Introducción: Dios quiere darnos poder para que vivamos el evangelio y hagamos realidad los propósitos de la Iglesia. Para la mayoría de los cristianos, Pascuas y Navidad son los días festivos más importantes. Sin embargo, Pentecostés –el día en que nació la Iglesia– ¡ciertamente debe ser el tercero! En aquel día, los seguidores de Cristo, la familia de Dios, recibieron poder para cumplir la Gran Comisión de hacer discípulos para Cristo. En Hechos 2.1-47 vemos siete ejemplos de la Iglesia primitiva que todavía son un modelo para que nosotros, hoy, cumplamos esta tarea. 1. La iglesia primitiva estaba llena del poder del Espíritu Santo: Fue el poder impartido por el Espíritu Santo lo que permitió que la iglesia existiera (Hechos 1:8,14). Cuando el Espíritu descendió, lo hizo con poder y fue ese poder el que recibieron los 120 (Hechos 2:1-4, 43). 2. Cada miembro de la Iglesia primitiva estaba comprometido con la causa del Evangelio: (Hechos 2:14-18). 3. La iglesia primitiva era fiel a la Palabra de Dios: (Hechos 2:42). 4. Todos los miembros se amaban entre sí: (Hechos 2:44-46). 5. La iglesia primitiva vivía llena de gozo: (Hechos 2:26, 28,47). 6. Los miembros de la iglesia primitiva estaban dispuestos a hacer sacrificios por causa del Evangelio: (Hechos 2:44-46). 7. La iglesia primitiva era una iglesia que evangelizaba: (Hechos 2:40- 41, 47). Conclusión: Como hemos visto la iglesia primitiva dejo un estándar bastante alto, a muchos les parece que llevar un cristianismo como el de los primeros cristianos es imposible, pero esas personas olvidan que a nosotros los creyentes del siglo XXI el Espíritu Santo también nos llena con poder para ser testigos de Cristo. Oremos para que su poder descienda sobre nosotros y así podamos ser una iglesia como la iglesia primitiva y seguiremos siendo fieles testigos de nuestro Señor hasta lo último de la tierra. Amen.