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ocurre una etapa de transición en todos los ámbitos, en lo económico se cambia el modo

esclavista por el modo de producción feudal, en el ramo político se descomponen el centralismo


del Imperio Romano, en el ramo religioso se sustituyen las culturas teocráticas y se instaura el
cristianismo o el islam, es por esto que aparece la idea de la vida eterna en esta etapa de la
historia ya que esta es base del credo de estas religiones.

En la concepción cristiana la muerte se considera el instante en el que se separan cuerpo y alma.

Según esta concepción, el buen cristiano debe estar preparado en cualquier instante para este
momento y las voluntades de los mortales se recogían en los testamentos.

La Muerte en la Edad Media

Para conseguir la salvación de los difuntos era necesaria la mediación de los clérigos lo que
motivaba el encarecimiento de la muerte.

La misa era la fórmula de conectar el mundo de los vivos con el de los muertos y ahí también
encontramos una evidente diferenciación social ya que los ricos podían ofrecer más misas por sus
difuntos al tiempo que tenían más posibilidades de realizar la caridad con los pobres.

La vida terrenal sería considerada en la Edad Media como un mero tránsito hacia la eternidad.

El cielo era el destino deseado por todos pero por mucho que el individuo se preparara el camino
para la salvación nada estaba asegurado y el infierno constituía un serio peligro.

Según Sesma Muñoz (1), en el seno de la tradición judeocristiana del occidente europeo los
hombres y mujeres, ricos y pobres, urbanos y rurales, jóvenes y viejos que se ven en trance de
dictar sus últimas voluntades, califican la vida terrenal con expresiones duras y amargas:
miserable, incierta, engañosa, transitoria, como si estuvieran convencidos de que estaban en un
valle de lágrimas, al tiempo que contemplaban la muerte como algo inevitable, destino común del
que no se puede escapar y ante una proximidad muestran una resignación natural que les hace
más pensar en los que quedan y en la preparación de su tránsito, que en lamentaciones y
arrepentimientos.

Existe la convicción entre la población de la Edad Media de la existencia de otra vida, la vida
eterna, tras el tránsito, por lo que temen fallecer sin aviso, repentinamente, y verse privados de un
tiempo precioso para repartir sus bienes, avalar la buena convivencia familiar y arreglar los
trámites del Más Allá, es decir, asegurarse el arrepentimiento final y el cumplimiento de ritos y
ayudas para que su alma se garantice el purgatorio.

En el Más Allá existe el paraíso o el infierno que constituyen los dos destinos extremos, que han
sido únicos durante mucho tiempo para los cristianos, si bien a partir del siglo XIII adquiere fuerza
la idea de un tercer lugar, el purgatorio, intermedio entre ambos, donde las almas que necesitan
un tiempo de expiación para acceder a la gloria aguardan y se benefician de los actos piadosos
hechos en la tierra, según la concepción de los santos.

También en estos momentos se formula la existencia del limbo como lugar particular para las
almas de los niños no bautizados.

Además, existe un convencimiento generalizado en la resurrección tras el juicio final, que se


manifiesta en buscar para el enterramiento la compañía de sus muertos, de sus personas más
queridas, junto a las cuales se quiere despertar un día.

En los pueblos y aldeas, los testadores solicitan ser enterrados en el cementerio de la iglesia
parroquial, lo que les "garantizaba" ya una compañía conocida.

Está muy extendido el culto a determinados santos, santa Bárbara, santa Ana o san José, como
protectores frente a la muerte súbita, o San Cristobalón, presente en todas las iglesias junto a la
puerta de salida, como encargado del tránsito, al que se le pide lentitud en el traslado del alma.

En el siglo XV comienza a difundirse el Ars Moriendi, cuyas ediciones impresas y traducidas a las
lenguas vernáculas, lo presentan como "Arte del bien morir" y cuya finalidad queda expuesta en
este proemio:

"La más espantable de las cosas terribles sea la muerte, empero en ninguna manera se puede
comparar a la muerte del ánima", para lo cual se da una serie de consejos, acompañados de
grabados ilustrativos, que faciliten la confesión completa y ayuden a alcanzar la salvación con una
buena muerte.

La muerte cristiana al final de la Edad Media no es una muerte solitaria, sino un acto social al que
deben acudir amigos y parientes para ayudar a la persona que muere.
La muerte se constituye así en un acto de solidaridad, de ayuda mutua, que no acaba con la
expiración, sino que los que todavía permanecen en el mundo deben ocuparse de los muertos a
través de mandas piadosas, y muchas misas.

Junto a ello se debe dar limosnas a las iglesias y capillas, dar de comer o vestir a los pobres, aliviar
penas de cautivos, enfermos o locos, a contribuir al casamiento de huérfanas pobres, etc.

Esto dependerá de la capacidad económica del difundo.

El dinero se convierte en un argumento para alcanzar la salvación.

En la Edad Media la muerte nunca fue acompañada de caracteres macabros.

Sería en los últimos siglos cuando aparecen aspectos tétricos, motivados sin duda por la difusión
de la Peste Negra y las epidemias, hambrunas y devastadoras guerras que sacudieron la Baja Edad
Media.

En las ciudades se desarrollaría incluso la idea de muerte-espectáculo.

Tal como ocurre hoy en día, la muerte se presenta a lo largo de la Edad Media como la última
acción igualitaria sobre la sociedad (lo que no era cierto, en teoría, pues la posición social y la
economía condiciona la salvación).

La muerte se presenta como un acto de la vida cotidiana y existe una visión menos temerosa ante
ella.

Esto desaparecerá de las culturas posteriores.

biblia es muy clara que la salvación es únicamente por la fe.

REACCIÓN Y ANTECEDENTES
Pablo estaba ASOMBRADO a que tan rápido los gálatas cambiaron el evangelio. Qué diría el
apóstol hoy? No mucho tiempo después de Pablo, en los primeros siglos de la historia de la iglesia,
la idea que la gracia viene por medio de los sacramentos entró la iglesia. Clemente dijo que la vida
eterna está otorgada en el bautismo. En la edad media 7 sacramentos fueron introducidos. La
iglesia tenía gran poder en esta época. Los curas controlaban la salvación. Ellos eran los
dispensadores de gracia salvadora. Penitencia, una obra de satisfacción delante de Dios, y las
indulgencias eran una mayor parte de la salvación. En teología Romana, había pecado venial y
pecado mortal. Pecado mortal era un pecado como matar o adulterio que podía eliminar la gracia
justificadora infusa en el bautismo, resultando en perdición eterna. Pecados veniales eran de
menor gravedad. Había castigo temporal para estos en purgatorio. La creencia de Roma era que
María y los otros santos tenían mérito adicional que no era necesario para que ellos lleguen al
paraíso. Su mérito adicional entró una tesorería de mérito. Los fieles podían obtener este mérito
por pagar la iglesia, esta era la indulgencia. Lo peor de todo era que una indulgencia plenaria fue
introducido. Con esta indulgencia era posible librar un alma de purgatorio. Cuando una moneda en
el cofre entra, un alma del purgatorio salta. Este sistema destruye la doctrina bíblica acerca del
pecado y justificación. Aquí entró Lutero. Él entendió 2 cosas: Dios manda perfección, y él no era
perfecto. Llegó a la conclusión que el papa era el anticristo y que Roma era el nido del diablo.
CAUSAS La causa formal de la Reforma era sola escritura. Esta doctrina dice que la palabra de Dios
es la única guía para nuestra fe y práctica. No hay más revelación de Dios. Vemos los errores que
resultan en rechazar sola escritura en la doctrinas acerca de maría que tiene la iglesia católica.
Papa Pío XII dijo que si uno no cree que María ascendió al cielo en su cuerpo, como Jesús, para esa
persona la salvación es imposible. La biblia no dice que María ascendió al cielo en su cuerpo. Esa
una doctrina inventada, y Roma tiene muchas más semejantes. Los reformadores dijeron que la
única cosa que se puede enseñar y propagar es lo que está escrita en la biblia. La causa material de
la Reforma era la justificación. Cómo una persona está reconciliado con Dios. La Reforma
comenzó en 1517 y Roma, en el Concilio de Trento expulsó a todos los reformadores de la iglesia
diciendo que cualquier que creía que la salvación viene únicamente por la fe es anatema.

Hay algo más importante en la vida cristiana que la fe? Fe es el único medio por lo cual recibimos
a Cristo, el perdón que él ofrece y la justicia que es suyo. Principalmente nuestra fe es en Jesús,
pero es la palabra de Dios que nos enseña todo lo que sabemos, y todo lo que necesitamos saber
acerca de Jesús. Y por eso no es incorrecto decir que nuestra fe es en la palabra de Dios y su
veracidad. Esta es nuestra posición de presuposición. La palabra es la verdad. Es la palabra que el
Espíritu utiliza para obrar fe en el corazón del hijo de Dios. Fe viene por el oír y el oír por la palabra
de Dios.

