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El Contrato de Sociedad Civil

I. concepto y relaciones con la asociación de interés privado sin fines de lucro y la

Comunidad de bienes

El artículo 1356 del Código Civil establece: “la sociedad es un contrato por el cual dos

o más personas se obligan a poner en común dinero, bienes o industria, con el ánimo de partir

entre sí las ganancias”.

Esta norma significa que los contratantes pueden ser varias personas y no excluye que

el contrato pueda ser celebrado entre dos.

Resulta, además, que al perfeccionarse el contrato, las partes se obligan a portar en

común bienes o trabajo con el ánimo de distribuir las ganancias que de la utilización del trabajo

o de los bienes aportados pueda derivarse.

Sin embargo, la definición no alude a la finalidad del contrato, esto es, al uso de lo

aportado para la actividad lícita, elemento que sí está previsto en el artículo 1357.

Ahora bien, son diferencias relevantes entre la sociedad civil y las asociaciones de

intereses privados sin fin de lucro:

1) Las sociedades civiles son agrupaciones de personas que surgen por el propósito de

estas de obtener, mediante la realización de determinadas actividades, ganancias y de

repartirlas entre sí; es decir: lo que les origina es el ánimo de lucro de los socios (v. los

artículos 1356 y 1357 del Código Civil). Mientras que las asociaciones son agrupaciones

de personas que se originan sin fines lucrativos. Las personas entre las que se surge

una asociación no deben perseguir beneficios individuales, sino fines desinteresado,


desde el punto de vista del interés individual, lo que no excluye que puedan tener

contenido económico las actividades necesarias para el logro de dichos fines no

lucrativos (vg. culturales y recreativos) (v. el artículo 64 del Código Civil).

2) Para que las sociedades civiles se constituya la persona jurídica independiente de la

persona física de cada socio pasa que existan los supuestos legales de dicha

Constitución (v. los artículos 1358, 1360 y 1370 del Código Civil); en cambio, es el

Ejecutivo quien reconoce la personalidad jurídica de las asociaciones (v. El artículo 64

del Código Civil).

Por otra parte son diferencias importantes entre la sociedad civil y la Comunidad de

bienes:

1) Cumplidos los respectivos requisitos, la sociedad civil se formaliza como una persona

jurídica independiente de cada socio (v. los artículos 1356, 1358, 1360 y 1370 del

Código Civil), mientras que la Comunidad de bienes no da lugar a persona jurídica

alguna.

2) El fin de la sociedad civil es el lucro, más el de la comunidad es la conservación y

disfrute de los bienes (v. el artículo 406 del Código Civil).

II. Utilidad

Resulta provechoso el conocimiento de aspectos fundamentales de una figura como la

sociedad civil que no deja de ser utilizada por los profesionales del Derecho y que refleja ante

las sociedades comerciales características especiales como la de los socios responden de las

deudas sociales a prorrata de sus aportes; así como el hecho de que el de la sociedad civil es

un contrato de confianza cuya existencia se relaciona estrechamente con las personas de los
socios, en tanto que las sociedades comerciales no tienen tal naturaleza, ya que en ellas

prevalece el factor capital.1

III. Características esenciales del contrato

1. Es generalmente consensual

Según se desprende de la inexistencia de normas que establezcan formalidades para

el perfeccionamiento del contrato del artículo 1356 que al definirlo no agrega al consentimiento

de las partes requisito alguno para su existencia legal y efectos consiguientes y del artículo

1358 que dispone: “La sociedad civil se podrá constituir en cualquier forma”, el contrato es, en

principio, consensual

En caso de que a la sociedad civil se aporten bienes inmuebles o derechos reales sobre

los mismos, es necesario que el contrato conste por escrito para que tenga existencia legal (v.

los artículos 1358, 1130, 1131 numeral 1° del Código)

2. Es oneroso

Ello es así, porque de acuerdo con el artículo 1356 y en virtud de este contrato cada

uno de los socios obliga a aportar alguna cosa o industria a fin de que los aportes de ellos

realicen sean utilizados para obtener y distribuir ganancias entre todos.

