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DEPARTAMENTO DE INDUSTRIAS
VALPARAISO - CHILE
MARZO 2019
Amar con pureza y bondad.
Querer. En un sueño imposible,
Con fe una estrella alcanzar . . .
AGRADECIMIENTOS
En primer lugar quiero agradecer a mi familia, Luis, Jeannete, Rocío y Emilio, por apoyarme en cada
una de las cosas en las que incursioné, aún cuando no estuviesen de acuerdo conmigo. Su apoyo incondicional
es el mejor regalo que me han dado nunca, aún si es desde el cielo. Sin duda a ustedes les debo todo.
No puedo estar más agradecido de todas las personas que este viaje me ha permitido conocer y que
nunca siquiera pensé que lo haría. Al Club Turbinas S.A. y cada uno de sus miembros, Ignacio, Eduardo,
Kevin, José e Iván les agradezco por su amistad y apoyo en cada momento universitario importante. A
Camila, por su amistad sincera e improvisada. A Inés, por su apoyo en todo este proceso y que ha sido pilar
de apoyo en muy poco tiempo. A todos quiénes me han acompañado y extendido su amistad, muchísimas
gracias.
Por supuesto a ti, Lorena, por apoyarme como nunca a pesar de la distancia y siempre mantenerme
soñando en grande, por una vida mejor. Te espero pronto en casa.
El fruto de años de arduo estudio y dedicación al aprendizaje de la ingeniería, es consolidado en este
trabajo. Es el fruto de lo aprendido en aulas y lo aprendido de aquellos sabios profesores, quiénes a veces
tan sólo una palabra compensaba cualquier libro. Muchas gracias Jorge por guiarme en este trabajo y por
compartir tus experiencias conmigo. Me llevo la mejor impresión de ti.
RESUMEN EJECUTIVO
Según la Agencia Internacional de Energía (IEA), más de 1.400 millones de personas no cuentan con
acceso a electricidad y cerca del 40 % de la población mundial (principalmente en sectores rurales) utiliza
biomasa (madera, desechos agrícolas, estiércol, etc.) de manera insegura, insalubre y no sustentable para la
cocción de sus alimentos. La dimensión humana de este problema se manifiesta, por ejemplo, en que miles de
familias en todo el mundo rigen sus días exclusivamente por la luz solar, pues al no contar con la iluminación
necesaria, deben leer a la luz de las velas, no pueden refrigerar sus alimentos o no pueden mantener sus
hogares a una temperatura adecuada.
La relevancia de la escasez y falta de recursos energéticos para las familias se ha agrupado en un
concepto denominado pobreza energética y que hace referencia a un nivel de consumo energético que
es insuficiente para satisfacer ciertas necesidades básicas. El concepto de pobreza energética es amplio y
relativo, ya que ciertas variables adquieren mayor o menor relevancia dependiendo del territorio donde se esté
observando (Scarpellini et al., 2015). García-Ochoa y Graizbord (2016) propone un índice multidimensional
llamado “Pobreza energética en el hogar” y establece que: “un hogar se encuentra en pobreza energética
cuando las personas que lo habitan no satisfacen las necesidades de energía absolutas, las cuales están
relacionadas con una serie de satisfactores y bienes económicos que son considerados esenciales, en un lugar
y tiempo determinados, de acuerdo a las convenciones sociales y culturales”.
Uno de los puntos de interés para este trabajo, radica en los aspectos de confort térmico en el hogar y
su relación con los requerimientos de energía asociados a la satisfacción de las necesidades de energía de
calefacción. Para el confort térmico en el hogar, es la temperatura del aire en el interior la que ha sido el
principal foco de estudio para el bienestar de las personas y el principal factor de bienestar térmico para una
vivienda en este estudio.
Para apoyar el estudio del consumo energético, en particular el de calefacción, se desarrolló un modelo
de simulación dinámico usando TRNSYS para obtener la cantidad de energía necesaria para satisfacer una
temperatura fija de 18°C. Para ello se utilizaron las capacidades de la simulación dinámica de TRNSYS,
bajo condiciones meteorológicas reales y tomando en cuenta las interacciones en la transferencia de calor
entre viviendas al modelar un conjunto de ocho hogares (cooperativa de viviendas) en lugar de sólo uno. El
modelo es realizado usando el complemento TRNSYS3D en el software Google Sketchup y exportadas para
su edición en TRNBUILD, donde se ha ingresado la información necesaria para la simulación.
Los resultados de la simulación muestran un consumo anual promedio de 5.300 kWh, con un rango
que varía de 3.850 kWh a 7.285 kWh. Esto es equivalente a un consumo anual promedio de 88 kWh/m2 , con
un rango entre 65 kWh/m2 a 119 kWh/m2 . La modelación grupal permite detectar la diferencia en consumo
de energía para calefacción dentro del mismo conjunto de casas, elemento de interés a la hora de evaluar
energéticamente una vivienda. En la demanda mensual se observa que el 91 % del consumo se concentra
entre abril y octubre, mientras que el consumo durante los meses de invierno (junio, julio, agosto) concentra
el 38 % del consumo anual.
Los costos asociados al nivel de energía dependen del tipo de combustible y al rendimiento de
los equipos de calefacción. Tomando en cuenta los principales combustibles para calefacción residencial
en Chile, se ha optado por analizar la leña, el gas licuado de petróleo y la electricidad. Dentro de las
alternativas analizadas, la leña es el medio más económico al presentar un costo anual promedio por vivienda
de 293.000 pesos. El costo anual promedio para el gas licuado y la electricidad es 473.000 y 773.000
pesos, respectivamente. Duramente los meses de invierno, el costo promedio mensual de la leña, el gas y la
electricidad alcanza los 52.000, 84.000 y 142.000 pesos chilenos, respectivamente.
Además de los costos, se ha estudiado el nivel de emisión de contaminantes asociado a los equipos
de calefacción de leña y gas licuado. El nivel de emisión asociado a la energía total de la cooperativa para
la leña y el gas licuado es de 7.000 kilogramos y 8 kilogramos, respectivamente. Este valor corresponde a
la suma de emisiones de material particulado fino (MP10 y MP2,5), monóxido de carbono (CO), dióxido
de azufre (S O2 ), óxido de nitrógeno (NO x ) y compuestos volátiles orgánicos (COV). Tomando en cuenta el
valor social asociado a la emisión de material particulado y el costo asociado en salud, la leña es cerca de
Índice de Contenidos
1. Introducción y antecedentes 1
1.1. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
1.2. Antecedentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
1.2.1. Contexto Energético Mundial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
1.2.2. Contexto Energético Nacional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
1.2.3. Pobreza energética . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
1.3. Objetivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
1.3.1. Objetivo General . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
1.3.2. Objetivos Específicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
1.4. Alcance . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
5. Conclusiones 84
5.1. Consideraciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 88
Bibliografía 89
A. Anexos 92
A.1. Estufas a leña . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 92
A.2. Estufas a gas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93
Índice de Tablas
3.1. Parámetros para las propiedades termo-físicas de las superficies de la envolvente de las
viviendas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
3.2. Superficie real, modelada, volumen y diferencia porcentual de cada zona. . . . . . . . . . . 39
3.3. Variables de entrada extra para el componente Tipo 56 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
3.4. Resumen de las simulaciones para análisis de la carga térmica . . . . . . . . . . . . . . . . 44
3.5. Porcentaje de equipos por combustible principal para calefacción en sector residencial . . . 49
3.6. Precios de la leña . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50
3.7. Información estadística sobre el precio de la leña . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
3.8. Precios por kilogramo de gas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52
3.9. Venta nacional mensual de GLP para el sector residencial en toneladas . . . . . . . . . . . . 53
3.10. Venta mensual de GLP para el sector residencial en la V Región en toneladas . . . . . . . . 53
3.11. Tarifa de suministro eléctrico BT1 de Chilquinta. Promedio de valores para la ciudad de
Valparaíso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54
4.1. Consumo anual de calefacción simulado para la cooperativa Paihuén, por vivienda. . . . . . 57
4.2. Consumo anual de energía para calefacción por piso de cada vivienda en kWh . . . . . . . . 58
4.3. Consumo anual de energía para calefacción por piso de cada vivienda en kWh/m2 . . . . . . 60
4.4. Consumo mensual de energía para calefacción por vivienda en kWh . . . . . . . . . . . . . 61
4.5. Porcentaje de consumo de cada vivienda con respecto al total del mes . . . . . . . . . . . . 62
4.6. Consumo mensual de energía para calefacción por piso de cada vivienda en kWh . . . . . . 63
4.7. Consumo mensual de energía para calefacción por piso de cada vivienda en kWh/m2 . . . . 64
4.8. Horas de calefacción requeridas por mes para mantener setpoint de temperatura . . . . . . . 66
4.9. Horas de calefacción por metro cuadrado requeridas por mes para mantener setpoint de
temperatura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67
4.10. Costo anual por combustible para cada vivienda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
4.11. Costo mensual por combustible de la cooperativa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
4.12. Costo mensual con calefacción leña para meses de mayor consumo . . . . . . . . . . . . . . 70
4.13. Costo mensual con calefacción GLP para meses de mayor consumo . . . . . . . . . . . . . 70
4.14. Costo mensual con calefacción eléctrica para meses de mayor consumo . . . . . . . . . . . 71
4.15. Factores de emisión de gases invernadero y contaminantes por combustible . . . . . . . . . 73
4.16. Factores de emisión de contaminantes de la leña, por tipo de calefactor, para humedad entre
20 % y 30 % . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73
4.17. Estimación de consumo equivalente de leña y GLP . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73
4.18. Kilos de emisiones totales asociados al consumo de energía de la cooperativa . . . . . . . . 74
4.19. Estimación de concentración (partes por millón, ppm) de distintos contaminantes para un
espacio de 50 m3 y 1 cambio por hora de ventilación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 74
4.20. Factores Concentración / emisión promedio de distintas ciudades . . . . . . . . . . . . . . . 75
4.21. Beneficios unitarios por persona y µg/m3 de concentraciones de MP10 y MP2,5 . . . . . . . 76
4.22. Costos por emisiones de material particulado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 76
4.23. Diferencia porcentual en el consumo de energía con respecto al caso base . . . . . . . . . . 77
4.24. Resultados simulación de la carga térmica de la cooperativa por ángulo . . . . . . . . . . . . 80
Índice de Figuras
4.1. Consumo anual de energía para calefacción de la cooperativa Paihuén por vivienda . . . . . 58
4.2. Consumo anual y % de distribución de energía, por piso de cada vivienda . . . . . . . . . . 59
4.3. Diferencia porcentual pisos superiores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
4.4. Consumo mensual de energía para calefacción, agregado y desagregado en kWh . . . . . . . 61
4.5. Mapa de calor para el consumo mensual de energía por piso en kWh . . . . . . . . . . . . . 63
4.6. Mapa de calor para el consumo mensual de energía por piso en kWh/m2 . . . . . . . . . . . 64
4.7. Mapa de calor para el número mensual de horas de calefacción por piso . . . . . . . . . . . 66
4.8. Mapa de calor para el número mensual de horas de calefacción por m2 por piso . . . . . . . 67
4.9. Costo anual por vivienda de la cooperativa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
4.10. Costo mensual por combustible de la cooperativa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70
4.11. Carga térmica anual versus temperatura de control . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 78
4.12. Diferencia porcentual en la demanda de energía versus temperatura . . . . . . . . . . . . . . 78
4.13. Variación absoluta de la carga térmica versus temperatura de control . . . . . . . . . . . . . 79
4.14. Diferencia en la carga térmica de la cooperativa, por ángulo . . . . . . . . . . . . . . . . . . 80
4.15. Diferencia porcentual en el consumo de energía por ángulo y por vivienda . . . . . . . . . . 81
4.16. Diferencia de energía promedio por vivienda al caso base . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83
4.17. Consumo de energía por ciudad y vivienda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83
1 | Introducción y antecedentes
1.1. Introducción
Erradicar el hambre y la pobreza extrema ha sido el objetivo número uno de las Naciones Unidas
desde la creación de los objetivos de Desarrollo del Milenio en el año 2002 (United Nations, 2009). La
iniciativa que comprendía un horizonte de tiempo entre 1990 y 2015, apuntaba a un trabajo en la pobreza
enfocado en tres áreas específicas: aumentar el número de personas con un ingreso mayor a 1,25 dólares
por día, promover el empleo pleno y reducir el número de personas que padecen hambre. La iniciativa que
culminó el 2015, contemplaba además otros 7 objetivos para constituir un plan convenido por todas las
naciones del mundo y todas las instituciones de desarrollo más importantes a nivel mundial. Los objetivos
buscaban reavivar esfuerzos sin precedentes para ayudar a los más pobres del mundo.
En un nuevo esfuerzo por actualizar la agenda de objetivos globales, en el año 2015 la Organización
de las Naciones Unidas adoptó la Agenda para el Desarrollo Sustentable 2030 que incluye 17 Metas de
Desarrollo Sustentables. Construido bajo el principio de “no dejar a nadie atrás", la nueva agenda enfatiza un
método holístico para alcanzar el desarrollo sostenible para todos, aumentando la inclusión y disminuyendo
En esta nueva agenda el primer objetivo es erradicar la pobreza en todas sus formas, reflejando una
concepción más amplia del concepto de pobreza. A diferencia de las áreas descritas en el primer planteamiento
sobre la erradicación de la pobreza en los objetivo de Desarrollo del Milenio, ahora se incluyen siete áreas
específicas que abarcan desde un nivel micro de ingresos y bienestar hasta la generación de políticas que
Además de la erradicación de la pobreza, el objetivo siete establece que se debe asegurar el acceso a
la energía de forma asequible, confiable, sostenible y moderna para todos. La meta es promover el uso de la
energía de forma sustentable, abarcando metas específicas que apuntan al aumento de la participación de
energías renovables en la matriz energética, llevar al doble la tasa de mejora en eficiencia energética y mejorar
En línea con estos esfuerzos, la Política Energética de Chile, aprobada el 30 de diciembre de 2015,
establece que no es posible separar el acceso a la energía de la dimensión de equidad para satisfacer las
necesidades de la población. Es decir, no es suficiente con asegurar acceso sin observar las potenciales
carencias de la población sobre el consumo de energía que posee y como esta afecta su calidad de vida
Para enfrentar esta problemática, se consideró adecuado comenzar por establecer una definición de
pobreza energética, abarcando las distintas dimensiones que la determinan e identificando su nivel actual en
el país. El último informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, describe los principales
elementos desarrollados internacionalmente y recoge las lecciones más importantes para establecer las
dimensiones que debe abarcar la definición de la pobreza energética en Chile(PNUD, 2018). Adicionalmente,
también se estimó relevante definir las necesidades básicas que la energía debe satisfacer, procurando incluir
la diversidad climática de nuestro país y las diversas definiciones existentes sobre la materia.
Los elementos recopilados a partir de la experiencia internacional se relacionan con varios de los
lineamientos presentes en la política energética. La problemática que se enfrenta actualmente se relaciona con
los lineamientos once, doce y trece, los que hacen referencia directa a la pobreza energética y su importancia
en la definición de políticas que mejoren el bienestar térmico de las personas sin aumentar significativamente
el gasto en energía.
Para aportar al desarrollo del concepto de pobreza energética desde un punto de vista de bienestar
térmico, este trabajo tiene como objetivo estudiar los requerimientos energéticos de una cooperativa habita-
cional utilizando herramientas de simulación dinámica. De esta manera, se puede estudiar el comportamiento
nacional en términos de calidad de la construcción de las viviendas y del consumo de energía para ca-
lefacción. Adicionalmente, se cuantifica el costo de proveer esta energía con tres tipos de combustibles
distintos (leña, electricidad y gas) y los respectivos niveles de emisión de contaminantes de cada alternativa
energética.
Por último, se realizan tres análisis con variación de tres elementos de la construcción original. Los
tres elementos son la temperatura de control de la calefacción, la orientación del conjunto con respecto al
norte para cinco ángulos distintos y la ubicación geográfica en cuatro ciudades de Chile. Con esto se busca
cuantificar el efecto en los niveles de carga térmica según el nivel de bienestar deseado y las características
1.2. Antecedentes
energía global (hidrocarburos) y los nuevos tratados medioambientales que buscan atacar el cambio climático
(Acquatella, 2008). A pesar de que la crisis económica mundial, ocurrida el año 2008 en USA, afectó el
tendencia. Luego de 10 años en los cuales el crecimiento promedio de la demanda fue de casi un 2,0 %, para
el año 2016 dicha expansión fue del 1,0 % (British Petroleum, 2017).
Las necesidades energéticas elevadas se traducen en un consumo energético excesivo que puede
ocasionar problemáticas de tipo medioambientales. Por ejemplo, las emisiones de gases de efecto invernadero,
producto del consumo de combustibles fósiles, están asociadas a un incremento sostenido de la temperatura
La energía sustentable y duradera han sido el foco principal del siglo XXI. Entre 1990 y 2016, el
consumo energético mundial se incrementó un 63 % a un ritmo de 1,9 % por año. El crecimiento asociado
al desarrollo económico y productivo de los países no sólo ha traído desarrollo tecnológico, productivo y
social, sino que también una cantidad considerable de emisiones de gases de efecto invernadero. En el mismo
período, las emisiones netas de CO2 aumentaron un 55 %, despertando las alarmas por las consecuencias
Esfuerzos por desarrollar un crecimiento sustentable han sido abordados principalmente por países
desarrollados. El acuerdo de París, el cual entró en efecto en noviembre del año 2016, reúne a países de
todo el mundo abarcando casi todas las emisiones de gases invernaderos y uso de energía. Se muestra una
fuerte señal sobre la determinación de los gobiernos alrededor del mundo para reducir emisiones al acelerar
sector residencial representa el 29 % del consumo mundial de energía y se espera que su consumo aumente
1,7 % por año al 2040 (British Petroleum, 2018). En el año 2002, se publicó el documento “European
performance of Buildings Directive" con el objetivo de reducir el consumo energético en edificios en Europa.
Un mayor compromiso con el desarrollo sustentable ha permitido el desarrollo de políticas que busquen una
manera costo-eficiente para hacer la economía europea más amigable con el medio ambiente y con menores
aumentado de manera sostenida en los últimos años impulsada por la industria en crecimiento y el mayor
En nuestro país existen tres sistemas de generación eléctricos independientes, luego de la reciente
unión de los Sistemas Interconectados del Norte Grande (SING) y Central (SIC), formando en nuevo Sistema
Eléctrico Nacional (SEN), el cual posee más del 98 % (Generadoras de Chile A.G., 2018) de la capacidad
Al mes de septiembre de 2018, el Sistema Electrico Nacional (SEN), posee una potencia instalada de
24.068,6 MW, de los cuales un 46,8 % corresponden a energías renovables no convencionales (hidroeléctricas,
solar fotovoltaica, eólica, biomasa y geotérmica) y un 53,2 % corresponde a centrales termoeléctricas (gas
natural, carbón y derivados del petróleo) (Generadoras de Chile A.G., 2018), como se representa en la
Figura 1.1.
