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ACTIVIDAD

FORESTAL EN
BOLIVIA
INTRODUCCIÓN

Los bosques naturales en Bolivia constituyen una tradicional fuente de


múltiples recursos complementarios a la subsistencia diaria de los pueblos rurales,
originarios e indígenas. También son la base de una creciente industria de bienes
maderables y no maderables que generan fuentes de trabajo e importantes ingresos al
sector privado y al Estado. Gran parte de los bosques bolivianos conforman
ecosistemas forestales tropicales que son internacionalmente reconocidos por las
funciones y servicios ambientales que cumplen como mitigadores de cambios
climáticos, ecoturismo, fuentes de biodiversidad y reguladores de regímenes hídricos.

La diversidad geográfica, étnica, cultural y socio económica de Bolivia produce en


torno a los bosques un cuadro extraordinariamente complejo y dinámico de formas de
acceso, normas de uso e interrelaciones entre usuarios, cuyas percepciones,
actitudes, acciones y conflictos responden a su vez, a trayectorias históricas,
realidades contemporáneas y visiones futuristas. El principio básico de la
sostenibilidad de los recursos forestales debe tomar en cuenta, los límites naturales de
protección y producción para compatibilizarlos con el desarrollo social y económico
deseado.

DESARROLLO

Características de los Recursos Forestales

En los países que disponen de recursos forestales, la producción, extracción,


elaboración y, comercio de madera y otros productos forestales, junto con las
industrias secundarias asociadas, son fuentes importantes de empleo e ingresos,
especialmente en zonas rurales, donde las opciones laborales son generalmente
limitadas Los componentes de valor de los recursos forestales están referidos a bienes
maderables y a no maderables. Los beneficios maderables corresponden a aquellos
derivados del valor comercial de la madera de un bosque dado.

Por otro lado, dentro de los beneficios no maderables se encuentran todos los
derivados de bienes y servicios, diferentes de la madera, que son proporcionados por
el bosque, son esenciales para el consumo directo y el comercio local, así como
también, para las industrias de elaboración de productos que son objeto de comercio
externo. Estos bienes y servicios, por sus componentes de valor, pueden dividirse en:
bienes y servicios con valor extractivo, productos forestales menores, bienes y
servicios con valor no extractivo (funciones ecológicas de protección de cuencas
respecto a sedimentación y erosión, absorción de carbono y recreación) y bienes y
servicios con valor de preservación.

En contraste a otros recursos naturales, el recurso forestal tiene un tiempo de


maduración relativamente largo y, puede ser considerado como un bien de consumo, o
como uno de capital, todo depende de la decisión que adopte el agente económico
que lo administra. Estos recursos pueden ser considerados renovables, ya que a
diferencia de los minerales o los hidrocarburos, pueden aprovecharse y recuperarse a
lo largo del tiempo y de manera sostenible. Sin embargo, para que realmente cumplan
esta propiedad, es preciso que su utilización no altere el proceso de fotosíntesis y los
ciclos bioquímicos que se llevan a cabo, para lo cual, es necesario aplicar técnicas
correctas de explotación y aprovechamiento, en un esquema de ordenamiento
territorial debidamente planificado, para asegurar el uso alternativo en el largo plazo.

Otra característica importante a considerar en los recursos forestales, son las


externalidades, generalmente positivas por la existencia del bosque, y negativas por
su explotación. Particularidades que hacen del manejo eficiente de los recursos
forestales un asunto complejo de ser tratado ya que los costos y beneficios privados,
son generalmente muy distintos de los costos y beneficios sociales. La existencia de
externalidades, hace que el libre juego de las fuerzas del mercado no traiga consigo
resultados positivos desde el punto de vista social. Es posible que las personas que
cortan o talan árboles, o extraen productos no maderables de los bosques, en general,
no tengan ningún incentivo para tener en cuenta las consecuencias ambientales y
sociales de sus acciones, las cuales, pueden llevar inexorablemente a la deforestación
excesiva, la degradación de suelos y cuencas, el deterioro del medio ambiente,
pérdida de biodiversidad, cambios climáticos y, pérdida de oportunidades productivas
sostenibles para poblaciones vulnerables. En este sentido, el uso de los recursos
forestales en el mercado internacional arroja diferencias en cuanto a los patrones de
consumo que orientan su aprovechamiento.

