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El documento define los contratos como acuerdos de voluntad entre dos o más partes que generan derechos y obligaciones. Existen dos tipos de contratos: unilaterales, que generan obligaciones para una sola parte, y bilaterales, que generan obligaciones para ambas partes. Cuando se produce la pérdida de un objeto en un contrato unilateral por caso fortuito, se debe establecer quién asume la pérdida. Además de la voluntad, algunos contratos requieren actos jurídicos como entregas o formalización documental.
El documento define los contratos como acuerdos de voluntad entre dos o más partes que generan derechos y obligaciones. Existen dos tipos de contratos: unilaterales, que generan obligaciones para una sola parte, y bilaterales, que generan obligaciones para ambas partes. Cuando se produce la pérdida de un objeto en un contrato unilateral por caso fortuito, se debe establecer quién asume la pérdida. Además de la voluntad, algunos contratos requieren actos jurídicos como entregas o formalización documental.
El documento define los contratos como acuerdos de voluntad entre dos o más partes que generan derechos y obligaciones. Existen dos tipos de contratos: unilaterales, que generan obligaciones para una sola parte, y bilaterales, que generan obligaciones para ambas partes. Cuando se produce la pérdida de un objeto en un contrato unilateral por caso fortuito, se debe establecer quién asume la pérdida. Además de la voluntad, algunos contratos requieren actos jurídicos como entregas o formalización documental.
El contrato es un acuerdo de voluntades, verbal o escrito, manifestado en común entre dos, o
más, personas con capacidad (partes del contrato), que se obligan en virtud del mismo, regulando sus relaciones relativas a una determinada finalidad o cosa, y a cuyo cumplimiento puede obligarse de manera recíproca, si el contrato es bilateral, u obligarse una parte a la otra, si el contrato es unilateral. Contrato unilateral: es un acuerdo de voluntades que engendra obligaciones solo para una parte. Contrato bilateral: es el acuerdo de voluntades que da nacimiento a obligaciones para ambas partes. Cuando en un contrato unilateral existen obligaciones jurídicas, que impliquen la transferencia de una cosa, si esta se destruye por caso fortuito o fuerza mayor es necesario poder establecer quién debe de sufrir la pérdida. El contrato crea en si un acuerdo de voluntades que genera «derechos y obligaciones exigibles relativos». Pero, además del acuerdo de voluntades, algunos contratos exigen, otros hechos o actos de alcance jurídico, tales como efectuar una determinada entrega (contratos reales), o exigen ser formalizados en documento especial (contratos formales), de modo que, en esos casos especiales, no basta con la sola voluntad.
LIBRO IV DE LAS OBLIGACIONES EN GENERAL Y DE LOS CONTRATOS.
Art. 1454.- Contrato o convención es un acto por el cual una parte se obliga para con otra a dar, hacer o no hacer alguna cosa. Cada parte puede ser una o muchas personas. Bien, como ya sabemos el contrato es una condición, una disposición, en el que las personas llegan a un acuerdo con un fin en común, es así como el contratante en este caso le confiere a la contraparte obligaciones a las que tiene que regirse y cumplir, es decir, está obligado a hacer y no hacer lo que se ha estipulado, respetando así las cláusulas que se establecieron dentro del contrato. Así mismo manifiesta que cada parte puede ser una o muchas personas, pues para que exista un contrato debe al menos haber dos personas, pero dependiendo del caso pueden ser más de dos. Dentro de los contratos están: El contrato privado: Es el realizado por las personas intervinientes en un contrato con o sin asesoramiento profesional. Tendrá el mismo valor que la escritura pública entre las personas que los suscriben y sus causahabientes (Persona que por sucesión o transmisión adquiere los derechos de otra persona.) El contrato público: Son los contratos autorizados por los funcionarios o empleados públicos, siempre dentro del ámbito de sus competencias, tiene una mejor condición probatoria. Los documentos notariales son los que tienen una mayor importancia y dentro de ellos principalmente las escrituras públicas.