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Clínica y Salud, 2007, vol. 18 n.° 1 - Págs. 23-43.

ISSN: 1130-5274

ARTÍCULOS

Esquemas cognitivos en personas con


conducta de juego patológico y su
relación con experiencias de crianza
Cognitive Schemata in people suffering
from pathological gambling and their
relationships with parenting
ANA ESTÉVEZ1
ESTHER CALVETE1
Fecha de Recepción: 28-04-2006 Fecha de Aceptación: 03-04-2007

RESUMEN

Este estudio evaluó si las personas con juego patológico presentaban


esquemas negativos disfuncionales y recordaban estilos de crianza negativos
en sus padres y madres durante su infancia. Participó una muestra de 167
ludópatas (77,2% hombres y 22,8% mujeres) y un grupo de contraste de 167
personas sin ludopatía (71,1% hombres y 28,9% mujeres). Se obtuvieron
medidas de esquemas cognitivos negativos y de estilos parentales. Los resul-
tados mostraron que las personas con juego patológico puntuaban más alto
en numerosos esquemas disfuncionales, sobre todo en los dominios de des-
conexión y rechazo y autonomía deteriorada. Además se observaron diferen-
cias en los estilos de crianza durante su infancia, sobre todo por parte de los
padres. Finalmente el estudio proporcionó resultados referentes a la forma en
que los estilos de crianza se asocian con el desarrollo de esquemas cognitivos
disfuncionales.

1 Departamento de Psicología. Universidad de Deusto.

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Esquemas cognitivos en personas con conducta de juego patológico y su relación con experiencias de crianza

ABSTRACT

This study examines whether people suffering from pathological gambling


have maladaptive cognitive schemata and whether their parents provided them
with negative parenting during their childhood. A sample of 167 subjects
involved in pathological gambling (77.2 percent of them were men and 22.8
percent were women) and a control sample of 167 subjects that were not
involved in pathological gambling (71.1% men and 28.9% women) completed
measures of maladaptive cognitive schemata and parenting. The results indi-
cated that people involved in pathological gambling scored higher on several
maladaptive schemata, particularly on the domains of Disconnection and
Rejection, and Impaired Autonomy. In addition, findings indicated differences
in parenting during childhood, particularly in relation to the father role. Finally,
some findings are discussed regarding the way parenting is associated with
the development of maladaptive schemata.

PALABRAS CLAVE

Esquemas cognitivos, Estilos parentales, Juego patológico.

KEY WORDS

Cognitive schemata, Parenting, Pathological gambling.

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A. Estévez y E. Calvete

La ludopatía o juego patológico fil específico de jugadores patológi-


es, según el Manual Diagnóstico y cos (Echeburua y Fernández-Mon-
Estadístico de los Trastornos Men- talvo, 2005), son numerosos los
tales (DSM-IV-TR; Asociación Psi- estudios que han tratado de identifi-
quiatrica Americana, 2002), un tras- car las características psicológicas
torno de conducta caracterizado que pudieran hacer más vulnerables
fundamentalmente por la incapaci- a las personas para que lleguen a
dad crónica y progresiva en resistir desarrollar este trastorno. Algunos
los impulsos de jugar, la sensación de los rasgos psicológicos que se
creciente de tensión o activación han identificado son la búsqueda de
antes de llevar a cabo la conducta estimulación (Echeburua, 1992),
de juego y la experiencia de gratifi- inestabilidad emocional o neuroti-
cación o alivio en el momento de cismo (Baez, Echeburúa, Fernán-
ejecutarse. Esta urgencia para llevar dez-Montalvo, 1994; Blaszcynski y
a cabo la conducta y el malestar Steel, 1998; Roy, Cusler, Lorenz, y
experimentado por la persona ludó- Linnoila, 1988; Slutske, Caspi, Mof-
pata si se le impide realizar la con- fitt, y Poulton, 2005), impulsividad
ducta de juego deseada es muy (Slutske et al., 2001; Steel y Blas-
similar al deseo compulsivo y al sín- zczynski, 1998; Vitaro, Arseneault y
drome de abstinencia sufrido en Tremblay, 1999) y dificultades en las
personas que sufren toxicomanías relaciones interpersonales (Gerdner
(Echeburúa y De Corral, 1994; Fer- y Svensson, 2003; Ladouceur, Arse-
nández-Montalvo y Echeburúa, nault, Dube, Freeston, y Jacques,
1997). 1997; Sylvain, Ladouceur y Boisvert,
1997).
El juego patológico es un proble-
ma de salud mental grave, que En general, en el juego patológico
afecta a todos los ámbitos de la se ha señalado la frecuente presen-
persona que lo sufre (Aranda, Díaz, cia de comorbilidad con trastornos
García, y González, 1991; Báez, emocionales, otras adicciones y
Borda, Salaverria, y Echeburúa, trastornos de personalidad (Cart-
1996; Fernández-Montalvo, Báez y wright, DeCaria y Hollander, 1998).
Echeburúa, 2000). Las tasas de pre- Estos últimos, los trastornos de per-
valencia reconocidas muestran un sonalidad, han recibido una gran
aumento en los estudios desarrolla- atención en los últimos años. Por
dos en años sucesivos. En España, ejemplo, Blaszcynski y Steel (1998)
se han barajado tasas que oscilan encontraron en una muestra de 82
entre el 3% y el 12% (De la Gánda- jugadores patológicos que la mayo-
ra, Fuertes, Álvarez, 2001). Otros ría cumplían criterios para al menos
estudios han indicado cifras entre el un trastorno de personalidad. Sin
1,36% y un 3% en población mayor embargo, los estudios no coinciden
de 18 años (Becoña, 1995). a la hora de establecer los trastor-
nos de personalidad más caracterís-
Aunque por el momento no hay ticos. Se han señalado fundamen-
evidencia concluyente sobre un per- talmente el trastorno obsesivo-com-

