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III.

LA VIDA FAMILIAR DELMISNISTRO:

La Biblia es el libro de la familia. No nos presenta un código de


ética familiar por el cual nos debemos regir, pero si nos da
principios válidos para aplicar a las familias de todos los tiempos.
En una época que la familia se tambalea peligrosamente ante las
influencias de la presente sociedad secular y humanista, es
pertinente regresar al fundamento sólido de la palabra de Dios,
para redescubrir el plan de Dios para esta institución.

¿Que es la familia? La familia humana es algo especial, no


solo por los miembros que la integran, sino que es producto directo
de la mano de Dios, entonces la familia es una institución creada
por Dios, es un grupo de personas que viven en sociedad y tienen
en común todas las cosas. Es un grupo de personas guiadas por un
cabeza o jefe, un padre, tenga hijos o no tenga, son regidos por
reglas de conducta o leyes, nosotros les llamaremos códigos de
ética.

La familia es un ingrediente importante en la vida del Pastor,


pues cada ministro ha sido separado para ser un embajador,
servidor y representante de Cristo ante este mundo, y ante su vida
familia, además de sus funciones que son delicadas, puesto que ha
sido enviado por Dios, con el mensaje de la Reconciliación.
Debemos considerar que la tremenda responsabilidad que debe
tener con su familia implica desafíos visibles y reglas de conducta,
de su oficio y profesión de lo más elevado y debe reconocerse
como un ministerio familiar que debe tener importancia en el
mundo.

Debemos tomar con mucha atención estos detalles porque no


son comunes, son importantes y correctos, que debemos tomarlos
en cuenta a la luz de la palabra, cada día debemos recordarnos que
como ministros, somos llamados a fomentar un ambiente especial
dentro de nuestra familia, agradeciendo sobre todo la guianza del
Espíritu Santo, para poder conducirnos como es debido en la casa
de Dios. “Para que si tardo, sepas como conducirte en la casa de Dios,
que es la Iglesia del Dios viviente, columna y defensa de la verdad” 1ª.
Timoteo 3: 151

A. Nuestro Carácter familiar:


1
Santa Biblia Edición Conmemorativa.
Debemos reconocer que nuestro carácter, es importante en el
ministerio que ejercemos, pues el Ministerio de Cristo exige como
mínimo el don de ser gente;
“Carácter es la suma total de lo Biocosocial, es decir lo genético, el
medio ambiente, donde uno crece, el nivel de escolaridad y por supuesto
la familia y sus valores”2

De manera que el desarrollo de la vida familiar del ministro,


empieza con el desarrollo de su carácter, que es su responsabilidad
interior, lo que somos por dentro determina lo que somos por fuera,
nosotros no actuamos para venir a ser sino actuamos por lo que
somos.

Cada ministro es llamado a levantar en Alto la Institución


fundamental de la Nación, que es la familia; con un poderoso
mensaje que forme conciencia en cada ciudadano. Nos es urgente
reconocer que Dios, no nos creó para que cada uno viviera aparte
como le parezca, sino que estableció la familia como la base del
bienestar social y universal; éste mensaje es responsabilidad de
nosotros predicarlo no solamente desde él pulpito sino con un
testimonio poderoso y visible a través de nuestra familia y nuestra
clara relación con ella.

Nuestro hogar debe tener las cualidades de una verdadera


familia llena de Fe, Esperanza y Amor, o sea una atracción donde
reine un ambiente agradable donde se respire la paz, dando a
conocer que el hogar del ministro es un oasis que ofrece descanso
a quienes lo observan

B. ¿QUIEN ES EL PASTOR COMO ESPOSO?


Debe ser un hombre con la más alta moralidad en su comportamiento,
incluyendo una relación sana con su esposa; Debe ser alguien que ha
demostrado capacidades de liderazgo en su propia familia, debe tener
éxito ministrando a sus hijos espiritualmente y en otras áreas; Debe
mostrar nobleza en su actitud y conducta estando libre de soberbia, de
prontitud para airarse, de adicción al vino, dependencias, de codicia por
ganancias deshonestas.”3

El hombre se prepara para muchas cosas, menos para ser un buen


esposo y un buen Padre. Es difícil para él, conservar una capacidad de
administración, amor y aprecio hacia la esposa durante todos los años
que tengan de estar casados. Un buen esposo debe hacer todo el
esfuerzo de que un hombre es capaz, para mantener esa admiración y

