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Fundamentos configuracionales de la forma arquitectónica 107

Capítulo 7

El color

En este capítulo vamos a abordar el uso del color desde el punto de vista del diseño arquitectónico. Para ello
empezaremos por explorar brevemente la naturaleza del color y los diferentes modelos que se han desarrollado
para su estudio. Introduciremos al estudiante en los aspectos básicos de la psicología de los colores, además de
algunos simbolismos que de alguna manera tienen relación con la influencia del color en nuestra psique. Junto a
esto veremos varios aspectos relacionados con el uso del color en la arquitectura, así como algunas
recomendaciones generales para su uso.

La naturaleza del color

Tal vez uno de los aspectos más subjetivos en el diseño es el uso del color. Esto se debe a que nuestra
percepción no sólo dependen del órgano de la visión y del cerebro (Cap.1), sino también del entorno cultural y
de nuestras experiencias personales con los colores, las cuales pueden hacer que cada individuo interprete el
mismo color de forma diferente. Sin embargo, el estudio del color ha dado como resultado lo que se conoce
como la teoría del color, la cual comprende un grupo de reglas básicas que nos permiten tener una referencia
para crear mezclas y usar combinaciones de colores con una intención determinada.
Uno de los aspectos más fascinantes del color es su origen, la Luz. Este hecho
fue observado por el padre franciscano Roger Bacon varios siglos antes de que
Isaac Newton desarrollara su famoso experimento óptico, al hacer pasar un
rayo de luz por un prisma de vidrio (Fig.1). Con esto logró descomponer la luz
obteniendo un espectro donde se identifican los colores primarios y es
secundarios a partir de los cuales se pueden recrear el resto de los colores.
Newton demostró que todos los colores están contenidos en la luz blanca y que
los colores que vemos no son más que longitudes de onda reflejadas por la
superficie de los objetos que pueden ser medidas con toda exactitud. El estudio
de la Luz visible es un área de investigación de la física que ha demostrado que
ésta manifiesta características que la definen tanto como una longitud de onda o Fig.1
como una partícula carente de masa,1 llamada fotón. Esta naturaleza dual de la luz se manifiesta además en el
resultado contradictorio de la combinación de colores de luz comparados con el resultado de la mezcla de los
colores de pigmento. Cuando mezclamos los rayos de luz de color rojo, verde y azul (modelo RGB), se

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reproduce la luz blanca, pero al mezclar los pigmentos de color cian, magenta y amarillo (modelo CMYK), lo
que obtenemos no es el blanco sino por el contrario, el negro, la ausencia de luz. Esta contradicción se puede
explicar por la naturaleza dual de la luz. Como referimos anteriormente, los colores que vemos son longitudes
de onda producto del impacto de la luz sobre las superficies pigmentadas de los objetos. Así que, cuando el rayo
de luz impacta la superficie de un objeto, los pigmentos de ésta absorben unas longitudes de onda y reflejan
otras que serán las que corresponden al color que vemos. Por eso cuando mezclamos los pigmentos de los
colores primarios, los colores en que se descompone la luz pura, las longitudes de onda que reflejan unos
pigmentos las absorben los otros. Esto trae como consecuencia que al final se termine por absorber todas las
longitudes de onda no se refleje ninguna, y lo que percibimos es una ausencia de color, el negro. Por el contrario
al mezclar rayos de luz de color rojo, verde y azul, lo que hacemos es volver a reconstituir la luz blanca original.
Teniendo en cuenta estas particularidades de la luz, la idea que no debemos perder de vista como diseñadores es
que el color es una energía visual que afecta la percepción de las formas tanto como las energías visuales del PB
que estudiamos en el capítulo uno, siendo capaz de alterar la acción de los principios configuracionales de la
forma.

