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08/06/2022
Reparación Nervio Periférico
Reparación Nervio Periférico
INTRODUCCIÓN
Para hablar de la reparación del nervio periférico, considero pertinente partir de lo general a
lo particular. Por lo que vale la pena recalcar que el sistema nervioso se encarga de la
percepción del medio ambiente y de las respuestas del organismo a ellos; está compuesto
por todos los tejidos nerviosos del organismo y se divide en: Sistema nervioso central
(SNC) Que está formado por el encéfalo y la medula espinal, que se encuentran en la
cavidad craneana y el conducto raquídeo, respectivamente, sus células de sostén son las
neuroglias. Y en el Sistema nervioso periférico (SNP) Compuesto por nervios craneanos y
espinales (motores y sensitivos), ganglios (grupos de células nerviosas externas al SNC) y
terminaciones nerviosas motoras y sensitivas (Receptores).
Está formado por dos clases de células:
La Neurona (sensitivas, motoras e interneuronas, todas con un cuerpo celular y
prolongaciones, como son el axón y las dendritas) esta es la unidad funcional del
sistema nervioso: Parénquima.
La Glía cumple funciones de sostén y nutrición, asegura el mantenimiento del
equilibrio de las neuronas: Estroma.
La lesión de una fibra nerviosa puede afectar la capacidad del cerebro para comunicarse
con los músculos y órganos, además de la perdida de la sensibilidad, la incapacidad crónica
y la parálisis; internamente causa la pérdida de sustancia de Nissl del soma, un proceso
llamado cromatólisis que de ser muy grande puede ocasionar la muerte celular, lo que
llevara a que el musculo inervado por esta fibra se atrofie.1
Tras una lesión, la parte final de los nervios periféricos experimenta un proceso biológico
especializado con el objetivo de crear las condiciones adecuadas para su regeneración. La
reparación espontánea de los nervios periféricos es posible gracias a un tipo especial de
células, las células de Schwann, que envuelven las fibras nerviosas con una capa aislante, la
mielina. Esta capa grasa protege los nervios y aumenta considerablemente la velocidad de
transmisión de los impulsos nerviosos. Cuando se sufre una lesión en un nervio periférico,
estas células pierden temporalmente la capacidad de formar mielina y retroceden a un
estado anterior. Una vez reparado el nervio, la célula recupera su capacidad de producir
mielina para recubrir el nervio con la capa aislante y permitir la correcta transmisión de los
impulsos nerviosos.2
1
Ross, M., Romrell, L., & Kaye, G. (1995). Histología Texto y Atlas Color Tercera Edición. Editorial Médica
Panamericana.
2
Gomis, C., Velasco, S., Gómez J & Casillas, A. (29/05/2018). Descubierto un mecanismo fundamental para
reparar los nervios periféricos. Neurología.com. (1249-68). Recuperado de:
https://www.neurologia.com/noticia/6740/descubierto-un-mecanismo-fundamental-para-reparar-los-nervios-
perifericos-danados#:~:text=La%20reparaci%C3%B3n%20espont%C3%A1nea%20de%20los,transmisi
%C3%B3n%20de%20los%20impulsos%20nerviosos.
Reparación Nervio Periférico
OBJETIVOS
METODOLOGÍA
El sistema nervioso periférico está compuesto por neuronas y nervios periféricos. Los
nervios se clasifican de acuerdo con sus orígenes anatómicos (craneales y raquídeos).
Aunque algunos nervios tienen características particulares, se puede considerar que en
general los nervios tienen una estructura básica: una división en tres compartimentos (el
epineuro, el perineuro y el endoneuro), cada uno con estructuras y funciones específicas.
También, la zona que limita el sistema nervioso central del periférico posee características
peculiares. El riego vascular de los nervios se encuentra dispuesto de forma diferente en
cada uno de los compartimentos nerviosos, y en la interacción de estos se genera una
estructura funcional: la interface sangre-nervio. Cada uno de los compartimentos nerviosos
y las dinámicas que se generan entre ellos otorgan al nervio ciertas propiedades mecánicas.3
Los nervios periféricos son un conglomerado de fibras nerviosas (axones) que transmiten
mensajes hacia y desde la médula espinal mediante los impulsos nerviosos en las
neuronas.
