Está en la página 1de 20

DUCTILIDAD EN ROCAS Y SU INFLUENCIA EN EL DESARROLLO

DE ESTRUCTURAS TECTÓNICAS EN CINTURONES DE MONTAÑA

John G. Ramsay

RESUMEN. Las zonas orogénicas están comprimidas de materiales de la corteza derivados


de placas de origen continental y oceánico. Volumétricamente, las rocas de origen de
placas continentales son las más importantes. Estas rocas continentales consisten de un
basamento cristalino de nivel profundo de gneisses metamórficos, esquistos con masas
plutónicas, junto con una serie de capas subhorizontales superpuestas de cubierta
sedimentaria y volcánica. Estos dos componentes principales son generalmente separados
por una discordancia regular plana.
Las características estructurales y tectónicas que observamos en zonas orogénicas
pueden estar relacionadas a las propiedades reológicas contrastantes de los componentes
de los dos tipos principales de material derivado continentalmente, y esta contribución
discute la influencia de estas propiedades en las características deformacionales. En las
zonas externas, la fractura del basamento y cubiertas décollement son características,
mientras que en las zonas internas más activas el flujo dúctil del basamento y cubiertas
conduce a un espectro amplio de pliegues y estructuras de cizalle. Particularmente
importante en las zonas internas es el inicio y propagación de inestabilidades mecánicas
bajo un sistema impuesto de estrés. Las inestabilidades inician mayormente en el
basamento cristalino o a lo largo de la discordancia entre la cubierta y el basamento y se
propagan hacia arriba y al exterior. A menudo existe un enlace entre las estructuras
desarrolladas en el basamento con las estructuras que muestran rasgos geométricos
contrastantes. El basamento más homogéneo desarrolla zonas dúctiles de cizalle, el cual se
propaga hacia arriba en cubiertas de pliegues y en cabalgamientos de alto nivel. La
ampliación de las zonas de cizalle dúctiles del basamento producirían modificaciones
geométricas severas al bandeamiento preexistente, estratificación y rasgos lineales y un
paralelismo del basamento y surgimiento de geometría de la cubierta como resultado de un
aumento del strain total de la roca.

I. INTRODUCCIÓN
El objetivo de esta contribución es examinar características de las formas geométricas de
las estructuras tectónicas, particularmente aquellas estructuras las cuales se desarrollan
como resultado de flujo de roca, y para discutir como estas estructuras están conectadas
con cambios masivos en la forma de la corteza terrestre que toman lugar en zonas de
formaciones montañosas. Los ejemplos escogidos para ilustrar los principios mecánicos
envueltos serán en su mayoría de rasgos estructurales a pequeña escala los cuales se han
desarrollado como resultado de inestabilidades mecánicas preparadas durante
deformaciones naturales de la roca. Aunque la demostración de ciertos principios
geométricos de deformación de roca es a menudo mejor realizado a la escala de un solo
afloramiento, debo empatizar que prácticamente todos estos principios son independientes
de la escala. Los fenómenos estructurales vistos en un escala de afloramiento pueden ser
conectados con aquellos de una escala de montaña, y los patrones de tectónica regional no
son fundamentalmente diferentes de los rasgos geométricos de tectónicas de baja escala.