Las cualidades tonales del color

La cualidad del tono o grado de coloración de un color de pigmento o de luz, depende de tres factores
fundamentales. El valor o el grado de claridad o luminosidad que posee un color depende de la cantidad de luz
que el color es capaz de reflejar. El valor, es una cualidad que se puede apreciar tanto en los tonos cromáticos, y
los acromáticos como se puede apreciar al observar la misma imagen en blanco y negro o en colores. El
segundo factor es el matiz, el cual es el resultado de la mezcla de los pigmentos o colores primarios con el
blanco o el negro para obtener diferentes grados de valor, haciéndolos más o menos luminosos u oscuros.
Dependiendo de las proporciones de estas mezclas se observa el grado de
intensidad de un color que es el tercer factor que afecta la cualidad tonal de un
color: La intensidad, que depende del grado de pureza del pigmento de un
color, en consecuencia los colores primarios puros son los más intensos. A
medida que estos se mezclan con el blanco o el negro y entre sí, la intensidad
irá disminuyendo mientras se generan los demás colores.2

Los modelos de color

Existen tres modelos básicos que son utilizados para estudiar la creación de
los colores a partir de la combinación de tres colores fundamentales. El más
antiguo de estos modelos fue desarrollado por Goethe partiendo de los colores Fig.2

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del espectro de luz desarrollado por Newton. Este modelo es conocido como
el círculo cromático o modelo RYB que son las siglas en inglés de los
colores primarios, o los colores que en este modelo se consideran como los
fundamentales: el rojo, el amarillo y el azul. A partir de estos tres colores
primarios el modelo produce tres colores secundarios que son creados a
partir de la mezcla de los primarios: el violeta (rojo + azul), el verde (azul +
amarillo) y el anaranjado (rojo + amarillo). Además de estos seis colores el
círculo cromático incluye otros seis colores llamados terciarios que son el
producto de la mezcla de los colores primarios y los secundarios. Estos son
el azul violáceo, azul verdoso, rojo violáceo, rojo anaranjado, amarillo
anaranjado y el verde amarillento. Este modelo de color es el más usado por
los artistas y diseñadores como guía para la combinación o armonía de
colores, debido tal vez, a que fue desarrollado basado en la observación
Fig.3a empírica de los colores en su estado natural. Sin embargo, este modelo tiene
el inconveniente de que no representa con precisión el resultado de la mezcla de los colores primarios, amarillo,
azul y rojo y por eso se ha considerado que no es el correcto a la hora de producir mezclas de colores ya sean de
luz o de pigmentos.

Los otros dos modelos, el modelo de color RGB y el CMK, los cuales han
sido desarrollados para las mezclas de colores de luz y de pigmentos
respectivamente. El modelo RGB está basado en la síntesis aditiva de
colores, propuesta por el científico inglés James Clerk Maxwell3. Éste es el
modelo de color más apropiado para la mezcla o creación aditiva de colores
de luz y es utilizado especialmente en la creación de colores en televisores y
monitores. Se basa en la utilización de rayos de luz de los colores rojo,
verde y amarillo que al mezclarse con igual intensidad reproducen la luz
blanca y sólo se necesita variar la intensidad luminosa entre ellos para crear
el resto de los colores. En la figura 3a, podemos observar cómo en la
intersección de tres círculos de luz de igual intensidad, en el centro se
Fig.3b genera el blanco y entre los círculos adyacentes, en la intersección entre dos
círculos, lo que equivale a que el color no incluido tenga intensidad igual a cero, se generan los colores
secundarios.

El tercer modelo que abordaremos aquí es el modelo CMYK el cual ha sido desarrollado para la mezcla de
colores de pigmento. Su nombre corresponde a las siglas de los colores cyan, magenta, amarillo y negro o color

