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Abog.

Melissa Banegas

Universidad Tecnológica de Honduras


LAS OBLIGACIONES

Obligación es el vínculo establecido por el derecho que nos obliga a cumplir una
determinada conducta.
Justiniano, en las Instituciones definió las obligaciones como un vínculo de derecho que
nos constriñe a la necesidad de pagar una cosa, según el derecho de nuestra ciudad.

Diferencia éntrelos derechos reales y las obligaciones

Los derechos reales son los que recaen directamente sobre cosas y no respecto a
determinada persona. Algunos de los derechos reales son principales, como el derecho de
propiedad o dominio, y otros son accesorios porque presuponen la existencia de un
principal, como por ejemplo la servidumbre, la hipoteca y la prenda (para que haya una
obligación de estas últimas, debe haber una anterior obligación que se denomina
obligación principal; por ejemplo: se constituye una hipoteca sobre la casa (accesorio) para
garantizar el préstamo que se obtuvo para pagar la casa (principal).

Los derechos reales tienen la calidad de absolutos ya que pueden ejercerse contra todas
las personas y por lo tanto “son los que se ejercen sobre una cosa corporal determinada,
en forma exclusiva o absoluta”

El derecho personal en cambio es el que tiene una persona (denominada acreedor)


respecto de otra (denominada deudor), a fin de que esta cumpla una determinada
prestación (proveniente de una obligación, que es la contrapartida de los derechos reales).
La diferencia con los derechos reales radica en que estos ya no colocan en relación las
personas con las cosas sino las personas con las personas, por esta razón tienen calidad
de ser relativos ya que sólo pueden reclamarse de un individuo determinado (deudor).
En el derecho romano, en un inicio, la vinculación jurídica era personal, es decir, el deudor
comprometía su persona (y no su patrimonio) para asegurar el pago. No es sino hasta la
Lex Poetelia Papiria (algunos autores sitúan fecha en que fue expedida en el 457 a.C y
otros en el 428 e incluso en el 326 a. C.) que cambia la naturaleza de la misma, ya que la
sujeción dejó de ser personal y pasó a vincular al patrimonio del deudor (pudiendo el
acreedor cobrarse con éste ante el incumplimiento del deudor).

Los romanos definieron la obligación como: "Obligatio est iuris vinculum quo nesessitate
adstringimur alicuius solvendae rei secundum nostrae civitatis iura" que se puede traducir
como «una obligación es el vínculo jurídico que nos constriñe en la necesidad de pagar
algo según el derecho de nuestra ciudad.»

ELEMENTOS DE LA OBLIGACIÓN:
1. Sujeto
La obligación tiene el efecto de sujetar a dos personas, en cierta medida la una de la otra,
quitándole algo de su libertad natural y haciendo adquirir a la otra una cierta ventaja que
no está contenida en el simple ejercicio de la suya.
La persona ligada es el “debitor o reus” (deudor o reo), la dueña del lazo recibe el nombre
de “creditor” (acreedor). La ley pone a la disposición del acreedor determinados medios
coactivos (las acciones y las vías de ejecución) para lograr que el deudor preste la
conducta debida.
Así, entonces , el primer elemento de toda obligación son los sujetos: sujeto activo o
acreedor (creditoris) que es quien tiene derecho a exigir una determinada conducta del

1 sujeto pasivo o deudor (debitoris) que es quien tiene el deber jurídico de cumplir con ella.

Por lo tanto, el acreedor es titular de un derecho personal o de crédito, en vistud del cual se le
faculta la conducta de otra persona, la del deudor, quien a su vez debe cumplir con ella.

El derecho del acreedor se puede exigir con una acción personal (actio in personam) y solo es
oponible a una persona específica; al deudor, que es el único que puede violarlo.
Cualquiera de los dos sujetos de una obligación puede estar integrado por una o varias
personas, lo cual no altera en nada su esencia.

2. Objeto
La obligación tiene un objeto determinado (“debitum o res debita”) que consiste en una
determinada conducta o comportamiento que el deudor debe prestar a favor de su acreedor
(“alicuius solvendae rei”). El objeto de la obligación siempre debe ser apreciable en dinero.
La obligación una vez nacida es naturalmente perpetua, ya que ningún lapso basta para hacerla
desaparecer, el tiempo por sí solo no podrá modificar la relación una vez establecida entre dos
personas.
El objeto de la obligación puede consistir en un dare, facere, praestare, non facer o pati.
• Dare: se utiliza para referirse a la transmisión de dominio de alguna cosa, es decir a hacer al
acreedor propietario de algo.
• Facere: se refiere a toda conducta que consista e un acto positivo, un hacer y que no
implique la transmisión de dominio de una cosa, o sea que no es un dare.

• Praestare: se emplea para aludir al contenido de la obligación en general, es la prestación,


ya sea de un dare o de un facere, pero también se utiliza para definir una garantía de la
obligación.
• Non facere o pati: consiste en abstenerse de algo, no hacer o tolerar algo.
El objeto de de toda obligación debe reunir ciertos requisitos:

a. Ha de ser posible tanto física como jurídicamente:


b. Debe ser lícita: no contraria a la ley ni a las buenas costumbres
3. Debe ser determinada o determinable y valorable en dinero

CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES.


Las obligaciones son susceptibles de dividirse en:
a) Clasificación de las obligaciones según la naturaleza de su vínculo.

