Nombre: Isaac Antonio Molina Chávez Matrícula: 292928

Nombre del curso: Nombre del profesor:

Estructura y Régimen Jurídico del Lizbeth Gabriela Corral Limas
Estado
Actividad:
6.1 Actividad Integradora
Fecha: 23/10/2022
 Universidad Autónoma de Chihuahua
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales

TITULO
Principio de supremacía, poder constituyente, soberanía y estado, órgano
administrativo público y división de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial).
INTRODUCCIÓN
En el presente, se abordaran los principales cinco temas vistos en los objetos
de estudio, teniendo como primer análisis el principio de supremacía y el poder
constituyente.
De este podemos decir que una vez analizado, se comprende la soberanía y el
estado para luego definir básicamente lo que es un órgano administrativo
público.
Con el poder ejecutivo, legislativo y judicial entendemos que el Estado
Mexicano se rige bajo la división de poderes establecida en nuestra máxima
carta como lo es la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
De mayor detalle, se analizará el poder ejecutivo que recae en la figura del
Presidente de la Republica Mexicana establecido de la misma manera en la
CPEUM, el cual a su vez se le faculta para otorgar nombramientos de las
Secretarías de Estado.
Pero de igual manera, el poder judicial tendrá su aportado el cual funciona a
través de la Suprema Corte de Justicia de la Nación con ministros que
funcionan en Pleno o en Salas, siendo estas la civil, la penal y la administrativa.
Es de destacar que todos los temas llevan una secuencia, por lo que es
necesario ir comprendiendo en medida de cómo se van presentando para
entender el funcionamiento del Estado, desde su origen y bajo cuál y dónde se
rige.
DESARROLLO
Como primer tema, abordamos los principios de supremacía e inviolabilidad de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1857, carta
fundada por Estados que en virtud de la revolución de Ayutla recobraron la
soberanía al ser despojados por el centralismo.
En la carta magna, se establecieron los derechos del hombre que son la base y
el objeto de las instituciones sociales a través de los tres poderes establecidos,
siendo estos y a la fecha el ejecutivo, el legislativo y el judicial.
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Con facultades para cada uno de ellos, en el primer objeto se establece

la soberanía en los municipios y entidades que estas a su vez comprenden la
federación y que con ello se conforma la nacionalidad mexicana.
En dicha soberanía, el hombre tiene derechos que estipulan a través del poder
judicial, siendo las constituciones de los Estados y desde luego la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Así mismo, el poder ejecutivo tiene injerencia en la formación de las leyes, y el
derecho de iniciarlas, el legislativo tiene facultad de intervenir en diversos actos
del ejecutivo y el judicial tiene cierta injerencia en el legislativo y ejecutivo,
juzgando de las leyes y de los actos de las autoridades.
El poder constituyente y poderes constituidos básicamente se divide en
federalismo, centralización contra el federalismo y la reversión de la
centralización que dicho proceso inició a partir de 1824 para concluir posterior a
1980.
El federalismo irrumpe en la historia constitucional de México y fue vista como
una expresión democrática junto al principio de división de poderes, los cuales
ya mencionamos con anterioridad.
La Centralización contra el Federalismo comienza a partir de 1920 y con su
llegada Se imposibilita que la descentralización- federalismo municipio-libre se
cumpla cabalmente, por ello la Revolución mexicana se prolonga por más de
una década con nuevos caudillajes y cacicazgos
La reversión de la centralización aparece hasta los años de 1970 y 1980 y se
llegó al consenso de que la centralización para consolidar la integración
nacional y la estabilidad política generaba ya rendimientos menos que
proporcionales y provocaba disfunciones de la más diversa índole.
Como segundo objeto, la soberanía nace con una concepción absolutista, en la
medida en que el Estado justifica su existencia misma con la concepción de
poder superior sobre el cual en principio no podría existir otro.
Por tanto, un Estado no podría admitir un poder que sea superior a él mismo,
puesto que la propia idea de soberanía está ligada a una noción absolutista. No
obstante, ante la inviabilidad de ejercitar en la práctica una concepción cerrada
de soberanía que niega automáticamente la construcción de relaciones
interestatales en un marco de paz, hubo varios factores que la relativizaron.
Uno de ellos fueron los tratados internacionales.
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Como parte de la soberanía, existen cuatro significados básicos, siendo

