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LEY GENERAL DE

DESARROLLO
FORESTAL
SUSTENTABLE
Integrantes
Gabriel Alejandro Lozano Parra
Olea Cordova Carlos Alberto
Ramses Ricardo Chamu Silverio
Juan Carlos Senday Lopez
Kevin Raul Moreno Monge
¿Cuando se decretó esta ley?

El día 5 de junio de 2018 el Diario Oficial de la Federación publicó el decreto


por el que se abroga la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable,
publicada en el Diario Oficial de la Federación, el 25 de febrero de 2003 y se
expide la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable.
¿En qué consiste?
De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, la
Ley de Desarrollo Forestal Sustentable es de gran trascendencia para el
país ya que con ello termina el conflicto histórico entre el sector agrario y
el ambiental y se incluye el manejo forestal comunitario como
instrumento de política pública.
Objetivo
Uno de sus objetivos es promover la organización, capacidad operativa,
integralidad, transversalidad y profesionalización de las instituciones
públicas de la Federación, las entidades federativas, municipios y
demarcaciones territoriales de la Ciudad de México, para el desarrollo
forestal sustentable.

LOS GRANDES OBJETIVOS DE LA REFORMA EMPRENDIDA


1. Frenar la ilegalidad y la depredación.
2. Estructurar un nuevo Modelo Forestal Mexicano. 3. Impulsar el
federalismo forestal y la participación social.
4. Vincular cuatro grandes temas: agua, suelo, bosque y biodiversidad.
5. Promover cadenas de valor para generar riqueza y empleo.
Cambios desde su publicación

Desde principios de 2019, organizaciones no gubernamentales como Polea, el


Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible, pueblos indígenas y
comunidades forestales de diversas partes del país comenzaron a empujar la
propuesta de reformar la ley, iniciativa que abrigó el Consejo Nacional Forestal
(Conaf), órgano consultivo ciudadano reconocido por la ley.
Tras meses de trabajo, una decena de talleres y foros —en los que participaron más
de 500 personas— y de analizar alrededor de 400 propuestas, el Conaf elaboró la
iniciativa de reforma a la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable que cuenta
con el consenso de los diversos actores del sector forestal.
La propuesta que presentó el Conaf plantea modificar 64 artículos, incluir 14
nuevos y derogar dos más, explica David Cabrera Hermosillo, coordinador general
jurídico de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), dependencia que ha
acompañado al Conaf en este proceso.
¿A qué se deben los cambios?
La Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable fue polémica desde su nacimiento. La
primera propuesta que presentaron los legisladores de ese entonces provocó reacciones en
contra, porque se consideró una norma regresiva, ya que entre otras cosas no contemplaba
el manejo forestal comunitario.
Después de una movilización de organizaciones no gubernamentales, comunidades y otros
actores del sector forestal, se logró detener esa primera propuesta de ley.
Entorno Global
Las altas densidades de población que paulatinamente han ido ocupando los
territorios forestales reflejan su impacto en una proporción transformación de los
ecosistemas, cambios donde es fácil percibir las necesidades sociales prevalecientes
así como la elección de sus posibles satisfactores, los cuales casi siempre se dan en
forma reactiva: sin la planeación debida y con una visión de corto plazo.
Tal situación no es exclusiva de México; durante décadas, muchos países han
intensificado la destrucción, el desmonte y la degradación de los recursos naturales, el
cambio en el uso del suelo forestal, hacia la agricultura, la ganadería, la industria o la
vivienda, y su sobreexplotación irracional causando desertificación, pérdida
considerable de bosques, selvas y manglares. El crecimiento de las ciudades hacia
laderas y montañas ha sido a costa de áreas arboladas, determinantes para funciones
vitales como la captación de agua y la protección de la tierra frente
A factores erosionantes; los asentamientos irregulares y la deforestación acentúan los
impactos de desastres naturales; la falta de cubierta vegetal contribuye a formar
caudales que arrastran a pueblos enteros; en paralelo, son cada vez más bruscos los
cambios climáticos, las sequías, el calentamiento global, el avance de la presión
demográfica rural y urbana, la inadecuada distribución poblacional y territorial, la
desigualdad social, baja en la calidad de vida, marginación y sobre todo pobreza
extrema.
Es estrecha la relación entre pobreza y deforestación, erosión y pérdida de fertilidad
de la “tierra agrícola” y resulta muy común que las familias pobres hereden su
situación a los hijos, por la llamada “transmisión intergeneracional de la pobreza”, que
para subsistir explotan al máximo su entorno inmediato o tienden a emigrar a otros
sitios.
La “modernidad” genera una gran vulnerabilidad, comportamientos demográficos y
estilos de vida muy diferentes; en México su población creció casi siete veces a lo
largo del siglo XX, se modificó la composición en términos de edad, con menos
jóvenes y más adultos mayores.
Ante la creciente demanda energética, que se estima se duplicará en diez años,
habrá que atender el uso menos intensivo de la energía, el impulso a sistemas de
cogeneración eléctrica y térmica, así como el desarrollo de fuentes renovables. Por
ello, la madera es un recurso natural que suma a su calidez, belleza y cualidades
tecnológicas, el hecho de ser totalmente renovable, de acuerdo a los sistemas de
gestión que la ciencia forestal desarrolla desde el siglo XVIII.

