dinero dentro de un sobre cerrado. En
este supuesto el depósito se considerará regular, debiendo el depositario devolver la misma cosa
que se le entregó. Los riesgos de dicho depósito corren a cargo del depositario, siendo de su
cuenta los daños que sufran, si no prueba que fueron por fuerza mayor o caso fortuito.
Una vez analizada la figura del depósito, que corresponde al tema central de este trabajo, y
concebido éste como el contrato por medio del cual una persona entrega una cosa a otra, para que
ésta la conserve en su poder, y se la restituya cuando aquella así lo requiera. Esta es la idea
general de que es un depósito en materia de derecho.
Podemos reconocer que la causa especifica del contrato de depósito nos indica que la principal
obligación del depositario es la de guardar o custodiar la cosa que se le entregó. La obligación de
guarda y de custodia consiste en una obligación de hacer que el depositario asuma frente al
depositante, y se sustancia en la conservación de la cosa, en el mantenimiento de la misma en la
forma que tenga y en su preservación de los posibles daños. Dicha obligación de custodia entraña
un deber de diligencia y a la vez una responsabilidad por las perdidas y menoscabos. Quien
recibe un depósito está obligado a emplear en su guarda y conservación el cuidado y diligencia
que acostumbra respecto de sus propios bienes, la omisión de ese deber apareja condenación en
daños y perjuicios, ya que revela un descuido por parte del guardador.
Procuramos analizar de una manera adecuada cada uno de los diferentes contratos de depósito, y
si bien es cierto por definición mientras el contrato de depósito civil es naturalmente gratuito, el
depósito mercantil es remunerado, ya que el depositante debe pagar una suma al depositario
como contraprestación por el servicio prestado. En el caso del bancario, el depósito es para los
bancos la operación pasiva por excelencia, porque a la vez es su principal fuente de captación.
Siguiendo esta línea, y a diferencia de lo que sucede con los llamados depósitos irregulares, en el
depósito clásico el depositario es un mero tenedor por cuenta y en nombre del depositante. Como
consecuencia debe devolver los bienes recibidos en el mismo estado y aun con los frutos o
productos que los hayan enriquecido durante el lapso del depósito.
El préstamo mercantil