1. Según la naturaleza de su vínculo, tenemos las obligaciones civiles, pretorias, del derecho de
gentes y naturales.
a. En las civiles la parte activa o acreedor, siempre cuenta con una acción para que la parte
pasiva pueda ser coaccionada y le preste la conducta prometida o debida. Estas obligaciones
en un principio sólo ligaban a los ciudadanos romanos, a los quirites.
b.Las obligaciones son pretorias cuando el pretor las ha establecido en virtud de su jurisdicción,
esto es, se encuentran en su álbum, dando al acreedor una acción para hacer valer su derecho
frente al deudor; la fuente principal de estas obligaciones es, desde luego, el pretor, pero
también tiene como fuente al edicto de los ediles curules y a las disposiciones del prefecto del
pretorio, cuyos edictos adquieren fuerza obligatoria por orden del emperador Alejandro Severo.

c. Las obligaciones del derecho de gentes eran las que procedían de los contratos derivados
de este derecho, tales como el comodato, el depósito, la compraventa, etc., y las obligaciones
que hacían nacer comprometían tanto a los ciudadanos romanos como a peregrinos.
d. Las obligaciones naturales son aquellas en las que el acreedor no cuenta con una acción
procesal para hacer valer su crédito, éste se encuentra desprovisto de acción, aunque no de
consecuencias jurídicas; si el deudor cumple con lo que debe, su pago es válido y no le da
lugar a la “condictio indebiti” (condición de lo indebido); el cumplimiento de una obligación
natural puede garantizarse con garantías reales o con garantías personales.
2. Clasificación de las obligaciones en atención a su forma de interpretación
.
a. Obligaciones de estricto derecho ( “stricti iuris”). Son aquellas que provenían de negocios
del antiguo derecho quiritario que eran rigoristas y formales, como el “nexum”, la estipulación,
etc., en las cuales el deudor se encontraba obligado a lo contratado sin que razones de
justicia o de equidad pudieran aumentar o disminuir el contenido de su deber. (no se
interpreta nada, se atiende lo que la letra dice)
b. Obligaciones de buena fe (“bonae fidei”) Estas obligaciones se originaron de los contratos
de buena fe introducidos por la benéfica influencia del derecho de gentes, se deja la
posibilidad e interpretación.
3: Clasificación de las obligaciones atiendo a su eficacia procesal.
a. Obligaciones perfectas e imperfectas. Son aquéllas provistas de acción, lo cual permitía al
acreedor obligar judicialmente al deudor a su cumplimiento; dentro de éstas tenemos a las
obligaciones civiles y a las obligaciones pretorias.
b. Obligaciones imperfectas: son las están desprovistas de acción y no permiten al acreedor
compeler judicialmente al deudor omiso, pero si se cumplen, el derecho les reconoce
efectos; éstas son las obligaciones naturales.
c. La obligación natural es aquella fundada en el derecho natural y en la equidad y que por
tanto no dan acción para exigir su cumplimiento, pero que una vez cumplidas por el deudor,
autorizan al acreedor a retener lo pagado por razón de ellas.
4.- División de las Obligaciones según su Objeto.
Según la naturaleza de la prestación, desde el punto de vista del objeto, tenemos entre otras,
las siguientes obligaciones.

a. Obligaciones de dar (“dare”) son aquellas cuyo objeto consiste en la transmisión de la


propiedad de una cosa o en la constitución de otro derecho real sobre la misma.
b. Obligación de hacer (“facere”). Papiniano dice: “ el término hacer comprende toda clase de
hacer: dar, pagar, entregar dinero, pasear. Las obligaciones de hacer conllevan la realización
de un hecho por parte del obligado, como cavar un foso, pintar una casa.
c. Obligación de prestar. (“praestare”), son aquellas cuyo objeto no consiste en transferir la
propiedad de una cosa o en constituir un derecho real sobre la misma, sino tan sólo en
conceder el simple uso de una cosa a una persona, como en el caso del comodato o la
locación.
d. Obligación de no hacer (“non facere”) consisten en una abstención, en un no hacer por
parte del deudor, es decir, que se cumple con esta obligación.

5.- División de las obligaciones atendiendo al objeto:

a. Obligaciones simples y obligaciones compuestas. Las primeras son aquellas que sólo
comprenden una prestación; las segundas, las que implican varias prestaciones.

b. Obligaciones divisibles u obligaciones indivisibles. La obligación se considera divisible


cuando por razón de su objeto se puede ejecutar en partes. Son indivisibles cuando su
objeto no puede fraccionarse, pero como el objeto de la obligación finalmente puede ser
apreciado en dinero, casi no habrá obligación que no pueda ser reducida a divisible.
c. Obligaciones genéricas y obligaciones específicas. Las genéricas son aquellas cuyo
objeto consiste en la entrega de cuerpos “quae pondere, numero, mensura, continentur”,
esto es, que
se pesan, se cuentan o se miden. Tienen como objeto las cosas llamadas genéricas,
fungibles o consumibles, cosas que son intercambiables y cuya pérdida no libera de su
obligación al deudor:
“genera non pereunt” (las cosas genéricas no se extinguen). Por el contrario, la obligación
específica tiene por objeto la entrega de tal cuerpo, determinado individualmente, de
modo que si perece el deudor queda liberado de su obligación, generalmente.
FUENTES DE LAS OBLIGACIONES
Se entiende por fuentes de las obligaciones a los hechos jurídicos de donde ellas emanan.
En las instituciones de Gayo se señalan dos fuentes d elas obligaciones:

1. Los contratos: acuerdo de voluntades entre varias personas que tiene por objeto producir
obligaciones civiles
2. Los delitos: hechos contrarios al derecho y castigados por la ley. Pero a lo largo de la
obra de Justiniano este lista se amplía hasta comprender todos los hechos que puedan dar
origen a una obligación y abarcó asi los:

3. Los Cuasicontratos: es una figura muy parecida a la del contrato por cuanto
produceconsecuencias semejantes a las de él, pero que carece del consentimiento que es
un elemento esencial del contrato.
4. Los cuasi delitos: hecho que sin ser verdaderamente delito origina los mismos efectos de
los delitos y principalmente la obligación de reparar daños causados.
5. Los pactos: se entiende por pacto el hecho de que dos o mas personas se pongan de
acuerdo respecto de un objeto determinado sin existir ninguna formalidad e por medio.
6.La ley: cuando el sujeto se encuentra en el sujeto previsto por por determinada
disposición legal, tiene forzosa y necesariamente la obligación de cumplir con lo señalado
por el ordenamiento.
7. La Sentencia: las partes que intervienen en un litigio quedan obligadas a cumplir con la
sentencia que el él dicte la autoridad correspondiente.
INCUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES
El cumplimiento de una obligación puede deberse por causas imputables al deudor (dolo,
culpa) o por causas ajenas a su voluntad (caso fortuito, fuerza mayor)
1. Mora: es el retraso culpable o doloso en el cumplimeinto de una obligación.
En el derecho romano se consideran dos tipos de mora:
a. Mora creditoris: se da cuando el acreedor rechaza injustificadamente la oferta del pago
del deudor

b. Mora debitoris. Se cuando el retraso en el cumplimiento de la deuda le es imputable al


deudor y la deuda ya está vencida.

2. Dolo: Existe dolo cuando el deudor no cumple la obligación con la intención de dañaral
acreedor.los elementos del dolo son;

a. Se incumple por un acto o una omisión del deudor.

b. Se incumple intencionalmente
c. El incumplimiento acarrea perjuicio económico a la otra parte.

El dolo no de presume, debe ser probado por el acreedor.


3. Culpa: se da cuando el deudor ocasiona un daño al acreedor, por su falta de cuidado o
negligencia.

Existen tres diferentes grados de culpa:

a. Culpa lata: grave o excesiva negligencia


b. Culpa levis: menos grave
4. Caso fortuito o fuerza mayor: es un acontecimiento no imputable al deudor que hace
imposible el cumplimiento de la obligación.- puede ser un hecho natural como in
terremoto o un hecho jurídico como que la cosa haya sido retirada del comercio.

TRANSMISION DE LAS OBLIGACIONES


La deuda se trasmite cuando el acreedor cede su crédito a otra, lo que se conoce como
“Cesión de créditos” o cuando un nuevo deudor asume la deuda del primero que se
conoce como “Asunción de deudas”.

1. Cesión de Créditos.
En la cesión de créditos ocurre la sustitución del acreedor por otra persona a quien se le
transmiten los derechos nacidos del vínculo obligacional. El acreedor original que transmite
el crédito se denomina cedente; el nuevo acreedor se denomina cesionario y el deudor
sigue siendo el mismo, y de denomina cedido.

La cesión podía deberse a diferentes causas: compraventa, donación etc. y el cedente


debía responder de la existencia del crédito, pero no de la solvencia del deudor.
La cesión del crédito podría hacerse por cualquiera de dos formas:

a. La Novación: es la sustitución de una antigua obligación por una


nueva.- durante algún tiempo era necesario que el deudor consintiera en pagar al nuevo
acreedor.
b. Procuratio in rem suam: el cedente le otorga un mandato al cesionario autorizándole a
cobrar el crédito en su nombre, pero en beneficio propio, cediéndole de esta manera el
crédito para beneficio propio.
2. Asunción de deudas:
Es la sustitución del deudor por otra persona que asume la deuda, es decir que se
compromete a pagar la deuda del primero.

EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES

La extinción de la obligación disuelve el vínculo existente entre el deudor y el acreedor.


En el derecho romano se exigía que para dar por terminada la deuda, el deudor debía
realizar el actus contraruis que no era más que un acto solemne para dar por cancelada la
deuda, similar al que se llevaba a cabo cuando se contraía la obligación.

La evolución del derecho romano en la extinción de las obligaciones avanzó hasta clasificar
la extinción de las obligaciones en dos grupos:
1. Modos extintivos que operan ipso iure: son los modos extintivos que que podían
alegarse en cualquier momento del juicio y extinguían la obligación de forma automática y
de pleno derecho.
a. Pago: es el modo normal de extinguirse una obligación; consiste en el cumplimiento de
la obligación, cualquiera que esta fuera. El pago lo hace el deudor al acreedor y la forma de
pago debe coincidir con el contenido de la obligación, solamente puede cumplir con una
obligación distinta cuando el acreedor así lo consintiere.- Si un deudor tiene varias deudas
con el mismo acreedor y al acreditarse el pago no expresa a que deuda debe aplicarse, el
pago debe aplicarse primero a los intereses, después a las deudas vencidas y finalmente a
la mas antigua o a la mas onerosa, si no se daba la última condición, el pago se aplicaba
proporcionalmente a las deudas vencidas.- en cuanto al lugar de pago, debía hacerse lo
siguiente: si se trataba de cosas inciertas o fungibles, el cumplimiento debía ser en el
domicilio del deudor, si eran cosas inmuebleso de otra cosa cierta, el lugar del pago era
donde estuvieran los bienes.- En cuanto al tiempo de pago, se respetaba lo estipulado por
la partes, pero a falta de estipulación, la regla era que la obligación se vence el día que
nace, sin embargo se espera un tiempo razonable en el que el deudor podría cumplir la
obligación.
b. Novación: es la sustitución de una obligación por otra.
c. Confusión: consiste en que lleguen a coincidir en una misma persona la calidad de
acreedor y deudor : por ejemplo, como consecuencia de una herencia en la que eldeudor
fuera el heredero del acreedor.- (el hijo que le debe al padre, luego el padre muere y el hijo
es el heredero, queda entonces, el hijo, como deudor y acreedor )
d. Pérdida de la cosa debida: si el objeto de la obligación era una cosa específica y esta se
perdía por causas no imputables al deudor, la obligación se extinguía.
e. Mutuo Disentimiento: o consentimiento contrario, tiene lugar en las obligaciones que se
perfeccionan por el consentimiento de las partes; el mutuo disentimiento debe darse antes
de que una de las partes cumpla con su prestación.
f. Concurso de causas lucrativas: existe cuando el deudor adquiere, por diferente causa,el
objeto que se le adeuda, pues no es posible que la obligación recaiga sobre algo que ya
está en dominio del acreedor.

