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máquinas no existe alguno de estos tres elementos y, en ciertos casos como las hélices
marinas, ninguno de los tres. En una etapa completa de una bomba, el fluido atraviesa
sucesivamente, y en este orden, la corona directriz, el rodete, el difusor y la voluta (figura
1. 2.).
Corona directriz. Es un órgano fijo cuya función es conducir el fluido hasta la sección
de entrada al rodete con una velocidad de magnitud y dirección adecuadas. En bombas
monoetapa, la corona directriz suele consistir en una tubería simple, que puede ser recta
o acodada y que puede tener o no unos álabes para conducir el fluido a la entrada del
rodete. Frecuentemente es de sección convergente para garantizar una distribución de
velocidad adecuada a la entrada del rodete. Aguas arriba de la corona directriz se
encuentra la tubería de aspiración.
Rodete. Es el órgano esencial de la
turbomáquina. Está provisto de unos álabes por
medio de los cuales se produce el intercambio
de energía con el fluido. Los rodetes se
clasifican en función de la dirección del flujo de
líquido en su interior (figura 1. 3).
En los rodetes radiales o centrífugos, las
trayectorias que describen las partículas
fluidas entre los álabes, están contenidas en
planos perpendiculares al eje de rotación.
En los rodetes axiales, las trayectorias están
contenidas en superficies cilíndricas,
coaxiales con el eje de la máquina.
Fig. 1. 3. Tipos de rodete según la dirección del flujo
En los rodetes diagonales o helico-
centrífugos, dichas trayectorias están contenidas en superficies cónicas coaxiales.
Otro criterio de clasificación es el tipo de aspiración que puede ser simple o doble (figura
1. 4). La ventaja de la aspiración doble es que permite minimizar el problema del empuje
axial.
Difusor. Está a la salida del rodete siendo su finalidad guiar el flujo de líquido hacia la
voluta de forma hidráulicamente eficiente y recuperar parte de la energía cinética,
transformándola en energía de presión.
Voluta. La voluta o cámara espiral recoge el flujo saliente del rodete o del difusor y lo
conduce hacia la brida de la tubería de impulsión. Su finalidad es recuperar energía de
presión a partir de la energía cinética del fluido.
Distribuidor. Es un órgano muy importante, que distribuye el fluido por la periferia del
rodete, imponiendo la dirección de la velocidad de entrada. Además puede realizar la
función de regulación de caudal cuando dispone de álabes orientables.
Rodete. Igual que en las bombas, es el
elemento principal, que debe existir siempre.
Su clasificación es la misma que la de los
rodetes de bombas, es decir: axiales, mixtos y
radiales. La diferencia aparece en el sentido
del flujo: en los rodetes radiales, por ejemplo,
el flujo penetra en el rodete por la periferia
del mismo y sale por el centro. Dependiendo
del tipo de rodete, la turbina suele tomar un
nombre diferente que la clasifica. La figura
1.6 muestra diferentes diseños de rodetes. En
los apartados siguientes se describen
brevemente los principales tipos de turbinas Fig. 1. 6. Diseño de rodetes
y sus campos de aplicación. En la figura 1.7 se
indican los rangos de alturas y caudales en los que operan las turbinas.
regular el caudal (desde cierre total hasta apertura total) de acuerdo con la potencia
demandada. Estos álabes están dispuestos de manera que forman conductos
convergentes lo que da lugar a que en la entrada del rodete el flujo sea más uniforme.
El rodete está formado por álabes fijos (no orientables) cuya
disposición depende del tipo de turbina (figura 1.11). En las
turbinas Francis lentas, el flujo a la entrada es
prácticamente radial, con lo que se aprovecha al máximo la
acción centrífuga, sin embargo, la descarga por el centro del
rodete es complicada, por lo que el caudal se halla limitado.
En las turbinas Francis rápidas, el flujo es diagonal, ya que
el líquido penetra en el rodete con una cierta componente
axial.
El tubo difusor está constituido por un tubo divergente que
conduce el líquido hacia un canal o tubería de descarga y su
finalidad es doble. La primera es el aprovechamiento de la Fig. 1. 11.- Rodete Francis
altura a la que normalmente está montado el rodete por
encima del nivel del agua en el canal de descarga. Para ello sería suficiente emplear
una tubería de sección constante (figura 1.12). La segunda es la recuperación de la
energía cinética del líquido a la salida del rodete, que puede ascender a más del 20% de
la altura neta. Para cumplir esta finalidad el tubo difusor debe ser divergente. Estos
tubos son generalmente metálicos en las turbinas Francis, sin embargo en turbinas de
grandes caudales y velocidades específicas elevadas se construyen en hormigón. En
estos casos es necesario proteger la zona próxima a la salida del rodete con placas de
acero pues en dicha zona el líquido tiene una velocidad elevada que podría, con el
tiempo, erosionar el hormigón. Dependiendo de las características de la central, el
tubo de descarga puede ser acodado.
