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Para que la comunicación sea efectiva, se deben considerar elementos como el manejo del ambiente para evitar interferencias y la claridad de la expresión. Dos características fundamentales son saber escuchar a la otra persona sin interrumpir ni juzgar, y saber hacer preguntas oportunas para ampliar la comprensión del tema.
Para que la comunicación sea efectiva, se deben considerar elementos como el manejo del ambiente para evitar interferencias y la claridad de la expresión. Dos características fundamentales son saber escuchar a la otra persona sin interrumpir ni juzgar, y saber hacer preguntas oportunas para ampliar la comprensión del tema.
Para que la comunicación sea efectiva, se deben considerar elementos como el manejo del ambiente para evitar interferencias y la claridad de la expresión. Dos características fundamentales son saber escuchar a la otra persona sin interrumpir ni juzgar, y saber hacer preguntas oportunas para ampliar la comprensión del tema.
Cuando se habla de que algo es efectivo, según la definición de ese término, se
habla de que está cumpliendo el efecto esperado. Por tanto, al hablar de comunicación efectiva lo que se plantea es que el proceso de comunicación tenga un impacto, un efecto y genere un resultado. Para que la comunicación sea efectiva, entonces deben tenerse en cuenta algunos elementos, por ejemplo, el manejo del ambiente, es decir, evitar las interferencias o bloqueos para la comunicación como los ruidos, la distancia y las obstrucciones dentro del campo visual. También es importante considerar las cualidades de la expresión: la claridad, ser simple y conciso, la fluidez, la capacidad de argumentación, la organización y claridad de las ideas y el uso correcto del tono y volumen de la voz, una adecuada vocalización y evitar las incorrecciones del lenguaje.
Existen dos características fundamentales para garantizar la efectividad de la
comunicación:
la primera de ellas es saber escuchar, lo cual implica mirar a la persona
que habla, brindarle apoyo y confianza a través de la expresión corporal y evitar conductas como interrumpir, fijarse en las propias ideas, adelantarse a lo que se va a decir, caer en suposiciones, juzgar actitudes y/o comportamientos.
La segunda característica es saber preguntar, lo que significa saber
indagar por asuntos acordes al tema en el momento oportuno, en busca de ampliar la visión y comprensión de lo que está siendo discutido.