2. Modos extintivos que operan ope exceptionis: estos se aplicaban en la formula y dejan
un margen de posibilidad para que el acreedor vuelva a accionar (inicialmente, pero en
tiempos de Justiniano se todas las causas tenían la misma eficacia, no había distinción de
estos dos grupos)
a. Compensación: es la compensación simultánea de dos deudas hasta por su diferencia.
Se da cuando el deudor opone a su acreedor un crédito que tenía a su vez en contra de
éste (yo te debo y tú me debes).
Era necesario que los dos tuvieran sus deudas vencidas, que ambas tuvieran el mismo
objeto genérico, que abas fueras determinadas y válidas.
b. Pacto de non pretendo: es un pacto o acuerdo informal de perdón de deuda.

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LOS CONTRATOS EN GENERAL
(Fuente principal de las obligaciones)

Contrato es el acuerdo de voluntades destinado a crear una o varias obligaciones sancionadas


por una acción judicial.

Características de los Contratos:


1. Contiene una convención (o convenio)
2. Esta convención tiende a obligar
3. Lleva un nombre técnico, es nominativo
Los elementos esenciales del contrato:
a. Sujetos
b. El consentimiento de las partes
c. El objeto
d. La causa
e. La forma

De los sujetos:
Lo sujetos son las partes que intervienen en un negocio jurídico que por regla general
coinciden con los sujetos de la obligación.

La Capacidad de las Partes


En la celebración de los negocios jurídicos interviene dos o más personas, que toman una(s) el
carácter de acreedor y la(s) otra(s) el de deudor, pero para esto es necesario que sean capaces
para obligarse. La capacidad es la regla, la incapacidad es la excepción y en cada caso especial
es señalada por la ley.- Por tanto, podrá ser sujeto de contrato toda persona que goce de plena
capacidad jurídica y que por disposición legal expresa no esté incapacitada para realizar un
acto determinado.
Las circunstancias que pueden limitar la capacidad de una persona para contratar tienen que
ver con la edad, el sexo, la enfermedad mental y la prodigalidad.
Son incapaces aquellos a quienes la ley anula el consentimiento.

Hay dos tipos de incapacidades:


a. Incapacidad de goce
b. Incapacidad de ejercicio
La capacidad de goce la tienen todos los hombres libres ciudadanos romanos,
independientemente de su edad; la capacidad de ejercicio sólo la disfrutan los mayores de
edad varones; las mujeres, los menores de edad y los dependientes (“alieni iuris”) tienen
capacidad restringida.
El consentimiento es el acuerdo de voluntades de las partes que se entienden para producir un
efecto jurídico determinado.

Del consentimiento
El consentimiento debe ser real, manifestado por signos exteriores que provengan de las
personas capaces, no existirá si proviene de personas que no tienen voluntad según la ley,
como el loco y el menor de edad.
El consentimiento puede estar viciado por distintas causas que son:
a. Error
b. Dolo
c. Intimidación
d. Lesión

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Error: Ulpiano tenía una máxima que reza: “donde hay error no hay consentimiento”.

El error se puede definir como el desconocimiento o el falso conocimiento de los hechos o del
derecho.

No hay acuerdo cuando las partes han creído consentir, pero un error ha destruido su consentimiento,
estos errores pueden ser:
a)Error sobre la naturaleza del contrato: ocurre cuando cada uno de los sujetos cree que está
celebrado un contrato diferente
b)Error sobre la identidad de la persona: este se da cuando se realiza el contrato atendiendo a la
calidad de la persona, al no darse la misma el contrato se anula.

c)Error sobre la indicación del objeto: si las partes no coinciden al referirse al objeto materia del
contrato.
d)Error sobre la causa: si una de las partes sobre el motivo que impulsó a la otra parte a celebrar el
contrato.
f) Error sobre la calidad: si el error es sobre la calida esencial se anula el contrato; si es sobre calidad
accesoria, el contrato subsiste.
Dolo: es toda astucia o maquinación utilizada por una parte para que la otra incurra en error.
Intimidación: ésta se manifiesta en actos de violencia, ya sea física o moral que traerán como
consecuencia que la persona sobre quien se ejerce no exprese libremente su intención.

Lesión: se da cuando una parte se aprovecha de la ignorancia o de la difícil situación económica de la


otra parte, se diferencia del dolo en que no hay engaño alguno, tampoco hay violencia aunque sí una
presión indirecta que es la que está forzando a la otra parte a dar su consentimiento.
‫ ٭‬Del objeto
El objeto del contrato es la prestación a la cual se compromete el deudor para con su acreedor y a
la que éste tiene derecho y sin la cual no sería concebible la obligación. El objeto de un contrato
consiste en la creación de una o varias obligaciones, el hecho o la conducta del deudor hacia el
acreedor (“id quod debetur”).