3. Es de confianza

Prueba de ello es que dentro de sus causas de determinación están: la muerte, la

renuncia, la incapacidad y la insolvencia

1Sobre la Persona del socio como factor determinante y el fin de a copiar capitales. Véase: MORENO QUESADA, BERNANDO
y otros. Curso de Derecho Civil. 2°. Tirante La Blanch. Valencia. España, 2012, p. 476
4. Es meramente obligatorio

Ello se explica en virtud del título y del modo prevaleciente en nuestro Derecho, según

el cual los contratos no transfieren de por sí derechos reales (v. el artículo 980 del Código

Civil). De allí que perfeccionado el contrato lo que surge para los socios es un conjunto de

obligaciones y no derechos reales.

5. Puede ser un título traslaticio de dominio

En aquellos casos en que los socios se obligan a aportarla propiedad de cosas al ente

social, el contrato viene a ser un título traslaticio de dominio (v. los artículos 1356 y 1359 del

Código Civil).

IV. Elementos esenciales del contrato y de la sociedad

1. Que dos o más personas concurran al perfeccionamiento del contrato

En el contrato sociedad civil, los contratantes pueden ser más de dos pero basta que

sean dos, de acuerdo con el artículo 1356 del Código Civil. De allí que el acuerdo de voluntades

de dos personas sea suficiente para el perfeccionamiento y por ende, para la eficacia del

contrato.

2. Formación de un Fondo Social con aportes de todos los socios

Este elemento es indispensable, pues según se infiere del artículo 1356 del Código Civil

cada socio se obliga a aportar dinero, bienes o industria, aun cuando no es necesario el

cumplimiento de tal obligación para que el contrato se perfeccione (v. Los artículos 1109 y

1358 del Código Civil). Por ello, habrá justificación legal para pedir que se inicie el
procedimiento conducente a poner fin a la sociedad si no se da el requisito de que todos los

socios hagan el aporte prometido.

3. Que sea aplicado al principio de asociación con base en el ámbito de lucro

Según el artículo 1356 lo que mueve a la celebración de este contrato es “el ánimo de

partir entre sí las ganancias”.

De allí sí se armoniza este elemento con el principio de igualdad social, resulta

fácilmente explicable la norma contenida en el artículo 1382 que estatuye: “es nulo el pacto

que excluye a uno o más socios de toda parte de las ganancias”.

De lo anterior deriva la ineficacia parcial del contrato, esto es, de la cláusula que excluye

a alguno de los socios de su participación en las ganancias.

4. Que se aplique al principio de participación de los socios en las pérdidas

Ello se explica, pues a la luz del principio de igualdad social si se pretende participar

colectivamente en las ganancias, también deben ponerse la participación de todos los socios

en las pérdidas.

El artículo 1382 consagra la ineficacia parcial del contrato, es decir, de la cláusula que

excluye a algún socio de su participación en las pérdidas.

5. Que exista la affectio societatis

Este elemento consiste en el propósito de los socios de que prevalezca el interés común

y la igualdad entre ellos. Este principio es medular y justifica reglas inherentes a principios

anteriores.
V. Requisitos generales de validez

1. El consentimiento

El contrato sociedad civil es generalmente consensual; cuando la sociedad se aportan

inmuebles, el mismo debe otorgarse por escrito para su perfeccionamiento (v. los artículos

1358, 1130 y 1131 del Código Civil). Y para que la sociedad exista como persona jurídica y

surja efecto hacia terceros, el contrato debe otorgarse por escritura pública e inscribirse en el

Registro (v. los artículos 1753 y 1776 del Código Civil así como las normas análogas sobre

sociedades comerciales).

2. El objeto

Según el artículo 1357 la sociedad debe tener un objeto lícito. En todo caso el contrato

debe tener un reto lícito, posible determinado o determinante, según las reglas generales;

objeto que comprende tanto las prestaciones a cuya ejecución se comprometen los

contratantes como el contenido de ellas (las cosas o el trabajo que los socios prometen

aportar), a lo que debe agregarse que el fin de la sociedad, esto es, las operaciones de las

mismas han de ser lícitas (v. el artículo 1357 del Código Civil).

3. Capacidad

Como el de la sociedad es el contrato meramente obligatorio, basta que los socios

tengan capacidad general para contratar.

4. Causa

El código no contiene disposición especial sobre la causa a propósito de la sociedad

civil.
Hay que tener presente, sin embargo, que los intereses de los socios no son

contrapuestos y que, por ende, los principios que atribuyen el carácter de causa a las

prestaciones de las partes deben interpretarse sin excluir la especial naturaleza de esta figura.

