Proceso de locura de don Quijote

En un lugar de la Mancha, de cuyo no quiero acordarme (...), esta frase nos anticipa el lugar
donde comienzan los hechos, una de las regiones de España más despobladas y pbres de la
península en el siglo XVI.
La preocupación y reflexión implícitas sobre la verosimilitud de los acontecimientos se
establece desde el comienzo. Frases como “lanza en astillero”, “adarga antigua” nos hacen alusión
a las armas en desuso de sus antepasados,” el rocín flaco” y “el galgo corredor” nos llevan de las
armas hacia la monótona vida de los hidalgos de aldea, en general faltos de recursos, con las
ocupaciones propias de su clase.
La descripción del carácter del personaje y sus costumbres serán elementos que nos guiarán
a la “locura” del protagonista.
El personje tiene mucho tiempo libre y es madrgador; recordemos que “Frisaba la edad de
nuestro hidalgo con los cincuenta años”. En esa época se consideraba un hombre viejo. El ocio, la
rutina y soledad de Quijana, uno de los sobrenombres, le dejaba tiempo para la lectura. Una lectura
obsesiva de los libros de caballería. El narrador nos va pautando de manera semántica y sintáctica el
proceso que lo lleva al olvido. “Se daba a leer libros de caballería”, vendió tierras para comprar
libros perdiendo de a poco el juicio y noches sin dormir, sobre todo leyendo a ciertos autores a los
que halagaba su prosa y claridad. El personaje reflexiona, de alguna manera, sobre el estilo ,
personajes y argumentos de lo que era su mayor deleite
En uno de los párrafos el narrador plantea como el hidalgo está en desacuerdo con el
tratamento que hace el autor de Don Belianís con uno de sus personajes. Aparece el “deseo” de
escribir en nuestro Quijote. El hidalgo ya comienza a entrelazar el universo de la ficción y la
realidad, el arte y la vida, SE ha vuelto loco.
“Rematado ya su juicio...”, de tanto pensar en historias incríbles, decidíó crear un mundo
caballeresco que se da através de la palabra, se nombra y la coas es,
Primero se da la creación en su mente que busca elementos imprescindibles para un
caballero andante: armas y caballo. Crea otro mundo para él vivir plenamente. El hidalgo limpia y
arregla las armas; las modifica con lo que puede, muestra ingenio. En sus pruebas con la celada que
que arregla con cartón, esta se rompe. La reconstruye pero no la vuelve a probar. Quiere salir ya.
Su propio nombre y el de su rocín también cambiarán, sus nombres significativos. Quijote
de la Mancha (topónimo) que imita protagonistas de las obras leídas, y Rocinante.
Al final del capítulo el último elemento imprescindible, la dama que se dará primero en
esencia.