Las rocas deformadas naturalmente muestran un amplio rango de estructuras que


indican que sus propiedades pueden variar desde frágil a semi frágil y completa ductilidad.
En cierto sitio a menudo miramos estructuras características de un tipo de comportamiento
mecánico superpuesto en estructuras características de otro tipo. Por ejemplo, es común
observar que las fracturas y fallas frágiles cortan pliegues formados tempranamente y
desarrollados en un ambiento previo de deformación dúctil. La naturaleza de las
estructuras es una función de varios factores ambientales durante la deformación, factores
que cambian con el tiempo. Temperatura y presión de confinamiento son dos de los más
importantes factores ambientales, y ambos son en general funciones de profundidad desde
la superficie. A profundidades de 0 a 5 km, donde las temperaturas y presiones de
confinamiento surgidas de la sobrecarga de roca son comparativamente bajas, la mayoría
de rocas de la corteza en general se deforman elásticamente. Esta energía elástica puede
ser almacenada en la roca, para ser recuperada en un periodo tardío de levantamiento y
erosión, tal vez con el desarrollo de fracturas regulares o diaclasas relacionadas a los ejes
principales de stress acumulado. Es también posible que los stress alcancen algunos
valores críticos al cual el límite elástico es superado, con el inicio de fracturas extensionales
y fallas de cizalle. En profundidades mayores de 5 km, muchas de las rocas de la corteza se
someten a flujos de arrastre con el desarrollo de deformaciones irreversibles. Las
condiciones en que el flujo toma lugar varía en tipos de rocas y el inicio y velocidad de su
deformación depende sobre cuáles de los varios mecanismos de deformación posibles son
activos en los minerales que componen la roca en cuestión. Ha habido mucho trabajo
reciente dirigido en descubrir cuál ley de flujo en particular está en operación con un
conjunto dado de parámetros ambientales y para expresar los varios parámetros en la
forma de ecuaciones reológicas. La contribución de Stephan Schmid en este volumen es un
excelente ejemplo de este tipo de propuesta relacionando los resultados de experimentos
de laboratorio con observaciones de las fábricas y texturas de rocas deformadas
naturalmente. Las limitaciones principales de las aplicaciones de estos resultados a
cinturones orogénicos es que la mayoría de los estudios realizados hasta la fecha se han
enfocado en agregados monomineralógicos. Como un enfoque lógico para organizar
experimentos desde sistemas simples a complejos esto es un método de trabajo correcto,
pero aún hay un largo camino que atravesar antes de llegar a una posición para formular
las ecuaciones reológicas relevantes para rocas polimineralógicas que forman la mayoría de
la corteza terrestre. El enfoque de este paper es observar que podemos aprender del
estudio de las formas geométricas de rocas deformadas naturalmente, particularmente con
respecto a entender las propiedades de flujo relativo de los tipos de rocas más comunes.
Dicho estudio es complementario a los métodos experimentales, y se está desarrollando
una valiosa fertilización cruzada de ambos tipos de propuesta, el enlace crítico comienza un
análisis de los mecanismos de las inestabilidades surgidas durante la deformación.
Aunque no conocemos las leyes de flujo exactas para las rocas de la corteza más
comunes, un análisis de geometría estructural en la luz de predicciones mecánicas
claramente indica que en condiciones ambientales dadas, algunas rocas fluyen más
fácilmente que otras. En descripciones geológicas la expresión "contraste de competencia"
(Willis, 1983) ha sido usada para describir esas diferencias de ductilidad, y así podemos
decir que un tipo es más competente que otro. La relación expresada aquí es claramente
solo a una relativa, pero las observaciones en sistemas de rocas comprimidos de varios
tipos de rocas diferentes nos permiten colocar las ductilidades en un orden relativo de
magnitud. Las secciones de este paper que continúan describirán algunos de los métodos
prácticos por lo cual una serie de ductilidades puede ser establecida y cómo podemos
determinar el comportamiento característico de diferentes tipos de rocas en diferentes
zonas orogénicas. Si es posible crear suposiciones particulares como para las propiedades
reológicas de una roca en particular (por ejemplo, comportamiento lineal viscoso) existen
métodos disponibles para dar valores numéricos y describir los contrastes de competencia
(por ejemplo, razón de viscosidad en el caso de materiales viscosos lineales). Sin duda, el
establecimiento de tales como un esquema numéricamente definido de parámetros de flujo
debe ser nuestro apunte a largo plazo, pero es probablemente imprudente que en este
estado de la investigación se formulen listas con números de significancia numérica falsa.

II. MÉTODOS PARA ASIGNAR EL CONTRASTE DE COMPETENCIA

A. Comparación de estado finito de strain


Si dos rocas se someten a una historia de stress idéntico, entonces la más competente
desarrollará un strain menor total o finito que la roca incompetente. En algunas rocas
deformadas naturalmente tenemos objetos de figuras originales ya conocidas (fósiles
incrustados, oolitos, etc.) que nos permiten medir el estado de strain finito (Ramsay, 1967)
y haciendo un análisis de las figuras de esos objetos después de la deformación podemos
obtener cierta idea de las diferencias de competencia relativa de los diferentes tipos de
rocas. El principal problema práctico en el empleo de este técnica de medida de stress es
que debemos estar seguro de que las rocas estuvieron lo suficientemente cerca para que
ellas hubiesen sufrido la misma historia de stress. Por ejemplo, sería incorrecto comparar el
estado de stress de una roca en una zona de charnela de un pliegue con una encontrada en
una capa de la misma composición, pero localizada en el limbo del pliegue. Las
comparaciones de stress finito deben realizarse en diferentes tipos de rocas donde ellas
estén en contacto a lo largo de una interfaz planar orientada constantemente.
Los conglomerados son rocas especialmente útiles para asignar contrastes de
competencia de una variedad de tipos de rocas. En muchos conglomerados deformados se
observa generalmente que las formas de los clastos redondeados deformados individuales
varían con la composición del clasto (Fig. 1). Dos explicaciones son posibles para
considerar esta observación. Los clastos de diferente composición pudieron haber tenido
ductilidades diferentes durante la deformación, o pudieron haber tenido diferentes formas
iniciales en el sedimento sin deformar. Hay varios métodos de análisis que nos permiten
asignar el grado de variaciones de la figura y la orientación inicial del clasto, y por tanto
podemos aislar los efectos de la figura relacionados a la diferencia de ductilidad entre los
clastos de esas características de la fábrica inicial.
Fig. 1 Conglomerado polimíctico deformado.
Lebendun Nappe, Alpes Suizos. Las formas de los
clastos redondeados deformados son variables
debido a las diferencias de ductilidad entre los
tipos de rocas que comprimen a los clastos. Los
clastos de color pálido, gneiss feldespático de
grano grueso son más competentes que los
clastos de granito y aplita que son,
sucesivamente, más competente que los clastos
de esquistos de mica oscura.