2
Algunas cualidades del Líder, Manual de Hno. Heberto García. Pag. 2
3
El Pastor como Padre y Esposo, Pág. 11. Seminario de Actualización Ministerial.
hacer todo lo que este de su parte para alcanzar y conservar la felicidad
en al matrimonio.4

ALGUNAS ÁREAS ESPECÍFICAS:

1. En el área física y material: 1ª. Tim. 5: 8, proveer


alimentación, ropa, un hogar, etc. También él debe hacer todo
lo posible para asegurar la salud de su familia.
2. En el área espiritual: También debe estar seguro que su
familia reciba alimentación espiritual diariamente por medio de
la lectura de la Biblia, él debe delegar parte de esta
responsabilidad a su esposa, pero es su responsabilidad que
se haga, debe tratar de estar consiente cuando su esposa
este batallando con problemas espirituales y ministrarle con la
palabra, consejo, consuelo y oración.
3. En el área Intelectual: Debe hacer todo lo posible para que
sus hijos reciban una educación adecuada, libre de principios
que estén en contra de la palabra de Dios, animarlos en sus
tareas, etc. Debe cuidar su salud mental, evitando que vean
películas o programas en TV, que puedan causarles temor o
turbarlos mentalmente.
4. En el área social: Su familia tiene necesidades sociales que
deben ser consideradas cuando tome decisiones acerca de
donde vivir, en cuales actividades participar, asegurarse que
su esposa tenga tiempo y oportunidad de tener amigas y que
sus hijos tengas actividades sanas y amigos buenos.
5. En el área emocional: El dar cariño físico a cada niño
diariamente. Debe haber un balance entre disciplina y amor,
demostrándole en palabras y acción, debe estar consciente de
la salud emocional de su esposa e hijos y darles consejo y
consuelo cuando sea necesario.

Si el ministro logra hacer efectivas estas áreas, su esposa y sus


hijos deben crecer sabiendo que su casa ha de ser el lugar donde
Jehová reina, los ángeles hacen fiesta y la familia se ama. Esta es
la voluntad de Dios para nuestras familias y debemos luchar para
que sea una verdad en nuestro ministerio. El ministro debe amar a
su Esposa, porque amándola habrá hallado el bien y haciendo
visible ese amor, proyectará a su iglesia y su comunidad un
mensaje de poder a través del cual Dios, se glorificará, El esposo,
debe reconocer que su esposa es algo especial. Es la esposa del
ministro, la compañera inseparable, madre, intercesora cuando el
4
Como Restaurar la Familia, de Ismael Muñoz, Pág. 35
esposo está tras el púlpito, ella también reconoce que tiene tanta
responsabilidad como su esposo, por lo tanto necesita y debe ser
tratada con ternura, como esposa amada, reconocer sus virtudes y
procurando siempre mantener viva esa llama de amor que nació
desde el noviazgo.

En la vida familiar del ministro, la esposa juega un papel


importante, esmerándose por mantener todo en orden y agradable;
recordamos que Dios, no ubicó a la primera pareja en un lugar
cualquiera, sino en el huerto del Edén, por lo tanto la mujer esta
llamada a hacer su mejor esfuerzo para convertir su hogar en un
huerto celestial y el adorno a parte de sus hijos, serán las virtudes y
frutos del Espíritu Santo.

C. EL MINISTRO COMO PADRE:


“El Padre es el principal administrador del hogar; formar un hogar
verdaderamente cristiano es la más importante empresa; retenerlo unido
es el más grande éxito” 5
Los padres pueden caracterizarse por sus buenas o malas
actitudes en relación al trato con sus hijos, los cuales contribuirán
a una buena o mala formación. Los Padres tienen el deber
ineludible y la responsabilidad inevitable de guiar y educar
espiritual, moral e intelectualmente a sus hijos, desde la edad
temprana, buscando la manera de encaminarlos por el sendero del
bien. Ningún otro éxito compensa el fracaso en el hogar, es sabido
que la influencia del padre en el hijo inicia desde temprano, el Amor
la confianza, produce en el niño una sensación de bienestar y
seguridad.