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Esquemas cognitivos en personas con conducta de juego patológico y su relación con experiencias de crianza

pulsivo (Black y Moyer, 1998), el incapacidad percibida para detener


narcisista (Black y Moyer, 1998; la conducta de juego (Jefferson y
Blaszcynski y Steel, 1998), el de Nicki, 2003; Mañoso et al., 2004;
dependencia (Ibáñez, 1997) y el Ravlu y Oei, 2004; Steenbergh,
antisocial (Black y Moyer, 1998; Meyers, May, y Whelan, 2002). Aun-
Steel y Blaszcynski, 1998; Slutske et que no está claro si estas cognicio-
al. 2001). nes disfuncionales son previas,
constituyendo un factor de vulnera-
En cualquier caso, la mencionada bilidad para el desarrollo del juego
comorbilidad no indica relación de patológico, o si, por el contrario,
causalidad, ya que dichos trastor- emergen como consecuencia de la
nos podrían tener un papel de ries- implicación en el juego (Joukhador,
go en el desarrollo del juego patoló- Blaszczynski y Maccallum, 2004), lo
gico o, alternativamente, podrían cierto es que se han convertido en
ser una consecuencia de éste. Por foco clave para las intervenciones
ejemplo, algunos autores han desta- psicológicas en personas con juego
cado que las personas con ludopa- patológico (Ladouceur y Walker,
tía adquieren rasgos antisociales 1996; Sylvain et al., 1997; Toneatto
como consecuencia de su conducta y Ladouceur, 2003).
relacionada con el juego (Crockford
y el- Guebaly, 1998). Desde el modelo de Terapia Cog-
nitiva (Beck, 1976; Beck, Rush,
Uno de los aspectos en el que los Shaw y Emery, 1979) se establece
autores son coincidentes es en que que las distorsiones cognitivas y los
la actividad cognitiva, es decir, la errores de pensamiento son el resul-
forma en que se percibe, interpreta tado de estructuras o esquemas
y se valoran los distintos elementos cognitivos más profundos. Los
implicados en el juego y en sus esquemas serían elementos organi-
resultados, parece diferenciar a las zados a partir de conductas y expe-
personas jugadoras patológicas, de riencias pasadas que forman un
las ocasionales y de las no jugado- cuerpo de conocimiento y modela-
ras (Secades y Villa, 1998). El juga- rían nuestra forma de percibir e
dor patológico jugaría porque man- interpretar el mundo y a nosotros
tiene pensamientos erróneos o irra- mismos/as (Segal, 1988). Desde
cionales sobre el juego y sus posibi- esta perspectiva, las distorsiones
lidades de influir en los resultados, a cognitivas que mantienen las perso-
pesar de que los juegos de azar son nas con juego patológico podrían
incontrolables e impredecibles estar influenciadas por estos niveles
(Mañoso, Labrador y Fernández- mas profundos de cogniciones. Sin
Alba, 2004). De esta manera, se han embargo, llama la atención la apa-
identificado una serie de distorsio- rente falta de estudios sobre los ras-
nes cognitivas relacionadas con el gos cognitivos generales de las per-
juego, tales como los errores en la sonas con juego patológico.
percepción de control, la ilusión de
control, la falacia del jugador y la Recientemente, Jeffrey Young

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A. Estévez y E. Calvete

(1999) ha desarrollado un modelo su origen habitualmente en familias


denominado Terapia Centrada en que cuestionan las capacidades del
los Esquemas, en el cual, a partir de niño/a para actuar de forma autóno-
su experiencia clínica, ha descrito ma o que le sobreprotegen. Por
con detalle una serie de esquemas ejemplo, el esquema de Dependen-
cognitivos que pueden estar en el cia suele estar asociado a unos
origen de numerosos trastornos psi- padres sobreprotectores que toman
cológicos, incluyendo las adiccio- decisiones por el hijo/a y resuelven
nes. Además, según Young (1994) todos sus problemas. En el caso del
las experiencias tempranas con los esquema de Fracaso, Young y Klos-
padres, hermanos y otras personas ko (1994) han identificado circuns-
tienen una influencia clave en el ori- tancias tales como unos padres
gen de los esquemas. muy críticos con respecto a la eje-
cución del niño/a en el colegio o en
Siguiendo a Young (1994, 1999), los deportes.
los esquemas cognitivos estarían
organizados en cinco grandes El tercer dominio recibe el nom-
dominios o categorías: El dominio bre de Limites Deteriorados y se
de Desconexión y Rechazo incluye caracteriza por dificultades a la hora
esquemas que implican la expecta- de establecer límites internos y de
tiva de que las necesidades propias responsabilizarse respecto a los
de seguridad, aceptación y respeto demás (Young, 1999). Incluye dos
no van a ser cubiertas por los esquemas: Grandiosidad y Auto-
demás. Algunos de los esquemas control Insuficiente. El origen de
incluidos en este dominio son los estos esquemas estaría en familias
denominados Abandono / Inestabili- con un estilo de crianza permisivo,
dad, Privación Emocional, Abuso, e indulgente y sin dirección (Young y
Imperfección /Culpa. Los esquemas Klosko, 1994).
anteriores surgen habitualmente
como resultado de experiencias El cuarto dominio se denomina
tempranas de separación y rechazo Orientación a los Demás e implica
o de ambientes familiares fríos, un énfasis excesivo en los deseos y
impredecibles o abusadores (Mc sentimientos de los demás. Incluye
Ginn y Young, 1996). dos esquemas: Auto-sacrificio y
Subyugación. Según McGinn y
El segundo dominio, denominado Young (1996), muchas veces el ori-
Autonomía Deteriorada, consiste en gen de estos esquemas hay que
una visión negativa de uno/a la encontrarlo en familias que se
mismo/a y del ambiente en cuanto a basan en la aceptación condiciona-
la capacidad para tener éxito o para da. En ellas, el niño o la niña debe
funcionar independientemente de suprimir aspectos importantes de si
los demás. Incluye esquemas como mismo/a a fin de obtener atención,
el de Dependencia, Vulnerabilidad al cariño y aprobación por parte de
Daño o a la Enfermedad, Apego y sus padres; de lo contrario puede
Fracaso. Estos esquemas tendrían ser castigado.