B. Refracción de clivaje
Un método particularmente útil y rápido para asignar el contraste de competencia puede
ser usado en rocas que muestran desarrollo de fábricas planares inducidas tectónicamente
como clivaje y esquistosidad. Estas estructuras a menudo cambian sus orientaciones donde
ellas trascienden desde una capa a otra, una característica conocida como refracción de
clivaje (Fig. 2). Clivaje y Esquistosidad son fábricas cuya intensidad y orientación depende
de la intensidad del strain finito y la orientación de la elipsoide de strain. El clivaje se forma
perpendicular a la dirección del acortamiento total máximo (perpendicular a la dirección Z
en elipsoides de strain con ejes X ≥ Y ≥ Z) y la intensidad del clivaje aumenta con el valor
de la proporción de longitudes del eje máximo y mínimo de la elipsoide de strain X/Z. Los
cambios en la orientación de clivaje a través de una interfaz entre dos tipos de rocas
implican que las magnitudes y orientaciones de los strain finitos principales están también
cambiando. Cuando un análisis matemático de la relación de la elipsoide de strain finito
sobre un lado de la interfaz con el otro lado es llevado a cabo, puede mostrar que los más
grandes acortamientos tectónicos ocurren en el tipo de roca donde el clivaje realiza el
ángulo más pequeño con la superficie de contacto. El ángulo entre el clivaje y las
superficies litológicas es siempre menor en las rocas menos competentes que en las rocas
más competentes. En un lugar donde varias capas paralelas muestran refracción de clivaje,
los contrastes de competencia pueden ser evaluados desde los ángulos de refracción
cambiantes. En la Fig. 2B, los ángulos entre el clivaje y la estratificación son, en orden de
magnitud β > γ > α, una relación que implica que los contrastes de competencia de los tres
tipos de rocas son B > C > A.
<-- Fig. 2A Refracción de clivaje en una arenisca calcárea
graduada (flysh), Wildhorn Nappe, Valais, Suiza. El clivaje
muestra una forma curvada en la capa graduada y un cambio
repentino de orientación en la base de la unidad graduada. Estos
cambios en la orientación están relacionados al cambio del estado
de strain y a las diferencias de la ductilidad de la roca.

2B El significado de refracción de clivaje en términos de cambio de


figura y orientación de las elipses de strain finito en los diferentes
tipos de rocas. La magnitud de los ángulos entre el clivaje y las
superficies estratificadas es β > γ > α, implicando un contraste de
competencia B > C > A.

Aunque las observaciones sobre la variación de strain y geometría de clivaje


permiten colocar los diferentes tipos de roca en orden de contraste de competencia, es más
difícil relacionar los valores actuales de strain finito o los cambios en los ángulos de
refracción para llevarlos a valores numéricos para contrastes dúctiles. Esto es porque el
concepto de contraste de ductilidad, aunque muy útil para relacionar rasgos de flujo
diferencial en diferentes tipos de rocas, no tiene correspondencia matemática firme a los
parámetros describiendo propiedades materiales (si la roca es plástica, viscosa o se somete
a la ley de poder de arrastre(?)). Otro factor complicado es que muchas rocas se someten a
cambios de volumen significantes durante la deformación lo que influye en los valores y
orientaciones de los ejes de strain finito. Estos cambios de volumen vienen por remoción
parcial o completa de la porosidad inicial en sedimentos, y de cambios químicos surgidos
de transformaciones minerales y procesos solución - transferencia - deposición
desarrollados en ambientes metamórficos específicos.
C. Boudinage
Boudinage es la estructura que se desarrolla en rocas laminadas de competencia diferida
debido al crecimiento de inestabilidades mecánicas establecidas cuando las capas se estiran
mecánicamente (Fig. 3A). Especialmente, los altos stress son construidos dentro de las
capas más competentes en ciertos lugares controlados por imperfecciones primarias del
material y por la generación de cargas altas en los puntos medios de boudins iniciados
previamente (el proceso de carga de la fibra). Los stress más altos dan lugar a tasas de
strain superiores a la media, adelgazamientos acelerados y eventualmente ruptura física y
separación de los boudins. Es bien sabido que la presencia de boudins sirve para conocer
cuáles eran las capas competentes e incompetentes, pero es algo menos conocido que las
formas de los boudins individuales se pueden utilizar para especificar en mayor detalle las
diferencias relativas de ductilidad de las capas de diferente composición (Fig. 4)