El ministro como padre tomará el tiempo para prodigar la


educación paternal en su hijo, cuando el sea joven será un amigo,
que depositará la confianza en su papa y le contará su experiencia,
procurando la ayuda del padre quien es el héroe del mundo para él,
la deducción de tiempo a solas con nuestros hijos y la recreación
con ellos, nos convertirá en padres amorosos compensando y
valorando lo que ellos hacen para lo cual debemos procurar
algunas cosas:

a. Sea un ejemplo en todo. Nuestros hijos, muchas veces


cerraran sus oídos para no escucharnos, pero no podrán
cerrar sus ojos ante nuestro ejemplo.
b. Muestre en todo tiempo amor genuino
5
Ibíd. Pág. 10..
c. Comience la instrucción temprano, recuerde que el hogar fue
la primera institución divina establecida por Dios
d. Establezca metas, para ellos en cuanto al comportamiento,
estudios, trabajo en el hogar by actividades espirituales.
e. Corrigiendo a nuestros hijos y responsabilizándolos de sus
actos.
f. Recompénselo cuando se porte bien, enséñeles a leer la
Biblia y ore con ellos todos los días.
g. Realice devocionales familiares, eso les ayudará a: formar su
propia vida devociónal, le dará confianza en si mismo, la
participación del niño es indispensable.

Esta relación nos lleva a desarrollar un compromiso de uno a


otro, eso nos ayudara a alcanzar el éxito en el ministerio. Un alto
grado de confianza entre nosotros, nos ayuda a cumplir nuestros
compromisos, nuestro matrimonio se convierte en el centro del
compromiso con Cristo, o sea que el factor más importante en la
vida familiar del ministro es el compromiso.

D. LA HABILIDAD DEL MINISTRO EN EL MANEJO DE LAS


FINANZAS:
Es común escuchar hoy en día ministros, hablar sobre hacer
milagros en el área financiera, cuando se trata de vestir, alimentar y
educar a sus hijos. Sin embargo hay ministros que nos sirven de
ejemplo, dignos de imitar, que no importando las circunstancias,
han sabido salir adelante y con destreza y madurez han mejorado
considerablemente, en estos casos acercarse a un pastor de éxito
en la administración nos hará mucho bien.

IV.- LAS RELACIONES INTERPERSONALES DEL MINISTRO:

Las relaciones humanas, son la correspondencia y armonía entre las


personas que integran un grupo, se procura descubrir y analizar las
necesidades comunes e individuales, sus metas, lo que pretende recibir
del grupo.

Hay relaciones Positivas y Negativas:


A continuación mencionaremos algunas de ellas,

Positivas:
1.- Entender a cada persona.
2.- Conocer lo que más le falta a cada persona.
3.- Inspirar a cada miembro a desenvolverse.
4.- Incentivar a toda la Iglesia, a ser llena del Poder de Dios.
5.- Darse a conocer con los colegas de otras denominaciones.

Negativas:
1.- Ser ingrato y descomedido.
2.- Valerse de circunstancias contrarias.
3.- No entender a cada hermano de acuerdo a su cultura.
4.- No darle tiempo suficiente a los que lo buscan.
5.- No guardar el secreto de quienes confían en él.

A. CADA PERSONA ES DIFERENTE UNA DE OTRA PASAMOS


EN CONSTANTE PROCESO DE SUPERACIÓN
Los ministros no somos la excepción, debemos preocuparnos
por el mejoramiento continuo de nuestras relaciones humanas
dentro y fuera de la iglesia, si le da poca importancia a este aspecto
de su ministerio, tarde o temprano, surgirán problemas que podrían
evitarse, vemos por ende la necesidad de familiarizarnos con los
principios básicos de las relaciones humanas.

“Las relaciones humanas son el desarrollo inapelable de


quienes somos, se dice que enseñamos lo que sabemos, pero
reproducimos lo que somos”, esta pareciera ser una verdad que no
admite discusión alguna, la estructura interior es la base que
sostiene nuestras buenas relaciones con nosotros mismos y con
los que Dios pone a nuestro cuidado, y con quienes nos rodeamos.
Debemos reconocer como ministros del Evangelio, que las buenas
relaciones, suceden donde hay características individuales sanas, la
amistad sincera, la compasión por los que sufren, la tolerancia de las
fallas de los demás, la disposición de servir en la causa del Reino de
Dios, si como pastores tenemos matices egoístas será sin duda alguna
consecuencia de un mal carácter.6.