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Esquemas cognitivos en personas con conducta de juego patológico y su relación con experiencias de crianza

Por último, el dominio de Vigilan- los padres y madres hacia sus hijos
cia Excesiva e Inhibición incluye los e hijas traerían consecuencias que
esquemas de Inhibición Emocional pueden ser negativas o positivas,
y Estándares Inalcanzables. Estos dejando secuelas durante toda la
esquemas tienen su origen en fami- vida. Una de las clasificaciones más
lias severas, con un estilo de crian- relevantes que recogen los estilos
za punitivo. Los valores fundamen- educativos sobre las interacciones
tales de estas familias suelen ser la entre padres y madres e hijos/as es
ejecución correcta, el logro, el per- la de Baumrind (1971). Según esta
feccionismo, la evitación de errores clasificación, los padres y madres
y el cumplimiento de las normas adoptarían unas formas o estilos
(Young y Klosko, 1994). básicos de actuación que vendrían
definidos por el cariño o afecto
Los esquemas cognitivos han hacia sus hijos e hijas (por ejemplo,
recibido una gran atención por parte atención e interés que les muestran
de teóricos y clínicos y se han estu- y la preocupación por su bienestar
diado con relación a trastornos físico y personal), el modelo de con-
diversos tales como la depresión, trol que realizan sobre la conducta
ansiedad y trastornos de alimenta- del niño o niña (normas que impo-
ción (e.g., Calvete, Estévez, López nen, si explican las razones de estas
de Arroyabe y Ruiz, 2005; Petrocelli, normas, y el tipo de autoridad que
Glaser, Calhoun, y Campbell, 2001; ejercen) y las expectativas que tie-
Waller, Meyer, y Ohanian, 2001; Wel- nen sobre sus hijos/as y las estrate-
burn, Coristine, Dagg, Pontefract, y gias que utilizan para que se cum-
Jordan, 2002). El objetivo funda- plan. Como consecuencia, apare-
mental del presente estudio es eva- cen los estilos educativos demócra-
luar en que medida las personas tico, autoritario y permisivo, a los
con juego patológico presentan un que posteriormente se han ido aña-
perfil de esquemas cognitivos dis- diendo otros estilos como el estilo
funcionales, cuando se les compara negligente o indiferente (Maccoby y
con personas sin problema de juego Martin, 1983). Más tarde, Young
patológico. La identificación de (2003) ha identificado una serie de
dicho perfil cognitivo podría ser de estilos educativos que se asociarían
utilidad clínica a la hora de comple- a los esquemas cognitivos inadap-
tar las intervenciones terapéuticas tados de su modelo.
actuales dirigidas a este colectivo.
Sin embargo, la relación entre los
Por otro lado, tal y como se ha esquemas postulados por Young y
descrito, según el modelo teórico de los estilos parentales ejercidos por
Young (1999) el origen de los esque- los padres y madres, en nuestro
mas cognitivos está en la infancia, conocimiento, sólo ha sido evaluada
siendo clave las experiencias tem- en unos pocos estudios (Harris y
pranas con los padres y madres. Curtin, 2002; Shah y Waller, 2000;
Los distintos tipos de crianza, com- Sheffield, Waller, Emanuelli, Murria y
portamientos o actitudes que toman Meyer, 2006). Además, la influencia

