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Bosques templados

Aparecen entre los 55º y los 30º de latitud, encontrándose sus mayores
extensiones en el oeste y centro de Europa, en el este de Asia (China nororiental y
Corea) y en la mitad este de Norteamérica.

Es de clima templado húmedo principalmente. Se presentan veranos cálidos e


inviernos fríos, con precipitación media anual entre 500 y 2000 mm, y
temperaturas que pueden variar entre –30 ºC a 30 ºC con un promedio de 10 ºC.
La nieve es común en la parte norte de la región pero desaparece en el extremo
sur.

Tipo de suelo
Son ecosistemas de subhúmedos a templado húmedos, con una precipitación
anual entre 600 y 1,000 mm. Crecen sobre suelos muy variados desde limosos a
arenosos y moderadamente ácidos, por lo general con abundante materia
orgánica y hojarasca.

Vegetación
Según el tipo de vegetación pueden ser de frondosas o de coníferas: Bosque
templado de frondosas o de hoja ancha, que puede tener varios subtipos según el
clima: Bosque templado caducifolio o aestisilva, de clima continental húmedo,
lluvioso en verano pero seco y nevado en invierno.

Endemismos
Los ecosistemas de bosques también son importantes proveedores de servicios,
recursos y energía para el ser humano, así como también han servido de fuente
de inspiración a muchas culturas y etnias originarias. Algunos ejemplos de estos
servicios son el mantenimiento de la cantidad y calidad del agua, el aporte de
oxígeno, la fijación de carbono y el aporte de materias primas para artesanías y
alimentos; recursos y servicios ecosistémicos que muchas veces no son valorados
de manera adecuada en términos económicos y que no pueden ser obtenidos de
igual manera en plantaciones forestales o predios agrícolas.

Actividades productivas

Funciones ecológicas como el almacenamiento de carbono, el ciclo de nutrientes,


la purificación de agua y aire y el mantenimiento del hábitat de la vida silvestre.

Las nuevas estrategias de desarrollo nacional exigen políticas que integren los
bosques en las actividades de desarrollo rural y que mantengan el equilibrio entre
las necesidades económicas y ambientales a nivel nacional, local e internacional.
Además, estas estrategias deben reconocer que las condiciones en que se
encuentran los bosques son una consecuencia del desarrollo y llevan la huella de
los usos opuestos a que están sometidos.
Los recursos forestales ocupan ahora un lugar central en los debates nacionales
sobre el modo de reestructurar enteros sistemas económicos y políticos, así como
de conseguir que esos cambios estructurales sean compatibles con los intereses
nacionales en materia de acción local, distribución social y sectorial, obligaciones
internacionales y soberanía nacional. Los gobiernos están hoy buscando marcos
normativos de carácter pragmático que tengan en cuenta tanto la contribución de
los bosques al desarrollo como las estructuras institucionales y administrativas
necesarias para aprovechar mejor esas contribuciones.

La importancia de los bosques para las comunidades locales indujo a gobiernos,


ONG y donantes a considerar una variedad de derechos, obligaciones, incentivos
y ayudas que impulsaran a la población a invertir en el desarrollo y ordenación de
los bosques. En todo el mundo, los países prestaron mayor atención a los
intereses de las comunidades locales en relación con los bosques y a su
capacidad para ordenarlos con arreglo a los intereses nacionales. Se examinaron
nuevas organizaciones, estructuras, normas y regímenes de tenencia de la tierra
que acrecentaran la productividad de los bosques, protegieran sus cualidades
ambientales y permitieran a las comunidades rurales utilizar los recursos
forestales para satisfacer sus necesidades económicas y sociales.

Pueblos originarios
Los bosques cubren el 30 % de la superficie terrestre del planeta. Muchos pueblos
indígenas viven en bosques que han pasado a ser sus territorios tradicionales. Su
forma de vida y sus conocimientos tradicionales se han desarrollado de acuerdo
con los bosques de sus tierras y territorios. Lamentablemente, las políticas
forestales por lo común tratan a los bosques como tierras desocupadas
controladas por el Estado, que están disponibles para “desarrollo”, como, por
ejemplo, tala, plantaciones, represas, minas, pozos y tuberías petroleros y de gas
y agroindustria. Esas intrusiones a menudo obligan a los pueblos indígenas a
abandonar sus hogares en los bosques.

Los pueblos indígenas que viven en zonas boscosas de todo el mundo tienen
derechos claramente definidos a la tierra y a los recursos naturales que deben
respetarse, tales como la propiedad comunal de sus tierras ancestrales, la gestión
de los recursos naturales en sus territorios, y el ejercicio de sus leyes tradicionales
–y el derecho a representarse a sí mismos a través de sus propias instituciones.

Conflictos Socioambientales
La deforestación no es un proceso reciente en Argentina. Desde hace tiempo
nuestros ecosistemas forestales comenzaron a recibir la presión humana debido a
la extracción de madera para distintos usos. Esta tendencia se ha profundizado en
los últimos años debido al avance de la frontera agrícola.

El informe asegura que estos impactos sobre el ambiente explican los más
recientes desastres naturales que han afectado a varias provincias argentinas:
grandes sequías, inundaciones y aumentos sin precedentes en los niveles de
contaminación.

Las causas indirectas son aquellas que hacen que las causas directas existan.
Algunas de ellas son:
A) Los modelos de producción y consumo, que originan una gran demanda de
madera, principalmente en los países desarrollados.

B) Malas políticas económicas y sociales, algunas de las cuales fomentan la


sustitución de los bosques por la agricultura y ganadería a gran escala con
el fin de abastecer el mercado internacional, y otras en cambio fuerzan a
muchos campesinos pobres a destruir el bosque para poder cultivar la tierra
y sobrevivir.
C) La industrialización incontrolada que provoca contaminación y ocasiona las
lluvias ácidas.
Las consecuencias de la deforestación son completamente negativas desde todo
punto de vista. La deforestación implica la desaparición de especies animales y
vegetales, debido a la pérdida de su hábitat. Incide negativamente en la
conservación del agua, originando inundaciones o sequías. Provoca la erosión del
suelo, así como también el aumento de su temperatura. Como consecuencia se
rompe el equilibrio ecológico. Todo esto perjudica a las poblaciones cercanas y a
actividades como la agricultura, la ganadería y la pesca.

Iniciativas de conservación

Los bosques adquirieron de nuevo un valor simbólico en un debate más amplio,


cuyo tema era esta vez la soberanía de los países y su derecho a administrar el
territorio, y por tanto la población, en interés de la nación. Si bien los bosques
habían desempeñado durante decenios un papel internacional como fuente de
productos comerciables, su importancia para la prestación de servicios no
comerciables a nivel mundial exigía ahora una variedad mucho más amplia de
relaciones internacionales.

En todos los casos la principal variable a  considerar  es  el  tamaño  de las 


poblaciones  sobre 
todo el conjunto de individuos que es reproductivamente activo. Si el número de in
dividuos
en una población que está en contacto reproductivamente cae por debajo de un ci
erto umbral 
empiezan procesos de pérdida de diversidad genética y con ello procesos de degr
adación en la  población  que,  en  casos  extremos,  puede llevar la  especie  a la 
extinción.

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