La explotación forestal en los países en desarrollo obedece fundamentalmente a las


necesidades de energía y a las exigencias de una demanda internacional de productos
forestales de disímiles cualidades. Estos factores, se conjugan con consideraciones
económicas de beneficio inmediato que resultan en muchos casos, en el uso
predatorio de los recursos forestales. En cambio, en los países industrializados la
explotación de recursos forestales esta orientada hacia la producción de bienes
manufacturados. Por tanto, el mayor impacto no se debe al agotamiento del recurso
forestal y de las áreas que cubre, tal como lo es en países en desarrollo, sino a los
deterioros del medio ambiente que resultan de las distintas fases del proceso
productivo.

Antecedentes Históricos del Sector Forestal en Bolivia

Hasta antes del año 1952, la explotación de recursos forestales en Bolivia se limitaba
únicamente a la extracción de biomasa para leña o carbón. A partir de la Revolución
Nacional y de las reformas aplicadas en el país, se inició un proceso de fomento a la
ocupación de tierras forestales por pequeños y grandes agricultores y, empresas
forestales, con la finalidad de estimular un proceso de acumulación de capital con
base en la producción agrícola destinada a la sustitución de importaciones, así como
también, de promover la expansión de operaciones forestales para atender la
demanda interna y externa de maderas tropicales. Uno de los principales estímulos
para la ocupación de tierras forestales y su explotación fue la articulación caminera de
las tierras bajas con los centros comerciales del país.
A partir de los años 60’s, se incrementó la presión sobre las zonas forestales, sin
embargo, aunque se ampliaron las operaciones de extracción forestal, las propuestas
de desarrollo de la época no consideraban al sector forestal como componente
importante de la diversificación económica. Recién a partir del año 1985, el ajuste
estructural y los cambios hacia la nueva política económica que eliminaron las políticas
sectoriales, afectaron de manera más notoria el desarrollo de la agricultura de
exportación y la explotación forestal en tierras bajas.

Desde el año de ajuste estructurar (1985) hasta el año 1996, la política forestal
incentivaba la extracción maderera en el corto plazo, a través de contratos de
aprovechamiento por periodos de tiempo reducidos (alrededor de 5 años). La industria
desarrollada por las empresas extractivas, era primaria e incipiente, no agregaba
mucho valor a sus productos y, tenía limitados incentivos hacia el aumento de la
productividad. En aquella época, las instituciones encargadas de formular políticas,
clasificar los bosques, otorgar autorizaciones y contratos de aprovechamiento,
reglamentar la industria forestal, promover la reforestación y la investigación, proteger
la flora y la fauna silvestre y, fiscalizar y controlar las actividades de aprovechamiento
forestal eran los Centros de Desarrollo Forestal (CDF’s), dependientes de las
Prefecturas.

El sistema de recaudación forestal aplicado por el CDF, se basaba en los derechos de


desmonte o tasas por volumen de madera aprovechada, las cuales, estaban
diferenciadas por especie. Los volúmenes extraídos eran declarados por las empresas
forestales mediante notas de remisión, que las empresas transportadoras debían
presentar en los puestos de control, donde se calculaban y cobraban los derechos de
desmonte. Este sistema y la debilidad institucional del CDF favorecieron la búsqueda
de beneficios económicos en base a recursos forestales de una manera insostenible
ya que los puestos de control apenas registraban el 40% del volumen real
aprovechado, convirtiéndose éstos en focos de corrupción en desmedro de las
recaudaciones del Estado.