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A. Estévez y E. Calvete

familiar en el juego patológico ape- juego patológico. Además, debido a


nas ha sido investigada, a pesar de que estudios previos han mostrado
que se haya sugerido que una disci- diferencias de género importantes
plina familiar excesivamente permi- en esquemas cognitivos (Calvete,
siva o autoritaria podría constituir un 2005) se buscó que el porcentaje de
factor predisponente para el juego hombres en ambos grupos fuera
patológico (Chantal, 2006). Por este equivalente. En este grupo, 62 per-
motivo, como segundo objetivo de sonas eran cónyuges de personas
este estudio se pretendió evaluar si con ludopatía. Los otros 105 volun-
los estilos parentales percibidos tarios fueron obtenidos en el mismo
eran diferentes en jugadores patoló- ámbito que las personas ludópatas.
gicos y si estos se asociaban a los Se pidió a éstos que buscaran en su
esquemas cognitivos. contexto personas de sus mismas
cacteristicas (edad, sexo, profesión,
etc) a las que potencialmente pasar
MÉTODO las pruebas. De esta manera, se
intentaba lograr que la muestra de
Participantes contraste fuera equivalente con res-
pecto de la de personas enfermas
El grupo de ludópatas estuvo de juego patológico. Más concreta-
compuesto por 167 personas, de mente, el 71.1% del grupo de con-
las cuales 122 acudían a tratamien- traste eran hombres. En cuanto al
to y 45 habían finalizado el mismo. estado civil, el 21.6% eran solte-
El 77.2% del grupo de ludópatas ros/as, el 64.7% casados/as o con
eran hombres. En cuanto al estado pareja de hecho, el 5.2% en situa-
civil, el 30.5% estaban solteros/as, ción de separación o divorcio y el
el 58.2% casados/as o con pareja 5.2% viudos/as. La edad media fue
de hecho, el 9.9% en situación de 42 años (DT = 11.27). Con relación al
separación o divorcio y el 1.4% viu- nivel de estudios, el 19,6% tenían
dos/as. La edad media en este estudios primarios, el 41,9% estu-
grupo fue de 43.95 años (DT = dios secundarios, el 21,6% habían
12.5). Con respecto al nivel de estu- estudiado formación profesional y el
dios el 2,2% no tenían estudios, el 16,9% tenían estudios universitarios.
28,8% tenían estudios primarios, el
27,3% había alcanzado los estudios
secundarios, el 31,7% tenían forma- Variables e Instrumentos
ción profesional y el 10,1% estudios de Medida
universitarios.
Cuestionario de Juego Patológico
Como grupo de contraste se de South Oaks (SOGS, Lesieur y
seleccionó a un grupo de 167 per- Blume, 1987; validación española
sonas que de acuerdo con el Cues- de Echeburua, Báez, Fernández-
tionario de Juego Patológico de Montalvo y Páez, 1994). Está com-
South Oaks (véase descripción en el puesto por 20 ítems elaborado
siguiente apartado) no presentaban según los criterios del DSM-III

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Esquemas cognitivos en personas con conducta de juego patológico y su relación con experiencias de crianza

(A.P.A., 1980), pero adaptado tam- Cuestionario de Esquemas –


bién a las nuevas versiones revisa- Forma reducida (Schema Question-
das del Manual Diagnóstico y Esta- naire-Short Form, SQ-SF, Young y
dístico de los trastornos mentales. Brown, 1994). El SQ-SF es un cues-
Este cuestionario constituye uno de tionario de 75 ítems que evalúa
los instrumentos de “screening” quince esquemas inadaptados,
más fiables y válidos que se dispo- organizados en los cinco dominios
ne sobre el juego patológico. El sis- mencionados.
tema de puntuación varía de unas
preguntas a otras. En la primera El dominio de Desconexión y
pregunta, a las personas que con- Rechazo incluye los esquemas de
testan a la prueba se les indica dis- Abandono / Inestabilidad, Privación
tintos juegos y tienen que indicar Emocional, Abuso, Aislamiento
con qué frecuencia juegan a los mis- Social e Imperfección /Culpa. Aban-
mos según una escala de 3 puntos dono / Inestabilidad se basa en la
(1 = Nunca, 2 = Menos de una vez creencia de que los otros/as signifi-
por semana, 3 = Una vez por sema- cativos no le ofrecerán el apoyo
na o más). Las preguntas restantes emocional o protección que la per-
no tienen una escala numérica y las sona necesita porque le abandona-
respuestas varían dependiendo de rán en pro de alguien mejor (por
los ítems. El SOGS ha sido validado ejemplo, “Me preocupa que las per-
en población española (Echeburua sonas a las que me siento unido/a
et al., 1994). Los resultados utilizan- me dejen o abandonen). Privación
do una muestra de 72 jugadores Emocional incluye la creencia que
patológicos y 400 sujetos normati- las necesidades emocionales de la
vos indicaron índices de fiabilidad y persona no serán adecuadamente
validez muy altos. Respecto a la satisfechas por las otras personas
estructura factorial, estos autores (por ejemplo, “Durante gran parte
encontraron dos factores. El primero de mi vida, no me he sentido
abarcaría 13 ítems que se recogerí- alguien especial para nadie). Abuso
an en una dimensión general de describe la expectativa de que las
dependencia de juego y que expli- otras personas le herirán, abusarán,
caría un 37 por 100 de la varianza. El humillarán, mentirán o tomarán ven-
segundo factor, se compondría de 5 taja, y, en ocasiones, incluirá la cre-
ítems que reflejarían una dimensión encia de que el daño es intencional
denominada endeudamiento y que, o el resultado de una negligencia
en este caso, explicaría el 17 por (por ejemplo, “Presiento que la
100 de la varianza. Es importante gente se aprovechará de mí”). Aisla-
señalar que los autores de la valida- miento Social se refiere al senti-
ción española, tras probar todos los miento de que uno/a se siente aisla-
puntos de corte posibles, proponen do/a del resto del mundo, diferente
un punto de corte 4. Este implicaría de otra gente y/o no formando parte
que la sensibilidad y especificidad de ningún grupo (por ejemplo, “Me
de esta prueba sería del 100 y del siento alejado/a del resto de las per-
98%, respectivamente. sonas”). Imperfección o Culpa des-