El objeto de la obligación consiste puede consistir en un “dare, facere o praestare”. “Facere” y


“praestare” tienen una significación amplia en la cual comprenden todo aquello que puede ser objeto
de una obligación. “Praestare” comprende una categoría especial de hechos: aquellos que se aplican a
una cosa corporal sin exigir ni arte, ni creación de ninguna especie: los hechos que consisten en poner
de una manera más o menos completa una cosa corporal o incorporal a la disposición de un tercero sin
hacerlo propietario.
Requisitos que debe reunir el objeto de una obligación:

a. El objeto debe lícito: es lógico porque si el derecho prohíbe las cosas ilícitas, no puede permitir un
contrato sobre algo ilícito.
b. El objeto debe ser posible: a la posibilidad entendemos que se pueda realizar tanto física como
jurídicamente.
a. El objeto debe estar suficientemente determinado: esto quiere decir que los deberes contraídos por
las partes deben estar nítidamente definidos.
b. Debe ser apreciable en dinero; esto es por si perece por algún motivo, entonces tendrá que ser
sustituido por una cantidad de dinero.

De la Causa

Se entiende por causa la motivación que tiene una persona para realizar un negocio jurídico.

‫ ٭‬De la forma.

Este último elemento está determinado por los requisitos a que debe sujetarse la relación
contractual, en otras palabras, es el molde que configura cada contrato. La forma son las
solemnidades por las que las partes tienen que pasar, para que su acuerdo tenga validez
jurídica y dé nacimiento a obligaciones. Si no se cumple con la forma establecida por el
antiguo “ius civile”, no existirá el negocio al que quisieron dar nacimiento las partes
contratantes.

Teniendo en consideración la causa civil que determina la manera como se perfeccionaban


los contratos, éstos podían ser formales y no formales; aquellos requerían la realización de la
formalidad o solemnidad exigida para ser válidos. La forma es el molde objetivo por el cual
las partes debían pasar su convenio o pacto para que éste fuera obligatorio.
CLASIFICACIÓN DE LOS CONTRATOS

1.- La primera gran clasificación de los contratos es en Contratos Nominados y Contratos


Innominados.
a. Nominados. Son todos aquellos que tienen nombre especifico y particular confirmado por
el derecho y que fueron aceptados y dotados de acción, para sancionar su cumplimiento, en
la época clásica del Derecho Romano y fueron los contratos “verbis, litteris, re” y
consensuales.

b. Innominados. Son los no aparecían en la clasificación clásica de los contratos y que no


habían sido aceptados ni sancionados por el derecho.
2.- Atendiendo a la forma en que se perfeccionan. Los contratos se dividen en:
a. Contrato “Verbis”. Cuando se perfeccionan por las palabras. Son la “dictio dotis”, el
“iusiurandum liberti” y la “stipulatio”. Estos contratos se perfeccionan por medio de las
palabras, bajo ciertos requisitos.

b. Contrato “Litteris”. Cuando se realizan por menciones escritas. El contrato “litteris” se


perfecciona por medio de menciones escritas llamadas “nomina transcriptitia”, y que
literalmente significa nombres que son transcritos, nombres de los deudores que aparecen el
codex” o libro de caja del acreedor, con las cantidades que por ellos le son debidas.
c. Contrato “Real ”. Cuando son perfectos por la entrega de la cosa.
Los contratos “re”, mutuo o préstamo de consumo, comodato o préstamo de uso, depósito o
prenda, se perfecciona por la entrega de la cosa (“Re”), pues se consideró con razón que
nadie estaba obligado a devolver si previamente no había recibido.
d. Contrato “Consensu”. Cuando para su perfeccionamiento basta el consentimiento de las
partes. Los contratos consensuales, compraventa, arrendamiento, sociedad y mandato, son
perfectos por le sólo consentimiento de las partes; son el polo opuesto de los contratos
formales y solemnes del antiguo derecho civil.

3.- Por la Manera de Interpretarlos los contratos se dividen en:

a. Contratos de Derecho Estricto. Son aquellos en los cuales debe ajustarse a lo convenido
expresamente, sin posibilidad alguna de interpretación.
b. Contratos de buena fe. Son aquellos en los cuales se puede interpretar la intención de
las partes.

4.- Por los efectos que producen sobre las partes los contratos se clasifican en:

a. Unilaterales. Son los que sólo engendran obligación para una sola de las partes.
b. Sinalagmáticos. Son aquellos que producen obligaciones para ambas partes.

5.- Desde el punto de vista de si tienen existencia propia o no los contratos se clasifican
en:
a. Contrato principal: es aquel que subsiste por si mismo e independientemente de
cualquier otro, por ejemplo el arrendamiento.
b. Contrato accesorio: el que funda su existencia en la existencia de otro contrato y no
puede subsistir sin él, como los contratos de garantía.

SUCESIONES
La rama del derecho que se llama derecho hereditario, sucesorio o simplemente
sucesiones, regula las consecuencias que se producen con la muerte, entre otras la
designación de herederos, la transmisión del patrimonio y la manera en que esta puede
hacerse.
Los derechos y deberes de las personas no se extinguen con la muerte y aunque hay
excepciones a la regla, estas son muy pocas.
No se trasmiten los derechos políticos, ni los drivados del derecho de familia, como los
derechos matrimoniales, la patria potestad, la tutela, pero casi todos los derechos
patrimoniales son transmisibles por herencia.
La transmisión de un patrimonio puede operarse por los modos siguientes:
a. Herencia
b.Fideicomiso de herencia, encargo hecho por el testador al heredero de que transmita la
herencia a otra persona;
c.“Bonorum possessio”, cuando el pretor adjudica la posesión de los bienes de una
persona fallecida, a personas que él estima deben recibir tales bienes;
d.“in iure cessio”, cuando el heredero “ab intestato” cedía la sucesión la sucesión a un
tercero;
e.“bonorum addictio”, cuando se atribuía la sucesión cargada de deudas a un esclavo o a
un tercero, con objeto de salvar las manumisiones y evitar al difunto la nota de infamia por
la consiguiente venta de los bienes;
f.“adrogatio”, el adrogado pasa con sus descendientes y patrimonio bajo la potestad del
adrogante;
g.“manus”, por esta potestad el marido, o quien tenga la patria potestad, adquiría los
bienes de la mujer;

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h.“dominica potestas”, el que se hace esclavo pierde todo su patrimonio en beneficio del
amo bajo cuya potestad cae;

i.“bonum sectio”, que era la venta pública en masa de los bienes de un deudor del estado;
j.“bonorum venditio”, que era la venta en bloque de los bienes de los bienes de un deudor
en beneficio de sus acreedores;

k.confiscación, cuando el estado se adjudicaba el patrimonio de un particular.