La demanda de energía eléctrica crece a una tasa anual de 2,5 % desde el año 2006 en el caso del
antiguo SIC y un 4,3 % para el antiguo SING (Comisión Nacional De Energía., 2016), año a año se consume
una mayor cantidad de energía eléctrica, la cual, en zonas aisladas donde se necesita un servicio constante, es
Chile cuenta con una matriz energética altamente dependiente de hidrocarburos fósiles como el gas
natural, el carbón y el petróleo, de los cuales entre el 70 % y el 80 % son importados (Jain, 2010), lo cual deja
Para atacar esta problemática, el estado de Chile ha diseñado la política “Energía 2050”, la cual busca
desarrollar un sector energético confiable, sostenible, inclusivo y competitivo en dicho horizonte de tiempo.
La tendencia internacional busca un desacople entre crecimiento económico y consumo energético, en el caso
chileno este desacople se ha impulsado a través de medidas de eficiencia energética (Ministerio de Energía,
2015).
utilizamos, pero conservando la calidad y el acceso a bienes y servicios. Usualmente dicha reducción en el
consumo de energía se asocia a un cambio tecnológico, ya sea por la creación de nuevas tecnologías que
incrementen el rendimiento de los artefactos o por nuevos diseños de máquinas y espacios habitables, los que
pueden disminuir la pérdida de energía por calor. No obstante, no siempre es así, ya que la reducción en el
consumo de energía puede estar vinculada a una mejor gestión o cambios en los hábitos y actitudes (Agencia
Para el trabajo realizado en esta memoria, se rescatan 3 ejes centrales que están en la misma senda
que el programa “Energía 2050”, a través de los siguientes lineamientos y sus acciones:
1. Lineamiento 11: Definir el concepto y medición de la pobreza energética, con el objetivo de establecer
2. Lineamiento 12: Reducir la relación entre el ingreso y el gasto energético de las familias vulnerables,
3. Lineamiento 13: Alcanzar estándares de confort térmico y lumínico en las viviendas de familias
vulnerables de Chile.
Las estadísticas llevadas a cabo por la Agencia Internacional de Energía (IEA) en su World Energy
Outlook (WEO), entrega información relevante sobre el acceso a la energía y la precariedad en temas
energéticos. Según sus datos, más de 1.400 millones de personas no cuentan con acceso a electricidad y cerca
del 40 % de la población mundial (principalmente en sectores rurales) utiliza biomasa (madera, desechos
agrícolas, estiércol, etc.) de manera insegura, insalubre y no sustentable para la cocción de sus alimentos
(IEA, 2016). La dimensión humana de este problema se manifiesta, por ejemplo, en que miles de familias en
todo el mundo rigen sus días exclusivamente por la luz solar, pues al no contar con la iluminación necesaria,
deben leer a la luz de las velas, no pueden refrigerar sus alimentos o no pueden mantener sus hogares a una
temperatura adecuada.
Tanto las cifras agregadas como las implicancias humanas de esta realidad mundial son abrumadoras.
El acceso a la energía segura y continua condiciona enormemente las posibilidades de desarrollo humano,
social y económico. El acceso a la energía tiene un gran efecto en el ingreso de una familia, así como en el
máximo nivel de estudio del hogar. En su estudio, Bridge et al. (2016) encontró una relación positiva, aunque
no significativa, del acceso a la energía sobre la salud de los integrantes del núcleo familiar en familias de
biomasa para calefaccionar y cocinar. Estos combustibles son generalmente quemados en el interior del hogar,
generando material particulado fino debido a las ineficientes condiciones de combustión y ventilación. La
aromáticos y partículas suspendidas por sobre los niveles recomendados. El material particulado tiende a
presentar cenizas, hollín y elementos metales extremadamente finos. Las partículas con un diámetro de menos
de 10 micrómetros (MP10) pueden ingresar fácilmente al sistema respiratorio, en especial si los componentes
están formados de elementos tóxicos como metales. Mas aún, las partículas con un diámetro de menos de
2.5 micrómetros (MP2.5) pueden depositarse profundamente en el sistema respiratorio, donde los daños
pueden ser más severos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) (Stevens et al., 2009), estima que
las concentraciones de material MP10 en estos hogares varía entre 303 y 3000 µg/m3 , llegando incluso
a los 10.000 µg/m3 . Estos niveles son extremadamente altos en comparación a los niveles máximos de
contaminación intradocimilaria permitidos en otras regiones. La Unión Europea, por ejemplo, ha establecido
un límite promedio máximo de 40 µg/m3 , muy por debajo de las cifras mostradas. Una de las principales
conclusiones a la hora de abordar estos problemas, es la creación de políticas y programas específicos para
lidiar con la “pobreza energética”, de tal forma que se puedan prevenir los efectos letales sobre la salud
(González-Eguino, 2015).
concepto denominado pobreza energética, como se mencionó anteriormente. Existen variadas definiciones
y visiones acerca de la pobreza energética, pero la mayoría hace referencia a un nivel de consumo energético
90’, asociada al concepto de “pobreza de combustible” y desde ese punto se difundió a una variedad de
países, principalmente europeos (Liddell, 2012). En 1991, Brenda Boardman estableció que los hogares
en situación de pobreza energética son aquellos que destinan más del 10 % de sus ingresos en gastos
energéticos, incluyendo los equipos domésticos para satisfacer un nivel de confort térmico adecuado en su
hogar (Boardman, 1991). Su investigación dejó en evidencia la situación de las familias de bajos ingresos, a
quienes el alza de los precios de la energía les impedía mantener su hogar a una temperatura que no afectase
En la última década, ha cobrado especial relevancia la necesidad de avanzar hacia un enfoque multidi-
mensional de medición de la pobreza. Los trabajos han evolucionado desde la mera clasificación económica
obtenida mediante los métodos convencionales, basados en los aspectos financieros (Larrañaga, 2007).
pobreza energética es relativo, ya que ciertas variables adquieren mayor o menor relevancia dependiendo
del territorio donde se esté observando (Scarpellini et al., 2015). Tanto la definición de necesidades básicas,
como la cantidad de energía necesaria para alcanzarlas, la calidad de la energía, el umbral de costo que se
considera aceptable para un hogar y la evaluación del ingreso, varían fuertemente según la cultura, el clima,
metodología específica para medir pobreza energética que denomina “Satisfacción de necesidades absolutas de
energía”, en base a un índice multidimensional llamado “Pobreza energética en el hogar”. En este, define que
“un hogar se encuentra en pobreza energética cuando las personas que lo habitan no satisfacen las necesidades
de energía absolutas, las cuales están relacionadas con una serie de satisfactores y bienes económicos que
son considerados esenciales, en un lugar y tiempo determinados, de acuerdo a las convenciones sociales y
culturales” (Ochoa, 2014). De esta definición, se destaca la consideración de que los satisfactores y bienes
económicos considerados como esenciales varían en función del lugar y la temporalidad, y también de
primer paso desde el gobierno ha sido definirlo adecuadamente, considerando un diagnóstico de la situación
actual a nivel nacional que permita especificar las dimensiones y características particulares que este fenómeno
adquiere de acuerdo a los distintos contextos territoriales y socioculturales del país. Bajo el programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo, el Ministerio de Energía realizó una investigación para recopilar las
experiencias internacionales en materia de pobreza energética y poder entregar una base para la definición del
concepto en Chile. El documento (PNUD, 2018) entrega como recomendación abarcar 5 dimensiones para la
1. Acceso a la energía
favorable en términos de acceso a red eléctrica. Sin embargo, existen otros elementos que se deben
considerar además de la conectividad. Atributos como la continuidad, calidad y seguridad del servicio,
entre otros, deben tener un nivel que permita satisfacer realmente las necesidades humanas asociadas
a la energía. La conexión debe contar con estándares que permitan establecer de manera satisfactoria
las necesidades humanas. En este sentido, no sólo la red eléctrica debiese ser considerada sino que
también la variedad de combustibles utilizados en la realidad nacional. Esto implica ampliar la mirada
a la relación de los hogares con otros combustibles de amplio uso, analizando sus diferentes formas e
2. Asequibilidad
las familias para desarrollar sus diferentes planes de vida. Las métricas basadas en el gasto tratan de
capturar la asequibilidad de los servicios energéticos adecuados/requeridos para las personas de bajos
3. Habitabilidad
La idea desarrollada en naciones con experiencia en pobreza energética acerca del rol de las caracte-
rísticas de las viviendas ha ido avanzando con el tiempo. Se tiene la idea común de que la pobreza
energética surge de una variedad de factores, siendo los atributos de la vivienda fundamentales en
los requerimientos de energía de una familia. La habitabilidad apunta a entender e incluir el rol
fundamental de la vivienda en la situación de pobreza energética y a conocer cuáles son las variables a
4. Sustentabilidad
La transición energética presente en nuestro contexto nacional hace imposible hablar de pobreza
energética sin incluir este ítem. Se debe reconocer la sustentabilidad como una dimensión relevante
del concepto, abordando los atributos de calidad de energía. Esto implica que, para lograr el desarrollo,
5. Educación energética
individuo como parte de la solución del problema, al establecer como objetivo que la población cuente
con información masiva, oportuna, clara y transparente respecto a la energía en cualquier ámbito. En
este sentido, cualquier política orientada a la superación de la pobreza de una manera sostenible debe
reconocer el rol fundamental de la educación de los individuos para la toma de decisiones y por ende
Con estos puntos en la mesa, se espera desarrollar un concepto de pobreza energética que no sólo con-
sidere aspectos estratégicos para su erradicación, sino que también elementos operativos para la construcción
Uno de los puntos de interés para este trabajo, radica en los aspectos de confort térmico en el hogar
y su relación con los requerimientos de energía asociados a un nivel por sobre la pobreza energética.
En esencia, el confort térmico es influenciado por factores objetivos a nivel ambiental e individual, así
como por factores subjetivos. Los factores ambientales incluyen la temperatura del aire, la temperatura
de las superficies alrededor, el movimiento del aire, la humedad relativa y el ratio de intercambio de aire
persona, así como la edad, salud, género y la adaptación al ambiente local que posea. (Ormandy y Ezratty,
2012). Estos factores pueden ser variables individualmente y entre miembros de un hogar durante el día y en
el tiempo. Para el confort térmico en el hogar, es la temperatura del aire en el interior la que ha sido el
principal foco de estudio para el bienestar de las personas y el principal factor de bienestar térmico para una
1.3. Objetivos
Estudiar la variación en la carga térmica de una Cooperativa de Viviendas de 8 unidades tanto a nivel
individual como grupal, según el lugar y la orientación del emplazamiento mediante simulaciones dinámicas
del comportamiento térmico utilizando el software TRNSYS para valorizar el costo financiero y ambiental de
1. Diseñar una metodología para el estudio de carga térmica de una vivienda mediante simulación
2. Determinar el requerimiento energético de un conjunto habitacional que permita satisfacer sus necesi-
3. Analizar los efectos del lugar del emplazamiento de un conjunto habitacional en la carga térmica
energética.
6. Comprender la definición de pobreza energética mediante una investigación bibliográfica y cómo esta
7. Analizar los efectos de la orientación del emplazamiento en la carga térmica para una temperatura
8. Estimar el costo de mantener un determinado nivel de confort térmico con distintas tecnologías de
combustibles.
do confort térmico.
1.4. Alcance
El enfoque de este estudio va en la dirección del Ministerio de Energía en los esfuerzos por comprender
el concepto de pobreza energética y su disminución para mejorar el bienestar y calidad de vida de las personas.
simulaciones dinámicas basadas en sistemas transientes y busca estudiar la carga térmica en los hogares
según un valor arbitrario en la temperatura interior de una vivienda. Esto incluye analizar el comportamiento
del requerimiento energético de un hogar en distintos lugares de Chile y bajo distintos niveles de temperatura
Este enfoque permite entender y cementar una base para comprender los factores que influyen en la
determinación de la carga térmica y poder dar paso al estudio de sistemas de calefacción que entreguen de
manera sustentable la energía requerida para mantener un confort térmico que se encuentre sobre el nivel de
la pobreza energética.
De ninguna manera se intenta representar el comportamiento real de una vivienda debido a las
ganancias internas producto de personas y equipos, horarios de ocupación y luz, ratios de ventilación
producidos por aperturas de ventanas y puertas, así como niveles de confort térmico variable según los
ocupantes, puentes térmicos y características no habituales de los materiales no fueron consideradas y/o
námica
El presente capítulo tiene por objetivo dar una breve reseña sobre conceptos teóricos necesarios para
entender la metodología aplicada en este trabajo. En primera instancia, la sección 2.1 abarca la teoría de
transferencia de calor, explicando los conceptos de conducción, convección y radiación desde la teoría clásica.
La sección 2.2 explica el funcionamiento de la herramienta de simulación TRNSYS, mostrando los distintos
balances de energía utilizados por el componente principal empleado en esta memoria. Por último, la sección
2.3 abarca el funcionamiento de la herramienta de simulación desde la perspectiva del usuario a la hora de
El calor es la energía que puede ser transferida de un sistema a otro producto de interacciones térmicas
guiadas por diferencia de temperaturas. Siempre que exista una diferencia de temperatura en un cuerpo o entre
cuerpos, existirá también transferencia de calor, ya sea por conducción, convección o radiación (Incropera y
DeWitt, 1999). La transferencia se produce desde el cuerpo o sección más caliente al más frío, sin excepción,
tomando lugar en todas las sustancias de la naturaleza, líquidos, gases y sólidos (Eckert, 1950).
conducción. En gases y líquidos ocurren simultáneamente los procesos de conducción, convección y radiación
(Eckert, 1950).
2.1.1. Conducción
menos energéticas de una sustancia debido a interacciones entre las mismas (Incropera y DeWitt, 1999). En
una escala microscópica, la conducción de calor ocurre cuando átomos y moléculas en un estado de excitación
interactúan con átomos y moléculas vecinas, transfiriendo parte de su energía (calor) a sus partículas vecinas.
En otras palabras, el calor es transferido por conducción cuando átomos adyacentes vibran unos contra otros
La conducción puede tener lugar en los sólidos, líquidos o gases. En los gases y líquidos se debe a
las colisiones y a la difusión de las moléculas durante su movimiento aleatorio. En los sólidos se debe a la
combinación de las vibraciones de las moléculas en un retícula y al transporte de energía por parte de los
La formulación matemática de este fenómeno se conoce como Ley de Fourier y se puede expresar en
dT
Q̇cond = −kA (2.1)
dx
2.1.2. Convección
La convección es el modo de transferencia de energía entre una superficie sólida y el líquido o gas
adyacente que está en movimiento y comprende los efectos combinados de la conducción y el movimiento de
fluidos. En esencia, la convección es conducción de calor en presencia de un movimiento de fluido. Entre más
rápido el movimiento de un fluido, mayor es la transferencia de calor por convección (Cengel, 1998).
La transferencia de calor por convección se clasifica de acuerdo con la naturaleza del flujo. Se habla
de convección forzada cuando el flujo es causado por medios externos, como un ventilador, una bomba o
vientos atmosféricos. Se habla de convección libre (o natural) cuando el flujo es inducido por fuerzas de
empuje que surgen a partir de diferencias de densidad ocasionadas por variaciones de temperatura en el fluido
Q̇conv = hA s (T s − T ∞ ) (2.2)
donde h es el coeficiente de transferencia de calor por convección, A s es el área superficial a través de la cual
2.1.3. Radiación
como resultado de los cambios en las configuraciones electrónicas de los átomos o moléculas. A diferencia
emitida por los cuerpos debido a su temperatura. Difiere de otras formas de radiación, como los rayos X,
gamma, microondas y ondas de radio y de televisión, que no están asociadas con la temperatura.
La radiación suele considerarse como un fenómeno superficial para los sólidos que son opacos a la
radiación térmica, como los metales, la madera y las rocas. La radiación emitida desde una superficie se
El caso particular expresado por la ley de Stefan-Boltzmann se conoce como cuerpo negro y ocurre
cuando la emisividad tiene un valor igual a uno. Para cualquier otro caso, le emisividad tendrá un valor entre
0 y 1.
2.2.1. TRNSYS 17
incluidos edificios con varias zonas. Es utilizado para validar nuevos conceptos de energía, desde simples
sistemas de agua caliente sanitaria hasta el diseño y simulación de edificios y sus equipos, incluidas estrategias
de control, comportamiento de los ocupantes, sistemas de energía alternativa (eólica, solar, fotovoltaica,
Studio. Cada Tipo de componente está descrito por un modelo matemático en el motor de simulación
TRNSYS y tiene un conjunto de Proforma en el Simulation Studio. La Proforma tiene una descripción de
caja negra del componente: entradas, salidas, parámetros, etc. Los componentes de TRNSYS a menudo se
denominan Tipos. Por ejemplo, el Tipo 1 es el colector solar y el modelo de construcción multizona se conoce
como Tipo 56. Simulation Studio genera un archivo de entrada de texto para la simulación en el motor de
La arquitectura basada en DLL permite a los usuarios y desarrolladores de terceros agregar fácilmente
personalizaciones a los modelos de los componentes, usando todos los lenguajes de programación comunes
(C, C++, PASCAL, FORTRAN, etc.). Además, TRNSYS se puede conectar fácilmente a otras aplicaciones,
para pre o post procesamiento o mediante llamadas interactivas durante la simulación (por ejemplo, Microsoft
Edificios de bajo consumo y sistemas HVAC con características avanzadas de diseño (ventilación
2.2.2. TRNBUILD
zonas térmicas. Para usar este componente, se debe ejecutar primero un programa de preprocesamiento por
separado. El programa TRNBUILD lee y procesa un archivo que contiene la descripción del edificio y genera
dos archivos que serán utilizados por el componente Tipo 56 durante una simulación. El archivo que contiene
la descripción del edificio procesada por TRNBUILD puede ser generado por cuenta propia con cualquier
Hay 3 parámetros que son requeridos por el componente Tipo 56. El primer parámetro es la unidad
lógica FORTRAN para archivo de datos con los datos de construcción (*.BUI). Este archivo contiene también
la información térmica y datos ópticos para todas las ventanas utilizadas en un proyecto. Los datos se toman
de la biblioteca de ventanas del programa. El segundo parámetro se establece en 1 si se utilizan los coeficientes
de transferencia de calor convectivo dependientes del tiempo (por ejemplo, en combinación con sistemas de
calefacción de paneles de piso). El tercer parámetro da el factor de ponderación entre el aire y la temperatura
superficial media para el cálculo de una temperatura ambiente operativa. Las entradas y salidas de TIPO 56
dependen de la descripción del edificio y opciones dentro del programa. TRNBUILD genera un archivo de
Ganancias convectivas
Este modelo contempla elementos de ganancia/pérdida que vienen dados por las condiciones impuestas a la
zona.