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A. Estévez y E. Calvete

cribe el sentimiento de que uno/a es quemas: Grandiosidad y Autocon-


internamente defectuoso/a, no que- trol Insuficiente. Grandiosidad está
rido/a o no válido/a en aspectos referido a la creencia de que la per-
importantes de la vida (por ejemplo, sona es superior a otras, por ello,
“Nadie que yo desee, querría estar merecedora de derechos y privile-
cerca de mí si me conociese real- gios especiales (por ejemplo, “Odio
mente”). que me limiten o que no me dejen
hacer lo que quiera”). Autocontrol
El segundo dominio incluye insuficiente implica un déficit en el
esquemas como el de Dependen- autocontrol y en la tolerancia a la
cia, Vulnerabilidad al Daño o a la frustración para lograr los objetivos
Enfermedad, Apego y Fracaso. personales o para controlar la exce-
Dependencia o Incompetencia con- siva expresión de los impulsos pro-
siste en la creencia de que uno/a no pios (por ejemplo, “Me cuesta obli-
se siente capaz de afrontar las res- garme a terminar tareas rutinarias o
ponsabilidades cotidianas de una aburridas”).
manera competente sin la ayuda de
otras personas (por ejemplo, “No El cuarto dominio incluye dos
me siento capaz de arreglármelas esquemas: Autosacrificio y Subyu-
por mi mismo/a en las cosas de gación. Autosacrificio consiste en la
cada día”). Vulnerabilidad al daño/ satisfacción exagerada y voluntaria
Enfermedad implica un miedo exa- de las necesidades de los demás en
gerado a que en cualquier momento situaciones cotidianas, a expensas
tenga lugar una catástrofe, ataque, de la gratificación de las necesida-
enfermedad y/o desastre y que no des propias (por ejemplo, “Las
se pueda hacer nada para prevenir demás personas me ven como
esta situación (por ejemplo, “Me alguien que hace demasiadas cosas
preocupa que me puedan atacar”). para los demás y no las suficientes
Apego / Self no desarrollado consis- para mí mismo/a”). Subyugación
te en un excesivo vínculo y cercanía implica renunciar a los propios dere-
emocional con las personas signifi- chos debido a que la persona se
cativas (por ejemplo, “A menudo siente coaccionado por los otros
siento que no tengo una identidad (por ejemplo, “Tengo muchas difi-
independiente de la de mis padres o cultades para exigir que se respeten
de mi pareja”). Fracaso describe la mis derechos y que se tengan en
creencia de que uno ha fallado, que cuenta mis sentimientos”).
fallará inevitablemente, o que es una
persona fundamentalmente inade- Por último, el dominio de Vigilan-
cuada en comparación con los cia Excesiva e Inhibición incluye los
otros en áreas de logro (por ejem- esquemas de Inhibición Emocional
plo, “No tengo tantas aptitudes para y Estándares Inalcanzables. Inhibi-
el trabajo como la mayoría de la ción emocional está caracterizado
gente”). por una excesiva inhibición de los
sentimientos, expresiones o con-
El tercer dominio incluye dos es- ductas espontáneas (por ejemplo,

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Esquemas cognitivos en personas con conducta de juego patológico y su relación con experiencias de crianza

“Me es difícil ser cálido/a y espontá- ción, Altos Estándares, Impulsivo,


neo/a”). Estándares inalcanzables Apego, Inhibición Emocional, Nece-
implica la creencia subyacente de sidad de aprobación, Vulnerabilidad
que la persona debe lograr éxito y al daño, Privación emocional,
altos logros en todas las actuacio- Dependencia, Autosacrificio, Gran-
nes, normalmente para evitar críti- diosidad, Pesimismo y Punitivo.
cas o rechazos (por ejemplo, “Inten- Cada una de las escalas tiene 5
to hacer las cosas lo mejor que alternativas de respuesta con las
puedo; no puedo aceptar un bas- siguientes puntuaciones usando
tante bien”). una escala de 6 puntos (1 = Total-
mente falso, 2 = la mayoría de las
Cada una de las escalas está for- veces falso, 3 = más falso que ver-
mada por 5 ítems y a las personas dadero, 4 = en ocasiones verdadero,
participantes se les pide que puntú- 5 = la mayoría de las veces verdade-
en los ítems usando una escala de 6 ro, y 6 = me describe perfecta-
puntos (1 = Totalmente falso, 2 = la mente). Estas escalas están referi-
mayoría de las veces falso, 3 = más das tanto al padre o a la figura de
falso que verdadero, 4 = en ocasio- padre como a la madre o a la figura
nes verdadero, 5 = la mayoría de las de la madre. Recientemente Shef-
veces verdadero, y 6 = me describe field et al. (2006) han confirmado la
perfectamente). En general, los estu- estructura factorial del YPI y han
dios anteriores con el SQ-SF han encontrado buenos índices de con-
mostrado coeficientes alpha adecua- sistencia y fiabilidad test-retest para
dos para las subescalas excepto en sus escalas.
el estudio de Stopa, Thorne, Waters y
Preston (2001) donde el coeficiente Para la realización de este estu-
alpha fue muy bajo para la subesca- dio, se han seleccionado los estilos
la de Vulnerabilidad al daño (.07). La parentales que después de una
versión en español del SQ-SF pre- valoración clínica con profesionales
senta buenas propiedades psico- que trabajan en este ámbito eran los
métricas, con confirmación de su que más sobresalían para este
estructura factorial y con consisten- colectivo. De tal manera que única-
cia interna buena para los factores mente se han empleado los 32
(Calvete et al., 2005). ítems correspondientes a los si-
guientes estilos: Abandono, Imper-
YPI- Inventario de Estilos Parenta- fección, Subyugación, Altos Están-
les (Young Parenting Inventory, dares, Impulsivo, Necesidad de
Young, 2003). Este cuestionario está Aprobación e Inhibición Emocional.
compuesto por 72 ítems divididos
en 17 escalas que identifican los orí- El Abandono se caracteriza por un
genes de los esquemas cognitivos estilo parental en el que se ve afecta-
en las personas. Las escalas reco- da la seguridad básica, sobre todo,
gen los estilos parentales siguien- por parte de las personas íntimas
tes: estilo de Abandono, Abuso, que se supone nos quieren, cuidan y
Imperfección, Fracaso, Subyuga- protegen (por ejemplo el ítem “Me

