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2. {La magnificencia.}
Como decíamos el gasto es algo digno, por ejemplo, en torno a los dioses, ofrendas 20
votivas, construcciones y sacrificios, de modo similar en torno a todos los demonios, y
en relación con los objetos espirituales propios de la comunidad, como cuando la gente
piensa que deben equipar un coro o un trirreme o entretener de un modo brillante. Pero
en todos estos casos, como se ha dicho, debemos observar al agente, preguntar quién es 25
y qué significa lo que tiene; pues el gasto debe ser digno de sus medios, y adecuado no
solo al resultado, sino también al que lo produce. Luego, un hombre pobre no puede ser
magnificente, pues no tiene los medios para gastar enormes cantidades apropiadamente;
y si alguien lo trata de ser, está loco, pues el gastará más allá de lo que se puede esperar
de él y de lo que es apropiado, pues el excelente es el gasto correcto. Pero el gasto 30
grande es para los que tienen los medios adecuados para iniciarlo, adquirido por sus
propios esfuerzos o de sus ancestros o de sus conexiones, para la gente de buena cuna o
Traducción: Cristóbal Videla-Hintze 1
Aristóteles Ética a Nicómaco, Libro IV, Capítulo 2 Versión 2021
reputación y en situaciones similares; pues todo esto les trae grandeza y prestigio.
Primariamente, entonces, el magnificente es de este tipo y la magnificencia se muestra 35
en sus gastos, como se ha dicho; pues estos son lo más grandes y honorables. Y entre los
individuos el gasto más apropiado es aquel que se realiza de una vez, por ejemplo, un 1223a1
matrimonio o algo por el estilo, o algo que interesa a toda la ciudad o a la gente bien
posicionada, también recibir visitas extranjeras y enviarles regalos y se corresponde lo
recibido; pues el magnificente no gasta en él sino en objetos públicos y los regalos
tienes cierta similitud con las ofrendas votivas. Un magnificente también arreglará su 5
casa de modo apropiado a su riqueza (pues incluso una casa es una suerte de ornamento
público), y gastará en objetos duraderos (pues estos son los más bellos) y gastará en todo
tipo de objetos que aparezcan; pues los mismos objetos no son adecuados para los dioses 10
y los hombres, ni en un templo ni en una tumba. Y como cada gasto puede ser grande
en su tipo, y lo más magnificente absolutamente es una gran gasto en un gran objeto,
pero lo magnificente aquí es lo grande en esas circunstancias, y la grandeza en la obra
difiere de la grandeza en el gasto (porque la pelota o botella más bella es magnificente 15
como un regalo para un niño, pero su precio es pequeño) – por esto es una característica
del magnificente qué tipo de resultado obtiene para producir su magnificencia (para que
tal resultado no sea fácil de superar) y hacerlo digno del gasto. (3)
Tal es, pues, el magnificente; el que se excede y es vulgar, como hemos dicho, gasta 20
más de lo correcto. Pues gasta mucho en pequeños objetos y despliega una
exhibicionismo vulgar, como hemos dicho, gastando más de lo debido; por ejemplo, el
da una comida en un club a escala de un matrimonio y cuando provee al coro para una
comedia los pone en el escenario en púrpura, como hacen en Megara, Y todo esto no lo
hace en aras de lo noble sino que para mostrar su riqueza y porque piensa que es 25
admirado por estos hechos, y cuando debe gastar mucho gasta poco y cuando poco,
mucho. Por otra parte, el mezquino se queda corto en todo, y después de gastar grandes
sumas estropea la belleza del resultado por una nimiedad, y sea lo que sea que haga va a
dudar y considerar como puede gastar menos, y lamentar incluso aquello, y pensar que 30
está haciendo todo en una escala mayor a la que él quería. Estos hábitos, entonces, son
vicios; sin embargo, no conllevan desgracias porque no son perjudiciales para los
vecinos ni muy indecorosos. (4)
Notas.
(1) La cita “muchas veces le di al vagabundo” es de La Odisea (XVII, 420).
El Prof. Ross también piensa que la magnificencia es una caso especial de generosidad (discutida en el capítulo
anterior) y se diferencia sólo en el dar en gran escala.
Aristóteles habla de los vicios más adelante en este capítulo en 1123a19-33.
(3) Recuérdese que el sentido original del término demonio es divinidad. Solo más tarde, en el rito católico se
asocia este término con lo negativo, pero eso sólo vale para esa secta.
Aquí el Prof. Ross anota que hay una lista de ‘liturgias’ típicas, esto es, se espera de los ricos gastos públicos en
gran escala, por ejemplo, ‘equipar un coro’ para un festival de teatro.
(4) Reitera Aristóteles conceptos anteriores y explica en detalle las características del magnificente y del mezquino.