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Conflicto jurídico entre el Derecho a la intimidad y la

Libertad de información
Muñoz Peralta, Hugo Miguel
Carrasco Tapia, Jaime Marcelo
Mendo Coronel, César Enrique
Arcángel Salcedo, Erick Edward
Romero Mendoza, Joel (*)
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo trata sobre el enfrentamiento de dos derechos fundamentales
de la persona humana como son: el derecho a la intimidad y el derecho a la
libertad de información. El primero trata de proteger aquellos aspectos
concernientes a la vida privada y que no se quieren dar a conocer a terceros; y
el segundo trata de sobre el derecho que tienen las personas a obtener una
información sobre determinados asuntos para un buen desarrollo personal.
El Derecho a la intimidad y el derecho a la libertad de información son derechos
fundamentales de la persona, y por ende indispensables para su buen desarrollo
y bienestar, es por eso que es necesario delimitar los campos de acción entre
ambos derechos debido a que por el gran avance científico, tecnológico y de la
prensa, se divulgan diversos hechos pertenecientes a la intimidad de la persona,
por lo tanto es muy importante establecer el control de la información, tema que
no es fácil para la doctrina y la jurisprudencia, lo que se busca es de conjugar el
deber y derecho de difundir una información y el deber de no ofender a la
persona.
El derecho a la intimidad se desarrollo en el siglo XIX y su incorporación
normativa se produce en el presente siglo, apareciendo el conflicto entre este
derecho y el derecho a la información, más concretamente con la libertad de
expresión, el peligro comenzó a manifestarse a fines del siglo pasado,
incrementándose con el vertiginoso avance de la ciencia y de la tecnología. Los
medios de comunicación han perfeccionado sus sistemas y no sólo la prensa
escrita, sino también la cinematografía, la televisión y la informática la que se
introduce cada vez con más frecuencia en los hogares y poniendo la información
al alcance de todos. El desarrollo de la informática y la telemática ha sido
incesante en cantidad, calidad y rapidez para la información, pero también se ha
constituido en un gran peligro para el ser humano por existir la facilidad de poder
captar una serie de datos referidos a la intimidad.
La delimitación es el conflicto jurídico entre el Derecho a la intimidad y la libertad
de información en la legislación constitucional, penal y civil vigente en el Perú.
El planteamiento del problema sería si es que existe en realidad un conflicto
jurídico entre el Derecho a la intimidad y la libertad de información y si existe cual
debería prevalecer.
En el desarrollo de este trabajo tenemos como objetivos:
1. Conocer desde el punto de vista doctrinario en que consiste el Derecho a
la intimidad a la luz de la legislación nacional vigente.

2. Conocer en que consiste el Derecho a la información, en nuestra


legislación nacional vigente.

3. Conocer las diversas posiciones recogidas por la doctrina en los que


respecta a la Supremacía en caso de producirse el conflicto jurídico entre
el Derecho a la intimidad y el Derecho a la libertad de información.

4. Determinar cuáles son las esferas del Derecho que concurren a proteger
el Derecho a la intimidad e información en la legislación nacional vigente.

5. Analizar en forma crítica como son recogidos el Derecho a la intimidad y


el derecho a la información en la legislación comparada.
El fin de la investigación será el de proporcionar conocimientos suficientes sobre
le Derecho a la intimidad y el Derecho a la libertad de información, para brindar
una orientación teórica a los interesados; sirviéndoles de base para la
formulación de sus propias soluciones.
La metodología utilizada es la comprensiva - explicativa.
La técnica utilizada es el fichaje.
El primer capítulo trata, desde el punto de vista doctrinario sobre le derecho a la
intimidad tanto personal como familiar que es aquella esfera de la vida privada
de las personas en la que ningún extraño puede interferir. Es reservada con la
plena autonomía a la persona misma y a sus familiares más cercanos. Este
derecho se relaciona con el derecho al honor, el derecho a la propia voz, el
derecho a la propia imagen, inviolabilidad de domicilio, inviolabilidad de
comunicaciones.
El segundo capítulo trata, desde el punto de vista doctrinario, sobre el derecho a
la información la cual tiene dos aspectos: la libertad de información y la de ser
informado. Se transgrede este derecho no sólo cuando se impide que una
persona transmita información, sino también cuando se impide que obtenga
información, especialmente cuando se le niega el acceso a documentos o
informaciones oficiales.
En el tercer capítulo hacemos referencia acerca de la posiciones existentes en
cuanto a la primacía de cada unos de estos derechos así tenemos la existencia
de una teoría que da primacía al Derecho a la intimidad, otra que da primacía a
la libertad de información, y otra que determina que ambos derechos son
equivalentes.
En el cuarto capítulo hace mención al marco legal nacional (Constitución Política,
Código Civil y Código Penal) que tiende a proteger a estos dos derechos
fundamentales.
En el quinto capítulo nos referimos al modo como son recogidos estos dos
derechos en la legislación comparada.

CAPITULO I
EL DERECHO A LA INTIMIDAD
1.1. Aspectos Generales.
Las personas humanas, en su quehacer cotidiano y en su constante interacción
con sus semejantes realizan un sin número de actividades tanto a nivel personal,
familiar, laboral, etc. Actividades que en algunas oportunidades las personas
desean mantener reservadas sólo para sí o también para un número reducido
de las mismas. Otras veces ellas mismas dan a conocer al resto de la sociedad
sobre dichos asuntos.
Para el tema que estamos tratando nos interesan aquellos hechos o asuntos que
un individuo mantiene en reserva para sí o para un número reducido de
personas, lo que sería la intimidad, sin olvidar que hay aspectos de la intimidad
que los mismos titulares de este derecho dan a conocer al resto. Refiriéndose a
ello Fernández Sessarego sostiene lo siguiente: ”...Es obvio además, que la
propia persona puede prestar su asentimiento ya sea para la instrucción en el
ámbito de su propia intimidad o para su divulgación siempre que con ello no se
agredan las buenas costumbres”.[1]
Hasta aquí no hay problema, pero esto surge cuando ciertas personas al no tener
conocimiento acerca de determinados asuntos privados de la vida de terceros y
deseando ello ya sea por fines comerciales o profesionales, se valen de muchas
formas para obtenerlo; o cuando teniendo conocimiento sobre ciertos actos, de
la vida de otros, proporcionados por su propio titular, estos los tergiversan sin
importarles el daño que causen con tales intromisiones o con tergiversaciones.
Es allí donde se requiere la presencia de un ente regulador que ordene, regule y
guíe las conductas de las personas; es decir, es allí donde se requiere la
presencia del derecho.

1.2. Delimitación conceptual


A. DERECHO
A.1.-Acepciones:
- Potestad de hacer o exigir cuanto la ley o la autoridad establezca a
nuestro favor.
- Conjunto de leyes.
- Privilegio, prerrogativa.
- Carrera de abogado: su enseñanza y estudios.
- Justicia, etc.
A.2.-Concepto:
La Real Academia de la Lengua Española define al derecho cual conjunto de
principios, preceptos y reglas a que están sometidas las relaciones humanas en
toda sociedad civil y a cuya observancia pueden ser compelidos los individuos
por la fuerza.
Para nosotros (APUD), en la real Academia, el derecho en su acepción general,
sería: El conjunto de principios, preceptos y reglas que regulan la conducta
humana, en su interacción con sus semejantes, determinando con ello facultades
y obligaciones que corresponden a cada persona, teniendo en cuenta las
circunstancias histórico sociales.
“En los tiempos antiguos cuando el principio del “ojo por ojo diente por
diente” regia, el hombre era su propio legislador. Protegía su persona, y sus
derechos de acuerdo a su propia comprensión de lo justo. Muchas veces no pudo
protegerse contra los individuos más fuertes, y para asegurar sus derechos
organizo una sociedad que acepto ciertas reglas como la ley. Con el adelanto de
la civilización, la ley extendió su protección a nuestros derechos individuales”.

