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ningún tipo de distinción. A su vez, la vida humana es el primero de los bienes jurídicos
tutelados por la ley. Entonces, el delito de homicidio se produce cuando alguien, por voluntad
propia o negligencia, ocasiona la muerte de otra persona física.
Calificaciones del homicidio en México: Más allá de las intenciones de la persona que
comete un homicidio, la ley mexicana contempla distintas calificaciones para este acto. En
este sentido, se considera como homicidio simple al que se efectúa sin premeditación,
alevosía, ventaja o traición. Es decir, que bajo esta categorización son considerados los actos
de este tipo que no tienen agravantes.
A su vez, cuando sí hay una circunstancia que agrava el hecho se considera que el homicidio
es calificado. Estos factores pueden ser de distintos tipos y naturaleza:
Sujeto pasivo: Es el individuo titular del bien jurídico "vida". Es diferente de la víctima que
contempla tanto al sujeto pasivo como a las demás personas que se vieron afectadas por la
comisión del delito.
¿El derecho penal mexicano considera situaciones que atenúan un homicidio? Existen
distintas situaciones que pueden ser consideradas como atenuantes y que derivan en la
aplicación de penas menores. Esto sucede cuando el homicidio se produce en riña o duelo,
por emoción violenta, de manera consentida o cuando existe responsabilidad correspectiva.
Formas de manifestación de las conductas típicas: El artículo 312 del Código Penal
Federal establece que: “el que prestare auxilio o indujere a otro para que se suicide, será
castigado con la pena de uno a cinco años de prisión; si lo pres- tare hasta el punto de
ejecutar él mismo la muerte, la prisión será de cuatro a doce años”. La conducta típica en
este ilícito consiste en dos posibles formas de incurrir en ella: una es inducir a alguien al
suicidio y la otra es auxiliarle.
Participación material: Puede consistir en darle instrumento necesario para quitarse la vida,
como proporcionar una pistola, conseguir el veneno o, en general cualquier tipo de ayuda
material tendiente a que el sujeto pasivo se suicide. Es indispensable que dicha ayuda no
traspase los límites de un mero auxilio, pues si en cualquier forma el sujeto activo interviniera
directamente a privar de la vida al agente pasivo, existiría homicidio consentido (segunda
parte del art. 312 del CPF.)
PARRICIDIO: Homicidio del padre o de la madre legítimos, naturales o adoptivos, o de
cualquier otro ascendiente legítimo.
Homicidio del padre o la madre, legítimos, naturales o adoptivos; o de todo otro ascendiente
legítimo. Para algunos, quedan comprendidos dentro de este concepto el matricidio, el filicidio
y el conyugicidio.
Estrictamente, la muerte criminal dada al padre. Por extensión, muerte punible de algún íntimo
pariente, y que comprende estas especies:
Infanticidio directo o activo: El infanticidio directo o activo se trata de dar muerte al recién
nacido de manera deliberada, con ciertas prácticas como por ejemplo muerte por
deshidratación o falta de alimento, asfixia o traumatismos craneales.
ABORTO: El aborto es un procedimiento médico que pone fin al embarazo. Es una necesidad
básica de atención de la salud para millones de mujeres, niñas y otras personas que pueden
quedarse embarazadas. Se calcula que en todo el mundo, cada año, uno de cada cuatro
embarazos acaba en aborto.
De hecho, el acceso al aborto es uno de los temas más controvertidos en todo el mundo, y el
acalorado debate que genera está empañado por la desinformación sobre las verdaderas
repercusiones de restringir el acceso a este servicio de salud básico.
Se tienen abortos en todo momento, con independencia de lo que dicte la ley: Poner fin
a un embarazo es una decisión común, que toman millones de personas: todos los años, el
25% de los embarazos acaban en aborto.
Y con independencia de que el aborto sea o no legal, la gente sigue necesitando servicios de
aborto y accediendo de manera habitual a ellos. De acuerdo con el Instituto Guttmacher,
organización sin ánimo de lucro del campo de la salud reproductiva con sede en Estados
Unidos, la tasa de abortos es de 37 por 1.000 personas en los países que prohíben el aborto
totalmente o lo permiten sólo en caso de riesgo para la vida de la mujer y de 34 por 1.000
personas en los que lo permiten en general, diferencia que no es significativa
estadísticamente.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el aborto inseguro como “un procedimiento
para finalizar un embarazo no deseado realizado por personas que carecen de la capacidad
necesaria o que se lleva a cabo en un entorno donde se carece de un estándar médico
mínimo, o ambos”. La OMS calcula que todos los años tienen lugar 25 millones de abortos
inseguros, la gran mayoría de ellos en países en vías de desarrollo.
Las muertes y lesiones causadas por abortos inseguros son evitables. Sin embargo, tales
muertes son comunes en los países donde el acceso al aborto está limitado o prohibido por
completo, pues la mayoría de las mujeres y las niñas que necesitan someterse a un aborto
debido a un embarazo no deseado no pueden acceder legalmente a él.
En los países con tales restricciones, la legislación prevé normalmente una lista reducida de
excepciones a la penalización del aborto. Entre ellas puede figurar que el embarazo sea
consecuencia de una violación o de incesto, que se trate de un caso de malformación grave y
mortal del feto o que haya riesgo para la vida o la salud de la persona embarazada. Sólo un
pequeño porcentaje de abortos se practica por estos motivos, lo que significa que la mayoría
de las mujeres y las niñas que viven en países con este tipo de legislación pueden verse
obligadas a recurrir a abortos inseguros y poner su salud y su vida en peligro.
En los últimos 25 años, más de 50 países han modificado su legislación para permitir mayor
acceso al aborto, en ocasiones reconociendo que el acceso al aborto sin riesgos es
fundamental para la protección de la vida y la salud de las mujeres. Irlanda se sumó a esa
lista el 25 de mayo de 2018 tras un ansiado referéndum en el que la población votó
abrumadoramente a favor de anular la prohibición casi total del aborto que establecía la
Constitución.
A pesar de la tendencia a reformar la legislación para impedir las muertes y lesiones, algunos
países —entre ellos Nicaragua y El Salvador— mantienen leyes draconianas y
discriminatorias, que siguen prohibiendo el aborto prácticamente en todas las circunstancias.
De hecho, según la OMS, en todo el mundo, el 40% de las mujeres en edad de procrear viven
en países con leyes sobre el aborto muy restrictivas o donde, aunque el aborto sea legal, no
se dispone de servicios de aborto o son inaccesibles. En esos Estados, el aborto está
prohibido o sólo se permite en circunstancias muy restringidas, o, si es legal, no es accesible
debido a múltiples obstáculos existentes en la práctica.