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clave (key) en el idioma inglés. Éste es un modelo de colores sustractivos, es decir, se basa en la absorción de la
luz por parte de los pigmentos y su principal aplicación se da en el campo de la preparación de colores de
pigmento para la impresión, pinturas, tintas, etc. Es de notar que a los tres colores considerados primarios en
este modelo, se agrega el pigmento negro con el fin de controlar la luminosidad de los colores, la obtención del
color negro puro a partir del cyan, el magenta y el amarillo es muy difícil de lograr, pues requiere pigmentos
extremadamente puros. Un detalle curioso que se puede observar al comparar las figuras 3ab, es que los colores
primarios del modelo RGB resultan ser los secundarios del modelo CMYK y viceversa. Esto simplemente nos
habla de la relatividad de diferentes modelos del color, los cuales han sido desarrollados de acuerdo con ideas o
intenciones de uso específicas. Teniendo en cuenta la relatividad de los dos últimos modelos de color que
hemos tenido oportunidad de ver aquí, y dejando a un lado el análisis de otros modelos del color, como los
basados en formas tridimensionales o espaciales, en el siguiente punto vamos a considerar ciertos aspectos de la
teoría del color fundamentales para un diseñador, basados en el círculo cromático tradicional o modelo RYB.

Las armonías del color

Tal vez la lección más importante que como diseñadores podemos extraer del círculo cromático es
la experimentación con las combinaciones armónicas de los colores. Se dice que los colores son
armónicos cuando al usarlos en una composición, en un diseño, producen una impresión visual
atractiva a la vista. Existen numerosos esquemas que nos pueden servir de guía para desarrollar
nuestra sensibilidad ante los colores. En este capítulo vamos a explorar algunos de los más
comunes, como lo son los colores complementarios, complementarios adyacentes o divididos, los
terciarios, los análogos, y las principales familias o gamas de colores.

Los colores complementarios,4 son aquellos que se encuentran en posiciones opuestas en el círculo
cromático (Fig.2), y se caracterizan por producir un fuerte contraste visual al combinarlos entre sí.
En el capítulo 6, al estudiar el contraste como elemento clave en el soporte de la forma, vimos unos
ejemplos de este tipo de armonía entre los colores que nos permitimos reproducir aquí (Fig.4).
Como se podrá observar en el círculo cromático, los colores complementarios de los primarios, son Fig.4
colores secundarios: amarillo-violeta, rojo-verde, azul-naranja y de los terciarios otro terciario (Fig. 2). Este tipo
de contraste de colores complementarios no es ajeno al mundo natural donde se le encuentra en los diferentes
reinos, de los cuales podemos ver algunos ejemplos en las figuras 5, 6 y 7. Una característica común a estos
pares de colores, aparte de su fuerte contraste visual, es el hecho de que si se mezclan entre sí, en una
proporción adecuada, el resultado es un color oscuro de la gama del gris o acercándose al negro.

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Fig.5 Fig.6 Fig.7

Los colores complementarios adyacentes5 son aquellos colores que se encuentran a los lados del color
complementario en el círculo cromático, es decir, que son análogos al color complementario principal. Se le
conoce también como esquema de colores complementarios dividido. Por ejemplo, los colores complementarios
del amarillo son el rojo violáceo y el azul violáceo, del verde amarillento serían el rojo y el violeta, etc. (Fig. 2).

Los colores complementarios en general son los que producen los contrastes más extremos entre los colores.
Aunque es posible que el exceso de tensión visual no resulte armónica cuando son iguales en extensión, la
armonía ente los complementarios se logra principalmente cuando uno es puro y el otro presenta una alteración
en su valor, o cuando los dos son puros y la extensión del área que ocupa cada uno es muy diferente.

Los colores terciarios6 son aquellos que forman grupos de tres colores que se encuentran a una distancia
equivalente entre sí, es decir, formando un triángulo equilátero en el círculo cromático. El grupo más conocido
de estos colores terciarios son precisamente los colores primarios. Luego tenemos las combinaciones entre los
secundarios como por ejemplo el anaranjado, el verde y el violeta, y por último la combinación entre los colores
terciarios propiamente dichos, el rojo violáceo, el amarillo anaranjado y azul verdoso (Fig.2).

Los análogos7 son aquellos colores que se encuentran contiguos en el círculo cromático, forman gamas de
colores que pueden o no incluir un color primario y los colores adyacentes, como por ejemplo el amarillo, el
verde amarilloso, el verde, y el verde azulado (Fig.2). Dentro de esta clasificación se encuentran los colores
cálidos y los colores fríos, que son colores que comparten características perceptivas comunes, como veremos
más adelante.