En las más pura doctrina romana una sucesión comprende reunidas en un todo
inseparable:

1)el derecho y la obligación de continuar el culto privado (“sacra privata”) del difunto;
2)el derecho a todo el activo del patrimonio del de “cuius” (aquél de cuya sucesión se
trata);
3)la obligación de asumir todo el pasivo, aun cuando éste supere el activo. Por lo que el
heredero es aquel que sucede al difunto tanto en su culto como en su patrimonio y en
esta medida continúa la personalidad jurídica del difunto; el heredero sucede en todos los
derechos al difunto, que tiene los mismos derechos y facultades que tuvo el difunto.
Al desaparecer la “sacra privata”, el heredero sucede al difunto sólo en relación a sus
derechos y obligaciones patrimoniales. Mientras no se recogía la sucesión, ésta sostenía y
continuaba por sí misma la persona del difunto, formaba una especie de persona legal
(“hereditas personae vice fungitur”) considerada como propietaria de las cosas
hereditarias.
Son objeto de la sucesión todos aquellos derechos y obligaciones patrimoniales que no
sean estrictamente personales del de “cuius”.
El patrimonio recogido por el heredero se llama herencia o sucesión.

Las adquisiciones patrimoniales pueden realizarse de dos formas:


a.A título universal (“adquisitio per universitatem”)
b.A título singular.
La sucesión universal “mortis causa”
La sucesión universal mortis causase puede definir como la transmisón a uno o varios
herederos de un patrimonio perteneciente a un difunto.
La sucesión universal mortis causa opera sobre la totalidad de un patrimonio que pasa al
heredero y en él se personifica el título adquisitivo, reuniéndose en su persona todos los
derechos que forman el patrimonio hereditario, por el mero hecho de pertenecer a éste y
en virtud del título personal que en el heredero ocurre; por eso se dice que la adquisición
es universal, porque abarca una universalidad de bienes y derechos.
Vías Sucesorias
El llamado a heredar se puede hacer de dos maneras (Vías):
1.La sucesión ab intestato: o sucesión legítima en la que la ley suple la voluntad del difunto
por no haber dejado este un testamento.
2.Sucesión testamentaria: en la que se sigue la voluntad del difunto conforme a lo que
hubiera dispuesto en su testamento.

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La Sucesión “Ab Intestato”

Muere intestado aquel que no ha hecho ningún testamento, o lo hizo, pero fue invalidado,
roto, inútil, o no ha producido ningún heredero. El hecho de que alguno muera intestado
puede ocurrir de hecho o de derecho; de hecho, si muere sin dejar testamento; de
derecho, si ha dejado uno que no ha sido admitido por el derecho.

Se pueden reducir a cinco las hipótesis en las cuales no hay heredero testamentario:

1) Cuando el difunto era incapaz de testar.


2) Cuando siendo capaz no había usado su prerrogativa.

3) Cuando el testamento era nulo desde el principio, o bien. Hecho válidamente, después
se volvía nulo “ipso iure” o era rescindido por inoficioso.
4) Cuando a pesar de la validez originaria y la subsistencia del testamento, la adición se
vuelve imposible tanto por una circunstancia personal del instituido, como la muerte, la
pérdida de la “testamenti factio” o del “ius capiendi” (capacidad testamentaria o del
derecho de recibir por testamento), como por una causa que les es extraña.

5) Cuando finalmente, el instituido heredero se excluye voluntariamente por una


repudiación. En todos estos casos el difunto se considera como intestado y la sucesión
que deja se llama indiferentemente sucesión “ab intestato” o sucesión legítima, porque la
ley misma la atribuye directamente a la persona que señala.
Los Parientes Excluidos.

La herencia de los que morían intestados se entregaba por la ley de las Doce Tablas en el
siguiente orden:
a.En primer término a los herederos suyos,
b.Después a los agnados

c.A veces también a los gentiles, de modo que el que no era heredero suyo, agnado o
gentil, se encontraba excluido de la sucesión “ab intestato”.
En estas condiciones no eran llamados:
a) los hijos emancipados o salidos por alguna otra causa de la familia civil del difunto;
b) los nietos nacidos de una hija, porque esta dejaba de pertenecer a su familia natural,
para pasar a formar parte de la familia de su marido;
c) Los hijos no suceden a la madre y viceversa, por no existir entre ellos la potestad
paterna, base de la familia civil; sólo la “manu” modificaba esta situación, porque entonces
si entraba la madre en la familia civil, haciéndose la agnada de sus hijos pero en segundo
grado y a título de hermana (“loco sororis”). Este primitivo derecho se fue modificando bajo
la influencia del derecho pretorio, de los senadoconsultos y de las constituciones
imperiales, hasta que Justiniano crea un nuevo sistema de sus Novelas 118 y 127, dando
cabida a todos estos parientes que anteriormente eran excluidos de la sucesión “ab
intestato”.

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La Sucesión Testamentaria

El testamento puede definirse como un acto jurídico solemne, de última voluntad, por el
cual una persona instituía heredero o herederos, disponía de sus bienes para después de
su muerte; y también podía incluir otras disposiciones tales como legados, fideicomisos,
manumisiones y nombramientos de tutores y curadores.