estos la soberanía doméstica que es el poder local, mismo que es ejercitado
por el Estado y se encarga de establecer que el Estado es absolutamente
necesario para la convivencia humana, la soberanía interdependiente que se
basa en estudios económicos, y argumenta que, en un mundo de grandes
mercados de capital y Estados pequeños.
La soberanía legal internacional parte del reconocimiento que los Estados
organizados en un sistema político internacional le dan a otro Estado y la
soberanía westfaliana manifiesta que sería una situación óptima el que el
Estado tuviera la libertad de escoger las instituciones y políticas que consideren
adecuadas de forma autónoma y libre.
Como parte de la formación del estado constitucional y soberano se encuentra
el constitucionalismo de la realidad que está orientado a concretar
prácticamente las declaraciones, derechos y garantías constitucionales, con lo
cual el estado poder se transforma en el estado de derecho.
En el constitucionalismo organizacional el Estado tenía como principal objetivo
afianzar las instituciones democráticas y reorganizar sus bases jurídicas para
consolidar un régimen legal.
El constitucionalismo social inició derivado de la presión popular de participar
en decisiones políticas y estatales.
Para el caso del constitucionalismo liberal se identifica por la actitud ausente
del Estado frente a las necesidades de la sociedad en su conjunto y a favor de
ciertos grupos nacionales.
Desde que se consagró la separación de poderes como la forma adecuada
para organizar al Gobierno del Estado moderno, se tenía la intención de que
estos poderes, se ejercieran exclusivamente en el desarrollo de las actividades
relativas a la función que les correspondía, más la practica demostró que ello
era imposible; se hizo patente que para el sano desarrollo y funcionamiento de
la estructura del Gobierno y del Estado en general, era menester que cada
órgano realizara otras funciones, que según su naturaleza, y la propia teoría de
la División de Poderes, les eran ajenas.
El Órgano Administrativo es aquella unidad funcional abstracta perteneciente a
una Administración Pública que está capacitada para llevar a cabo funciones
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con efectos jurídicos frente a terceros, y cuya actuación tiene carácter

preceptivo.
La administración pública federal del Poder Ejecutivo se haya distribuida la
administración pública federal en diversas áreas, la principal se inserta en el
ámbito del Ejecutivo Federal, y las otras áreas se ubican en los poderes
Legislativo y Judicial, en los organismos a los que la Constitución confiere
autonomía, y en las universidades públicas autónomas.
De acuerdo con lo que establece el artículo 80 de la Constitución, el Poder
Ejecutivo de la Unión se deposita en un solo individuo, que se denomina
“Presidente de los Estados Unidos Mexicanos”, consagrado así el carácter
unipersonal de dicho poder.
El Presidente de la República se auxilia en la función administrativa de las
Secretarias de Estado, las cuales tienen su fundamento Constitucional en los
artículos 90 a 93, así como en el 89 fracción II, todos de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos.
A través de diversos artículos establecidos en la Constitución Política Mexicana
se tratará de dar explicación a los temas de soberanía, división de poderes,
sistema representativo y régimen federal.
Para el caso de la soberanía, por medio del artículo 39 se aborda el tema en el
que se establece que la soberanía nacional reside esencial y originariamente
en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para
beneficio de éste.
La división de poderes es establecida en el artículo 49, con el Supremo Poder
de la Federación, mismo que se divide, para su ejercicio, en Legislativo,
Ejecutivo y Judicial.
En el artículo 29 y 131 se establecen algunas limitantes que una vez leída dará
un panorama más completo.
El sistema representativo es tocado en los artículos 51, 52, 53, 54 y 55, los
cuales se reformaron en 1977 para modificar la integración de la Cámara
federal de Diputados ya que se consideró que el sistema de diputados de
partido, que indudablemente había constituido un avance, había ya agotado
todas sus posibilidades para impulsar democráticamente a México, y por tanto
se buscaba una nueva forma de sistema representativo.
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Como último tema, en el artículo 40 expresa que México es un Estado