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Otro tipo de esquemas armónicos de los colores son las familias de colores. Éstas suelen ser agrupaciones o
clasificaciones de los colores por el impacto perceptivo que producen en el observador. Aquí se debe tener en
cuenta que la percepción del color depende, como ya hemos comentado, de la experiencia personal del
individuo por lo que el efecto del color en las personas es muy variable. De lo que sí no cabe duda es que la
gran mayoría de las personas tiene algún tipo de reacción física ante la presencia de los colores. Debido a estas
variaciones personales y culturales, encontramos que entre diferentes autores o fuentes de información se
puedan detectar algunas contradicciones en la clasificación de los colores. Sin embargo, hay coincidencias
notables entre lo que las personas perciben en general, que permiten clasificar los colores según su impacto
visual y sicológico en tres gamas principales de colores contrastantes.

El primer par, el de los colores cálidos-fríos, está constituido por dos grupos de colores análogos. Esta
clasificación de los colores en cálidos y fríos se basa en el impacto que sobre nosotros ejerce la longitud de onda
de la luz reflejada por su tinte, su pigmento, que es lo que diferencia un color de otro. Independientemente del
color o matiz, de si son cálidos o fríos, los colores también se les pueden clasificar de acuerdo con la
saturación y el valor de cada uno de ellos. El segundo par de contraste, el de los colores luminoso-oscuros, está
formado por colores que contrastan entre sí debido a su valor o el grado de claridad o luminosidad que posean,
es decir a la cantidad de blanco o de negro que esté presente en su mezcla. El tercer par de contrastes, el de los
colores vivos-pasteles, presentan un contraste que depende de la intensidad, del grado de pureza del pigmento.
Los colores pastel, son colores claros, sin brillo con un pigmento diluido, poco concentrado y colores vivos que
son colores intensos, brillantes, altamente saturados con un pigmento puro.

Los colores cálidos son todos aquellos colores que solemos asociar con el amanecer o el atardecer, con la cálida
luz del sol (Fig. 8). Estos colores tienen una longitud de onda cercana a las ondas infrarrojas, que son las ondas
que trasmiten la radiación de calor. Son colores brillantes, alegres, agresivos, que atraen la vista y excitan las

Fig.8 Fig.9 Fig.10

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emociones, nos estimulan e inducen a la actividad, al movimiento8. En el círculo cromático (Fig. 2) van desde
el calor y la excitación del rojo hasta la luz radiante y alegre del amarillo verdoso. Estos colores ocupan la mitad
del círculo cromático. Además de estos colores algunos autores suelen añadir a la lista el rosado y el marrón.
En las figuras 9 y 10, podemos apreciar un par de obras donde predominan los colores cálidos.

Los colores fríos generalmente, están asociados con la pálida luz de la luna, el cielo azul celeste del invierno, la
nieve, el agua, el infinito y la frialdad (Fig.11). Son colores que producen un efecto totalmente opuesto al de
los colores cálidos, pues son colores que desaceleran el metabolismo e inducen a la calma y la tranquilidad
pudiendo incluso llegar a ser depresivos para algunas personas9. En este grupo están incluidos los colores del
círculo cromático que van desde la delicadeza del violeta rojizo hasta la frescura y la tranquilidad reconfortante
del verde. En la figura 12, podemos apreciar cómo la expresión calmada del rostro del personaje pareciera
reforzarse con la frialdad de los colores. En el diseño (Fig.13) de espacios interiores suele ser utilizado para
crear una atmósfera sosegada, relajante.

Fig.11 Fig.12 Fig.13

Fig.14 Fig.15 Fig.16

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Los colores luminosos tienen un tono suave, etéreo10 (Fig. 14), con una alta capacidad de reflejar la luz blanca,
lo que los hace muy aptos para ser usados en el diseño interior cuando se busca crear una atmósfera de amplitud
y expansión (Fig. 15). Estos colores no son muy efectivos para crear contrastes entre sí o llamar la atención, sin
embargo son muy utilizados en el diseño de textiles (Fig. 16) y mobiliario interior en los hogares.

