Viernes, 11 de noviembre de 2022
LA OPINIÓN
Mariano Moles
Villamate
Director Fundador
del CEFCA
E
l proceso de designación
de la sede de la Agencia
Espacial Española ha co-
menzado. Meses atrás, con tiem-
po por delante, empezó a prepa-
rarse y fraguarse la candidatura
de Teruel. Una propuesta perfec-
tamente elaborada, que fue to-
mando cuerpo e incorporando
apoyos, hasta lograr la unanimi-
dad de instituciones y colectivos
de Aragón.
Pero, de pronto, parece que
la candidatura ni siquiera vaya a
ser tomada en cuenta por el go-
bierno de España, por no cum-
plir ciertos requisitos materiales,
relacionados con las infraestruc-
turas de transporte y comunica-
ción. Tremenda e hiriente ironía
puesto que esas carencias se de-
ben a la negativa sistemática,
durante décadas y décadas, de
las peticiones repetidas y públi-
cas de las gentes de Teruel para
que se equipase la ciudad y la
provincia con esas infraestructu-
ras. ¿O es que en Teruel no hay
AVE porque no lo quisieron los
turolenses?
Requisitos, por lo demás, ar-
bitrarios e injustos que, por
ejemplo, en el Reino Unido im-
pedirían postularse a las univer-
sidades de Oxford o de Cambrid-
ge. ¿O es que la supuesta inco-
modidad de tener que superar la
hora en recorrer las 60 millas
LA OPINIÓN
Javier Hernández
García
Lugarteniente del
Justicia de Aragón
C
uando nuestro Justicia,
Ángel Dolado, nos encargó
a su equipo que afrontára-
mos para este 2022 la realización
de un informe especial sobre la
situación de la sanidad en el me-
dio rural aragonés, debo recono-
cer que a más de uno de los técni-
cos del Justiciazgo nos asaltó la
duda de si seríamos capaces de
afrontar una empresa que de en-
trada se nos antojaba muy am-
plia, complicada y con mil posi-
bles derivaciones.
Pero el justicia Dolado sabe
bien lo que hace, y conoce la ca-
pacidad de trabajo de su oficina,
y muestra de ello es que diez me-
ses después, el pasado 7 de no-
viembre, entregamos al presiden-
te de las Cortes de Aragón, Javier
Sada, el “Informe Especial del
Justicia sobre la Sanidad en el
Medio Rural”. La repercusión
FUNDADO EN 1936
Teruel: candidata de mérito demostrado
que separan Londres de cada
una de ellas ha impedido su de-
sarrollo y potencia científica y
tecnológica?
Teruel presenta una gran can-
didatura, que debe ser tenida en
cuenta, no solo por su calidad
intrínseca sino, también, por el
acto de justicia histórica que su-
pondría atender a una sociedad
que lleva años luchando por dis-
poner de los medios adecuados
para combatir los problemas que
conllevan la baja densidad de
población y todas las desaten-
ciones que ello acarrea, a la hora
de definir las grandes políticas
de Estado.
Pero, sobre todo, y este es el
punto en el que quiero incidir
aquí, porque es una candidatura
avalada por la experiencia de
haber culminado, en estas tie-
rras, ambiciosos proyectos en
los últimos años. Teruel ha de-
mostrado ser capaz de definir,
gestionar y completar con éxito
proyectos de gran envergadura y
proyección nacional e interna-
cional, a pesar de que no existie-
sen antecedentes en la zona. Ahí
está Dinópolis, con su parque di-
vulgativo y la Fundación Paleon-
tológica que lleva a cabo una in-
vestigación de primer nivel;
también, el Aeropuerto de Te-
ruel, proyecto en el que muy po-
cos creían cuando se lanzó y que
hoy es una realidad floreciente y
pujante, con un gran porvenir. O
el Centro de Estudios de Física
del Cosmos de Aragón, CEFCA,
Vivir, enfermar, en un pueblo aragonés
que el mismo ha tenido en los
medios de comunicación, una de
las mayores sin duda de la activi-
dad de esta Institución, demues-
tra lo acertado y oportuno del tra-
bajo, y la preocupación e impor-
tancia que a la materia da la so-
ciedad aragonesa.