Fig. 4 Figuras de los boudins y contrastes de competencia. La


forma de los boudins es influenciado por el contraste dúctil
entre la capa competente debido al inicio del boudinage y su
material más dúctil circundante. Contraste de competencia µ1
> µ2 > µ3 > µ4

Las formas de las secciones transversales de los boudins son el resultado de las diferencias
de competencia primarias que existieron al momento del inicio del cuello del boudin y la
cantidad de strain extensivo a lo largo de la capa subsecuente a la iniciación. El flujo del
material dúctil rodeado dentro del espacio surgido de la separación de las capas más
competentes usualmente modifica la forma de la capa competente en una forma
transversal de sección tipo "boca de pez" (Fig. 3A).

Fig. 3A Estructura de boudinage desarrollada en un capa


de anfibolita deformada rodeada por gneisses de bandas
feldespáticas, Aiguilles Rougess Massif, Alpes Suizos. El
boudin acaba en la zona del cuello que muestra una forma
característica de "boca de pez", y la zona entre los
boudins ha sido lugar para la cristalización de material
pegmatítico.

La región entre las partes separadas de una capa de boudinage es a veces el sitio para la
deposición de material cristalino derivado de fases de fluidos en la roca durante la
deformación. La composición de este material es a menudo un muy buen indicador del
grado de metamorfismo y de las condiciones de presión - temperatura durante la formación
de la zona del cuello. Donde la deformación es prolongada durante un tiempo considerable,
este reciente material cristalino puedo también ejercer un fuerte efecto mecánico sobre las
formas geométricas de los boudins. La Fig. 3B ilustra un ejemplo de un dique básico de
boudins en una matriz de pizarras arcillosas menos competentes. Las zonas del cuello de
las primeras etapas de boudinage estaban rellenas con cuarzo y clorita, y con extensión
adicional (quizás con un cambio en condiciones metamórficas) este material cristalino
reciente de la veta demostró ser más competente que ambas rocas básicas y la lutita
circundante, y el estiramiento mayor del dique subsecuentemente tomó lugar en las partes
centrales de los boudins previamente formados. Esto es un buen ejemplo para mostrar
cómo un análisis de la geometría estructural de un sistema de rocas deformadas puede
indicar características sobre el comportamiento progresivo del sistema durante el proceso
de deformación.

Fig. 3B Dique de diabasa boudinage en matriz de


pizarra arcillosa, Dinorwic, North Wales U.K. Las
zonas del cuello de boudin estaban inicialmente
rellenas con cuarzo y clorita y, sobre deformación
adicional, este material probó ser más competente
que el dique básico y resistió fuertemente el
acortamiento tomando lugar perpendicular al dique.

D. Formas de los pliegues


Cuando las capas de rocas alternadas de diferentes competencias son sometidas a una
contracción a lo largo de la estratificación, las inestabilidades mecánicas están preparadas
lo que conduce a desviaciones oblicuas de las capas incompetentes en los materiales
incompetentes y a la formación de pliegues doblados (buckle folds). En muchos sistemas
de rocas estratificados estos pliegues muestran una longitud de onda periódica
característica (o varias longitudes de onda periódicas poliarmónicas) controlada por
contrastes de competencia y espesores de capas. La variación de la forma de los pliegues
doblados, según lo registrado por los cambios en los espesores de las capas y las formas
de las interfaces entre las diferentes capas, es también una función de contraste de
competencia. La Fig. 5 ilustra los principales rasgos de las longitudes de onda de pliegues y
la geometría desarrollada durante el acortamiento de una capa simple competente
incrustada en una matriz de material menos competente. Donde los contrastes de
competencia son grandes (competencia de capa µ1 en matriz µ5, Fig. 5A), los pliegues que
se forman muestran una longitud de onda inicialmente grande en comparación a los
espesores de las capas competentes, mientras donde estos contrastes son pequeños
(competencia de capa µ4 en matriz µ5, Fig. 5D) los pliegues tienen una longitud de onda
inicialmente corta relativa al espesor de la capa competente. Aquí existe un rango entero o
espectro de formas potenciales de pliegues entre los llamados pliegues tigmáticos
característicos de altos contrastes de competencia, y formas de pliegues cuspado - lobado
(cuspate - lobate folds) características de bajos contrastes de competencia (Fig. 5, A - D).
Las variaciones en la forma del pliegue van de la mano con los diferentes patrones de las
variaciones de strain. Los diferentes pliegues muestran regiones de alto y bajo (quizás
cero) strain finito, y la distribución de estos cambios altos y bajos de regiones de strain con
el contraste de competencia. Previamente se había notado que el estado de strain finito
está estrechamente conectado con la intensidad y orientación de fábricas de deformaciones
planares, es decir, clivaje y esquistosidad. Es por lo tanto que las diferencias de
competencia entre capa y matriz establecen diferentes tipos de patrones de clivaje.
Las rocas de muchas capas dan lugar a un rango más complicado de longitudes de
ondas y formas de pliegues dependiendo de los diversos contrastes de competencia y las
variaciones de los espesores de capa. Donde las capas competentes están relativamente
cercanas una de la otra, se desarrollan pliegues armónicos de una misma longitud de onda
y las superficies axiales interconectan las capas competentes individuales (Fig. 6A). Donde
las capas competentes están separadas por espesores considerables de material
incompetente se desarrollan, ya sea, formas de pliegues disarmónicos (Fig. 6B), o pliegues
con varias longitudes de ondas características (pliegues poliarmónicos) (Fig. 6C).