Cada nervio se asemeja a un cordón grueso y está conformado por un haz que contiene
numerosas fibras nerviosas (axones) y sus envolturas de tejido conectivo. La estructura
comparable en el sistema nervioso central es un tracto. Por otro lado, cada fibra nerviosa es
una extensión de una neurona cuyo soma o cuerpo celular está ubicado dentro de la
sustancia gris del sistema nervioso central o dentro de los ganglios del sistema nervioso
periférico.
Figura 1: Corte transversal de los fascículos y fibras de un nervio periférico. Cada nervio
está compuesto por uno o más fascículos de axones mielínicos y amielínicos, o fibras
nerviosas. Cada fibra nerviosa dentro del fascículo está rodeada por tejido conjuntivo laxo
de soporte, el endoneuro (negro). A su vez cada fascículo está rodeado por colágeno denso
y una capa de epitelio simple plano, el perineuro (verde). Externamente, los grupos de
fascículos que componen el nervio están rodeados por tejido conjuntivo laxo, el epineuro. 4
3
Moreno Benavides, C., Velásquez-Torres, A., Amador-Muñoz, D. P., & López-Guzmán, S. (2017). El
nervio periférico. Editorial Universidad del Rosario.
4
, Lundborg G. en J Bone Joint Surg Am. (1975) Vol. Oct;57(7) , Structure and function of the intraneural
microvessels as related to trauma, edema formation, and nerve function. pág938-48.
Reparación Nervio Periférico
5
Wavreille, M. Baroncini, C. Fontaine. (2011). Anatomía, histología y fisiología del nervio
periférico. EMC - Aparato Locomotor, (Volume 44, Issue 1) Pages 1-9, ISSN 1286-935X.
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Figura 2: Características histológicas de los nervios. Los nervios están formados por los
axones, unidad nerviosa funcional. Éstos están inmersos en un tejido conectivo denominado
endoneuro. Todo este conjunto se engloba por el perineuro, que actúa como barrera
protectora. El perineuro, al envolver los axones y al endoneuro, forma estructuras
cilíndricas denominadas fascículos que se interconectan entre sí a lo largo de la estructura
nerviosa. Alrededor de los fascículos encontramos un tejido fibroadiposo protector
denominado epineuro, diferenciando entre el interfascicular y el epineuro externo.
Muchas veces se conectan entre sí varios nervios a través de centros de control. El caso más
sencillo de asociación de nervios que existe se da cuando sólo se conectan dos, uno
sensitivo que capta y transmite un estímulo, y otro motor, que elabora y produce una
respuesta. Esto es un ARCO REFLEJO, y constituye la base de los llamados ACTOS
REFLEJOS. Estos actos son involuntarios, puesto que la respuesta se elabora lejos de
nuestro encéfalo, por lo que no somos conscientes de ello y la respuesta es involuntaria.
Además de conducir los impulsos nerviosos, las fibras nerviosas también mantienen el
transporte axonal de varias sustancias funcionalmente importantes, como proteínas, y
precursores de receptores y transmisores. Este proceso depende en gran medida del
metabolismo oxidativo.
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Trastornos a considerar:
Existen más de 100 tipos de trastornos de los nervios periféricos. Estos pueden afectar a
uno o a muchos nervios. Algunos surgen como resultado de otras enfermedades, como los
problemas neurológicos de los diabéticos. Otros, como el Síndrome de Guillain-Barré,
ocurren después de una infección viral y otros más, a consecuencia de la compresión de un
nervio, como el Síndrome del túnel del carpo o el síndrome de la salida torácica. En
algunos casos, como el síndrome de dolor regional complejo y las lesiones del plexo
braquial, el problema se inicia a partir de una lesión. Algunas personas nacen con trastornos
en los nervios periféricos.