Por otro lado, la extracción selectiva (Mara, Cedro y Roble) y no planificada de


especies de mayor valor y, la concentración del poder oligopólico en tan sólo 50
empresas extractivas, a cargo de 185 concesiones que abarcaban cerca del 40% del
territorio boliviano, demandó el aprovechamiento de extensas áreas boscosas y
favoreció intereses de empresas madereras particulares por sobre los intereses de
grupos indígenas y campesinos asentados en las tierras forestales.

Ante esta situación, durante la primera mitad de los años 90 quedó clara la necesidad
de establecer una nueva política que se reoriente hacia un manejo sostenible de los
recursos forestales. Es así que en 1992 se promulgo la Ley del Medio Ambiente, con
el fin de normar el manejo integral y el uso sostenible de los recursos del bosque, a
través de una clasificación de bosques de acuerdo a su finalidad y, posteriormente, en
julio de 1996 se promulga la Nueva Ley Forestal (Ley No. 1700) y su Reglamento,
implantándose a través de la misma, normas que regulan los derechos de acceso al
recurso forestal y, un modelo de desarrollo forestal con un enfoque sostenible,
reconociéndose a través de la misma, Convenios Internacionales sobre Diversidad
Biológica, Desertificación y Sequía, SITES y Cambio Climático.

La Nueva Ley Forestal ha reafirmado el dominio originario del Estado sobre los
recursos forestales, buscando la inclusión activa de comunidades indígenas y
originarias al manejo sostenible de los bosques, con la participación de Tierras
Comunitarias de Origen (TCO’s) Agrupaciones Sociales de Lugar (ASL’s) y,
Organizaciones Territoriales de Base (OTB’s).

Además, el nuevo régimen estableció incentivos hacia una mayor diversificación en el


uso de maderas, la búsqueda de mayor eficiencia en la explotación y uso de los
recursos, la instauración de nuevos sistemas de tenencia de tierra forestal
(concesiones) y de 3 patentes forestales (por superficie aprovechada) y, la
clasificación de tierras para el aprovechamiento forestal, entre otros. Actualmente, todo
bosque que sea aprovechado de manera legal en Bolivia, debe efectuar un Plan de
Manejo Forestal Integral que incluye un inventario Forestal, un censo comercial del
total de ejemplares que se extraerá en cada campaña y, un estudio de impacto
ambiental.

Por otro lado, la Nueva Ley instituyó una serie de arreglos institucionales y
jurisdiccionales, siendo la creación de la Superintendencia Forestal (1996) el arreglo
institucional más importante, al ser creada como una institución autárquica, encargada
de vigilar el cumplimiento del nuevo régimen forestal.

Otros de los cambios introducidos son: el otorgamiento de concesiones de 40 años


(renovables cada 5 años sobre la base de auditorías forestales), un ciclo mínimo de 20
años en la intervención del bosque y la remanencia del 20% de individuos con y por
encima del Diámetro Mínimo de Corta para garantizar la regeneración del bosque, la
incorporación de programas de abastecimiento y procesamiento de materias primas, la
identificación y protección de servidumbres ecológicas y la introducción de
mecanismos de control social.

Recursos Forestales en Bolivia

Stock y Uso de los Recursos Forestales

Los bosques naturales que se encuentran en territorio boliviano, son en su totalidad


propiedad del Estado, incluso si estos se encuentren en tierras privadas y aunque
sean concedidos a privados o adjudicados por los mismos para su explotación y
aprovechamiento.