La cámara suele estar construida en hormigón cuando la altura del salto es pequeña
(menor que 20 m) pues al ser, en este caso,
los caudales que circulan por la turbina
muy grandes, las dimensiones de la cámara
también lo serán, figura 1.13. Cuando se
trata de saltos mayores, las cámaras
espirales se fabrican de chapa de acero
formadas por virolas o segmentos sueltos,
que se unen mediante soldaduras al anillo
de los álabes fijos del distribuidor. Este
último, de acero colado, puede constar de Fig. 1. 14. Cámara espiral construida por segmentos
una sola pieza o de varias, según sea su
tamaño (figura 1.14).
El distribuidor es prácticamente el mismo que el
empleado en las turbinas Francis.
El rodete tiene forma de hélice y está constituido
por un cubo en el que van montados los álabes
encargados de transformar la energía hidráulica en
mecánica. Los álabes tienen forma de perfiles
aerodinámicos y en las turbinas Kaplan son
orientables, pudiendo ser variado su ángulo de
incidencia mediante un mecanismo alojado en el
interior del cubo del rodete; por el contrario, los de
las turbinas hélice se encuentran fijos, fundidos con
el cubo o atornillados al mismo. El número de álabes
depende de la altura del salto y puede variar desde 4 Fig. 1. 15. Rodete axial (con distribuidor)
hasta 8 (figura 1.15). Cuanto mayor sea el número de
álabes menor será el rendimiento de la máquina, ya que a igualdad de diámetro del
Las turbinas tubulares no tienen cámara espiral y son alimentadas directamente desde el
embalse por medio de una tubería rectilínea, generalmente muy corta, que lleva el agua al
rodete a través de un distribuidor cónico de palas orientables o fijas. El rodete está
constituido por una hélice con álabes orientables o fijos y su eje de giro coincide con el
eje de la tubería de alimentación, lo que facilita el paso de grandes caudales. La descarga
se realiza mediante una tubería divergente, en forma análoga a una turbina Kaplan.
A continuación se describen tres tipos de turbinas que pueden ser consideradas como
turbinas tubulares.
Turbinas Bulbo. El alternador está montado en un recinto estanco de forma
hidrodinámica (bulbo) situado en el conducto de alimentación de la turbina, de manera
que el conjunto alternador y turbina están totalmente sumergidos. El alternador puede
estar acoplado al rodete directamente o mediante una caja reductora a fin de disminuir el
coste del generador (figura 1.18).
El campo de aplicación de los grupos bulbo puede dividirse en las categorías siguientes:
1. Grupos para pequeñas centrales (100 KW - 5 MW) y saltos inferiores a 20 m. La
regulación del grupo se realiza únicamente con las palas orientables del rodete. Los
álabes del distribuidor son fijos. Estos grupos suelen emplear generadores síncronos.
2. Grupos para ríos de gran caudal que pueden explotar saltos de 5 m a 20 m y generar
potencias de hasta 50 MW. Emplean doble regulación, es decir, los álabes del
distribuidor y del rodete son orientables. Como ejemplos más importantes se pueden
citar: la central de Shingo (Japón), que dispone de grupos que desarrollan una
potencia unitaria de 41 MW bajo un salto de 22,5 m y la de Altenwórth (Austria) con
potencia unitaria de 40 MW y salto de 14 m. En el caso de saltos pequeños es
necesario acoplar el generador a la turbina por medio de una caja reductora.
3. Grupos bulbo reversibles empleados en centrales maremotrices que funcionan con
saltos variables. El ejemplo más importante es el de la central de La Rance (Francia)
que está equipada con 24 grupos de 10 MW. El nivel del embalse puede variar desde 0
a 13,5 m. A la cota máxima de 13,5 m, el volumen de agua almacenada es de 184
millones de metros cúbicos.
Las turbinas bulbo entran en competencia con las Kaplan de eje vertical para saltos
inferiores a 20 m. A continuación se analizan las ventajas y desventajas de las turbinas
bulbo frente a las Kaplan.
Ventajas de las turbinas bulbo con respecto a las turbinas Kaplan a igualdad de salto y
caudal:
1. El flujo directo da lugar a menores pérdidas hidráulicas y por tanto a un rendimiento
mayor, que puede ser superior en un 2% al de la turbina Kaplan.
2. Al ser las dimensiones transversales menores, se reduce la obra civil al mínimo. Este
punto es indiscutible cuando el salto es inferior a 10 m.
3. La inversión es más rentable en cuanto a producción y funcionamiento.
4. Se comporta mejor frente a la cavitación y permite que la altura de montaje del rodete
sea mucho más baja.
5. Estadísticamente entre 1970 y 1984 se han instalado 87 turbinas bulbo frente a 48
turbinas Kaplan, todas ellas de potencias superiores a los 5 MW.
Desventajas de las turbinas bulbo con respecto a las turbinas Kaplan a igualdad de salto y
caudal:
1. El diseño del sistema de refrigeración del alternador es difícil.
2. El montaje y revisión del grupo es más difícil. Para acceder a los mecanismos
encerrados en el bulbo es necesario detener la turbina.
3. Se deben emplear materiales de mejor calidad en la construcción de la turbina, a fin de
reducir las revisiones por mantenimiento.