La Ecuación 2.4 rige este balance, considerando todas las posibles entradas de calor a la zona
por convección. Si una opción se encuentra desactivada como la ventilación, por ejemplo, este valor es
cero.
Q̇i = Q̇ sup,i + Q̇in f,i + Q̇vent,i + Q̇gan,i + Q̇coupl,i + Q̇ solaire,i + Q̇rint,i (2.4)
donde,
Q̇coupl,i Ganancias por aire entrante desde otro nodo o por condición de contorno (kJ/hr)
Q̇ solaire,i Fracción de la radiación solar entrante a la zona mediante una ventana que es transferida como
Q̇rint,i Radiación solar absorbida por elementos de sombra al interior de la zona y que es transferida
Ganancias radiativas
Las ganancias radiativas son consideradas en 4 formas. La Ecuación 2.5 muestra el balance radiativo
donde,
Q̇ sol,wi Ganancia solar por ventanas de la zona recibida por las paredes (kJ/hr)
Q̇long,wi Intercambio de radiación de onda larga entre una pared y otras paredes y ventanas (kJ/hr)
A nivel de paredes y ventanas, el modelo utilizado se basa en el trabajo propuesto por Mitalas y
Arseneault (1970). En él se establecen las relaciones de función de transferencia definidas desde una superficie
a otra, mediante ecuaciones de serie tiempo que rigen la transferencia de calor en la pared o ventana según el
intervalo de tiempo en el que se encuentra. El balance que considera transferencia por radiación, conducción
Donde,
S s,i Flujo de calor de radiación absorbido en la superficie interior (ganancias solares y radiactivas)
(kJ/hr)
S s,o Flujo de calor de radiación absorbido en la superficie exterior (ganancias solares) (kJ/hr)
q̇r,s,i Transferencia neta de calor por radiación con todas las demás superficies dentro de la zona (kJ/hr)
q̇r,s,o Transferencia neta de calor por radiación con todas las superficies en vista de la superficie exterior
(kJ/hr)
q̇w,g,i Flujo de calor definido por el usuario hacia la superficie de la pared o ventana (kJ/hr)
q̇ s,i Flujo de calor por conducción desde la pared hacia la superficie interior (kJ/hr)
q̇ s,o Flujo de calor por conducción desde la pared hacia la superficie exterior (kJ/hr)
q̇c,s,i Flujo de calor por convección desde la superficie interior al aire (kJ/hr)
q̇c,s,o Flujo de calor por convección a la superficie exterior desde el ambiente (kJ/hr)
El modelo de radiación de onda larga considera dos versiones para el estudio del intercambio de calor
por radiación al interior de la zona. El primer modelo considera el intercambio de radiación de onda larga
entre las superficies dentro de la zona y el flujo de calor convectivo desde las paredes interiores al aire interior,
al aproximar usando una “red estrella” propuesta por Seem (1987) y representado en la Figura 2.3. Este
método utiliza una temperatura artificial (T star ) en un nodo imaginario para considerar el flujo por convección
y radiación desde una superficie a otra en el interior de la zona. La temperatura artificial es utilizada para
calcular el flujo neto de calor convectivo y radiativo desde la superficie interior de la pared.
El modelo detallado usa el método de Gebhart (Gebhart, 1971), el cual describe la proporción de
radiación absorbida por una superficie versus el total de radiación emitida de una superficie dada. A diferencia
del modelo estándar, el modelo detallado considera la radiación de onda larga por separado y no mediante un
nodo artificial.
Figura 2.4: Comparación de modelo estándar versus el modelo detallado para una zona con 3 superficies.
(Fuente: Simulation Studio TRNSYS 17.)
La ganancia de energía producto de la radiación solar es considerada mediante un factor sol-aire. Este
factor define la fracción de la radiación solar entrando a la zona mediante una ventana, que es transferida
inmediatamente por convección al aire interior. La fracción restante es distribuida mediante factores de
Ecuación 2.6 . Tanto para la radiación directa como difusa, es posible utilizar un modelo estándar y uno
detallado.
donde,
Q̇ solaire,i Radiación solar entrante a la zona mediante una ventana que es transferida como ganancia
f solaire,i Fracción de conversión de radiación solar como ganancia radiativa al aire (-)
Itransdi f,i Radiación solar difusa entrante por la ventana a la zona (W/m2 )
Radiación directa
zona no convertida a convección. Los coeficientes de distribución se distribuyen de forma equitativa a las
superficies de la zona y su suma siempre es 1. En caso de que los coeficientes de distribución sean cero, la
El modelo detallado para la radiación directa considera una matriz de factores de iluminación solar
para un tratamiento detallado de la distribución y sombreado de la radiación directa de onda corta. La matriz
fracción de la superficie iluminada por el sol es calculada mediante una interpolación bilineal del centro de
los cuatro puntos más cercanos a ella con respecto a la posición actual del sol.
Radiación difusa
En el modelo estándar, la radiación solar difusa dentro de una zona es distribuida a las superficies
según los factores ponderados de área de transmisión-absorción (Ecuación 2.7). Para la radiación difusa
entrante por una ventana, se considera un factor de difusión primaria que considera la distribución de la
(1 − ρdi f,s ) · A s
fdi f,s,s = P (2.7)
(1 − ρdi f,s ) · A s
donde,
fdi f,s,s Factor ponderado de área de transmisión-absorción entre una superficie cualquiera (s) y otra (s)
(-)
de onda larga. Para tal efecto, todas las superficies son consideradas transparentes de tal manera que toda la
radiación entre desde fuera de la zona. Esta consideración permite asumir superficies “pasivas"que no emiten
radiación debido a que sólo reflejan, absorben y/o transmiten la radiación solar proveniente del exterior. Esto
permite construir una matriz solar Gebhart, tal como en el caso de la radiación solar de onda larga. Para las
Los flujos de infiltración y ventilación son expresados en términos de cambio de aire por hora en cada
zona. El flujo másico de aire es producto del volumen de aire en la zona, su densidad y la razón de cambio de
aire. La infiltración ocurre siempre desde condiciones exteriores mientras que la ventilación ocurre a una
temperatura especificada. Se asume que entran y salen cantidades de aire iguales, con una temperatura igual a
nvent
X
Q̇v,i = ṁv,k,iC p (T v,k − T i ) (2.10)
k
donde,
En TRNBUILD, la información mas importante es ingresada a cada zona realizada. Cada zona térmica
puede contener uno o más Airnodes. Los Airnodes (nodos de aire en español), hacen referencia a un espacio
del edificio en el que el aire puede ser caracterizado por una sola temperatura. La información descrita en un
Régimen
Paredes
Ventanas
Capacitancia: La capacitancia térmica total del aire del Airnode más cualquier otra masa no conside-
Para facilitar la entrada de datos, existen valores por defecto para todos los parámetros excepto para
definida por defecto como un 120 % del volumen de aire. Sin embargo, este valor se debe modificar según
las características asociadas a la zona. La regla general es ajustar este valor entre 5 y 15 veces el valor del
volumen de aire, dependiendo de los elementos al interior de la zona (por ej. una oficina, una habitación,
etc.).
Para modelar el efecto búfer de la humedad dentro de una zona existen dos modelos de humedad
disponibles. El modelo de humedad simple representa un efectivo modelo de capacitancia en el cual solo
se necesita un ratio humedad-capacitancia. El ratio considera la capacitancia de la humedad del aire más
cualquier otra masa dentro de la zona. Para este modelo, el efecto amortiguador de los materiales de absorción
y desorción, las áreas de suelo o plantas, es considerado por una capacitancia de humedad efectiva que se
Donde
nvent nsuper
Xf
dwi X
Me f f,i = min f,i (wa − wi ) + mv,k,i (wv,k,i − wi ) + Wg,i + mcp,Ig,s (w j − wi ) (2.12)
dt k i− j
Donde
anterior, se usan los valores de w al final del time-step anterior de la simulación como parámetros de entrada
para el time-step siguiente (método de sustitución sucesiva para el time-step). El programa utiliza la sub-rutina
DIFFEQ para resolver de forma independiente los valores finales y promedios del ratio de humedad en cada
time-step para cada Airnode. Si el promedio del ratio de humedad del airnode cae por debajo o sube por
encima de un setpoint para humidificación o des-humidificación, se agrega o elimina la energía latente para
mantener la relación de humedad en el setpoint. Se asume que el cambio en el ratio de humedad del aire
nvent
X
Qlat,i = hv ((min f,i (wa − wreq,i ) + mv,k,i (wv,k,i − wreq,i )
k
nsuper
Xf Me f f,i (wreq,i − wi,t−∆t )
+ Wg,i + mcp,Ig,s (w j,t−∆t − wi,t−∆t ) − ) (2.13)
i− j
∆t
Donde
almacenamiento de superficie y profundidad. Estos buffers están conectados entre sí como se muestra en
Figura 2.5. El buffer de superficie está conectado adicionalmente con el nodo del Airnode. Cada buffer se
El primer parámetro es el gradiente de la línea isotérmica κ de sorción1 del material. Este valor
representa la capacidad de almacenamiento de agua del material. El segundo parámetro es la masa M del
material. El tercer parámetro β controla el transporte de humedad desde el almacenamiento al nodo del
Airnode.
La información acerca de las paredes de una zona se compone de los siguientes ítems:
Tipo de pared
El tipo de muro se puede especificar de cuatro formas distintas. Existe la opción de definir un nuevo
tipo de muro, seleccionar un tipo de muro de una biblioteca, definir un muro con efecto Coldbridge o
Para definir un nuevo tipo de muro, se debe ingresar un nombre único para el tipo de pared, el
especificar la construcción del tipo de muro. La construcción está especificada por una serie de capas
comenzando desde la superficie “interna” (frente) de la pared hacia “afuera” (atrás). Las capas de
materiales pueden ser obtenidas desde la librería o ser creadas desde cero. Luego al ingresar el grosor,
TRNBUILD calcula el total espesor de pared, así como un valor U estándar. Este valor U estándar se
1 Retención de una sustancia por otra cuando están en contacto; incluye las operaciones de absorción, adsorción, intercambio iónico y
diálisis.
W / (m2 K) en el exterior.
Las capas de construcción de una pared pueden ser creadas u obtenidas de la librería de materiales.
• Capa sin masa: solo se usa cuando TRNBuild no puede crear las funciones de transferencia
de una pared con capas masivas. En ese caso, este tipo de capa se usa como una capa
• Capa Activa: utilizada para la refrigeración y la calefacción del núcleo de hormigón, sistema
• Techo frío: panel de techo frío desacoplado del resto de la pared debido al aislamiento o
espacio de aire
Además de su clasificación, se debe asignar los coeficientes de la absorbancia solar. Este coeficiente
depende de las propiedad de la terminación de la pared. Por último, se debe definir el coeficiente
de transferencia de energía. Valores comunes para los coeficientes internos y externos son 11 y 64
kJ/hm2 K, respectivamente.
Área
El área ingresada de la pared debe incluir el área de todas las ventanas en la pared. Para paredes
internas, el área debe duplicarse, debido a que tanto la parte frontal como la parte posterior de la pared
Categoría
La categoría del muro por defecto es de muro Externo. Las siguientes categorías de pared están
Geosurf Se pueden definir explícitamente factores de distribución de radiación solar directa entrando
en una zona térmica. El valor de GEOSURF representa la fracción del total de radiación solar directa
entrando a la superficie. La suma de todos los valores de GEOSURF para una zona no puede ser
mayor a 1. El movimiento de los parches del sol dentro de una zona puede ser modelado definiendo
un horario o un Input de movimiento. Si la suma de valores dentro de una zona es cero, la radiación
directa se distribuye de la misma manera que la difusa radiación (por ratios de área ponderada de
absorbancia).
Número de superficie
Ganancia de la pared
Con la ganancia de pared se puede definir un flujo de energía hacia la superficie de la pared interior.
Las ventanas se pueden definir para paredes externas y adyacentes o como ventanas sin una pared
Tipo de ventana
El tipo de ventana puede ser especificado creando un nuevo tipo de ventana, seleccionando uno desde
Área
Categoría
Geosurf
El valor de GEOSURF representa la fracción del total de radiación solar directa entrando a la superficie.
La suma de todos los valores de GEOSURF para una zona no puedeser mayor a 1. El movimiento
de los parches del sol dentro de una zona puede ser modelado definiendoun horario o un Input de
misma manera que la difusa radiación (por ratios de área ponderada deabsorbancia).
Ganancia
Con la ganancia se puede definir un flujo de energía hacia la superficie de la ventana interior.
Orientación
La orientación debe definirse para las ventanas adyacentes y “ventanas adicionales” (ventanas que no
se relacionan con una pared). Para las ventanas adyacentes, ya sea la orientación del frente o de la
Dispositivo de sombra
El usuario debe definir un factor de sombra que represente el área opaca del dispositivo de sombra en
toda el área de la ventana. El factor de sombra puede ser una constante, una entrada o un horario.
El uso de ventanas desde la librería cuenta con la ventaja de la previa modelación de ventanas típicas usadas
en construcción. TRNBUILD cuenta con una librería de ventanas comercializadas en Alemania y Estados
Unidos.
Infiltración
típicamente mediante grietas en la envolvente del edificio y mediante el uso de puertas y ventanas (Handbook,
2009).
La infiltración está dada en términos del número de cambios de aire por hora en la zona. Así, la
razón del flujo de masa de infiltración para cualquier zona, es el producto del número de cambios de aire, el
El ingreso de la información al software puede ser un valor fijo ingresado directamente en el panel
de configuración, un input proveniente de un componente externo o un valor horario configurado dentro del
panel de configuración.
Ventilación
Un flujo de aire que ingresa a una zona proveniente de un equipo, puede ser especificada como una
ser ingresado como una tasa de cambio de aire por hora o como un flujo másico de aire. Para ambos casos, el
flujo de aire por infiltración puede ser un valor constante, un input proveniente de un componente externo o
un valor asignado a un horario dentro del panel de configuración. El segundo ítem es la temperatura del
flujo de aire entrante. Esta puede ser configurada a la misma temperatura exterior (temperatura ambiente) o
a una temperatura definida por el usuario. El tercer elemento es la humedad del flujo de aire. La humedad
puede ser definida como humedad relativa o absoluta y si se considera como la humedad ambiente exterior o
Calefacción
Se requieren tres elementos para definir un tipo de calefacción en el panel de control. El primero es la
temperatura de control de la zona, la cual será el punto de control para encender o apagar la calefacción.
Este valor puede ser constante, proveniente de un componente exterior o sujeto a un valor según horario
definido por el usuario. El segundo elemento es la fuente de energía para la calefacción. Esta puede ser
ilimitada (idealizada) o limitada (componente externo). Se puede además definir un porcentaje radiativo de la
energía entregada a la zona como un valor fijo, proveniente de un componente externo o sujeto a un horario
desde el panel de control. Por último, la humidificación de la zona asociada al elemento de calefacción
debe ser establecida si el componente modifica la humedad de la zona. En caso de que se modifique, la
configuración de la humedad puede ser relativa o absoluta. Se puede establecer un valor constante, uno
Refrigeración
Ganancias internas
Las ganancias internas se asocian a personas, dispositivos electrónicos, iluminación, etc. Para sim-
plificar la definición de ganancias internas comunes, Trnbuild posee opciones predefinidas para personas,
computadoras y luz artificial. Para la ganancia de calor debido a los ocupantes, existe la posibilidad de utilizar
Además de las opciones predefinidas, es posible agregar ganancias definidas por el usuario. El nuevo
tipo de ganancia requiere del poder radiativo, poder convectivo y de la humedad absoluta. Para los tres
elementos se puede establecer un valor constante, uno proveniente de un componente externo o uno sujeto a
Confort térmico
El cálculo del confort térmico está basado en el estándar ISO 7730. Se puede añadir un módulo de
confort térmico y definir el tipo de confort para una zona al seleccionar un tipo definido previamente. El tipo
de confort requiere de 4 elementos en el panel de control: Factor de vestimenta, ratio metabólico, trabajo
externo y velocidad relativa del aire. Para los primeros dos, existen factores estandarizados para una gran
variedad de variaciones.
Además del tipo de confort, se debe seleccionar el modelo para determinar la temperatura radiante
media. Este valor se puede definir por el usuario (como constante, de un componente externo o horario desde
el panel de control) o como cálculo interno. Para este último, se puede utilizar un modelo simple o uno
detallado.
ción
3.1. Metodología
básicas de energía que requiere un hogar chileno para calefacción. Las mediciones actuales se han realizado
con modelos deterministas o con estudios en terreno que aportan una visión certera pero estática de la
demanda de energía. Aún con la escasa información sobre la realidad chilena, el Ministerio de Energía se
encuentra en un proceso de trabajo para reducir la relación entre el ingreso y el gasto energético de las familias
vulnerables, de tal forma que alcancen un estándar de confort térmico y lumínico adecuado (lineamiento 12,
Energía 2050).
modelo de simulación dinámico usando TRNSYS para obtener la cantidad de energía necesaria para
satisfacer una determinada temperatura de control. Para ello se utilizaron modelos de cálculo de sustitu-
ción sucesiva en lugar de métodos tradicionales para aprovechar las capacidades de la simulación dinámica
transferencia de calor entre viviendas al modelar el conjunto de hogares en lugar de sólo un hogar.
Las viviendas modeladas son parte de la cooperativa cerrada Paihuén, ubicada en la ciudad de
Valparaíso. La cooperativa cuenta con nueve casas, de las cuales ocho se construirán durante el año 2018. Para
este estudio, se han modelado las ocho viviendas que serán construidas este año con los planos entregados
exportadas para su edición en TRNBUILD, donde se ha ingresado la información necesaria para la simulación
Teniendo en cuenta que el requerimiento de energía obtenido de la simulación está sujeto a la ubicación
geográfica de la cooperativa, la orientación del emplazamiento y a la temperatura de control del aire interior de
las viviendas, se ha realizado un análisis de las tres categorías para determinar el impacto en el requerimiento
energético de la cooperativa. Para ello se ha analizado la demanda de calefacción en cuatro ciudades de Chile
además de cuatro orientaciones distintas en Valparaíso. El impacto de la temperatura interior del aire sólo se
Para cuantificar el costo de suplir la energía requerida obtenida con la simulación, se han utilizado
tres tipos de tecnologías de uso común en Chile. Debido a la gran variedad de tecnologías disponibles en
el mercado, se decidió utilizar aquellas que fueran más representativas de la realidad nacional. De aquel
análisis, se decidió utilizar como tecnología calefactores a leña, gas y electricidad. Los costos han sido
estimados según valores de mercado y especificaciones realizadas por organismos pertinentes. Además del
costo financiero, se ha considerado el costo ambiental de utilizar las distintas tecnologías en términos de la
Sketchup en la sección 3.2. La sección 3.3 abarca los detalles de la obra en términos de los materiales de
la construcción y la configuración en TRNBUILD. Las secciones 3.4 y 3.5 detallan el modelo utilizado en
TRNSYS junto con los supuestos utilizados y la configuración de los distintos análisis. Finalmente, la sección
3.6 estudia las tecnologías escogidas para el costeo de combustible y la emisión de contaminantes.