POSTURA HISTÓRICA

No podemos subestimar el poder de la fe en la vida del creyente. Jesús dice si tenemos fe


podemos mover montañas. Es hipérbole, un dicho del judío quien vivía en el primer siglo. Pero un
dicho que muestra que fe es el principio que guía toda nuestra vida. Vemos esto en el ejemplo de
Pedro caminando sobre el mar. Cuando miró a Cristo era un conquistador, haciendo un milagro.
Pero cuando dudaba por las circunstancias a su alrededor, y su fe falló, ay es cuando vino su caída
como descendía al agua. Y si nosotros vamos a triunfar en las pruebas y persecuciones que nos
enfrentamos en esta tierra temporal, necesitamos alimentar a nuestra fe. Es trabajo. Requiere
diligencia. Leer y estudiar y orar sobre la palabra de Dios es esencial. Meditar y contemplar las
promesas que Dios nos ha otorgado en Jesús y la obra de Cristo, su sufrimiento, muerte y el poder
de su resurrección, o sea una vida activa es lo que resulta en una fe que vence al mundo.

ORIGEN

La palabra griega para fe es pistis y el verbo pisteuin. Cuando uno hace un estudio de una palabra
bíblica, hay un método específico para ver el significado de una palabra. Esto es muy importante
por ejemplo con la palabra bautizar para probar que lo que dicen los bautistas acerca de la
palabra, que significa sumergir en agua, no es la manera que se usa la palabra. Cuando uno estudia
una palabra es necesario analizar griego clásico. Estas son obras escritas en griego. Buscamos la
palabra que estamos estudiando en estas obras. Pistis en estas obras es una convicción basado en
confidencia en una persona o su testimonio, lo que es distinguido de conocimiento como
resultado de una investigación personal. El segundo uso en griego clásico es la confianza misma. Es
más que confidencia que la persona es confiable. Sino, presupone una relación personal con el
objeto de confidencia, como salir de uno mismo para reposar en otro. Los griegos no usaron la
palabra en esta forma para hablar acerca de sus dioses porque para ellos los dioses eran hostiles a
los hombres. El segundo fuente para estudiar la palabra bíblica es la Septuaginta. La Septuaginta
es la traducción griega de las Escrituras del Antiguo Testamento escrito en hebreo. Normalmente
fe es pasiva, y se refiere a fidelidad. El verbo en la Septuaginta refleja el mismo sentido que tiene
en el Nuevo Testamento, acuerdo con la palabra de Dios y de confianza en Dios. El tercer lugar que
investigamos a determinar el significado es en el Nuevo Testamento. Normalmente fe es activa,
aunque a veces es pasiva y se refiere a fidelidad como en Romanos 3:3 y Gálatas 5:22. Hay 2
distinciones importantes. Una es una creencia intelectual en el testimonio de otro en vez de
investigación personal, acá hay una citas bíblicas de fe Filip. 1:27, 2 Cor. 4:13, 2 Tes. 2:13 y en Juan.
Dos, una confianza en Dios, o más específicamente en Cristo mirando hacia adelante a redención
de pecado y bendición futura. Pablo usa fe en esta manera. Rom. 3:22, 25; 5:1,2; Gal. 2:16; Efe. 2:8
y mucho más. El orden de fe tiene 3 etapas: confianza en Dios y Cristo, aceptar su testimonio en la
base de confianza, y rendirse a Cristo y confiar en Él para la salvación del alma. La tercera se
conoce como la fe salvadora. Cualquier persona puede hacer un estudio bíblico de una palabra.
Hay libros como Strong que da una lista de los versículos donde aparece la palabra en el Nuevo
Testamento. Hay otros libros que dan la lista de los versículos en la Septuaginta, y otros que dan
las referencias de autores de griego clásico. Pero eso requiere un poco de trabajo. Es mucho más
fácil ahora comprar un programa bíblico o un libro que ya ha hecho el estudio de la palabra. Toda
esta información que yo he dado cerca de pistis, fe, viene de la Teología Sistemática de Berkhof,
pero existen volúmenes de estudios de palabras. Cuando uno enseña la biblia los estudios de
palabras son muy útiles.
Calvino da una definición buena de la fe: Es un conocimiento firme y seguro del favor divino hacia
nosotros fundado en la verdad de una promesa libre en Cristo, y revelado a nuestras mentes, y
selladas en nuestros corazones, por el Espíritu Santo. Ve los 3 miembros de la Trinidad en esta
definición.

Calvino es la cima del pensamiento teológico. Calvino y los reformadores dijeron que no hay
ningún mérito en la fe. Es únicamente el instrumento para recibir lo que Dios ha previsto en los
méritos de Cristo. Es un don de Dios. Los escritores del Nuevo Testamento vieron la fe como el
principio fundamental de la vida religiosa. No vieron una distinción entre el Antiguo Testamento y
el Nuevo Testamento en este aspecto. Abraham es el tipo de todos los creyentes y ellos los hijos
de Abraham. No hay distinción entre la fe del Pacto Viejo y del Nuevo. Hay una continuidad y por
eso vemos que Pablo cita Habacuc 2:4 en Romanos 1:17 y Gal. 3:11 y Heb. 10:38, Juan 5:46, Juan
12:38. Santiago ayuda a añadir al entendimiento bíblico sobre la fe. En el pasaje en capítulo 2 que
es de mucha confusión y debate, Santiago explica que la fe verdadera, la fe salvadora, resulta en
obras. Hay evidencia de fe verdadera y la evidencia son obras de obediencia, dejar el pecado atrás
para seguir a Jesús. Comencemos en versículo 14-17. Habla de una persona quien DICE que tiene
fe. Sun conclusión acerca de esta persona quien dice que tiene fe pero no hay evidencia, tiene una
fe muerta, y una fe muerta no es fe. No puede salvar. 18-19 Hay un contraste en versículos 18 y
19. 18 dice que fe no es sola. Es verdad que solo la fe salva, pero la fe nunca es sola. Tiene
evidencia. 19 dice que un conocimiento intelectual que Dios existe, que Jesús es Dios, no es
suficiente para salvar. 20-22 Las obras de Abraham probaron que su fe era verdadera. Había
evidencia de su fe en sus acciones.

23 – confirma la doctrina de Pablo de la justificación por fe, en que la justicia de Cristo está
imputado o contado a nuestra cuenta por medio de la fe. Cuando decimos que la fe no es
conocimiento intelectual, lo que deberíamos decir es que no es solamente conocimiento
intelectual Sin duda incluye este elemento.

Si nuestra idea está equivocado acerca de quién es Dios, nuestra fe no tiene una fundación firme.
Cuando hablamos de los elementos de la fe, un elemento es intelectual. La fe es un acto de todo
el hombre. Es un don de Dios, Efe. 2:8, y sin la iluminación del Espíritu Santo, 1 Cor. 2:14, no
podemos ejercer la fe, pero al mismo tiempo es un acto del hombre en su totalidad y no de una
sola parte. Es un acto del alma entera. En su teología sistemática en relación al aspecto intelectual
de la fe, Berkhof dice que la fe es reconocer la verdad en que el hombre reconoce como la verdad
todo lo que dice Dios en su palabra, especialmente lo que Él dice sobre la depravación total del
hombre, y de la redención en Cristo Jesús.

Parece que podemos añadir a Berkhof a la lista de ellos en la tradición reformada que creen que la
posición arminiana deja la persona fuera de la salvación, Berkhof con Lutero, Calvino, Owen,
Edwards. Berkhof también toma la posición, con el autor del Catecismo de Heidelberg, Zacarías
Ursino, que la fe incluye la convicción o certeza del conocimiento.
Las cosas futuras son seguras para el creyente. O sea, si uno no está seguro que está yendo al
cielo, esta no es fe verdadera. Hay que saber con certeza que los pecados son perdonados y no
tener dudas acerca de la salvación para tener fe verdadera. Hebreos 11:1 confirma esto. Aquí
traducida, hupostasis, como sustancia pero también significa seguridad o confianza. Una persona
que duda su salvación no tiene seguridad ni confianza. Esta es una parte de la fe. Pero este es un
punto de debate. No todos están de acuerdo que fe verdadera incluye una certeza para el
individual. La Confesión de Fe de Westminster no confirma que esta es una parte de fe como el
catecismo de Heidelberg.

En capítulo 18: De la seguridad de la gracia e de la salvación, la confesión de Westminster dice:


Esta seguridad infalible no corresponde completamente a la esencia de la fe, sino que un
verdadero creyente puede esperar mucho tiempo y luchar con muchas dificultades antes de ser
participante de tal seguridad. Regresando ahora a los elementos de la salvación, además del
elemento intelectual es el emocional. Cuando uno agarra a Cristo, hay un sentimiento que una
necesidad del alma ahora es completa. La persona es consciente de un gran interés en la salvación
en Jesús.