El testador dispone para después de su muerte, por tanto, durante su vida, el testamento
no confiere ningún derecho y es revocable.
Lo que caracteriza al testamento es la institución del heredero, por él son
posibles las demás disposiciones: desheredaciones, legados,
fideicomisos, etc.; si falta esta institución por cualquier causa, las demás disposiciones se
desvanecen. La
voluntad del testador debe manifestarse en las formas establecidas, de ahí las
expresiones “ordinare, celebrare testamentum”.

La transmisión del patrimonio por testamento es de derecho natural, como la propiedad,


de la cual es atributo, pero en Roma está regulada por el derecho civil porque no sólo
afectaba intereses privados, sino públicos: los intereses de la sociedad y de la religión, de
ahí que Papiano haya dicho: la confección del testamento no pertenece al derecho
privado , sino al público. La facultad de hacer testamento es un atributo del “ius
commercii”, una ventaja que tenía el ciudadano romano en el orden familiar.
Casos especiales para testar:
•El filiusfamilias sólo puede disponer por testamento de sus peculio castrenses y
“quasi castrenses”.
•La mujer “sui iuris” (independiente) en un principio sólo podía testar con la autorización de
su tutor; esta restricción desaparece al terminar la tutela perpetua de las mujeres.
•El menor, el loco, el pródigo, no tienen “testamenti factio” activa (facultad para testar).
•El sordo y el mudo pueden hacer testamento con licencia del príncipe.
•Los rehenes no pueden testar, salvo con permiso expreso.
La Capacidad del Heredero

Para que la institución del heredero sea válida, se le exige la “testamenti factio” en los
momentos (tiempo) siguientes:

a) En el momento de la confección del testamento;


b) En el momento de la delación de la sucesión, que es cuando el derecho se abre en su
beneficio;
c) En el momento en que el instituido acepta la sucesión. Entre la confección del
testamento y la delación de la sucesión, la pérdida de la “testamenti factio” no daña al
heredero, con tal de que la recobre en el momento de la delación y ya no la pierda.
Pueden ser instituidos herederos las personas que tienen la relación testamentaria con el
testador, esto es, los que tienen la aptitud legal para ser designados por el testador. Para
tener esta capacidad es necesario poseer el “ius comercium”, del cual la “factio
testamenti” es un corolario; por tanto no pueden ser designados herederos: a) Los latinos
junianos, los peregrinos;
b) los esclavos sin amo, pues el esclavo no tiene más que una capacidad prestada;
c) Por la misma razón, los esclavos cuyo amo no pueda ser instituido por el testador;
d) Las personas inciertas, debiendo entenderse por tales no a aquellas que no haya visto
el testador, sino aquellas de las que no pueda formarse una idea precisa, como cuando
quiera instituir a la primera persona que vaya a su funerales.

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Nulidad de los Testamentos


Un testamento hecho legalmente es válido hasta que se rompe o se hace inútil. Todo
testamento que no se ajusta a las formas prescritas, que emana de un testamento
incapaz, que instituye a herederos incapaces, que no satisface las reglas referentes a la
institución del heredero o a la desheredación, es definitivamente nulo según el derecho
civil. Cuando es contrario a la ley se le llama “iniustum o non iure factum” (contra derecho
o no hecho conforme a derecho); cuando está condenado a permanecer sin efecto se le
llama inútil o “nullius momenti” (vano o de ningún efecto). El testamento puede ser válido
en un principio, pero puede resultar ineficaz por una causa posterior a su confección.

Causas posteriores a la confección que pueden invalidar un testamento:


a) “Testamentum ruptum”. Testamento roto, el testamento es “ruptum” por dos causas:
i.Por la agnación de un heredero suyo que no ha sido ni instituido, ni desheredado
legalmente como cuando le nace al testador un hijo o una hija, o cuando por adopción o
adrogación entra una persona a la “domus” (casa) del paterfamilias.
ii.El testamento se rompe también por la confección posterior de otro testamento.
En los dos casos la ruptura del testamento es el resultado de una interpretación de la
voluntad probable del difunto.
Al ser declarado “ruptum” el testamento por la agnación de un póstumo (“ruptum
adgnatione postumi”) se llamaba al heredero suyo como heredero “ab intestato”,
reparándose en esta forma la omisión del padre. En cuanto a la ruptura por la confección
de un testamento posterior, está fundada sobre una presunción de revocación que su
generalización y carácter absoluto la vuelve criticable, pues es posible que las
disposiciones de los dos testamentos no sean incompatibles y no se ve por qué el
testador que las reúne válidamente en un acto no pueda también separarlas en dos.
b)“Testamentum irritum”, El testamento se vuelve “irritum” (inútil) cuando después de su
confección el testador sufre una “capitis diminutio”; como ésta cambia el status del
testador, impide la confirmación o perpetuación de su voluntad y se reputa que el
testamento no ha sido obra del difunto. Resulta írrito un testamento siempre que sucede
algo al testador.

c)“Testamentum destitutum”. El testamento cesa igualmente de ser eficaz cuando es


“destitutum” (desierto), es decir cuando los herederos instituidos o los substitutos no han
querido aceptar la sucesión, o no han podido, como cuando se realiza la condición bajo la
cual se instituía al heredero.

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Testamento inoficioso.

