Está en la página 1de 4

Investigación Lengua y Comunicación

Día de Muertos es una festividad de origen prehispánico, en la cual el pueblo celebra y honra a sus
familiares fallecidos mediante la colocación de altares u ofrendas sobre sus tumbas o en las casas,
según la región del país en la que se encuentren.

Las ofrendas se adornan con diversos elementos como imágenes de santos, veladoras, flor de
cempasúchil, incienso, copal y sobre todo fotografías y comida preferida de la persona a quien se
dedica el altar.

Actividades que se llevan a cabo en esta celebración, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de
la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
(UNESCO, por sus siglas en inglés), son danzas y cánticos en los que se representa el ciclo de la vida
y la muerte, visitas a los cementerios para arreglar los sepulcros, e incluso la redacción de
“calaveras literarias”, versos escritos de manera satírica en los que se hace referencia a una
cualidad o defecto de un personaje, o se reflejan acontecimientos de interés general.

El Día de Muertos es una tradición que refleja la idiosincrasia del mexicano, quien tiene espíritu
festivo por naturaleza, hecho que Octavio Paz refleja muy bien dentro de su ensayo “Todos Santos,
Día de Muertos”: “En pocos lugares del mundo se puede vivir un espectáculo parecido al de las
grandes fiestas religiosas de México, con sus colores violentos, agrios y puros y sus danzas,
ceremonias, fuegos de artificio, trajes insólitos y la inagotable cascada de sorpresas de los frutos,
dulces y objetos que se venden esos días en plazas y mercados”.

Tradiciones indígena y española

Lourdes Aquino Rodríguez, académica del Instituto de Antropología, explicó que el Día de Muertos
tiene sus orígenes muchos años antes de que los españoles llegaran al país, ya que de los 18 meses
del calendario mexica, al menos seis contenían festejos dedicados a rendir culto a los difuntos.

Por otra parte, los españoles ya conmemoraban en su país a los muertos. Los días 1 y 2 de
noviembre, en las regiones de Castilla la Vieja y Aragón, festejaban a los fieles difuntos, quienes
según la tradición llegaban esos días por lo cual les hacían fiesta, preparaban sus camas, les
horneaban pan, ofrendaban vino, arreglaban sus tumbas y hacían repicar las campanas de la
iglesia.

Día de Muertos tiene su origen en las raíces indígenas de las culturas autóctonas de Mesoamérica,
según los historiadores, para fusionarse con las creencias católicas y dar lugar a una festividad que
sigue evolucionando con el paso del tiempo. El culto a la muerte era común entre las culturas
prehispánicas . Cada año muchas familias colocan ofrendas y altares decorados con flores de
cempasúchil, papel picado, calaveritas de azúcar, pan de muerto, mole o algún platillo que le
gustaba a sus familiares a quien va dedicada la ofrenda, y al igual que en tiempos prehispánicos, se
coloca incienso para aromatizar el lugar.La tradición marca hacer senderos con las flores de
cempasúchil, desde el camino principal hasta el altar de la casa con la finalidad de guiar a las almas
hacia los altares. La flor era considerada por los mexicas como un símbolo de vida y muerte.

Después, lo más común es esparcir pétalos de flor de cempasúchil en distintos puntos del altar y
colocar algunas de estas flores de ornato, ya sea directamente sobre el altar o dentro de vasijas .

Así, la leyenda dice que mientras exista la flor de cempasúchil y haya colibríes en los campos, el
amor de Huitzilin y Xóchitl perdurará por siempre. En el día de muertos, se cree el aroma de la flor
de cempasúchil guía a las almas de los difuntos en el camino hacia la ofrenda que les espera en el
mundo de los vivos.

Es la flor más conocida en esta época, es originaria de México, su nombre proviene del náhuatl
Cempoalxochitl que significa las “veinte flores”. En los altares se utiliza principalmente para crear
senderos y guiar a nuestros seres queridos a los altares

Un dato interesante es que el estado de Puebla ocupa el primer lugar en su producción .

Nube

También conocida como velo de novia, dicha flor es de color blanco. En los altares simboliza pureza
y amor eterno. Se cultiva principalmente en los estados de Puebla y San Luis Potosí.

Terciopelo o mano de león

Otra flor representativa de esta fecha. Es colorida y se utiliza para decorar y honrar en la ofrenda
en el altar. Esta flor crece una vez al año y se puede encontrar en Puebla, Guerrero, Guanajuato,
Morelos y la Ciudad de México.

Un dato curioso es que es comestible y tiene propiedades depurativas, astringentes y


antibacterianas.

Clavel

En esta celebración, representa la resiliencia y durabilidad. Aunque proviene de la costa


mediterránea, es considerada para esta tradición mexicana.

Esta flor, por su durabilidad, simboliza la eternidad y el romanticismo. El uso que se le da es en


cementerios o lugares que resguardan a las y los difuntos. Su nombre significa “flor de oro” y su
origen es asiático.

La leyenda de la flor de cempasúchil es una de las más antiguas y hermosas de México. Es durante
la temporada Día de Muertos cuando este mito renace y nos recuerda cómo era la manera de
pensar de nuestras culturas raíces; así como la visión que tenían sobre la vida y la muerte.

