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Histología
Nuritza Matos
El tejido nervioso se desarrolla a partir del ectodermo embrionario (la capa que recubre al
embrión y que dará también a la epidermis). Es un tejido formado principalmente por dos
tipos celulares: neuronas y glía, y cuya misión es recibir información del medio externo e
interno, procesarla y desencadenar una respuesta. Es también el responsable de controlar
numerosas funciones vitales como la respiración, digestión, bombeo sanguíneo del corazón,
regular el flujo sanguíneo, control del sistema endocrino, etcétera. Estas funciones dependen
en su mayor parte de las propiedades eléctricas de sus células. Los estímulos externos o
internos del organismo son convertidos al lenguaje de las neuronas: corrientes eléctricas que
viajan por sus membranas plasmáticas. Del mismo modo el tejido nervioso se comunica con el
cuerpo, sobre todo con las células musculares, mediante señales eléctricas y unas moléculas
denominadas neurotransmisores.
La mayor parte del tejido nervioso está formado por cuerpos celulares de neuronas y glía, y
por sus prolongaciones citoplasmáticas (estás últimas forman zonas denominadas neuropilos).
Sin embargo, el sistema nervioso también posee una pequeña proporción de matriz
extracelular donde abundan las glicoproteínas. La función de la matriz extracelular nerviosa es
variada e interviene en la migración celular, extensión de axones a la formación y función de
los puntos de comunicación entre neuronas: las sinapsis.
El tejido nervioso está aislado tanto de la sangre como de los tejidos circundantes. Los
capilares están formados por un endotelio fuertemente sellado por uniones estrechas, siendo
además la tasa de endoncitosis muy baja cuando se compara con otros capilares. Rodeando al
endotelio está la lámina basal, y separando la lámina basal de las neuronas nos encontramos
con terminaciones de las prolongaciones de los astrocitos formando una especie de vaina
denominada capa limitante. En su conjunto, endotelio, lámina basal y capa limitante de
astrocitos forman la denominada barrera hematoencefálica. Esta barrera controla
estrechamente el trasiego de sustancias entre la sangre y el tejido nervioso. El encéfalo y la
médula espinal también están aislados del hueso, tanto cráneo como vértebras, por unas
membranas denominadas meninges.
Según el número de prolongaciones que parten desde el soma, tanto dendritas como axones,
conjuntamente denominadas neuritas, podemos hablar de neuronas unipolares o
pseudounipolares cuando sólo hay una, bipolares cuando hay dos (normalmente una hace de
dendrita y la otra de axón) y multipolares cuando hay más de dos.
La mayoría de las neuronas del encéfalo son multipolares. La morfología del soma, o del árbol
dendrítico o axónico, también se utiliza para definir tipos neuronales. Así, tenemos
neuronas piramidales en la corteza cerebral: con el soma en forma de pirámide, estrelladas en
la retina: con el árbol dendrítico orientado en todas las direcciones, en candelabro en la
corteza cerebral: poseen colaterales axónicas que tienen ese aspecto, etcétera. Otra forma de
división es la presencia de pocas o numerosas espinas en las dendritas y entonces hablamos de
neuronas espinosas o no espinosas (con dendritas lisas).
Neuronas sensoriales
Las neuronas sensoriales son las que recogen la información de los diferentes órganos
sensoriales, como los ojos, la nariz, los oídos, la lengua y la piel.
Generalmente son neuronas pseudomonopolares.
Neuronas motoras
Las neuronas motoras transmiten señales desde el cerebro a la médula espinal a los músculos
para iniciar la acción o respuesta a los estímulos.
Generalmente son neuronas multipolares Golgi I.
Interneuronas
Es el tipo de neuronas más abundante; son todas las otras neuronas que no son ni sensoriales
ni motoras.
Las interneuronas conectan una neurona con otra: los axones largos de los interconectores de
proyección conectan regiones distantes del cerebro; los axones más cortos de las
interneuronas locales forman circuitos más pequeños entre las células vecinas.
Neuroglia
Las neuroglias, también llamadas células gliales, son células del sistema nervioso. Forman
parte de un sistema de soporte y son esenciales para el adecuado funcionamiento del tejido
del sistema nervioso. A diferencia de las neuronas, las células gliales no tienen axones,
dendritas ni conductos nerviosos.