Los colores oscuros se caracterizan por ser pesados, sólidos a la vista11 (Fig. 17), por lo que suelen ser
asociados con la elegancia, la dignidad y las situaciones formales, solemnes, tanto públicas como privadas (Fig.
19). Generalmente se evita su uso en espacios interiores pues lo hacen parecer oscuros y opresores, pero son
usados con frecuencia en las fachadas de las edificaciones en zonas frías por su capacidad de absorción de
radiación solar y su fácil mantenimiento ante las inclemencias del tiempo (Fig. 18).

Fig.17 Fig.18 Fig.19

Los colores brillantes o vivos tienen un alto grado de energía visual debido a la fuerte saturación de su pigmento
(Fig. 20). Son colores con una gran personalidad que sobresalen y se destacan atrapando la vista12. Contrastan
entre ellos y con los otros colores, pero debe evitarse combinar muchos de ellos al mismo tiempo pues el

Fig.20 Fig.21 Fig.22

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resultado pude ser, cacofónico, ensordecedor visualmente (Fig. 21). En el diseño de espacios interiores su uso
suele estar relacionado con espacios lúdicos, especialmente para infantes (Fig. 22).

Los colores pasteles, son colores en los que la saturación del pigmento ha sido suavizada obteniéndose un
efecto vago y difuso que reduce las tensiones, induciendo a la ensoñación y a los estados de animo
meditativos13 (Fig. 23). En general al ser usados en espacios interiores crean atmósferas de carácter femenino,
acogedoras (Fig. 24). En la arquitectura de estilo Art Deco de la ciudad de Miami (USA)(Fig. 25), los colores
pastel constituyen su característica más impactante, proporcionándole un carácter único a este sector de la
ciudad.

Fig.23 Fig.24 Fig.25

La psicología del color

Con la mezcla de los colores primarios y secundarios,


junto al blanco y el negro, se puede obtener una enorme
variedad de matices que participarán del carácter básico de
los colores que les dieran origen, dependiendo el resultado
final de aquel color que predomine en su composición.

El efecto que tiene el color sobre las personas se puede


argumentar que se relaciona con su condición física
material. La luz visible, como ya hemos comentado, está
formada por partículas llamadas fotones y longitudes de
onda visibles que oscilan entre los 400 y 700 nm
(nanometros). En la escala de la figura 26 podemos ver que Fig.26

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el color violeta tiene una longitud de onda de aproximadamente 400 nm. lo que lo sitúa en el límite de las
longitudes de onda corta, las cuales son invisibles a nuestra vista e imperceptible para nuestra piel. En cambio el
rojo lo encontramos en el límite con las longitudes de onda larga, las llamadas ondas infrarrojas o de calor, las
cuales son igualmente imperceptibles para nuestra vista pero percibidas por nuestra piel como calor. Como se
puede ver en la figura 26, los colores fríos tienen longitudes de onda más cortas que los colores cálidos, los
cuales tienden a acercarse más al tipo de longitud de onda infrarroja, las ondas de calor. Basado en estas
observaciones se puede argumentar que el efecto psicológico o emocional de los colores en las personas, no
sólo tiene una connotación cultural o vivencial sino que además hay una experiencia física que lo refuerza.
Teniendo siempre presente que la cultura en la que nos desenvolvemos, así como nuestras experiencias
personales, son factores que condicionan los sentimientos que pueden evocar los colores o las ideas que
asociemos a ellos, a continuación veremos cómo se relacionan los colores primarios y secundarios con algunos
estados fisiológicos, emocionales, mentales así como con ciertas ideas o simbolismos.

