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Poemas de amor

Antologia

Escuela secundaria técnica No.73


Compiladora: María José Barrón Ramírez
Diciembre 2020
Índice

Prologo…………………………………………………………….2

Mariposas nocturnas ( rosa Chasel)………………….3

Amo amor ( Gbriela mistral )…………………………….4

Ave del paraiso(salvador rueda)………………………5

Un sol (alfonsina storni )…………………………………….6

Soy el fuego obscuro que penetra( ricardo peña)…...7

Fragmentos de cartas (frida khalo)………………..8

Fragmentos de cartas (frida khalo)………………..9

Amor eterno( gustabo adolfo bècquer)………..……….10

Si me quieres quieres entera( dulce maria loynaz)...11


Soledades ( mario benedetti )………………………………….12

Amor de tarde ( mario benedetti )..………………..……13


Por siempre ( mario benedetti )..………….………………..14
Te quiero a las 10 de la mañana ( jaime sabines )………...15
Puedo escribir textos mas tristes esta noche ( pablo neruda )……16
Tu nunca seras ( alfonsina storni )………………………………………….17
prologo
En esta antologia se han de encontrar 15 poemas, de poetas principalmente de
latinoamerica reconocidos hablando sobre el amor, sus luchas o desepciones, sus
alegrias o tristeas.
Podremos encontrar poemas con todo tipo de sentimiento y emocion hacia el amor,
ademas de criticas hacia este. Por ello todo aquel que se interes por este temas
puede que le paresca de su agrado por ello se centro en un tema sin importar la
epoca, procedencia, etc. Esto para centrarnos en el contenido de las obras y no tanto
en como, donde o cuando fueron escritos , si no como o que nos hace sentir la obra.
Este contenido se recomienda leer ya que podemos adentrarnos en el sentir de los
autores,ademas de que es una lectura ligera que nos ayudaria saber un poco mas
sobre el autor o incluso cuestionarnos a nosotros mismos pensamientos sobre este
tema e incluso empoderar
Mariposa nocturna
¿Quién podría abrazarte, diosa oscura,
quién osaría acariciar tu cuerpo
o respirar el aire de la noche
por entre el pelo pardo de tu cara?…

¡Ah!, ¿quién te enlazaría cuando pasas


sobre la frente como un soplo y zumba
la estancia sacudida por tu vuelo
y quién podría ¡sin morir! sentirte
temblar sobre los labios detenida
o reír en la sombra, descubierto,
cuando tu manto azota las paredes?…

¿Por qué venir a la mansión del hombre


si no se es de su carne ni se tiene
voz ni se puede comprender los muros?

¿Por qué traer la ciega noche extensa


que no cabe en el cáliz de los límites…

Desde el tácito aliento de la sombra


que la floresta tiende en las vertientes
-quebrada roca, imprevisible musgo-,

desde troncos o lazos de lianas,


desde la voz lasciva del silencio
vienen los ojos de tus alas lentas.

Da la datura su canción nocturna


que trasciende al compás que va la hiedra
ascendiendo hacia el talle de los árboles
cuando el crótalo arrastra sus anillos
y leves voces laten en gargantas
entre el cieno que nutre al lirio blanco
mirado por la noche intensamente…

Sobre montes velludos, sobre playas


donde las olas blancas se deshojan
la soledad tendida está a tu vuelo…

¿Por qué traes a la alcoba,


a la ventana abierta, confiada, el terror?
Amo Amor

Anda libre en el surco, bate el ala en el viento,


late vivo en el sol y se prende al pinar.
No te vale olvidarlo como al mal pensamiento:
¡le tendrás que escuchar!

Habla lengua de bronce y habla lengua de ave,


ruegos tímidos, imperativos de mar.
No te vale ponerle gesto audaz, ceño grave:
¡lo tendrás que hospedar!

Gasta trazas de dueño; no le ablandan excusas.


Rasga vasos de flor, hiende el hondo glaciar.
No te vale decirle que albergarlo rehúsas:
¡lo tendrás que hospedar!

Tiene argucias sutiles en la réplica fina,


argumentos de sabio, pero en voz de mujer.
Ciencia humana te salva, menos ciencia divina:
¡le tendrás que creer!

Te echa venda de lino; tú la venda toleras.


Te ofrece el brazo cálido, no le sabes huir.
Echa a andar, tú le sigues hechizada aunque vieras
¡que eso para en morir!
El Ave Del Paraíso

Ved el ave inmortal, es su figura;


la antigüedad un silfo la creía,
y la vio su extasiada fantasía
cual hada, genio, flor o llama pura.

