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LA FA MI LIA CO MO AG ENTE
E DUCAT IVO
INDICE
INTRODUCCIÓN ________________________________________ 4
OBJETIVOS DE LA UNIDAD _______________________________ 5
1. TODO EMPIEZA EN LA FAMILIA _________________________ 6
2. LA FAMILIA COMO INSTITUCIÓN. _______________________ 8
3. LAS ETAPAS DE LA FAMILIA. __________________________ 11
4. ESTILOS EDUCATIVOS _______________________________ 14
4.1 ESTILO EDUCATIVO PERMISIVO (FAMILIAS PERMISIVAS). _ 15
LA FORMA DE ACTUAR SE RESUME EN ESTA FRASE: «TODO VALE.
HAZ LO QUE QUIERAS QUE A MÍ ME DA IGUAL». EN ESTE CASO NO
HAY NORMAS: NO HAY HORARIOS, EXIGENCIAS O NORMAS... LO
IMPORTANTE ES «QUE EL NIÑO NO MOLESTE, MIENTRAS YO ESTÉ
TRANQUILO...» _______________________________________ 15
4.2 ESTILO EDUCATIVO AUTORITARIO (FAMILIAS
AUTORITARIAS). ______________________________________ 15
LA FORMA DE ACTUAR SE RESUME EN ESTA FRASE: «SE HACE
PORQUE LO DIGO YO». ES EL ESTILO CONTRAPUESTO, HAY UN
EXCESO DE NORMAS CON CASTIGOS DESPROPORCIONADOS SI NO
SE CUMPLEN. SON PADRES MUY CONTROLADORES QUE MUESTRAN
POCO AFECTO Y ALGUNOS, PARA QUE LOS HIJOS OBEDEZCAN,
LLEGAN A HACER USO DE LA FUERZA MEDIANTE LA AGRESIÓN
VERBAL E INCLUSO FÍSICA O A HACERLES EL VACÍO. __________ 15
CONSECUENCIAS:
_____________________________________ 15
4.3 ESTILO EDUCATIVO SOBREPROTECTOR( FAMILIAS MÁS
SOBREPROTECTORAS) __________________________________ 16
4.4 ESTILO EDUCATIVO DEMOCRÁTICO (FAMILIAS
RESPONSABLES) ______________________________________ 17
INTRODUCCIÓN
OBJETIVOS DE LA UNIDAD
A los padres: No podemos elegir cómo son nuestros hijos, pero sí cómo
educarlos sabiendo que seremos su referente durante toda la vida.
Hay que destacar que la familia sentará las bases, desde sus inicios, del
desarrollo emocional, personal, social y cognitivo del individuo.
La familia como institución atraviesa una gran crisis. En las últimas décadas
se han diversificado los modelos familiares, las separaciones y divorcios han
aumentado y el número de hijos por familia ha descendido. La dificultad de
acceso primer trabajo, la precariedad del empleo, la incorporación masiva
de la mujer al mercado laboral…, hacen que los jóvenes se independicen
cada vez más tarde, los matrimonios o las uniones de hecho se retrasen,
también los embarazos. Hoy el número de hijos por pareja en España no
llega al 1,4, uno de los más bajos del mundo. La edad media del primer
parto se sitúa ya en los 31 años. A pesar de que hemos evolucionado, y
mucho, a todos los niveles, las familias se están encontrando con una serie
de problemas y dificultades que en ocasiones las abruman.
Todo esto, tiene como consecuencia que se tarde más tiempo en tener
hijos. Y, unido a lo que hemos mencionado anteriormente, que también
tardan mucho más tiempo en abandonar el hogar, hace que nos
encontremos cada vez más con una mayor cantidad de padres mayores
que, en muchas ocasiones, actúan más como abuelos que como padres de
sus propios hijos.
Hoy debemos entender la familia como un grupo humano que convive unido
por lazos de afecto con un proyecto en común basado en un compromiso
recíproco inspirado en el amor. Da igual el número de sus miembros o
quiénes sean estos, cada uno según sus circunstancias tendrá que asumir
las ventajas de su modelo o las dificultades inherentes al mismo para
potenciar lo positivo y paliar lo negativo buscando siempre el bien del niño
durante la crianza.
7. Vuelven los niños. En el mejor de los casos los hijos tienen hijos y
llegan los nietos. En los tiempos actuales la función que desempeñan
los abuelos ha cambiado bastante suponiendo un soporte esencial en
muchos casos para ocuparse de los nietos mientras los hijos trabajan
hasta que comienzan a ir a la Escuela (más instrumental y menos
emblemático).