VI. Clasificación sobre las sociedades

1. Sociedades civiles y mercantiles

Tanto el artículo 1357 como el 1361 del Código Civil plantean la finalidad u objeto del

ente social como norma para determinar cuándo una sociedad civil.

Según principio aceptado ampliamente, aunque suprimido del Código por reforma, las

sociedades mercantiles deben constituirse para ejecutar actos de comercio, conjuntamente.

La pauta anterior es restrictiva, en la medida que exige que las sociedades de Comercio

se constituyan en con el objeto de realizar conjuntamente sistemáticamente, actos de

comercio.

A las sociedades civiles no se les impone esta limitación ya que el artículo 1357 del

Código Civil dispone en forma amplia: “La sociedad debe tener un objeto lícito y establecer el

interés de los socios”.

Ejecutar actos de comercio no es el objeto exclusivo y esencial de las sociedades civiles,

aunque ocurra algo distinto con las sociedades mercantiles cuyo objeto esencial la ejecución

de actos comerciales.

2. Sociedades civiles propias y sociedades civiles de forma Mercantil o impropias

Una sociedad civil por su objeto, en tanto que realiza actos civiles, puede (aun cuando

no se reduzca a la finalidad impuesta por el Código de Comercio a las sociedades mercantiles


ejecutar conjuntamente actos de comercio), adoptar alguna de las formas reconocidas por el

Código de Comercio, como las sociedades colectivas, anónima o en comandita.

Hay, pues, sociedades que tanto por su objeto y su forma son civiles, esto es, las

sociedades civiles propias y sociedades civiles en virtud de su objeto pero con forma mercantil.

Éstas reciben el nombre de sociedades civiles impropias.

A las sociedades civiles impropias les son aplicables las reglas del Código Mercantil, si

no pugnan con las reglas del Código Civil (v. el artículo 1361).

Hay que advertir que el anterior principio está destinado a conciliar los aspectos de los

fines perseguidos con el contrato y las formas que, por libertad contractual pueden adoptar sin

contradecir los fines.

VII. Reglas sobre administración y representación de la sociedad civil

1. Concepto de administración

Cuando se habla de administración de la sociedad se hace referencia en sentido amplio,

a la dirección de los negocios de la sociedad lo cual es diferente a la representación de la

sociedad, ya que mientras la administración tiene que ver con la utilización de los bienes de la

sociedad y la coordinación y ejecución de las actividades que forman parte de la finalidad de

ésta, la representación se refiere a las relaciones jurídicas entre la sociedad y los terceros.

2. Designación de los administradores

A causa de la autonomía de la voluntad ejercitable socio y la existencia de provisiones

o normas especiales, pueden ser designado administradores, los socios o terceros (v. los

artículos 1383 y 1384 del Código Civil).


3. Reglas aplicables a los actos administrativos

La regla general consiste en que los actos de administración de los socios designados

administradores, pueden ser ejecutados por cada uno de ellos separadamente. Pero se puede

estipular que la validez de los actos ejecutados por los socios administradores, dependerá de

que estos, de común acuerdo, consientan dichos actos (v. los artículos 1384 y 1385 del Código

Civil).

4. Concepto de representación y requisitos para que la misma funcione

Es representante de la sociedad aquella persona autorizada para celebrar, a nombre de

la sociedad, actos jurídicos con terceros, con la virtud de que resulta obligada a consecuencia

de dichos actos, la sociedad representada y no es representante que los celebra.

Para que los actos celebrados por un socio con terceros, obliguen a la sociedad es

indispensable, conforme a los artículos 1388 y 1389:

1) Que el socio haya actuado por cuenta y en nombre de la sociedad.

2) Que el socio tenga poder para obligar a la sociedad en virtud de un mandato expreso o

tácito.

3) Que el socio hay actuado dentro de los límites impuestos por su poder o mandato.

5. Representantes de la sociedad

Todo gestor o administrador social tiene, salvo pacto en contrario, poder representar a

la sociedad (v. el artículo 1383).


Además, si se toman en cuenta las normas antes planteada en cuanto a gestión social,

tanto los socios como los terceros pueden ser autorizado para que actúen como

representantes de la sociedad.