Su plumaje es la luz hecha locura,


un brillante hervidero de alegría
donde tiembla 1a ardiente sinfonía
de cuantos tonos casa la hermosura.

Su cola real, colgando en catarata;


y dirigida al sol, haz que desata
vivo penacho de arcos cimbradores.

Curvas suelta la cola sorprende,


y al aire lanza cual tazón de fuente
un surtidor de palmas de colores.
Un sol
Mi corazón es como un dios sin lengua,
mudo se está a la espera del milagro,
he amado mucho, todo amor fue magro,
que todo amor lo conocí con mengua.

He amado hasta llorar, hasta morirme.


Amé hasta odiar, amé hasta la locura,
pero yo espero algún amor—natura
capaz de renovarme y redimirme.

Amor que fructifique mi desierto


y me haga brotar ramas sensitivas,
soy una selva de raíces vivas,
sólo el follaje suele estarse muerto.

¿En dónde está quien mi deseo alienta?


¿Me empobreció a sus ojos el ramaje?
Vulgar estorbo, pálido follaje
distinto al tronco fiel que lo alimenta.

¿En dónde está el espíritu sombrío


de cuya opacidad brote la llama?
Ah, si mis mundos con su amor inflama
yo seré incontenible como un río.

¿En dónde está el que con su amor me envuelva?


Ha de traer su gran verdad sabida...
Hielo y más hielo recogí en la vida:
Yo necesito un sol que me disuelva
Yo Soy El Fuego Oscuro Que Penetra...
Yo soy el fuego oscuro que penetra
tu bosque de alas y esmaltados peces.
Yo soy la clara sombra proyectada
sobre tu sombra de silencio y muerte.

Soy la tierra que abraza tus rodillas,


la exaltación de tu garganta en llamas.

Oigo cantar, por dentro, el agua de oro


que corre entre los árboles; los pétalos
del aire en la espesura; el murmullo
de hogueras en un mar, raudo de miedos.
Oigo cantar las flores, y mis labios
respiran el perfume de sus alas,
enlazadas al silbo de tu muerte.
Recuerda que siempre te amaré
aunque no estés a mi lado.
Yo en mi soledad te digo,
amar no es pecado a Dios.
Amor aún te digo si quieres regresa,
que siempre te estaré esperando.
Tu ausencia me mata,
haces de tu recuerdo una virtud.
Tu eres el Dios inexistente
cada que tu imagen se me revela.
Le pregunto a mi corazón porque tú y no
algún otro.
Suyo del alma mía.
Nada comparable a tus manos,
ni nada igual al oro-verde de tus ojos.
Mi cuerpo se llena de ti por días y días.
Eres el espejo de la noche.
La luz violeta del relámpago.
La humedad de la Tierra.
El hueco de tus axilas es mi refugio.
Toda mi alegría es sentir
brotar la vida de tu fuente-flor
que la mía guarda para llenar
todos los caminos de mis nervios que son los tuyos,
tus ojos, espadas verdes dentro de mi carne,
ondas entre nuestras manos.
Solo tú en el espacio lleno de sonidos.
En la sombra y en la luz;
tú te llamarás auxocromo, el que capta el color.
Yo cromóforo, la que da el color.
Tú eres todas las combinaciones de números. La vida.
Mi deseo es entender la línea, la forma, el movimiento.
Tú llenas y yo recibo.
Tu palabra recorre todo el espacio y llega
a mis células que son mis astros y va
a las tuyas que son mi luz.
Amor eterno
Podrá nublarse el sol
eternamente;
Podrá secarse en un instante el
mar;
Podrá romperse el eje de la tierra
Como un débil cristal.
¡todo sucederá! Podrá la muerte
Cubrirme con su fúnebre
crespón;
Pero jamás en mí podrá apagarse
La llama de tu amor.
Si me quieres, quiéreme entera
Si me quieres, quiéreme entera,
no por zonas de luz o sombra…
Si me quieres, quiéreme negra
y blanca, Y gris, verde, y rubia,
y morena…
Quiéreme día,
quiéreme noche…
¡Y madrugada en la ventana abierta!…
Si me quieres, no me recortes:
¡Quiéreme toda!… O no me quieras
Soledades
Ellos tienen razón
esa felicidad
al menos con mayúscula
no existe
ah pero si existiera con minúscula
seria semejante a nuestra breve
presoledad
después de la alegría viene la soledad
después de la plenitud viene la soledad
después del amor viene la soledad
ya se que es una pobre deformación
pero lo cierto es que en ese durable minuto
uno se siente
solo en el mundo
sin asideros
sin pretextos
sin abrazos
sin rencores
sin las cosas que unen o separan
y en es sola manera de estar solo
ni siquiera uno se apiada de uno mismo
los datos objetivos son como sigue
hay diez centímetros de silencio
entre tus manos y mis manos
una frontera de palabras no dichas
entre tus labios y mis labios
y algo que brilla así de triste
entre tus ojos y mis ojos
claro que la soledad no viene sola
si se mira por sobre el hombro mustio
de nuestras soledades
se vera un largo y compacto imposible
un sencillo respeto por terceros o cuartos
ese percance de ser buenagente
después de la alegría
después de la plenitud
después del amor
viene la soledad
conforme
pero
que vendrá después
de la soledad
a veces no me siento
tan solo
si imagino
mejor dicho si se
que mas allá de mi soledad
y de la tuya
otra vez estas vos
aunque sea preguntándote a solas
que vendrá después
de la soledad.
AMOR DE TARDE
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cuatro
y acabo la planilla y pienso diez minutos
y estiro las piernas como todas las tardes
y hago así con los hombros para aflojar la espalda
y me doblo los dedos y les saco mentiras.
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cinco
y soy una manija que calcula intereses
o dos manos que saltan sobre cuarenta teclas
o un oído que escucha como ladra el teléfono
o un tipo que hace números y les saca verdades.
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las seis.
Podrías acercarte de sorpresa
y decirme «¿Qué tal?» y quedaríamos
yo con la mancha roja de tus labios
tú con el tizne azul de mi carbónico.
Por siempre
Si la esmeralda se opacara,
si el oro perdiera su color,
entonces, se acabaría
nuestro amor.