La superficie boscosa abarca una extensión de 53 millones de ha, es decir, casi un


50% del territorio nacional está cubierto por algún tipo de bosque, desde los bosques
de queñuas en la región andina hasta los tropicales lluviosos en la amazonía. El 63%
de estos bosques (33.5 millones de ha) tienen vocación exclusivamente forestal. El
total de superficie boscosa boliviana, representa aproximadamente un 1,28% de la
cobertura forestal mundial y, casi el 10% de los bosques tropicales de América del Sur,
ocupando el país el sexto lugar por superficie de bosques tropicales a nivel mundial y,
el tercer lugar en el Continente Americano después de Brasil y México. Descontando
las áreas boscosas destinadas a parques nacionales y otras áreas protegidas,
territorios indígenas, áreas de conservación agropecuaria y otras, se estiman
28.190.625 ha de bosques disponibles para Producción Forestal Permanente en
Bolivia.

Descripción del Sector Forestal en Bolivia

Participación en el PIB y Empleo

El volumen anual de madera aprovechada en Bolivia supera los 693 mil m3 r, sin
embargo, tiene una capacidad de producción sostenible de 20 millones de m3 r por
año7 . El total de producción de madera y manufacturas de madera representan el 3%
del PIB nacional y, cerca de 50 mil personas en el país participan directamente de
operaciones vinculadas a las actividades forestales maderables (extracción,
transporte, y procesamiento de la madera).

La Cadena

La cadena del sector forestal abarca todos los factores que intervienen en las
operaciones forestales de extracción, procesos industriales y comercialización de
productos. En Bolivia, la actividad forestal está basada en bosques tropicales, por lo
tanto, las operaciones forestales son fundamentalmente dirigidas hacia la cosecha
forestal, donde se evidencian las siguientes actividades:

 Planificación del Manejo Forestal: Se planifica el uso del bosque para lograr
rendimientos productivos sostenidos (calidad y volúmenes), beneficios
económicos y la planificación del recurso. Contempla las actividades de
planificación referentes a la topografía, definición de áreas de protección, red
caminera, zonificación de la propiedad, prescripciones silviculturales y de
aprovechamiento, elaboración del inventario de recursos forestales,
preparación del plan general de manejo forestal y otros.
 Aprovechamiento forestal: El censo forestal, que consiste en la medición y
marcación de los árboles aprovechables con fines de comercialización y de los
semilleros o remanentes que quedan por debajo del diámetro mínimo de corta
para favorecer la regeneración natural del bosque. La cosecha, incluye la
planificación de la explotación, construcción de caminos y rodeos al interior de
la zona explotada, corta dirigida de árboles, apeo y desrame, arrastre y
apilado. Todo acompañado de un proceso de supervisión y control para
alcanzar un aprovechamiento de bajo impacto y conservación de árboles de
futura cosecha. El transporte, que está referido a la planificación y
construcción de caminos, puentes, vías de arrastre, rodeo de trozas, para
transportar los productos forestales desde el bosque hasta la unidad de
transformación primaria, incluyendo la carga y la descarga, tomando en cuenta
la conservación de cursos del agua y el respeto a la fauna.
Procesamiento primario

Las actividades primarias son aquellas relacionadas con el procesamiento y


transformación de materia prima (trozas) en productos semielaborados, entre algunas
operaciones primarias se encuentran: almacenamiento, aserrado, secado y transporte

Procesamiento secundario

Consiste en la utilización de madera aserrada en partes y/o productos con acabado


totalmente elaborado, tales como muebles, partes de muebles, puertas, zócalos, pisos,
vigas y otros. Al igual que en el procesamiento primario, la utilización de productos que
vienen de bosques certificados tiene un seguimiento riguroso a través de la cadena de
custodia.

Comercialización y costo

Los costos de la actividad forestal primaria en Bolivia alcanzan los $us 43.20/m3 ,
donde la cosecha forestal representa el 45.7% ($us 19.73/m3 ), mientras que el
transporte responde por el 29.4% ($us 10.77/m3 ). Sin embargo, analizando la
estructura de costos individualizando cada componente de la actividad forestal, el
transporte bosque aserradero es el más importante ($us 10.50/m3 ), otros
componentes importantes son el arrastre y apilado ($us 9.94/m3 ), la patente forestal
($us 6.67/m3 ) y, la construcción de caminos y patios ($us 6.23/m3 ).