El color amarillo está fuertemente asociado con la luz y la calidez del sol, la fuente de la vida. La cálida luz
amarilla de los primeros rayos del sol después de una larga espera en la oscuridad y frialdad de la noche. Se le
relaciona estrechamente con los estados de ánimo alegres, optimistas, positivos, con el estímulo del
pensamiento y la creatividad, el despertar de un nuevo día. Sin embargo, en la Edad Media europea se lo
relacionaba con el luto e incluso con el diablo14. El amarillo es un color con un alto nivel de energía visual que
acelera el metabolismo, atrae la vista fácilmente y puede llegar a ser irritante si se lo usa en exceso, produciendo
incluso nerviosismo y sobre-excitación en algunas personas.15

El color azul para la gran mayoría de las personas es una clara referencia al cielo, el firmamento y el agua de los
mares y lagos, de allí que se lo asocie con el infinito, la serenidad, la confianza, la estabilidad, la inteligencia, la
inmortalidad. Su longitud de onda es corta y se acerca a la de los rayos ultravioleta por lo que se lo clasifica
como un color frío por lo que también se lo asocia con la frialdad emocional, la depresión, la inactividad, la
tristeza16. El color azul estimula en el metabolismo la producción de sustancias químicas relajantes y la
reducción de la presión sanguínea. Su uso en ambientes de trabajo se dice que hace a las personas más
productivas. Algunos estudios sugieren, que los físico-culturistas son capaces de un mayor desempeño en
ambientes con colores azules17.

El color rojo tiene una longitud de onda muy próxima a la de los rayos infrarrojos de allí que se le relacione
directamente con el fuego, el calor, el impulso, la acción. Es el color del movimiento, la vitalidad, del erotismo,
y la pasión. Estudios han mostrado que el color rojo aumenta la tensión muscular, incrementa el ritmo
respiratorio, eleva la presión sanguínea y estimula el apetito.18 El rojo puede incitar a la violencia, la agresividad
y la confrontación, por lo que también representa el peligro. Su poder de atracción hace que los objetos de color
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rojo destaquen, sobresalgan, su uso refuerza la creación de puntos focales en una composición. Al agregar
pigmento blanco al rojo obtenemos el rosado, que es un color que atenúa los excesos del rojo pudiendo llegar a
estimular el sentimentalismo y la pasividad.

El color naranja, producto de la mezcla del amarillo y el rojo, posee una mezcla de las cualidades atenuadas de
estos dos colores, sugiriendo en general ardor, incandescencia, euforia. Dependiendo de la intensidad de su
pigmento puede evocar vitalidad, exuberancia, diversión cuando predomina el rojo, o ser percibido más como
sociable, infantil, estimulador del apetito y la digestión, cuando predomina el amarillo.

El color verde, producto de la mezcla del azul y el amarillo es un color que sugiere la frescura y la tranquilidad
reconfortante de los verdes prados del campo. De allí que también se le asocie con la primavera, la juventud la
liberación del espíritu. A nivel metabólico disminuye la presión sanguínea y baja el ritmo cardiaco por lo que
se le considera calmante, relajante, ideal para las personas que sufren de insomnio y fatiga19.

El color violeta, mezcla de rojo y azul, sugiere madurez, dignidad, profundidad espiritual, creatividad,
misticismo, misterio, pero también puede inducir a la melancolía, la nostalgia y el sentimentalismo. A nivel
metabólico tiene un efecto relajante sobre el corazón, disminuyendo las angustias, las fobias y los temores20.

El blanco y el negro, técnicamente hablando no son colores, pues uno es la luz


pura y el otro es simplemente el resultado de la total ausencia de luz. Sin
embargo, desde un punto de vista práctico, la luminosidad o la oscuridad de
un color de pigmento depende de la cantidad de pigmento blanco o pigmento
negro que este presente en la mezcla. De allí que se deban considerar también
sus cualidades psicológicas y emocionales en la creación y combinación de los
colores. El blanco en general tiene un efecto similar al de los colores brillantes
y luminosos y se le suele asociar con la pureza y la simplicidad. Por el
contrario, el negro es el epitome de los colores oscuros y se le asocia con lo
pesado, lo denso y por otra parte con la sofisticación.

Este breve recuento de los estados psicológicos y emocionales que evocan en


general los colores nos sirve de fundamento conceptual para discutir en el
próximo punto algunos aspectos relacionados con el uso del color en la
arquitectura.