B.- DERECHO A LA INTIMIDAD


El hombre, si bien es un ser social por naturaleza, ello no le impide que pueda
tener un ambiente donde pueda reflexionar, aislado del resto de la colectividad.
Reflexión y aislamiento que le va ha permitir un mejor desarrollo de su
personalidad dentro de la sociedad. Es decir, el hombre necesita de un lugar
donde pueda tener un momento de encuentro consigo mismo, un ambiente
donde la persona se desenvuelve verdaderamente como es, lo que seria la
autenticidad, libre de las tensiones que acarrea las relaciones personales
interactivas.
Es por ello que el Estado se ve en la necesidad de garantizar la protección del
derecho a la intimidad de cada persona y la de su familia, a través de sus
órganos competentes.
GARCIA TOMA, refiriéndose al derecho a la intimidad sostiene que: “se trata de
mantener en reserva aquellas actividades o comportamientos carentes de
trascendencia social... en pro de la tranquilidad espiritual y paz interior de la
persona y su familia” [2]
Al respecto, FERNANDEZ SESSAREGO sostiene que “... requiere el(sic) que se
respete el aspecto intimo de su vida privada en cuanto ello no tiene mayor
significación comunitaria y mientras no se oponga o colisione con el interés
social” [3]
Para HUMBERTO QUIROGA: “El derecho a la intimidad es aquel por el cual todo
individuo puede impedir que los aspectos privados de su vida sean conocidos
por terceros o tomen estado público ... ” [4]
Por su parte KAREL VASAK, citado por Manuel Cepeda, en cuanto al derecho a
la intimidad sostiene: “Mediante esta disposición se protege a la persona de la
divulgación de hechos relativos a si misma con fines comerciales o profesionales,
que afectan su reputación al volver espectáculo público lo que se quiere que sea
anónimo...”[5]
Efectivamente, basándose las personas en la importancia que tiene este derecho
para su tranquilidad y libre desarrollo de su personalidad, es que puede exigir
que ciertos aspectos de su vida no sean conocidos por terceros, ni mucho menos
publicados; ya que de ocurrir ello le ocasionaría un estado de intranquilidad,
zozobra, angustia que le impediría actuar y desarrollarse libremente.
Por nuestra parte entendemos al derecho a la intimidad coma aquella Facultad
que tiene toda persona para evitar que ciertas situaciones, acontecimientos o
comportamientos, de carácter estrictamente personal, pasados o presentes,
sean conocidos por terceros, reservándosela estos solo para si o también para
un número reducido de personas.
Pero, ¿Cuáles son esas situaciones, acontecimientos o comportamientos,
considerados como íntimos?
Al respecto, NOVOA MONREAL citado por Morales Godo sostiene que: “... lo
complejo que resulta definir el derecho a la vida privada o intimidad; y es que son
muchos criterios los que hay que considerar y por ello varia de una persona a
otra, de un grupo, de una sociedad a otra; varia también en función e las edades,
tradiciones y culturas diferentes”[6]
Es difícil el tratar de determinar cuáles son aquellas situaciones, actividades o
comportamientos que puedan considerarse como de intimidad, debido a la
relatividad de este derecho, pues como sostiene Novoa Monreal depende de
muchas circunstancias. Estas serían factores sociales, culturales, personales,
de la determinación de lo público y lo privado, etc.
A continuación pasaremos a enumerar una serie de actividades, situaciones y
fenómenos consideradas como de intimidad según NOVOA MONREAL, citado
por Morales Godo:
“a) Ideas y creencias religiosas, filosóficas, mágicas y políticas que el individuo
desee sustraer al conocimiento ajeno.
b) Aspectos concernientes a la vida amorosa y sexual;
c) Aspectos no conocidos por extraños de la vida familiar, especialmente los de
índole embarazosa para el individuo o para el grupo;
d) Defectos o anomalías físicas o psíquicos no ostensibles;
e) Comportamiento del sujeto que no es conocido por extraños y que de ser
conocido originaria críticas o desmejoraría la apreciación que estos hacen de
aquel;
f) Apreciaciones de la salud cuyo conocimiento menos cabe el juicio que para
fines sociales o profesionales formulan los demás acerca del sujeto;
g) Contenido de comunicaciones escritas u orales de tipo personal, estos es,
dirigidas únicamente para el conocimiento de una o mas personas determinadas;
h) La vida pasada del sujeto en cuanto pueda ser motivo de bochorno para este;
i) Orígenes familiares que lastimen la posición social y en igual caso, cuestiones
concernientes a la filiación y a los actos de estado civil;
j) El cumplimiento de las funciones fisiológicas de la excreción, y hechos y
actos relativos al propio cuerpo que son tenidos por repugnantes o socialmente
inaceptables (ruidos corporales, intromisión de dedos en cavidades naturales,
etc);
k) Momentos penosos o de excesivo abatimiento, y
l) En general, todo dato hecho o actividad personal no conocidos por otros,
cuyo conocimiento por terceros produzca turbaciones moral o psíquica al
afectado (desnudez, embarazo prematrimonial, etc)”[7]

B.1.- ELEMENTOS CONCEPTUALES:


De acuerdo con MORALES GODO “existen tres aspectos fundamentales que
integran la noción de intimidad:

a) Tranquilidad: el derecho que tiene todo ser humano a disponer de


momentos de soledad, recogimiento y quietud...
b) Autonomía: Consiste en la posibilidad de tomar decisiones en las áreas
fundamentales de nuestra existencia...
La autonomía está referida, pues a la libertad del ser humano para la toma de
decisiones respecto de su vida; .... optar libremente por las distintas posibilidades
que le ofrece su circunstancias, y ello implica que debe existir la posibilidad de
tomar decisiones propias.
c) Control de información: .... Existen dos aspectos e este punto: por un
lado, la posibilidad de mantener ocultos algunos aspectos de nuestra vida
privada y por otro lado, la posibilidad de controlar el manejo y circulación de la
información, cuando ha sido confiada a un tercero.”[8]
B.2.- LA INTIMIDAD PERSONAL Y FAMILIAR
“Por el derecho a la intimidad se entiende no solo a los aspectos de la propia
vida personal, sino también a determinados aspectos de otras personas con las
que guardan una personal y estrecha vinculación familiar, aspectos que por esa
relación o vínculo familiar, coinciden en la propia esfera de la personalidad del
individuo”[9]
La legislación peruana da dos dimensiones a la intimidad las que a su vez son
complementarias: la personal y la familiar. Partimos del trato que le da a este
derecho la ley de leyes; es decir, la constitución política del Perú vigente.
Art. 2o : toda persona tiene derecho a :....
7.... a la intimidad personal y familiar....
De igual manera, el código civil vigente, en su artículo 14o establece: la intimidad
de la vida personal y familiar.
Y por último, este derecho, en el C.P está tipificado de la siguiente manera:
Art. 154o : El que viola la intimidad de la vida personal o familiar....
Art. 156o : El que revela aspectos de la intimidad personal y familiar....

a.- Intimidad Personal.


Según Bernales Ballesteros la intimidad personal “Es el ámbito
restringido en torno al individuo mismo. Es aquella intimidad que incluso, puede
negarla a sus familiares”[10]

Al hablar de intimidad personal nos estamos refiriendo a ciertos


datos y comportamientos propios de cada persona que, como mencionamos
anteriormente, se las reserva solo para sí, ya sea por la delicadeza del dato o
comportamiento; o porque la persona simplemente, quiere mantenerlos
reservados y por lo tanto ajeno del conocimiento de terceros inclusive de sus
mismos familiares.

b.- Intimidad Familiar.


Refiriéndose a la intimidad familiar Bernales Ballesteros sostiene
que “... son todos los eventos y situaciones que pertenecen a las relaciones que
existen dentro de la familia; las relaciones conyugales, de padres e hijos, de
hermanos, etc” [11]
Por su parte Manuel Cepeda sostiene: “De esta manera se
protege el núcleo fundamental de la sociedad donde se puede enriquecer la vida
humana.”[12]
En este caso se protege aquellos datos y asuntos que surgen al interior
del hogar producto de las múltiples relaciones de sus miembros.
Es lógico que se proteja la intimidad familiar, puesto que es en el
interior de la familia donde sus miembros producen una variedad de situaciones
y relaciones de incomparable intensidad, diferente a aquellas relaciones que
puedan tener cada uno de sus miembros con terceros.