Los principales flujos de productos forestales en Bolivia se inician en los bosques de


Santa Cruz, Beni, Norte de La Paz y en menor medida en Pando, pasando
posteriormente hacia los centros de procesamiento y depósitos en las ciudades del eje
central del país y, transitando posteriormente los productos finales hacia los mercados
locales y a los puertos de exportación, de donde son enviados principalmente a
Estados Unidos (51%) y al Reino Unido (17%) y, en menor medida a Chile (4%),
México (3%), Alemania (3%) y los Países Bajos (2%)

En cuanto a la actividad industrial, ésta representa los mayores costos de producción


forestal ($us 200.60 m3 /ha). Entre los principales costos se encuentran los relativos a
las pérdidas en la transformación ($us 52.8/m3 ), los cuales, son muy similares a los
costos de transporte entre el aserradero y la unidad de secado, también representan
costos de similar magnitud el procesamiento industrial ($us 50/m3 ) y el secado ($us
45/m3 ) (MDSP, 2002b). Los costos relacionados con los componentes pérdidas en la
transformación troza aserrado y procesamiento industrial son inherentes a la
tecnología empleada y al tamaño de las unidades industriales. Reducciones
significativas en estos costos dependen básicamente de inversiones en innovaciones
tecnológicas en la industria, que brinden capacidades de producción más elevadas.
Por otro lado, los costos de transporte sufren el impacto de la no-integración en las
unidades de secado con la unidad de transformación primaria (aserradero). La
adopción de un modelo integrado, reduciría significativamente los costos de
transporte, considerando que con madera seca se pueden incrementar los volúmenes
de carga.
Los elevados tiempos de secado, la falta de conocimiento técnico adecuado y las
limitaciones en términos de tecnología, hacen que los costos de secado en el país
sean extremadamente altos. En cuanto a la actividad comercial, el costo de transporte
de la madera aserrada hasta el puerto asciende a $us 70/m3 . Este componente
representa un 28% de los costos totales de producción, siendo por lo tanto el principal
componente de costos considerado en el proceso productivo del sector forestal
exportador en el país.

Marco Institucional y Regulatorio

Marco Institucional

La estructura institucional del sector forestal, del lado del sector público, está
conformada por: el Ministerio de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente (MDSMA)
como organismo responsable de formular las estrategias, políticas, planes y normas
para el sector, el 24 Sistema de Reglamentación de los Recursos Naturales
(SIRENARE), como institución encargada de reglamentar, controlar y supervisar la
utilización sostenible de los recursos naturales renovables, siendo parte de este
organismo la Superintendencia Forestal y, el Fondo Nacional de Desarrollo Forestal
(FONABOSQUE) como organismo financiero. Además, participan en apoyo del
régimen forestal los Municipios y las Prefecturas.

En el sector privado, la institución involucrada con el sector forestal en Bolivia es la


Confederación de Empresarios Privados de Bolivia, compuesta por las Federaciones
Departamentales y Cámaras Nacionales Sectoriales, donde se incluye la Cámara
Forestal Boliviana (CFB). En la estructura de la CFB existe una organización técnica
denominada PROMABOSQUE (Programa de Manejo de Bosques) que se ocupa del
desarrollo de temas forestales y de brindar asistencia técnica.

Marco Regulatorio

A través de la Nueva Ley Forestal, se establece que la fiscalización del comercio de


productos forestales, se inicie en la supervisión de actividades de aprovechamiento de
campo y luego se extienda a los productos en tránsito, centros de procesamiento y
mercados. Así, los productos forestales, desde el momento de su extracción, deben
transitar con la documentación que certifica su lugar específico de origen, la misma
que posteriormente debe ser verificada a través de las rutas de comercialización.