Especialmente durante las primeras etapas, las parejas para ser funcionales
deben poder formalizar, de algún modo, tres alianzas fundamentales:
4. ESTILOS EDUCATIVOS
Una de las preguntas que debemos hacer a los padres para reflexionar en
las Escuelas de Padres es: «Y tú, ¿cómo educas?». A partir de ahí se inicia
el análisis en pareja para establecer unos parámetros educativos comunes.
La forma de actuar se resume en esta frase: «Todo vale. Haz lo que quieras
que a mí me da igual». En este caso no hay normas: no hay horarios,
exigencias o normas... Lo importante es «que el niño no moleste, mientras
yo esté tranquilo...»
Consecuencias:
La forma de actuar se resume en esta frase: «Se hace porque lo digo yo».
Es el estilo contrapuesto, hay un exceso de normas con castigos
desproporcionados si no se cumplen. Son padres muy controladores que
muestran poco afecto y algunos, para que los hijos obedezcan, llegan a
hacer uso de la fuerza mediante la agresión verbal e incluso física o a
hacerles el vacío.
Consecuencias:
Consecuencias:
”En la vida real las cosas no están ni mucho menos tan claras. Sí, hay
verdadera ciencia detrás de esas generalizaciones; sí, determinadas
conductas en los padres tienden a producir determinadas conductas
en los hijos..., pero es solo una tendencia. Está plenamente probado
que el tabaco produce cáncer, pero la mayor parte de la gente que
fuma no tendrá cáncer jamás, y muchas personas con cáncer no han
fumado nunca. Criar hijos no es como cocinar: «mezcla huevos, leche
y harina, mételo en el horno y saldrá un bizcocho». Hay muchas
maneras de criar a un hijo, y nunca sabes exactamente lo que va a
salir.”
Las familias somos siempre padres novatos, no solo cuando nace un hijo,
sino siempre. El niño va creciendo y sus circunstancias con él. Cuando
cumple 1 año es la primera vez que convivimos con un niño de esta edad, y
será alguien diferente cuando cumpla 2, distinto cuando cumpla 3, y así
sucesivamente. No solo crecen físicamente, en habilidades motoras,
también su cerebro va evolucionando, adquiriendo nuevas capacidades y
generando nuevas necesidades de estímulos y aprendizaje. Hay hábitos
positivos, como también los hay negativos. Un profesor que lleve tres años
impartiendo clase a niños con una edad determinada, conoce las claves
educativas de esa edad, sabe que cabe esperar, qué repuestas puede
ofrecer, qué técnicas dan mejor resultado. Este conocimiento es de una
enorme riqueza para las familias. Pero, a su vez, el niño es un ser
dependiente del ámbito familiar, sus actitudes, reacciones, relaciones…
Tienen su punto de partida en la familia. El profesor se enriquece con el
conocimiento de las familias, su tipología, sus características y
circunstancias, porque es algo que le ayudará a comprender mejor al niño y
podrá interactuar con él conociendo su entorno familiar.
de qué forma deberían ocuparse de sus hijos. Se daba por sentado que
cada uno hacía «lo que con él habían hecho sus padres». Esto era un buen
principio para una sociedad estática en que los valores se transmitían de
manera invariable generación tras generación. Hoy todo ha cambiado y
vivimos sometidos a grandes cambios que exigen respuestas para las que
no estamos preparados porque las nuevas realidades no fueron vividas en la
infancia. Educar en la era de la tecnología siendo un padre analfabeto digital
supone tener que tomar decisiones para las que no estamos preparados,
por ejemplo.
buena escuela de familias. De ahí la frase que me oiréis repetir en todas mis
publicaciones dirigida a padres y profesores: “Educarnos para educar.
Debemos familiarizar la escuela y escolarizar las familias”. En Inteligencia
natural (Berenice, 2013) acuñé la expresión de “educación preventiva”, es
decir, formar a las familias para que, a través de los hábitos se anticipen los
problemas evitando su aparición o minimizando su impacto. En la misma
línea va Emilio Calatayud, el famoso Magistrado de Menores de Granada
cuando afirma: «A los padres cuando tienen un hijo y van al registro se les
debería obligar a asistir durante un tiempo a las Escuelas de Padres». «Yo
he estudiado para ser juez pero no para ser padre y quizás deberíamos
volver a las Escuelas de Padres».