B.3.- INTIMIDAD DE LOS PERSONAJES PUBLICOS.


Es obvio; que dentro de una sociedad así como existen, por una parte,
personajes públicos también encontramos, por otra parte, personajes privados;
lo difícil es saber cuándo una persona es publica y cuando es privada.
Morales Godo, al respecto sostiene:
“... es sumamente difícil hacer los distingos entre lo público y lo privado; igual
ocurre cuando tratamos de precisar sobre las personas públicas o privadas....
Pero lo que si tenemos presente es que existen personas que por su talento,
fama o modo de vivir se convierten en personajes públicos.... “[13]
Los personajes públicos, si bien son personas que gozan de cierta popularidad
o celebridad, dentro de la sociedad, debido a que su cargo o profesión que
desempeñan, o actividad que realizan lo ponen en contacto permanente con sus
semejantes.
Pero ante todo sigue siendo personas normales, con los defectos y virtudes de
cualquier persona; por lo tanto también tienen el derecho de exigir que se
respete su intimidad personal y familiar.
Claro, que su intimidad queda un poco restringida debido a la importancia del
cargo público o actividad pública que desarrolle, pero ello no implica que lo haya
perdido por completo; ya que solo pueden ser objeto de información aquellos
datos, asuntos o comportamientos que se refieren o guardan relaciones con el
ejercicio de sus funciones.
El tercer grupo, estaría conformado por personas, que sin alcanzar las
dimensiones públicas anteriores desempeñan funciones con trascendencia
pública, como sería el caso de funcionarios públicos, el profesional en ejercicio
de sus funciones, empresarios, etc. Estas personas en ocasiones rehuyen de la
publicidad, pero es evidente que realizan funciones que repercuten en la
sociedad”.[14]

B.4-Bases del derecho a la intimidad.


a. Derecho a la vida.
Refiriéndose al derecho a la vida, Fernández Sessarego sostiene que “...es
primordial entre los derechos atinentes a la persona y el presupuesto
indispensable de todos los demás...”[15]. Es correcto dicha afirmación, ya que
de no existir el derecho a la vida no tendría sentido referirse a toda esa totalidad
de derechos reconocidos por el ordenamiento jurídico para la tutela y protección
de la persona humana.
Para el constitucionalista Bernales Ballesteros: La vida tiene un reconocimiento
negativo que consiste en la prohibición de matar y otro afirmativo que refleja el
proyecto de vida que cada uno tenemos, para poder desarrollar y cumplir nuestro
ciclo vital”[16] es por ello que el derecho a la vida es indispensable para la
existencia y aplicación de los demás derechos.

b. El Derecho a la libertad.
Al respecto Fernández Sessarego manifiesta que el derecho a la libertad “esta
radicalmente ligado al derecho a la vida..., supone la posibilidad de todo ser
humano de decidirse por un proyecto de vida dentro del bien común, de
realizarse plenamente como hombre”[17].
Es verdad lo sostenido por Fernández Sessarego pues las personas amparadas
por este derecho es que pueden proyectar y realizar su vida según su criterio; es
decir, puede optar por el medo de vida que mejor crean conveniente para su
desarrollo personal, siempre y cuando dicho modo de vida no sea contrario al
orden público y a las buenas costumbres.
Una persona, de acuerdo con este derecho, tiene la facultad para conocer
aspectos privados concernientes a su vida, como también puede guardarlos para
sí; sin que nadie pueda impedirla u obligarla a realizar dicha conducta, salvo
excepciones, previa justificación.

B.5.- DISTINCION DE OTROS DERECHOS DE LA PERSONALIDAD.


Morales Godo, al respecto, manifiesta:
“En la experiencia Jurídica resulta sumamente complicado, otorgar
configuración autónoma a ciertos derechos de la personalidad, que se confunden
con la vida privada, principalmente el derecho de la imagen y la voz, al honor,
(...), y al nombre y es que cuando se arremete la intimidad simultáneamente
pudiera estar atacado otros derechos de la personalidad, lo que complica su
discriminación”.[18]
Si bien todos estos, son derechos fundamentales de la personalidad y
entre los cuales hay una estrecha relación, ellos continúan siendo derechos
autónomos, por lo tanto una conducta lesiva a uno de ellos no necesariamente
perjudica al resto.
a. Intimidad, imagen y voz.
Para Marcial Rubio el derecho a la imagen “es el que tiene la persona para usar
su propio cuerpo, sus imágenes y sus reproducciones y la prohibición de que lo
utilice sin su consentimiento”[19]. Por su parte para García toma, el derecho a la
imagen consiste “en la facultad que cada persona tiene para autorizar o prohibir
que su figura sea producida con fines lucrativos o sin ellos... La imagen se
constituye a partir de la expresión corporal y de sus posterior representación”[20].
A nuestro criterio el derecho a la imagen sería aquella facultad que tiene las
personas para difundir o publicar su propia imagen, a través de cualquier medio,
ya sea de manera gratuita u onerosa; o también para impedir la reproducción y
difusión de su imagen por parte de terceros, si estos no han dado su
consentimiento para ello.
En cuanto al derecho a la voz, Enrique Bernales, sostiene que “Consiste en que
la utilización por parte de una persona de su voz sólo puede hacerla ella misma
a aquel a quien autorice... la voz es parte de uno mismo y de la identificación
personal...” [21]
Con este derecho se está protegiendo no sólo su utilización a través de versiones
grabadas, si no también centra quienes quieran incitarla y hacerla pasar como
suya siendo ajena.
Entre los derechos a la intimidad y a la imagen y voz existe una estrecha relación,
por ser ambos derechos personalísimos por eso se suele creer erróneamente
que cuando se agrede la imagen, necesariamente se agrede también la
intimidad, lo cual es falso; ya si existe casos en los que una determinada
conducta agrede simultáneamente a los dos derechos, pero ello no ocurre
siempre ya que tanto la imagen como la intimidad son derechos autónomos, al
igual que la voz.
Morales Godo hace algunas distinciones en cuanto a agresiones al intimidad y a
la imagen:
“Pudiera suceder que a través de la imagen se agravia la intimidad de alguien,
como el caso que se fotografiara un acto íntimo, pero si sólo capta la imagen sin
que ello ponga en evidencia aspectos íntimos de la persona, pero su utilización
sin el consentimiento significa un ataque al derechos a la imagen” [22].

b. Intimidad, honor y reputación.


Para un mejor entendimiento de nuestro tema nos acogeremos a la clasificación
realizada por José Urquizo, para quién el honor esté dividido en honor subjetivo
(honor propiamente dicho) y en honor objetivo(buena reputación).
El honor, en su sentido subjetivo, para la Comisión Andina de Justicia es “la
valoración que la propia persona hace de sí misma, independientemente de la
opinión de los demás”[23]. Por su parte, Enrique Bernales sostiene que “el honor
es el sentimiento de auto-estima; es decir, la apreciación positiva que la persona
hace de sí misma y de su actuación”[24].
Por nuestra parte sostiene que el honor es la autovaloración, el juicio que cada
cual tiene de sí mismo y de su accionar, independientemente de la opinión de
los demás. Es por ello que se dice que todas las personas tenemos honor, así
como también se dice que éste puede variar de una persona a otra; ya que
existen personas con una elevada autoestima, así como también los hay
aquellas que tienen una baja autoestima. Pero sea en mayor o menor grado
existe siempre una autoestima.
En cambio, la reputación sería aquel concepto que los demás tienen o
presuponen de un individuo, producto de la participación real de éste en la
sociedad; por ello podríamos decir que la reputación de una persona es obra
construida con sus propias manos. En conclusión no es algo innato, si no
totalmente adquirido.
La buena reputación sería, según Víctor García, “... la opinión cierta, evidente y
favorable que lo congéneres tienen de nuestra persona. Alude a la celebridad,
renombra o estima social que una persona alcanza en su entorno como
consecuencia de su comportamiento coexistencial y de su esfuerzo profesional,
cívico, etc.” [25]
Entonces el honor y la buena reputación son derechos complementarios de la
persona, pues ambos se refieren a su valoración desde dos esferas diferentes.
El primero, se refiere a un sentimiento de autovaloración; el segundo, a la
valoración de una persona por parte de terceros.
De todo lo expuesto podemos deducir que el honor, en su sentido amplio, y la
intimidad son derechos próximos más no siempre coincidentes; y así le entiende
Morales Godo quien sostiene “... muchas veces al agredirse la vida privada de
las personas se está aprendiendo al honor, más ello no ocurre en todos los
casos, por lo que ambos adquieren su propia autonomía”[26].
Ahora, pasaremos a entender algunas diferencias entre el agravio al honor y
agravio a la intimidad. APUD en Morales Godo.
“El atentado contra en honor no puede provenir de un hecho reservado de la
persona y que el sujeto activo fisgoneando en la privacidad de la víctima.
Otra diferencia está en que el atentado contra la intimidad obedece a hechos
reales que la víctima ha reservado para sí, en cambio el atentado contra el honor
de la persona, muchas veces, son imputaciones falsas; por ellos es que en este
último derecho funciona la exceptio veritatis; mientras que en el derecho a la
intimidad no cabe la interposición de dicha excepción.
Otra sería que para el ataque al honor se requiere el dolo; en cambio, para el
derecho a la intimidad resulta punible la conducta aún cuando se realice de
buena fe”[27] .