federal y que dicho Estado está constituido por estados libres y soberanos;
pero unidos en una federación, lo que lo hace un régimen federal.
De conformidad con el artículo 80 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, el Poder Ejecutivo reside en un solo individuo, al que se
denomina “Presidente de los Estados Unidos Mexicanos”.
La administración pública federal, que se encuentra prevista en el artículo 90
constitucional, debe apoyar al representante del Ejecutivo en las tareas que
este deba llevar a cabo, aunque jerárquicamente se encuentra por debajo del
presidente.
El presidente de la República, como ya se mencionó, es el depositario del
Poder Ejecutivo, y debe ser electo por los gobernados en los términos que
dispone la ley electoral.
El cargo de presidente durará seis años, y no podrá bajo ningún motivo
reelegirse, como lo dispone el artículo 83 de nuestra carta magna.
El poder judicial está establecido en el artículo 94 constitucional, mismo que
establece que los titulares del poder judicial de la federación son la Suprema
Corte de Justicia; los tribunales de circuito, que funcionan en forma unitaria en
materia de apelación y en forma colegiada en materia de amparo, y los
juzgados de distrito. De todos estos órganos, la Constitución sólo se ocupa, por
lo que se refiere a su organización, de la Suprema Corte de Justicia, razón por
la cual, nos referiremos casi con exclusividad a ella.
Los órganos del poder judicial federal llevan a cabo formal y materialmente dos
tipos distintos de funciones: la judicial propiamente dicha, que se concreta en la
tramitación de los juicios federales, y la función de control de la
constitucionalidad.
El segundo párrafo del artículo 94 constitucional expresa que: La Suprema
Corte de Justicia de la Nación se compondrá de veintiún ministros numerarios y
hasta cinco supernumerarios, y funcionará en Pleno o en Salas. Los ministros
supernumerarios formarán parte del Pleno cuando suplan a los numerarios.

CONCLUSIÓN
Podemos deducir primeramente que nuestra máxima autoridad es la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, bajo ella se rigen todos
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los poderes, desde el ejecutivo, el legislativo y el judicial, por o que en

ningún momento se debe incurrir en violentar lo establecido en ella ya que de
ser así se aplican sanciones severas.
Partiendo de ello, se entiende que en la soberanía, el hombre tiene derechos
que estipulan a través del poder judicial, siendo las constituciones de los
Estados y desde luego la carta magna.
El Órgano Administrativo es aquella unidad funcional abstracta perteneciente a
una Administración Pública que está capacitada para llevar a cabo funciones
con efectos jurídicos frente a terceros, y cuya actuación tiene carácter
preceptivo.
La división de poderes que se establece en el artículo 49, con el Supremo
Poder de la Federación, señala que para su ejercicio se habrá de dividir en
Legislativo, Ejecutivo y Judicial.
El Poder Ejecutivo se deposita en un solo individuo, que se denomina
“Presidente de los Estados Unidos Mexicanos”, consagrado así el carácter
unipersonal de dicho poder, mismo que durará en su cargo 6 años y por ningún
motivo puede reelegirse.
El Presidente de la República se auxilia en la función administrativa de las
Secretarias de Estado nombrando titulares para cada una de ellas.
Por su parte, el poder judicial establecido en el artículo 94 constitucional,
señala que los titulares del poder judicial de la federación son la Suprema Corte
de Justicia; los tribunales de circuito, que funcionan en forma unitaria en
materia de apelación y en forma colegiada en materia de amparo, y los
juzgados de distrito.
Los órganos del poder judicial federal llevan a cabo formal y materialmente dos
tipos distintos de funciones: la judicial propiamente dicha, que se concreta en la
tramitación de los juicios federales, y la función de control de la
constitucionalidad.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación se compondrá de veintiún ministros
numerarios y hasta cinco supernumerarios, y funcionará en Pleno o en Salas.