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El enfoque integrado de facilitació n

para el aprendizaje cognitivo,


social y asimilació n de las tecnologías.
Se inicia este tema de estudio recordando una frase de Paulo Freire “Estudiar no
es un acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas.”

Según David Ausubel, “Una perspectiva cognitiva, presenta una teoría cognitiva
del aprendizaje verbal significativo en contraposición al aprendizaje verbal
memorista. Se basa en la proposición de que la adquisición y retención de
conocimientos -especialmente de conocimientos verbales, como por ejemplo en la
escuela o durante el aprendizaje de una materia- son el producto de un proceso
activo, integrador e interactivo entre la materia de instrucción y las ideas
pertinentes de la estructura cognitiva del estudiante con las que, a su vez, las
nuevas ideas pueden enlazar de diversas maneras. La noción central del libro es
que no hay que considerar que la adquisición y la retención de conocimientos
deban limitarse necesariamente a los contextos formales de instrucción, a las
escuelas y universidades, donde enseñantes y alumnos interaccionan de maneras
especialmente estereotipadas para este fin. En realidad, la adquisición y retención
de conocimientos es un proceso omnipresente durante toda nuestra vida, esencial
para la actuación competente, la gestión eficaz y la mejora del trabajo cotidiano.
(Aprendizaje. Teoría de la educación. Psicopedagogía. 2002. 325 p)”.

De la manera en que enfocamos el aprendizaje y la forma en que este aprendizaje


se desarrolla, tiene una gran importancia debido a que las realidades en la que el
aprendizaje se genera no son iguales a lo que se conoce ni a lo que se hace.

Todas las teorías que engloban el aprendizaje, brindan al diseño curricular las
estrategias y herramientas para facilitar y apoyar todas las técnicas válidas para
seleccionar las adecuadas al proceso enseñanza aprendizaje.
Lo que muchas veces ocurre es que no se encuentran ni el facilitador y menos el
participante familiarizados con estas teorías, en las cuales se basa la
estructuración de un buen diseño curricular. Lo cual conduce a desconocer las
limitaciones y fortalezas que ofrecen, lo que conduce en muchos casos a dejar
atrás las soluciones que podrán ser admitidas tanto por participantes como
facilitadores, por lo cual el facilitador debe tener las habilidades para el análisis de
los problemas que se presenten en el aprendizaje.

Este conocimiento referente al manejo de teorías, diseño curricular e Instruccional


(constructivismo, conductismo, cognitivismo), manejo de tecnologías que permitan
el fluir de las interacciones entre facilitador, participante y grupos.

Es por ello que se presenta una experiencia interesante, dado que todos estos
principios deben ir de la mano con el uso de la tecnología, para que puedan
conjugarse a la par del crecimiento y necesidades que la sociedad exige a sus
modelos educativos.

El desarrollar criterios como el aprendizaje colaborativo basado en el concepto


constructivista permitirá el fluir de todos los actores (facilitador, participantes,
grupos), donde se cuente con todas las herramientas bien encausadas para el
intercambio de información entre todos los actores conduciendo a elevar el nivel
de investigación, conformar criterios y opiniones en aras de fortalecer las bases
que permiten los desarrollos e innovar y mejorar los aspectos establecidos.

En nuestro País, cada casa de estudios hace un gran esfuerzo para hacer un
cambio de estructura, donde los docentes aprendan a usar herramientas
tecnológicas, para enriquecer su conocimiento en cuanto al desarrollo del proceso
de enseñanza – aprendizaje, al ser conocedores de los contenidos solamente se
incorporaran nuevas herramientas que faciliten el trabajo en el desempeño
educativo, promoviendo el trabajo colaborativo aportando un valor agregado y
formativo a las actividades académicas.

Nuevamente refuerzo que estos modelos educativos estimula la interacción entre


facilitadores y participantes, desarrollando habilidades de comunicación síncronas
y asíncronas, la participación activa, satisfaciendo las necesidades de formación,
sin necesidad de que se pretenda la sustitución de un facilitador e incluso los
criterios presenciales

Es importante resaltar que el uso de las tecnologías está enmarcado dentro del
ordenamiento jurídico establecido dentro de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela en el Capítulo VI de los Derechos Culturales y
Educativos, artículos 102, la educación como un derecho humano y un deber
social fundamental, democrático, gratuito y obligatorio. De igual forma, en el
artículo 103 se plantea el derecho a una educación integral, de calidad,
permanente, en igualdad de condiciones y oportunidades, sin más limitaciones
que las derivadas de sus aptitudes, vocación y aspiraciones, en el artículo 108° el
deber de los centros educativos a incorporar el conocimiento y aplicación de las
nuevas tecnologías, de sus innovaciones, de acuerdo con lo establecido por la
Ley” y en el artículo 110, donde el Estado reconoce el interés público de la ciencia,
la tecnología, el conocimiento, la innovación y sus aplicaciones y los servicios de
información necesarios por ser instrumentos fundamentales para el desarrollo
económico, social y político del país, así como para la seguridad y soberanía
nacional.

En este sentido, el Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria


(MPPEU) como ente rector, de acuerdo con la potestad que le brinda la Ley
Orgánica de Educación en su artículo 15, está obligado a generar lineamientos
que permitan garantizar el sentido, el desarrollo y la calidad de la EUaD en
términos del estricto cumplimiento de los objetivos, preceptos, principios y valores
establecidos en CRBV.
Papel fundamental de los medios impresos y
audiovisuales en facilitació n de los
aprendizajes en la educació n a distancia.

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