c. Intimidad y nombre.
Refiriéndose al nombre Cabonell Lazo y otros sostiene que “el nombre de las
personas es el medio de identificación de ellas dentro de la sociedad”[28] y para
el maestro Fernández Sessarego “el nombre es la expresión visible y social
mediante el cual se identifica a la persona, por la que adquiere singular
importancia dentro de los derechos de la persona”[29]
El nombre que tiene una persona es lo que hace posible su identificación, dentro
de la sociedad diferenciando del resto de personas, y logrando con ello
individualizarlo; para de esta manera poderle atribuir un sinnúmero de privilegios
o también para exigirle el cumplimiento de sus obligaciones; puesto que el
nombre es un derecho ya la vez un deber.
Refiriéndose a ello Fernández Sessarego sostiene que “... a partir de este
reconocimiento la persona tiene la facultad y el deber de asumir la paternidad de
sus propias acciones de conducta así como impedir que se le atribuya
comportamientos ajenos”[30].
Si bien, es evidente la diversidad de funciones de ambos derechos por proteger
bienes jurídicos diferentes; pero hay ocasiones en que a través del nombre
puede agredirse a la intimidad de la persona; como la señala Ferreyra Rubio,
citado por Morales Godo: “Cuando una persona escribe una novela o firma una
película en la que relata hechos reales sobre la vida de otra; si lo hace empleando
un nombre falso y sin dar señales que permitan descubrir la identidad del
protagonista real, no ocasionará daños y, por lo tanto no habrá responsabilidad.
Pero si al relato de los hechos se suma le empleo del nombre verdadero se habrá
cometido un ataque a la intimidad; adviértase que no se trata de un ataque al
derecho al nombre simplemente; este atentado queda relegada un segundo
plano por la violación más trascendente, del derecho a la reserva de la vida
privada” (Morales Godo, Juan “El Derecho a la Vida Privada y el Conflicto con la
Libertas de Información” Lima – Perú; ed. Editora y distribuidora jurídica
GRIGLEY EIRL; s/e 1995: Pág. 136 – 137.)
Esto no es cosa rara en nuestro territorio peruano, ya que muchas personas,
bajo el escudo del derecho a la libertad de expresión y en el de la libertad de
creación intelectual, realizan comportamientos que agreden la intimidad de otras
personas, generalmente a través del libro o la prensa escrita. Es decir esto
agente valiéndose del libro o de la prensa escrita se dedican a escribir
determinadas conductas íntimas de otras personas, empleando el nombre
verdadero o algo que lo identifique de manera indubitable, ya asea porque las
vivió con ella o por que la víctima las contó a la gente, o simplemente por que la
gente se dedicó a indagar y valerse de ciertas artimañas para obtenerlo.
En el primer grupo encontramos el caso, del libro “La Señito” en donde el autor
Carlos Vidal, narra pasajes de su vida íntima que vivió con la famosa animadora
de televisión Gisela Valcárcel.
CAPITULO II
DERECHO A LA INFORMACIÓN
2.1. ASPECTOS GENERALES
Según FERNÁNDEZ SESSAREGO, Carlos “Los derechos de la persona tiene
característica fundamental de que el objeto de protección jurídica se encuentra
situado en el ámbito de la persona misma, del sujeto del derecho .... los derechos
de la persona tienen necesariamente como punto de partida el reconocimiento
del hombre como ser libre”[31]
Para BERNALES BALLESTEROS, Enrique la defensa de la persona humana y
el respeto a su dignidad es una declaración general de vocación personalista en
el ámbito filosófico, el sentido de la primacía que reconoce a la persona humana
también coincide con la denominada “naturaleza social del ser humano...”[32]
Nosotros concluimos en que la persona humana debe ser objeto de protección
en la persona miasma reconociendo como punto de partida su condición de
hombre libre y garantizar la protección de los demás derechos inherentes a la
persona humana, como la integridad física y psíquica, el honor, respetando su
dignidad.
QUIROGA LAVIE, Humberto, al hablar sobre el derecho de la información dice
que “El Derecho a la información tiene el doble carácter de ser un derecho
público subjetivo frente al estado y a la novedad donde actúa su titular y un
derecho privado, como derecho civil vinculado a la información que nos
concierne”.[33]
QUIROGA LAVIE, Humberto nosotros dividiremos al derecho a la información
desde un carácter bidireccional, lo cual significa que tenemos un derecho a dar
información como a recibir información dentro de la cual podemos incluir el
derecho a investigar para obtener información”.[34]
MORALES GODO, Juan, nos menciona que “podemos señalar que si bien la
vida privada de los personajes públicos disminuye, esta no desaparece, y que
en todo caso, el derecho a la información debe circunscribirse a la vida pública y
profesional de los personajes para que sea legitima”[35]
- El primer grupo lo conforman las personas que participan en la vida
política, económica, social del país.
- Otro grupo las personas populares como artistas y
- Un último grupo conformado por personas que desempeñan
funciones de trascendencia pública (funcionarios, empresarios, etc.) [36]
Por eso concluimos que cuando nos referimos al derecho que tenemos en cuanto
a la libertad de información, debemos hacerlo respetando la vida privada de las
personas y en el caso de los personajes públicos no se puede pensar que por el
hecho de ser personas públicas no tienen vida privada pues las informaciones
que difundan por los medios de comunicación no deben afectar la intimidad de
dichas personas porque si bien la vida privada de los personajes públicos, se
reduce, ésta no desaparece por lo tanto algunas informaciones de carácter
privado no deben ser difundidas sin la autorización de la persona aludida.
Nosotros pensamos que los medios de comunicación pueden informar y opinar
libremente sin consulta ni censura previa con respecto a la ley moral y con la
veracidad de los hechos relatados, por lo cual tiene libertad de prensa, pero esa
libertad de prensa no debe afectar el honor e intimidad personal y familiar de
terceros, porque si las informaciones difundidas afectan el honor e intimidad no
podrá hablarse de que se hizo uso de la libertad de prensa, puesto que dicha
libertad de prensa tiene limites y si sobre pasa esos limites se estaría violando
derechos de la persona humana que deben respetarse y que ampara la vigente
Constitución Política.