Los casi cuatrocientos folios
del informe, con una exhaustiva
recopilación y análisis de datos
obtenidos gracias a la colabora-
ción de administraciones, cole-
gios profesionales y diversas enti-
dades, recoge de forma objetiva
la realidad de un preocupante
sector del Aragón de hoy, en el
que las condiciones demo y oro-
gráficas, con un cada vez mayor
envejecimiento, y una dispersión
y orografía complicadas, hace
que la prestación de los servicios
públicos, la sanidad en especial,
pero también otros, sea tarea de
gran dificultad.
Pero el trabajo realizado des-
de el Justiciazgo ha querido no
sólo ser una recopilación de da-
Presidente: Manuel Rando López
Director: Chema López Juderías
Subdirector: Juanjo Francisco Valero
Redactora Jefa: Eva Ron Redacción Teruel: Francisco J. Millán, Ismael Ramón, Isabel Muñoz,
Alicia Royo, Mª. Cruz Aguilar, Miguel Ángel Artigas, Pilar Fuertes, José Luis Rubio y Javier Gascó
OPINIÓN
con sede en Teruel, que ha defi-
nido, proyectado y gestionado la
construcción del Observatorio
Astrofísico de Javalambre, OAJ,
y es responsable de su funciona-
miento y explotación científica y
tecnológica. Por razones de pro-
ximidad y, espero, de pertinen-
cia, voy a permitirme unas pin-
celadas sobre este último.
Cuando se consideró lanzar
definitivamente el proyecto,
contando con el aumento anun-
ciado de los fondos FITE, allá
por 2007, una de las preguntas
que hizo un responsable de la
Consejería de Ciencia fue ¿y
quién va a ir a Teruel? La res-
puesta, desde el convencimiento
de la potencialidad del proyecto
que se abordaba, era sencilla: si
éste es suficientemente atracti-
vo, hay gentes en Teruel perfec-
tamente capacitadas para inte-
grarse y, con toda seguridad,
vendrán también profesionales
de otros horizontes. Las prime-
ras contrataciones se hicieron en
2009 y, en poco tiempo, se fue
configurando un magnífico
equipo de científicos, ingenieros
y técnicos y un extraordinario
equipo de gestión, hasta un total
de 60 personas.
Hoy, el CEFCA y el OAJ, son
una magnífica realidad. Y no fue
necesario mucho tiempo para
que quedase demostrado que un
proyecto de esa envergadura es
abordable desde Teruel. Por po-
ner algunos hitos, el CEFCA co-
menzó en 2009 elaborando el di-
tos, sino también palpar de pri-
mera mano lo que se vive en
nuestro medio rural, y para ello
desde nuestra sede zaragozana
nos hemos trasladado al territo-
rio para conocer cómo se siente
en él la asistencia sanitaria. Me
viene a la cabeza, y creo puede
servir de ejemplo, la visita a un
pueblo del Aragón oriental, en
una intensa jornada en la que
tras reunirnos con el alcalde y se-
cretario del pueblo, enfrascados
en encontrar una solución a la
falta de médicos de atención
continuada y buscando alternati-
vas al transporte al hospital de
Lleida, “pues el de Barbastro es-
tá peor comunicado”, nos inmis-
cuimos en una charla de café en
una terraza vecina a la casa con-
sistorial. En ella un grupo de mu-
jeres, ya de cierta edad, habla-
ban con resignación, precisa-
mente de que ese fin de semana
no habría médico y que ya el an-
terior una vecina no había en-
contrado quien le atendiera
pueblos, que contribuyen a su
seño definitivo del OAJ y, en
2014, éste ya era reconocido co-
mo una Instalación Científico
Técnica Singular por el Ministe-
rio de Ciencia del gobierno espa-
ñol. Habían pasado tan solo
unos pocos años y la capacidad
del CEFCA estaba demostrada, a
la vez que su poder de convoca-
toria nacional e internacional y
su proyección quedaban acredi-
tados.
¿Dificultades? Variadas y, al-
gunas, persistentes. Pero el pro-
yecto permanece y continúa en-
riqueciéndose, demostrando que
un proyecto de envergadura pue-
de ser desarrollado y culminado
desde Teruel, sin el soporte de
ninguna institución intermedia,
pues CEFCA depende directa-
mente del Gobierno de Aragón.