4. No se pueden acoplar a redes independientes con débil coeficiente de autorregulación,
pues los tiempos de embalamiento son muy cortos, del orden de 1.5 a 2 segundos, por
lo que la respuesta a un cambio en la demanda de potencia debe ser muy rápida.
Turbinas Straflo. Estas turbinas derivan de una desarrollada por Leroy F. Harzaen 1919,
que se conoció con el nombre de “Straight Flow”. Esta máquina está montada
horizontalmente en la dirección del flujo. Los polos
del generador se montan en un anillo que está
acoplado directamente a la periferia del rodete, dicho
anillo gira en una ranura del conducto de paso del
agua. El estator del generador rodea dicha ranura
(figura 1.19). El grupo straflo es una máquina de flujo
axial para pequeños saltos. Su campo de aplicación
cubre tanto el campo de las demás turbinas tubulares
como el de las turbinas Kaplan de eje vertical, ya que
Fig. 1. 19. Turbina Straflo
es aplicable para saltos de hasta 20 m y aún mayores.
En Anápolis (U.S.A.) existe una planta piloto con grupos que desarrollan una potencia
unitaria de 20 MW. La mayoría de estos grupos trabaja con regulación simple (rodete con
palas orientables), aunque también se construyen con doble regulación para obtener
elevados rendimientos en todo el rango posible de alturas y caudales. Estos grupos
pueden ser empleados en grandes centrales y utilizados para estabilizar la frecuencia de la
red, gracias a la elevada inercia del rotor.
Turbinas S. Estas turbinas disponen un
rodete axial (tipo Kaplan), en una tubería en
forma de S, acoplado al generador que queda
fuera del conducto de paso del agua (figura
1.20). También se encuentran máquinas con
engranaje cónico que no necesitan disponer
de la tubería en forma de S. Estas máquinas
pueden ser empleadas para saltos de 3 m a 20
m y potencias de 0.1 MW a 10 MW. Aunque Fig. 1. 20. Turbina S
hay centrales que disponen de este tipo de
turbinas, que desarrollan una potencia unitaria de 50 MW bajo un salto de 9,8 m, las
turbinas S son preferidas para las micro y minicentrales. Estas turbinas están
normalizadas y existen varias empresas que las comercializan.
La mayoría de las turbinas están acopladas a alternadores que alimentan redes eléctricas.
En ocasiones, es necesario desconectar rápidamente el alternador de la red, lo que
originaría el embalamiento del rodete al trabajar la turbina en vacío. Para estos casos, se
dispone a la salida de la tobera de un deflector que desvía el chorro para que este no
incida sobre el rodete mientras se cierra lentamente la admisión de agua (figura 1.23).
El rodete está constituido por unos álabes compuestos por dos alvéolos simétricos
respecto a una arista central situada en el plano de simetría del chorro. El agua incide
sobre dicha arista repartiéndose de forma simétrica entre los alvéolos. El agua saliente es
recogida por una carcasa que envuelve el rodete.
El árbol de turbinas Pelton puede ser:
horizontal, en cuyo caso dispone de hasta dos inyectores (figura 1.24)
vertical, pudiendo disponer de hasta seis inyectores (figura 1.25).
Fig. 1. 24. Pelton de eje horizontal Fig. 1. 25. Pelton de eje vertical
El campo de aplicación de las turbinas Pelton se limita a los saltos más elevados,
superiores a 200 m. En los últimos años, con objeto de explotar pequeñas centrales, se ha
ampliado el rango de aplicación a saltos entre 45 y 700 m y potencias de 0.1 a 15 MW.
Las turbinas Francis y las Pelton entran en competencia para los saltos comprendidos
entre 200 y 700 m. El tipo óptimo de máquina depende de las condiciones de
funcionamiento, pero se pueden establecer ciertas premisas:
Bibliografía:
MACINTYRE, CAP. 2 Y 3.
MATAIX, CAPS. 1, 11, 12 Y 13; §§ 18.3.
SÉDILLE, §§ 1, 2 Y12.
WISLICENUS, CAP. 1.
p c2 p c2 (2. 2)
2 U 2 U gHm
S E
Con frecuencia en la práctica:
el término US - UE = g (zS - zE) y además, se suele considerar que zS - zE 0 (pequeño
desnivel geodésico entre los ejes de las bridas de conexión).
Los diámetros de las tuberías de aspiración e impulsión son similares, por lo que
( c S2 c 2E ) / 2 0 (también a veces se considera despreciable frente a la diferencia de
presiones).
Por tanto, en la mayoría de los casos, la altura manométrica es aproximadamente igual a la
diferencia de presiones entre la impulsión y la aspiración.
Se define la altura eje (He) como la energía aportada por el eje de la máquina. Es toda la
energía que podría transformarse en energía del fluido si no hubiera pérdidas.
W
gH e
G
La altura de pérdidas (Hp), cuantifica las pérdidas de energía mecánica que se producen en el
interior de la máquina debido a la disipación viscosa.
