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Por:
Gianfranco Hereña
Se ha iniciado desde hace tiempo un debate sobre la preferencia de un lenguaje formal por
encima del coloquialismo como una forma de comunicación efectiva. Bonhorme (2000)
asocia parte de este problema al excesivo uso de la retórica en las universidades y
desmitifica a través de estudios de mercado en los cuales se evidencia que no existe una
relación clara y proporcional en que sean los mejores retóricos quienes a la larga tengan
chances de entrar en el mercado laboral.
Esto reposa en una sencilla razón: el uso de un lenguaje excesivamente formal está
profundamente desconectado de las competencias básicas que buscan las empresas hoy en
día, sobre todo en temas de expresión oral. Es decir, ¿conviene más que alguien apele a
convencionalismos y protocolos o alguien que transmita eficientemente un mensaje a una
audiencia, adaptándose y contextualizando su mensaje? Vamos por partes.
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Comunicación y gestión de la información
Por ejemplo:
“ Si tú, que me estás escuchando, te topas algún día con alguien que anduvo de malas y
de pronto te insulta, tu prioridad no es responderle sino pensar ¿me perjudica tanto?
¿cómo puedo revertir esta situación”
Según el cuadro, el uso de la frase “estar de malas” es informal. Sin embargo, si su uso
condiciona el significado del contexto que le quiero brindar a mi mensaje, entonces su uso
es correcto.
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Comunicación y gestión de la información
ROMPIENDO CONVENCIONALISMOS
Usualmente, la tradición nos indica que las presentaciones de un grupo, ya sea dentro del
contexto escolar o profesional se inicien con un saludo.
“Buenos días profesor (a), mi nombre es xxxxxx y el día de hoy vengo a hablarles acerca
del tema que ha abordado mi grupo el cual es yyyyyyyy. Los miembros del grupo son j, k l,
m”.
Este uso del lenguaje podría ser calificado como formal. Sin embargo, de lo que realmente
se trata es de un convencionalismo que podría pecar incluso de obsoleto, ya que
tácitamente ambos (quien habla y el oyente) aceptan de inmediato este intercambio de
correspondencias formales en la cual se prestan a recibir información uno del otro.
“¿Se han preguntado el porqué cada día consumismos más xxxxx y menos yyyy? Hoy les
vengo a hablar acerca de cómo la respuesta a esta pregunta cambió por completo mi vida
y la de mis compañeros, que al lado mío, acompañarán la postura que tenemos en torno a
este problema”
Aunque parece ser un lenguaje formal, en realidad de lo que se trata es de invertir el orden
del discurso y transformarlo de un convencionalismo en una presentación efectiva, directa y
que no utiliza un lenguaje propiamente formal sino mas bien convencional, lo cual genera
identificación con la audiencia ya que esta se reconoce no solo en la forma de hablar sino
también en que el hecho de plantear una pregunta y una respuesta al inicio, ataca no solo a
la interacción con la audiencia sino también a una posible solución a un problema
planteado.
BIBLIOGRAFÍA:
● Hevia Garrido Lecca, J. (2008). Habla jugador: gajes y oficios de la jerga peruana.
Lima: Punto de lectura.