Los mecanismos de regulación forestal en Bolivia, son una parte de los instrumentos
disponibles por el Estado para alcanzar el manejo sostenible de los bosques. Además
del Sistema Nacional de Parques y Áreas Protegidas, algunos de los instrumentos
adicionales incluyen, la aplicación de Planes de Manejo Forestal (PMF), Planes de
Ordenamiento Territorial (POT) y Planes de Ordenamiento Predial (POP).

El Ordenamiento Territorial es un componente fundamental de la planificación del


desarrollo del sector forestal, que contempla y fortalece los procesos de regulación y
planificación estratégica y, se constituye en el proceso de organización del Uso del
Suelo y de la Ocupación del Territorio en función de sus características. La entidad
responsable de la aprobación y la administración de los POT, y de la clasificación de
áreas de bosque es el MDSMA.

Para la realización de un POT, el MDSMA procede inicialmente a la recopilación y


sistematización de información y la realización de un diagnóstico integral del territorio,
identificando sus potencialidades, problemas y limitantes, partiendo de un análisis
espacial de sus características biofísicas, socioculturales, económicas y político
institucionales. A partir de ese diagnóstico integral es posible formular POT,
compuestos por los Planes de Uso del Suelo y los Planes de Ocupación del Territorio,
los cuales, permiten la territorialización de las políticas, así como la definición de un
marco normativo, regulatorio y orientador respecto al uso del territorio. En cuanto a los
POP, la entidad que aprueba y fiscaliza los mismos, determinando el área de
aprovechamiento de los productos forestales en tierras privadas de uso múltiple, es la
Superintendencia Agraria.

Finalmente, los PMF son evaluados, aprobados y vigilados por la Superintendencia


Forestal, la cual, después de aprobar un PMF, levanta un Plan Operativo Anual (POA),
donde se define las áreas de aprovechamiento y la corta anual permisible sobre la
base de un censo forestal. Posteriormente, la Superintendencia debe recibir de cada
empresa una copia de los Certificados Forestales de Origen (CFO) con información
correspondiente al producto extraído. Estos certificados, son adjuntados a informes
trimestrales de los programas de abastecimiento y procesamiento de materias primas.
Con el levantamiento de los CFO, se inicia la Cadena de Custodia en el momento de
extracción del producto, constatando su procedencia de un área autorizada, continúa
después del aserrío o procesamiento primario con la emisión de un nuevo CFO,
aplicable a los productos principales tales como madera aserrada, durmientes, puertas
y ventanas, castañas beneficiadas, palmito en conservas y otros, y finalmente, termina
con la revisión realizada en los puestos de control previos al destino final, donde se
verifica que los productos forestales tengan toda la documentación necesaria. Este
concepto se aplica tanto para productos maderables, como para no maderables.

En general, cabe destacar que los esfuerzos realizados en el marco normativo y


regulatorio del sector forestal en Bolivia, han sido importantes. Sin embargo, las
limitaciones del sistema de control todavía son muchas, la escasez de recursos
humanos y financieros destinados al control, la inmensidad del territorio nacional y las
cantidades de productos de varios tipos resultan en dificultades obvias para cumplir
con procedimientos de regulación de manera adecuada.

Problemas del Sector Forestal en Bolivia

De los varios problemas que enfrenta actualmente el sector forestal de Bolivia, hay
tres que merecen especial atención. El primero, es la prevención de las tasas de
deforestación excesiva, junto a la ordenación de los recursos forestales existentes
para satisfacer una demanda en rápido aumento; el segundo, es el problema de la
tenencia de la tierra, donde la falta de claridad en los derechos de propiedad sobre
territorios boscosos ha sido fuente de conflictos sociales y; el tercero son los
problemas financieros que ha tenido que enfrentar el sector durante los últimos años.