6
El estudio del desarrollo del sistema nervioso en general y, en particular, el del desarrollo
de los axones, ha cobrado gran importancia en la neurociencia durante las últimas décadas,
gracias a los avances de la biología molecular y de la genética. Deben destacarse, sin
embargo, los estudios pioneros de Santiago Ramón y Cajal y de Ross G. Harrison, sobre el
desarrollo del cono de crecimiento de los axones. El primero de ellos, Ramón y Cajal,
histólogo español, el más importante investigador del sistema nervioso y ganador del
Premio Nobel en 1906, hizo en 1890 la primera descripción de los conos de crecimiento,
les dio ese nombre y sugirió su función (1). Por su parte, Harrison, embriólogo
estadounidense, diseñó un método para observar al microscopio tejidos vivos en cultivo.
Gracias a ello, en 1910, al colocar porciones de tubo neural embrionario en cultivo, pudo
ver, a través del microscopio, el movimiento y los cambios de forma de los conos de
crecimiento (2). Los experimentos de Roger Sperry, iniciados a mediados del siglo XX y
realizados con axones de los nervios ópticos en anfibios, mostraron de manera evidente que
los movimientos del cono axónico son dirigidos por factores externos al axón. Sperry
propuso la existencia de un gradiente de concentración química que guiaba el cono desde
las células periféricas hasta su objetivo final (3). Actualmente, se han identificado diversas
señales químicas, y aun eléctricas, que se encargan de la señalización y orientación para
llevar a los axones de manera precisa hasta sus células blanco.
6
Lundborg G. en J Bone Joint Surg Am. (1975) Vol. Oct;57(7) , Structure and function of the intraneural
microvessels as related to trauma, edema formation, and nerve function. pág938-48.
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Figura 3:
El crecimiento del axón se lleva a cabo mediante tres procesos: protrusión, engrosamiento y
consolidación. La protrusión es el crecimiento de nueva membrana, en los bordes del cono
de crecimiento, debido a la polimerización de actina filamentosa (actina-F). El
engrosamiento es el resultado del transporte en los microtúbulos de organelas y vesículas
hacia las regiones periféricas, y la consolidación se debe a la contracción y estabilización
de la porción proximal del cono en un axón cilíndrico, junto con el movimiento
bidireccional de las vesículas y de las organelas.
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Las netrinas son una familia de proteínas extracelulares relacionadas con la laminina, tienen
alrededor de 600 aminoácidos y funcionan como guías químicas de los axones durante el
desarrollo del sistema nervioso. Inicialmente, fueron identificadas en embriones de pollo
como factores importantes para la guía de axones comisurales de la médula espinal, que se
proyectan desde la porción dorsal hasta las células de la lámina del piso en la porción
ventral. Aunque las netrinas fueron descritas inicialmente como moléculas con función de
atracción del cono de crecimiento, posteriormente se ha visto que, en algunos casos,
también tienen capacidades de repulsión de una o de diversas poblaciones celulares durante
el desarrollo, por lo que se les puede considerar como unas verdaderas moléculas
bifuncionales
El desarrollo de los nervios periféricos se logra gracias a una zona especializada que se
halla en el extremo del axón: el cono de crecimiento. Esta estructura explora el ambiente
extracelular y dirige el crecimiento del axón en una dirección determinada, para establecer
conexiones con sus estructuras blanco. Las investigaciones recientes han permitido
descubrir que los axones en desarrollo requieren un soporte mecánico, pero su crecimiento
y guía dependen principalmente de factores moleculares. Hay varias proteínas en la matriz
extracelular que son fundamentales para estos procesos, unas son secretadas y pueden
difundir para actuar a corta o larga distancia, y otras son transmembranales y no difusibles.
Están bien definidas cuatro importantes familias de proteínas que funcionan como señales
de orientación y son conocidas como “señales canónicas”: netrinas, semaforinas, slits y
efrinas. Otras moléculas, conocidas en otros contextos, que también funcionan como guías
neuronales, incluyen factores neurotróficos y moléculas de adhesión celular (CAM). Estas
proteínas pueden actuar como atrayentes o como repelentes; es decir, dirigen los axones
hacia estructuras definidas o les impiden llegar a regiones inadecuadas.
