FACULTAD DE

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

Jurisdicción Voluntaria

AUTOR (ES):

ASESOR (A)(ES):

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 CONTENIDO

INTRODUCCIÓN..................................................................................................3

OBJETIVOS DEL INFORME................................................................................4

1.1. Objetivo General........................................................................................4

1.2. Objetivos Específicos.................................................................................4

LA JURISDICCIÓN VOLUNTARIA.......................................................................5

1.3. Antecedentes.............................................................................................5

1.4. Sujetos y Objeto de los Actos de Jurisdicción Voluntaria.........................5

1.5. Impugnación de los Actos de Jurisdicción Voluntaria...............................8

1.6. Actos Materia de Jurisdicción Voluntaria...................................................9

1.7. La Jurisdicción Voluntaria Notarial..........................................................10

CONCLUSIONES...............................................................................................14

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS...................................................................15

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 INTRODUCCIÓN

De acuerdo a Cabanellas (2017); se considerará como jurisdicción

voluntaria a todos los actos que requieren o requieran la intervención de un

juez sin generar problemas entre las partes conocidas e identificadas dentro del

proceso; en este tipo de acción no hay excepción por solemnidades prescritas

bajo norma, ya que únicamente se reconocen los instrumentos presentados y

las razones sobre ellos.

En este sentido, en este tipo de casos únicamente surgirá la controversia

siempre que alguna persona que tenga interés en el caso en concreto se

oponga, sin que esto cambie las circunstancias de las partes dentro del

proceso y el objeto del mismo al momento de la iniciación del proceso; de

acuerdo con los procedimientos de jurisdicción pertinentes. De igual forma, el

juez podrá modificar su decisión sin estar sujeto a los términos ni a la forma

prescritos en la jurisdicción impugnada, salvo que se trate de un auto definitivo

o de un auto apelable. Los asuntos de esta jurisdicción incluyen adopción,

nombramiento de tutores, depósitos personales, testamentos y transferencias

de propiedad a menores y personas con discapacidad. Esto también se llama

jurisdicción voluntaria, donde las partes se someten voluntariamente a la

jurisdicción de un juez que generalmente es no tiene competencia para el caso

en concreto. El procedimiento de jurisdicción voluntaria tiene por objeto dejar

constancia de hechos o actuaciones que no son objeto de controversia entre

las partes y que tienen, o habrían tenido, fuerza jurídica de haber resultado

perjudicada alguna persona en particular.

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 OBJETIVOS DEL INFORME

1.1. Objetivo General

Definir el concepto de jurisdicción voluntaria de acuerdo a lo que

establece nuestro ordenamiento jurídico.

1.2. Objetivos Específicos

Establecer la definición de jurisdicción voluntaria y los procesos incluidos

en ella.

Establecer la diferencia entre la jurisdicción ordinaria y la jurisdicción

voluntaria.

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 LA JURISDICCIÓN VOLUNTARIA

2.1. Antecedentes

En general, la jurisdicción contenciosa se constituye cuando ante un

posible acuerdo, dentro del proceso, surge una disputa o conflicto entre las

partes; por lo que es necesario la intervención de un juez y se necesita una

decisión para resolver el problema. Entonces se evidencia una demanda,

disputa o discusión en curso. La jurisdicción relevante es la jurisdicción misma.

Según el caso, la jurisdicción contenciosa puede ser de varios tipos: civil,

penal, constitucional, comercial, laboral, agraria y contenciosa administrativa.

También existe jurisdicción sobre los conflictos militares en los que los

miembros de las fuerzas armadas activas están sujetos a delitos y faltas

puramente militares.

2.2. Sujetos y Objeto de los Actos de Jurisdicción

Voluntaria

La jurisdicción voluntaria es así lo contrario de la jurisdicción contenciosa

donde, como se mencionó anteriormente, hay una disputa en la que intervienen

dos partes, dentro de la jurisdicción voluntaria no se configura controversia ni

contienda entre las partes. Estos son casos que conoce un juez para

pronunciar ciertos actos o pronunciar ciertas decisiones en las que las partes

del proceso se benefician en condiciones iguales y no existe contienda.

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 Doctrinariamente se sostiene que la jurisdicción voluntaria está presente

en:

- La actividad de los árbitros dentro de los procesos no contenciosos

se considera como jurisdicción voluntaria

- La actividad que realizan los jueces convencionales, los mismos que

pueden interponer sus oficios dentro de procesos no contenciosos.