V
gH p
G
Según las anteriores definiciones se puede establecer la Hp
siguiente relación: Hm = He - Hp
Hp_ext
Además, en cualquier instalación en la que esté incorporada
una turbomáquina existen unas pérdidas en los conductos
de transporte de fluido externos a dicha máquina. Estas Hm He
pérdidas externas (Hp_ext), en las que no tiene nada que ver Hg
B
la turbomáquina, dependen del diseño de la instalación.
Teniendo en cuenta estas pérdidas se define la altura Q
geométrica (Hg) como la diferencia de niveles que tiene que
salvar el líquido que impulsa la bomba desde su origen hasta
su destino final.
Fig. 2.1. Esquema de alturas para una bomba
Hg = Hm - Hp-ext.
En la figura 2.1 se muestra un esquema de los diferentes tipos de alturas definidas.
Las pérdidas de energía mecánica que se producen en la turbina debido a los efectos viscosos
se cuantifican dentro de la altura de pérdidas (Hp):
V
gH p
G Hp_ext
Según las definiciones anteriores se puede establecer la
siguiente relación: He = Hn - Hp Hp
Hb
Además, teniendo en cuenta las pérdidas de energía T Hn
externas que se producen en los conductos que He
transportan el fluido hasta la turbina, se define el salto Q
bruto (Hb) como la diferencia de niveles entre el punto de
origen del líquido (embalse) y el de destino final (canal de
desagüe), es decir, toda la energía disponible.
Fig. 2.2. Esquema de alturas para una turbina
Hb = Hn + Hp-ext
2.4 RENDIMIENTOS
Una forma de cuantificar las pérdidas de energía o el aprovechamiento de ésta es mediante el
rendimiento. En este momento, tomando la máquina como una caja negra con una entrada
(aspiración) y una salida (impulsión), se puede definir el rendimiento que cuantifica las
pérdidas debidas a la disipación viscosa. Más adelante, al reducir el grado de generalidad en el
estudio de la máquina hidráulica, se examinarán los tipos de pérdidas que se producen en las
turbomáquinas y los correspondientes rendimientos. Para una bomba, el cociente entre la
potencia adquirida por el fluido y la potencia aportada a través del eje representa el
rendimiento del eje.
gQH m H m Hp (2. 4)
e 1
W He He
En el caso de las turbinas se define el rendimiento como el cociente entre la potencia extraída
a través del eje y la potencia entregada por el fluido y cuantifica el mismo tipo de pérdidas que
en el caso anterior:
W H Hp (2. 5)
e e 1
gQH n H n Hn
El flujo se va a estudiar sobre dos planos: uno meridional, que contiene al eje de la máquina, y
otro normal, perpendicular al plano meridional y tangente a la línea de corriente. En el
meridional se proyecta la senda seguida por una partícula fluida, obteniéndose el guiado del
fluido por el zuncho y el cubo. La proyección de la senda sobre el plano normal mostrará el
guiado debido a los álabes.
C2
C
C1
Fig. 2.4. Triángulo de velocidades (absolutas y relativas) para un rodete radial (plano normal)
Asumiendo que la corriente relativa siguiera perfectamente la forma del álabe (AB), la
dirección de la velocidad relativa, w1 y w2, tanto a la entrada como a la salida, formaría un
ángulo 1 y 2 respectivamente con la dirección tangencial. La línea de corriente para un
observador inmóvil, AB', empezaría en el borde del álabe en la dirección de la velocidad
absoluta c1, formando un ángulo 1 con la dirección tangencial, y terminaría en la periferia del
rodete, tangente a la dirección de la velocidad absoluta c2, con un ángulo 2. Por tanto, una
partícula que en el sistema de referencia móvil estuviera en X, estaría en realidad en el punto
X’ respecto al sistema fijo. En consecuencia XX' sería el recorrido del punto X solidario al
rodete en el mismo tiempo empleado por la partícula de fluido en viajar desde A hasta X’, de
forma que el ángulo central , correspondiente al arco XX', sería igual a t, para una velocidad
angular = cte.
cu cm
cm
Fig. 2.5. Líneas de corriente en un plano meridional Fig. 2.6. Superficie de corriente
Si el fluido sólo tuviera una rotación alrededor del eje de revolución, dichas circunferencias
coaxiales serían líneas de corriente del flujo, siendo la velocidad del fluido cu (tangencial). Sin
embargo, en general existe un transporte de fluido a través de la máquina, que requiere que la
velocidad del fluido tenga, además de la componente tangencial cu, una componente
meridional, cm , normal a la dirección tangencial. Por lo tanto, cm siempre está contenida en
un plano meridional (figura 2.5). El flujo, según la teoría unidimensional, se mueve según
superficies de revolución coaxiales aa ó bb (figura 2.5). La superficie de corriente se muestra
en perspectiva en la figura 2.6. Para que la velocidad media sea uniforme a lo largo de cada
circunferencia coaxial, como cu ya lo es, es necesario que cm también lo sea.
Aunque este modelo idealizado de flujo es la única forma de flujo consistente con los
principios de la teoría unidimensional, no implica que el flujo real en una turbomáquina tenga
las características geométricas supuestas aquí. Está suficientemente comprobado, sobre todo
para condiciones de trabajo lejanas a las de máximo rendimiento, que el flujo es diferente al
mostrado en las figuras 2.5 y 2.6.