Si el sol no calentara,
si la luna no existiera,
entonces, no tendría
sentido vivir en esta tierra
como tampoco tendría sentido
vivir sin mi vida,
la mujer de mis sueños,
la que me da la alegría...

Si el mundo no girara
o el tiempo no existiese,
entonces, jamás moriría
Jamás morirías
tampoco nuestro amor...
pero el tiempo no es necesario
nuestro amor es eterno
no necesitamos del sol
de la luna o los astros
para seguir amándonos...

Si la vida fuera otra


y la muerte llegase
entonces, te amaría
hoy, mañana...
por siempre...
todavía.
Te quiero a las diez de la mañana
Te quiero a las diez de la mañana, y a las once,
y a las doce del día. Te quiero con toda mi alma y
con todo mi cuerpo, a veces, en las tardes de lluvia.
Pero a las dos de la tarde, o a las tres, cuando me
pongo a pensar en nosotros dos, y tú piensas en la
comida o en el trabajo diario, o en las diversiones
que no tienes, me pongo a odiarte sordamente, con
la mitad del odio que guardo para mí.
Luego vuelvo a quererte, cuando nos acostamos y
siento que estás hecha para mí, que de algún modo
me lo dicen tu rodilla y tu vientre, que mis manos
me convencen de ello, y que no hay otro lugar en
donde yo me venga, a donde yo vaya, mejor que tu
cuerpo. Tu vienes toda entera a mi encuentro, y
los dos desaparecemos un instante, nos metemos
en la boca de Dios, hasta que yo te digo que tengo
hambre o sueño.
Puedo escribir los versos más tristes está noche…
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.»
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como esta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oir la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche esta estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como esta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque este sea el ultimo dolor que ella me causa,
y estos sean los últimos versos que yo l
Tú que nunca serás...
Sábado fue y capricho el beso dado,
capricho de varón, audaz y fino,
mas fue dulce el capricho masculino
a este mi corazón, lobezno alado.

No es que crea, no creo; si inclinado


sobre mis manos te sentí divino
y me embriagué, comprendo que este vino
no es para mí, mas juego y rueda el dado...

Yo soy esa mujer que vive alerta;


tú, el tremendo varón que se despierta
y es un torrente que se ensancha en río

y más se encrespa mientras corre y poda.


¡Ah, me resisto, mas me tienes toda,
tú, que nunca serás del todo mío!
Alfonsina stormi
https://www.actualidadliteratura.com/los-5-mejores-poemas-
amor/

http://eltoper.com/arte-y-cultura/literatura/8-poemas-benedetti-
decirle-adios-amor/

https://poema-de-amor.com/poemasdeamor/el-ave-del-paraiso

https://www.poeticous.com/alfonsina-storni/poemas-de-amor-
vi?locale=es

https://psicologiaymente.com/cultura/poemas-de-amor

https://revista.poemame.com/2018/04/12/5-poemas-de-frida-
kahlo/

https://www.zendalibros.com/5-poemas-rosa-chacel/

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