Las variaciones en la materialidad, el diseño y la ubicación geográfica de los hogares afectan en gran
medida el requerimiento energético para la calefacción a lo largo del territorio nacional (Ministerio de Energía
(2010), Romero (2011)). La heterogeneidad de las viviendas y de las condiciones climatológicas en Chile,
Para lidiar con la variabilidad existente en los tipos de vivienda, se decidió trabajar con una cooperativa
habitacional ubicada en la ciudad de Valparaíso. Esta cooperativa cuenta con la ventaja de cumplir con la
nueva norma térmica establecida en el año 2007. Se espera entonces un mejor comportamiento térmico,
La cooperativa se compone de dos “Cuerpos”, A y B, además de una sede para reuniones bajo el
cuerpo A. El cuerpo A tiene cinco viviendas de dos pisos mientras el cuerpo B posee cuatro viviendas de tres
pisos cada una. Para el cuerpo B sólo se modelaron tres viviendas que serán construidas durante el 2018. La
superficie construida de cada vivienda es de aproximadamente 60 m2 mientras que la superficie total construida
para ambos cuerpos y la sede es de 529.26 m2 . La figura 3.1 y 3.2 presentan el emplazamiento y el esquema
de la superficie, respectivamente. Notar que cada casa cuenta con una letra de identificación.
El terreno presenta una elevación de aproximadamente diez metros desde la calle inferior a la calle
superior. Esta característica es propia de los cerros de Valparaíso, por ende, la modelación también incluye la
diferencia de altura en las construcciones con la idea de incluir el efecto que pueda tener la sombra de una
Al formar parte de una cooperativa, las casas siguen un modelo similar en diseño. Tanto para el cuerpo
A y B, la primera planta es de un ambiente, existiendo sólo muros internos para el baño. La segunda planta
difiere según el cuerpo. Para el cuerpo A, el segundo piso se divide en tres dormitorios. Para el cuerpo B
también hay tres dormitorios, pero se encuentran repartidos entre el segundo piso (dos dormitorios) y el tercer
piso (un dormitorio). La sede que se encuentra bajo el cuerpo A se ubica debajo de las casas B, C y D, y
Modelación térmica
demanda de energía a una cierta temperatura de control. La modelación térmica difiere de la modelación
arquitectónica al considerar la geometría de una estructura desde el punto de vista de la transferencia de calor.
De esta forma, el modelo térmico se convierte en una versión derivada del modelo arquitectónico enfocado en
la transferencia de calor. El manual del componente multizona recomienda tres puntos a la hora de modelar
térmicamente un edificio:
el número de zonas, pero eso no implica necesariamente el aumento en la precisión de los resultados.
Simplificación. El modelo térmico no tiene que lucir necesariamente como el modelo arquitectónico,
pero si tiene que modelar el comportamiento térmico. Se pueden realizar simplificaciones al modelo
real siempre que siga respetando las transferencias de calor presentes. Por ejemplo, una oficina con
El número de zonas depende de los resultados esperados de la simulación. Las áreas con ganancias
solares, construcción, uso y condiciones que presentan comportamientos térmicos similares pueden
Para simular térmicamente la cooperativa, se decidió utilizar una zona térmica para cada piso de
la vivienda. Como se mencionó anteriormente, sólo el segundo piso posee separación interna para cada
habitación. Bajo el supuesto de que el uso, la construcción y las condiciones de cada dormitorio son similares,
combinarlas en una zona sola zona es una medida razonable. De esta forma, el cuerpo A presenta dos zonas
térmicas por casa mientras que las del cuerpo B presentan tres zonas por casa. El esquema final realizado en
vigente en el manual de aplicación de la reglamentación térmica Artículo 4.1.10. La Tabla 3.1 resume las
principales características de los materiales usados para paredes y ventanas (Minvu, 2014).
Tabla 3.1: Parámetros para las propiedades termo-físicas de las superficies de la envolvente de las viviendas.
técnicas de la obra. Se debe tener en cuenta que el segundo y tercer piso de las viviendas no tienen referencia
directa del material utilizado, por lo que se asumió la misma materialidad que el del primero (ladrillo tipo
Santiago).
Configuración en TRNBUILD
Cada categoría incluye los valores utilizados para caracterizar la cooperativa. Sólo los elementos mencionados
en este apartado fueron modificados, por lo que cualquier otro valor no descrito es asumido como valor
default en el programa.
Régimen
Tal cómo se mencionó en la sección 2.3.1, la información para el régimen de cada zona abarca cinco
puntos. Debido a que la modelación se realizó utilizando el plugin TRNSYS3D en Sketchup, el volumen de
cada zona fue calculado automáticamente por el programa. En la Tabla 3.2 se resume la información respecto
al volumen de cada zona modelada junto con la diferencia entre la superficie modelada y la real. La altura de
La capacitancia térmica del aire en la zona no cuenta con una definición formal para el cálculo
del factor de ajuste. Valores usuales para el factor de ajuste van desde cinco a quince veces el valor del
volumen de la zona. Para una zona de tipo residencial se asumió un factor de ajuste de cinco veces el volumen
Infiltración
muestra Bustamante et al. (2009). Hasta la fecha no se conocen investigaciones realizadas a nivel nacional
Las investigaciones para establecer los estándares actualmente incluidos en la reglamentación térmica
supusieron un intercambio de aire equivalente a 1.0 volumen por hora. El software de cálculo de comporta-
Tabla 3.2: Superficie real, modelada, volumen y diferencia porcentual de cada zona.
miento térmico de viviendas (CCTE_V2.0) del MINVU también utiliza este estándar de ventilación para
Aunque se han encontrado tasas de infiltración de hasta 8,36 volúmenes hora para una vivienda de
madera (Bobadilla, 2009), se ha optado por utilizar el nivel de infiltración utilizado por la reglamentación
térmica y el MINVU para la simulación. Este valor pareciera ser conservativo para la realidad nacional pero
mientras no existan estudios que comprueben los niveles reales de infiltración, pareciera ser adecuado seguir
Ventilación
La ventilación mecánica se excluye del análisis debido a que no existe un sistema mecánico para la
ventilación. La ventilación producida por el comportamiento de los residentes de las viviendas no fue incluida
en este ítem debido a la complejidad de asumir un horario para la ventilación producida por la apertura de
Calefacción
La opción para la calefacción incluida en TRNBUILD permite modelar un sistema ideal de calefacción
a partir de una temperatura de control para la zona. Esta temperatura fue incluida como un input para
TRNBUILD con la idea de controlar el valor desde la interfaz de TRNSYS (Simulation Studio).
Chile sólo el 0.8 % las viviendas utilizan sistemas de refrigeración debido a los altos costos de instalar un
equipo de este estilo (Ministerio de Energía, 2010). Por ello, se decidió no incluir el estudio de sistemas
de refrigeración para la cooperativa debido a los mayores costos de implementación y a que la temperatura
los habitantes del lugar de estudio. Las variaciones de aporte de energía y nivel de confort térmico por
concepto de comportamiento de las personas al interior del hogar resultan un proceso complejo por su carácter
multivariable. Por ende, caracterizar el comportamiento en términos energéticos de ocho familias resulta
un proceso complejo y con un alto costo. Con la idea de presentar un estudio base para futuras memorias
o investigaciones, se decidió no incorporar ganancias y niveles de confort térmico para este estudio. Sin
embargo, es altamente recomendable que una futura investigación pueda considerar estas variables.
El modelo desarrollado en Simulation Studio se realizó con la opción de edificio multizona 3D que
trae por defecto TRNSYS. Con esta configuración es posible crear un proyecto de manera fácil y rápida. La
figura 3.6 muestra de manera simple como el modelo funciona; el componente del archivo meteorológico
junto a los componentes de ecuaciones que rigen ciertos inputs, están unidos al Tipo 56 el cual se conecta al
El componente multizona ha sido configurado con entradas extras a las entradas estándar requeridas
por el componente. La Tabla 3.3 muestra las variables ingresadas al Tipo 56, las cuales son explicadas a
continuación.
Tabla 3.3: Variables de entrada extra para el componente Tipo 56
Las murallas y el piso en contacto con la tierra presentan desafíos particulares. Las condiciones de
borde para las superficies exteriores en contacto con la tierra requieren de una temperatura de suelo precisa.
Ingresando las propiedades de las superficies como se planean construir y conectando la temperatura de
contorno a la temperatura ambiente sobre estimará la transferencia de calor. Usando las mismas propiedades
transferencia de calor.
La forma más adecuada de simular la transferencia de calor a través de una superficie en contacto con
el suelo sería usando un modelo detallado de transferencia de calor en 3D para la temperatura del suelo. Sin
embargo, realizar este modelo requiere de conocimientos y herramientas de análisis que escapan del alcance
de esta memoria.
Existen varios métodos simplificados para estimar la transferencia de calor mediante una superficie
en contacto con la tierra y uno de ellos es el método del factor F-ASHRAE. En este método, la transferencia
q = F · P (T i − T a ) (3.1)
disponibles en tablas en el apéndice A del ASHRAE Standard 90.1. (ASHRAE, 2004). Para una superficie
en contacto con el suelo (como una losa) con 12 pulgadas de espesor vertical con aislación R10, el factor
F es 0.58 Btu/h ft (1.004 W/m K). Por otra parte, la transferencia de calor en Trnsys es calculada con la
Ecuación 3.2
q = U · A (T i − T a ) (3.2)
Donde U es el coeficiente global de transferencia de calor para una pared y A es el área de la pared. Las
U·A=F·P (3.3)
Al despejar el coeficiente global de transferencia de calor U, se debe ajustar el espesor de la pared en contacto
con la tierra hasta igualar el valor u del software con el valor obtenido de la Ecuación 3.3. La configuración
Coeficiente de convección
condiciones externas a esta. En la literatura existen diversos modelos de cálculo para el coeficiente de
convección externo que varían en complejidad. McAdams (1954) plantea una correlación simple para el
" !p#
Vf
hc,ext = 5,678 m + n (3.4)
0,3048
La ecuación Ecuación 3.4 puede ser linearizada a la ecuación Ecuación 3.5, con un error de hasta un
El coeficiciente de convección linearizado se aplica para todas las superficies externas, incluyendo
Infiltración
Como se mencionó en la sección 3.3, la infiltración juega un rol importante a la hora de determinar la
carga térmica de una vivienda. Se definieron tres variables de infiltración para el primer piso, el segundo y
tercer piso, y la sede. Para todos los pisos se definió arbitrariamente un intercambio de aire equivalente a 1.0
volumen por hora mientras que para la sede se definió un intercambio de aire de 0.3 volumen por hora.
Temperatura de control
Los requerimientos energéticos de una persona para sentir una temperatura ambiente agradable están
asociados a un cierto nivel de confort térmico. El concepto de confort térmico fue abordado por primera
vez por Hensen et al. (1991) y lo definió como “un estado en el cual no existen impulsos para modificar
Refrigeración y Aire acondicionado (ASHRAE por sus siglas en inglés) la definió como “condición de
la mente en la que la satisfacción se expresa con la condición termal del ambiente"(ASHRAE, 2004). De
esta forma, la percepción de confort es influenciada por factores personales como humor, cultura y otros
Desde estas definiciones, se extrae que el confort térmico no es una condición de estado, sino que
un estado mental, lo que deja abierta la posibilidad a un abanico de opciones para establecer el nivel de
satisfacción de un individuo. Este estado está directamente asociado al proceso cognitivo de juicio de
satisfacción, involucrando distintos inputs influenciados por factores físicos, fisiológicos y psicológicos, entre
A partir de esta idea, es posible estudiar el confort térmico de una vivienda a partir de lo que se
defina como sensación de agrado para la temperatura ambiente interior. Como se estableció anteriormente,
la pobreza energética está asociada a una falta de confort térmico al interior de una vivienda, produciendo
una disminución en la satisfacción y el bienestar de una persona. Para este estudio, el nivel de satisfacción
térmica mínima es de 18 °C y será asociada a la temperatura ambiente interna de cada zona estudiada.
A continuación se describen las simulaciones para analizar diferentes requerimientos según tempera-
tura interior, orientación y ubicación de la cooperativa. Primero se analizan las variaciones de la carga térmica
para cada vivienda al variar la temperatura interior en un rango de 16 a 20 °C. Posteriormente, se realizan
variaciones a la orientación del emplazamiento tomando en cuenta orientaciones hacia el norte, sur, este y
oeste. Finalmente, se presenta la descripción del análisis para cuatro ciudades de Chile para cada orientación,
incluyendo la del proyecto original. Las simulaciones y análisis descritos se resumen en la Tabla 3.4.
Numero de
Id simulación Ciudad Ángulo Temperatura
la simulacion
1 V58-T18 Valparaíso 58 18
2 V58-T16 16
3 V58-T17 17
Valparaíso 58
4 V58-T19 19
5 V58-T20 20
6 V0 0
7 V90 90
Valparaíso 18
8 V180 180
9 V270 270
10 A58 Antofagasta
11 S58 Santiago 58 18
12 C58 Concepcion
Como se mencionó anteriormente, la temperatura de control está asociada a la temperatura del aire al
interior de cada zona térmica. La identificación de la temperatura óptima dependerá de factores internos y
externos a la zona, los cuales se asocian a la temperatura de confort para los integrantes de una vivienda. Para
una persona con vestimenta de invierno hogareña, que se encuentre cocinando y que esté en un ambiente a una
temperatura operativa de 16 °C, la sensación térmica de agrado va desde los 14 a 21.5 °C aproximadamente,
como se aprecia en la Figura 3.7. En la imagen, tdb es la temperatura de bulbo seco, rh es la humedad relativa,
entalpía.
Figura 3.7: Carta psicométrica para la temperatura operativa dentro de una vivienda.
(Fuente: CBE Thermal Comfort Tool, University of California, Berkeley.)
Para sensibilizar el valor inicial de 18 °C, se plantea realizar simulaciones para la temperatura de
control en un rango entre 16 y 20 °C, con un salto de 1 °C. Con esta información se puede comparar los
distintos requerimientos de energía a diferentes niveles de confort. El análisis se realiza para la cooperativa
Efecto de la orientación
el efecto de la orientación del inmueble. Modificar la orientación de una o varias viviendas es una medida
que no requiere de mayor inversión si se considera que el diseño del edificio no sufrirá cambios. Trnsys
permite ingresar la orientación de un inmueble con respecto al norte al crear un nuevo proyecto en 3D. Para
un modelo realizado en Sketchup, el norte sigue la dirección del eje Y (color verde) del programa, como se
Figura 3.8: Eje de referencia para configuración en Trnsys. Eje norte en verde
(Fuente: Elaboración propia.)
La cooperativa real tiene una orientación de 58° desde el eje Y (norte) hacia el eje X positivo (Este),
tomando como punto de referencia la superficie en dirección al eje Y positivo (norte) del cuerpo A. Para
cambiando la orientación original a cuatro ángulos distintos. Los cuatro ángulos serán 0° (norte), 90° (este),
En Chile se identifican siete zonas térmicas que definen las especificaciones térmicas de cualquier
construcción. La zonificación se realiza a partir de los grados días de calefacción a nivel comunal. La
geografía nacional presenta una gran variedad de climas que hacen necesario diferenciar las especificaciones
de las construcciones de tal manera de brindar las condiciones necesarias de bienestar y seguridad a las
viviendas. Una construcción que cumple los requerimientos térmicos en Santiago no cumplirá necesariamente
para otras tres ciudades de interés: Antofagasta, Santiago y Concepción. Cada una presenta un zona térmica
diferente, que son la zona 1, zona 3 y zona 4, respectivamente. La ciudad de Valparaíso está en la zona térmica
2. La configuración de la simulación se establecido con una temperatura de control de 18 °C y con cada una
de las orientaciones definidas en el punto anterior. Es decir, además de la simulación del proyecto original
en distintas ciudades, también se simulará el modelo en cada ciudad y con cada ángulo definido en el punto
anterior.
La pobreza energética no presenta una guía estandarizada para su medición. La experiencia interna-
cional muestra que el plan de acción para generar políticas públicas en torno a la materia, varían según la
definición de pobreza energética que se adopte. Es decir, la definición de la pobreza energética es la base para
línea de planeación establecida en la política energética 2050. Como se mostró en la sección 1.2.3, existen
Resulta de interés en esta memoria, entender con mayor profundidad las dimensiones relacionadas a la
Con el fin de estudiar este fenómeno desde una perspectiva socioeconómica y extender la información
de una manera más cercana a las personas, se ha buscado determinar el costo de alcanzar la demanda de
energía con tecnologías de calefacción acordes a la realidad local (gas, leña y electricidad) y la emisión
El análisis de costos se realiza con un enfoque comparativo. La estimación del gasto necesario para
las viviendas de la cooperativa se realiza en términos del gasto en combustible necesario para la calefacción
de ambientes, sin considerar la inversión inicial de los equipos ni las mantenciones de la operación.
Para conocer cuales son las principales fuentes de calefacción residencial, primero se revisan los datos
de uso de calefacción para cada región en Chile (Figura 3.9). Los datos presentados han sido obtenidos del
estudio Medición del consumo nacional de leña y otros Combustibles sólidos derivados de la madera (CDT,
2015).
De los hogares que utilizan calefacción, las principales fuentes de combustible son la leña y el gas,
Figura 3.9: Hogares que utilizan calefacción en su hogar por región (porcentaje).
(Fuente: Medición del consumo nacional de leña y otros Combustibles sólidos derivados de la madera, 2015)
seguida de parafina y electricidad. Cabe señalar que la leña y sus derivados tienen una participación de un
46,5 % del total en el país (Figura 3.10 y Tabla 3.5). La figura muestra el mayor uso de leña como combustible
principal en las zonas ubicadas hacia el sur, lo que puede coincidir con una mayor necesidad de calefacción
por registrarse menores temperaturas en invierno y eventualmente con una mayor disponibilidad de recursos
forestales.
Figura 3.10: Tipo de combustible para calefacción en el hogar a nivel total (Porcentaje) Respuesta múltiple.
