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UDE
Profesora: Valeria Porciello
Trabajo práctico 8
Estudiante: Daniela Monasterio.
Toda escuela como institución que aprende debe formular su propio Proyecto Institucional (P.I.),
teniendo en cuenta que es una planificación que busca lograr los fines y objetivos para la
realización del acto educativo.
Ud. como directivo, parte de un equipo de conducción debe armar el P.I. teniendo en cuenta el
marco normativo y las políticas educativas.
1- Elabore un plan de acción.
2- Monitoreo y seguimiento de la construcción del P.I.
3- Evaluación del proceso.
4- Concluya.
PROYECTO INSTITUCIONAL
Todas las instituciones educativas de la Provincia de Buenos Aires gestionan en base al Proyecto
Institucional que cada una diseña. El proyecto institucional ha sido, y continúa siendo, la
herramienta fundamental para que cada escuela tenga claridad en el rumbo que debe tomar en
pos de la mejora educativa.
El Proyecto Institucional tiene que ser una construcción colectiva de la comunidad escolar,
conducida por los equipos directivos. Construir el proyecto lleva tiempo, debate constructivo,
reflexión, análisis, y un proceso articulado de toma de decisiones. Son las escuelas que logran
acordar y definir esta propuesta tan esencial, las que pueden avanzar con mayor convicción y
certeza hacia el logro de los objetivos planteados.
El proyecto institucional bien construido implica que la escuela ha identificado su punto de partida
en base a evidencias y resultados, que ha definido objetivos realistas de acuerdo a su contexto,
recursos y capacidades, y ha definido estrategias y acciones concretas a implementar. La mejora
escolar implica el monitoreo constante del Plan de Acción, la Autoevaluación al finalizar el año, y
los cambios que de ella surjan con miras a seguir mejorando al año siguiente. Esto fomenta y
permite un círculo virtuoso, dinámico y continuo. El punto de partida de cada escuela es distinto,
ya que cada institución tiene su propia historia y una amplia diversidad de características, culturas
y contextos. Dado que los puntos de partida de cada institución difieren, los objetivos que se
plantean también, ya que cada escuela tiene, además, una visión y misión propia.
La Ley de Educación Provincial 13688, “define a las Instituciones Educativas como comunidad de
trabajo, que construyen su proyecto educativo con la participación de todos sus integrantes,
respetando los principios y objetivos de la Ley” y al mismo tiempo, “determina la necesidad de
desarrollar procesos de autoevaluación institucional con el propósito de revisar las prácticas
pedagógicas y de gestión y acompañar el progreso de los resultados académicos”. El Reglamento
General de Instituciones Educativas de la Provincia de Buenos Aires,“ reconoce que el Proyecto
Institucional facilita la identificación de los problemas institucionales y permite la elaboración de
estrategias que permitan su resolución partiendo de un trabajo contextualizado, utilizando
herramientas de diagnóstico tanto cuantitativas como cualitativas, sumado el análisis de variables
sociocomunitarias relacionadas con la diversidad y la singularidad de los actores de la comunidad
educativa”.
Para esta construcción, en primer lugar, es necesario el análisis del contexto donde se pueda
tomar conocimiento de los tipos de familias que acuden a la escuela y los aspectos
sociodemográficos como el tipo de viviendas, nivel de urbanización, niveles de satisfacción de las
necesidades básicas, niveles de escolaridad, instituciones vecinas significativas (gubernamentales y
no gubernamentales), etc. Todos estos datos y otros que se consideren significativos deben ser
analizados en función de la comunidad y su cultura. También es necesario el relevamiento de las
expectativas que tiene la comunidad sobre el servicio educativo que debería brindar la escuela.
Definida la etapa anterior, debemos en cuarto lugar plantear los objetivos o propósitos a lograr,
para esto se requiere seleccionar aquellos aspectos relativos a los ámbitos de enseñanza, de
aprendizaje, de gestión institucional, de la administración y los comunitarios más importantes,
sobre los que hay que intervenir. Esta cuarta etapa como la anterior necesita de espacios de
encuentros para la interacción y la construcción consenso (presenciales o no).
En la etapa de la elaboración de propuestas de acción se deberá formular de manera clara y
precisa las acciones, los roles de los actores involucrados y su grado de participación, el tiempo
para cada acción mediante la confección de un cronograma que facilite la evaluación constante de
las acciones y los resultados o productos esperados. Esta etapa es la que demanda un trabajo
constante sobre cada una de las dimensiones educativas y la que define el logro o no de los
objetivos planteados sobre el aspecto organizacional, administrativo, didáctico-pedagógico y
sociocomunitario.
Tanto el monitoreo como la evaluación del Proyecto institucional son una la etapa que resulta
transversal al proyecto por lo que no puede ser la última. Debe ser constante y periódica, solo así
permitirá el aporte de nuevos elementos para el análisis de las nuevas situaciones. También
debemos contemplar que la evaluación debe ser situacional ya que guardará relación con el
cronograma armado por los distintos actores en la etapa anterior. Se priorizara para esta etapa
evaluativa aspectos como el estado de avance de las acciones proyectadas, los resultados o
indicadores educativos (por área o propuestas compartidas), la concreción o evolución de los
compromisos asumidos entre otras variables.
Por todo lo anterior, podemos concluir que un proyecto educativo institucional se presenta como
una oportunidad de reflexión para la comunidad educativa en la que se establecen objetivos,
finalidades formativas que la institución se propone como tales, estrategias para alcanzarlos, y
valores que se buscan promover, con la finalidad última de realizar procesos de mejoramiento
continuo de la calidad educativa que se brinda dentro de la escuela.