Las neuroglias son más pequeñas que las neuronas y son aproximadamente tres veces más
numerosas en el sistema nervioso. También son mucho más abundantes que las neuronas; en
el SNC de los vertebrados hay de diez a cincuenta veces más células gliales que neuronas.
Hay varios tipos de células gliales presentes en el sistema nervioso central (SNC) y el sistema
nervioso periférico (SNP) de los humanos. Los seis tipos principales de neuroglia incluyen lo
siguiente:
Astrocitos: Se encuentran en el cerebro y la médula espinal. Son neuroglia en forma de
estrella que reside en las células endoteliales del SNC que forman la barrera
hematoencefálica. Esta barrera restringe qué sustancias pueden ingresar al cerebro.
Los astrocitos protoplasmáticos se encuentran en la sustancia gris de la corteza
cerebral, mientras que los astrocitos fibrosos se encuentran en la sustancia blanca del
cerebro. Otras funciones de los astrocitos incluyen el almacenamiento de glucógeno, la
provisión de nutrientes, la regulación de la concentración de iones y la reparación de
neuronas.
Células ependimale: son células especializadas que recubren los ventrículos cerebrales
y el canal central de la médula espinal. Se encuentran dentro del plexo coroideo de las
meninges. Estas células ciliadas rodean los capilares del plexo coroideo y forman
líquido cefalorraquídeo. Forman el revestimiento epitelial de los ventrículos del
cerebro y el canal central de la médula espinal.
Las células ependimarias, al igual que las demás células de la neuroglia, derivan de una
capa de tejido embrionario conocido como neuroectodermo.
Oligodendrocitos: son estructuras del sistema nervioso central que envuelven algunos
axones neuronales para formar una capa aislante conocida como vaina de mielina. La
vaina de mielina, compuesta de lípidos y proteínas, funciona como un aislante
eléctrico de los axones y promueve una conducción más eficiente de los impulsos
nerviosos.
Astroglía: Estas células gliales satélite cubren y protegen las neuronas del sistema
nervioso periférico. Proporcionan soporte estructural y metabólico para los nervios
sensoriales, simpáticos y parasimpáticos.
Las sinapsis son estructuras celulares donde se intercambia información entre dos
neuronas. En ellas participan tanto la neurona que emite la información (neurona
presináptica) como la que la recibe (postsináptica). Hay dos tipos de sinapsis en el
sistema nervioso: las químicas y las eléctricas.
DURAMADRE
Para efectos de su descripción, dividiremos la duramadre en dos porciones, la
craneana y la raquídea, pero tengamos en cuenta que las dos son continuas. La
duramadre posee dos capas, la externa y la interna o meníngea. DURAMADRE
CRANEANA La capa externa de la duramadre sirve de periostio interno de los huesos
del cráneo. La capa meníngea está tapizada por células planas. En ciertos lugares estas
dos capas se separan y se forman los senos venosos durales y las prolongaciones
meníngeas que dividen la cavidad craneana en compartimientos.
DURAMADRE RAQUÍDEA
La duramadre raquídea o espinal es una membrana única, es decir no tiene el
componente perióstico y es continuación de la duramadre craneana. Está separada del
periostio de las vértebras por el espacio epidural que contiene tejido graso y plexos
venosos vertebrales. La duramadre raquídea se extiende, como un tubo cerrado,
desde los bordes del agujero magno hasta la segunda vértebra sacra.
ARACNOIDES
La aracnoides es una delicada membrana, no vascularizada, formada por varias capas
de células planas entremezcladas con fibras de colágeno, localizada entre la
duramadre y la Fig. 2 Prolongaciones durales con los senos venosos que se forman. Los
senos venosos durales reciben las venas corticales o superficiales del encéfalo. Estos
senos tienen forma triangular en los cortes coronales y están tapizados con endotelio.
piamadre. Está completamente adherida a la capa meníngea de la duramadre y sus
prolongaciones trabeculares se extienden desde la aracnoides hasta la piamadre. El
espacio entre la aracnoides y la piamadre, que contiene LCR, se conoce como el
espacio subaracnoideo.