La flor que representa la muerte es:

Crisantemo amarillo
¿Qué es la muerte?

Es el fin de la vida.

Tras la muerte, el cadáver puede tener diferentes destinos, pero en su estado natural pasa por
varios procesos conocidos en su conjunto como fenómenos cadavéricos tales como la
descomposición y la fosilización. Las personas además pueden llevar a cabo el entierro, la
momificación, la cremación o la criogenización del cuerpo sin vida.

El proceso de fallecimiento, si bien está totalmente definido en algunas de sus fases desde un
punto de vista fisiológico, bioquímico y médico, aún no es del todo comprendido en su conjunto
desde el punto de vista termodinámico y neurológico, por lo que existen discrepancias científicas al
respecto.

La muerte súbita o muerte instantánea sobreviene de manera abrupta con la invalidación


instantánea de uno o más órganos esenciales para el sustento de la vida,[3] un fulminante derrame
cerebral, un síncope cardíaco agudo o por medio de un suceso violento abrupto (onda expansiva
de una explosión) o un accidente con mucha energía desarrollada.

Velas y veladoras. Los antiguos mexicanos utilizaban rajas de ocote. En la actualidad se usa el cirio
en sus diferentes formas: velas, veladoras o ceras. La flama que producen significa “la luz”, la fe, la
esperanza. Es guía, con su flama titilante para que las ánimas puedan llegar a sus antiguos lugares y
alumbrar el regreso a su morada. En varias comunidades indígenas cada vela representa un
difunto, es decir, el número de veladoras que tendrá el altar dependerá de las almas que quiera
recibir la familia.

Copal e incienso. El copal era ofrecido por los indígenas a sus dioses ya que el incienso aún no se
conocía, este llegó con los españoles. Es el elemento que sublima la oración o alabanza. Fragancia
de reverencia. Se utiliza para limpiar al lugar de los malos espíritus y así el alma pueda entrar a su
casa sin ningún peligro.

Las flores. Son símbolo de la festividad por sus colores y estelas aromáticas. Adornan y aromatizan
el lugar durante la estancia del ánima, la cual al marcharse se irá contenta, el alhelí y la nube no
pueden faltar pues su color significa pureza y ternura, y acompañan a las ánimas de los niños.

El petate. Entre los múltiples usos del petate se encuentra el de cama, mesa o mortaja. En este
particular día funciona para que las ánimas descansen así como de mantel para colocar los
alimentos de la ofrenda.

El izcuintle. Lo que no debe faltar en los altares para niños es el perrito izcuintle en juguete, para
que las ánimas de los pequeños se sientan contentas al llegar al banquete. El perrito izcuintle, es el
que ayuda a las almas a cruzar el caudaloso río Chiconauhuapan, que es el último paso para llegar
al Mictlán.

LOS ELEMENTOS DEL DIA DE MUERTOS:


Sal y Mantel Blanco. El color representa la pureza, además la sal es el elemento principal de
purificación para que el cuerpo del difunto no se corrompa y pueda transitar entre este mundo y el
de los muertos.

Agua. Además de ser un elemento que simboliza pureza, mitiga la sed de las ánimas después de su
largo recorrido.

Altares de siete niveles: Representa la forma más tradicional. Según las civilizaciones antiguas, los
distintos escalones significaban las diferentes categorías o destinos de los 7 tipos de muerte.
Durante la intervención católica estos niveles se pudieron interpretar como los siete pecados
capitales.

De acuerdo con la costumbre, los días principales son el 1 y 2 de noviembre. En el primero se


recuerdan a los niños fallecidos y en el segundo a los adultos o el resto de las ánimas. Por esta
razón, tradicionalmente la ofrenda se ponía el 31 de octubre para que al marcar las 0:00 horas del
1 de noviembre, el altar de muertos estuviera listo para los difuntos que llegaban del más allá.

Se dice que las mascotas son las primeras en llegar porque abren el paso a los demás muertos, es
por eso que quienes tuvieron una, colocan su ofrenda desde el 26 de octubre, ya que aseguran, los
animales arribarán el 27 de octubre. Además, en algunas regiones de México el 28 de octubre
recuerdan a quienes murieron de manera trágica o en un accidente, el 29 de octubre a los
ahogados y el 30 de octubre a los que fallecieron sin ser bautizados.

De acuerdo a las tradiciones y la leyenda del Mcitlán, se dice que los familiares que fallecieron
después del mes de agosto del año en curso no deben ser contemplados para la ofrenda de Día de
Muertos. Su deceso es tan reciente que apenas están transitando al Mictlán o al mundo de los
muertos, así que al ver que su familia y amigos los traen de regreso, no pueden irse.

Lo cierto es que cada familia decide si los incluye o no en la ofrenda, pues para muchos, el no
ponerlos en el altar es señal de que los han olvidado o que no los quieren, aunque nos es así.

Platillos, fruta, dulces y en general todo alimento que era del gusto del difunto o difuntos. Nivel 6.
El retrato de los difuntos se coloca en el sexto escalón.

También podría gustarte