La relación entre las dos componentes de la velocidad (meridional y tangencial1) y los
parámetros de funcionamiento se puede hacer de forma independiente.
La velocidad tangencial, cu, se relaciona con la altura útil de la máquina y la velocidad de
giro. La relación viene dada por la ecuación de Euler, que se verá más adelante.
La componente meridional, cm , se relaciona con el caudal y el área transversal a las líneas
de corriente. Ya que la velocidad meridional está contenida en planos meridionales, las
correspondientes secciones transversales deberán ser normales a dichos planos, es decir,
deberán ser superficies de revolución. Dentro de cada plano meridional deben, además, ser
perpendiculares a la velocidad meridional. Esto significa que, en un plano meridional, la
sección transversal aparecerá como una línea xx, en todo punto perpendicular a las líneas
de corriente aa y bb (figura 2.5).
Rodetes radiales. Asumiendo que las secciones de entrada y salida son normales a las
líneas de corriente y, por tanto, poseen propiedades uniformes de velocidad meridional, se
puede conocer ésta a través de la ecuación de continuidad: Q = c1mS1 = c2mS2.
Rodetes axiales. Asumiendo la ausencia de efectos
tridimensionales, las líneas de corriente son c1
helicoidales, desarrolladas sobre una superficie de c2u c2
corriente que es un cilindro coaxial con el eje de la
máquina. La proyección de las líneas de corriente
sobre un plano meridional son líneas rectas paralelas
al eje. La velocidad meridional únicamente posee
componente axial: c m c x e x . La sección de paso en
este caso vendrá dada por una corona circular
perpendicular al eje entre el radio de cubo y el de Fig. 2.7. Rodete axial
punta del rodete: S S1 S2 R o2 R 2H .
2.9 TEOREMA DE EULER
La más importante de las relaciones que se pueden establecer entre los parámetros de
funcionamiento de la máquina y las características del flujo es la propuesta por Leonhard Euler
en el siglo XVIII, que relaciona la altura transmitida por el rodete al fluido (o viceversa) con la
variación de momento cinético que experimenta el fluido al atravesar el rodete. Esta relación
se puede deducir de varias maneras. Se puede utilizar el teorema de conservación del momento
cinético para obtener la expresión para las máquinas radiales y la ecuación de conservación de
la cantidad de movimiento para las máquinas axiales. Otra manera, como se va a hacer aquí, es
1 Al ser cm tangente a las líneas de corriente meridionales la velocidad se puede descomponer sólo en dos vectores, c c u c m , en vez de
tres, c cu cr cx .
C1
El volumen de control que se utiliza esta vez es móvil y está formado por los discos que
limitan por delante y por detrás, las paredes de los álabes y las secciones de entrada y salida de
los álabes (cilindros de radios R1 y R2).
Se suponen propiedades uniformes a la entrada ( p1 , 1 , c1 ) y salida del rodete ( p 2 , 2 , c 2 ). La
velocidad c es la velocidad absoluta respecto a un sistema fijo, que se puede descomponer en
la velocidad relativa al rodete y la velocidad de arrastre: c w u (donde: u re ). Al ser
u una velocidad tangencial, las componentes radiales de c y w tienen que ser iguales:
cr = wr = csen = wsen.
Wu c 22 w 22 2 R 22 c12 w 12 2 R 12
(2. 8)
G 2 2
En los triángulos de velocidad de la figura 2.9, tanto en la entrada como en la salida, se
cumple: w2 = c2 + 2 r2 - 2 c r cos . Con lo que la ecuación (2. 8)) queda:
Wu/G= (R2c2cos2- R1c1cos1) = u2c2u-u1c1u (2. 9)
donde cu es la velocidad tangencial, proyección del vector c sobre el vector u en cada caso.
Esta proyección es positiva cuando tiene el mismo sentido que u y negativa cuando tiene
sentido contrario. En el ejemplo indicado en la figura 2.8, la máquina funciona como bomba.
La energía específica intercambiada se puede expresar en función de una altura: Wu/G = gHu,
donde, Hu es la altura útil, que representa la máxima energía que se podría intercambiar entre
el rodete y el fluido que lo atraviesa, que sólo depende de la geometría del rodete:
g Hu = u2 c2u - u1 c1u (2. 10)
Despejando la altura útil, se obtiene la ecuación de Euler o ecuación fundamental de las
turbomáquinas:
u 2 c 2 u u 1c1u
Hu (2. 11)
g
Excepto en los diseños en los que existen álabes en la corona directriz, la velocidad de entrada
al rodete es radial, es decir c1u = 0 y se dice que el fluido entra sin prerrotación.
uno de estos cilindros de radio r sobre un plano, se obtiene lo que se denomina cascada de
álabes (figura 2.9), muy utilizada para estudiar el flujo en dichos rodetes.