PIAMADRE
La piamadre (del latín pia: delicado) está compuesta de una capa interna, la íntima, y
de una capa externa la epipia. La íntima, compuesta de fibras elásticas y reticulares, se
adhiere a toda la superficie del neuroeje y sigue sus contornos. Las arterias y venas del
encéfalo transcurren En las regiones adjacentes al seno sagital superior, la aracnoides
presenta evaginaciones que atraviesan la duramadre y se introducen dentro del seno
venoso. Estas prolongaciones denominadas las granulaciones aracnoideas, están
constituídas por las vellosidades aracnoideas. A este nivel, no hay tejido conjuntivo
aracnoideo y solamente una capa de células aracnoideas y de endotelio vascular
constituyen la barrera entre el LCR y la sangre venosa. Con el envejecimiento las
granulaciones aracnoideas tienden a aumentar en tamaño, en número y a calcificarse
(cuerpos de Pacchioni).
Corteza cerebral
La corteza cerebral está formada por neuronas muy compactas y es la capa más
externa y arrugada que rodea el cerebro. También es responsable de procesos de
pensamiento más elavorados, incluidos el habla y la toma de decisiones. La corteza se
divide en cuatro lóbulos diferentes, el frontal, el parietal, el temporal y el occipital, que
son responsables del procesamiento de diferentes tipos de información sensorial.
La corteza está muy plegada y sólo un tercio queda expuesto a la superficie. El resto
queda escondido en grandes y pequeñas grietas, más o menos profundas, llamadas
cisuras o surcos. Las superficies elevadas forman los giros o circunvoluciones
cerebrales.
La corteza cerebral no presenta la misma estructura en todos los lugares. Casi toda la
que observamos desde el exterior es de tipo neocorteza. Representa más del 90% en
los humanos y recibe este nombre porque apareció bastante tarde en la evolución de
los vertebrados.
Son pequeñas neuronas de axón corto que no salen de la corteza; son las principales
interneuronas corticales.
Las células piramidales
Reciben su nombre por la forma piramidal de su soma. Son neuronas que varían
mucho de tamaño, y se pueden encontrar células piramidales gigantes en la corteza
motora, que son unas de las más grandes del SNC.
Del vértice superior, sale una larga dendrita apical que sube hacia la superficie de la
corteza; de la base de la célula salen dendritas basales que se extienden
horizontalmente; el axón suele ser largo y sinapta con otras áreas corticales o con
estructuras subcorticales. Son las principales neuronas eferentes de la corteza.
Hay otros tipos de células en la corteza, como son los siguientes:
Cerebelo
El cerebelo es un órgano que recibe información de los sistemas sensoriales, la
médula espinal y otras partes del cerebro y que luego se encarga de regular los
movimientos motores. Coordina los movimientos voluntarios como la postura, el
equilibrio, la coordinación y el habla, lo que da como resultado una actividad muscular
suave y equilibrada.
Estas células de Purkinje son únicas y poseen gran cantidad de dendritas, sus axones
forman una vía para la correcta salida de información que sale de la corteza cerebelosa
y distribuye la información a las neuronas en los núcleos grises del cerebelo.
Encontramos dentro del cerebelo dos tipos diferentes de aferencias sensitivas, las
fibras trepadoras y las musgosas que, a su vez, influyen en las células de Purkinje.
También se pueden encontrar aferencias cerebelosas que están formadas a su vez por
fascículos espino cerebelosos, uno dorsal y uno ventral. Encontramos una capa
molecular, una granulosa, los axones de Purkinje, fibras musgosas y trepadores y la
sustancia blanca.
Poco después de una lesión, a los dos o tres días, el axón comienza a crecer. Este
crecimiento no garantiza la supervivencia de la neurona, ni el éxito de la regeneración.
Pero, ¿por qué no se produce esta regeneración en el SNC?
Curiosamente, las neuronas del SNC se pueden regenerar cuando se trasplantan en el
SNP, pero las neuronas del SNP no se pueden regenerar si se trasplantan en el ámbito
central. Parece que lo que es determinante para que haya regeneración es el entorno
en el que se encuentran las neuronas.
Las células de Schawnn promueven la regeneración del SNP de los mamíferos, y
producen factores neurotróficos y moléculas de adhesión celular.
Estos factores neurotróficos producidos por las células de Schawnn, que como
recordaréis forman la capa de mielina en el SNP, estimulan el crecimiento de las
neuronas, y las moléculas de adhesión celular
de las membranas celulares de las células
células de Schawnn marcan el camino por el
que deben crecer axones.