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Movimiento Antivacunas

Evolución del Movimiento hasta la Actualidad

Desde aproximadamente el siglo XX se han realizado múltiples escritos en relación

con la vacunación, la ha sido realizada por profesionales en salud y medicina, de igual

manera ha dio de la mano del movimiento antivacunas, ya que desde el inicio con la primera

vacuna fue una gran población la que estuvo en su contra, debido a la gran incertidumbre

que esta provocaba en cuento a su seguridad y eficiencia.

Es importante menciona que dicho Movimiento fue a inicios de 1800 en Inglaterra

cuando el profesional en salud Edward Jenner dio inicio con la vacunación contra la viruela

de acuerdo con (Bonnem, Henderson, Hilleman, & Plotkin, 2018) demostrando la eficacia de

vacunación, siendo esto algo muy novedoso para la época, por lo cual se desato gran

cantidad de desacuerdos de índole sanitario, político, religioso y científicas.

En 1853 fue creada la Ley de la vacunación dirigida a bebés de hasta los 3 meses de

edad y en 1867 se amplio este requerimiento hasta los 14 años, debido a lo anterior resto

provoco una serie de resistencia del ciudadano reclamaban su derecho a controlar sus

cuerpos y los de sus hijos. Por lo cual fueron creadas dos Ligas: la Liga Antivacunación y la

Liga contra la vacunación obligatoria.

Una de las principales Cuidades involucradas en estos movimientos antivacunas es

la Cuidad de Leicester, siendo una de las principales cedes de las agrupaciones contra la

vacunación, una de las demostraciones de los grupos antivacunas fue en marzo de 1885,

siendo esta la más notoria de esos tiempos. Debido a lo antes descrito fue que se creó la

Comisión encargada designada para estudiar la vacunación, 1896, la comisión dictaminó

que la vacunación protegía contra la viruela, pero también sugería eliminar las

penalizaciones por no vacunarse. En 1898 La Ley de vacunación eliminó las penalizaciones,

e incluyó una cláusula de Opositor Consciente.


Posteriormente en Estados Unidos a finales del siglo XIX, surgieron brotes de viruela,

razón por la cual dio inicio a campañas de vacunación, pero de igual manera surgieron

actividades de los grupos antivacunas y en 1879 se crea la Sociedad Antivacunación de

estados Unidos. Dando inicio a dos nuevas ligas, la Liga contra la vacunación obligatoria de

Nueva Inglaterra (1882) y la Liga Antivacunación de la Ciudad de Nueva York (1885), los

cuales libraron batallas ante juzgados con el objetivo de derogar leyes anti la vacunación en

varios estados. Dicho Movimiento fue avanzado hasta 1970 donde estos grupos continuaron

desatando controversia hacia la nueva vacunación en contra de la difteria, el tétanos y la tos

ferina (DTP).

Consecutivamente casi 25 años después en Inglaterra se desata una nueva

controversia hacia la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola (MMR), ya que

estás la estaban relacionando con enfermedades de colon, el autismo y alegando además

que la vacuna no había sido debidamente probada ante de su utilización, estudio realizado

por el médico británico Andrew Wakefield, provocando así miedo del público y la confusión

sobre la seguridad de la vacuna. Para el 2010, el Lancet revocó formalmente del estudio

realizado por Wakefield, después de que el Consejo Médico General Británico falló en contra.

Para julio de 1999 organizaciones líderes en medicina y salud pública de los EE.UU.,

como también algunos fabricantes de vacunas, estuvieron de acuerdo en que el timerosal

debería reducirse o eliminarse de las vacunas, como una medida de precaución, ya que se

creía que este componente en las vacunas infantiles provocaba como reacción el autismo,

trastorno de déficit de atención e hipersensibilidad, o retraso en el habla o el lenguaje. Para el

2001 el cual bajo una serie de estudios rechazo la relación causal. Pero además se incentivó a que

se realicen vacunas más ecológicas.

En los últimos años coincidiendo con el alto desarrollo de las nuevas vacunas y

gracias a los nuevos medios de comunicación (fundamentalmente internet) que estos grupos

o asociaciones pueden amplificar sus mensajes y alcanzar relevancia mediática


trascendente. Es importante recalcar que La mayoría de los grupos o asociaciones

antivacunas se sitúan en Norteamérica y Australia según lo indica (Gómez Marco &

Zamanillo Rojas, 2003).

Algunos de los argumentos que utiliza este movimiento antivacuna se dividen en los

que arremeten los hechos científicos o anticientíficos, los religiosos, sanitarios, de índole

político y/o aquellos que se sustentan en la prioridad absoluta de la libertad. Es importante

mencionar que uno de los primero casos que se dio en norte América de acuerdo con

(Vargas, Relevancia de los hechos fácticos en la argumentación del movimiento

antivacunas, 2021) fue Henning Jacobson, a inicios de siglo XX, no aceptó la vacunación

contra la viruela, perdió el litigio contra el estado de Massachusetts, y la Corte Suprema

Norteamericana considero que bajo la epidemia que se vivía en ese momento en Estados

Unidos, no era anticonstitucional obligar a la personas a ser vacunadas. Provocando esto

una tensión entre la decisión de libertad ante la seguridad, que de acuerdo con sus

creencias aplica para todas las personas.