Posiciones de
strain finito
cero
(superficies
neutrales y
líneas)

Posiciones de
strain finito
máximo

Fig. 6 Estilos de pliegues producto del acortamiento de


rocas estratificadas paralelas a la dirección de
estratificación. Cada capa competente (µ1) desvía el
material incompetente que lo rodea (µ2) dentro de su
zona de strain en contacto. Donde estas zonas se
Fig. 5 Figuras de pliegues cambiantes y superponen (A) los pliegues armónicos se forman. Si
distribuciones de strain debido al plegamiento de no se superponen (B), se forman pliegues
capas simples de roca competente en una matriz disarmónicos. Los sistemas con zonas de
menos competente. Contraste de competencia µ1 > superposición de contacto de strain y con capas
µ2 > µ3 > µ4 > µ5 competentes de diferentes espesores (C) producen
pliegues poliarmónicos.
Las características geométricas de estos diversos tipos de pliegues básicamente acuerdan
con los principios discutidos con respecto a las capas competentes simples en un huésped
menos competente; primero, como el espesor de una capa competente crece, la longitud
de onda inicial de los pliegues en esa capa se agranda; segundo, como el contraste de
competencia entre una capa competente y sus vecinas aumenta, también lo hace el
potencial de la onda de longitud inicial del pliegue en esa capa. Las variaciones de los
espesores de las capas individuales dentro de un ensamblaje de varias capas son una
función de la variación en las figuras de las interfaces entre los materiales competentes e
incompetentes. En una interfaz entre rocas más y menos competentes, la curvatura del
límite es siempre mayor donde el material incompetente reposa en el interior de un arco de
pliegue rodeado por más material competente, un rasgo que da aumento a alternaciones
periódicas y sucesivas de formas de pliegue cuspado - lobado a lo largo de la interfaz. Esta
característica geométrica conlleva a propiedades geométricas especiales de los pliegues en
capas individuales; las capas competentes tienden a mostrar espesores de capa
ortogonales más o menos constantes (pliegues de isógonas con manteo convergente, estilo
1B o 1C, Ramsay, 1967), mientras que las capas incompetentes localizadas entre las capas
competentes muestran crecimientos muy marcados de espesores de capa en la zona de
charnela, y decrecimientos notorios de espesores en los limbos (pliegues con isógonas de
manteo divergente, estilo 3, Ramsay, 1967).
El tipo de geometría alternante de pliegue cuspado y lobado es una característica de
la interfaz entre dos tipos de rocas cualquiera de diferente competencia, y no solo de capas
plegadas. La Figura 7 ilustra un contacto entre una cuarcita y un esquisto calcáreo
metamorfizado a las facies de anfíbol más bajas durante deformación. Las formas cuspadas
- lobadas son fuertemente desarrolladas y claramente muestran que la cuarcita fue más
competente que el esquisto. Estas características geométricas también ocurren a lo largo
de las interfaces de masas rocosas de diferente competencia a escala regional. El
basamento y los contactos de la cubierta suelen mostrar una geometría a gran escala de
este tipo. La figura 8 ilustra un contacto basamento - cubierta en las Montañas Naukluft en
África sudeste. El contacto entre la roca granítica subyacente y los sedimentos
superpuestos ha sido acortado, y el estrato de la cubierta menos competente ahora ocupa
los núcleos de los sinclinales estrechamente apretados.

Fig. 7 Pliegues cuspados - lobados alternados formados a


lo largo de un contacto entre cuarcita más competente
(arriba) y esquistos de mica menos competente (abajo),
indicando que la cuarcita fue más competente que el
esquisto de mica. Nufenenpass, Suiza Central.
Fig. 8 Pliegues cuspados - lobados desarrollados en
una interfaz deformada de basamento - cubierta.
Montañas Naukluft, África sudeste. El basamento
subyacente consiste de gneiss cristalino y rocas
masivas ígneas, mientras que la cubierta consiste de
una arcosa basal (mecánicamente adjunto al
basamento en la inconformidad) y estratos
superpuestos calcáreos.