Esta es una confianza que el Espíritu Santo obra en el corazón del hijo de Dios. Es diferente que
solamente conocimiento intelectual acerca de Jesús. Esto incluye confianza que la obra salvadora
de Cristo es un beneficio de uno. El tercer elemento de la fe es de la voluntad. Este es un acto del
hombre en que apropia Cristo como el objeto de la fe. Es una acción del alma que extiende hacia
Cristo para hacer a Cristo suyo. Es traer el objeto de la fe, Jesús, al interior del hombre, y sin esto
Jesús queda afuera en el exterior. Este es el acto que abraza a Jesús. Este tercer elemento es
confianza personal en Jesús. Decimos que estos 3 elementos de la fe suceden en el corazón del
hombre. En la Escritura el corazón es el asiento del hombre, el órgano principal lo que representa
el hombre entero, e incluye la parte intelectual, emocional, y la voluntad. Es importante repetir
que no es el acto de fe que salva una persona, sino eso lo que uno recibe por la fe, el perdón de
pecado y la justicia de Cristo. En eso vemos la importancia de la fe. El apóstol Pablo nos dice en el
capítulo de amor, 1 Corintios 13, versículo 13, Y ahora permanecen la fe, la esperanza y la caridad,
estas tres; pero la mayor de ellas es la caridad. Puede ser que el amor es la mayor de estas 3
virtudes cristianas porque en el cielo la esperanza desvanece, porque será cumplida, la fe ya no
existirá, porque estaremos en la presencia de nuestro Salvador, pero el amor es eterno. No cesará
en la ciudad celestial, la Nueva Jerusalén. Pero puede ser que ahora, en esta época en que vivimos,
bajo el Nuevo Pacto, cuando el fin de las cosas, aunque se acerca, no está presente, puede ser que
en este contexto, que la fe es mayor que el amor. Y esto porque Heb 11:6 Pero sin fe es imposible
agradar a Dios. Rom. 3:28, 2 Cor. 1:24, Gal. 3:26. Y en este mundo que va empeorando, es posible
que habrá un punto en nuestra vida cuando necesitamos tomar una decisión como muchos de los
mártires antes de nosotros. Renunciar a nuestra profesión o morir. El mundo es hostil a la fe
cristiana. El mundo se arrodilla en el altar de tolerancia.
El mundo dice que los cristianos deben tolerar el aborto, la homosexualidad, y la cultura de
muerte que fuerza sobre nosotros. Pero el mundo no tiene que tolerar al cristianismo. Nuestro
pensamiento, el pensamiento de Jesús que estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a
la vida, y pocos son los que la hallan, es una doctrina de odio. Todos están libres dicen ellos tener
sus propias creencias.

ero cuando ellos están enseñando la evolución en las escuelas, y cuando el mundo está enseñando
el cuento de María y sus dos madres en el kínder, estamos al punto de no retornar. Es posible que
cada uno de nosotros nos enfrentará un encuentro en que tenemos que tomar una decisión que
nos resultará en pérdida aquí. Tendremos que pararnos firmes sobre la roca de Cristo, con
confianza, con fe, que el mundo no puede hacer nada a nosotros. Ellos nos atacarán. Habrá
presión de todos lados, y aún de familiares y supuestos amigos para tomar un paso atrás en
relación a nuestra fe. Sería bueno acordar las palabras de Jesús cuando esto pase: Mat 10:28 Y no
temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a Aquél que
puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.

Y escucha al contexto en que Jesús dice esto. Sus próximas palabras confirman que Dios es nuestro
escudo. Como Pablo dijo, morir es ganancia. El mundo no puede hacer nada si Dios no lo permite.
Jesús continua: Mat 10:29 ¿No se venden dos pajarillos por un cuadrante? Y ni uno de ellos cae a
tierra sin vuestro Padre. 30 Pues aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. 31 Así
que, no temáis; de más estima sois vosotros que muchos pajarillos. 32 Cualquiera, pues, que me
confesare delante de los hombres, también yo le confesaré delante de mi Padre que está en el
cielo.

33 Y cualquiera que me negare delante de los hombres, también yo le negaré delante de mi Padre
que está en el cielo. Necesitamos estar preparados para esta prueba. Si no viene en nuestra vida,
seguramente vendrá en las de nuestros hijos. No estoy cierto que muerte está en nuestro futuro a
causa de nuestra confesión, pero estoy seguro que la persecución y la pérdida es. Ya vemos
chispas con el pastelero quien rehusó hacer un pastel para una boda de homosexuales y perdió el
juicio y otros casos penales semejantes. Nos pararemos firmes? Enseñaremos a nuestros hijos la
importancia de mantener su profesión cristiana? Esta es fe verdadera.

HISTORIA Dios dijo a Abraham, Gen 22:2 Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas,
y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré. No
te sientes la drama de la situación? Amigos, esta es la fe verdadera. Si tú eres un hijo de Abraham
por fe, quien puede decir que no habrá un punto en tu vida en que tendrás que tomar una
decisión semejante a la de Abraham. Heb 11:19 pensando que aun de los muertos es Dios
poderoso para levantar. Esta era la fe que tuvo Abraham, confianza completa en Dios. Cuando el
tiempo de nuestra prueba viene, que pensamos en las palabras de Jesús, que pensamos en el acto
de Abraham en alzar el cuchillo para obedecer a Dios, mostrando la evidencia de la fe verdadera, y
el tiempo nos falta para hablar acerca del mártir Esteban, y Noé y Sara y otros en el capítulo de los
héroes de la fe en Hebreos 11, que hagamos lo que dice el autor de ese mismo libro, cuando
estamos puestos a prueba, que nuestros ojos sean puestos en Jesús, el autor y consumador de la
fe. Él nunca nos dejará ni desamparará. Las Escrituras prueban que es la verdad.

VERDADERO SIGNIFICADO

Juan el Bautista predicaba un mensaje al mundo judío que hoy en día casi todos han escuchado.
Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. Pero cuando escuchamos estas palabras,
sabemos qué significan? Cuando este hombre extraño, viviendo en el desierto, vestido de pelo de
camello, comiendo langostas y miel, cuando el dijo arrepentíos, sabemos qué significa? Es
importante, porque Juan hizo el arrepentimiento un requisito para entrar el reino de los cielos. La
doctrina de Jesús no era diferente. Lucas 13:3 Os digo: No, antes si no os arrepentís, todos
pereceréis igualmente. Según Jesús, el arrepentimiento también es un requisito para heredar la
vida eterna. Y cuando Jesús habla a las iglesias en capítulos 2 y 3 del Apocalipsis, se encuentra la
palabra arrepentirse 7 veces. En el contexto Jesús está advirtiendo a las iglesias que algo anda mal
con ellos, y si no se arrepienten, él va a extinguir su vela. Jesús va a poner un fin a su iglesia.
Cuando hablamos acerca de la salvación, es común decir que dos cosas son necesarias para recibir
perdón de pecado y vida eterna, el arrepentimiento y la fe. Fe y arrepentimiento están tan unidos
que algunos dicen que no son dos cosas separadas, sino dos vistas diferentes de la misma cosa.
Ciertamente no se puede separar el arrepentimiento y la fe. Van juntos. En su teología sistemática,
Louis Berkhof llama el arrepentimiento la conversión. En español, la palabra tiene 2 definiciones.
La primera es un cambio de comportamiento, un cambio en la conducta. También se refiere a un
cambio conceptual, rechazar una idea falsa que creíamos antes. El término bíblico para el
arrepentimiento literalmente significa un cambio de panorama.

Proviene de la raíz reconsiderar. Cuando los apóstoles llamaron a las personas para arrepentirse,
estaban instándoles reconsiderar, cambiar la manera que ellos pensaban sobre Cristo. En el
Antiguo Testamento son dos palabras importantes. Nacham expresa un sentimiento profundo de
dolor o de alivio. En el tiempo hebreo que se llama niphal, significa arrepentirse, y muchas veces
este arrepentimiento se acompaña con un cambio de plan y acción. Se usa para Dios y para el
hombre. Gen. 6:6, 7 es un pasaje importante en relación a Dios y el arrepentimiento. Dios no
puede arrepentirse. La biblia nos dice que Dios es inmutable, no cambia. Pero aquí dice que se
arrepintió de haber creado al hombre. Podemos interpretar este uso del arrepentimiento como un
antropomorfismo. Anthropos significa hombre en el griego.

DEFINICIÓN
Un antropomorfismo atribuye alguna característica del hombre a Dios. En nuestra capacidad
limitada de entender a Dios y su carácter y esencia y ser, un antropomorfismo nos ayuda a
entenderle. Si Dios en realidad puede arrepentirse, significa que Dios puede cambiar, porque esta
es la definición de la palabra, y la escritura es contradictoria. Dios tiene una sola voluntad desde la
eternidad, y no cambia. Otra palabra hebrea que se encuentra muchas veces en los profetas es
shubh, lo que significa volver.

Se refiere a Israel. Sabemos la historia de la nación. Israel se aleja de Dios y Dios le castiga. El
pecado ha separado el hombre de Dios. Y después la nación vuelve a Dios. En el Nuevo
Testamento la palabra más común es metanoeo, el verbo, o metanoia, el sustantivo. La palabra
proviene de dos palabras griegas, meta y nous. Meta significa después y nous está relacionada con
ginosko lo que significa saber o conocimiento. Y en las obras clásicas griegas, esto es lo que
encontramos.