(Fuente: Medición del consumo nacional de leña y otros Combustibles sólidos derivados de la madera, 2015)
Respecto a la Figura 3.11 y la Tabla 3.5, la gran mayoría de los equipos existentes a nivel nacional
se concentrarían en la Región Metropolitana, lo cual puede atribuirse a la gran cantidad de población que
habita en esta. Por otra parte, a nivel nacional, los equipos con mayor predominancia son aquellos en los que
el combustible para funcionar son la leña, el gas y a electricidad, mayormente. Es interesante notar que más
de la mitad de los artefactos de calefacción a gas se encuentran en la R.M., a diferencia de los artefactos a
En la Región de Valparaíso, se observa un gran uso de gas como fuente principal de calefacción
seguido por la leña. Además la parafina y la electricidad tienen un uso equitativo dentro de la región.
Tabla 3.5: Porcentaje de equipos por combustible principal para calefacción en sector residencial
Región Leña Gas Parafina Electricidad Pellets Carbon vegetal Despunte Petróleo
I-IV 28,2 % 40,0 % 25,8 % 2,6 % 0,0 % 0,0 % 3,4 % 0,0 %
V 23,1 % 51,8 % 12,0 % 12,4 % 0,0 % 0,7 % 0,0 % 0,0 %
RM 9,3 % 56,3 % 28,0 % 6,1 % 0,0 % 0,2 % 0,0 % 0,0 %
VI 57,4 % 24,0 % 16,9 % 1,8 % 0,0 % 0,0 % 0,0 % 0,0 %
VII 62,8 % 24,0 % 12,4 % 0,4 % 0,0 % 0,5 % 0,0 % 0,0 %
VIII 72,9 % 14,4 % 10,6 % 0,5 % 1,3 % 0,0 % 0,0 % 0,2 %
IX 90,7 % 4,5 % 4,6 % 0,0 % 0,1 % 0,0 % 0,0 % 0,0 %
XIV 93,9 % 2,6 % 2,3 % 0,8 % 0,4 % 0,0 % 0,0 % 0,0 %
X 95,7 % 2,3 % 1,6 % 0,0 % 0,0 % 0,0 % 0,0 % 0,4 %
XI 99,3 % 0,5 % 0,0 % 0,0 % 0,2 % 0,0 % 0,0 % 0,0 %
XII 11,1 % 88,5 % 0,0 % 0,4 % 0,0 % 0,0 % 0,0 % 0,0 %
Con esta información se observa que a nivel nacional los combustibles de mayor uso son la leña, el gas,
la parafina y la electricidad. Al analizar en detalle la región de Valparaíso, este orden cambia y el combustible
de mayor uso es el gas, seguido de la leña y la electricidad. Por último, los combustibles escogidos también
toman en cuenta el porcentaje de uso de combustible para calefacción publicado en el Estudio de usos finales
2010), el cual indica que el 47 %, 21 % y 18 % de la energía con la que se calefaccionan los hogares en Chile
Con los datos anteriores, se decide analizar los costos de las tecnologías asociadas a la leña, el gas y
El precio de la leña depende tanto de la ubicación geográfica dentro del país como de la especie de
árbol de donde se obtuvo. La leña presenta formatos de venta que pueden ser por metro cúbico estéreo, metro
cúbico a granel, bolo, vara, saco de 25 kilos, saco de 15 kilos, carretilla, canasto y astilla.
el país (Instituto Forestal, 2018), incluyendo la leña para calefacción. Esta información es proporcionada
por empresas ligadas a la venta de estos productos. La Tabla 3.6 presenta información relevante para el
análisis.
Tabla 3.6: Precios de la leña
Al transformar2 los valores presentados a pesos por kilogramo, se observa que existe un rango amplio
de precios entre los datos del informe, como se observa en la Tabla 3.7. La principal causa de la variación
de precios es el volumen del formato de venta presentado, el que alcanza los precios más bajos cuando se
vende por metro cúbico estéreo. Por el contrario, es con el saco de 15 kilos donde se alcanzan los mayores
precios. Otro detalle importante es que estos valores corresponden en su mayoría a la zona sur del país, donde
el acceso a este recurso es más fácil. Por ello se ha consultado el Reporte de la Región del Maule3 y obtener
valores de mercado para la leña. El mes consultado es de diciembre de 2018 al igual que el boletín forestal.
Del reporte se rescata la información de los precios de la leña certificada para los formatos de venta en saco
de 15 y 25 kilogramos cuyo cálculo a valor unitario es directo. Se calcula que el precio de la leña ronda los
140 pesos por kilogramo. Considerando el bajo valor de la leña y considerando que el acceso en la quinta
región es más difícil y por ende más costoso, el precio de cálculo para la leña es de 160 $/kg, siendo 1,5 veces
Chile es un país importador neto de gas licuado. El GLP importado llega actualmente a través de
barcos a varios puertos: Quintero (V Región), Talcahuano (VIII región), Punta Chungo (IV Región) y Cabo
Negro (XI Región) principalmente entre el 2015 y 2017. Desde los terminales portuarios lo importan diversas
empresas, entre las que se cuenta la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP), Gasmar, Norgas, Lipigas, Gasco
y Abastible. Si bien existe libertad de precios en este segmento, el GLP generalmente se transa a nivel
El gas licuado de petróleo para el sector residencial es distribuido prácticamente en todas las comunas
del país, siendo distruibuido por Abastible, Gasco, Gasco Magallanes y Lipigas. El consumo de GLP en el
usuario final se realiza por lo general en cilindros transportables de 5, 11, 15 y 45 kg y también a tanques fijos
Los precios asociados el GLP son monitoreados por la Comisión Nacional de Energía (CNE) y su
acceso es de carácter público. Esta información es recopilada y publicada en la página web de la CNE4
2 http://www.energia.gob.cl/tema-de-interes/conoce-la-energia-calorica-de-la
3 http://www.calefaccionsustentable.cl/reporte-de-lena-region-del-maule/
4 http://datos.energiaabierta.cl/dataviews/247575/precios-historicos-de-gas-licuado-call-center/
y se obtiene de los Call Center de cada empresa distribuidora presente en el país. Los precios obtenidos
La Tabla 3.8 presenta el promedio del precio por kilogramo de cada formato por región del país. La
primera observación es que el valor por unidad aumenta a media que el formato es más pequeño. A nivel
nacional, el precio por kilogramo de GLP en fomato de 2kg es un 60 % más costoso que el formato de
15kg. Otro elemento observable en los datos es que la región con el precio promedio más bajo es la región
de Magallanes y de la Antártica Chilena, donde el acceso a este recurso es más fácil. Para la Región de
Valparaíso, el precio promedio es de 1.505 pesos por kilogramo, siendo la segunda región más costosa del
país.
Promedio
Región Cilindro 2kg Cilindro 5kg Cilindro 11kg Cilindro 15kg
por región
Región de Arica y Parinacota 1.721 1.476 1.171 1.455
Región de Tarapacá 2.008 1.896 1.181 1.293 1.482
Región de Antofagasta 1.729 1.693 1.363 1.280 1.461
Región de Atacama 1.589 1.598 1.359 1.185 1.392
Región de Coquimbo 1.701 1.496 1.224 1.202 1.326
Región de Valparaíso 2.403 1.810 1.348 1.205 1.505
Región
2.047 1.678 1.289 1.237 1.435
Metropolitana de Santiago
Región del Libertador
1.736 1.608 1.343 1.311 1.439
General Bernardo O’Higgins
Región del Maule 1.984 1.594 1.334 1.201 1.406
Región del Biobío 1.859 1.561 1.331 1.219 1.406
Región de la Araucanía 1.843 1.599 1.369 1.289 1.430
Región de los Ríos 1.863 1.621 1.372 1.307 1.449
Región de los Lagos 2.269 1.735 1.466 1.404 1.578
Región de Aysén del General
1.774 1.536 1.336 1.341 1.411
Carlos Ibáñez del Campo
Región de Magallanes y
1.423 1.060 920 918 1.008
de la Antártica Chilena
Promedio por formato 1.988 1.654 1.332 1.247 1.442
Considerando que el precio promedio para una región se ve influenciado por las diferencias en formato,
se analiza el nivel de venta de cada cilindro para determinar el precio más adecuado para el estudio. Esta
Tabla 3.9 y Tabla 3.10 presentan las ventas mensuales para el país y la región de Valparaíso en el año 2018. A
nivel nacional, las ventas de gas licuado en el formato de 15kg alcanza el 67 % de las ventas, seguida del
formato de 45kg con un 13,8 %. Para la región de Valparaíso, el cilindro de 15kg alcanza el 80 % de la venta
5 http://www.sec.cl/portal/page?_ pageid=33,6263695& _ dad=portal& _ schema=PORTAL
Tabla 3.9: Venta nacional mensual de GLP para el sector residencial en toneladas
Mes Cilindro 2kg Cilindro 5kg Cilindro 11kg Cilindro 15kg Cilindro 45kg
Enero 0 1.869 4.231 24.256 5.472
Febrero 0 1.772 3.916 23.651 5.131
Marzo 0 2.024 5.010 27.846 6.085
Abril 0 2.210 5.407 29.099 6.192
Mayo 1 3.017 7.746 34.585 7.054
Junio 1 4.344 10.340 41.001 7.571
Julio 1 4.036 10.186 40.697 7.540
Agosto 1 3.332 8.560 38.318 7.544
Septiembre 0 2.477 6.876 34.195 7.038
Octubre 0 2.156 5.897 31.234 6.795
Noviembre 0 1.733 4.644 26.483 5.854
Diciembre 0 1.773 4.389 27.153 5.894
Subtotal 5 30.744 77.200 378.517 78.172
Porcentaje 0,0 % 5,4 % 13,7 % 67,0 % 13,8 %
Tabla 3.10: Venta mensual de GLP para el sector residencial en la V Región en toneladas
Mes Cilindro 2kg Cilindro 5kg Cilindro 11kg Cilindro 15kg Cilindro 45kg
Enero 0 245 291 4.072 545
Febrero 0 227 273 3.936 546
Marzo 0 244 253 4.788 627
Abril 0 272 285 4.611 533
Mayo 0 369 362 5.027 595
Junio 0 586 452 6.219 643
Julio 0 541 450 6.200 654
Agosto 0 427 387 5.946 632
Septiembre 0 289 327 5.002 645
Octubre 0 255 267 5.001 563
Noviembre 0 199 223 4.207 474
Diciembre 0 221 246 4.517 597
Subtotal 1 3.876 3.817 59.527 7.054
Porcentaje 0,0 % 5,2 % 5,1 % 80,1 % 9,5 %
Con esta información, se determina que el valor más representativo para el gas licuado es el precio del
cilindro de 15kg. Con los datos expuestos, se escoge el precio en este formato para la región de Valparaíso, el
estudio. Para la región de Valparaíso, la empresa distribuida es Chilquinta. Las tarifas de suministro eléctrico
son establecidas de acuerdo con fórmulas de cálculo fijadas cada cuatro años. Las empresas concesionarias
de distribución eléctrica están obligadas a aceptar la opción tarifaria de cada cliente. Tales opciones se
han estructurado de acuerdo con diversas formas para el consumo (sólo energía; potencia máxima leída o
contratada; y potencia leída o contratada horariamente), bajo dos categorías de clientes: en alta tensión (AT) y
Para los clientes residenciales de baja potencia la tarifa más usual es la BT1. Esta tarifa se aplica
cuando la medición de energía cuya potencia conectada es inferior a 10 kW o la demanda esté limitada a 10
kW (residencial).
En su página web, Chilquinta dispone de las tarifas de suministro eléctrico con el detalle de cobro
para cada ciudad de la región. De forma general, el cobro se realiza considerando los siguientes items:
Tabla 3.11: Tarifa de suministro eléctrico BT1 de Chilquinta. Promedio de valores para la ciudad de Valparaíso
Cabe señalar que el tramo 6 hace referencia a una distribución de energía mayor a 240 kWh, caso que
se cumple para la cooperativa. Por otra parte, el consumo por sobre el límite de invierno es el monto que se
aplica a los consumos efectuados durante los meses de abril a septiembre, en caso de que el consumo del
cliente sea superior a los 430 kWh/mes y que sobrepase su limite de invierno.
Con la información entregada, se obtiene que la tarifa normal de electricidad es de 131 $/kWh y de
El siguiente capítulo se divide en tres partes, las cuales presentan: resultados obtenidos de la simula-
ción, las implicancias económicas y ambientales asociadas de la carga térmica y el análisis de sensibilidad
La primera parte del capítulo entrega la demanda de energía para calefacción de la cooperativa según
las especificaciones originales del proyecto. En esta sección se presenta el consumo energético en términos
anuales y mensuales, así como las horas requeridas para alcanzar dicho consumo.
La segunda parte, agrupa el análisis económico y ambiental de los resultados obtenidos. El análisis
económico busca costear la carga térmica de las viviendas con tres tecnologías de uso masivo en Chile,
relacionando el nivel de confort térmico y el costo asociado a la mantención de este. El análisis ambiental
busca incorporar los costos indirectos de suplir la energía a la cooperativa al determinar el nivel de emisión
Por último, se presentan los resultados de las variaciones al modelo original que abarcan las simula-
ciones de la tabla Tabla 3.4 de la sección anterior. Las variables sensibilizadas son la temperatura de control
Tabla 4.1: Consumo anual de calefacción simulado para la cooperativa Paihuén, por vivienda.
La Tabla 4.1 presenta los resultados obtenidos de la simulación para la carga térmica de la cooperativa
Paihuén. El requerimiento anual de la cooperativa alcanza los 42.423 kWh, con un consumo promedio por
casa de 5.303 kWh/año y 88 kWh/m2 año. El mayor consumo se observa en la casa I, con una carga térmica de
7.285 kWh/año y y 119 kWh/m2 . En el otro extremo, la vivienda con menor consumo corresponde a la casa
C, con un consumo de 3.850 kWh/año y 65 kWh/m2 . Estos resultados se contrastan con el nivel de consumo
total de energía en una vivienda, publicado en el “Estudio de usos finales y curva de oferta de conservación de
la energía en el sector de residencial en Chile” (Ministerio de Energía, 2010). En el estudio, el consumo anual
promedio de una vivienda es de 7.552 kWh/año, con 2.198 kWh/año correspondientes a calefactores.
en este trabajo. La idea es determinar la energía necesaria para satisfacer un determinado confort
térmico y por ende cada vez que la temperatura de una zona alcanza la temperatura de control, se enciende
la calefacción para mantener esa temperatura. Esto implica un elevado consumo de energía para satisfacer
la restricción de confort, como se ve al comparar el consumo de energía con el estudio del Ministerio de
Energía.
La Figura 4.1 presenta los datos de la Tabla 4.1. En primer lugar, se observa una diferencia en el
consumo energético entre las casas de dos y tres pisos (cuerpo A y B, respectivamente). A pesar de tener
Al observar el cuerpo A con más detalle, se aprecia una diferencia significativa en la demanda de
cada vivienda según la ubicación de esta. En efecto, las viviendas ubicadas en la zona central presentan un
consumo energético menor que las viviendas que se encuentran en los extremos. El consumo anual de la
vivienda central (casa C) es en promedio un 38 % menor para el cuerpo A (con respecto a la casa A y E) y un
16 % para el cuerpo B. En este último caso, la diferencia de la vivienda central (casa H), presenta una mayor
variación al tener una diferencia de un 5 % con respecto a la casa G y un 27 % con respecto a la casa I.
Figura 4.1: Consumo anual de energía para calefacción de la Cooperativa Paihuén por vivienda.
Tabla 4.2: Consumo anual de energía para calefacción por piso de cada vivienda en kWh
Piso\Casa A B C D E G H I
1 2.690 1.714 1.591 2.195 2.406 2.058 2.092 2.634
2 2.974 2.406 2.259 2.579 3.022 2.141 1.922 2.580
3 - - - - - 1.592 1.496 2.071
La Tabla 4.2 presenta el desglose de la carga térmica por piso de cada vivienda, ampliando los
resultados presentados anteriormente. La Figura 4.2 (izquierda) presenta los datos de esta tabla. Existe una
diferencia en el requerimiento de los niveles inferiores y superiores, siendo en algunos casos mayor en el
nivel superior. En efecto, para el cuerpo A de la cooperativa se observa un mayor consumo de energía para
calefacción en el segundo piso para todas las viviendas. La mayor diferencia se encuentra en la casa C, en
donde el segundo piso demanda un 42 % más que el primero. Caso similar para la vivienda B, en donde el
aumento llega al 40 %. La menor diferencia se encuentra en la casa A, en la que el segundo piso requiere un
10 % más de energía que el primero para calefacción. Las viviendas D y E presentan un incremento de un
Para el cuerpo B, el consumo entre el primer y segundo piso es similar para cada vivienda. Para las
respectivamente. A diferencia del cuerpo A, la carga térmica del segundo piso es menor o similar al consumo
del primer piso. Al comparar el consumo del tercer piso con respecto al primero para las casas G, H e I, la
Figura 4.2: Izquierda. Consumo anual de energía para calefacción por piso en kWh.
Derecha. Distribución del consumo energético para calefacción por vivienda de cada piso.
Figura 4.3: Diferencia porcentual con respecto al primer piso de cada vivienda.
En términos porcentuales por vivienda, la distribución de la carga térmica de cada piso con respecto
al total requerido por la vivienda es uniforme dentro de cada cuerpo. Para el cuerpo A, el segundo piso de las
viviendas representa en promedio el 56 % del consumo total de energía para calefacción de cada casa. La
vivienda con mayor consumo en el segundo nivel corresponde a la casa C, con un 59 % del consumo total de
la misma, mientras que la vivienda con menor consumo en el segundo nivel corresponde a la casa A, con un
Para el cuerpo B de la cooperativa, la distribución del consumo de energía para calefacción es similar
para cada casa. El primer y segundo piso representan en promedio el 36,7 % y 35,7 % del consumo total
para una vivienda, mientras que el tercer piso corresponde en promedio al 27,6 % del total de energía para
calefacción.
Tabla 4.3: Consumo anual de energía para calefacción por piso de cada vivienda en kWh/m2
Piso\Casa A B C D E G H I
1 91 77 71 80 88 87 87 106
2 90 66 62 77 89 90 80 104
3 - - - - - 146 137 176
Al observar la carga térmica para calefacción por unidad de metro cuadrado en la tabla Tabla 4.3, se
aprecia una realidad distinta a la del consumo total medido en kWh. Al comparar los distintos consumos
por piso en el cuerpo A, el segundo nivel de las viviendas presenta un consumo por metro cuadrado menor
al primer nivel. Este resultado tiene sentido al considerar la superficie construida de cada piso y observar
que el segundo nivel posee mayor área que el primero, siendo una consecuencia directa el mayor consumo
absoluto presentado anteriormente. La mayor diferencia se encuentra en las casas B y C, en las que la carga
térmica del segundo piso es un 14 % más baja que la del primer piso (en contraste al 40 % y 42 % más grande
presentado anteriormente). La diferencia porcentual entre el segundo y primer nivel para las viviendas A, D y
E es -1 %, -4 % y 1 %, respectivamente.