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A. Estévez y E. Calvete

retiró de su lado o me dejó solo/a niños o niñas debían suprimir


por largos periodos de tiempo”). aspectos importantes de si mismos
a fin de obtener atención, cariño y
El estilo de Imperfección se aprobación por parte de sus padres,
caracteriza porque la persona no ha o de lo contrario serían castigados.
sentido que la familia le respetara y, Un ejemplo de ítem sería “Sentía
además, criticaron sus defectos. que me quería más o me prestaba
También incluye experiencias en las más atención cuando yo sobresa-
que los padres hicieron sentirse cul- lía”.
pable a la persona por aconteci-
mientos que sucedieron en la fami- El estilo de Inhibición Emocional
lia. Un ejemplo de ítem sería: “Mi se relaciona con familias que no
padre me criticó mucho”. expresaban sus sentimientos. Por
ejemplo, el ítem “Mi padre se sentía
El estilo parental de Subyugación a disgusto a la hora de expresar
implica que la persona en su infan- cariño o vulnerabilidad”.
cia tenía que renunciar a los propios
derechos debido a que se sentía
coaccionada por sus padre o madre PROCEDIMIENTO
(por ejemplo, el ítem “Hizo lo que
él/ella quería, sin tener en cuenta La aplicación de las pruebas duró
mis necesidades”). aproximadamente cuarenta minu-
tos. La mayoría de las aplicaciones
El estilo de Altos Estándares se para las personas enfermas de
refiere a familias con un estilo de ludopatía y familiares se realizaron
crianza punitivo y con expectativas en la Asociación de Ayuda a Ludó-
de que sus hijos/as sean los mejo- patas de Bizkaia de forma grupal.
res, enseñándoseles que cualquier Se daban indicaciones para ser
otra opción sería un fracaso. Un contestadas de forma adecuada y
ejemplo de ítem sería “Esperaba de estaban acompañados por una psi-
mí que hiciera todo lo mejor todo el cóloga para responder a las posi-
tiempo”. bles dudas. Otra parte de la mues-
tra recibió los cuestionarios junto
El estilo de Impulsivo está relacio- con un sobre con la dirección del
nado con los aspectos de disciplina centro y sellos para remitir los cues-
e incluye tanto familias que tenían tionarios de forma anónima. En el
reglas rígidas sobre lo que estaba caso del grupo control, esta prueba
bien y lo que estaba mal como fami- se entregó, en la mayoría de los
lias indisciplinadas. Un ejemplo de casos, de manera individual y fue
ítem sería “Me dio poca disciplina y devuelta a través de sobres sin
organización”. identificación cerrados. Antes de
contestar los tests, los y las partici-
El estilo de Necesidad de Apro- pantes leían un formulario de con-
bación está basado en la acepta- sentimiento informado en el que se
ción condicionada, es decir, los les explicaban las condiciones de

Clínica y Salud, 2007, vol. 18 n.º 1 33


Esquemas cognitivos en personas con conducta de juego patológico y su relación con experiencias de crianza

participación en el estudio (volunta- ludopatía que estaban recibiendo


ria, confidencial y anónima), el tratamiento y quienes ya lo habían
esfuerzo que podría suponer en finalizado, no encontrándose ningu-
algunos casos y los beneficios que na diferencia estadísticamente sig-
podían derivarse del estudio. Tam- nificativa.
bién se les proporcionaba la direc-
ción y teléfono de contacto de las
investigadoras para cualquier acla- Diferencias en estilos parentales
ración o información adicional. recordados entre personas con y
sin juego patológico

RESULTADOS A continuación se evaluaron las


diferencias entre ambos grupos
Diferencias en esquemas para las percepciones retrospecti-
cognitivos entre personas vas de los estilos parentales por
con y sin juego patológico. parte de madres y padres. La Tabla
2 muestra los descriptivos de
Se realizaron una serie de análisis ambos grupos y los resultados de
de la varianza para evaluar posibles los análisis univariados de la varian-
diferencias en esquemas cognitivos za. Tal y como puede observarse
entre ambos grupos. Los resultados todas las diferencias en estilos per-
mostraron que el grupo de ludópa- cibidos en los padres fueron esta-
tas obtenía puntuaciones significati- dísticamente significativas. En el
vamente más altas en los esquemas caso del estilo de las madres sólo lo
de Privación emocional, Abandono, fue la referida al estilo impulsivo de
Abuso, Imperfección, Aislamiento crianza y al de abandono. Las
Social, Fracaso, Dependencia, Vul- mayores diferencias, atendiendo a
nerabilidad al Peligro, Apego, Sub- los tamaños del efecto, fueron para
yugación e Inhibición Emocional los estilos parentales impulsivos por
(Véase Tabla 1). Se calculó el tama- parte del padre. En cualquier caso,
ño del efecto (d) siguiendo las orien- los tamaños del efecto fueron
taciones de Cohen (1988), quien pequeños.
propuso como guía para interpretar
los resultados valores pequeños
(.20 - .49), moderados (.50 - .79) y Asociación entre esquemas
grandes (> .80) para el tamaño del cognitivos y estilos parentales
efecto. Según dichas estimaciones recordados
las diferencias entre ambos grupos
fueron moderadas para los esque- Se estimaron modelos de regre-
mas de privación emocional, aban- sión para cada dominio de esque-
dono, imperfección, dependencia y mas, con las puntuaciones en estilos
subyugación y pequeñas para el percibidos en los padres introduci-
resto de esquemas. Además, se das como variables predictoras en
evaluó si había diferencias en un único paso. Dado que el interés
esquemas entre las personas con era exploratorio se emplearon las

