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Olga ValenciaSeguir
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El Reiki es una técnica terapéutica que actúa sobre el sistema energético del individuo, de la
misma manera que, por ejemplo, la acupuntura. A diferencia de ésta,el único instrumento que
utiliza el terapeuta son sus propias manos, a través de las cuales pasa esa energía curativa al
paciente, quien generalmente la percibe como una sensación de calor, frío u hormigueo.
Es una técnica milenaria, cuyos beneficios se han comprobado sobradamente, que no tiene
ningún tipo de efecto secundario adverso y que puede usarse en cualquier persona y en
cualquier edad.
El Reiki actúa tanto sobre el cuerpo físico como sobre el cuerpo emocional, de manera que
puede ayudar a mejorar un problema de salud o un problema psicológico.
Aunque todos sus efectos son aplicables tanto a niños como a adultos, a partir de ahora me
centraré en el ámbito infantil. En síntesis, sus beneficios son aplicables a tres áreas:
Ayuda a regular los niveles en enfermedades como el hipo/ hipertiroidismo, la diabetes, etc.
Ayuda a resolver conflictos relacionales. Por ejemplo, los conflictos que se originan en el niño a
raíz de la separación de los padres o de desavenencias entre ellos, celos entre hermanos,
timidez o agresividad con los compañeros, etc.
Estimula las áreas del cerebro relacionadas con los aprendizajes del lenguaje y la lógica.
Evidentemente ésta es una división artificial ya que las tres áreas están íntimamente
relacionadas. Así por ejemplo, un niño que sufre por la separación de los padres, puede bajar
su rendimiento escolar o mostrarse agresivo con los compañeros; un niño que no confía en sí
mismo y que tiene mucho miedo a equivocarse, puede presentar vómitos o dolor de cabeza a
la hora de ir al colegio; o un niño con muchos miedos, puede presentar problemas de
concentración o de hiperactividad.
Así pues, aunque los síntomas que el niño presente pueda parecer que pertenecen a un área
concreta, el trabajo con el Reiki (por supuesto siempre combinado con el buen hacer del
terapeuta) siempre actúa sobre la globalidad del niño y, en consecuencia, los efectos que
produce son sólidos y permanentes.