2.2. DELIMITACIÓN CONCEPTUAL


2.2.1.DERECHO A DAR INFORMACIÓN.
Para BERNALES BALLESTEROS, Enrique, “En caso de conflicto entre el
derecho a informarse de una persona y el de la intimidad del otro, debe
protegerse este último, el primero llega a uno de los bordes que no puede
atravesar: el derecho de uno termina donde comienza el derecho del otro”[37]
Nosotros creemos que el derecho a brindar información que tiene toda persona
y que las puede hacer a través de los medios de comunicación, informaciones
difundidas serán recibidas por una mayoría considerable de personas gracias al
adelanto tecnológico puede hacerle más extensiva la difusión de diferentes tipos
de información que puede ser información política, económica, cultural, social
entre otras que pueden contribuir al desarrollo de la sociedad, pero el derecho a
brindar información tiene limitaciones las cuales están dadas para proteger el
orden público y las buenas costumbres, en el caso que se difundan
informaciones que atenten contra la moral y por razones de seguridad del Estado
no se pueden dar informaciones que son de reserva nacional que constituyen
garantías para la defensa del Estado. Tampoco pueden difundirse informaciones
que vulneren algún derecho fundamental de la persona sin justificación alguna,
cuando afecte la intimidad de terceros. Para difundir informaciones que puedan
afectar la intimidad de una persona se tiene que contar con el consentimiento
previo de dicha persona para difundir parte o toda la información, por haber
invadido su vida privada hasta un límite no permitido.
Nosotros concluimos en que el derecho a dar información no puede afectar la
intimidad de una persona, no se puede invadir la vida privada de una persona
sin límite alguno porque se vulnera derechos de la persona protegidos por la
constitución política. Además por la libertad de información que tienen los medios
de comunicación (libertad de prensa) no pueden invadir la vida privada de las
personas hasta límites no permitidos por más que estas personas sean
personajes públicos.
2.2.2. DERECHO A RECIBIR INFORMACIÓN
Cuando hablamos de derecho a recibir información nos referimos a la
información que consta en las instituciones públicas, las cuales se encuentran
obligadas a proporcionar dicha información a quien lo solicite, sin tener que
explicar la causa por la cual necesita dicha información, porque las instituciones
públicas están al servicio de la ciudadanía.
Las limitaciones que tienen las entidades públicas en cuanto a proporcionar
información son aquellas destinadas a la protección del derecho a la intimidad
personal y a la información clasificada como reservada para fines de seguridad
nacional. Nosotros podemos decir que se debe mantener al confidencialidad de
dichas informaciones para salvaguardar el respeto de la intimidad personal
porque en lo referente a los datos personales, estos contienen cualidades,
circunstancias del individuo, inclinaciones religiosas, políticas, entre otros datos
que son de interés sólo de la persona titular de dichos datos, la cual se puede
ver afectada por algunas informaciones que pueden limitar su normal
desenvolvimiento dentro de la sociedad. (VID INFRA)
“Existe la facilidad material a través de la informática de captar y organizar
información respecto a hechos que corresponden a la vida privada de las
personas, especialmente los llamados “datos sensibles”, es decir aquellos
referidos a las convicciones religiosas, ideológicas, políticas. El peligro es que
aquellos datos sean utilizados por particulares o en entes públicos, los cuales
construyan idealmente una personalidad y como consecuencia de ello la persona
sea objeto de discriminación, persecución, desprestigio y de distorsión de su
identidad.”
Morales Godo, Juan: “El derecho a la vida privada y el conflicto con la libertad de
información”. Lima Perú Ed.. Grijley S/R Ed. 1995 pág. 317.
Nosotros concluimos diciendo que: las informaciones que afecten la intimidad
personal y se difundan con animo de perjudicar a otra persona no tendría
justificación alguna invocar al derecho a la libertad de prensa que tiene los medio
de comunicación, por cuanto están limitados a difundir información que atente
contra la intimidad de la persona, por contener información del campo privado de
la persona que no tiene que ser difundida sin contar con la autorización de la
persona afectada por lo tanto los medios de comunicación al recibir dichas
informaciones deben negarse a difundirlas.

2.3. IMPERATIVOS EN EL EJERCICIO DEL DERECHO A LA INFORMACIÓN.


Según QUIROGA LAVIE, Humberto:
“El ejercicio del derecho a la información debe estar sometido a tres imperativos:
el de la exactitud (para no afectar el crédito público y la defensa del Estado) , el
de la honestidad (para evitar la diferenciación aunque los hechos sean
verdaderos) y el imperativo de la dirección (estando prohibido violar el secreto o
reserva fijado por la ley)”[38]

2.3.1. EXACTITUD.
Nosotros creemos que se debe tener exactitud al momento de brindar
información, precisión cuidado para dar a conocer información verdadera a la
población.
Debido al gran avance tecnológico los medios de comunicación tienen gran
influencia dentro de la población y si no se difunden informaciones exactas
podría ocasionarse inestabilidad en algunos aspectos como político, económico,
social, etc., por lo tanto los medios de comunicación deben difundir información
exacta previamente confirmada para no afectar la credibilidad de la población
con respecto a alguna información.

2.3.2. HONESTIDAD
Nosotros pensamos que con respecto al imperativo de la honestidad, se tendrá
la obligación de no difamar a otra persona atribuyéndole un hecho, suceso,
acontecimiento, cualidad, conducta, modo de proceder que pueda perjudicar su
honor o reputación, difundiéndolo ante varias personas o por medios de
comunicación como televisión, radio, prensa escrita, etc.

2.3.3. DISCRECIÓN
Nosotros pensamos que la discreción está referida en cuanto a la información
referida a la intimidad de las personas y por razones de seguridad nacional.
La libertad de información debe darse respetando los límites establecidos por la
constitución, pero la libertad de información implica también la posibilidad de
negarse a difundirse informaciones que conciernen a aumentar particulares que
afecten la intimidad o asuntos de información calificada como secreta por
razones de seguridad nacional.
Los medios de comunicación deben ejercitar el derecho a la libertad de prensa
respetando las limitaciones establecidas en la Constitución Política vigente.

2.4. EL DERECHO A LA INFORMACIÓN Y LA PROTECCIÓN DE LA


PRIVACIDAD.
BOREA ODRIA, Alberto, nos dice “El derecho a la intimidad es propio de los
seres humanos que para su desarrollo requieren de un ámbito impenetrable en
donde pueden constituir sus relaciones efectivas y donde pueden expresar sus
inhibiciones sociales, sus propios sentimientos. Cualquier intromisión en ese
círculo íntimo y personal es una violación a la privacidad”[39]
Para nosotros el derecho a la información no puede afectar la privacidad que
tiene toda persona sea esta pública o no, aunque en el caso de los personajes
públicos su vida privada disminuya, pero no desaparece.
Se protege el libre desenvolvimiento de las personas en la sociedad, por lo tanto
el derecho a la privacidad constituye un cerco protector para impedir que se
ingrese a una zona reservada por la persona por contener actos, hechos,
acontecimientos y diferentes datos sobre su vida privada y que no desea que
ponga en conocimiento de los demás.
Nosotros por lo tanto manifestamos que cuando se ingrese en el ámbito
reservado de la persona misma, la recolección de datos que tengan su origen en
este ámbito constituyen la afectaron del derecho a la privacidad y la persona
afectada puede pedir la anulación de esos registros indebidos.
Nosotros creemos que los medios de comunicación masiva deben difundir
informaciones que no atenten contra la privacidad d la persona, de donde se
genera el derecho al secreto que tiene toda persona de guardar para si ciertos
datos que no quiere que se difundan porque alteran su tranquilidad, ocasionando
perjuicio en la persona por atentar contra su honor o reputación.
"Los medios de comunicación masiva y la informática, constituyen peligros
inminentes para el ser humano en lo que refiere a la vida privada. Se protege
fundamentalmente el aspecto de la tranquilidad, impidiendo el fisgoneo, la
observación y en general aquello que perturba la paz de la persona, así mismo
la divulgación a través de los medios de comunicación masiva. De la misma
forma se protege los datos de las personas, sobre todo aquellas denominadas
remisibles, que son organizadas, empleados o proporcionados indebidamente".
Morales Godo, Juan “El Derecho a la vida privada y el conflicto con la libertad de
información” Ed.. Grijley. Lima-Perú 1995 pág. 313.
Haciendo uso de la liberad de prensa, los medios de comunicación masiva deben
proceder sin transgredir los limites señalados, siempre velando por la dignidad
de las personas. (APUD, en Ruiz NOSETE, Enrique L.). Nosotros podemos
hablar de delitos contra la libertad manifestándose en dos aspectos. El primero
en cuanto a la libre actividad de la persona para decidir lo que quiere hacer y
hacerlo y el segundo aspecto sería el referido a la reserva de una zona de su
intimidad que el individuo tienen derecho a excluir de toda intromisión por parte
de otras personas.[41]
Nosotros a continuación presentamos alunas formas como se viola el derecho a
la privacidad que tiene toda persona:
Cuando se realiza transmisión de datos recolectados que afectan la intimidad
personal, siendo esos datos falsos o distorsionados que destruyen la imagen de
la persona o cuando estos datos son verdaderos pero que ocasiona perjuicio en
la persona por constituir el campo privado y que la persona no quiere que se
difunda con terceros.
Otra forma de la captación indebida de informaciones, grabaciones o imágenes,
observando, registrando hechos que transgreden la intimidad personal.
Se protege también al publicar indebidamente la correspondencia de otras
personas, y más aún cuando esta contienen hechos reservados de su vida, cuyo
conocimiento puede acarrear algún perjuicio en esta persona o en otros.
La violación del secreto de las comunicaciones constituye otro delito contra la
libertad porque no sería necesaria ninguna investigación injustificada para
establecer si un telegrama, carta, etc. o en general cualquier documento
contienen un secreto o no, porque invaden la esfera de la intimidad que reconoce
la ley.
El empleo incontrolado de datos personales, no pueden ser convertido en una
mercancía de valor, porque se puede utilizar el abuso informático ocasionando
múltiples perjuicios en el campo de los derechos individuales.
Por lo tanto el derecho a la información, tiene limite que en el caso de los medios
de comunicación deben ser respetados. Según QUIROGA LAVIÉ Humberto: "El
derecho a la información debe estar en armonía con la protección de la moral y
el honor de las personas. En este concepto, la dignidad personal de los
ciudadanos no puede ser lesionada por el ejercicio de la libertad de prensa "[42]