Para el cuerpo B, el tercer nivel de las viviendas presenta un consumo de energía para calefacción de
146, 137 y 176 kWh/m2 para las viviendas G, H e I. La carga térmica por metro cuadrado del tercer nivel
es en promedio un 63 % más alta que los niveles uno y dos. Este resultado contrasta con el consumo total
en kWh presentado anteriormente y en el que las habitaciones del tercer nivel presentaban el consumo. La
diferencia en el consumo de las habitaciones de este nivel está probablemente relacionada a la exposición de
las superficies con el ambiente en una posición elevada, favoreciendo la transferencia de calor. Este es un
punto importante a la hora de diseñar un posible sistema de calefacción para la cooperativa puesto que afecta
Tabla 4.4: Consumo mensual de energía para calefacción por vivienda en kWh
Casa Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Septiembre Octubre Noviembre Diciembre Total
A 29 63 143 353 723 1.064 1.075 865 703 386 189 71 5.664
B 8 26 77 244 544 821 832 657 516 258 108 28 4.120
C 5 21 64 225 515 783 793 621 481 230 91 21 3.850
D 13 38 99 286 631 947 953 748 592 298 130 40 4.774
E 26 57 133 336 694 1023 1037 836 675 368 178 65 5.429
G 44 77 165 368 716 1.041 1.051 863 726 422 226 94 5.792
H 37 67 151 348 681 991 1.009 836 698 401 209 82 5.511
I 60 104 226 485 882 1.260 1.293 1.093 920 544 294 123 7.285
Total 222 454 1.057 2.645 5.385 7.930 8.042 6.520 5.311 2.908 1.426 523 42.423
Figura 4.4: Consumo mensual de energía para calefacción, agregado (arriba) y desagregado (abajo) en kWh.
La Tabla 4.4 presenta el consumo mensual de energía para calefacción durante un año de simulación.
La Figura 4.4 recoge estos datos de forma gráfica. Los resultados indican que los meses junio y julio presentan
la mayor carga térmica de la cooperativa con 7.930 kWh y 8.042 kWh, respectivamente. Estos dos meses
abarcan el 38 % del consumo anual, mientras que el período mayo-septiembre y abril-octubre abarcan el 78 %
y 91 %, respectivamente.
Tal como se presentó anteriormente, la vivienda I presenta el mayor consumo de energía para
calefacción y ocupa esta posición en cada mes del año. El mayor consumo de esta vivienda se observa en el
mes de julio, donde alcanza un consumo de 1.293 kWh. El menor consumo en el año se registra en la vivienda
C, con un consumo de apenas 5 kWh en el mes de enero. Se debe recordar que la durante la simulación, la
calefacción se utilizó siempre que la temperatura interior de una zona fuera inferior a los 18°C, independiente
Al comparar el consumo anual por vivienda con respecto al total, se observa que la vivienda con
mayor consumo (casa I) representa el 17,3 % del total del consumo de energía de la cooperativa, siendo en el
mes de enero donde tiene el mayor porcentaje de consumo con un 26,8 % del total mensual y el mes de junio
el menor, con un 16,0 % del total de ese mes. Los datos son presentados en la Tabla 4.5.
Tabla 4.5: Porcentaje de consumo de cada vivienda con respecto al total del mes
% del total
Casa Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Septiembre Octubre Noviembre Diciembre
anual
A 13,1 % 13,9 % 13,6 % 13,5 % 13,6 % 13,6 % 13,5 % 13,4 % 13,3 % 13,3 % 13,3 % 13,4 % 13,5 %
B 3,5 % 5,8 % 7,3 % 9,3 % 10,2 % 10,5 % 10,5 % 10,2 % 9,8 % 8,9 % 7,6 % 5,3 % 9,8 %
C 2,2 % 4,6 % 6,1 % 8,6 % 9,7 % 10,0 % 10,0 % 9,6 % 9,1 % 7,9 % 6,4 % 4,0 % 9,2 %
D 5,6 % 8,5 % 9,4 % 10,9 % 11,8 % 12,1 % 12,0 % 11,6 % 11,2 % 10,3 % 9,1 % 7,5 % 11,3 %
E 12,7 % 12,5 % 12,3 % 12,0 % 12,0 % 12,0 % 12,0 % 12,0 % 12,1 % 12,3 % 12,5 % 12,8 % 12,1 %
G 19,7 % 17,0 % 15,6 % 14,0 % 13,4 % 13,3 % 13,2 % 13,4 % 13,8 % 14,6 % 15,9 % 18,0 % 13,8 %
H 16,3 % 14,8 % 14,3 % 13,3 % 12,8 % 12,6 % 12,7 % 12,9 % 13,2 % 13,9 % 14,7 % 15,6 % 13,1 %
I 26,8 % 23,0 % 21,4 % 18,5 % 16,5 % 16,0 % 16,2 % 16,9 % 17,5 % 18,8 % 20,6 % 23,3 % 17,3 %
La Tabla 4.6 presenta la carga térmica por piso de cada vivienda para cada mes del año, buscando
ampliar el detalle presentado en la tabla Tabla 4.4. Para analizar los resultados obtenidos, se utilizó un mapa
de calor para identificar los puntos de mayor carga térmica por piso de cada vivienda (Figura 4.5). Se observa
que durante los meses de junio y julio se alcanza el mayor consumo de las viviendas, tal como se mencionó
en el punto anterior. Durante el mes de julio, el segundo piso de la vivienda A alcanza una carga térmica para
calefacción de 566 kWh mientras que el segundo piso de la vivienda E alcanza los 576 kWh.
Tabla 4.6: Consumo mensual de energía para calefacción por piso de cada vivienda en kWh
Casa Piso Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Septiembre Octubre Noviembre Diciembre
1 14 30 69 169 341 503 509 411 335 184 90 34
A
2 15 33 74 184 381 561 566 454 368 202 99 37
1 3 11 32 102 226 343 349 274 215 105 43 11
B
2 5 16 45 142 318 478 483 383 301 153 66 17
1 2 8 26 93 212 326 330 257 199 93 36 8
C
2 3 13 38 132 303 457 463 363 282 137 55 13
1 6 18 45 131 290 438 440 344 272 135 58 18
D
2 7 21 53 155 341 509 512 404 320 163 72 22
1 11 24 58 149 307 454 461 373 301 163 78 28
E
2 15 33 75 187 387 569 576 464 374 205 100 37
1 13 24 54 128 254 374 379 312 261 150 78 30
G 2 15 27 58 134 269 392 393 318 268 154 81 33
3 16 26 52 106 193 275 279 232 197 119 67 31
1 13 24 56 131 255 374 384 322 269 155 80 31
H 2 10 20 47 118 243 358 361 295 244 136 68 24
3 14 23 48 99 183 260 264 220 186 111 62 27
1 21 36 79 174 319 457 470 398 335 197 105 43
I 2 17 33 76 171 316 453 465 392 328 191 99 38
3 22 35 70 140 248 350 358 303 257 157 90 41
Figura 4.5: Mapa de calor para el consumo mensual de energía para calefacción, por piso de cada vivienda.
Como se observa en la Figura 4.5, la carga térmica total tiene su mayor nivel entre abril y agosto.
Fuera de este período no se observan variaciones significativas que afecten los resultados presentados hasta
ahora. Por ello es esperable que los resultados durante este período entreguen las mismas conclusiones que el
En efecto, al agrupar las viviendas según el piso se observa que el segundo nivel de las viviendas
presenta un consumo mayor que los niveles inferiores para los meses de mayor consumo, siendo en las casas
A y E donde se alcanzan las mayores cargas térmicas en este nivel. Este punto concuerda con la carga térmica
anual señalada en la primera parte de este capítulo. Efectivamente, al analizar el cuerpo A se observa que la
carga térmica del segundo piso es mayor que la del primero para cada mes del año y en el cuerpo B la carga
Al observar la carga térmica para calefacción por metro cuadrado de la Tabla 4.7 representado en
la Figura 4.6, se observa que las viviendas del cuerpo B poseen la mayor carga térmica durante el período
Tabla 4.7: Consumo mensual de energía para calefacción por piso de cada vivienda en kWh/m2
Casa Piso Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Septiembre Octubre Noviembre Diciembre
1 0,5 1,0 2,3 5,7 11,5 17,0 17,2 13,9 11,3 6,2 3,0 1,2
A
2 0,5 1,0 2,2 5,6 11,5 16,9 17,0 13,7 11,1 6,1 3,0 1,1
1 0,1 0,5 1,4 4,6 10,1 15,4 15,7 12,3 9,7 4,7 1,9 0,5
B
2 0,1 0,4 1,2 3,9 8,7 13,1 13,2 10,5 8,2 4,2 1,8 0,5
1 0,1 0,4 1,2 4,2 9,5 14,6 14,8 11,6 8,9 4,2 1,6 0,4
C
2 0,1 0,3 1,0 3,6 8,3 12,5 12,7 9,9 7,7 3,7 1,5 0,4
1 0,2 0,6 1,7 4,8 10,6 16,0 16,1 12,5 9,9 4,9 2,1 0,7
D
2 0,2 0,6 1,6 4,6 10,2 15,2 15,3 12,0 9,5 4,9 2,1 0,6
1 0,4 0,9 2,1 5,4 11,2 16,6 16,9 13,6 11,0 6,0 2,8 1,0
E
2 0,4 1,0 2,2 5,5 11,4 16,8 17,0 13,7 11,1 6,1 3,0 1,1
1 0,6 1,0 2,3 5,4 10,7 15,8 16,0 13,2 11,0 6,3 3,3 1,3
G 2 0,6 1,1 2,5 5,7 11,3 16,5 16,6 13,4 11,3 6,5 3,4 1,4
3 1,5 2,4 4,8 9,7 17,6 25,1 25,5 21,2 18,0 10,8 6,2 2,8
1 0,6 1,0 2,3 5,5 10,7 15,6 16,0 13,4 11,2 6,5 3,3 1,3
H 2 0,4 0,8 2,0 4,9 10,1 14,9 15,1 12,3 10,2 5,7 2,8 1,0
3 1,3 2,1 4,4 9,1 16,7 23,8 24,1 20,1 17,0 10,1 5,6 2,5
1 0,8 1,5 3,2 7,0 12,8 18,4 18,9 16,0 13,5 7,9 4,2 1,7
I 2 0,7 1,3 3,1 6,9 12,7 18,2 18,7 15,8 13,2 7,7 4,0 1,5
3 1,9 2,9 6,0 11,8 21,0 29,6 30,3 25,7 21,8 13,3 7,7 3,5
Figura 4.6: Mapa de calor para el consumo mensual de energía para calefacción por m2 , por piso de cada vivienda.
que cada área necesita de calefacción. Para contar con esta información, se utilizó un contador de minutos
que se activa cada vez que la temperatura de una zona alcanza la temperatura de control. Cuando se alcanza
este punto, la temperatura de la zona se mantiene a la temperatura de control hasta que las condiciones
externas permitan que la temperatura suba de este punto. Los datos obtenidos son presentados en la Tabla 4.8
y representados con un mapa de calor en la Figura 4.7. Los datos entregados por la simulación muestran que
las horas utilizadas para calefacción en cada piso alcanza su mayor nivel en los meses de invierno, y parte
de otoño y primavera. Estos datos concuerdan con los resultados visualizados anteriormente en términos de
Al observar el período con mayor número de horas (mayo-agosto), el promedio de horas de calefacción
para el cuerpo A es de 619 horas y para el cuerpo B de 630 horas. Al analizar el número de horas por piso,
el cuerpo A presenta un promedio de 624 horas y una desviación estándar de 50 horas para el primer nivel.
Las viviendas con mayor número de horas de calefacción en promedio son las casas B y C con 634 y 631
horas, respectivamente. La vivienda con menor número de horas es la casa D con 605 horas. Para el segundo
piso del cuerpo A, el promedio de horas de calefacción es de 614 horas con una desviación estándar de 51
horas. En este caso, las viviendas con mayor promedio de horas son las casas B y E con 621 y 618 horas,
respectivamente. La vivienda con menor número de horas es la casa D con 603 horas.
Dentro del mismo período, el cuerpo B presenta en promedio 648 horas de calefacción con una
desviación estándar de 45 horas para el primer piso. Las viviendas con mayor número de horas es la vivienda
I con 659 horas, seguida de la casa H con 657 horas. Para el segundo piso, el promedio de horas es de 617
horas con una desviación estándar de 54 horas. Nuevamente la vivienda I presenta el mayor número de horas
con 652 horas de calefacción. Por último, el tercer piso presenta en promedio 624 horas de calefacción con
una desviación estándar de 45 horas. Como en los dos casos anteriores, la vivienda I presenta el mayor
Tabla 4.8: Horas de calefacción requeridas por mes para mantener setpoint de temperatura
Casa Piso Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Septiembre Octubre Noviembre Diciembre
1 72 102 195 386 552 648 677 611 491 372 234 120
A
2 65 93 178 370 540 639 669 600 471 356 220 109
1 34 66 159 371 564 663 689 621 492 342 181 65
B
2 34 64 146 355 545 648 680 610 479 348 180 67
1 24 54 142 356 558 660 687 617 481 321 159 47
C
2 21 50 131 339 538 644 676 603 464 314 158 49
1 41 73 155 337 531 636 663 590 453 317 177 73
D
2 40 69 149 337 529 634 663 588 447 322 177 72
1 65 94 188 389 563 655 684 618 497 373 226 110
E
2 66 94 179 375 548 644 675 606 480 360 221 111
1 89 116 215 406 564 649 677 620 518 410 269 149
G 2 82 102 188 358 517 616 629 571 458 360 240 132
3 126 140 239 410 554 638 659 602 495 393 280 174
1 95 125 236 444 596 674 707 653 577 449 290 161
H 2 68 94 186 378 546 639 669 605 495 379 233 116
3 117 131 233 406 553 637 658 600 494 390 274 165
1 115 141 260 461 600 676 708 652 576 451 304 180
I 2 95 128 242 446 589 672 704 644 559 431 282 156
3 147 165 271 457 587 669 697 639 549 437 312 199
Figura 4.7: Mapa de calor para el número mensual de horas de calefacción. Comparación por piso de cada vivienda.
Considerando que la superficie de construcción varía en cada piso y vivienda, la Tabla 4.9 presenta
las horas de calefacción por metro cuadrado de cada piso durante el período simulado. La Figura 4.8 presenta
esta información con un mapa de calor. Se identifica claramente que la mayor cantidad de horas requeridas
Tabla 4.9: Horas de calefacción por metro cuadrado requeridas por mes para mantener setpoint de temperatura
Casa Piso Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Septiembre Octubre Noviembre Diciembre
1 2 3 7 13 19 22 23 21 17 13 8 4
A
2 2 3 5 11 16 19 20 18 14 11 7 3
1 2 3 7 17 25 30 31 28 22 15 8 3
B
2 1 2 4 10 15 18 19 17 13 10 5 2
1 1 2 6 16 25 30 31 28 22 14 7 2
C
2 1 1 4 9 15 18 18 17 13 9 4 1
1 2 3 6 12 19 23 24 22 16 12 6 3
D
2 1 2 4 10 16 19 20 18 13 10 5 2
1 2 3 7 14 21 24 25 23 18 14 8 4
E
2 2 3 5 11 16 19 20 18 14 11 7 3
1 4 5 9 17 24 27 29 26 22 17 11 6
G 2 3 4 8 15 22 26 27 24 19 15 10 6
3 12 13 22 37 51 58 60 55 45 36 26 16
1 4 5 10 19 25 28 29 27 24 19 12 7
H 2 3 4 8 16 23 27 28 25 21 16 10 5
3 11 12 21 37 51 58 60 55 45 36 25 15
1 5 6 10 19 24 27 28 26 23 18 12 7
I 2 4 5 10 18 24 27 28 26 23 17 11 6
3 12 14 23 39 50 57 59 54 47 37 26 17
Figura 4.8: Mapa de calor para el número mensual de horas de calefacción por metro cuadrado. Comparación por piso
de cada vivienda.
sector de residencial de Chile"(Ministerio de Energía, 2010), los combustibles de mayor uso en Chile para
La leña es uno de los combustibles más utilizados en Chile. La gran disponibilidad y su bajo precio
en comparación a otros elementos la posiciona como una alternativa económica y abordable para las familias,
especialmente en el centro-sur y sur de Chile. El precio promedio de la leña es de 160 $/kg, siendo el
El gas licuado en Chile se presenta en formatos de tamaño que varían según el mercado. Para el sector
el cilindro de 15 kilogramos. Con la gran oferta de equipos que utilizan este elemento para calefacción,
las estufas a gas presentan ser una alternativa más ecológica y fácil de usar que las estufas a leña, lo que
las posiciona como la segunda preferencia más usada. El precio promedio del gas licuado es de 1.205
$/kg.
Por último, los calefactores eléctricos se posicionan como el tercer medio de calefacción más usado
y se espera un aumento en su integración a los hogares a medida que la mayor penetración de fuentes de
energías renovables disminuya los precios de electricidad. El precio de la electricidad varía por zona, tarifa y
empresa distribuidora. El precio utilizado para los cálculos corresponde a la tarifa de la comuna de Valparaíso
cuya empresa distribuidora es Chilquinta, el que alcanza los 131 $/kWh para consumo regular y 170 $/kWh
A partir de los precios obtenidos en la sección 3.6, el gasto esperado para el requerimiento energético
de las viviendas se presenta en la Tabla 4.10, resumiendo el costo que representa el consumo de energía para
El costo agregado de la cooperativa muestra que la electricidad es la tecnología de mayor costo anual,
seguida por el gas licuado y la leña. Este cálculo no incluye los costos de inversión asociados a la calefacción
puesto que el análisis de recambio se puede encontrar en otro tipo de estudios (INTELIS, 2018). De esta
manera, el gasto sólo se asocia al consumo de la energía demandada por cada vivienda.