VIII. Efectos del contrato y características de la responsabilidad de los socios

1. Derechos y obligaciones de los socios entre sí. En virtud del contrato los socios

adquieren derechos y correlativamente, contraen obligaciones; por lo que pueden

reclamarse entre sí, el cumplimiento de sus respectivas obligaciones, basado en los

derechos que les corresponden.

Una de las obligaciones que surgen como consecuencia del contrato es la de efectuar

el aporte prometido (v. artículo 1356 y 1372).

2. Derechos de los socios frente a la sociedad. Entre los principales derechos de los

socios frente a la sociedad se encuentran: 1. Tener participación en los beneficios

sociales (art. 1380). 2. Derecho a que la sociedad le reembolse todas las cantidades

desembolsadas a favor de ella (art. 1379).

3. Obligaciones de los socios con la sociedad. Hay algunas relevantes obligaciones

que los socios para con la sociedad que existen como directa consecuencia del contrato,

como la de participar en las pérdidas (art. 1380 y 1382).

Sin embargo es importante estudiar tres importantes obligaciones que tienen los socios

con la sociedad, a saber: 1. Realización del aporte prometido. 2. Saneamiento de la

evicción y de los vicios redhibitorios del cuerpo cierto aportado. 3. Cuidar de los

intereses sociales con la debida diligencia.

De inmediato se analizarán dichas obligaciones.


3.1. Obligación de realizar el aporte prometido. Como esta obligación es un elemento

esencial del contrato, éste sería nulo o pasaría a ser otro si se eximiera de algún socio de dicha

obligación.

Como el contrato es consensual basta con que los socios obliguen a realizar el aporte

(v. art. 1372).

En su calidad de acreedora, la sociedad puede exigir el cumplimiento de tal obligación

a cualquier socio. Y sobre respecto, el Código breve e una fórmula en el sentido de que si un

socio no cumple, cualesquiera de sus compañeros puede pedir la disolución de la sociedad (v.

art. 1398). Además ante el incumplimiento de dicha obligación, todo socio puede exigir el

cumplimiento, siempre que él haya cumplido de acuerdo con lo que establece el artículo 985

del Código.

3.2. Obligación de sanear el cuerpo cierto aportado. Como el de sociedad es un

contrato oneroso, el socio que aporta un cuerpo cierto en propiedad o un usufructo debe

garantizarle la sociedad la posesión legal pacífica y útil del mismo (art. 1372).

3.3. Obligación del socio de emplear la debida diligencia en la protección de los

intereses sociales y de responder a la sociedad por los daños y perjuicios que por su

culpa sufra esta. Sobre esta obligación el artículo 1377 dispone:

“Todo socio debe responder a la sociedad de los daños


y perjuicios que ésta haya sufrido por culpa del mismo
y no puede compensarlo con los beneficios que por su
industria le haya proporcionado”.

4. Obligaciones de la sociedad para con los socios. Como relevantes obligaciones de la

sociedad para con los socios se pueden mencionar:


4.1. Responder de las cantidades que los socios hayan desembolsado por ella y del

interés legal correspondiente (art. 1379).

4.2. Entregarle a los socios la parte que le corresponda en el Fondo Social (v. artículos

1380 y 1382).

Sobre esta última obligación con vienen algunas consideraciones en cuanto a las reglas

de distribución de las ganancias.

Para la distribución de beneficios hay que distinguir si se trata de un socio capitalista o

de un socio industrial.

Si se trata de un socio capitalista son aplicables las reglas siguientes: a). Prevalecerá

en primer lugar lo pactado en cuanto a la distribución de ganancias (art. 1380). b). A falta de

pacto las ganancias deben distribuirse en proporción a lo aportado (art. 1380).

Cuando se trata de un socio industrial, entonces las reglas que deben aplicarse son:

a). Prevalecerá en primer lugar lo pactado en lo que concierne a la distribución de las

ganancias (art. 1380). b). Si no hay pacto el socio industrial deberá recibir una suma igual a la

del socio que menos haya aportado.

4.3. Si el socio industrial hubiere aportado capital además de su trabajo, sin perjuicio de lo

que como aportante de Industria le corresponde, recibirá la parte proporcional que por el capital

debe recibir (art. 1380).

4.4. Como usted puede advertir es la libertad contractual, el criterio adoptado por el

codificador en cuanto a la distribución de beneficios; por lo cual los socios quedan en libertad

de determinar que dicha distribución sea periódica, sobre todo porque la ley no exige que la

misma se realice después de la liquidación de la sociedad.