2.5. El Derecho a controlar la información que nos concierne


Para nosotros este derecho es el correlato de aquel que protege la intimidad
personal. Se trata de impedir que se invada la privacidad de las personas, así
como evitar que guarden, usen difundan esas informaciones hijos de nuestro
control.
Estamos en presencia de la libertad que tenemos para supervisar el
almacenamiento y no se informaciones que nos conciernen.. este derecho puede
ser vulnerado por los medios de comunicación masiva, manipulando
informaciones de carácter, privado que afectan la intimidad de las personas.
Según Quiroga, Humberto, dice:
“En lo que estamos de acuerdo es que la prensa se haga, eco de apreciaciones
privadas que difaman a otra persona y las sostengan como verdadera o
verosímiles, pretendiéndose luego eximirse de responsabilidades bajo el amparo
de la libertad de prensa, menos aún cuando, invocando el secreto profesional,
se oculten las fuentes de la información y se pretenda, también, quedar exento
de responsabilidad alguna.” [44]
Nosotros creemos que hablar sobre la propiedad de la información que se
desarrolla en el ámbito privado de las personas y que no puede ser de dominio
público, por lo tanto no puede ser objeto de apropiación, para luego disponer
libremente, almacenado, difundiendo dichas informaciones.
Estas informaciones constituyen un derecho individual en tanto ampara la
privacidad del individuo, su vida intima, dignidad, imagen su nombre, un honor
entre otras cosas que constituyen parte sustancial de su vida impidiéndose el
manipuleo de estas informaciones.
Nosotros concluiremos afirmando que el ser humano puede controlar su derecho
a la confidencialidad estableciendo condiciones, autorizando el modo de la
utilización, fines de informaciones que constituyen su vida privada. Autorizando
para que se difunda algunos aspectos de su vida privada que el esté de acuerdo
en difundir.
Por lo tanto con el desarrollo científico, y tecnológico se hace mas fácil vulnerar
estos derechos, estando sujetos a manipuleo constante de manera incesante.
La constitución política de 1993 protege el derecho al control que puede ejercer
toda persona respecto de datos captados por los servicios informáticas, que
constituyen para el hombre un peligro latente para su libertad y dignidad.

2.6. El Hábeas Data como protección a la información que afecte la


intimidad personal y familiar.
El Hábeas Data es una garantía constitucional que procede contra el hecho de
omisión por parte de cualquier autoridad, funcionario o persona que vulnera o
amenaza los derechos referidos a que los servicios informáticos no suministren
informaciones que afecten la intimidad de las personas y a solicitar sin expresión
de causa la información que requiera y a recibirla de cualquier entidad pública.
Según García Belaunde, Domingo:
“El habeas data; una primera impresión es pues, que los que busca esta figura
es proteger una información o un determinado dato. Y esta información, por ver
lo está relacionada con las personas humanas. Por tanto de por medio existe
uno o varios derechos humanos en la medida que se trata de proteger a éstos,
de los datos que lo perjudican, pero no cualquier dato, sino aquellos que
pudiendo ser o no de carácter íntimo lo perjudican”.[45]
Para Zavaleta C, Wilverder”la finalidad que por sigue la acción de Habeas Data
es que los archivos, registros y centros de información contengan datos
verdaderos actualizados y dignos de credibilidad”. [46]
Nosotros concluimos en que ni se almacena o suministra información falsa o
distorsionada la personas afectada puede recurrir al Habeas Data, con carácter
correctivo, para la rectificación de información erradas y con carácter supresivo,
para que quién está emitiendo esas informaciones depende de hacerlo y para
que se borren de los archivos datos que violan el derecho a la intimidad que tiene
toda persona.
2.7. Importancia de la información en el mundo moderno.
Se puede decir que la información es un derecho social en cuanto se fundan en
la ética de la solidaridad humana, para hacer posibles la convivencia formando
un tejido social que viene también, a alimentar el despliegue individual pero al
mismo tiempo alimenta la identidad colectiva del cuerpo social. [47]