Tabla 4.10: Costo anual por combustible para cada Tabla 4.11: Costo mensual por combustible de la
vivienda cooperativa
Figura 4.9: Costo anual en miles de pesos de cada vivienda por cada tipo de combustible
Figura 4.10: Costo mensual en miles de pesos de la cooperativa por cada tipo de combustible
Tabla 4.12: Costo mensual con calefacción leña para meses de mayor consumo
Mes
Casa Total Promedio
Junio Julio Agosto
A 58.907 59.492 47.908 166.308 55.436
B 45.470 46.063 36.393 127.926 42.642
C 43.340 43.886 34.365 121.591 40.530
D 52.415 52.744 41.414 146.572 48.857
E 56.651 57.426 46.304 160.382 53.461
G 57.616 58.174 47.750 163.540 54.513
H 54.890 55.860 46.305 157.055 52.352
I 69.737 71.575 60.523 201.836 67.279
Total 439.027 445.221 360.964 1.245.211 51.884
Tabla 4.13: Costo mensual con calefacción GLP para meses de mayor consumo
Mes
Casa Total Promedio
Junio Julio Agosto
A 94.995 95.939 77.258 268.192 89.397
B 73.326 74.281 58.689 206.296 68.765
C 69.891 70.772 55.418 196.081 65.360
D 84.526 85.055 66.784 236.366 78.789
E 91.356 92.607 74.672 258.635 86.212
G 92.913 93.813 77.003 263.728 87.909
H 88.517 90.081 74.672 253.271 84.424
I 112.459 115.424 97.601 325.485 108.495
Total 707.984 717.972 582.098 2.008.054 83.669
Tabla 4.14: Costo mensual con calefacción eléctrica para meses de mayor consumo
Mes
Casa Total Promedio
Junio Julio Agosto
A 164.189 165.985 130.399 460.574 153.525
B 122.908 124.728 95.024 342.661 114.220
C 116.364 118.042 88.794 323.200 107.733
D 144.244 145.253 110.446 399.943 133.314
E 157.257 159.639 125.471 442.367 147.456
G 160.221 161.935 129.913 452.069 150.690
H 151.848 154.828 125.473 432.148 144.049
I 197.458 203.106 169.153 569.717 189.906
Total 1.214.488 1.233.516 974.673 3.422.678 142.612
una gran asimetría en el gasto de un hogar a otro dentro de la misma cooperativa. Esto reafirma lo señalado
viviendas pareadas. La diferencia en el consumo de energía no sólo afecta el confort térmico asociado a un
nivel de temperatura sino que también repercute directamente en el gasto que debe desenvolver un hogar para
mantener este confort. El costo de la vivienda con mayor exposición puede llegar incluso al doble de una que
Por otra parte, al desagregar la información por mes (Tabla 4.11 y Figura 4.10) se observa con claridad
que el costo a nivel grupal de la cooperativa alcanza su mayor punto durante el mes de Julio. Asimismo, el
período de invierno comprendido desde Junio a Agosto presenta el 53 % del gasto anual, siendo la estación de
mayor gasto para la cooperativa. Cabe señalar que el período que abarca desde Mayo a Septiembre agrupa el
78 % del costo anual, por lo que es un buen indicador del período donde mejores ahorros se podrían generar
La Tabla 4.12, Tabla 4.13 y Tabla 4.14 presentan el costo mensual desagregado de cada vivienda por
combustible para los meses de invierno. La opción más económica de las tres alternativas corresponde a las
estufas a leña. En promedio son 63 % más baratas que los calefactores eléctricos y 38 % más baratas que
las estufas a gas licuado. Durante los meses de mayor consumo, el gasto promedio de la cooperativa supera
los 400 mil pesos chilenos al usar leña. Además, el gasto promedio por vivienda ronda los 50 mil pesos,
siendo la casa I la que tiene el menor costo con 40.530 pesos y la vivienda I con el mayor costo con 67.279
pesos.
Las estufas a gas licuado presentan una disminución en costo significativa con respecto a los cale-
factores eléctricos, siendo en promedio 40 % más baratas que los equipos eléctricos. Durante los meses de
mayor consumo, el gasto máximo promedio supera levemente los 650 mil pesos chilenos siendo el mes de
julio el de mayor gasto con 718 mil pesos chilenos a nivel agregado. El costo promedio por vivienda supera
los 80 mil pesos chilenos, siendo la casa I la de menor gasto con 65.360 pesos y la vivienda I con el mayor
Por último, el costo de suplir la energía requerida para una temperatura interior de 18 °C a la
cooperativa puede superar el millón de pesos, tal como ocurre al calefaccionar con equipos eléctricos. El
gasto promedio por vivienda alcanza los 140 mil pesos chilenos, siendo la casa C la de menor gasto con
107.733 pesos chilenos y la casa I la de mayor gasto con 189.906 pesos chilenos.
Las emisiones de gases contaminantes generan costos ambientales y de salud debido a los componentes
emitidos por los distintos sistemas de calefacción. No sólo las emisiones emitidas directamente dentro del
domicilio afectan la salud de las personas, sino que también las emitidas por los sistemas de extracción y
las chimeneas. Esto se debe al intercambio constante de aire con el exterior producto la circulación que se
produce al interior de una vivienda. El aire caliente sube y sale por la parte superior de la vivienda mientras
que el frío exterior tiende a entrar por la parte inferior. En condiciones de baja dispersión de contaminantes,
las emisiones exteriores de una casa tienden a saturar el aire externo lo que disminuye la capacidad de dilución
Es por ello que existen tres propiedades ambientales relevantes a estudiar para el GLP y la leña:
la generación de gases invernadero, la contaminación por combustión domiciliaria (fuera del hogar) y la
La Tabla 4.15 resume las emisiones de algunos gases invernadero (CO2 , N2 O) y contaminantes
(NO x , CO, S O2 , material particulado) asociadas al GLP (butano, propano, o una mezcla de ambos), gas
natural y pellet, en base a los valores promedio para el sector residencial, calculados por la “Environmental
Protection Agency” (EPA) de los EE.UU.6 . Como punto de comparación se incluye el gas natural y el pellet. A
continuación se presentan también en la Tabla 4.16, a modo de comparación, los factores de emisión utilizadas
por el Ministerio del Medio Ambiente, calculadas para distintos tipos de calefactores a leña7 .
Desde el punto de vista de las emisiones del gas invernadero CO2 , el pellet y el butano son los
6 La transformación a una unidad común, en base a los valores EPA para cada combustible, son los registrados en
encuentran en forma gaseosa a temperatura ambiente, o bien, tienen una alta volatilidad en esas condiciones
CO2 N2 O NO x CO S O2 MP10/2,5
Combustible
g/kWh g/kWh g/kWh g/kWh g/kWh g/kWh
Butano 90,58 0,0057 0,0950 0,0532 0,0006 0,0013
Propano 88,26 0,0063 0,0905 0,0530 0,0007 0,0014
Gas natural 75,98 0,0014 0,0596 0,0253 0,0004 0,0012
Pellet 149,70 0,0027 0,0923 0,2182 – 0,0923
Tabla 4.16: Factores de emisión de contaminantes de la leña, por tipo de calefactor, para humedad entre 20 % y 30 %
combustibles que mayores emisiones tienen por kWh, aunque el pellet es considerado como neutral en la
emisión de CO2 al provenir de fuentes renovables. Hay que destacar que, según los estándares del Panel de
Cambio Climático de las Naciones Unidas, el GLP no es considerado un gas de efecto invernadero. De hecho,
según esa fuente, posee un índice global de calentamiento global igual a cero8 . Por otro lado, el Gas Natural
sería el combustible que menos contaminantes produce con su quema, seguido muy de cerca por el GLP. Si
se considera las emisiones del contaminante S O2 , el propano es el combustible que mayor emisión posee por
kWh.
Con el consumo de energía requerido por la cooperativa obtenido de la simulación y las tablas
con la leña, ajustando la demanda de energía por la eficiencia media de los calefactores comunes (Apéndice A)
y factores de emisión presentados. El consumo total para cada combustible en unidades física se presenta en
la Tabla 4.17.
Tabla 4.17: Estimación de consumo equivalente de leña y GLP
Basado en el consumo de cada combustible de la tabla anterior, se puede obtener la emisión total de
Como se aprecia en el cuadro anterior, la leña sobrepasa en todos los contaminantes al GLP. La
diferencia en los rendimientos promedios de los equipos de calefacción aumenta en mayor medida esta
diferencia. Frente al alto rendimiento de las estufas de GLP infrarrojas y convectivas (96 %) y el rendimiento
medio de los equipos a leña (71 %), se necesita una quemar una mayor cantidad de leña y por ende genera
aún más emisiones. Para contaminantes con un monitoreo constante en ciudades con altos índices de
contaminación como el MP10 y el MP2,5 la leña genera cerca de mil veces más material particulado que las
estufas a GLP.
Por otra parte, para conocer la contaminación intra-domiciliaria se revisó el artículo del DICTUC
del año 2011 (Dictuc, 2011), encomendado por las empresas distribuidoras de gas natural, que analizó
las mismas emisiones anteriores, pero restringidas sólo al interior del hogar. En este caso, se analizaron 7
artefactos (en sus versiones nuevas y usadas) y un brasero, permitiendo así estudiar las emisiones generadas
por GLP. Para ello se midió la concentración en una sala de 50m3 con un cambio por hora de ventilación.
De la Tabla 4.19, se desprende que las estufas convectivas que utilizan GLP emiten la menor cantidad de
Tabla 4.19: Estimación de concentración (partes por millón, ppm) de distintos contaminantes para un espacio de 50 m3 y
1 cambio por hora de ventilación
CO S O2 NO x MP10
Tipo
ppm ppm ppm µg/m3
Carbón Brasero 291 2,969 0,18 1,29
Kerosene Tradicional Usada 12,7 0,638 0,46 3,61
Kerosene Tradicional Nueva 9,02 0,546 0,64 2,28
Kerosene Moderna con Mecha Usada 8,56 0,683 1,82 3,11
Kerosene Moderna con Mecha Nueva 6,74 0,592 1,91 2,14
GNL Radiante Nueva 5,1 0,018 0,64 0,99
GLP Radiante Usada 5,1 0,009 0,82 1,18
GLP Radiante Nueva 5,01 0 0,64 1,17
GNL Convectiva Nueva 4,19 0,009 1,28 0,41
GNL Radiante Usada 3,1 0,009 0,26 1,19
GNL Convectiva Usada 1,64 0 1,37 1,58
Kerosene Moderna sin Mecha Usada 1,28 0,546 1,82 1,99
GLP Convectiva Usada 1,18 0 1,55 1,86
GLP Convectiva Nueva 1,09 0,018 1,37 0,39
Kerosene Moderna sin Mecha Nueva 0,91 0,546 1,82 1,16
Para tener una idea de la valoración del nivel de emisiones producto de las concentraciones de
contaminantes, se deben considerar los costos en salud de la población tanto directos como aquellos de
productividad perdida.
La estimación del beneficio/costo de las emisiones depende de un modelo que relaciona el cambio
en el nivel de emisiones y la calidad ambiental. Usando los datos presentados en el estudio de Ambiente
Consultores (2007), se puede modelar la relación entre las emisiones y las concentraciones suponiendo un
modelo de roll-back simple. Este modelo asume una relación lineal entre las emisiones y las concentraciones,
Es así que este modelo requiere de dos parámetros: las emisiones y las concentraciones de un cierto
contaminante en un período de tiempo simultáneo. La escasez de estos datos y la antigüedad del estudio,
hacen que los cálculos funcionen sólo como una referencia para comparar el costo de distintos combustibles.
La Tabla 4.20 muestra los coeficientes concentración/emisión, es decir, la cantidad de toneladas de emisión
requeridas para aumentar la concentración ambiental en 1 µg/m3 . Se observa que el rango de variación que
presentan los diversos estudios, con extremos en Rancagua, que sólo requiere 3 toneladas de emisiones de
MP2,5 para generar un aumento de 1 µg/m3 en la concentración de MP. En cambio, en el Gran Concepción,
Para obtener el beneficio por reducción de concentraciones, se debe valorar cada uno de los efectos de
acuerdo a su valoración social. La valoración social se puede efectuar desde dos enfoques:
Costo de la enfermedad (COI) : incluye los costos médicos directos y los costos de la productividad
perdida
Costos en bienestar (WTP), representados por la disposición a pagar por evitar la ocurrencia de un
Tabla 4.21: Beneficios unitarios por persona y µg/m3 de concentraciones de MP10 y MP2,5
COI WTP
Contaminante
US D/µg/m3/persona US D/µg/m3/persona
MP10 0,15 1,8
MP2.5 0,3 3,8
Los beneficios unitarios se han obtenido del estudio Análisis técnico-económico de la aplicación de
una norma de emisión para artefactos de uso residencial que combustionan con leña y otros combustibles de
Para estimar el beneficio por reducción de emisiones, es necesario combinar el beneficio unitario de
emisión. Esto es lo que se muestra en la tabla siguiente, donde se han calculado estos beneficios usando el
FCE promedio de Valparaíso debido a que este parámetro es el que presenta mayor variabilidad. Se utilizó un
Primero, se observa una diferencia significativa entre la metodología COI y WTP, siendo esta última
cerca de mil veces más costosa. Al observar las diferencias por combustible, el contaminante de mayor costo
corresponde a las partículas en suspensión de menos de 2,5 micras (MP2,5), para ambas metodologías. Al
comparar por contaminante y combustible, se observa que la leña es cerca de mil veces más costosa que el gas
licuado. Esto reafirma las políticas públicas que han optado por disminuir el número de fuentes contaminantes
con leña por equipos de menor contaminación, tales como el programa de recambio de calefactores del
Para cerrar esta sección, señalar que los equipos eléctricos no contaminan directamente desde la
fuente de emisión de calor por lo tanto no representan un costo ambiental para este trabajo (alcance del
Los resultados obtenidos hasta ahora en materia de calefacción son propios de la cooperativa Paihuén.
conjunto de viviendas del país. A continuación se presentan tres escenarios de análisis para variables de
interés, en un intento de expandir los resultados a más viviendas: temperatura de control de una zona,
Los resultados de la simulación para cada temperatura de control son presentados en la Tabla 4.23.
Para el rango de temperatura simulado, el mayor aumento con respecto al caso base es de 24.804 kWh para
20 °C, lo que representa más de la mitad del consumo del caso base (+58 %). En el mismo rango, la mayor
disminución llega a una diferencia de 18.613 kWh para 16 °C, lo que significa un ahorro de un 44 % de
La Figura 4.11 presenta la tendencia de la demanda de energía para calefacción con respecto a la
temperatura de control. El caso base presenta un setpoint de 18 °C para cada vivienda de la cooperativa.
Como era de esperarse, la demanda es directamente proporcional a la temperatura de control y se observa una
Tomando en cuenta la temperatura inicial de 16 °C, el aumento porcentual por cada tramo hasta llegar
que aumenta la temperatura para el rango de temperatura presentado. Aumentar en un grado la temperatura
de control requiere de mayor energía para niveles de temperatura más bajos y menor energía para mayores
Tabla 4.23: Diferencia porcentual en el consumo de energía con respecto al caso base
Figura 4.11: Carga térmica anual en kWh para distintas temperaturas de control en una zona.
Figura 4.12: Diferencia en la carga térmica anual de la cooperativa con respecto a la temperatura del caso base.
el nivel de temperatura de 20 °C. El aumento promedio es de 2.840 kWh para el cuerpo A y de 3.534 kWh
para el cuerpo B, siendo en la casa I el mayor aumento absoluto con 4.035 kWh extra con respecto al caso
base (Figura 4.13,arriba). Al considerar la variación de la carga térmica por metro cuadrado, el aumento
promedio del cuerpo A es de 94 kWh/m2 y el cuerpo B de 191 kWh/m2 . Para este último se observa un mayor
aumento por unidad superficial, lo que es un indicador de lo sensible que resulta este cuerpo a variaciones en
Figura 4.13: Arriba. Diferencia en kWh con respecto al caso base para cada vivienda de la cooperativa.
Abajo. Variación en kWh/m2 con respecto al caso base.
a la radiación directa al sol y por consecuencia a la transferencia de calor producida por esta. La Tabla 4.24
presenta el requerimiento de energía para calefacción de la cooperativa según la orientación con respecto al
norte junto con la diferencia con respecto al caso base (graficado en la Figura 4.14).
(definida en la Figura 3.8) va hacia el norte (0 grados de rotación). Consecuentemente, se observa que el
mínimo de energía se alcanza cuando la orientación se dirige hacia el sur (180 grados). Con respecto al caso
base, el aumento de energía alcanza el 4,6 % y disminuye un 7,1 % cuando la orientación es de 0° y 180°,
dependiendo de la orientación que tenga. Sin embargo, la cooperativa tiene características particulares en su
layout que a nivel global pueden ser pasados por alto. La Figura 4.15 presenta la variación en el consumo
energético por vivienda para cada orientación analizada. El color azul representa las viviendas del cuerpo
A y el color naranjo representa las viviendas del cuerpo B. Se observa que el aumento en el consumo con
una orientación al norte, es impulsada principalmente por las viviendas del cuerpo A, llegando incluso a un
aumento en el consumo del 7 % en unas de ellas. El cuerpo B en tanto presenta un aumento menor.
Figura 4.15: Diferencia porcentual en el consumo de energía por ángulo y por vivienda
Esto contrasta cuando la orientación de la cooperativa se encuentra hacia el sur. Se observa que el
cuerpo B maneja en mayor porcentaje el menor consumo de energía, dejando en segundo lugar al cuerpo A.
La explicación de este fenómeno se relaciona con la capacidad de las superficies para intercambiar calor con
el ambiente. La cara sur de la cooperativa presenta una mayor superficie de vidrio que la cara norte, tanto
para el cuerpo A como para el cuerpo B. Cuando la orientación de la cooperativa (ver Figura 3.8, sección 3)
apunta hacia el sur, las superficies con mayor nivel de transferencia quedan expuesta a la radiación directa del
sol, lo que influye en la temperatura interior y por ende en el consumo de energía que necesita la vivienda
para calefacción.
Diferencia porcentual
Ciudad Carga térmica kWh
con caso base
Valparaíso 42.423
La Tabla 4.25 presenta la carga térmica anual de la cooperativa para cada ciudad simulada. Como era
de esperar, la diferencia con respecto al caso base es evidente y varía ampliamente según la zona geográfica.
Antofagasta.
La Figura 4.16 presenta la diferencia promedio por vivienda de la cooperativa para cada ciudad con
respecto a la ciudad de Valparaíso. En promedio, una casa puede llegar a consumir cerca de 4 MWh más por
año en Concepción o dejar de consumir cerca de 3 MWh en Antofagasta. Esto sin duda muestra con claridad
el efecto de la ubicación o zona térmica de análisis para determinar la demanda de energía para calefacción
y que el análisis debe ser enfocado para una ubicación específica, acorde a las características térmicas del
lugar.
Por último, es interesante observa si existe un efecto distinto al observar los datos por vivienda, como
se muestra en la Figura 4.17. Se observa que el comportamiento de consumo energético de las viviendas sigue
el mismo patrón independiente de la ciudad. Por ejemplo, en todos los casos la vivienda de menor consumo
es la casa C y la de mayor consumo es la casa I. Sin embargo, también se aprecia que las diferencias entre el
consumo de las viviendas de la cooperativa se incrementan a medida que la zona térmica se hace más fría.