- En los supuestos de que la jurisdicción se prorrogue, se aplica la

jurisdicción voluntaria.

Sobre el primer punto, lo que inherentemente identifica el proceso

voluntario es el desacuerdo de las partes, y es justo decir que en nuestras

instancias ordinarias de justicia no tenemos ese tipo de jurisdicción, porque en

una instancia voluntaria los árbitros toman la decisión arbitral y ellos resolverán

la disputa, que en condiciones normales seria decidida por los jueces

ordinarios, es decir, sí hay existe una controversia entre las partes.

En este análisis es más importante en los casos en que los árbitros

actúan como jueces ordinarios y adaptan sus procedimientos (por ejemplo,

laudos) para ajustarse a la ley existente en la materia. Este tipo de jurisdicción

se denomina jurisdicción voluntaria y tradicionalmente se describe como

jurisdicción voluntaria porque las partes deciden voluntariamente someter la

disputa a un árbitro ahora o en el futuro. Dependen de su designación y se

ajustan plenamente a la voluntad y libertad de acción de las partes. Es, por

supuesto, una jurisdicción voluntaria de la controversia impugnada en la

contienda, de carácter voluntario porque es a pedido de las partes que se

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sustraen sus diferencias de la jurisdicción judicial ordinaria hacía la justicia

impartida por los árbitros.

La segunda forma de proceso voluntaria ya mencionada es la propia

llamada jurisdicción voluntaria. Hay un proceso legal, conoces un juez

ordinario, hay una solución, no hay conflicto; el juez ordinario ejerce jurisdicción

e interviene en los casos no controvertidos por las partes. En este tipo de

proceso por voluntad, consiste en acciones ante un juez, por la celebración de

alguna acción o el anuncio de alguna decisión, el voluntario desaparece.

Si los interesados necesitan de estos trámites o resoluciones en

beneficio propio o para proteger sus intereses, deben ser ejecutados por el

juez, no porque quieran o quieran. Por las razones anteriores, algunas

personas dicen que la mencionada jurisdicción a voluntad no es ni un proceso

ni mucho menos voluntario. No es un proceso porque involucra disputas entre

las partes, y no tiene el carácter voluntario dado que en diversos escenarios la

misma norma exige la participación de un juez.

Según Couture, los autores señalan que la justicia a voluntad a menudo

desempeña un rol administrativo más que de jurisdicción. Esta importantísima

propuesta requiere ser cuidadosamente analizada, pues un acto administrativo

puede definirse como aquel dictado por una autoridad pública a instancia de

parte o de oficio para delinear la norma, impulsar su correcta puesta en

práctica, aplicarla en un supuesto concreto o resolver disputas entre las partes.

Por lo que contiene, tiene por objeto el bien común, el desarrollo de las

intervenciones públicas, la interacción de la norma en casos específicos; por su

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eficacia siempre está sujeta a control judicial; pero su función es desarrollar

leyes, promueve el desarrollo gradual y progresivo de la jerarquía del orden

jurídico. En un concepto tan amplio que queremos abarcar tanto lo general

como lo particular, se puede reconocer que los procesos de justicia a voluntad

son de carácter administrativo, ya que no suelen establecerse de oficio, sino a

instancia de parte; tratan de aplicar la ley a casos concretos y aceptan

solicitudes legítimas; se centran en la vigencia de la misma ley en sus

jerarquías progresivas; como no aceptan la cosa juzgada, siempre permiten el

juicio en la sede de la jurisdicción; entonces la dificultad de esta tarea surge del

mismo problema, porque las dificultades de Jurisdicción son en gran parte

consistentes. Sin embargo, al no existir elemento de cosa juzgada, es

fundamental la limitación de los actos jurisdiccionales, lo que impide que los

actos extrajudiciales se incorporen a los actos jurisdiccionales.

2.3. Impugnación de los Actos de Jurisdicción Voluntaria

En contra parte de las acciones que se desarrollan dentro de una

jurisdicción contenciosa, porque el ejercicio de la jurisdicción implica

necesariamente un conflicto entre las partes; un juez en un caso extrajudicial

voluntario, puede cambiar completamente o modificar órdenes secundarias,

que no están sujetas a los términos o forma prescritos en el caso, salvo las

sentencias firmes sin apelación, salvo que se compruebe que existen diferentes

circunstancias a las que las originaron.