Fig.27

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El uso del color en el diseño arquitectónico

El uso del color en la arquitectura tiene una larga tradición como elemento decorativo que viene desde épocas
antiguas. En Egipto, Mesopotamia y la Grecia antigua, templos y viviendas presentaban un abundante uso del
color en forma de murales y detalles volumétricos decorativos. En las antiguas culturas orientales y americanas
también encontramos el color usado de forma similar, algo que no es evidente en las ruinas de estas
civilizaciones. Algunos estudios han demostrado que los templos griegos (Fig. 21) y las pirámides de los mayas
y aztecas tenían una abundante aplicación de colores tanto en su interior como en el exterior. El uso del color en
las edificaciones ha sido una constante a través de diferentes culturas y períodos históricos, siendo uno de los

Fig.28 Fig.29 Fig.30

elementos que ayudan a definir la identidad colectiva


cultural de los núcleos urbanos.21 Muchos son los factores de
índole cultural que influyen en la escogencia de los colores
de las edificaciones en una comunidad, una región o un país,
colores que llegan a institucionalizarse a través del tiempo
como una forma de identidad cultural. En las viviendas
tradicionales de las costas del mar Mediterráneo desde
España (Fig. 28) hasta Grecia es muy común el uso del color
blanco, el cual algunos autores plantean que es una
respuesta climática para evitar el recalentamiento de las
viviendas en zonas de climas calurosos. Sin embargo en las
islas del mar Caribe, como por ejemplo en Aruba (Fig. 29) o
en ciudades costeras como Maracaibo (Fig. 30) que tienen Fig.31

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condiciones climáticas parecidas, la policromía en las viviendas tradicionales pareciera ser la norma. Esto
demuestra que la escogencia del color en la arquitectura es principalmente un factor de identidad cultural, más
que una respuesta climática. A principios del siglo XX el Movimiento Moderno en la arquitectura asumió el
blanco como un símbolo de la racionalidad y la pureza que buscaba expresar en sus edificaciones. Sin embargo,
el uso del color estuvo presente en las viviendas modernas, como lo demuestra el interior de la famosa Villa
Savoye (Fig. 31) del arquitecto suizo Le Corbusier, asumiendo el color una nueva dimensión que va más allá
de lo simplemente decorativo. El color en la arquitectura contemporánea, tanto el de los materiales como los
aplicados en forma de pintura, tanto en el interior como en el exterior, constituye algo más que un simple
recurso decorativo, es un aspecto del diseño que permite modificar la percepción de volúmenes y espacios,
resaltando sus cualidades o disminuyéndolas, creando énfasis, subordinaciones y contrastes entre los elementos
arquitectónicos. El uso del color en el diseño arquitectónico, en la
configuración volumétrica de las edificaciones contemporáneas es
extremadamente variado. Podemos encontrar ejemplos que van desde el
uso del color como si fuera una especie de camuflaje arquitectónico, que
esconde, que niega la verdadera naturaleza volumétrica de la edificación,
como sucede en el edificio de la figura 32, hasta su utilización como un

Fig.32 Fig.33 Fig.34

elemento que resalta, que revela las relaciones entre el volumen y el espacio, tanto en el interior (Fig. 33) como
en el exterior de las edificaciones (Fig. 34). En cualquier caso, se puede argumentar que lo primero que
deberíamos considerar al momento de elegir un color sería precisar cuál es el efecto que queremos lograr por
medio del color sobre los habitantes de los espacios arquitectónicos. El impacto sobre los estados de ánimo,
sobre nuestra actividad intelectual e incluso sobre nuestro metabolismo es algo que no pone en duda una rama
de la medicina alternativa conocida como cromoterapia. De allí que si escogemos un color azul frío, como tema

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para un bar (Fig. 35) deberíamos tener claro si lo que queremos es


que los usuarios se sientan en calma, tranquilos, induciendo en ellos
una actitud emocionalmente fría, calculadora que los haga ser más
eficientes en su trabajo. Si el bar lo hemos diseñado para un club
social juvenil, lo más probable es que permanezca casi vacío, si los
jóvenes tienen otras opciones para reunirse, pero si lo hemos
diseñado para una corporación, con ejecutivos de alto nivel, que
llevan una vida estresante, es muy posible que sea un éxito, que sea
usado constantemente.