34 Clínica y Salud, 2007, vol. 18 n.º 1


A. Estévez y E. Calvete

Tabla 1. Diferencias en esquemas cognitivos entre ludópatas


y grupo de contraste

puntuaciones totales (es decir, pro- del dominio de Rechazo, Autonomía


medio en madre y padre) para cada Dañada, Límites Insuficientes, Vigi-
estilo. Los modelos estimados expli- lancia y Foco en los demás. La Tabla
caron el 29%, 18%, 15%, 20% y 3 recoge los coeficientes de regre-
18% respectivamente de la varianza sión estandarizados. Tal y como

Clínica y Salud, 2007, vol. 18 n.º 1 35


Esquemas cognitivos en personas con conducta de juego patológico y su relación con experiencias de crianza

Tabla 2. Diferencias en estilos parentales recordados entre ludópatas


y grupo de contraste

puede observarse, el estilo de los imperfección y culpa se asocia sig-


padres caracterizado por la aproba- nificativamente a los dominios de
ción condicionada predice todos los rechazo y autonomía dañada.
dominios de esquemas, y el estilo
caracterizado por la inhibición emo-
cional predice todos los dominios DISCUSIÓN
menos el de Límites Deteriorados.
Este último dominio está también El primer objetivo de este estudio
asociado a los estilos caracterizados fue evaluar en qué medida las per-
por la impulsividad. Finalmente, el sonas con juego patológico presen-
estilo caracterizado por transmitir tan un perfil disfuncional de esque-

36 Clínica y Salud, 2007, vol. 18 n.º 1


A. Estévez y E. Calvete

Tabla 3. Coeficientes de regresión de los estilos parentales sobre los


dominios de esquemas

mas cognitivos en comparación con incompetentes al intentar reafirmar


personas sin este trastorno. Los su independencia. Como conse-
resultados mostraron diferencias cuencia, en la época adulta, busca-
significativas en numerosos esque- rían figuras fuertes de las que
mas cognitivos, siendo estas dife- depender para que gobiernen su
rencias mayores en los esquemas vida.
del dominio de Desconexión y
Rechazo y en los esquemas de Estos resultados son consisten-
Dependencia y Subyugación. Esto tes con los obtenidos por Bernstein
significaría que las personas con (2002) respecto a la relación entre
ludopatía tendrían la expectativa de esquemas cognitivos y trastornos
que las necesidades propias de de personalidad. En su estudio
seguridad, aceptación y respeto no encontró que el trastorno depen-
van a ser cubiertas por los demás. diente se asociaba con los esque-
Por otro lado, el esquema de Sub- mas de Imperfección, Dependencia,
yugación implicaría una renuncia de Necesidad de Aprobación y Autosa-
los propios derechos debido a que crificio y que el trastorno antisocial
uno/a se siente coaccionado por los estaba asociado con los esquemas
demás. También tendrían el esque- de Abuso, Privación Emocional,
ma de Dependencia que se relacio- Abandono, Aislamiento Social, Auto-
naría con el hecho de que las perso- control Insuficiente y Grandiosidad.
nas no se percibirían a sí mismas Como se ha mencionado en la intro-
como capaces de afrontar las res- ducción los trastornos de personali-
ponsabilidades cotidianas de una dad dependiente y antisocial son
manera competente sin la ayuda de relativamente frecuentes en perso-
otras personas o que se sentirían nas con ludopatía (Black y Moyer,

Clínica y Salud, 2007, vol. 18 n.º 1 37


Esquemas cognitivos en personas con conducta de juego patológico y su relación con experiencias de crianza