III. Listas de contrastes de competencia

Cuando los principios geométricos expuestos anteriormente son aplicados a un estudio


sistemático de ductilidad relativa de roca en un número de zonas orogénicas, emergen
patrones consistentes de contrastes de competencia. Las rocas sedimentarias deformadas
bajo condiciones de metamorfismo de bajo o muy bajo grado pueden ser ordenadas en una
forma de lista con las rocas más competentes en la cabecera, y las rocas menos
competentes por debajo. Una lista típica es la siguiente:

1. Dolomita 6. Caliza de grano fino


2. Arcosa 7. Siltita
3. Arenisca cuarcífera 8. Marga
4. Grauvaca 9. Lutita
5. Caliza de grano grueso 10. Halita, anhidrita

La dolomita es extremadamente competente. En terrenos donde se puede investigar una


relación de competencia entre dolomita y rocas metamórficas cristalinas, como por ejemplo
la interfaz basamento - cobertura de los macizos externos de los Alpes, la dolomita puede
demostrar ser más competente que el granito subyacente y el basamento gnéisico.
La ductilidad de las rocas del basamento cristalino y de la rocas deformadas bajo
condiciones de metamorfismo es más complejo que las relaciones expuestas anteriormente
en la lista de ductilidad en sedimentos. La ductilidad depende de un gran grado de la
mineralogía y la transformación mineral que toma lugar bajo condiciones cambiantes de
presión y temperatura. En muchos terrenos deformados bajo condiciones de facies esquisto
verde o anfibolita de bajo grado, una lista de competencia típica podría ser:

1. Rocas metabásicas 6. Cuarcita


2. Granito y gneiss granítico de grano grueso 7. Mármol
3. Granito y gneiss granítico de grano fino 8. Esquisto micáceo
4. Cuarzo bandeado, gneiss de mica con dos feldespatos
Sin embargo, muchos cambios interesantes y geológicos significantes de posición de un
tipo de roca pueden ocurrir en esta lista. Por ejemplo, la posición relativa de las rocas
metabásicas y graníticas depende de la composición mineralógica de la roca básica, una
característica que se relaciona al grado de metamorfismo y contenido de agua. Las figuras
9 y 10 ilustran ejemplos de un dique básico (basáltico) que corta a través de gneisses
graníticos circundantes en dos diferentes lugares en el Complejo Lewisian del Precámbrico
del noroeste de Escocia. Los diques básicos eran originalmente diques planares manteando
abruptamente cortando un complejo preexistente de gneisses del Arcaico. Como un
resultado de la deformación subsecuente de la orogenia Laxfordiense, ambos diques y
rocas gnéisicas se deformaron fuertemente, y los contactos dique - gneiss se acortaron y
desarrollaron pliegues. En la localidad mostrada en la Figura 9, la geometría cuspada -
lobada a lo largo de los contactos del dique indica que el dique básico fue más competente
que el gneiss granítico que lo rodeaba. En contraste, la geometría del dique de contacto de
la Fig. 10 es mejor interpretada como que el dique fue menos competente que el gneiss
que lo rodeaba. Aquí hay significantemente diferencias geológicas entre la mineralogía de
la roca en los dos lugares que se pueden considerar para el cambio en ductilidades
relativas entre los dos tipos de rocas. En el primer lugar, el dique consistía mayormente de
piroxeno y plagioclasa. En el segundo hay una fuerte impresión de mineralogía reciente de
grado anfibolita, junto con un aumento en el contenido de agua en los minerales básicos, y
el piroxeno original ha sido completamente transformado en un agregado consistente de
mayormente anfíbol y biotita. Estas transformaciones minerales han llevado a una
reducción marcada en la competencia de la roca de dique, mientras que la química en
general de los dos tipos de rocas ha sido solo poco alterada.

Fig. 9 Dique básico y roca gnésica junto con las Fig. 10 Dique básico plegado con contacto cuspado -
formas de pliegue que indican que el dique fue más lobado indicando que el dique fue menos competente
competente que el gneiss del Complejo Lewisian, que el gneiss que lo rodeaba
Escocia.
Otro ejemplo notable de control mineralógico de competencia es encontrado en los
carbonatos deformados del Triásico y en lutitas calcáreas del plutón de Adamello de los
Alpes del Sur. La Figura 11 muestra un afloramiento de carbonatos deformados (colorados
pálidos) y margas (oscuro) a unos kilómetros del contacto del plutón, y fuera de la
influencia termal de la masa ígnea. Un análisis de las formas de las capas plegadas y la
geometría de boudinage indica que la caliza fue más competente que el mármol. La Figura
12 muestra rocas de la misma formación, pero desde un sitio más cercano al contacto del
plutón donde ellas se involucraron en la aureola termal. Las calizas (capas pálidas) se
transformaron en mármol y las lutitas calcáreas en rocas calco-silicatadas (capas oscuras).
Las capas calco-silicatadas plegadas tienen formas sub-ptygmáticas (Fig. 5A) con
longitudes de onda en proporción al espesor de la capa, y es claro que desde esta
geometría que ellas son más competente que la caliza intervenida a mármol. Por lo tanto,
tenemos un excelente ejemplo del efecto de transformaciones minerales en competencia
relativa de rocas. El metamorfismo termal ha conllevado a cambios minerales que han
resultado en una inversión total de las diferencias competentes entre ambas rocas.