La palabra metanoia, traducida arrepentimiento en el Nuevo Testamento, significa uno, saber


después, dos, cambiar la opinión como resultado de este conocimiento después, tres, en
consecuencia de este cambio de opinión arrepentirse el curso que uno seguía, y cuatro, un cambio
de conducta para el futuro. En las obras clásicas de los griegos, no era necesario que este cambio
sea bueno, o uno marcado por sabiduría. Pero en el Nuevo testamento sí. En el Nuevo Testamento
principalmente significa un cambio de opinión, tomando una vista del pasado más sabio,
incluyendo arrepentimiento para el mal hecho, con el resultado de un cambio de vida lo que es
mejor. Cuando una persona recibe este nuevo conocimiento, el curso de su vida cambia. Este es
un resultado del cambio de opinión lo que viene del nuevo conocimiento. El conocimiento afecta
la conciencia y el aspecto moral del hombre. 2Ti 2:25 que con mansedumbre corrija a los que se
oponen; si quizá Dios les dé que se arrepientan para conocer la verdad. Aquí metanoia o
arrepentimiento se refiere a la vida intelectual. Es un mejor entendimiento de la vida con Dios, y
aceptar esta verdad para recibir salvación. En Hechos 8:22 vemos que la voluntad está incluido en
el arrepentimiento.

Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizás te sea perdonado el pensamiento
de tu corazón. Aquí es hacer una vuelta, de uno mismo hacia Dios. En ambos casos el
arrepentimiento es igual a la fe. También el arrepentimiento se refiere a la vida emocional, dolor
piadoso. 2Co 7:10 Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación,
de que no hay que arrepentirse; mas la tristeza del mundo produce muerte. Es importante
enfatizar que metanoia, arrepentimiento, mira hacia atrás además de mirar hacia el futuro. En
mirar atrás, reconoce el error de su camino. La senda anterior era locura. Hay una aversión al
camino anterior. Es un cambio de dirección consciente, con el reconocimiento que las acciones
anteriores eran malas. Hay otra palabra griega también que se refiere al arrepentimiento pero
también incluye la fe. Es el verbo epistrepho y significa el acto final de la conversión. Mientras la
palabra metanoia se puede incluir referir solamente al arrepentimiento sin la idea de fe, y por eso
puede aparecer junto con pisteuo o fe, esto no es posible con epistrepho y fe porque epistrepho
incluye fe. Epistrepho significa un cambio de opinión y enfatiza una nueva relación establecida.

Hay algunos buenos ejemplos de esta conversión en la Escritura. Uno es la mujer samaritana en
Juan 4. Esta mujer va al pozo para sacar agua durante la hora mas calurosa del día. Hacía eso
porque era una mujer sin morales. Jesús le dijo que había tenido 5 hombres, y el que tenía en ese
momento no era su marido. Ella estaba en el pozo en esa hora porque sus vecinos le habían
rechazado por su pecado. Ella se fue allí cuando nadie más iba. Ella no seguía a Dios. Pero después
de hablar con Jesús, esto cambió. Ella dio testimonio al pueblo de Jesús. Juan 4:28 Entonces la
mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres: 29 Venid, ved a un hombre que me
ha dicho todo lo que he hecho: ¿No será Éste el Cristo? Y después en versículo 39 del mismo
capítulo: Y muchos de los samaritanos de aquella ciudad creyeron en Él por la palabra de la mujer,
que testificaba diciendo: Me ha dicho todo lo que he hecho. Otra conversión es el apóstol Pablo en
el camino a Damasco. Pablo había estado persiguiendo a la iglesia. Él tuvo la ropa de Esteban
cuando otros le apedrearon. Era un judío, y no creía que Jesús era el Mesías, el Salvador del
mundo. Pero cuando Jesús apareció a él todo cambió. Con este nuevo conocimiento, Pablo cambió
su opinión, estaba avergonzado de su camino anterior, y seguía a Cristo con más celos con cual
antes había perseguido a su iglesia. Hay 3 elementos en arrepentimiento. El primero es el
intelectual. Es un conocimiento del pecado. Pero si no hay odio por el pecado, esto resulta
solamente en temor de castigo. Alguien quien intenta obedecer a Dios únicamente por miedo de
castigo debería analizar a si mismo a ver si es un creyente verdadero. Porque el segundo elemento
del arrepentimiento es emocional. Hay un cambio de sentimiento. La persona reconoce que ha
ofendido un Dios justo. Psa 51:10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio; y renueva un espíritu
recto dentro de mí. Si este segundo elemento no tiene el tercer elemento, se llama tristeza del
mundo. 2Co 7:10 Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de
que no hay que arrepentirse; mas la tristeza del mundo produce muerte. El tercer elemento
incluye la voluntad en que hay un cambio de propósito. Es un cambio interno del pecado.

HISTORIA Y CONSECUENCIAS

La iglesia católica ha rechazado la doctrina bíblica de la iglesia. Para ellos es necesario que la iglesia
controle la salvación. Y por eso en vez de ser algo interno, el arrepentimiento es externo. Este es
su sacramento de penitencia. Este sacramento de la iglesia católica consiste en 4 partes:
contrición, confesión, satisfacción, absolución. Contrición es el único que pertenece al
arrepentimiento, pero Roma ha excluido el pecado innato al hombre, y solo incluye contrición
para transgresiones actuales. Y porque muy pocos son de verdad contrito, ellos aceptan atrición lo
que es la convicción mental de reconocer que el pecado merece castigo, pero no incluye confianza
en Dios y huir del pecado. Este era el problema que Lutero tuvo con el sistema Romano. No estaba
cien por ciento seguro que estaba contrito, y por eso no encontró paz. Su conciencia le
atormentaba. Confesión en la iglesia de Roma es confesión a un cura quien no puede declarar
legalmente el perdón de pecado, sino absuelve en una manera judicial. Satisfacción consiste en
hacer penitencia, algo difícil o doloroso que resulta en satisfacción por el pecado. Es una obra del
hombre. Calvino dijo que el arrepentimiento es un fruto de la fe. Arrepentimiento verdadero no
existe sin fe. Los dos son inseparables. Juan nunca habla del arrepentimiento en su evangelio. La
razón es que el arrepentimiento está incluido en el creer, un enfoque del evangelio de Juan. Creer
incluye el hecho que alguien cambia su opinión sobre quien es Jesús. La biblia es clara acerca de
quien es el autor de la salvación. Salmo 85:4, Jer. 31:18, Hech 11:18, 2 Tim 2:25. Dios usa medios.
El medio por cual Dios obra el arrepentimiento es la ley. Sal. 19:7, Rom. 3:20. Ambos el AT y el NT
hablan del arrepentimiento como una obra del hombre. Pero el hombre no es capaz de hacer esta
obra sin una obra previa de Dios en su corazón, Lam 5:21.

La Santificación Cristo dijo toma tu cruz y sígueme. Pablo dijo Haced morir, pues, vuestros
miembros que están en la tierra. Santiago dijo Mas sed hacedores de la palabra, y no solamente
oidores. Todos están diciendo la misma cosa. Santificaos. Y la razón para luchar para la
santificación no es un secreto. La palabra hace la verdad tan claro como un día soleado. El autor de
Hebreos nos dice: Heb 12:14 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.
Quieres ver el Señor, sea santo. Pedro cita las palabras de Dios: sea santo, porque yo soy santo.
Aquí acuesta la fundación de la doctrina de la santificación. Dios es santo, y alguien quien va a
entrar su presencia necesita ser santo. Por eso piensa en tu vida en este momento. Cómo va tu
batalla contra el mundo, la carne, y el diablo? Es de mayor importancia tener la victoria en este
aspecto de nuestra visa cristiana. No creo que digo demasiado en decir que la santificación es la
vida cristiana aquí en este mundo. Leyendo el Nuevo Testamento este hecho salta de las páginas.
Un enfoque principal de las Escrituras es la santificación. Cuántas veces dice el Nuevo Testamento
evangelizar? Podemos contarlos en nuestros dedos. Pero cuántas veces manda la santificación?
Ahora necesitamos una mega iglesia con muchos dedos para contar. La santificación es un deber
principal porque Dios es santo y el Altísimo manda la santidad para la iglesia de Cristo. Tú eres
santo? Tienes victoria en tu vida espiritual? Tú sabes de la lucha diaria contra el pecado y la
debilidad de la carne? Los puritanos, esos hombres santos de Inglaterra de los siglos 17 y 18,
escribían mucho acerca de este tema. Ellos eran maestros de la religión del corazón. Los títulos de
sus libros cuentan la historia. Remedios preciosos contra las maquinaciones de Satanás y el
cristiano en armadura completa son obras útiles para todos los cristianos ocupados en esta
batalla. John Flavel dijo, lo que la salud es al corazón, la santidad es al alma.