Nosotros creemos que esa información debe ser la que iguale a los hombres, la
solidarice y permita su mejor desarrollo en la vida. Pero se debe garantizar no
solo la introducción no consentida sobre aspectos de vida que no reserva para
si sino también proteger el desarrollo de su interioridad, de su libertad.
Nosotros concluiremos que los medios de comunicación masiva, más
preocupados por el raiting, buscando beneficiarse en aspectos económicos, han
descuidado reflexionar sobre la responsabilidad que tiene dentro de la sociedad
de beneficio social y no de perjuicio a los demás con informaciones que atentan
contra su vida privada. Debemos tomar conciencia que al información es una de
los grandes instrumentos del mundo moderno y también su arma más poderosa.
Podemos hablar de poder en la información puesto que la información es
fundamental para todos, se puede decir que quien tiene la información tiene el
poder.
Según BOREA ODRIA ,Alberto “con el auge de los sistemas computarizados,
ese derecho informático genera un poder informático de dimensiones
insospechadas. La capacidad de registro de las computadoras, la rapidez de
consulta y transferencia de datos y la cobertura de la información genera poder
para quien lo pone...” [48]
Para nosotros el pleno aprovechamiento de la información se ve frecuentemente
obstruido por barrera de carácter subjetivo como falta de buena disposición
negligencia, tergiversación, incapacidad que afectan a otras personas.
Según SERRA ROJAS, Andrés “la proliferación abrumadora de la información
de la informática e incluso de la telemática, ha hecho surgir y agudizarse
rápidamente la preocupación de los Estados, como sujetos de la sociedad
internacional por los efectos perjudiciales que está produciendo ...” [49]
Nosotros podemos llegar a la conclusión de que con el adelanto tecnológico y la
utilización de computadora, va disminuyendo las márgenes de privacidad,
difundida informaciones que afectan la intimidad de las personas y como esos
datos personales son aceptados, almacenados ordenados en computadora no
se hace muy difícil su utilización para fines no permitidos como perjudicar a los
demás.
CAPÍTULO III
CONFLICTO ENTRE EL DERECHO A LA VIDA PRIVADA Y EL DERECHO A
LA LIBERTAD DE INFORMACIÓN
Es necesario establecer, en primer lugar, la naturaleza jurídica del
conflicto. En este sentido, es necesario precisar cuándo estamos frente a una
colisión de derechos y si es posible que se presenten casos de abuso de derecho
en el ejercicio de los derechos a la vida privada y la libertad de información.
Cuando en el ejercicio de un derecho no existe concurrencia de otro
derecho respecto del mismo bien, no existe problema de colisión de derechos,
pero sí, puede presentarse la figura del abuso del derecho. El abuso consistiría
en un acto en principio lícito que por el ejercicio del mismo se torna en ilícito, al
crear una laguna específica, atentando contra la armonía de la vida social; dicha
laguna debe ser integrada por el juzgador.
¿De qué derechos se puede abusar?. Como los derechos se desarrollan
socialmente, es en la interacción donde puede presentarse el abuso. No todos
los derechos tienen las mismas dimensiones de aplicación en la sociedad. En
este sentido, de los derechos personales no se puede abusar, ya que cualquiera
fuere su ejercicio no pueden dañar a los demás.
En consecuencia, los derechos tratados pueden colisionar, por ser
derechos equivalentes, no subordinados uno al otro; y en el caso de la libertad
de información se puede incurrir en abuso de derecho, cuando el sujeto se
exceda en la prerrogativa que le confiere el sistema y no tiene al frente un
derecho específico, ya que de existir estaríamos frente a la colisión de derechos,
como sería el caso en que se afecte la vida privada de la persona. Cuando exista
un conflicto entre ambos derechos estaremos frente a una colisión, y no a un
abuso del derecho.
Según MORALES GODO, Juan: “La colisión de derechos se manifiesta cuando
concurren varios derechos de tal manera que el ejercicio de uno de ellos
pretende excluir al otro o, de algún modo, lo perjudica”. [50]
Y en el caso de la colisión entre estos derechos fundamentales de la persona,
como son el derecho a la intimidad de la vida privada y el derecho a la
información, podemos mencionar que, para determinar la “supremacía” de uno
de ellos, la doctrina considera cuatro posiciones o teorías:
La primera, es la que sostiene que la defensa de la intimidad exige primacía,
entre los autores que se inclinan por esta teoría podemos mencionar a:
PICASSO, BERNALES BALLESTEROS, ENRIQUE FERRANDO, entre otros.
La segunda teoría, anteponiéndose a la primera, afirma que el derecho a la
libertad de información, por ser un derecho de carácter público, debe primar en
caso de producirse dicho conflicto; esta posición es acogida, entre otros, por:
ENRIQUE CHIRINOS y JOSÉ BERMEJO.
La tercera teoría, está referida a una posición ecléctica o mixta, que expresa
que ambos derechos son equivalentes, esta posición es asumida,
fundamentalmente, por MORALES GODO.
Y, finalmente, una cuarta posición es la que manifiesta que será el órgano
jurisdiccional competente quien, en última instancia, y atendiendo a las
circunstancias específicas, decidirá sobre el derecho que prevalecerá en el
supuesto de producirse el mencionado conflicto.
3.1. POSICIÓN O TEORÍA QUE DA PRIMACÍA AL DERECHO DE LA
INTIMIDAD
Los autores que se adhieren a esta teoría se basan en concepciones
filosóficas humanistas que consideran al hombre como un fin y no como un
medio, ya que de lo contrario llegaría a ser una simple “cosa”. Consideran
asimismo, que el valor fundamental que posee todo ser humano es su dignidad
(y sus reflejos: la honra y la intimidad), la cual constituye un límite externo a la
libertad de expresión.
Por el derecho a la intimidad se debe entender como el “derecho a ser
dejado solo” o “a ser dejado en paz”, tal como lo demuestran algunas ejecutorias
norteamericanas. Este ámbito de la vida, que el hombre reserva para sí,
constituye una necesidad existencial; es el ámbito de la creatividad, de la
reflexión, de la formación de las ideas y de las opiniones.
En nuestro sistema no existe controversia doctrinaria, ni jurisprudencial
respecto a una definición del derecho a la intimidad. Si nos atenemos a las
normas existentes la definición debe girar en torno a la protección de la esfera
de nuestra existencia que la persona reserva para sí misma, libre de
intromisiones, tanto de particulares como del Estado, así como el control de la
información de esta faceta de nuestra vida.
Siguiendo esta línea de pensamiento PICASSO, citado por MORALES
GODO, sostiene que: “ entre los derechos del individuo, la defensa de la
intimidad exige primacía. El sistema democrático debe defender la región
inviolable del individuo. Si, so pretexto de la libertad de expresión, se invade la
vida privada, el derecho político degenera en un fin en sí mismo”. [51]
Otros autores toman como fundamento, para la supremacía del derecho a la
intimidad, la clásica división de los derechos humanos.
MORALES GODO, Juan: “La clásica clasificación nos puede ayudar por su
sentido didáctico. Se considera a través de ella que los derechos humanos se
clasifican en: a) Derechos de la personalidad (llamados también individuales,
fundamentales de la persona, naturales, etc.), comprendiendo dentro de este
rubro todos aquellos que no dependen de algo exterior al ser humano; son
aquellos inherentes a él b) Derechos sociales, son aquellos que tiene el ser
humano como miembro de una comunidad y que le permiten el desarrollo de su
personalidad dentro de la sociedad; y c) Derechos cívicos, aquellos relacionados
con la participación política de la persona, es decir, elegir o ser elegidos en los
cargos públicos.
MORALES GODO, Juan. “El derecho a la vida privada y el conflicto con la
libertad de información”. Lima-Perú. Ed. Grijley. 1° Edición. 1995. Pág. 154
Tomando en consideración esta clasificación, NOVOA MONREAL, citado por
MORALES GODO, considera: “... el derecho a la vida privada como un derecho
individual y el derecho a la información como un derecho social, pero, movido
también por concepciones ideológicas establece la prevalencia, en caso de
conflicto, del segundo derecho sobre el primero, por responder a ‘intereses
generales’ por encima de los particulares, supuestamente comprendidos en el
derecho individual a la vida privada”
UGAZ SÁNCHEZ-MORENO, José Carlos, con respecto al tema, considera que:
“El honor será preferido respecto a la libertad de expresión (entendida como
expresión de ideas u opiniones), solamente en aquellos casos en que lo
expresado sea manifiestamente injurioso, mientras que únicamente se
antepondrá a la libertad de información (es decir el derecho a comunicar hechos
noticiables), cuando lo informado no sea veraz (producto del menosprecio a la
verdad o falta de diligencia en la verificación de la información) y carezca de
interés público”. [52]
Por su parte, BERNALES BALLESTEROS opina: “Cuando al divulgar la
información se afecte la intimidad personal que es, a su vez, derecho protegido
por el inciso 7 del artículo 2 de la Constitución. En caso de conflicto entre el
derecho a informarse de una persona y el de la intimidad del otro, debe
protegerse este último; el primero llega a uno de los bordes que no puede
atravesar: el derecho de uno termina donde comienza el derecho de otro”. [53]
ALBERTO BOREA sostiene que: “El derecho a la intimidad es propio de los seres
humanos que para su desarrollo requieren de un ámbito impenetrable en donde
pueden construir sus relaciones afectivas y donde pueden expresar sin
inhibiciones sociales sus propios sentimientos. Cualquier intromisión en ese
artículo íntimo y personal es una violación a la privacidad”. [54]
La doctrina alemana y jurisprudencia norteamericana también se han
manifestado sobre esta teoría, como bien lo expresa MORALES GODO “ es
menester indicar que en la doctrina alemana se ha desarrollado la necesidad de
reconocer un derecho general de la personalidad que tendría su centro en el
derecho a la vida privada. De la misma forma, como apreciamos, esta tendencia
prevalece en el derecho norteamericano, teniendo como sustento la defensa de
la libertad y la dignidad del ser humano”.[55]