Fig. 11 Carbonatos triásicos plegados (caliza, marga) Fig. 12 Carbonatos triásicos plegados (mármol, roca
fuera de la influencia de la aureola del plutón calco-silicatada) dentro de la influencia de la aureola
Adamello. Las formas de pliegue indican que la caliza del plutón Adamello. Las capas calco-silicatadas
fue más competente que la marga. (margas térmicamente metamorfoseadas) son ahora
más competentes que el mármol.
IV. Inestabilidades mecánicas desarrolladas en rocas sin variaciones de
competencia inicial

Algunos materiales rocosos son estadísticamente


homogéneos e isotópicos en grandes volúmenes, por
ejemplo, muchas calizas, areniscas y rocas ígneas
plutónicas masivas pueden ser categorizadas de esta
manera. Aunque estas rocas muestran poco o nada de
capeado litológico mecánicamente efectivo o de
alineamientos preferentes de sus minerales
componentes, pueden desarrollar ciertos tipo de
inestabilidad mecánica bajo stress. Como el estudio de
tales rocas en el campo muestran que el tipo más común
de comportamiento mecánico lleva a la formación de
zonas subplanares de alta deformación conocidos como
zonas de cizalle. Las zonas de cizalle usualmente inician
en conjunto con aspectos de cizalle diestros o siniestros
orientados simétricamente hacia los ejes de stress
principal (y los ejes de strain incremental) al tiempo de Fig. 13 La geometría de zonas
su formación (Figs. 13 y 14). El conjunto de cizalle conjugadas de cizalle. Los sentidos
usualmente intersecta a lo largo de la dirección del stress del cizalle son tanto diestros o
siniestros y el ángulo (2Ө) entre las
principal intermedio (σ2) y los ángulos entre los
zonas conjugadas es bisectado por el
conjuntos son bisectados por el stress más grande y el stress compresivo mayor σ3 (o de
menos principal (σ1 y σ3) (Fig. 13). Aunque el menos tensión). B ilustra el tipo de
desplazamiento de lado diferencial es la característica variación de strain y el patrón
geométrica predominante de estas zonas (de ahí la resultante de esquistosidad en la
zona diestra de cizalle.
terminología zona de cizalle) otros tipos de
desplazamiento diferencial juegan roles subsidiarios. Por ejemplo, no es extraño encontrar
cambios volumétricos situados a lo largo de las zonas de cizalle, y en muchos terrenos
deformados en un gran ambiente dúctil las zonas de cizalles y los materiales de pared de
roca intervinientes son ambos afectados por un strain abultado más o menos homogénea
(Ramsay, 1980).