La figura 2.9 muestra el flujo a través de una de estas cascadas y el volumen de control que se
utiliza. También muestra los triángulos de velocidad a la entrada y salida de la cascada. El
problema se considera plano, consistente en una corriente uniforme que incide sobre una
cascada o serie infinita de objetos alabeados, todos iguales y colocados periódicamente a una
distancia L = 2r/Z (siendo Z el número de álabes del rodete). Los álabes se mueven a una
velocidad u = r. La corriente es deflectada por la cascada y aguas abajo, suficientemente
lejos, vuelve a ser uniforme.
Se utiliza el volumen de control móvil ABCD tal que AB = CD = L y BD y AC sean paralelas.
AB y CD se consideran localizadas en regiones de corriente uniforme, suficientemente lejos de
los álabes. El volumen de control está limitado interiormente por el álabe.
u=r
u 1
c1 vc11 B
c2u c2
1
w1
n
n vc22
A FY D u 2
L FX w2
L n
y
x 2
C
n
En este punto se sigue el mismo procedimiento del punto anterior, pero aplicado a la cascada
de álabes de la figura 2.9. Como la cascada de álabes se mueve con velocidad u j constante, en
un sistema de referencia móvil con la cascada, no habrá fuerzas másicas si en un sistema fijo a
tierra tampoco las hay.
Igual que en el punto anterior, respecto del sistema de referencia que se mueve con los álabes,
estos permanecen en reposo por lo que no se realiza trabajo y, aplicando la ecuación de la
energía mecánica, se obtiene:
p 2 w 22 p1 w 12 (2. 12)
gH p _ ro det e
2 2
donde Hp_rodete es la altura de pérdidas viscosas que se produce en la cascada de álabes.
Respecto de un sistema de referencia fijo a tierra, los álabes se mueven y se produce un
trabajo. Aplicando de nuevo el balance de energía mecánica:
p 2 c 22 p1 c12 Wu (2. 13)
gH p _ ro det e
2 2 G
Restando (2. 12)) de (2. 13)), se obtiene:
c’1 w’1
w1 w’2
c’2
c1
c2 w2
' '
u1 u2
Fig. 2.10. Variación de los triángulos de velocidad a la entrada o salida del rodete ante un aumento del caudal
Por otra parte, la dirección de la velocidad relativa del fluido debe ser igual al ángulo de
los álabes móviles, que se denota como *. Así, w2 y 2 vienen determinados por el ángulo
de salida de los álabes del rodete. En la figura 2.10 se observa cómo se modifica el
triángulo de velocidad a la salida del rodete ante un aumento del caudal (de c2 a c’2).
Q
S
gH u u u c x cot g*2 cot g1 u u cot g*2 cot g1
(2. 19)
u 2 c *2 u u 2 Q (2. 20)
H u u 2 cot g( *2 )
g g As
donde u2 = D2/2 y Q = Asc2m, siendo As el área correspondiente a la salida.
En general, esta curva se puede expresar como:
H u A2 BQ (siendo A y B constantes dependientes de
la geometría). Para régimen de giro constante, la curva de
altura útil frente a caudal es una línea recta, cuya pendiente
depende del valor del ángulo *2 (figura 2.14), siendo
negativa para álabes curvados hacia atrás ( *2 / 2 ), nula
Fig. 2.14. Altura útil en función del ángulo
para álabes de salida radiales ( *2 / 2 ) y positiva para 2*
álabes curvados hacia delante ( *2 / 2 ).
C2 C2 C2
Fig. 2.15. Triángulos a la salida del rodete en función del ángulo 2*
cu
Fig. 2.16. Flujo 2D entre álabes (a), resultado de la superposición del flujo 1D (b) y una recirculación (c)
C1u
C1
Esta disminución del trabajo útil intercambiado por la máquina se cuantifica mediante el uso
de un parámetro llamado coeficiente hidráulico.
Hu u 2 c 2 u u 1c1u
CH CH (2. 21)
H u u 2 c *2 u u 1c1u
El coeficiente hidráulico o de reducción de trabajo, cuantifica la desviación del flujo real del
correspondiente a guiado perfecto. Este coeficiente se obtiene a partir de la aplicación de la
teoría bidimensional o de expresiones semi-empíricas. La aplicación de este coeficiente a la
curva característica ideal obtenida para guiado perfecto (sin prerrotación), permite obtener la
curva cuando el guiado no es perfecto:
u2 Q (2. 22)
H u C H H u C H u 2 cot g(*2 )
g D 2 b 2
Rodete axial. En este caso, el guiado del fluido será tanto mejor cuanto menor sea la relación
entre la separación de los álabes y la cuerda de estos: L/c.
c1
c2 w *2 Dirección
*2 álabe a la
w1 w2 salida del
u rodete
c2
c c *2
c1
cx
Fig. 2.18. Causa y efecto de la falta de guiado sobre una cascada axial de álabes
De forma más sencilla que en los rodetes centrífugos, utilizando hipótesis bidimensionales es
posible calcular la separación del flujo real respecto al de guiado perfecto, para un flujo sin
fricción. Estos estudios teóricos, dan unos resultados, que aparecen reflejados en la figura 2.19,
en forma de factor de corrección CH, definido igual que para rodetes centrífugos.