Sin embargo, dentro de los procesos, de jurisdicción voluntaria, se

necesita la intervención de la fiscalía, cuando:

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 - Se vean afectados intereses de carácter público.

- Este referido a personas con capacidad relativa.

- Cuando este estipulado por la norma, de forma expresa.

Dado que la característica sustancial de los procedimientos no

jurisdiccionales es la ausencia de controversia, si el interesado tiene base legal

para objetar, el juez la tomará en cuenta en lo necesario y continuará

interviniendo en el auto. Sin embargo, una decisión final dictada en un

procedimiento no jurisdiccional admite la apelación y tiene las siguientes

características:

- Podría tener carácter suspensivo si es que es interpuesta por quien

motiva la diligencia.

- Podría tener efecto devolutivo, si es que quien recurre es una persona

ajena al proceso, a propuesta del juez o de manera voluntaria.

2.4. Actos Materia de Jurisdicción Voluntaria

Dentro de nuestra jurisdicción se tiene en cuenta los siguientes

procesos:

- Para nombrar un tutor o curador.

- Cuando se trate sobre derechos de personas con capacidad relativa.

- Para los procesos de adopción.

- Para procesos de dominio.

- Para procesos de deslinde.

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 - Para procesos en los que intervienen menores con emancipación por

matrimonio, y respecto de sus patrimonios.

- Sobre procesos de depósitos para personas con capacidad relativa.

- Sobre procesos de depósitos de incapacitados.

- Sobre procesos de suplencia de la acción de consentimiento sobre

quienes tienen la patria potestad en supuestos donde personas

menores de edad pretenden matrimonio.

2.5. La Jurisdicción Voluntaria Notarial

Las facultades notariales se extienden al derecho de corte privado, toda

vez que sus actos se refieran a los hechos en su oficio, contratos y

declaraciones y hechos de los que sea testigo, salvo que estos hechos

pertenezcan a contratos. Esta relación jurídica nacida del acta notarial debe ser

inmune a cualquier litigio o disputa, ya que se convierte en un proceso judicial

que deja la jurisdicción del notario y continúa en la actividad jurídica

convencional.

El proceso a través de la jurisdicción por voluntad, justamente por su

característica de tipo extrajudicial, puede estar sujeta a una función notarial

más que a una función judicial, aunque toda jurisdicción voluntaria entre

nosotros, con muy pocas excepciones, es un asunto judicial.

El autor Márquez (2009), manifiesta que el concepto de jurisdicción

voluntaria es utilizado de forma impropia, toda vez que este tipo de procesos no

resulta voluntario, ni mucho menos se somete a una jurisdicción; y se reduce

únicamente a constituirse como una facultad de la administración pública de

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derecho privado que el Estado tiene a bien a ejercer de forma preventiva, con

la operación de las instancias judiciales respectivas para finalmente fijar

relaciones procesales o actuar sobre las preexistentes.

La jurisdicción en sí misma es una facultad del estado responsable de

aplicar reglas abstractas de ordenamiento jurídico a cuestiones específicas

relacionadas con procesos judiciales. La jurisdicción voluntaria es tan

altamente administrativa y subordinada al poder judicial que los jueces y

tribunales la consideran una práctica anómala. La tarea de la función del

notario es dar una realidad válida a los derechos privados; si el notario es

responsable de la administración estatal de estos derechos privados, entonces

él es, por supuesto, el funcionario que implementa estos derechos privados; lo

cual ha sido ampliamente desarrollado y aceptado por la comunidad

internacional y la doctrina difundida respecto del tema.

En este sentido, la participación de un juez en un acto de proceso

voluntario es únicamente para dar autenticidad al acto o para comprobar su

conformidad con la forma, agregando que este es un supuesto en que el

juzgador realiza funciones de orden administrativo. En principio, se entiende

por jurisdicción discrecional el ejercicio de la competencia de un juez en

acciones o casos que no reconocen contradicciones de naturaleza, limitando

las facultades, el reconocimiento y el valor jurídico de estas acciones. Como

principio rector en el derecho natural del sistema notarial de mi país, los

notarios son considerados como componentes y autores de los documentos

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oficiales y al servicio de la ley. Por naturaleza, la capacidad intelectual de una

disciplina o función que cae dentro de sus atribuciones.