Jonathan Edwards escribió cómo él tomó una cuenta diaria de sus fracasos. Si vamos a tener éxito
en este encuentro, como Edwards, necesitamos un plan. Cuál es tu plan? Las palabras de Jesús son
verdaderas para ti, mi yugo es fácil, y ligera mi carga. Si tenemos una vista mala de la santificación,
no entenderemos estas palabras. Hay varias metodologías de la santificación. Uno es auto reforma
de los liberales. No enfatiza el pecado y piensa que uno mismo puede hacerse mejor por sus
propios esfuerzos. Otro es el proceso sacramental de los católicos. La persona está siendo hecho
justo. Tres, una santificación entera por una segunda bendición. Charles Wesley creyó esto, sus
seguidores son los metodistas.
La santificación inicial toma lugar en salvación, y esa santificación inicial está hecho perfecto por
una segunda obra de gracia lo que es instantáneo. Normalmente esto es asociado con el bautismo
en el Espíritu Santo. Wesley creyó que es posible vivir sin pecado. Cuatro, el bautismo en el
Espíritu santo. Los pentecostales y la asamblea de Dios creen esto, que la santificación es una obra
instantánea, después de la regeneración lo que es otra obra instantánea, y el bautismo está
acompañado normalmente por hablar en lenguas. Cinco, un acto de rendición. Hay 3 etapas de la
santificación. Uno, posicional, la salvación nos hace santos. Dos, experimental, por medio de un
acto de rendición.

Tres, final. Ellos creen que uno es salvo por la fe, y por un acto similar de fe, uno es santificado.
Seis, un proceso gradual. Es un proceso hecho por nosotros y el Espíritu Santo. Esto toma lugar
cada momento que reaccionamos al Espíritu Santo. Hay dos inclinaciones en cada creyente. El
apóstol Pablo habla de esto, el espíritu y la carne. Hay nueva vida por la regeneración y un
principio de pecado. Ambos principios son activos en nosotros. La santificación es un proceso que
dura toda la vida en que el cristiano coopera con el Espíritu Santo. Santidad es la palabra griega
hagios mos.

La palabra santo proviene de esta palabra. Hagiazo es el verbo y tiene el significado de separación.
Se usa para hablar acerca de cosas que pensamos en la mente son cosas santas. También habla
acerca de separar una cosa para una ritual, cambia de un uso ordinario a un uso sagrado. Se usa
para describir la operación de Dios Por lo cual, El, por su Espíritu, obra en el hombre la santidad.
Joh 17:17 Santifícalos en tu verdad: Tu palabra es verdad. Hechos 20:32 Y ahora, hermanos, os
encomiendo a Dios y a la palabra de su gracia, la cual es poderosa para sobreedificaros, y daros
herencia con todos los santificados. 1Tes 5:23 Y el mismo Dios de paz os santifique enteramente;
y que todo vuestro espíritu y alma y cuerpo sean guardados irreprensibles para la venida de
nuestro Señor Jesucristo. Hagios es el adjetivo en que queremos enfocar además del verbo
hagiazo. Muchas veces aparece en el Nuevo Testamento en un sentido ético para describir la
calidad necesaria estar en una relación cercana con Dios y servirle en una manera que Dios acepta.
Eph 1:4 según nos escogió en Él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin
mancha delante de Él, en amor. Efe 5:25 Maridos, amad a vuestras esposas, así como Cristo amó a
la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella; 26 para santificarla limpiándola en el lavamiento del
agua por la palabra, 27 para presentársela gloriosa para sí, una iglesia que no tuviese mancha ni
arruga, ni cosa semejante; sino que fuese santa y sin mancha. Col 1:21 Y también a vosotros, que
erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente por las malas obras, ahora os ha
reconciliado 22 en su cuerpo de carne, mediante la muerte; para presentaros santos y sin mancha
e irreprensibles delante de Él; Cuando somos salvos somos santos. El apóstol Pablo escribe a los
santos en las iglesias. Todos los creyentes son santos según la biblia y no las personas que la iglesia
católica ha hecho santos. Es un término posicional.Estamos en el cuerpo de Cristo, miembros de su
iglesia, hemos movido de la muerte a la vida. Somos santos en nuestra posición. Éramos hijos del
diablo, ahora somos hijos de Dios. La justificación por fe nos pone en elcuepro de Cristo. Somos
hijos adoptados de Dios. La justificación en seguida se sigue por la santificación, porque Dios envía
su Espíritu a los corazones de sus hijos y ese Espíritu es el Espíritu de santificación. La gracia no es
infusa por medio de los sacramentos sino es una obra sobrenatural del Espíritu Santo
principalmente por la palabra, y secundariamente por los sacramentos, por lo cual Dios nos libra
del poder del pecado y nos hace capaz de hacer buenas obras. Esta es la definición de Louis
Berkhof en su teología sistemática.La santificación es la operación graciosa y continua del Espíritu
Santo, por la cual él libera el pecador justificado de la corrupción del pecado, renueva toda su
naturaleza a la imagen de Dios, y le capacita hacer buenas obras. Es una obra divina.

Consiste en una operación divina en el alma en que la disposición santa está fortalecida. Cuando
decimos que es una cooperación entre Dios y el hombre, se refiere a los medios que Dios ha dado.
Si el hombre no pasa tiempo estudiando la palabra de Dios y meditando sobre ella, si evita la
oración, Dios no va a obrar la santificación en el corazón. El Todopoderoso emplea medios por lo
cual Él santifica a sus hijos. La cooperación es únicamente el uso de estos medios por el hombre.
Heb 13:20 Y el Dios de paz que resucitó de entre los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran
pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, 21 os haga perfectos para toda obra buena
para que hagáis su voluntad, haciendo Él en vosotros lo que es agradable delante de Él por
Jesucristo; al cual sea gloria para siempre jamás. Amén. Gal 2:20 Con Cristo estoy juntamente
crucificado; mas vivo, ya no yo, sino que Cristo vive en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la
vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. Eph 3:16 para que os
dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su
Espíritu; Col 1:11 Fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria Gal 5:22 Mas
el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,

23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Hay 2 partes de ola santificación, la
mortificación y la vivificación. La primera es el término en que Dios quita la corrupción de la
naturaleza humana que resulta del pecado. Esto también se llama crucificar el hombre viejo y por
eso se conecta con la muerte en la cruz. Es tomar tu cruz. Gal 5:24 después de dar la lista del fruto
del Espíritu dice, Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y
concupiscencias. Rom 6:6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado con Él, para
que el cuerpo de pecado fuera destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. La segunda
parte de la santificación es la vivificación en que los ejercicios santos del alma aumentan y están
fortalecidos y un nuevo estilo de vida toma lugar. Mortificación es el negativo y vivificación es el
positivo, hacer morir y hacer vivir. Estas dos ocurren al mismo tiempo. Esta obra de Dios no puede
pasar sin los esfuerzos del hombre. El hombre es un ser racional. Tiene que evitar la tentación y
buscar una vida santa. Me acuerdo cuando Dios me salvó. Tenía 27 años. En seguida Dios me dio
victoria sobre pecados grandes. Yo era un borracho por 10 años, pero era como Dios prendió una
luz y el pecado que antes no podía dejar aunque intenté varias veces, Dios paró de una. Pero yo
seguía yendo a lugares los bares y los clubs, que un cristiano no debe ir. Pero cuando leía las
escrituras y escuché la predicación me supe que esto y otras cosas estaban impidiendo la santidad
en mi vida, y por eso las dejé. El hombre coopera en la santificación en la manera que reacciona a
las advertencias en la palabra contra mal y tentación y de las exhortaciones a vivir santo. Rom 12:9
El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, apegaos a lo bueno.
CONCLUYE... La santificación termina en la muerte. Hay comienza la glorificación. Estas son las 3
partes de la salvación: justificación, el momento de la salvación o la regeneración que es un acto
de Dios en que Él nos declara justo, la santificación, el proceso gradual en que estamos siendo
hecho santo, y la glorificación, cuando entramos la presencia de Jesús y estamos sin pecado. Los
santos en el cielo no son siendo santificados porque ya son perfectos, sin pecado. Heb 12:23 a la
congregación general e iglesia de los primogénitos que están inscritos en el cielo, y a Dios el Juez
de todos, y a los espíritus de los justos hechos perfectos. Hay una idea hoy en día que deberíamos
soltarnos y dejar a Dios obrar en nosotros. Esta idea es equivocada. Hay decenas y decenas de
mandamientos en el Nuevo Testamento que se tratan de nuestra santificación. Es nuestra
responsabilidad. Filip. 2:12 ocupaos en vuestra salvación, con temor y temblor. Salvación aquí se
refiere a la santificación. Y mira el siguiente versículo. 2:13 porque es Dios el que en vosotros obra
así el querer como el hacer, por su buena voluntad. Nosotros necesitamos ocuparnos en la
santidad, aunque es Dios quien es el Autor de la santidad, y el siguiente versículo 14 da más
mandamientos sobre cómo ser santo: Haced todo sin murmuraciones ni contiendas. Dios dijo a
Josué en capítulo 7 cuando estaba lamentando su derrota en batalla: Levántate; ¿por qué te
postras así sobre tu rostro? Vemos que aún los santos mas grandes cómo Josue tienen problemas.
La vida cristiana es así, es una lucha. Esta no es una sorpresa.Jim Elliot escribió, En estudiar
español, he dejado leer la Biblia. Mi modelo de devociones no está restaurado. No me levanto de
la cama en la mañana. Escribió esto 2 meses antes de morir. Ocupaos en vuestra salvación,
ocupaos es un verbo en el presente imperativo con el significado de continuar. Edwards escribió, ir
al cielo es una batalla cuesta arriba todo el camino. Necesitamos reconocer el poder del pecado
que nunca desaparece. Pelearemos contra nuestra carne hasta que nos morimos. Necesitamos ser
maestros en la verdad de la mortificación. No deberíamos ir a lugares de tentación, ver ciertas
cosas, escuchar y leer a otras. Necesitamos matar el principio inherente del pecado. No lo
podemos alimentar. El diablo será el tentador, no deberíamos ayudarle. Necesitamos cortar el
pecado en su primer paso. El pecado aumenta poco a poco. Nos asalta y no podemos rendir a él o
tendrá un pie adentro de la puerta que será más difícil de sacar que si nunca lo habíamos dejar
entrar. John Owen dijo, pon un fin al pecado con violencia en su inicio. Haga todo en el primer
intento. Muerte en vez de rendir un paso a él.