Se observa que cuando la relación L/c < 1, el factor CH es próximo a 1, es decir, el flujo
relativo está muy cercano al guiado perfecto. Para valores L/c > 1, el factor CH decrece
rápidamente, así que se hacen necesarias las consideraciones bidimensionales, bien a través de
CH o mediante la teoría de perfiles aerodinámicos. Ambas teorías están basadas en los mismos
principios y, consecuentemente proporcionan los mismos resultados.
La información proporcionada por la teoría unidimensional relacionada con el diseño de un
álabe, se limita a las direcciones de entrada y salida. La longitud del álabe y su espaciamiento
no pueden determinarse con hipótesis unidimensionales.
gH u C H gH u C H u u c x cot g*2 cot g1 (2. 23) Hu
p p1 c 22 c12
H u 2 H p _ ro det e
g 2 g
altura de presión altura dinámica
Se define el grado de reacción, R, como la relación entre la altura de presión y la altura útil:
R
H presión
p2 p1 g 1 H p _ ro det e c 22 c12 (2. 25)
Hu Hu Hu 2gHu
En las máquinas de acción (por ejemplo la turbina Pelton), el agua llega y sale del rodete con la
misma presión (atmosférica) y por tanto todo el intercambio de energía se realiza a través de la
energía cinética, por lo que su grado de reacción es R = 0.
Si se considera un comportamiento ideal del líquido, sin pérdidas, la expresión (2. 25) se
simplifica, desapareciendo dicho término de pérdidas y se habla de grado de reacción teórico.
El grado de reacción es un parámetro característico que cuantifica la calidad de la energía
intercambiada (la energía de presión se considera de mayor calidad que la cinética, porque esta
última requiere una transformación posterior en energía de presión, con las consiguientes
pérdidas). El grado de reacción está relacionado con:
Las condiciones de funcionamiento de la máquina, que puede trabajar en admisión parcial
o total. En condiciones de admisión parcial, el porcentaje de energía de presión
intercambiado con el fluido es menor que en condiciones de admisión total, y por tanto, el
grado de reacción también es menor.
La forma de los álabes. Los álabes curvados hacia delante, > /2, generan, a igualdad de
caudal, mayores velocidades absolutas a la salida del rodete que los álabes curvados hacia
atrás, < /2, teniendo, por tanto, menor grado de reacción.
El diseño del difusor. En un rodete de pequeño grado de reacción, la energía cinética
constituye un elevado porcentaje de la energía útil total, por lo que se requiere una
transformación mayor de energía cinética en energía de presión, mediante un cuidado
diseño del difusor.
Como se puede ver, las bombas de elevado grado de reacción, van asociadas a elevados
rendimientos. No se requiere recuperar mucha energía cinética en el difusor y cámara espiral,
reduciéndose así las pérdidas hidráulicas en estos elementos, por lo que aumenta el
rendimiento.
Bibliografía:
CRESPO, LECCS. X Y XIII
MACINTYRE, CAP. 2, 3, 4 Y 5
MATAIX, §§ 4.3 A 4.8
NEKRASOV, § 53 Y 55.
PFLEIDERER, § 17 y 18
SÉDILLE, §§ 1, 2, 3 A 7, 12, 15 Y 39
WISLICENUS, § 6 Y 32 A 34
3.1 INTRODUCCIÓN
En temas previos se ha obtenido la altura útil de una turbomáquina para el caso de un rodete
con infinito número de álabes y también se han considerado los efectos de no guiado que se
cuantifican mediante el coeficiente hidráulico. En este tema se avanza un paso más, evaluando
las pérdidas que sufre el fluido al atravesar la máquina. Esto permite obtener las curvas
características teóricas, es decir, la altura manométrica, la potencia y el rendimiento en función
del caudal. Estas curvas son una aproximación a las curvas reales, obtenidas de forma
experimental, que son suministradas por los fabricantes.
Los diferentes tipos de pérdidas que se producen se pueden agrupar en: hidráulicas, volumétricas
y orgánicas.
Hp _ fr K fr Q 2 (3. 1)
donde Kfr es una constante de pérdidas por fricción que engloba la geometría de la máquina y el
factor de fricción.
La limitación de este resultado puede ser grande, puesto que las condiciones de utilización de la
ecuación (3.1) -flujo estacionario, desarrollado y conductos fijos, rectos, de sección constante,
etc.- hacen muy difícil que se pueda aplicar a las turbomáquinas, especialmente a los conductos
del rodete, ya que se puede demostrar que las condiciones de flujo en un conducto en rotación,
difieren radicalmente de aquellas en conductos fijos. Las tensiones cortantes, causantes de estas
pérdidas, dependen, en general, de los gradientes de velocidad normales a la dirección del flujo,
por lo que el problema no puede describirse mediante consideraciones unidimensionales, sin
tener en cuenta las variaciones transversales de velocidad. Por tanto, el problema de la fricción
es realmente bi- o tridimensional y para aplicaciones específicas que requieran mayor exactitud
debe ser estudiado en profundidad.
c1=c1m A
c1n=Qn/A1 w1’
1
u1 1*
C
B
Fig. 3. 1. Triángulo de velocidades antes y después del choque
Como la velocidad absoluta de entrada, c1, depende del caudal, si ésta hubiera sido AB, el
triángulo de entrada habría sido el ABC y, por tanto la velocidad relativa w1’ habría tenido el
mismo ángulo 1* de los álabes a la entrada. En este caso no habría habido pérdidas. Este caudal
que no produce pérdidas se denomina Caudal Nominal. De esta manera, en una primera
aproximación, se pueden expresar las pérdidas en función de la diferencia entre el caudal que
circula y este caudal nominal.