Lesiones relacionadas con estiramientos son los tipos más comunes. Los nervios periféricos
son inherentemente elásticos debido a su endoneuro colagenoso, pero cuando las fuerzas de
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Moreno Benavides, C., Velásquez-Torres, A., Amador-Muñoz, D. P., & López-Guzmán, S. (2017). El
nervio periférico. Editorial Universidad del Rosario.
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tracción superaban la capacidad del nervio a estirar, ocurría la lesión. Si la fuerza aplicada
es lo suficientemente grande, una pérdida completa de la continuidad puede ocurrir como
en una avulsión del plexo braquial. Las lesiones de este tipo pueden ser visto en forma
aislada (por ejemplo, en la parálisis de Erb-Duchenne y lesiones similares en el plexo
braquial relacionadas con el nacimiento) o en asociación con fracturas de las extremidades
en los puntos donde los nervios y los huesos están en estrecha aproximación (por ejemplo,
lesiones en nervio radial después de una fractura del húmero).
Las laceraciones, como las provocadas por objetos cortantes, son otro tipo de lesión del
nervio periférico. Comprenden el 30% de lesiones graves en algunas series. Considerando
que estas transecciones pueden ser completas, más a menudo un elemento del nervio
permanece continuado. La mayoría de los modelos de investigación de lesiones para
nervios periféricos implican un mecanismo de laceración, debido a que son fáciles de
reproducir y porque son un tipo de lesión más representativa.
La compresión es un tercer tipo común de lesión en el nervio periférico. Estas lesiones
incluyen la “parálisis del sábado noche” debido a la compresión del nervio radial, así como
neuropatías por atrapamiento y no implican una ruptura o desgarro de los elementos
neuronales. La “parálisis del sábado noche” es un término coloquial que describe las
lesiones del nervio radial de quedarse dormido con el brazo bajo el cuerpo.
La aplicación de inyecciones dentro de un nervio es un tipo de lesión iatrogénica. El grado
de afectación nerviosa dependerá mayormente de la cantidad de líquido inyectada y del
vehículo en el que está diluido el principio activo. Son especialmente graves las
inyecciones de sustancias oleosas dentro del nervio ciático a nivel de la región glútea.
Tal como hemos indicado anteriormente, las lesiones de nervios periféricos provocados por
traumas mecánicos, como son las laceraciones, son las formas más comunes de lesión, pero
existen otras menos comunes e igual de importantes provocadas por toxinas exógenas,
irradiaciones, y lesiones térmicas o químicas.
Degeneración Axónica
La degeneración de los nervios es un evento que se presenta tanto durante el proceso de
desarrollo normal, como en situaciones patológicas del sistema nervioso central o del
periférico. Consiste en la pérdida de la actividad funcional y la degeneración trófica de los
axones, seguida por la destrucción de sus somas neuronales de origen o por la interrupción
de la comunicación entre ellos. En las fibras del nervio periférico pueden presentarse dos
tipos de degeneración, que se diferencian por la secuencia de acontecimientos que tienen
lugar y la dirección en la que se producen: la desmielinización segmentaria y la
degeneración axónica. La desmielinización segmentaria implica un daño a la membrana
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mielínica o a la célula de Schwann con relativo respeto del axón. Esto ocurre en
desmielinización mediada inmunológicamente y en desórdenes hereditarios del
metabolismo de la mielina o la célula de Schwann. El daño primario de la mielina puede
producirse también con agentes mielinotóxicos, como la toxina diftérica, o en forma
mecánica, a través de la compresión nerviosa. La desmielinización incluso puede ocurrir
secundariamente a un daño axonal grave que causa una remodelación de la mielina
Recuento Histórico
En 1850, el médico inglés Augustus Waller publicó los resultados de sus observaciones
sobre las alteraciones en la estructura de las fibras nerviosas, luego de seccionar los nervios
glosofaríngeo e hipogloso de sapos. Aunque el profesor alemán Christian Friedrich Nasse
(1778-1851) previamente había observado con microscopio los cambios en las fibras