Y no es un caso único, a juzgar
por el éxito de los proyectos an-
tes mencionados, entre otros.
Más aún, además de los as-
pectos científicos y tecnológicos
que lo definen, el proyecto con-
templaba desde sus inicios la
proyección social y divulgativa
que se ha materializado en Ga-
láctica, en Arcos de las Salinas,
un centro único por sus caracte-
rísticas. Desde los primeros con-
tactos con los responsables de la
comarca Gúdar-Javalambre, a fi-
nales de 2008, se ha contado con
su colaboración y apoyo y hoy
es de uso común la palabra as-
troturismo en toda la comarca (y
en otras), motor de múltiples
iniciativas en cada uno de sus
cuando se lesionó en la huerta,
pero “que maja” era la nueva jo-
ven enfermera, “recién salida”,
que hacía unos días había veni-
do al pueblo. Luego acudimos al
centro de salud, y la coordinado-
ra médica del mismo, que de
propio vino desde uno de los sie-
te consultorios locales que aten-
dían el mermado grupo de facul-
tativos de la localidad, nos expu-
so los problemas de coberturas
de bajas y vacaciones, la insegu-
ridad y falta de medios en mu-
chos consultorios locales, el no
poder acudir a formación por no
poder cubrir el servicio, el tener
que poner su coche para ir de
aquí para allá, pero que a pesar
de todo, “nos vamos apañando”.
Es una realidad que nuestra
juventud ve en casi todos los ca-
sos que su futuro está en las ciu-
dades, en una sociedad en la que
lo urbano se impone a lo rural,
en la que lo tecnológico se impo-
ne a lo humano, en la que la falsa
sensación de protección de la
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sostenibilidad y desarrollo.
Con esta candidatura no se
está rogando, ni pidiendo cari-
dad, ni compensaciones por de-
satenciones pasadas. Antes
bien, se urge a que se considere
en todo su valor la candidatura y
se tenga en cuenta que Teruel ya
ha demostrado estar a la altura
de los mayores retos para, final-
mente, concederle la sede de la
Agencia Espacial Española. Se
pide justicia distributiva para
poder disponer de nuevas opor-
tunidades y se impulse el equi-
pamiento que corresponde, para
contribuir a crear un polo de
atracción de alto valor añadido
que permita, en primer lugar,
asentar la población que se for-
ma en estas tierras y, en parale-
lo, tener capacidad para atraer
nuevos pobladores. No es exage-
rado pensar, y varios estudios lo
muestran, el gran crecimiento
cuantitativo y cualitativo que
una decisión favorable a la can-
didatura de Teruel supondría pa-
ra estas tierras.
Desde el primer momento,
hemos creído en el discurso ofi-
cial sobre la necesidad de aten-
der a las tierras despobladas y
desatendidas, usando la descen-
tralización de instituciones y la
puesta en marcha de proyectos
ambiciosos como palancas para
revertir la situación. Es el mo-
mento de demostrarlo y, a través
de Teruel, situando en ella la se-
de de la Agencia Española del
Espacio, enviar el mensaje de un
futuro posible para tantas tierras
abandonadas como hay en nues-
tro país.
aglomeración eclipsa a la cerca-
nía y contacto personal del pue-
blo.
No podemos criticar a nues-
tros jóvenes sanitarios por no
querer ir a los pueblos, es la so-
ciedad que les hemos ofrecido, y
por eso, reconociendo que quizás
hemos cometido el error de no
poner en valor lo rural, y a veces
hasta denostarlo, es por lo que
no puede esperar más tiempo el
acometer un cambio sociológico
impulsado desde la administra-
ción, pero con el apoyo y empuje
de toda loa sociedad, que nos ha-
ga ver que la vida del médico en
un pueblo del alto Pirineo, ahora
premiado tras décadas de servi-
cio a sus vecinos por todo el com-
plicado valle, es algo a poner
muy en valor, y que, como nos
dijo una sanitaria, en otra de las
escapadas desde el Justiciazgo en
la elaboración del informe, en es-
te caso a un pueblo de las Cuen-
cas mineras turolenses del bajo
Aragón: “no se quiere lo que no
se conoce, y aquí no vienen ni
médicos ni enfermeras a formar-
se, cómo van luego a querer cu-
brir las plazas”.