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El matrimonio fue idea de Dios (los matrimonios se hacen en el cielo) ¿Por qué hay tantos

divorcios?

Responsabilidades de la mujer

Génesis 2.18–24
Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para
él. (no es para los hijos es para el)

De acuerdo con las Escrituras, la esposa fue creada para llenar las necesidades, las faltas, la
incapacidad de su marido. Fue creada para ser la ayuda singular de su marido.

Prov. 31.10 Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente
a la de las piedras preciosas. El corazón de su marido está en ella confiado, Y no
carecerá de ganancias. Le da ella bien y no mal Todos los días de su vida.

Efesios 5:22 Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; 23porque el
marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su
cuerpo, y él es su Salvador. 24Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también
las casadas lo estén a sus maridos en todo.

Tito 2:4 que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, 5a ser
prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la
palabra de Dios no sea blasfemada.

1 Pedro 3.1 Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que
también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus
esposas, 2considerando vuestra conducta casta y respetuosa. 3Vuestro atavío no sea el
externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, 4sino el interno,
el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de
grande estima delante de Dios.

La sumisión no significa que la esposa es una esclava. En realidad, la esposa nunca es tan
libre como cuando está en sumisión a su esposo, pues entonces tiene libertad para llegar a ser
todo lo que Dios propuso que fuese

La sumisión no quiere decir que la mujer jamás abre su boca, que nunca puede dar una
opinión, que jamás da consejos

(Pr 31.26; Abre su boca con sabiduría, Y la ley de clemencia está en su lengua.

La sumisión no significa que la esposa es inferior al marido.

Jesucristo no era inferior a María y a José Jesucristo en ninguna manera era inferior a Dios el
Padre. las Escrituras afirman que hay un orden y una estructura en la Trinidad. Jesús dijo: «No
puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo así juzgo… no busco mi voluntad, sino la
voluntad del que me envió» (Jn 5.30),

Las Escrituras indican que es la responsabilidad de la mujer someterse. En ningún lugar


se dice que el esposo deba lograr la sumisión de la esposa mediante la fuerza física. Más bien,
se le manda a la mujer que sea sumisa
Las Escrituras indican que la sumisión de la esposa debe ser continua.

La sumisión de la esposa es un mandamiento, no una opción.

La sumisión de la esposa es espiritual. Debe hacerse «como al Señor» (Ef 5.22). El Señor
manda que la esposa sea sumisa. Negarse a someterse a su esposo equivale a estar en
rebelión contra Dios mismo. Sumisión a su esposo es una prueba de su amor a Dios además
de probar su amor hacia su esposo. La esposa, entonces, debe considerar la sumisión a su
esposo como una acto de obediencia a Cristo

La sumisión es un concepto positivo, no negativo.

la sumisión «es la libertad de ser creativa bajo la autoridad instituida divinamente».

La sumisión significa que la esposa coloca todos sus talentos, habilidades, recursos, y energía
a disposición de su marido.

Sumisión quiere decir que la esposa cede y utiliza todas sus habilidades bajo la dirección de su
esposo para el bien de él y de la familia.

Significa que se considera como parte del equipo de su marido y no un contrincante que lucha
contra él y procura sobrepasarlo.

La sumisión involucra las actitudes de la esposa además de sus acciones.

Esto no significa que ella debe obedecer a su marido cuando este le ordena hacer lo que Dios
prohíbe, o cuando procura que no haga lo que Dios manda. La mujer se sujetará a su marido
«como conviene en el Señor» (Col 3.18) Casadas, estad sujetas a vuestros maridos,
como conviene en el Señor.

Responsabilidad del esposo

Colosenses 3.19 Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas.

Efesios 3.25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se
entregó a sí mismo por ella,

Efesios 3:28 Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos
cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. 29Porque nadie aborreció jamás a su
propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia,

1 Pedro 3.7 Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la
mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que
vuestras oraciones no tengan estorbo.

1 Timoteo 5:8 porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su
casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo.

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