Se llama testamento inoficioso al que se hace en perjuicio de los hijos desheredados y no


por el deber de piedad o afecto familiar. El testamento inoficioso es aquel que, regular en
su forma, despoja sin causa seria a un descendiente, o a un ascendiente, a veces a un
colateral, llamados a la sucesión legítima; este testamento denota que su autor ha
olvidado los efectos más naturales y los correspondientes deberes del afecto (“officium
pietatis”) y peca menos contra las reglas del derecho que contra los preceptos de la
moral.
Los Coherederos:

en los casos en que varias personas sean instituidas herederas se observan las siguientes
reglas:

•Cuando hay un solo heredero instituido, él recogerá toda la sucesión, aunque sólo esté
instituido por una parte; esta disposición se funda en que “nadie puede morir en parte
testado y en parte intestado”, salvo que se trate de un militar, en cuyo caso se respeta su
disposición.
•Si son varios los herederos sin atribución de partes, la sucesión se divide por parte
iguales. La herencia está considerada como un todo, como una unidad, de ahí que los
romanos la asimilaran al “as” y que cuando testaban la repartieran asignando onzas a los
herederos hasta completar el “as”. Cuando se instituía “ex asse”, el heredero recogía toda
la herencia; “ex semisse”, la mitad; “ex triente”, la tercera parte; “ex cuadrante”, la cuarta
parte.

Los Legados
El legado es una liberalidad de última voluntad, dejada en forma imperativa por
testamento o por codicilo confirmado, a cargo de uno o varios herederos. El legado es una
“delibatio hereditatis”, una segregación de algo de la herencia por la cual el testador
quiere que se atribuya a alguien algo de lo que en su conjunto va a ser del heredero. El
legatario no continúa la personalidad del difunto, gratuitamente recoge la liberalidad, sin
compromiso para él, puesto que no le pasan ni los créditos ni las deudas del difunto.
El legado es una disposición de última voluntad por la que una persona, directamente o
por intermediario de su heredero, confiere a otra un beneficio económico a expensas de
su propia herencia. Supone por lo tanto, una atribución de derecho por causa de muerte,
en beneficio del legatario y a título particular, hecha ordinariamente en el testamento o en
un codicilo confirmado en el testamento.
Además de la institución de heredero (que es el fundamento del testamento) el de “cuius”
podía imponer cargas al heredero; si eran hechas en forma imperativa, son los legados; si,
por el contrario, eran impuestas en forma de ruego, son los fideicomisos.
El testador puede legar válidamente lo mismo cosas corporales que incorporales y
asimismo una universalidad, el objeto de los legados es amplísimo, pueden ser legadas no
sólo las cosas del testador o del heredero, sino aún las cosas de otro, de tal manera que el
heredero esté obligado a comprarla y darla al legatario, o bien darle el precio, si no puede
comprarla.
Invalidez de los Legados
Los legados podían ser nulos:
a.“Ab initio”, cuando le faltaba alguna condición esencial para su validez.
b.Por aplicación de la regla Catoniana. Podía ocurrir que un legado reúna todas las
condiciones para ser válido, pero que en el momento de ser escrito haya un obstáculo
accidental para su ejecución, susceptible de desaparecer más tarde; aunque así suceda,
ese legado será nulo por aplicación de la regla Catoniana que determina que el legado
que no podía tener eficacia si hubiera muerto el testador en el momento de hacer el
testamento, no podía tener validez sea cual fuere el momento en que el testador hubiese
muerto.

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1. Por efecto de causas posteriores. Por efecto de causas posteriores pueden invalidarse
los legados como cuando el testamento cae, cuando muere o se incapacita el legatario
antes del “dies cedit”, cuando se repudia, cuando no se realiza la condición, cuando se
pierde la cosa legada sin culpa del heredero, cuando el testador lo revoca.

El Fideicomiso

El fideicomiso es una liberalidad dejada en términos preactivos por el “cuius”, de ahí su


nombre (“fidei committi”), ruega a una persona, confía en su buena fe, para que entregue
un objeto, para que cumpla con su voluntad respecto a un tercero beneficiado. Estas son
las palabras en uso para los fideicomisos: te encomiendo, pido, quiero dar y otras
semejantes. Podemos dejar por fideicomiso tanto nuestras cosa como las ajenas, las
nuestras desde luego, las ajenas comprándolas a su dueño o dando su estimación al
fideicomisario.
La persona encargada de la ejecución se denomina fiduciario, el beneficiario es el
fideicomisario. El fideicomiso debe su origen al rigor excesivo del derecho sucesorio
antiguo que fuera de la institución de heredero y de legatario, su formalismo intransigente
no admitía ningún otro modo de expresar la última voluntad, de manera que cuando el
testador quería favorecer a una persona con la que no tenía la “testamenti factio”, rogaba a
su heredero que ejecutara su deseo para dar a esa persona bien parte de la sucesión, toda
ella, o bien un objeto particular. El primero conservó su fisonomía, no así el segundo que
se fue asemejando al legado, con el cual termina por confundirse bajo Justiniano.
En un principio el fideicomiso no estuvo sancionado por el derecho, su cumplimiento
estuvo supeditado a la buena fe del fiduciario.

Por razón de su origen el fideicomiso obedece a principios más amplios que el legado,
pues puede dejarse en un testamento, instituyendo primero al heredero y después
confiándole la restitución de la herencia o parte de ella a otra u otras personas en un
codicilo y aún por alguien que haya muerto intestado.
Una vez entregada al fideicomisario la herencia, el que la ha entregado no por eso deja de
ser heredero; en cuanto al que la ha recibido, debe ser asimilado ya a un heredero, ya a un
legatario.
El fideicomiso puede ser puesto a cargo del heredero, del legatario o a cargo de un primer
fideicomisario de herencia,
mientras que sólo se podía legar a cargo del heredero.
El fideicomisario sólo tiene un derecho de crédito en contra del fiduciario, que le permite
una persecución sobre la cual resuelve el mismo magistrado “extra ordinem”, para que le
sean entregados los bienes de la herencia.

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