El orden de salvación. El hombre nace en pecado. El Rey David confirma esto en Salmo 51:5, He
aquí, en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre. Esto es un resultado del
pecado de nuestros primeros padres en el huerto de Edén. Era allí que la serpiente antiguo, el gran
enemigo de Cristo y su iglesia, el gran dragón, Satanás, engañó a Eva. El apóstol Pablo en el gran
libro de doctrina, Romanos, en el quinto capítulo, versículo 12, nos explica que todos pecaron.
Rom 5:12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la
muerte, y así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. Este primer pecado
de Adán dejó a toda su descendencia en un estado miserable. El hombre ahora es incapaz de
hacer el bien. Rom 3:10 Como está escrito: No hay justo, ni aun uno. 11 No hay quien entienda,
no hay quien busque a Dios. 12 Todos se desviaron del camino, a una se hicieron inútiles; no hay
quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Esta es la razón que Dios destruyó la raza humana no
mucho tiempo después de crear a Adán. Dios envió el diluvio que destruyó a todos los moradores
de la tierra menos 8 almas porque según Genesis 6:5 Y vio Jehová que la maldad de los hombres
era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de
continuo solamente el mal. Dios creó a Adán e hizo un pacto con él, el pacto de obras. Aunque
Dios escribió la ley en su corazón, habló un solo mandamiento en voz alta a la cabeza de la
creación, no comerás del árbol de la ciencia del bien y del mal, porque el día que de el comieres,
ciertamente morirás. Adán comió, y Adán murió, y todos los hombres con él. Por cuanto, todos
pecaron en Adán. El era nuestra cabeza, nuestro representante en el pacto de obras. Y cuando
Adán cayó, todo hombre cayó cayó con él, y pecó en él, en esta primera transgresión. Las
consecuencias eran graves. Todo hombre quedó incapaz de entender la verdad espiritual de su
propio poder. Cualquier libre albedrío que tal vez tenía en antes, estaba perdido. 1Co 2:14 Pero el
hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura; y no
las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. Las Escrituras hacen claro el
hecho que Dios es el autor de la salvación. Dios y solo Dios es responsable para salvar al hombre
de su estado de muerte, miseria, y maldición. Leemos cómo Dios quita el corazón de piedra en el
hombre y lo reemplaza con un corazón de carne, para que la biblia dice, el hombre pueda creer y
guardar la ley. Jesús dijo, sin mí, nada podéis hacer. En las semanas anteriores hemos estudiado
todas las doctrinas que consisten bajo soteriología. Ahora queremos ver cómo y mas
específicamente cuando Dios obra los diferentes asuntos de la salvación en el corazón del hombre.
Cuál es el orden de la salvación. Los teólogos se refieren a esto como el ordo salutis, lo que es
latín.

El orden de salvación no aparece explícitamente en las escrituras. La cadena dorada de la salvación


en Romanos 8:29-30 es lo más cerca. Este pasaje dice: Rom 8:29 Porque a los que antes conoció,
también los predestinó para que fuesen hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que Él sea el
primogénito entre muchos hermanos. Rom 8:30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a
los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó. El orden de
salvación quiere saber las obras del Espíritu Santo en el creyente y el proceso de mover ese
hombre de un enemigo de Dios a un hijo adoptado. El proceso es casi instantáneo, pero hay un
orden lógico a la forma en que Dios obra. Es importante enfatizar que no estamos analizando esto
de la vista del hombre, sino de Dios. Dios es el autor de la salvación. Las obras del Espíritu Santo en
la salvación son diversas. Queremos saber cómo uno se relaciona con el otro.

La obra del ordo salutis es el fruto de la Reforma. Los Escolásticos no hablan casi nada acerca de
este tema. Esto tiene sentido porque eran los reformadores que enfocaban en la verdad sobre la
doctrina de la salvación lo que empezó con el nuevo entendimiento de Martín Lutero que los
justos vivirán por la fe. Acordémonos cómo cree el hombre. Es una obra sobrenatural en que Dios
siembra una naturaleza nueva en el hombre. Leemos en Ezequiel Eze 11:19 Y les daré un solo
corazón; y pondré un espíritu nuevo dentro de ellos, y quitaré de su carne el corazón de piedra, y
les daré un corazón de carne; 20 para que anden en mis ordenanzas, y guarden mis juicios y los
cumplan, y ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios. Y en la profecía acerca de el Nuevo Pacto el
profeta Jeremías habla las mismas palabras en capítulo 31. Esta obra del Espíritu en quitar el
corazón de piedra y reemplazarlo con un corazón de carne, sembrando un espíritu nuevo en el
hombre, para que el hombre puede creer, se llama la regeneración. La regeneración es el acto de
Dios por lo cual Él planta el principio de nueva vida en el hombre. Sin ser regenerado, el hombre
no puede creer. Y la regeneración no es el creer. En el ordo salutis, la regeneración es el primer
paso y es necesario para que el hombre crea. En las obras antiguas de la reforma a veces se llama
la conversión y también el llamamiento. Pero nosotros vamos a usar una sola palabra, la
regeneración. Esto viene primero. Cuando un hombre es regenerado, ahora quiere creer. Tiene
una nueva naturaleza, un principio de vida otorgado por el Espíritu Santo que antes no tenía. Esta
obra toma lugar en el subconsciente. El segundo paso en el ordo salutis es la justificación. Esto
consiste en el arrepentimiento y la fe. La justificación viene únicamente por medio de la fe. Una de
las 5 solas de la Reforma, sola fe. Esto es el creer. La palabra griega para fe y creer es la misma
palabra. Fe es el sustantivo, pistis, y creer es el verbo, pisteuon. Y la fe verdadera incluye el
arrepentimiento. Por lo que el hombre tiene el nuevo principio de vida recibido en la
regeneración, el hombre quiere creer.

No es algo que Dios obligue el hombre hacer contra su voluntad, sino, por lo que el hombre tiene
esta nueva naturaleza, el hombre, de su propia voluntad, cree. Quiere creer. Tiene fe. Esto no es
posible sin la regeneración. Y por eso es muy fácil ser un calvinista si creemos las escrituras porque
la esencia del calvinismo es que Dios mueve primero, antes del hombre, y que el hombre no puede
mover a menos que Dios mueve primero, por medio de la regeneración. El hombre no coopera
con Dios en la salvación. La salvación es una obra soberana de Dios. Ahora que el hombre tiene fe,
es justificado. Primero la regeneración, segundo la justificación. Esto dos pasos son instantáneos.
El Espíritu de Dios regenera el hombre, y en seguida el hombre cree. El hombre hace una vuelta de
sí mismo, el mundo, y Satanás, hacia Dios. Lógicamente podemos decir que el arrepentimiento
pasa antes de la fe.

El arrepentimiento y el conocimiento del pecado ocurre antes de confiar en Jesús por el perdón de
pecado. El siguiente paso en el orden de la salvación es la santificación. Esta es la continuación de
la nueva vida en Cristo. Ocurre diario y dura toda la vida natural del hombre en que el hombre
crece en la santidad. Finalmente, el ordo salutis termina con la perseverancia de los santos y
glorificación final. Además del orden de la salvación existe el orden de los decretos de la elección.
Esta es otra perspectiva en que miramos desde la eternidad el orden en que Dios ordenó los
eventos del mundo.