Las AMPAS.
Los Ayuntamientos.
Podemos afirmar que, en este caso, partimos con la gran ventaja de que
podemos trabajar desde casa on-line y esto, hoy en día, con las dificultades
de conciliar la vida familiar y laboral, es muy importante. Las nuevas
tecnologías permiten que las actividades de la Universidad de Padres sean
compatibles con los horarios sobrecargados. El estudio y la actividad no
ocupan más de cuatro horas al mes, pudiendo organizarlas a su comodidad.
Se trata de una auténtica Escuela de Padres on-line.
TIEMPO DE OCIO.
RELACIONES PADRES-HIJOS.
LA ESCUELA.
HÁBITOS.
Otro de los objetivos que perseguido en esta Escuela de Padres con Talento
es que los padres y madres lean. Por este motivo se pone a su disposición
una “Asesoría bibliográfica para las familias” recomendando libros sobre
temas educativos que les ayuden a ampliar los contenidos trabajados en las
sesiones. Con esto lo que se pretende es fomentar la lectura de las familias.
Nosotros defendemos que si los padres leen los hijos también lo harán o,
por lo menos, aumentaremos las posibilidades de que esto ocurra, que no
es poco.
Por tanto, del mismo modo que existe una gran variedad de inteligencias,
también podemos encontrarnos talentos diferentes (científicos, musicales,
financieros, etc.) Hay uno de estos talentos que rara vez se menciona. Me
refiero al talento que todos tenemos para educar (educar bien, por
supuesto).
Voy a darte otra buena noticia: tú ya eres un padre con talento. Y lo que
te convierte en un padre con talento no son los conocimientos teóricos que
tienes sobre la materia sino de qué manera los llevas a la práctica a través
de tu sentido común. Ahí está la clave, en ser capaces de resolver
problemas prácticos: la acción es la que te llevará a aprender y mejorar.
Mirar con ojos de niño. Debes actuar con empatía para que tus hijos se
sientan comprendidos y te sientan cercano. El respeto es clave para una
relación sana con nuestros hijos. No olvides que tú también fuiste niño
alguna vez.
Mucho amor y cariño. El amor por nuestros hijos debe ser incondicional.
Está por encima de todo, no puedes dar cariño como recompensa a un
comportamiento de tu hijo (dar-recibir). Además, no basta con querer a tu
hijo: también tienes que decírselo y recordárselo continuamente.
Coherencia. Has de ser coherente con aquello que les dices y lo que haces
sin ofrecerles un mensaje contradictorio.
Desdramatizar. Actuar con mucho sentido del humor. Utiliza el sentido del
humor y disfruta “de” y “con” tu hijo. Esto te ayudará muchas veces a
distanciarte de los problemas y verlos desde otra perspectiva. Vive al
máximo esta oportunidad, esta experiencia que es educar y ver crecer día a
día a tu hijo.
“En cierto sentido, nos hacemos eternos a través de los hijos” Carmen
Guaita.
“Ahora hay quien dice: “Yo quiero tener hijos, pero al mismo tiempo no
quiero prescindir de nada”. Bueno, pues eso no funciona, porque al tener un
hijo, lo que aparece es alguien que reclama derechos, y eso es un incordio”
José Antonio Marina.
¿Qué te parecen?
EDUCAR es…
Una tarea que requiere de mucha paciencia y constancia para llevarla a cabo
si queremos obtener los resultados esperados. Educamos siempre a largo
plazo.
Actuar con nuestro EJEMPLO diario. Nuestro ejemplo arrastra más que
nuestras palabras. Educamos mucho más por lo que hacemos que por
aquello que decimos. Ellos nos observan todo el día: cómo reaccionamos
ante las situaciones, de qué forma hablamos, caminamos, etc. Somos su
ejemplo las 24 horas del día, los 365 días del año. No olvides el famoso
aforismo latino: la palabra enseña y el ejemplo arrastra (Verba docent
exempla traunt).
Ofrecerles todo nuestro amor y cariño pero al mismo tiempo actuando con
exigencia y firmeza en nuestra acción educativa. Proteger sí, sobreproteger
no. La sobreprotección es la desprotección más absoluta.
