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¿Puede el ser humano hacer dos cosas al

mismo tiempo?
Una cosa detrás de otra. Nuestro cerebro es secuencial.
Necesita primero hacer una cosa y luego otra. Lo que sí
puede es cambiar de una tarea a otra con mucha
rapidez. Pero no te confundas, no puedes prestar
atención a dos cosas al mismo tiempo
SUSANA ACOSTA

Crees que puedes, pero no. Tu cerebro no está preparado para


escribir en el ordenador mientras hablas por teléfono, escuchas la
radio de fondo y pones a calentar la comida. Lo más probable es que
escribas algo ilegible, no hayas atendido a nada de lo que te han
dicho por teléfono y te hayas quedado sin comer porque se te ha
quemado el almuerzo. Sí, porque aunque pienses lo contrario, no
puedes ser multitarea.

«No es posible porque nuestro cerebro es secuencial. Una cosa detrás


de otra. No puede hacer dos cosas a la vez. Lo que haces es cambiar
de una a otra con rapidez y ahí es donde está la multitarea. Pero el
problema es hacerlo con eficiencia. Somos tan rápidos que parece
que lo hacemos a la vez. Por eso decimos: ‘Yo hago cinco cosas a la
vez, estoy con la tablet, viendo la tele y atiendo todo al mismo
tiempo’», explica José Ramón Silveira, médico adjunto de la unidad
de Psiquiatría del Chuac que considera que en este caso «pueden
pasar dos cosas: que no te estés enterando de nada y creas que sí,
que es lo más frecuente. O que estés sobre esforzando tanto la mente
al cambiar tan rápido de una tarea a otra que la estás estresando».

Y pone dos ejemplos. Uno se refiere al hecho de que estamos muy


acostumbrados a conducir escuchando la radio. Esto es así porque le
prestamos más atención a la radio, mientras la conducción se hace de
un modo automático: «Tengo tan aprendido el proceso físico de
conducir y de vigilancia de la carretera que soy capaz de prestar más
atención a lo que estoy escuchando. Es verdad que con la radio ese
nivel de atención que necesito es menor y puedo atender a la
conducción a un nivel adecuado. Pero ya cuando usamos el teléfono
móvil o el WhatsApp, ya requiere un nivel de atención superior. Por
eso es una de las causas más importantes de accidentes y es así
porque ya no somos eficientes y no tenemos la suficiente capacidad
para cambiar tan rápidamente de una tarea a otra», dice. El otro
ejemplo, se refiere al hecho de ir caminando y hablando por teléfono
en la calle: «Caminar lo tienes interiorizado. Siempre le prestas más
atención a hablar por teléfono, pero llegas a un semáforo y en ese
momento un coche casi te pilla, entonces tienes que preguntar a
quien te está hablando: ‘Perdona, ¿qué has dicho?’ Ha cambiado mi
atención por un estímulo externo y no soy capaz de atender a lo que
me ha dicho la otra persona por teléfono».

NÚMERO ÓPTIMO DE TAREAS

Nuestro cerebro percibe la tarea que tiene que hacer, luego


selecciona la respuesta que dar y, por último, la ejecuta: «Y hay un
tiempo de reacción entre la percepción y la selección de la respuesta.
También hay un número óptimo de tareas que podemos hacer una
detrás de otra. Cada persona tiene una capacidad. Si nos pasamos de
esto, lo que estamos haciendo es dejar de ser eficientes, sobrecargar
la mente y ahí sí que puede aparecer un problema mental. Está el
estrés, que no llega a ser todavía una enfermedad, o la ansiedad, que
sí lo es», explica Silveira.

Una opinión que también es compartida por la psicóloga Alejandra


Dotor: «No podemos exigirnos más de lo que nuestro cerebro puede
hacer. Entonces es muy importante tenerlo en cuenta para no
acumular niveles de estrés que acaben en una enfermedad, en la
ansiedad. O vamos piano piano, tarea a tarea o se nos agolpan y ahí
nos supera a nivel físico. Pueden venir dolores de cabeza, un
cansancio extremo... Tenemos que ir cosa a cosa, una a una, cuando
termines una comienzas con la siguiente, puedes poner una lista con
el orden a seguir, que luego puedes cambiar a medida que van
sucediéndose las cosas», recomienda.
¿Y qué hay de aquello que se dice que las mujeres somos capaces de
hacer dos cosas a la vez? Silveira tiene clara su respuesta: «No hay
ningún fundamento que diga que las mujeres tenéis un cerebro más
dotado para atender a la multitarea porque funcionamos de una
manera secuencial y somos iguales. Lo que pasa es que las mujeres
socialmente sí estáis más entrenadas o la vida os entrena más en este
cambio de atención hacia la multitarea. Os veis obligadas a
aprovechar más esta capacidad y vais más al número óptimo de
tareas que podéis hacer. Incluso también puede haber mayor estrés y
ansiedad en las mujeres. Es el mal uso de la multitarea, el hacerlo
continuamente es lo que os hace estar más entrenadas», explica el
que es también presidente de la Asociación de Psiquiatría de Galicia.

Para Dotor, la explicación está en el hecho de que «estamos más


atentas a los estímulos. El hombre puede ir por parcelas. Abre una
caja, se ocupa de ella, la cierra y abre otra. Y las mujeres estamos
más pendientes del exterior. Somos más sociables, más de prever
cosas, de organizar tareas...», concluye.

Fuente: https://psychology.fas.harvard.edu/multithreaded.php

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