B. UNA MADUREZ NECESARIA:


Una de las principales cualidades que requiere el pastor es la
madurez, es muy difícil mantener buenas relaciones humanas en la
familia del ministro y la iglesia sino ha alcanzado este valioso
objetivo; El ministro con ésta cualidad es capaz de desarrollarse
física, y espiritualmente, porque se desenvuelve con buen juicio y
prudencia; cada uno debemos reconocer que la madurez es
consecuencia de la acción de crecer, el que no logra progresar
mental y Espiritualmente , nunca alcanzará la madurez, un factor de
vital importancia en la vida del ministro hoy en día es la madurez, y
la espiritualidad es parte de ella puesto que la obra de Dios es
esencialmente Espiritual.
6
Jorge A. León Psicóloga pastoral para la familia. Pag. 238- 245 ojo…pend..
Nuestras relaciones no pueden estar separadas del Espíritu
andando y viviendo, no se puede colgar o poner cuando a uno le
parezca, debe ser toda actividad, cotidiana, en toda relación con las
personas, cada ministro se debe dejar guiar y consumir por las
instrucciones del Espíritu.
“El ministro forzosamente debe ser una persona Espiritual si
queremos, pues, que las relaciones entre los que participan en la obra
sean espirituales, tendremos que vigilar constantemente este aspecto de
nuestra vida; Aunque trabajemos con mucho interés, entusiasmo,
habilidades y mucha energía, no lograremos que las relaciones humanas
sean buenas, a menos que busquemos andar en el Espíritu” 7

C. HAY QUE SER COMPRENSIVO:


Es imposible que el ministro pueda comprender a otros cuando
no se comprende el mismo, para poder comprender a otra persona
se debe poseer la virtud de saber escuchar, y desde ahí dejar salir
a flote las necesidades básicas que como seres humanos
poseemos; Sentir la aceptación de otros, tener una seguridad
intelectual, económica y Espiritual y sobre todo ser Amado.

El ministro no puede, ni debe hacer acepción de personas, tiene


que aceptar con igualdad a todos, hemos sido hechos a la
semejanza de Dios; Pedro tuvo algunos prejuicios racistas, que le
impedían ir a la casa de Cornelio, pero Dios tuvo la manera de
convencerlo hasta el punto que Pedro mismo confesó “Ahora se
que Dios no hace acepción de Personas” Hechos 10: 34:

El ministro debe tener una seguridad, intelectual, económica y


espiritual; El ministro debe estar consiente de esto y ser muy
sensible a los asuntos económicos de sus hermanos,
identificándose con ellos, el Apóstol Juan se refería a esto al
escribir; “No amemos de Palabra ni de lengua, sino de hecho y
en verdad” 1ª. De Juan 3: 18; Hay que Compartir:

D. LOS COLEGAS DEL MINISTRO.

“Ningún hombre es una isla entera en si mismo, cada hombre


es una pieza de su continente, una Parte de él”.
Nos relacionamos uno con otro, ya sea cooperativamente o en
competencia, trabajamos juntos, ya sea voluntariamente o de mala
gana, ya sea uno con otro o uno contra otro; los ministros somos
responsables ante de Dios de la vida personal y ministerio, la
7
Tañón, Ricardo, Las Relaciones Humanas del Ministro. (la Brújula del Ministro) Pág. 96.
responsabilidad se aplica a la profesion del ministerio como un todo,
lo que un ministro hace puede impactar el ministerio de muchos
otros, aún cuando no trabajen en la misma denominación. La
responsabilidad ministerial de uno hacia otro y a la profesion
ministerial, así como a Dios; es vital, para el ministerio total y para
el trabajo del Reino de Dios.

BIBLIOGRAFIAS:

1. ALMIRUDIS, Hiram, El desarrollo Integral del Ministro y su


Ministerio.
2. CARTER, E: James y TRULL, E. Joe, La Ética Ministerial.
3. MAXWEL, John C. La Ética, La única Regla para tomar
decisiones.
4. La Brújula, del Ministro Evangelico, Compendio de veintitrés
(23) Autores.
5. LEON. A. Jorge, Psicología de la familia Pastoral.
6. Muñoz Pérez, Ismael, Como Restaurar la Familia.
7. García Gudiel, Heberto; Algunas cualidades del líder.

Fin

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