Sobre esta jurisdicción, podemos encontrar los siguientes procesos que

se entienden como voluntarios:

 Rectificación de Partidas. - Para la corrección de nombres, apellidos,

fechas de nacimiento, matrimonio, defunción u otros errores y

omisiones que aparezcan en el contenido del propio envío o en otros

documentos acreditativos. En el certificado no se podrá modificar en

ningún caso el nombre o apellido de la persona, el sexo u otra

información que no sea manifiestamente incorrecta en el trámite

notarial.

 Patrimonio familiar. - Pueden reclamar: los bienes de cualquiera de

los cónyuges en su propio patrimonio; mutuo acuerdo entre marido y

mujer sobre el patrimonio social; progenitores viudos o divorciados

en su propio patrimonio; padre o madre solteros en su propio

patrimonio; cada quien a su voluntad en la cantidad que libremente

pueda donar o enajenar y únicamente para el beneficio del

conyugue, herederos y demás descendientes con minoría de edad o

capacidad relativa que necesiten ayuda, padres y demás personas

mayores, así como de los hermanos menores o incapaces o liquidar

los componentes.

 Comprobación de testamento cerrado. - Se aplica sólo a un

testamento sellado y tiene derecho a exigir: cualquiera que se

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 constituya como heredero obligatorio o heredero legal del difunto; o

presunta acreencia del testador o heredero.

 Sucesión intestada. - Enviaremos la solicitud al notario del estado

del último lugar de residencia del difunto de una de las partes

descritas a continuación: herederos legales que fallecieron en

testamento; la subvención se declara nula en todo o en parte; si no

hay control jurisdiccional o se considera nula la desheredación. El

instrumento del testamente no comprende la creación de posibles

herederos ni las disposiciones que declaran caducado o nulo el

testamento cuando el heredero obligatorio muere antes que el

testador, declina su intención de recibir la herencia, o es indigno por

humillación o privación, y no constituye descendencia, cuando los

legatarios o herederos voluntarios murieron antes que el testador; o

porque no se cumplieron sus condiciones; o renunció o declaró

indignos a esos sucesores sin nombrar un reemplazo. Cuando el

testador no ha creado ningún tipo de herederos en el instrumento del

testamento, o no enajena los bienes de su herencia, y en tal caso la

herencia sólo se aplica a los bienes con los que no ha enajenado.

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 CONCLUSIONES

- El procedimiento de jurisdicción voluntaria tiene por objeto dejar

constancia de hechos o actuaciones que no son objeto de

controversia entre las partes y que tienen, o habrían tenido, fuerza

jurídica de haber resultado perjudicada alguna persona en particular.

- Doctrinariamente se sostiene que la jurisdicción voluntaria está

presente en: la actividad de los árbitros dentro de los procesos no

contenciosos se considera como jurisdicción voluntaria; la actividad

que realizan los jueces convencionales, los mismos que pueden

interponer sus oficios dentro de procesos no contenciosos; y en los

supuestos de que la jurisdicción se prorrogue, se aplica la jurisdicción

voluntaria.

- Tradicionalmente se describe como jurisdicción voluntaria los actos

en los que las partes deciden voluntariamente someter la disputa a

un árbitro ahora o en el futuro. Dependen de su designación y se

ajustan plenamente a la voluntad y libertad de acción de las partes.

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 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Bautista Rodríguez, Martha (1991). La conveniencia de tramitar ante notario los

actos de jurisdicción voluntaria. México, D. F.: Memoria de prueba,

UNAM.

Casarino Viterbo, Mario (1985). De la jurisdicción voluntaria (teoría

general). Santiago de Chile: Memoria de prueba, UV.

Fernández de Buján, Antonio (1986). Jurisdicción voluntaria en derecho

romano. Madrid, España: Reus. ISBN 84-290-1308-3.

Fernández de Buján, Antonio (2015). La reforma de la Jurisdicción

Voluntaria. Madrid, España: Dykinson. ISBN 978-84-9085-389-4.

Solís Saldivia, Marcos J. (2005). Consideraciones acerca de la naturaleza

jurídica de la jurisdicción voluntaria. Caracas, Venezuela: Vadell

Hermanos.

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