Difusor con álabes. En este caso, dado que los álabes del difusor son fijos, la existencia de
choque vendrá dada por la dirección de la velocidad absoluta del fluido y no por la de la velocidad
relativa como en el caso del rodete. En la figura 3.2 se muestra el triángulo de velocidad a la
entrada del difusor. Suponiendo que entre el rodete y el difusor se conserva la misma anchura
(b2 = b3), la separación radial entre ellos es nula y pasa el mismo caudal, las características del
flujo de salida del rodete (2)
Dirección del
serían iguales que las de entrada álabe a la entrada
al difusor (3). Las pérdidas por w2
desprendimiento de la capa A
límite se producen cuando la c3m
dirección de c3 (velocidad de c2=c3 c3’
Qn
llegada al difusor) es diferente a c 3n
A3
la dirección de los álabes del d
difusor (d). Igual que antes, si 2 C
B 3 u2
la velocidad relativa a la salida Fig. 3. 2. Triángulos de velocidad antes y después del choque en el difusor
del rodete fuese AC, entonces el
triángulo sería ABC, y la velocidad absoluta (c3’) tendría el mismo ángulo que el difusor (d), no
habiendo pérdidas. Como se observa en la figura 3.2, esto se puede conseguir variando el caudal
(o c3m). El caudal para el que se produce se denomina, igual que antes, Caudal Nominal y las
pérdidas se pueden expresar en función de la diferencia ente el caudal que circula y el nominal.
En resumen, la altura total de pérdidas por desprendimiento de la capa límite tanto a la entrada
del rodete como a la entrada del difusor, en primera aproximación se puede expresar de la
siguiente forma:
Hp _ ch K ch Q Q n 2
donde Kch es una constante de pérdidas por choque que engloba características geométricas y de
funcionamiento y Qn es el caudal nominal que se diseña para que sea el mismo tanto para el
rodete como para el difusor.
3.2.3 Curvas características teóricas de una bomba
Una vez que se han estimado todas las pérdidas hidráulicas se puede recuperar el balance de
energía mecánica para una bomba hidráulica del tema 2, donde se establecía que la altura
manométrica era igual a la altura útil menos la altura de pérdidas internas (hidráulicas) y llegar a
la expresión de la curva característica teórica para una bomba:
CH
H m H u H p _ fr H p _ ch ( u 2 c 2 u u 1c 1u ) K fr Q 2 K ch ( Q Q n )2 A BQ K fr Q 2 K ch ( Q Q n )2
g
Qfi
par de fricción que se produce sobre ésta. La potencia mecánica absorbida (perdida) por
rozamiento de disco y ventilación será:
4
M C 3 D 2 D 2 e
Wroz f f
2 5
D B
2
El coeficiente Cf es función de Re 2 , rugosidad, .
2 D2
Las partículas fluidas entre el disco y la carcasa adquieren una determinada velocidad de rotación
como consecuencia de la fuerza centrífuga. Las partículas cercanas a la superficie del disco se
mueven alejándose del eje, creándose un movimiento secundario o circulación (figura 3.5).
Cuando el volumen de líquido es pequeño, las partículas mantendrán parte de su rotación y
consumirán menos energía del disco, siendo así menor el coeficiente Cf (figura 3.6).
B
Hp _ roz
D2
Visto lo anterior, se suelen estimar las pérdidas como un porcentaje de la potencia útil que se
está utilizando. Para bombas de potencia útil superior a 100 KW se estiman del orden del 1% de
la potencia útil, y para bombas pequeñas se estiman entre el 2% y el 3%.
Wmec
Q >105 W 0,01 Wu
Wu g Hu
v <105 W (0,02 0,03) Wu
El rendimiento cuantifica todas las pérdidas que existen en la turbomáquina, siendo, para una
bomba, el cociente entre la ganancia real de energía del fluido y la energía que es necesario aportar
en el eje. A diferencia del rendimiento manométrico, para un caudal nulo Q = 0, el rendimiento
total sí es nulo. Se define el caudal óptimo o de diseño como aquel para el cual el rendimiento
de la máquina es máximo.
Pérdidas (%)
Bibliografía:
BETZ, § 20. HORLOCK, § 3.3.
KOVÁTS Y DESMUR, CAPS. 3 Y 6 A-D. NEKRASOV, § 57.
PFLEIDERER, §§ 15 Y 15 A. SCHLICHTING, CAP. 21 B).
SÉDILLE, §§ 17 A 19, 40, 46 Y 87. STEPANOFF, CAPS. 9 Y 10.
WISLICENUS, CAP. 12.