CONCLUSIÓN

Bolivia debiera tener vocación eminentemente forestal con base a ser el sexto país en
el mundo con la mayor cantidad de bosques tropicales naturales. En este sentido es
preciso que las políticas y programas destinados al sector forestal estén orientados a
promover el aprovechamiento de los recursos forestales, aplicando incentivos para
incrementar la producción y las exportaciones forestales de manera sostenible,
evitando la deforestación excesiva y garantizando la calidad ambiental. Para ello, es
necesario que converjan todos los sectores y actores involucrados, de modo que las
acciones hacia el manejo forestal sostenible permitan incrementar el Producto Interno
Bruto, y la calidad de vida de la población en general.

Se recomienda:

a) Promover la cooperación de los propietarios, las comunidades y las empresas


que viven del bosque, ya que sin ella, es poco probable que el Estado pueda
ejercer un control adecuado para proteger los recursos forestales del país, y
menos aún, lograr un aprovechamiento forestal sostenible.
b) La adecuada administración de la tierra y de los recursos renovables, es otro
de los lineamientos de política, que tiene el objetivo de alcanzar crecimiento
económico con equidad social y mejoramiento de la productividad.
c) Lograr la aplicación por parte de los usuarios del bosque, de instrumentos de
planificación y prácticas validadas de manejo forestal. En este sentido, el
Estado debe llevar adelante una serie de acciones para: garantizar la
seguridad jurídica y física de las tierras con derechos forestales otorgados en el
marco de la normativa vigente.
d) Se debe ayudar a las empresas forestales a incrementar su competitividad, a
través de programas de capacitación y financiamiento, que permitan la
incorporación de tecnologías apropiadas que además de coadyuvar a una
explotación más eficiente, permitan la incorporación de valor agregado,
generen puestos de trabajo y, se consoliden en mercados internacionales.
e) Implementación de mecanismos que mejoren la captación efectiva de los
recursos económicos provenientes tanto del pago de patentes forestales, como
de la cooperación internacional, hecho que permitiría negociar fondos
fiduciarios, ventas honoríficas de bosques clasificados como sumideros de
carbono y la conservación de la diversidad biológica.
f) Fortalecer acciones prioritarias y mecanismos de promoción forestal,
investigación y formación de recursos humanos, capaces de responder a los
desafíos tecnológicos propuestos para el sector, así como de generar
información y conocimiento. Para ello, se debería: implementar centros de
investigación forestal en diferentes eco-regiones; institucionalizar el Sistema
Boliviano de Información Forestal, el cual, permitirá acceder a bases de datos
sobre empresas internacionales, demanda y oferta, tendencias y precios de
mercado e; impulsar el Inventario Forestal Nacional, el cual, ayudará a conocer
la potencial riqueza forestal del país, así como una mejor planificación para el
manejo de los recursos.
g) Finalmente, y dado el interés existente en la comunidad internacional por
apoyar la sostenibilidad del sector forestal boliviano por su importancia
económica y por su biodiversidad, es preciso lograr mediante la cooperación y
asistencia internacional, que cuando se adopten medidas a nivel local se tenga
plenamente en cuenta las externalidades positivas del manejo forestal
sostenible y de la conservación de los bosques como recurso natural
renovable.

BIBLIOGRAFÍA

- Boletín Informativo del Consejo Boliviano para la Certificación Forestal (2003).


Boletines del 1 al 10. Santa Cruz – Bolivia.

- BOLFOR, Proyecto de Manejo Forestal Sostenible: Ministerio de Desarrollo


Sostenible y Planificación (1997) “Comercio de Productos Forestales en el Marco del
Manejo Forestal Sostenible”. BOLFOR. Santa Cruz - Bolivia.

- Brown, K & Pearce, D. (1994) The Causes of Deforestation. London: University


College London Press. - Cámara Forestal de Bolivia (2004) “Anuario Estadístico:
Sector Forestal de Bolivia 2003”. Cámara Forestal de Bolivia. Santa Cruz – Bolivia.

- Consejo Boliviano para la Certificación Forestal Voluntaria – CFV (2003) “Boletín


Informativo”. Santa Cruz - Bolivia.

-https://www.udape.gob.bo/

ANEXOS

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