nerviosas distales a una sección, en la actualidad se conocen —con el nombre de
degeneración walleriana (DW)— las alteraciones que sufren las fibras nerviosas distales a
una sección completa del nervio. Sus hallazgos dieron lugar a dos aspectos denominados
las leyes de Waller. La primera ley de Waller se refiere a la alteración de la mielina, que,
luego de unos pocos días después de la sección del nervio, pierde su forma tubular y se
parte en ovoides, y luego en esferas que, posteriormente, adquieren forma de gránulos
simultáneamente a lo largo de toda la fibra. La segunda ley de Waller se refiere a que el
soma neuronal funciona como un verdadero “centro trófico”, y por ello la pérdida de su
conexión con las fibras da lugar a la degeneración de estas . Durante más de cien años se
consideró que la DW era la única forma de degeneración axónica secundaria a las
alteraciones neuronales; sin embargo, a partir de 1960 se describieron casos de neuropatías,
especialmente secundarias a sustancias tóxicas, que se caracterizaban por degeneración
axónica que aparecía inicialmente en las porciones distales de las fibras nerviosas y
posteriormente se observaba en regiones cada vez más proximales . Este tipo de
degeneración retrógrada recibió el nombre de dying-back, por analogía con algunas
enfermedades de las plantas que se caracterizan por la muerte gradual de las yemas o brotes
jóvenes, y va progresando hasta la muerte de las ramas más grandes y antiguas . En 1989 se
descubrió de manera fortuita una cepa de ratones mutantes (Wlds) que tienen una DW
lenta, pues los muñones distales de los axones seccionados pueden sobrevivir un tiempo
diez veces mayor que los de los ratones normales.
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Degeneracion Walleriana
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Moreno Benavides, C., Velásquez-Torres, A., Amador-Muñoz, D. P., & López-Guzmán, S. (2017). El
nervio periférico. Editorial Universidad del Rosario.
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Neuroinflamación
El término neuroinflamación se utiliza para denominar el cuadro histológico que los
patólogos conocen como gliosis reactiva. Inicialmente, se aplicó en enfermedades
degenerativas del sistema nervioso central (SNC), como la enfermedad de Alzheimer , pero
más recientemente se ha utilizado también para las reacciones inflamatorias del sistema
nervioso periférico (SNP). Se trata de un proceso de interacción neuroinmune, mediado por
citocinas proinflamatorias, que activa células inmunes, glía y neuronas. En el caso de
lesiones de los nervios periféricos, puede llevar a DW mediada por macrófagos
hematógenos . Se ha podido observar que luego del aplastamiento del nervio ciático, los
macrófagos llegan al sitio de la lesión 60 a 120 minutos antes del comienzo de la
fragmentación del axón y, luego de ella, infiltran la porción distal del nervio alterado y
fagocitan los residuos del proceso degenerativo9
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nervio periférico. Editorial Universidad del Rosario.
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Regeneración
El primer paso en la regeneración de una fibra nerviosa seccionada o aplastada es la
división de las células de Schwann, que forman puentes sobre la cicatriz. En el segundo
paso brotan numerosas prolongaciones nerviosas nuevas (neuritas) del muñón proximal.
Los puentes de células Schwann sirven entonces como guías para que los axones en
regeneración crezcan a través de la cicatriz y mantienen las vías normales para los axones
en crecimiento.
Los brotes fructíferos crecen unos 3mm por día. Después de atravesar la cicatriz, las
neuritas penetran en los tubos de Schwann sobrevivientes en el muñón distal, estos guían
las neuritas hacia su destino y les proporcionan el microambiente necesario para el
crecimiento continuo.
Cabe resaltar que, si se restablece el contacto funcional entre una neurona motora y su
músculo, también se restablece la función. Y por otro lado, si los brotes axónicos no
recomponen el contacto con los puentes de las células de Schwann, crecen de manera
desorganizada y el músculo sigue atrófico.
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Ross, M., Romrell, L., & Kaye, G. (1995). Histología Texto y Atlas Color Tercera Edición. Editorial
Médica Panamericana.
