• Ética y política en la sociedad dominicana.

La ética, como disciplina filosófica que estudia la moral, contiene una

disciplina ética basada en valores y formas de vida, convirtiéndonos no solo
en una realidad biológica, sino también en una realidad moral. Cada sujeto
ético construye su propia vida, y en esa construcción deja un legado de
valores familiares y sociales.
En la ética, el sujeto no está conformado por simples deseos infinitos, porque
vive en una relación compleja con el lenguaje, la lengua, el poder, el discurso,
la cultura y la sociedad. Eso significa política y estrategia de vida.

Por lo tanto, el sujeto político de Dominica no puede ubicarse en la ética del

sujeto, sino en el tema de la solución de los problemas políticos, la lista de
compromisos, desde el buen gobierno hasta el establecimiento de
instituciones justas, los derechos a la salud, la educación y el bienestar - la
existencia de la sociedad, en definitiva, democratizar la democracia, ritual
propio de un político democrático cuya misión es promover la moral cívica en
la sociedad.

Aunado a esto, también podemos hablar de ética política, como una ética
pública que involucra sujetos políticos arraigados en el Estado y sus diversas
instancias. De esto se encarga la deodontología, rama de la ética que se ocupa
del estudio de los estatutos, los deberes y la ética, por lo tanto no excluye a
los políticos en las instituciones públicas, en el Politburó, en su ética política
a sus amigos, porque hasta la mafia tiene su código de ética
Nicolás Maquiavelo (siglo XVI) es el punto de partida de la visión y de la separación
de la política y la moral, ya que la primera tiene su propio corpus teórico y no está
sujeta a principios éticos, por lo que no puede dejarse de lado para la política. o la
moral pública de estos tiempos. Esta ética normativa se fundamenta en los buenos
gobernantes que deben promover la libertad, la justicia y la igualdad, estos son
principios éticos universales bajo los cuales un buen político puede construir un buen
gobierno y de acuerdo con estos principios, la vida busca el bien común, este último,
según para el filósofo Aristóteles, es la base de la política y va en contra de los grupos
privilegiados.

Las virtudes cívicas de los ciudadanos dominicanos deben ser dirigidas y potenciadas
a nivel político y ciber político, a partir de la exigencia de que los gobiernos, partidos
políticos y movimientos con mandato de poder de la época no se preocupen por la
moralidad del sujeto, sino que gobiernen bien y se desempeñen De acuerdo con su
compromiso con el derecho a la justicia, la igualdad, la libertad ya la vida digna, se
apegan al código de ética pública.

La Ley No. 120-01 del 20 de julio de 2001 que establece el Código de Ética de los
Servidores Públicos de la República Dominicana contiene una serie de principios
como la honestidad, la imparcialidad, la etiqueta y la vocación de servicio. Estos son
parte de los principios básicos que los funcionarios públicos dominicanos deben
poner en práctica. Pero en los 15 años que ha existido el código de ética pública, los
líderes políticos que han llegado al poder en el estado han sido muy astutos para
cumplirlo.