5. Responsabilidad de los socios por las deudas sociales. La responsabilidad de los socios

por las deudas sociales, es decir, por las deudas de la sociedad, es: a) Subsidiaria b) A

prorrata de sus aportes. c) Personal e ilimitada (es decir responde con su patrimonio según el

artículo 1653 del Código Civil) (v. artículos 1380 y 1389 del Código Civil).

La subsidiariedad se traduce en que los socios vienen siendo fiadores de la sociedad,

es decir, que pueden ser compelidos a pagar las deudas sociales en proporción a su aporte

(art. 1389 y 1380) en eso de que la sociedad no pague (v. art. 1512).

El artículo 1389 del Código Civil no señala que los socios deben responder

subsidiariamente si la sociedad no paga sus deudas. Pero el propio Código de Comercio que

contempla sociedades en las que la responsabilidad de los socios se limita a su aporte,

determina que en la sociedad colectiva, hay responsabilidad subsidiaria de los socios por las

deudas sociales (art. 328).

Tal responsabilidad subsidiaria de los socios de las deudas sociales, tienen su origen

en la figura de la sociedad sin personalidad jurídica que justifica que el patrimonio de los socios,

únicos sujetos de derechos y obligaciones, sea garantía del cumplimiento de las deudas

sociales.

Nuestro Código no fue no determina expresamente dichas características de la

responsabilidad de los socios pero la misma puede desprenderse de las características del

contrato de fianza que ostenta en la sociedad civil (v. art. 1371).

IX. Duración y extinción de la sociedad

1. Comienzo y Duración
De acuerdo con el artículo 1370 del Código, “la sociedad comienza desde el momento

mismo de la celebración del contrato si no se ha pactado otra cosa”. Según el artículo 1371

del Código la regla general es que la sociedad dura por toda la vida de los asociados salvo

que den otros supuestos previos en dicho precepto, es decir: a) Que se acuerde un plazo de

duración de la sociedad (plazo determinado y expresó). b) Que el plazo sea tácito, en virtud de

que la sociedad se ha constituido para un solo negocio y éste, por su naturaleza, activa una

duración limitada.

2. Extinción

Si se tiene presente que el contrato es la causa de la sociedad (v. artículos 1356 y 1370),

resulta lógico que al terminar el contrato se extingue la sociedad que es su efecto.

De ahí que la sociedad pueda terminar por causas de terminación de los contratos como

la nulidad y el vencimiento del plazo.

No obstante, es el artículo 1391 la norma que contempla diversas causas de extinción

de la sociedad.

El artículo 1391 estatuye:

“El artículo 1931: la sociedad se extingue


1° cuando expira el término porque fue constituida;

2° cuando se pierde la cosa o se termina el negocio que


les sirve de objeto;

3° por la muerte natural la incapacidad declarada por la


insolvencia de cualquiera de los socios y en el caso
previsto en el artículo 1390;
4° por voluntad de cualesquiera de los socios con sujeción
a lo dispuesto en los artículos 1396 y 1398
se exceptúa de lo dispuesto en los numerales 3° y 4° de
este artículo las sociedades a las que se refiere el artículo
1361 en los casos en que deban sustituir con arreglo del
código de Comercio”.

X. Disolución liquidación de la sociedad y participación de los bienes sociales

1. Disolución. La disolución es el estado según el cual la capacidad del ente social se

reduce a la Facultad de ejecutar las operaciones necesarias para liquidación. A las

causas de disolución alude el artículo 1391 precipitado

Es efecto primordial de la disolución determinar el inicio del periodo de liquidación

2. Liquidación. La liquidación es el conjunto de operaciones indispensables para la

participación del Fondo Social. Entre dichas actividades se encuentran: el pago de

deudas y el cobro de crédito e incluso, la transformación de los bienes sociales en dinero

a objeto de posibilitar la adjudicación de los bienes sociales entre quienes eran

miembros de la sociedad (partición).

Cuando la liquidación concluye, termina la sociedad como persona jurídica y debe

efectuarse la partición.

3. Partición concepto y efectos. La partición el adjudicación de los bienes sociales a

quienes formaban la sociedad y según el Código “se rige por las reglas de la herencia”

(art. 1399).

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