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Según David Ausubel, “Una perspectiva cognitiva, presenta una teoría cognitiva
del aprendizaje verbal significativo en contraposición al aprendizaje verbal
memorista. Se basa en la proposición de que la adquisición y retención de
conocimientos -especialmente de conocimientos verbales, como por ejemplo en la
escuela o durante el aprendizaje de una materia- son el producto de un proceso
activo, integrador e interactivo entre la materia de instrucción y las ideas
pertinentes de la estructura cognitiva del estudiante con las que, a su vez, las
nuevas ideas pueden enlazar de diversas maneras. La noción central del libro es
que no hay que considerar que la adquisición y la retención de conocimientos
deban limitarse necesariamente a los contextos formales de instrucción, a las
escuelas y universidades, donde enseñantes y alumnos interaccionan de maneras
especialmente estereotipadas para este fin. En realidad, la adquisición y retención
de conocimientos es un proceso omnipresente durante toda nuestra vida, esencial
para la actuación competente, la gestión eficaz y la mejora del trabajo cotidiano.
(Aprendizaje. Teoría de la educación. Psicopedagogía. 2002. 325 p)”.
Todas las teorías que engloban el aprendizaje, brindan al diseño curricular las
estrategias y herramientas para facilitar y apoyar todas las técnicas válidas para
seleccionar las adecuadas al proceso enseñanza aprendizaje.
Lo que muchas veces ocurre es que no se encuentran ni el facilitador y menos el
participante familiarizados con estas teorías, en las cuales se basa la
estructuración de un buen diseño curricular. Lo cual conduce a desconocer las
limitaciones y fortalezas que ofrecen, lo que conduce en muchos casos a dejar
atrás las soluciones que podrán ser admitidas tanto por participantes como
facilitadores, por lo cual el facilitador debe tener las habilidades para el análisis de
los problemas que se presenten en el aprendizaje.
Es por ello que se presenta una experiencia interesante, dado que todos estos
principios deben ir de la mano con el uso de la tecnología, para que puedan
conjugarse a la par del crecimiento y necesidades que la sociedad exige a sus
modelos educativos.
En nuestro País, cada casa de estudios hace un gran esfuerzo para hacer un
cambio de estructura, donde los docentes aprendan a usar herramientas
tecnológicas, para enriquecer su conocimiento en cuanto al desarrollo del proceso
de enseñanza – aprendizaje, al ser conocedores de los contenidos solamente se
incorporaran nuevas herramientas que faciliten el trabajo en el desempeño
educativo, promoviendo el trabajo colaborativo aportando un valor agregado y
formativo a las actividades académicas.
Es importante resaltar que el uso de las tecnologías está enmarcado dentro del
ordenamiento jurídico establecido dentro de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela en el Capítulo VI de los Derechos Culturales y
Educativos, artículos 102, la educación como un derecho humano y un deber
social fundamental, democrático, gratuito y obligatorio. De igual forma, en el
artículo 103 se plantea el derecho a una educación integral, de calidad,
permanente, en igualdad de condiciones y oportunidades, sin más limitaciones
que las derivadas de sus aptitudes, vocación y aspiraciones, en el artículo 108° el
deber de los centros educativos a incorporar el conocimiento y aplicación de las
nuevas tecnologías, de sus innovaciones, de acuerdo con lo establecido por la
Ley” y en el artículo 110, donde el Estado reconoce el interés público de la ciencia,
la tecnología, el conocimiento, la innovación y sus aplicaciones y los servicios de
información necesarios por ser instrumentos fundamentales para el desarrollo
económico, social y político del país, así como para la seguridad y soberanía
nacional.