5 | Conclusiones
Este trabajo ha presentado el estudio del consumo de energía para calefacción de una cooperativa de
vivienda social, asociado a un cierto nivel de confort térmico. Para modelar el comporatmiento térmico de las
operación de diferentes alternativas energéticas, el impacto ambiental de estas tecnologías, así como un análisis
de sensibilidad para conocer cuales son las variables que tienen un mayor impacto en el estudio.
térmico de las viviendas se realiza en el software Google Sketchup junto al complemento TRNSYS3D. Esta
modelación permite definir la geometría y el espacio de uso de las viviendas. Luego, este modelo es enviado
al software TRNSYS donde se ingresan los parámetros necesarios para la simulación dinámica. Entre estos
Con los parámetros ingresados, se realiza la simulación anual horaria (8760 horas) y los resultados
entregan la energía necesaria para mantener la temperatura al interior de cada zona, la cual es establecida
arbitrariamente en 18°C. Esta información es analizada en términos anuales por vivienda y por piso de cada
Consumo de energía
De los resultados de consumo de energía por vivienda, se observa que el consumo de energía es mayor
al consumo declarado para calefacción para el promedio de hogares en Chile (Ministerio de Energía, 2010).
Excluyendo la vivienda de mayor consumo (7.285 kWh), el rango varía entre 3.850 kWh a 5.800 kWh con un
promedio cercano a los 5.000 kWh por año. Esto corresponde a 2.800 kWh más de consumo de energía al
Por otra parte, se observa que una casa rodeada de otras viviendas consume menos energía para
calefacción. En un conjunto de viviendas pareadas, la vivienda central consume menos energía que las
viviendas de los extremos, siendo en este caso un 38 % menos. A pesar de que el área de construcción es
similar y los materiales de las viviendas son iguales, la disposición actual permite ahorrar energía para las
viviendas con menor superficie expuesta al ambiente lo que afectaría directamente el costo requerido para
calefaccionar una vivienda. Si se incluye una dimensión energética en la valorización de las viviendas, esta
información podría cambiar el valor de inmueble con respecto a las casas que las rodean producto del ahorro
en gastos de calefacción.
directamente el consumo de energía para calefacción. Con una mayor superficie expuesta, el tercer piso
consume mayor energía por metro cuadrado para calefaccionar en comparación con los otrso pisos, alcanzando
incluso un 71 % de aumento en la vivienda I. Es preferible en este caso entonces, una vivienda con dos pisos
en lugar de tres.
También se observa que el período ideal para analizar el mayor consumo de energía en Valparaíso
es entre abril a octubre. Este período cubre el 91 % del consumo anual de energía y coincide en parte
con el período de activación de la tarifa de invierno de electricidad que abarca desde abril a septiembre.
Adicionalmente, el promedio de horas por mes de calefacción entre mayo y septiembre es cerca de 600 horas
para cada piso. Eso equivale a tener la calefacción encendida el 83 % del tiempo disponible en un mes de
30 días. Esta información es relevante puesto que la disponibilidad del sistema debe alcanzar un porcentaje
Para mantener un ambiente a una temperatura de al menos 18 °C, el costo asociado será mayor que
la forma actual de calefacción de las viviendas. Dependiendo de la alternativa de energía, este costo puede
variar entre los 213.000 hasta 1.000.000 de pesos por vivienda por año. El tipo de combustible más barato
entre los analizados, es la leña seguido por el gas licuado de petróleo y la electricidad.
El consumo de energía y el costo asociado para la cooperativa se encuentra bajo las normas más
recientes de construcción, lo que implica que son construcciones con un menor consumo que el promedio de
viviendas de mayor antigüedad y que no están sujetas a una norma. Por lo tanto, es esperable que el consumo
de energía y el costo asociado a este sea aún mayor que en la vivienda promedio.
Aún con esto en mente, es razonable considerar que las familias más vulnerables son más propensas a
no tener los medios para poder calefaccionar su hogar. Según Boardman (1991), una característica de aquellos
que sufren la pobreza energética es destinar más del 10 % del ingreso en gastos energéticos. Para una familia
con el ingreso mínimo, es decir 288.000 pesos, esto implica el gasto de tan sólo 28.000 pesos para no caer en
la pobreza energética.
En un ejercicio para determinar si el costo de las viviendas en este estudio están por sobre el nivel de
la pobreza energética, se plantea que cada vivienda recibe el ingreso mínimo y se compara con el gasto en
calefacción para las tres alternativas de combustibles. Bajo este escenario, el ingreso anual de una vivienda
sería de 3.456.000 pesos y por ende para la cooperativa sería de 27.648.000 de pesos. Durante los meses
de invierno (junio, julio y agosto), el ingreso por vivienda sería de 864.000 pesos y por lo tanto para la
cooperativa de 6.192.000 pesos. El porcentaje del ingreso que representa el costo de la calefacción en la
Tabla 5.1, muestra que sólo en términos anuales la calefacción a leña permitiría que las viviendas estén por
sobre la pobreza energética. En cualquier otro caso y en especial durante los meses de invierno, el costo
de calefaccionar las viviendas en todo momento llega incluso a ser el 50 % del ingreso de un hogar, lo que
Tabla 5.2: Ingreso mínimo necesario para superar la pobreza energética según Boardman
Para superar la línea de la pobreza energética, el ingreso que percibe un hogar debe aumentar para
cumplir con la condición establecida por Boardman (1991). Bajo estas condiciones, el ingreso necesario de
un hogar (en la Tabla 5.2) puede llegar a alcanzar los 400.000 en el mejor de los casos y 1.400.000 pesos en el
caso más extremo. Es decir, para una familia vulnerable la única alternativa viable es utilizar leña quedando
prácticamente descartado el uso de gas licuado y aún menos la electricidad. Esto bajo el escenario actual
de estudio, ya que mediante la mejora adecuada en el sistema de calefacción los costos se podrían reducir
drásticamente.
Por otra parte, se debe tomar en cuenta que los efectos producidos por la emisión de contaminantes en
especial del material particulado. De las alternativas estudiadas, los calefactores eléctricos se consideran la
alternativa más limpia por no producir ninguna emisión desde la fuente de calor. Sin embargo, la alternativa
más limpia es al mismo tiempo la más costosa. Caso contrario, la leña genera grandes cantidades de
De los resultados obtenidos, se concluye que la alternativa con mejor proporción entre el costo de
operación y el costo producido por las emisiones es el gas licuado de petróleo. Al comparar el costo en salud
producido por las emisiones del gas licuado versus el costo de la generación de calor para calefacción, la
alternativa más equilibrada son las estufas que ocupan gas licuado. Para que la electricidad sea la mejor
alternativa de calefacción, los precios por kWh deben bajar en casi un 40 % para que sea más barato que
el gas. Esto sin considerar la opción de generación propia mediante el uso de energías renovables, lo que
Análisis de sensibilidad
Para conocer el impacto de variar la temperatura de confort establecida, se realizan simulaciones entre
16°C y 20°C, con intervalos de 1°C. Los resultados indican que para una variación de temperatura del aire
Esto implica que el ajuste de la temperatura interior juega un rol fundamental en el consumo de energía y por
ende en el costo de la calefacción. Esta información afirma la idea de establecer un mecanismo de calefacción
que permita minimizar el tiempo de calefacción a un alto setpoint de temperatura y a privilegiar el uso de
métodos de optimización por espacio y tiempo de las viviendas, calefaccionando un espacio en uso y a una
mejor orientación de las viviendas favorece la transferencia de calor hacia el aire interior lo que disminuye
el consumo de energía. La orientación de las superficies de con alto nivel de transferencia de calor hacia el
los estudios de energía relacionados al consumo de energía para calefacción. Las diferencias en consumo
entre las ciudades estudiadas puede alcanzar hasta un 74 %, aumentando a medida que la zona térmica se
incrementa.
5.1. Consideraciones
Del documento realizado por las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD, 2018) se extraen las
principales ideas sobre el concepto de pobreza energética aplicado en Chile. A pesar de no contar con una
definición formal, este documento detalla las dimensiones que la definición debería abarcar luego de una
mínimas que a juicio del autor de este trabajo se deben satisfacer para estar bajo la línea de la pobreza
energética.
específico del territorio y se presenta como un fenómeno que se sitúa en el contexto de la exclusión social y
de una definición más amplia de pobreza, incluyendo no sólo cuestiones relativas a la energía sino también a
pobreza económica o monetaria. Las dimensiones de sustentabilidad y educación energética son necesarias
pero no suficientes para la calidad de pobreza energética y no son consideras en este estudio. Es decir, ambas
dimensiones son necesarias en el concepto de pobreza energética pero no cumplir con estas condiciones
no es suficiente para estar bajo la línea de la pobreza. En la práctica, calefaccionar un hogar con energía
limpia o renovable se asocia a la satisfacción de una necesidad mayor que sólo la de calefaccionar y por lo
tanto se posiciona en un nivel superior dentro del concepto de pobreza energética. Lo mismo ocurre con la
educación energética, la cual cumple un rol necesario en la erradicación de la pobreza energética pero no en
la clasificación de esta. En la práctica, alguien que cuente con información oportuna, clara y transparente
respecto a la energía y su uso, pero no tenga los medios o recursos para cumplir los estándares mínimos de
Se debe entender que estas consideraciones están en línea con el planteamiento realizado en este
trabajo y que busca entender la pobreza desde un punto de vista del bienestar térmico de los integrantes
de un hogar, como se establece en el objetivo número cinco. Es deseable que las condiciones mínimas y
los estándares que definan estas condiciones sean formulados y formalizados desde el gobierno, con una
validación por parte de los principales actores en materia de pobreza energética, tal como se plantea en el
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A | Anexos
N° OC Certificado Nro Certificado Aprobación Nro Certificado Potencia térmica nominal Emisiones de material
N° Marcado SEC (QR) Marca Modelo Clase Eficiencia Eficiencia Energética
Aprobación Eficiencia Energética de Emisiones (kW) particulado (g/h)
CS-021-01-16961 9900000001473 CS-021-01-16284 CS-011-03-0005 AMESTI CLASSIC 400 B 10,47 0,76 2,49
CS-021-01-17055 9900000001492 CS-021-01-17056 CS-021-01-17057 AMESTI CLASSIC 500 C 13,4 0,716 1,67
CS-021-01-16959 9900000001476 CS-021-01-16466 CS-011-15-0004 AMESTI CUBIC 380 B 11,5 0,79 2,21
CS-021-01-16962 9900000001477 CS-021-01-16042 CS-011-03-0002 AMESTI NORDIC 350 B 6,98 0,79 2,45
CS-021-01-16963 9900000001478 CS-021-01-16048 CS-011-03-0004 AMESTI NORDIC 360 B 8,49 0,78 2,28
CS-021-01-16964 9900000001479 CS-021-01-16046 CS-011-03-0003 AMESTI NORDIC 380 B 10,4 0,79 2,28
CS-021-01-16620 9900000001468 CS-021-01-16622 CS-021-01-16624 AMESTI NORDIC 450 C 13,1 0,72 0,83
CS-021-01-16965 9900000001474 CS-021-01-16401 CS-021-01-16335 AMESTI RONDO 440 B 7,56 0,79 0,91
CS-021-01-17193 9900000001731 CS-021-01-17194 CS-011-03-0008 AMESTI RONDO 440 DESIGN C 9,12 0,721 0,91
CS-021-01-16966 9900000001469 CS-021-01-16668 CS-011-03-0007 AMESTI RONDO 450 B 8,72 0,769 3,29
CS-021-01-17196 9900000001730 CS-021-01-17198 CS-021-01-17231 AMESTI SCANTEK 350 B 6,98 0,79 1,95
CS-021-01-16967 9900000001472 CS-021-01-16438 CS-011-03-0006 AMESTI SCANTEK 360 B 8,49 0,777 2,1
CS-021-01-16924 9900000001471 CS-021-01-16925 CS-021-01-16926 AMESTI SCANTEK 380 C 10,15 0,722 1,32
CS-021-01-18968 9900000001881 CS-021-01-18970 CS-021-01-18972 AMESTI NORDIC 350-1 D 6,5 0,66 2,49
CS-021-01-18981 9900000001882 CS-021-01-18983 CS-021-01-21306 AMESTI CLASSIC 400-1 D 10,15 0,67 2
CS-021-01-19451 9900000002062 CS-021-01-19452 CS-021-01-19453 AMESTI RONDO 440-1 D 7,56 0,68 2,11
CS-021-01-19635 9900000002153 CS-021-01-19637 CS-021-01-21481 AMESTI RONDO 490 E 15,7 0,62 1,85
CS-021-01-19796 9900000002295 CS-021-01-19801 CS-021-01-21639 AMESTI NORDIC 380-1 E 9,2 0,63 2,5
CS-021-01-19806 9900000002396 CS-021-01-19808 CS-021-01-21635 AMESTI RONDO 450-1 E 7,58 0,61 2,5
CS-021-01-19975 9900000002447 CS-021-01-19978 CS-021-01-22042 AMESTI CLASSIC 500-1 E 12,6 0,61 1,83
CS-021-01-20691 9900000002641 CS-021-01-20693 CS-021-01-22900 AMESTI SCANTEK 360-1 E 6,6 0,62 1,37
CS-021-01-20855 9900000002710 CS-021-01-20859 CS-021-01-20857 AMESTI CUBIC 380-1 D 10 0,69 1,38
CS-021-01-20849 9900000002700 CS-021-01-20851 CS-021-01-20853 AMESTI NORDIC 450-1 E 11,4 0,63 1,24
CS-021-01-23608 9900000003498 CS-021-01-23610 CS-021-01-23612 AMESTI CORNER 650 E 11 0,63 3,09
CS-021-01-21341 9900000002839 CS-021-01-21343 CS-021-01-21345 AMESTI SCANTEK 350-1 E 6,3 0,63 2,17
CS-021-01-21464 9900000002928 CS-021-01-21466 CS-021-01-21468 AMESTI SCANTEK 380-1 D 9,7 0,67 1,63
CS-021-01-20673 9900000002638 CS-021-01-20677 CS-021-01-20675 BOSCA 0001 D 7,5 0,7 2,04
CS-021-01-21002 9900000002773 CS-021-01-21007 CS-021-01-21004 BOSCA 0101 C 9,4 0,72 2,02
CS-021-01-21212 9900000002812 CS-021-01-21216 CS-021-01-21214 BOSCA 00401 D 9,4 0,67 2,23
CS-021-01-20770 9900000002682 CS-021-01-20774 CS-021-01-20772 BOSCA 00701 D 7,5 0,7 1,54
CS-021-01-20998 9900000002772 CS-021-01-21009 CS-021-01-21000 BOSCA 01001 D 10,6 0,68 1,55
CS-021-01-16650 9900000001409 CS-021-01-16652 CS-021-01-16654 BOSCA ECO 350 B 8,8 0,783 1,67
CS-021-01-17123 9900000001500 CS-021-01-17124 CS-021-01-17125 BOSCA ECO 360 D 8,7 0,67 2,22
CS-021-01-18828 9900000001841 CS-021-01-18829 CS-021-01-18830 BOSCA ECO 380 C 11,5 0,72 3,07
CS-021-01-20486 9900000002587 CS-021-01-20488 CS-011-15-0073 BOSCA ECO FLAME 360-3 B 11 0,76 1,14
CS-021-01-20568 9900000002592 CS-021-01-20572 CS-021-01-20570 BOSCA LIMIT 350 C 7,5 0,71 1,87
CS-021-01-17037 9900000001486 CS-021-01-17038 CS-021-01-17039 BOSCA LIMIT 360 E 8 0,58 1,35
CS-021-01-17331 9900000001600 CS-021-01-17334 CS-021-01-17336 BOSCA LIMIT 380 C 11,5 0,71 1,75
CS-021-01-16718 9900000001430 CS-021-01-16720 CS-021-01-16722 BOSCA MULTIBOSCA 350 C 8,5 0,72 1,19
CS-021-01-18832 9900000001842 CS-021-01-18833 CS-021-01-18834 BOSCA SPIRIT 380 C 11,5 0,72 3,04
CS-021-01-22247 9900000003131 CS-021-01-22249 CS-021-01-22251 BOSCA 00201 D 10,4 0,68 1,7
CS-021-01-22253 9900000003132 CS-021-01-22255 CS-021-01-22257 BOSCA LIMIT 380 (00501) D 10,6 0,69 1,7
CS-021-01-23316 9900000003377 CS-021-01-23318 CS-021-01-23320 BOSCA 00301 C 7,5 0,72 1,88
CS-021-01-23491 9900000003516 CS-021-01-23493 CS-021-01-23495 BOSCA 00002 D 7,2 0,67 1,43
CS-021-01-23496 9900000003517 CS-021-01-23498 CS-021-01-23500 BOSCA 00702 D 7,5 0,69 1,98
CS-021-01-23621 9900000003518 CS-021-01-23623 CS-021-01-23625 BOSCA 00402 C 9,4 0,71 2,45
CS-021-01-23626 9900000003519 CS-021-01-23628 CS-021-01-23630 BOSCA 00102 C 9,4 0,71 2,29
CS-011-15-168 0000000230733 CS-011-15-0171 CS-011-15-0169 AMESTI NORDIC 360-2 D 9 0,7 2,3
CS-011-15-0056 0000000183548 CS-011-15-0058 CS-011-15-0055 ALCAZAR ALCAZAR 390 D 10 0,7 2
CS-011-15-0038 0000000140069 CS-011-15-0040 CS-011-15-0018 ALCAZAR 370 LOOK D 8 0,67 1,8
CS-011-15-0050 0000000180344 CS-011-15-0054 CS-011-15-0048 AMESTI NORDIC 360-1 D 9 0,7 2,4
CS-011-15-0011 0000000135538 CS-011-15-0030 CS-011-15-0005 BOSCA ECO FLAME 360-2 B 8 0,79 2,5
CS-011-15-0010 0000000135456 CS-011-15-0031 CS-011-15-0009 EFEL CT-4000 C 6 0,72 2,5
CS-011-15-0025 0000000147238 CS-011-15-0029 CS-011-15-0021 NOUVA ECOEF I A 10 0,87 1,1
CS-011-15-0162 0000000227786 CS-011-15-0165 CS-011-15-0163 NOUVA LT-400 B 10,6 0,84 1,4
CS-011-15-0105 0000000218004 CS-011-15-0107 CS-011-15-0045 NOUVA RUSTIC 600 B 9,9 0,85 0,9
CS-011-15-0034 0000000151089 CS-011-15-0036 CS-011-15-0019 XEOOS X8 BASIC B 8 0,82 1,3
CS-011-15-0062 0000000185882 CS-011-15-0065 CS-011-15-0063 XEOOS S.P.A. X8 ECO GREEN B 8 0,79 1,6