Y añade:
Así es, los padres tenemos derechos. ¿Te sorprende esta afirmación? Pues
así es, los padres también tenemos derechos, algo que perdemos de vista
frecuentemente. No se trata de “desvivirse” por los hijos y que estos
siempre sean “lo primero”. En palabras de Maite Vallet:
Tiempo para nosotros: para leer, practicar algún deporte, pasear, meditar,
etc.
Esto no significa que vayamos a pasar mucho menos tiempo con nuestros
hijos. A algunos padres les invade un sentimiento de culpa por estar
haciendo esto. Hemos de tener presente que actuar de esta forma no es
una actitud egoísta por nuestra parte, sino más bien todo lo contrario: si
estamos bien con nosotros mismos manteniendo ese bienestar
psicológico tan necesario, estaremos en plenas condiciones para
afrontar nuestra intervención educativa y ofrecerles lo mejor a
nuestros hijos. Me oiréis repetir que “nadie da lo que no posee”, si
queremos educar hijos felices, hemos de mostrarles que nosotros
mismos somos felices.
Es curioso pero cuando tienes un hijo todo el mundo se cree con derecho a
opinar. Y la verdad es que eso está muy bien siempre y cuando esta opinión
se manifieste con el objetivo y la intención de ayudarte en esta nueva
etapa. Pero, lamentablemente, no siempre es así y en ocasiones nos
encontramos con “críticas” hacia nuestra manera de actuar: “si lo coges en
brazos se acostumbra”, “si lo acuestas en tu cama jamás lo sacarás de ahí”,
“si le haces esto le pasará lo otro”, etc. Y esto tiene consecuencias. Una de
ellas es que vamos perdiendo la confianza en nosotros mismos a la hora de
criar y educar a nuestros hijos.
Si crees que todo seguirá igual es esta la actitud que debes trabajar y
empezar a cambiar. Decía Einstein que “Quien repite los mismos
procedimientos se condena a obtener los mismos resultados”. El cambio
puede producir resultados asombrosos... Comprobarás que si quieres que
las cosas cambien debes ser tú quien introduzca ese cambio.
Pero, ¿de qué forma podemos combatir este autosabotaje? Es más sencillo
de lo que parece. Aquí te dejo algunas ideas para conseguirlo:
Evita compararte con otros padres y madres: cada uno hace las cosas
lo mejor que sabe y puede.
Es algo que solemos hacer los padres muchas veces sin darnos ni cuenta:
etiquetar a nuestros hijos. En ocasiones decimos a nuestros hijos cosas
como: “eres un vago”, “te portas mal”, “eres un auténtico desastre”, etc.
Hemos de tener mucho cuidado al hacer esto porque corremos el riesgo de
que nuestro hijo asuma ese rasgo que le estamos asignando. Sobre todo en
las primeras etapas del desarrollo, cuando el niño está formándose una
imagen de sí mismo, cobra especial importancia aquello que le decimos
pues su propia imagen la van construyendo con los mensajes que reciben
del exterior y especialmente de nosotros, los padres.
"Los hijos que son tratados como si fuesen imposibles de educar, a menudo,
llegan a ser imposibles de educar” (Kenneth B. Clarck)
Por este motivo, es necesario que dejemos a un lado las etiquetas y cuando
queramos corregir alguna de sus conductas lo hagamos explicándole de
manera concreta qué nos parece mal y cómo lo puede mejorar.
5.5.7.1 Ejemplo.
Tenemos que decirle claramente lo que no nos gusta pero sin generalizar
concretando al máximo para que el niño aprenda qué es lo que
En ocasiones no seremos los padres los que “etiquetemos” al niño sino otros
adultos que intervienen en la educación del mismo: los abuelos, los tíos, la
escuela, etc. En este caso, deberemos intervenir para evitar que aquello
que dicen de él le condicione y acabe creyendo que realmente es así. En
este sentido deberíamos actuar todos como un auténtico equipo educativo.
5.5.7.2 Comparaciones.
1.
2.
3.
6. CONCLUSIONES
Todas las familias pasan y evolucionan por una serie de etapas. Hay que
destacar que no hay una etapa más importante que la anterior: todas son
importantes y no debemos perder de vista que cada etapa es una
preparación para la siguiente. Del mismo modo, tampoco hay un estilo
educativo mejor que otro. Quizás lo más conveniente sería recordar a las
familias que no hay una única forma de educar bien sino que tenemos
múltiples opciones y, sobre todo, las llevamos a cabo en función del niño
BIBLIOGRAFÍA