Hay 2 perspectivas importantes: infralapsarianismo y supralapsarianismo. Estas doctrinas subieron


con el debate con arminianismo en la Reforma. Y al inicio, la diferencia era solamente esto: la
caída del hombre pasó por un decreto de Dios o solamente por su presciencia. Supralapsarianismo
dice que la caída era un decreto de Dios, e infralapsarianismo que pasó por su presciencia y no era
un decreto. Según estas definiciones, Calvino creyó en supralapsarianismo. Pero estas doctrinas se
desarrollaron mucho y ahora incluyen otros aspectos. Beza era el sucesor de Calvino en Ginebra y
él comenzó a desarrollar la doctrina.
Algunos que tenían la posición de infralapsarianismo durante el tiempo de Beza aun creían que la
caída de Adán fue predestinado, que era un decreto de Dios. Ambas posiciones dicen que los
decretos de Dios sucedieron en un solo momento, y que no hay un orden temporal. Dios es fuera
de tiempo y en la eternidad Él decretó todo. Ambas posiciones ahora creen que Dios decretó la
caída. Sin creer esto sería seguir arminianismo. Ambas posiciones también creen que el entrar del
pecado al mundo era un decreto de Dios. Ambas niegan que Dios es el Autor del pecado. Ambas
creen que Dios toma en cuenta el pecado en el decreto de reprobación, y que Dios no creó
hombres solamente para condenarlos. Comencemos con supralapsarianismo. Esta doctrina cree
que Dios decretó primero elegir algunos y reprobar todos los otros. Este decreto no piensa en
quien son estas personas, las personas aun no existen en los decretos de Dios. Son posibilidades.
Por esta razón este es un problema para los que tienen la posición de infralapsarianismo. Ellos
dicen que Dios piensa en la persona específica cuando hace sus decretos. Esta posición comienza
con el decreto de crear todos los hombres. Ellos que tienen esta posición temen que
supralapsarianismo hace Dios el autor de pecado porque el decreto de reprobación precede el
decreto de la caída. Es correcto decir que la posición de supralapsarianismo quiere magnificar la
voluntad de Dios para mostrar todos los aspectos de su naturaleza, su gracia en elegir algunos, y
su justicia en la perdición de otros quien todavía no existen sino son posibilidades. Esta posición
enfatiza la soberanía de Dios, especialmente en relación al pecado. Pro 16:4 Todas las cosas ha
hecho Jehová para sí mismo, y aun al impío para el día malo. Isa 10:15 ¿Se gloriará el hacha contra
el que con ella corta? ¿Se ensoberbecerá la sierra contra el que la mueve? ¡Como si el bordón se
levantase contra el que lo levanta! ¡Como si se levantase la vara como si no fuese leño! Mat 20:15
¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo mío? ¿O es malo tu ojo porque yo soy bueno? Rom.
9:17-21 Pablo aquí habla de una vista antes de la creación. Habrá elegidos y reprobados antes de
la creación. En la posición de infralapsarianismo, el primer decreto es la creación.

Parece que Romanos 9 contradice infralapsarianismo en este punto. En el orden de los decretos
en supralapsarianismo, el segundo decreto, después de haber decretado elegir algunos y reprobar
todos los otros, viene el decreto de crear hombres, ambos elegidos y no elegidos. Después,
tercero, es el decreto permitir el pecado. Y al último, cuatro, es el decreto justificar a los elegidos y
condenar a los no elegidos. Este orden es más razonable en relación al fin y los medios para
alcanzar al fin. Otra vez el fin es el primer decreto de elegir algunos y reprobar todos los otros.
Aquí podemos contestar la pregunta por qué Dios creó el mundo y permitió la caída. Enfatiza la
soberanía de Dios y no necesita justificar a Dios delante de los hombres. Desde el principio el
decreto era elegir algunos y reprobar otros. También la comparación de la predestinación de los
ángeles apoya supralapsarianismo. Dios decretó dat algunos ángeles la gracia de perseverancia y
no darla a otros. El decreto de la caída de los ángeles es una parte de su predestinación.

Otra objeción a supralapsarianismo, además de la primera que ya vimos, es que por lo cual Dios
decretó la reprobación de hombres antes de decretar la caída, el medio para cumplir esta
reprobación es el pecado, y por eso Dios es el autor de pecado. La posición de supralapsarianismo
niega esto y habla acerca de una predestinación a la gracia de Dios pero no a una predestinación al
pecado. El orden de infralapsarianismo es 1.decreto para crear el hombre en santidad 2.decreto
para permitir la caída por el libre albedrío del hombre

3.Decreto para salvar algunos hombres .

4.Decreto para dejar a otros en su culpabilidad y condenarlos en un juicio justo que su pecado
merece. Esta posición dice que los elegidos están incluidos en toda la masa de la humanidad y Dios
no los tiene en su mente como individuales hasta después de la caída en su decisión salvar
algunos. En cambio, supralapsarianismo dice que Dios siempre tenía los elegidos en su mente
como individuales y mantuvo una relación especial con ellos aun en el decreto de la caída. Siempre
había un amor personal que no siempre existe en infralapsarianismo. Infralapsarianismo ve los
elegidos en un estado de pecado y escogido fuera de todos los seres humanos que están en la
misma posición. Joh 15:19 Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; mas porque no sois
del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece. Rom 8:28 Y sabemos que
todas las cosas ayudan a bien, a los que aman a Dios, a los que conforme a su propósito son
llamados. El argumento es que estos versos enseñan que la caída del hombre precede su decreto
de salvar. Este orden también es en armonía a los eventos históricos. Primero Dios creó, después
vino la caída, después la salvación. En los Cánones de Dort y en La Confesión de Fe De
Westminster, aparece la doctrina de infralapsarianismo. Aunque infralapsarianismo es mucho más
común en las iglesias reformadas, supralapsarianismo no es inconsistente con la fe reformada. Un
problema con la posición de infralapsarianismo es que ellos no quieren decir que era la voluntad
de Dios que el pecado entra al mundo. El lenguaje es más suave, Dios permitió el pecado. Pero no
es este igual a decir que Dios ordenó el pecado? Y cuando se empuja a ellos que tienen esta
posición, ellos sí dicen que es por la soberana voluntad de Dios.

La Unión Mística Una gran verdad acerca de la fe cristiana es la posición del creyente es algo
supernatural. El Hijo de Dios, Jesucristo bajó del cielo y tomó un cuerpo verdadero. Dios se hizo
humano. Jesús añadió a su deidad, la humanidad. E hizo esto con un propósito específico en su
mente. Era un propósito eterno en el pacto hecho entre el Padre y el Hijo. Dios era Dios antes que
el hombre existía. Entre la Trinidad, había amor perfecto antes que Adán caminaba en el huerto de
Edén. No era necesario que Dios crea el hombre. Dios no necesita al hombre. Él sería perfecto si el
hombre nunca existía. Pero según su propósito soberano, y voluntad más sabia, Dios ordenó la
creación y la caída. Antes de la caída de Adán vemos une relación íntima entre Dios y su criatura.
Dios creó a Adán y amó a Adán. Le hizo a Adán la cabeza de toda la creación. Dios trajo los
animales a Adán para nombrarlos, mostrando el dominio del hombre sobre las criaturas más bajas.
Todos los animales tenían parejas, varón y hembra, pero el hombre no. Dios vio que el hombre no
era completo, y le dio una mujer. Adán conversaba con Dios, y el Padre amado le dio las
bendiciones de una tierra perfecta, sin cardo ni espino, sin sudor o labor. Adán sembraba y recibió
una cosecha gloriosa.

Dios bendice al hombre y la unión entre el hombre y Dios era magnífico. Todo esto terminó.
Cuando Adán pecó él perdió muchas de las bendiciones que Dios le había otorgado en su estado
de inocencia. Los animales ahora atacan. La tierra produce malas hierbas. El trabajo duro en el
campo resulta en dolores y la cosecha es con sudor. Pero Dios en su misericordia busca restablecer
al hombre a su posición anterior de bendición. Dios es un Padre a sus hijos. Y tal como un padre
terrenal no dará una piedra a su hijo cuando pide pan, Dios no dejará a sus hijos en un estado de
maldición y miseria. Por eso Jesús vino. El Hijo vino para quitar lo que ha separado al hombre de su
Creador, el pecado. En su muerte susticionario, Jesús llevó nuestro pecado y sufrió el castigo de la
transgresión la ley, la muerte.