En el 2003, donde la Nación del Islam no recomienda la vacunación a sus miembros,

objetando de modo erróneo que las vacunas pueden causar otras enfermedades. Sin

embargo, es notorio lo que sucedió en Nigeria, durante una campaña de vacunación de

polio la cual fue llevada a cabo por la organización mundial de la salud OMS y El Fondo de

las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en África. Estas organizaciones vistas como

occidentales tuvieron roces con los dirigentes islámicos de la zona acerca de la seguridad

de la vacuna.

En la situación actual, sin duda alguna la pandemia por COVID 19, ha cambiado

grandemente a nivel mundial a la humanidad y sus roles de vida, además la vacunación en

general ha tomado estudios y afectaciones de manera geopolítica, económicos, raciales y

sociales ya que no es un secreto que dependiendo de las inclinaciones ideológicas en

muchos países del mundo se han inclinado por la adquisición de las vacunas a

farmacéuticas “occidentales” (Vacuna Pfizer o la vacuna de Jansen contra COVID-19),


mientras otros prefieren la vacuna Sputnik V (Rusia) o Sinovac (China). De acuerdo con

estuduios realizados, existen pruebas recopiladas por la inteligencia norteamericana y del

Reino Unido que demostraron que existe una campaña de desacredito de las vacunas

occidentales para COVID 19 iniciada desde Rusia.

Con la llegada de la Pandemia por COVID-19, se despertaron movimiento

antivacunas, que bien ha existido desde hace muchos años atrás, pero que nuevamente han

agarrado fuerza durante esta pandemia.

Estas campañas buscan desacreditar la vacuna de Johnson y Johnson en Estados

Unidos y AstraZeneca en Europa, haciendo énfasis en el riesgo de presentar cuadros de

trombosis venosas, además también señala que existen a 12 campañas de desacreditación

en África a favor de la vacuna Sputnik V y en contra las vacunas occidentales, para que

estas no fueran bien recibidas en el continente africano por lo cual miles de dosis de

vacunas no se ha utilizado.

De acuerdo con (Chaves, 2021) datos de la Organización Panamericana de la Salud

(PAHO), se han aplicado un total de 794 420 819 de dosis de la vacuna sólo en las

Américas [1], todos los países han comenzado a vacunar contra el virus y un total de

323 184 109 personas cuentan a la fecha, con el esquema completo de vacunación (basado

en la recomendación de dos dosis para vacunas como la Pfizer/BioNtech y AstraZeneca, así

como las que sólo necesitan una, como la Janssen de Johnson & Johnson). Lo cual a pesar

de ser una gran cantidad de población global vacunada, continúan siendo importante los

grupos antivacunas, que siguen exteriorizando sus ideales a la demás población.

Se han formado a nivel mundial grupos que han tomado la autonomía en una forma

no aceptada de salud en relación a los movimiento antivacunas, lo que ha dado luchas

adversando las políticas de fortaleza de las campañas internacionales de la recomendación

del a Organización Mundial de la Salud y los derechos fundamentales de la sociedad.


En Costa Rica de acuerdo con la Caja Costarricense del Seguro Social en la

actualidad un 84% de la población cuenta con la primera dosis de vacuna, 76.9% de la

población cuenta con el segunda dosis de vacuna y un 36% total de la población cuenta con

la tercera dosis de la vacuna, datos tomados de la CCSS. (EDUS, 2022)

En relación con la discusión de hasta dónde llegan los derechos individuales y hasta

dónde los colectivos en materia de autonomía individual frente a la emergencia sanitaria de

las actuales dimensiones en relación con el  éxito relativo del movimiento antivacunas que

ha basado su accionar en la difusión de noticias falsas o información manipulada, a través

de redes sociales y dispositivos electrónicos, razón por la cual han capturado a personas

incautas, poco informadas y poco críticas o reflexivas sobre estos asuntos, de acuerdo con

(Calderón, 2021)

Aunque los tiempos han cambiado, las emociones y las creencias profundamente

arraigadas, ya sean filosóficas, políticas o espirituales, que subyacen a la oposición a las

vacunas, se han mantenido relativamente constantes desde que Edward Jenner introdujo la

vacunación, desde 1749.

Referencias
Bonnem, S., Henderson, D., Hilleman, L., & Plotkin, S. (2018). Historia de los movimientos en contra
de la vacunación. The College of Physicians of Philadelphia, 1.

Calderón, V. B. (11 de Noviembre de 2021). UNA Comunica Oficina de Comunicaciòn. Obtenido de


https://www.unacomunica.una.ac.cr/index.php/noviembre-2021/3753-multiples-razones-
explican-comportamiento-antivacuna

Chaves, M. d. (2021). Análisis semanal 408: Los males nunca vienen solos: el COVID-19 y el
movimiento antivacunas (23 de agosto de 2021. Boletín del Observatorio de la Política
Internacional, 1.

EDUS, S. (28 de 03 de 2022). Caja Costarricense del Seguro Social. Obtenido de


https://www.ccss.sa.cr/web/coronavirus/vacunacion

Gómez Marco, J. J., & Zamanillo Rojas, I. (2003). Grupos anti-vacunas. Análisis de sus causas y.
Revista Clínica Electrónica en Atención Primaria, 2.

Vargas, W. R. (2021). Relevancia de los hechos fácticos en la argumentación del movimiento


antivacunas. Departamento de Bioética, Universidad El Bosque, 10-28.

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