Fig.35

En segundo lugar debemos tomar en cuenta que las energías visuales


producto del contraste entre los colores al ser utilizadas
adecuadamente, nos permiten crear puntos focales, enfatizando
elementos arquitectónicos como el acceso, las esquinas, balcones,
volúmenes claves, etc., con el fin de crear una lectura clara de la
edificación. Para lograr un contraste adecuado ya sea entre colores
complementarios o entre los diferentes pares de colores cálidos-fríos,
luminosos-oscuros o vivos-pasteles, en general se debe mantener una
relación inversamente proporcional entre los colores con pigmentos
más saturados y los colores con pigmentos menos saturados. En la
figura 36, podemos observar cómo los colores con mayor intensidad de
Fig.36 tono, azul, amarillo, verde y purpura (el techo móvil en los balcones)
ocupan una superficie mucho menor que los colores menos intensos
como el gris oscuro de la fachada y los naranjas y amarillos pasteles
que forman los balcones. Aquí se puede observar además, cómo el
color ha sido utilizado para resaltar aun más los volúmenes de los
balcones sobre el plano de color gris oscuro de la fachada.

Otra aplicacion de esta relacion de color superficie se puede apreciar


en la figura 37, donde se puede observar cómo la armonía en el
contraste entre colores primarios depende más de la diferencia de
superficie que del color en sí. En este caso se crea un punto focal por
Fig.37 medio del contraste entre la puerta azul, un color frío, y el cálido color

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amarillo de la superficie de la pared. El mismo efecto focal se podría lograr


invirtiendo simplemente los colores, la puerta amarilla en contraste con la pared
azul. En la fachada que se observa en la figura 38 vemos de nuevo la aplicación
de la regla de las proporciones inversas de los colores, aquí los colores
luminosos, el blanco y el amarillo ocupan menor área que los colores oscuros
que ocupan la mayor parte de la superficie de la pared.

En este capítulo hemos introducido algunos aspectos básicos del uso del color en
la arquitectura pues su estudio abarca otros aspectos tales como la iluminación
que es un tema fuera del alcance de este texto. Sin embargo, estos dos aspectos
del uso del color en la arquitectura anteriormente expuestos, el efecto que
produce el color sobre los individuos y el efecto que produce en la percepción
de espacios y volúmenes, son principios que nos dan el punto de partida para
usar el color como un elemento de diseño, evitando el error de convertirlo en un
simple agregado sobre las superficie producto de una actitud irreflexiva ante el
diseño. En el próximo capítulo abordaremos el estudio de las cualidades de las
formas pregnantes ideales, el cuadrado, el círculo y el triángulo los cuales se
pueden llegar a considerar como formas análogas a los colores primarios.22 Fig.38

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1
http://en.wikipedia.org/wiki/Photon.
2
Harald Kuppers. 1978.
3
http://es.wikipedia.org/wiki/James_Clerk_Maxwell.
4
Harald Kuppers. 1978.
5
Harald Kuppers. 1978.
6
Harald Kuppers. 1978.
7
Harald Kuppers. 1978.
8
Hayten, Peter J. 1968.
9
Hayten, Peter J. 1968.
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Hayten, Peter J. 1968.
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Hayten, Peter J. 1968.
12
Hayten, Peter J. 1968.
13
Hayten, Peter J. 1968.
14
Ortiz, Georgina. 1992.
15
Ortiz, Georgina. 1992.
16
Ortiz, Georgina. 1992.
17
Ortiz, Georgina. 1992.
18
Ortiz, Georgina. 1992.
19
Ortiz, Georgina. 1992.
20
Ortiz, Georgina. 1992.
21
Ortiz, Georgina. 1992.
22
Olmos, Francisco. 2000.

Un curso de alfabetización visual para estudiantes de Arquitectura Francisco Olmos Reverón

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