1998, Blaszcynski y Steel, 1998, materna. Esto probablemente pue-


Ibáñez, 1997; Slutske et al. 2001 y da deberse en parte al hecho de
Steel y Blaszcynski, 1998) y los que la muestra de ludópatas se
esquemas asociados pertenecen compone fundamentalmente de
fundamentalmente al dominio de hombres y la figura paterna puede
Desconexión y Rechazo, que es el desempeñar un papel particular al
que más ha sobresalido en este ser referencia para la identificación
estudio. (Bandura, 1977). Por otro lado, el
estilo parental más significativo ha
Sorprende que los resultados no sido el relacionado con la impulsivi-
arrojaran diferencias significativas dad o incapacidad para el control.
para el esquema de Autocontrol Este estilo está relacionado con la
Insuficiente, cuando la impulsividad disciplina o falta de ella y con la
es uno de los componentes de este impaciencia si las cosas no se
trastorno psicológico (Slutske et al., hacen lo suficientemente rápido.
2001; Steel y Blaszczynski, 1998; Vachon, Vitaro, Wanner y Tremblay
Vitaro et al., 1999). Sin embargo, (2004) también encontraron que
cómo se ha mencionado en la intro- inadecuadas prácticas de disciplina
ducción, numerosos estudios han se relacionaban con problemas de
identificado una serie de distorsio- juego patológico en la juventud.
nes cognitivas de las personas Además, Raylu y Oei (2004) coinci-
ludópatas en relación con el control den en que el comportamiento ludó-
que ellos/as creen tener del juego y pata de los padres correlaciona
sobre la sobreestimación de sus directamente con el comportamien-
oportunidades de ganar (Walter, to en el juego de los descendientes
1992; Ladouceur y Walter, 1996). De y que las cogniciones de los padres
esta manera, una interpretación de no se relacionan directamente con
la falta de puntuación superior en el el comportamiento de juego en sus
esquema de autocontrol insuficiente hijos/as pero sí indirectamente a tra-
es que estas personas pudieran vés de las cogniciones de éstos.
estar presentando algún tipo de Estos resultados sugerirían un posi-
sesgo a la hora de informar sobre ble mecanismo de transmisión cog-
sus creencias de autocontrol. nitivo en la familia de una genera-
ción a otra.
En cuanto al segundo objetivo, el
estudio de estilos parentales, los El tercer objetivo de este estudio
resultados concluyeron que existían consistió en el análisis de la relación
diferencias significativas entre juga- entre los estilos parentales ejercidos
dores patológicos y el grupo de por los padres y madres y los
contraste en los estilos recordados esquemas cognitivos. Nuestros
en sus padres y madres. Uno de los resultados mostraron que los estilos
aspectos que sugieren los resulta- relacionados con la inhibición emo-
dos es que el padre o la figura cional y con la aceptación condicio-
paterna influiría de una manera nada se asociaban a todos los
mayor que la madre o la figura dominios de esquemas. Además, el

38 Clínica y Salud, 2007, vol. 18 n.º 1


A. Estévez y E. Calvete

estilo de crianza que transmite críti- sociales (empobrecimiento de las


cas continuas hacia el hijo o hija se relaciones sociales), problemas
asoció significativamente a los laborales o académicos (pérdida de
dominios de esquemas de descone- trabajo, absentismo escolar) y/o
xión y rechazo y de autonomía problemas legales. A su vez, estos
dañada. Precisamente estos domi- problemas aumentarían el riesgo de
nios fueron centrales en las perso- trastornos emocionales como la
nas con ludopatía de este estudio. depresión y la ansiedad (Villoria,
Estos resultados concernientes a la 1998), que están claramente asocia-
relación entre estilos de crianza y dos a los esquemas disfuncionales
esquemas cognitivos se suman a la estudiados en este trabajo (Calvete
escasa bibliografía sobre el tema et al., 2005; Glaser, Campbell, Cal-
(Harris y Curtin, 2002; Shah, y houn, Bates, y Petrocelli, 2002;
Waller, 2000). En el caso de Harris y Schmidt, Joiner, Young y Telch, 1995;
Curtin (2002), afirmaban que cuan- Stopa et al., 2001; Welburn et al.,
do los padres y madres eran consis- 2002). Por ello, y a pesar de la difi-
tentes, cariñosos y permisivos, fren- cultad, es necesario realizar estu-
te a fríos o excesivamente estrictos, dios que determinen si las creencias
sus hijos e hijas tenían mayor pro- de las personas con problemas de
babilidad de desarrollar un elevado juego representan un factor de vul-
sentido de control y confianza cuan- nerabilidad o si son consecuencia
do fuesen adultos más que senti- de estar dentro de un problema de
mientos de depresión. ludopatía (Joukhador et al., 2004).

La principal limitación de este Otra limitación de este estudio es


estudio es su naturaleza transversal. que no se evaluaron distorsiones
Esta circunstancia impide demostrar cognitivas específicas relacionadas
que los esquemas cognitivos dis- con la conducta de juego (Jefferson
funcionales fueran previos a la con- y Nicki, 2003; Mañoso et al., 2004;
ducta de juego patológico. Es decir, Ravlu y Oei, 2004; Steenbergh et al.,
alternativamente se puede proponer 2002), lo cual hubiera permitido
que la conducta de juego y todo lo estudiar si los esquemas cognitivos
que ésta implica en la vida de la subyacentes se asocian a los proce-
persona puede conducir al desarro- sos cognitivos relacionados con la
llo de esquemas cognitivos negati- conducta de juego patológico.
vos relacionados con uno mismo y
con las relaciones con los demás. A pesar de las limitaciones, este
De hecho, la conducta de juego estudio abre un nuevo campo de
altera sustancialmente los objetivos investigación hasta ahora no de-
personales, familiares y/o profesio- sarrollado para las personas enfer-
nales (Becoña, 1995; Botella y mas de juego patológico, cuyos
Robert, 1995). Esto trae como con- resultados deberán ser confirmados
secuencia a menudo problemas en otros estudios. Con independen-
familiares (por ejemplo, desconfian- cia de su rol como precedente o
za o ruptura de pareja), problemas como consecuencia de la conducta

Clínica y Salud, 2007, vol. 18 n.º 1 39


Esquemas cognitivos en personas con conducta de juego patológico y su relación con experiencias de crianza

de juego, la presencia de los esque- dichos esquemas pudieran ser


mas cognitivos disfuncionales beneficiosas en los programas de
sugiere que las técnicas de rees- intervención psicológica para estas
tructuración cognitiva centradas en personas.

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