En hacer esto, Jesús, por el plan eterno del Padre, y la operación poderosa del Espíritu, ha
recreado la unión que el pecado destruyó. Esta es una verdad gloriosa de la fe cristiana, la unión
entre Dios y el hombre. La unión viene por medio del pacto. Es una gracia salvadora, en que la
gracia común no extiende. Es la alteza de la salvación en este mundo. Vemos el Salvador orando
por esto en su oración como sumo sacerdote justo antes de ir a la cruz. Joh 17:9 Yo ruego por
ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son. 10 Y todo lo mío es
tuyo, y lo tuyo mío; y yo soy glorificado en ellos. 11 Y ya no estoy en el mundo; pero éstos están
en el mundo, y yo a ti vengo. Padre Santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para
que sean uno, así como nosotros. Y después Jesús continúa en versículo Juan 17:20 Y no ruego
solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos. 21 Para
que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros;
para que el mundo crea que tú me enviaste. 22 Y la gloria que me diste, yo les he dado; para que
sean uno, como nosotros somos uno. Compartimos en la gloria del Padre. Compartimos en la
gloria del Hijo. Compartimos en la gloria divina. Louis Berkhof define la unión mística como esa
unión intima, espiritual, entre Cristo y su gente, en virtud de cual Él es la fuente de su vida y
fuerza, de su bendición y salvación. Hay varios ejemplos en la Escritura que representan esta
unión. Juan 15:5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste
lleva mucho fruto; porque sin mí nada podéis hacer. La vid provee toda la sustenance que necesita
la planta para crecer y llevar fruto. La vida extiende de la vid a las ramas. Esta es la gracia de Dios
que obra en la vida del creyente para dar fruto. La gracia es lo que hace la unión abundar. La
verdad es lo que Jesús dice aquí. Sin mi, nada podéis hacer. Y por eso cuando vemos alguna
persona que antes estaba entre nosotros, y ahora anda en el mundo, decimos, si no por la gracia
de Dios, allí voy yo. La vid y los pámpanos, la primera figura de la unión mística. 1Pe 2:4 al cual
acercándoos, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas escogida y preciosa para
Dios. 5 Vosotros también, como piedras vivas, sois edificados como casa espiritual y sacerdocio
santo, para ofrecer sacrificios espirituales, agradables a Dios por Jesucristo. 5 – Nosotros estamos
edificados sobre la fundación de Jesús. Somos piedras vivas, como Jesús. Somos herederos de la
vida eterna en Jesús. Él es la piedra principal de la fundación. Él es la fundación de nuestra fe. Y
estamos construidos sobre él, piedras vivas. Una parte de la casa espiritual. Los judíos tenían el
templo. Tenían sus sacerdotes. Tenían sus sacrificios de animales. Como cristianos no tenemos
estas cosas. Los judíos se burlaron. Tenemos un templo, y sacerdotes y sacrificios. Pero el templo
de ellos es muerto, hechas con cosas muertas. Y ellos también, como las piedras de su templo, son
muertos. Su templo era una sombra del templo espiritual, la casa espiritual, cual es la iglesia, que
Cristo vino para edificar. Nosotros somos el templo del Espíritu, Dios mora en nosotros. La casa
verdadera de Dios es espiritual y edificada por los creyentes, piedras vivas. Mire a todos estos
versículos que hablan sobre el templo y casa espiritual de Dios: 1 Cor. 3:9-17, 2 Cor. 6:16, Efe.
2:20-22, 1 Tim. 3:15, Heb. 3:2-6, 10:21. La iglesia del Nuevo Testamento ni se reunió en edificios.
Se reunieron en casas de los creyentes. La iglesia del Nuevo Testamento es una casa espiritual y
los creyentes son las piedras vivas. Y como cada piedra en una casa es sólido, o sino la casa tendrá
debilidades, así somos nosotros en la casa espiritual de Dios, sólidos y fuertes, somos santos para
que la iglesia de Cristo mantiene su fuerza en el mundo. Ahora el Apóstol habla del sacerdocio en
esta casa espiritual cual es la iglesia del Nuevo Testamento. Nosotros somos sacerdotes. Nuestro
cuerpo es el templo. El sacerdote de los judíos del Antiguo Testamento era el único con acceso
directo a Dios entrando el templo. Pero todo eso ha cambiado con Jesucristo. Todos los creyentes
tienen acceso directo al trono de Dios y nuestro cuerpo es el templo de Dios donde vive el Espíritu
Santo. Ya no necesitamos un sacerdote para acercar a Dios en nuestro lugar. Todos los creyentes
son sacerdotes y acercamos a Dios por medio de Jesús, nuestro gran sumo sacerdote y el único
mediador entre Dios y el hombre. No ofrecemos sacrificios de animales. Jesús era el último
sacrificio y él quita el pecado del mundo. Ofrecemos sacrificios espirituales. Como dijo el apóstol
Pablo en Romanos 12 nuestro cuerpo es un sacrificio vivo que ofrecemos a Dios. Nuestros
sacrificios son espirituales, matar el pecado, negar a sí mismo, orar a Dios, amar a los otros como a
nosotros mismos, y todos los deberes de la religión son nuestros sacrificios espirituales. ¿Estás
ofreciendo estos sacrificios a Dios? ¿Niegas a ti mismo? ¿Matas el pecado? ¿Prefieres a otros
sobre ti mismo? Estos sacrificios espirituales, lo que son los deberes de la fe cristiana, son asuntos
de la santidad. Ser santo no incluye solamente no hacer tales cosas que Dios prohíbe. También
incluye vivificar el alma. Antes las cosas que hacíamos que pensábamos eran buenas, fueron
rechazadas por Dios. Cuando el incrédulo sale a trabajar es pecado. Pero ahora que ofrecemos
estos sacrificios por Cristo, Dios los acepta. El fruto de que habla Jesús en Juan 15 del pámpano
que queda en la vid, es el sacrificio espiritual que nosotros ofrecemos como sacerdotes en la casa
de Dios. No deberíamos pensar en la iglesia como un edificio. Es un cuerpo de creyentes, todos
unánimes en Cristo Jesús nuestra Cabeza. Y como una rama da fruto cuando recibe la sustenance
de la vid, nosotros damos fruto en la forma de sacrificios espirituales como sacerdotes en el
templo espiritual de Dios. Efe. 5:23-32 Después de decir que el hombre y la mujer son una sola
carne, y que Cristo y la iglesia es igual, uno, el apóstol Pablo dice que este es un misterio.

En la Escritura, un misterio es algo que la razón del hombre no puede alcanzar sin revelación
divina. Y tal es la relación entre Cristo y sus hijos. Por eso se llama la unión mística. Efe. 4:15-16 La
cuarta figura para describir la unión entre Cristo y los creyentes es la del cuerpo. Cristo es la
cabeza, o el origen de la iglesia. La iglesia es dependiente en y unido con Cristo. Su santidad,
crecimiento, gozo, paz, perseverancia, es dependiente en Cristo. Él es la cabeza. Y un cuerpo
necesita todos sus miembros para funcionar bien. Los creyentes están unidos uno con el otro
como los miembros de un cuerpo. Sin mano no puede trabajar. Sin ojo no ve. Aquí vemos la
primera característica de esta unión. Es orgánica. Cristo ministra a los creyentes, y los creyentes
ministran a Cristo. Toda parte del cuerpo sirve a las otras partes. Pablo escribe acerca de esta
unión orgánica no solamente en Efesios sino también en 1 Corintios 6. También la unión es vital.
Cristo es el principio dominante de todo el grupo de creyentes. Esla vida de Cristo que les anima.
Pablo dice en Gal. 4:19 que Cristo es formado en nosotros, y en otro lado que somos conformados
a la imagen de Cristo. Una tercera característica es que el Espíritu Santo es el Mediador de la
unión. Por medio del Espíritu Cristo mora en el creyente, y se les une a si mismo. 1Co 6:17 Pero el
que se une al Señor, un espíritu es. Cuarta, hay acción reciproca en la unión. La primera acción es
la de Cristo cuando regenera al hombre produciendo la fe en él. El creyente acta en ejercitar la fe
por medio de la gracia que recibimos, como el ejemplo de la vid y los pámpanos. La quinta
característica de la unión es que es personal. Hay un vínculo entre Cristo y cada creyente
individual. Este vínculo no extiende de Cristo a la iglesia al creyente como la teología de Roma
enseña en su sistema de salvación por sacramento, sino va de Cristo directo al creyente. Gal 2:20
Con Cristo estoy juntamente crucificado; mas vivo, ya no yo, sino que Cristo vive en mí; y la vida
que ahora vivo en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo
por mí. Y sexta y final, la unión es transformadora. Estamos conformados a la imagen de Cristo,
Cristo es formado en nosotros. Y esto según su naturaleza humana. No nos hacemos dioses
pequeños.

soteriología reformada

Se Refiere a su vida humana y todas sus experiencias. Creyentes toman la cruz, estamos
crucificados con él, Pablo escribió como las marcas de Cristo estaban en su cuerpo, puede ser una
referencia a los látigos que sufrió, como Jesús también sufrió la persecución y la muerte. También
somos levantados en nueva vida. Rom 6:5 Porque si fuimos plantados juntamente con Él en la
semejanza de su muerte, también lo seremos en la semejanza de su resurrección; Col 1:24 Que
ahora me regocijo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las
aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia, 1Pe 4:13 antes bien regocijaos en que sois
participantes de los padecimientos de Cristo; para que cuando su gloria sea revelada, os regocijéis
con gran alegría. Estas aflicciones son una parte de la comunión que tenemos con Cristo. Sus
padecimientos están repetidos en nuestras vidas. Si nuestro Señor sufrió, y nosotros le seguimos,
nosotros también vamos a sufrir. Somos crucificados con él, pero también resucitamos con él para
la gloria, y su triunfo es nuestro triunfo. Y todas estas pruebas, aflicciones, persecuciones hacen
aún más dulce la comunión que tenemos con Jesús, quien dio a si mismo por nosotros. Esta unión
también se une a los creyentes. Sufrimos juntos, estamos animados por el mismo Espíritu,
estamos en la misma guerra, persiguiendo la misma meta. Buscamos el reino de Dios. Hablando
acerca de los primeros creyentes en el Nuevo Pacto, Lucas escribió en Hechos 2:42 Y
perseveraban en la doctrina de los apóstoles, y en la comunión, y en el partimiento del pan, y en
las oraciones.

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