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Movimiento ambientalista: cuatro veces secuestrado (y 

contando)

Si eres una de esas personas en prepa o universidad, que quisiera pintar de verde sus planes
a futuro, pon atención: el  movimiento ambiental, ha sido secuestrado cuatro veces desde
que nació, y no lo sueltan. Esto es preciso que lo sepas. Tienes en tus manos el texto que
hubieras querido leer hace varios años pero que nadie había tenido la cortesía de arrimarte.
De nada.

A muchos boomers institucionalizados no les gusta hablar de estas cosas, pero a ti te vale
un pepino que no les guste. Y te vale un pepino porque solo estando al tanto de algunas
verdades evitarás que otros desperdicien tu tiempo y tu persona. Con una poca de
información honesta y verdadera podrás tomar buenas decisiones que afecten positivamente
tu destino; sabrás a qué atenerte y sobre todo, sabrás cómo evitar ser carne de cañón
comercial, ideológica o política de alguien, de algún fulano, o de alguna fulana. Hoy tan en
boga. Ya estás avisado.

1. Por las ciencias naturales

El movimiento ambientalista fue secuestrado por primera vez por las ciencias naturales
durante los años 70s. Es quizás el único secuestro que más o menos amerita perdón. Esto es
porque, en aquellos tiempos, la preocupación por el medio ambiente recayó de manera
burocrática y forzada sobre los biólogos, ecólogos y en general las ciencias naturales (el
énfasis dado por el Club de Roma en su informe Los límites del crecimiento). ¿Por qué?
pues porque nadie quería hacerse cargo seriamente de estos temas, y cundía la noción, más
o menos idiota, tanto entre adultos como entre niños, de que si los zapateros reparan
zapatos y los hojalateros reparan carros estrellados, pues a los biólogos les tocaba resolver
los problemas ambientales; desde impedir la destrucción de selvas y la extinción de
animales, hasta evitar que los carros contaminaran el aire. Se creía que los problemas
ambientales tenían que ser resueltos por especialistas en medio ambiente, no por toda la
especie humana y la sociedad en su conjunto, cómo ahora (o como debería de ser ahora).

2. Por los economistas

El segundo secuestro fue el llevado a cabo por los economistas durante los años 80s. La
gente en general vivía convencida (o más bien dicho, les parecía más cómodo creer) que
solucionar el problema ambiental global era un asunto de billetazos, de dinero, qué más o
menos se resolvería dedicando recursos y asignándole un costo a la naturaleza, a la
contaminación y a los daños ambientales.

En otras palabras, se vio el problema ambiental como una vulgar "falla de mercado" y
como un vulgar problema de asignación de precios. No por nada el lema favorito del
economista ambiental de aquellos tiempos era “el que contamina paga”, el cual dicho sea
de paso los hacía sentir como todos unos justicieros, unos martires de la salvación
universal.
Bueno, pues ocurrió que el secuestro de los economistas nunca funcionó, seguimos
teniendo problemas ambientales graves, y muchos creen que el término “desarrollo
sustentable” se vio algo corrompido y desvirtuado por la insistencia casi patológica de
querer ver a los problemas ambientales como vulgares “fallas de mercado”, y a los
economistas como martires portadores de un martillo investidos con el derecho divino a
pensar que todo es un clavo.

3. Por las corporaciones globales y el cambio climático

El tercer secuestro lo llevaron a cabo las corporaciones globales, más o menos a


principios del milenio. Los diversos problemas ambientales que preocupaban al mundo
durante los años 90s, como la desertificación, la pérdida de biodiversidad, la contaminación
del ríos y mares, la urbanización desenfrenada y el cambio de uso de suelo, el asesinato de
defensores del bosque, la tierra y el agua, fueron hechos a un lado para colocar todos los
reflectores en un único objetivo, científicamente reduccionista pero tecnológicamente muy
lucrativo para las empresas globales: adivinaste! el Cambio Climático. El mundo se olvidó
de todas sus crisis ambientales globales y permitió que su única preocupación comenzara a
ser el negocio global del Cambio Climático y sus soluciones tecnológicas.

4. Por la agenda de género y las diversidades

El cuarto secuestro del que ha sido objeto el ambientalismo global, es el llevado acabo en
la actualidad desde hace más o menos una década por la “agenda de género” y “las
diversidades”. Su consolidación la podemos apreciar en las agendas políticas de todos los
gobiernos del mundo, en particular de aquellos gobiernos alineados a los 17 Objetivos del
Desarrollo Sostenible de la ONU (es decir, casi todos). Los problemas ambientales tienen
ahora que ser vistos de manera forzosa y forzada a través del filtro ideológico y la agenda
de la “equidad de género” y las “diversidades”. Agenda también identificada como
“marxismo cultural” en la que “los oprimidos” no son ya “el proletariado” sino “las
mujeres” y los “lgbt’s”. Esta agenda es orquestada y fuertemente financiada a nivel de toda
clase de organizacioncitas locales, con cascadas y cascadas brutales de dinero vía
fundaciones globales cómo la Open Society Foundation, y la Rockefeller Foundation, junto
a distintas organizaciones y agencias multilaterales, incluido el Foro Económico Global
(ONU, OMC, WTO, WEF, etc.)

Conclusión

Estos cuatro secuestros (la pandemia es candidato al quinto, pero ese mejor dejémoslo en
paz)… pueden ser vistos como cuatro tendencias históricas inducidas que siguen
distrayendo nuestra atención del problema planetario que subyace a los demás: cómo
satisfacemos los seres humanos nuestras necesidades (reales más que imaginarias) sin
destruir el medio natural del que dependemos para hacerlo.
Dicho de otro modo buenhombre, es a partir de ahí, que para mejor decirlo en corto, esta
historia no va así. 2022/V/18

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