Al contrario del petróleo o los minerales, lejos de reducirse su importancia, como


materia prima y fuente
de energía, la demanda mundial de madera ha sido creciente, al igual que el
incremento en la superficie objeto de aprovechamiento maderero del 130% entre
1960 y 1995, y posible aumento del 63% de dicha superficie entre los años 1995 y
2020.
Puntos principales
Se contempla la relación jurídica entre los diversos actores del sector forestal. Su estructura se divide en
ocho grandes títulos y 171 artículos que contienen principios rectores, criterios obligatorios e
instrumentos de política forestal; integración y funcionamiento del Servicio Nacional Forestal, creación
del Consejo
de las plantaciones forestales comerciales (artículos 77 y 85 al 96).
Hacer más rígidas las medidas de control, explicitar las infracciones y sanciones, y aumentar las multas
por delitos forestales (artículos 115, 116, 163 al 170).
Disminuir tiempos muertos en la gestión forestal y desregular a su máxima expresión las plantaciones
forestales comerciales (artículos 87, 92 al 94).
Afirmativa ficta en plantaciones forestales comerciales y negativa ficta para bosque natural (artículos 89
y 84).
Establecer la obligación de solicitar permiso previo para la instalación de aserraderos(artículo 116).
Obligar a contar con un documento expedido por la autoridad, para transportar la madera (guía de
transporte) (artículos 115).
Excepciones a la ley
ARTÍCULO 117. La Secretaría sólo podrá autorizar el cambio de uso del suelo en terrenos
forestales, por excepción, previa opinión técnica de los miembros del Consejo Estatal Forestal
de que se trate y con base en los estudios técnicos justificativos que demuestren que no se
compromete la biodiversidad, ni se provocará la erosión de los suelos, el deterioro de la
calidad del agua o la disminución en su captación; y que los usos alternativos del suelo que se
propongan sean más productivos a largo plazo. Estos estudios se deberán considerar en
conjunto y no de manera aislada.

En las autorizaciones de cambio de uso del suelo en terrenos forestales, la autoridad deberá
dar respuesta debidamente fundada y motivada a las propuestas y observaciones planteadas
por los miembros del Consejo Estatal Forestal.

ARTICULO 118. Los interesados en el cambio de uso de terrenos forestales, deberán acreditar
que otorgaron depósito ante el Fondo, para concepto de compensación ambiental para
actividades de reforestación o restauración y su mantenimiento, en los términos y condiciones
que establezca el Reglamento.
Un futuro promisorio del derecho forestal

En esta década, el sector forestal debe considerarse como campo propicio y de


oportunidad a la activi-

dad de los profesionales e investigadores que se especialicen en el derecho forestal y


ambiental a fin de aportar un enfoque jurídico-sistémico al federalismo cooperativo, la
formulación de leyes estatales y normas oficiales, así como evaluar los alcances de los
hechos y aportar el ordenamiento que facilite mejorar las expectativas de los diversos
actores del sector, con mecanismos apropiados para su aplicación y soluciones
prudenciales que impulsen los cambios necesarios a la problemática existente.

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