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Moreno Benavides, C., Velásquez-Torres, A., Amador-Muñoz, D. P., & López-Guzmán, S. (2017). El
nervio periférico. Editorial Universidad del Rosario.
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resultado de combinar estas señales químicas y físicas, con el fin de evidenciar efectos
aditivos o sinérgicos para la neuritogénesis óptima y la regeneración axonal.
Transferencia quirúrgica
Es la adaptación quirúrgica de un nervio sano donado a un nervio denervado.
Generalmente se hace para reconstruir nervios motores, pero puede aplicarse también a
nervios sensoriales; es el tratamiento de referencia, o gold standard, en la actualidad. Sus
beneficios, determinados por la recuperación de la función muscular original, están bien
descritos en la literatura, y se consideran secundarios al efecto de minimizar la distancia
que un nervio tiene que regenerar, además de proveer una guía específica hacia el órgano
diana. Las aplicaciones más comunes de esta técnica son la restauración de la flexión del
codo, la abducción del hombro, la función de la mano asociada con la inervación cubital, la
función del nervio radial y la reconstrucción del nervio facial.
Tratamiento farmacológico
Las posibilidades farmacológicas se dividen en las que afectan las neuronas y las que
promueven su regeneración, mediante efectos indirectos por modulación de las CS. A la
fecha, los estudios se han centrado particularmente en el segundo mecanismo, al intervenir
la óxido-reducción o la autofagia. El alto contenido de fosfolípidos hace al sistema nervioso
especialmente vulnerable al ataque por especies reactivas del oxígeno, lo que causa daño
celular y deterioro neurológico. Esto hace de la terapia antioxidante una opción terapéutica
atractiva. Por otro lado, la autofagia es un proceso que se ha asociado con la mielinización
de células de Schwann, pero también con la fisiopatología del dolor neuropático. Por lo
tanto, los mecanismos de regulación relacionados con la autofagia en las CS se consideran
un punto de intervención importante en la protección y regeneración neuronal después de la
lesión del nervio periférico
Estimulación eléctrica
El uso de estímulos eléctricos ha mostrado resultados alentadores al inducir adhesión,
migración, proliferación y diferenciación de fibroblastos, osteoblastos y células nerviosas.
Estudios clínicos en humanos evidencian una regeneración y reinervación más rápidas,
evidenciadas por la cantidad de unidades motoras y estudios neuroconductivos sensoriales
y motrices (41,51,52). También, se ha intentado el uso de materiales electroactivos
mezclados con conductores eléctricos que permiten el intercambio de iones en estados de
óxido-reducción.
CONCLUSIONES:
Una regeneración exitosa se fundamenta en el trabajo coordinado del axón lesionado, el
cuerpo celular y el microambiente. El axón lesionado necesita formar un cono de
crecimiento y ensamblar correctamente el citoesqueleto para que esa estructura pueda
Reparación Nervio Periférico
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
Ross, M., Romrell, L., & Kaye, G. (1995). Histología Texto y Atlas Color Tercera
Edición. Editorial Médica Panamericana.
Gomis, C., Velasco, S., Gómez J & Casillas, A. (29/05/2018). Descubierto un
mecanismo fundamental para reparar los nervios periféricos. Neurología.com.
(1249-68). Recuperado de: https://www.neurologia.com/noticia/6740/descubierto-
un-mecanismo-fundamental-para-reparar-los-nervios-perifericos-
Moreno Benavides, C., Velásquez-Torres, A., Amador-Muñoz, D. P., & López-
Guzmán, S. (2017). El nervio periférico. Editorial Universidad del Rosario.
Lundborg G. en J Bone Joint Surg Am. (1975) Vol. Oct;57(7) , Structure and
function of the intraneural microvessels as related to trauma, edema formation, and
nerve function. pág938-48.
Wavreille, M. Baroncini, C. Fontaine. (2011). Anatomía, histología y fisiología del
nervio periférico. EMC - Aparato Locomotor, (Volume 44,
Issue 1) Pages 1-9, ISSN 1286-935X.