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Felicidad Clandestina
trivial. Momentos agradables que cada uno vive a su manera. Porque solo
Clarice Lispector atribuye esta experiencia a la lectura y al amor por los libros.
dijo que tenía un libro que la otra parte quería leer pero no podía comprar. Le
prometió prestarle una casa. Sin embargo, llamó a su puerta día tras día y le dio
por las visitas diarias de la niña, y finalmente culpó a su hija por negarse a leer un
libro que nunca salía de la casa. Luego le dice que se lo preste a otra persona
para que pueda quedárselo como quiera. Prestar un libro por tiempo indefinido le
parecía un regalo mayor que regalarlo. Puedes dedicar el mayor tiempo posible a
la lectura. Es más, potencia sus placeres secretos creando falsos obstáculos que
libro abierto en mi regazo y no lo toco", dijo. "Ya no es una niña con un libro: es
causado por el deseo de una niña de que le guste cierto libro. El segundo y más
extenso momento está dedicado a lo que ella llama "tortura en China", incluyendo
Referencias