3.2. POSICIÓN O TEORÍA QUE DA SUPREMACÍA A LA LIBERTAD DE


INFORMACIÓN
La libertad de información tiene dos aspectos: de un lado, la libertad de
informar y de otro, la de ser informado. Se transgrede este derecho no sólo
cuando se impide que una persona transmita información, sino también cuando
se impide que obtenga información, especialmente cuando se le niega acceso a
documentos o información especial. El público tiene derecho a ser informado de
lo que ocurre en la sociedad, por ello la importancia de los medios de
comunicación masiva, como vehículos para la transmisión de la información.
En las primeras etapas de evolución de la humanidad el intercambio de
información era restringida, se limitaba al grupo que se pertenecía y la misma se
realizaba por la comunicación directa, personal. El gran salto en la comunicación
entre los hombres y por ende en el intercambio de información, se produjo con
la invención del lenguaje figurativo, del signo y el diseño, que pasó luego a ser
la escritura. Ello permitió que la información no necesariamente se realizara en
forma directa, aumentando considerablemente el número y posibilitando que el
hombre del futuro tomara conocimiento del pasado por los vestigios de los
signos.
MORALES GODO, Juan. “El derecho a la vida privada y el conflicto con la
libertad de información”. Lima-Perú. Ed. Grijley. 1° Edición. 1995. Pág.29.
Las libertades de opinión, de expresión y difusión del pensamiento están
estrechamente vinculadas y constituyen especies del mismo género. Mientras la
libertad de información es la facultad de la persona de transmitir conocimientos
y de obtenerlos; la de opinión, implica la evaluación que realiza la persona de
dicha información; la de expresión, es la posibilidad de la persona de dicha
información; la de expresión, es la posibilidad de la persona de emitir su opinión,
de hacerla pública; la difusión, es la posibilidad de emitir su opinión dándole
mayor alcance cuantitativo que la anterior.
Dentro de los autores que establecen la prevalencia de este derecho frente al
derecho a la intimidad tenemos a CHIRINOS SOTO que expresa: “Es necesario
admitir, desde luego, que en el Perú la libertad de expresión suele alcanzar
caracteres de paroxismo. Aquí el periodismo llega a extremos inadmisibles en
cuanto a atacar el honor y la dignidad de las personas, especialmente cuando se
trata de imputaciones penales. Los medios de información adelantan juicio de
manera temeraria y condenan a las personas sin darles la mayoría de veces la
más mínima oportunidad de defenderse. Sin embargo, una utilización excesiva
del Hábeas Data podía convertirse, bajo el pretexto de proteger el honor o la
intimidad, en un arma para perturbar el libre ejercicio de la libertad de expresión,
que es el más importante de los derechos, en la medida en que sirve para
cautelar la vigencia de todos los demás”.[56]
Por su lado, JOSÉ BERMEJO afirma que: “... el derecho a la información se ha
convertido, junto a la libertad de expresión, en piedra de toque de los demás
derechos y libertades, porque, según veremos, se configura ‘como una libertad
situada más arriba del cielo de los conceptos jurídicos: una libertad
supraconstitucional, incondicionadamente preferente a cualquier otro derecho
constitucional, regida por un diferente sistema de frenos y equilibrios,
autorregulada, autocontrolada, exenta, en fin, intocable para cualquier otro poder
externo”[57]
El referido autor, también señala que: “Lo importante es, sin embargo, la razón
de ser y el alcance de esta posición preferente de la libertad informativa sobre
los demás derechos fundamentales, y aún el alcance exacto de esa preferencia.
Dice el Tribunal Constitucional que esta posición preferente obedece a que: ‘en
la base de toda sociedad democrática está la formación de una opinión pública,
libre y plural que, en principio y salvo excepcionales limitaciones, puede tener
acceso a la información que afecta el funcionamiento de las instituciones
públicas”.
Dentro de autores que defienden esta teoría existen los llamados
“absolutistas” que consideran que la total libertad de expresión, tanto política
como no política, es un derecho fundamental y “no negociable”; para ellos no
existen límites para dicha libertad, no hay distingo alguno, y en consecuencia
protegerían por igual forma la obscenidad, la difamación, la defensa de
genocidio, etc.

3.3. POSICIÓN MIXTA


Quienes se acogen a esta teoría sostienen que es inútil averiguar cual de
los dos derechos debe prevalecer, por la misma razón de que ambos derechos
son fundamentales en la vida de cada ser humano y, además, ambos son
reconocidos por nuestra Carta Magna.
Asimismo manifiestan que ambos derechos no son absolutos, y que no
existiendo prevalencia entre uno y otro a priori, no se podría llegar a la conclusión
de que uno constituye la limitación del otro, según el privilegio del derecho que
se quiera resaltar, ya que ambos derechos constituyen limitaciones entre sí.
La vida privada de las personas es una limitación al derecho a la información y,
a su vez, ésta es una limitación a la defensa de la vida privada.
“En consecuencia, tratándose de los derechos a la vida privada y a la
información, no puede establecerse, a priori, prevalencia de uno sobre otro,
porque no están en un plano de subordinación. Son derechos equivalentes y, por
ende, habrá necesidad de encontrar estas reglas generales que nos permitan,
en la experiencia jurídica solucionar estas posibles colisiones”. [58]
GOLDSCHMIT, compartiendo la posición de MORALES GODO, indica que: “...
los intereses colectivos o generales no pueden ser establecidos a priori, sino que
deben ser identificados en cada caso. En algunos casos, el “interés individual”
hará prevalecer el derecho a la vida privada frente al poder de información,
cuando el dato de la vida privada no tenga ninguna incidencia con el hecho o
acontecimiento público, o a pesar de tratarse de un personaje público o que ha
hecho noticia esporádica y ha saltado a la publicidad, dicho dato privado no tiene
incidencia alguna en la actuación del personaje. En otros casos, el ‘interés
general’ hará prevalecer la información y por ende deberá divulgarse hechos que
corresponden a la vida privada de las personas, cuando éstos tengan estrecha
relación con la noticia”. [59]
Por su parte, MANUEL CÉPEDA afirma: “En abstracto, carece de sentido
determinar cuál derecho prevalece sobre el otro. Es preciso analizar
cuidadosamente los hechos del caso para sopesar los valores en juego y trazar
la línea donde se respeten mejor ambos derechos”. [60]
De igual manera, el autor argentino, VÍCTOR BAZÁN manifiesta: “No se trata de
plantear la cuestión en términos de una descarnada lucha entre la cibernética y
la privacidad, sino de intentar una pacífica coexistencia de los valores en juego”.
[61]

3.4. COMPETENCIA DEL ÓRGANO JURISDICCIONAL


Esta cuarta posición o teoría considera que frente al conflicto, de darse el caso,
entre el derecho a la intimidad y la libertad de información será el órgano
jurisdiccional, quién decidirá cual de estos dos derechos debe primar, para dar
tal veredicto se deberá atender las circunstancias acaecidas en cada hecho
concreto, tal es el caso, por ejemplo, el de determinar si la persona afectada en
su intimidad posee la condición de ser persona pública o privada.
Al respecto UGAZ SÁNCHEZ manifiesta que “será responsabilidad del juez
determinar si las libertades de expresión e información han sido ejercidas
debidamente y por lo tanto constituyen una causa de justificación exculpante, o
si más bien hubo un exceso que ha lesionado el honor de una persona y en
consecuencia se ha incurrido en el delito de difamación”.[62]
Corrobora esta afirmación FERNÁNDEZ SEGADO al afirmar que “es innecesario
decir que en el supuesto de conflicto entre derechos o entre un derecho y un bien
constitucionalmente protegido, habrá que acudir a la necesaria ponderación
judicial, en la que el órgano jurisdiccional, sin estimar preponderante en todo
caso uno de los derechos en cuestión y atendiendo a las concretas
circunstancias del caso, habrá de decidir sobre el conflicto planteado”.[63]
BOREA ODRÍA, respecto al tema, sostiene que “demás está decir que en el caso
de los asuntos de orden público o tratándose de personajes de la vida pública,
hay ámbitos que se pueden escudriñar por la sociedad y que entrar en los
mismos o conocer de ellos no puede considerarse como violación al derecho al
derecho a la intimidad. La jurisprudencia es la que deberá ir bloqueando los
límites dentro de los que se instala cada uno de estos derechos, el de la vida
privada y el del conocimiento por parte del público de hechos que tengan
relevancia para la vida comunitaria”.[64]
Algunos países prescriben en su propia Constitución esta potestad jurisdiccional,
tal es el caso de España que en su art. 18° inc. 4 indica que: “La ley limitará el
uso de la informática para garantizar el honor y la intimidad personal y familiar
de los ciudadanos y el pleno ejercicio de sus derechos”.

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