Fig. 14 Zonas conjugas de cizalle dúctil cortando


granitos y diques de aplita en el basamento de
Maggia Nappe, Alpes Suizos. La zona de cizalle
desde la parte superior izquierda hasta la inferior
derecha tiene un cizalle de sentido siniestro. A lo
largo de la parte inferior de la imagen tiene un
cizalle de sentido diestro y es claramente después
que la zona siniestra (Ver Fig. 13). El ángulo entre
estas zonas conjugadas no es el ángulo diédrico
correcto entre los planos de cizalle (2Ө) pues la
superficie de afloramiento no es un perfil real.
Las razones mecánicas para el inicio de zonas de cizalle no se han comprendido
completamente, pero pareciera que muchas surgen de pequeñas imperfecciones y
heterogeneidades localizadas en roca estáticamente isotópica. Una vez que una zona
pequeña de cizalle empieza a formarse sin embargo, la deformación en la zona lleva a
cambios en las propiedades de la roca en la zona, y el strain adicional de la masa de roca
es concentrado a lo largo de la zona de cizalle ya formada. Así, aunque el material de
partida no posee ninguna diferencia especial de competencia, el inicio de la zona de cizalle
lleva a la creación de contraste de competencia inducida por deformación. La roca en la
zona de cizalle se hace menos competente que en las paredes, un rasgo que ha sido
nombrado como ablandamiento de strain (strain softening). Las razones para esta
reducción en competencia varía en diferentes regiones y en diferentes ambientes
geológicos. El cambio en propiedades de flujo puede ser el resultado de cambios en el
tamaño de grano de los cristales componentes, a dilatación por deformación inducida
produciendo cambios en presión de fluido, o a afluencia de fluidos afectando la estabilidad
química de la roca. Como la deformación se hace más concentrada en la zona es más
probable que la anisotropía de fábrica inducida por deformación, como la formación de
esquistosidad planar, también juegue un rol importante de mecanismo (Figs. 15 y 16).
La formación de zona de cizalle es un modo de deformación especialmente
importante en gneisses masivos y mecánicamente bastante homogéneos y roca meta-
ígneas de muchos terrenos de basamento cristalino. El estilo de deformación lleva a un
estilo de deformación regional en general altamente característico; las áreas en forma de
losange (lozenge) de roca relativamente no deformada son rodeadas por zonas de strain
excepcionalmente altas y a menudo por productos fuertemente esquistosos. La roca dentro
de los bloques relativamente no deformados retiene sus características estructurales y
geométricas iniciales y en algunas veces sus características mineralógicas y petrográficas
originales. En contraste, estas características son más o menos totalmente transformadas y
sobreimpresas por una fábrica esquistosa en las regiones de zona de cizalle y las rocas
padres inicialmente sin bandeamiento pueden ser transformadas en gneisses bandeados
(Figs. 15 y 16). En regiones donde el modo de deformación de la zona de cizalle es
dominante a menudo hay variaciones sorprendentemente rápidas en la fábrica de roca y el
grado de metamorfismo. Por ejemplo, en partes de la zona Sesia de los Alpes donde
gneisses de grado anfibolita de la era Hercínica han sido sometidas a deformación Alpina
repetida bajo condiciones metamórficas oscilando desde facies de esquisto azul a verde, no
es poco común encontrar ensamblajes minerales indicativos de estas tres condiciones
diferentes de P-T dentro de unos pocos metros de uno a otro, con los dos ensamblajes
minerales Alpinos sobreimpresos en dos conjuntos de zonas de cizalle de la era Alpina. Las
zonas de cizalle desarrolladas en terrenos de basamento que han sufrido un reciclado
orogénico tardío pueden producir strains de grandes volúmenes y conducir a
desplazamientos relativos profundos a través de la zona orogénica tardía.
Fig. 15 Zona de cizalle de sentido siniestro cortando Fig. 16 Una zona de cizalle de la era Alpina cortando
un meta-gabro no deformado. Notar la forma un granito Hercínico conteniendo un dique de aplita.
sigmoidal característica de la esquistosidad inducida El dique ha sido reorientado con una reducción en
por la deformación y el desarrollo de bandeamiento anchura de X1/35, y el granito ha sido transformado
en el gabro, aún cuando la roca madre no muestra en un gneiss de granito fuertemente plegado.
bandeamiento.

En las rocas de la cobertura el modo de deformación de la zona de cizalle no es


regionalmente importante como en el basamento reciclado subyacente, porque la
anisotropía inicial de, por ejemplo, sedimentos de la cobertura tienden a inducir otros tipos
de inestabilidades deformacionales como plegamiento y boudinage. Sin embargo, donde los
sedimentos de la cobertura consisten de paquetes sedimentarios pobremente
estratificados, como calizas masivas o areniscas, las zonas de cizalle pueden jugar un rol
importante de deformación. En estos ambientes los sedimentos a menudo contienen fluido
porosos entrapados y alta presión de poro que pueden ser desarrollados localmente en
zonas de cizalle como un resultado de cambio en la porosidad durante la deformación. La
construcción de una presión alta de fluido a menudo conduce a la formación de fracturas de
extensión frágiles en las zonas de cizalle y el transporte de los componentes más solubles
de la roca en estas fracturas progresivamente abriéndose usualmente conduce a la
formación de venas de calcita en-echelon o rellenas de cuarzo (Fig. 17).

Fig. 17 Zonas de cizalle conjugadas con extensiones de


venas rellenas de calcita en-echelon en caliza masiva
del Jurásico Superior. Esta superficie es un perfil
verdadero a las zonas conjugadas de cizalle con un
ángulo 2Ө de unos 60° grados. La altura del acantilado
se acerca a los 20 metros.
Las características estructurales de las zonas de cizalle son observadas para cambiar
con las condiciones geológicas en una zona orogénica. Las zonas de cizalle dúctiles son
halladas en las partes más profundas de la orogenia (mayores que 10 km) y estas pasan
en ascenso y descenso en zonas de cizalle semi-frágiles y frágiles (Ver Tabla 1).

Tabla 1
Profundidad Facie metamórfica Rasgos estructurales de zonas de 2Ө, ángulo entre las
aproximada cizalle zonas conjugadas (ver
Figs. 13 y 18)
>10 km Granulita Flujo dúctil, fuerte esquistosidad 120° - 90°
Anfibolita sigmoidal en zonas
Esquisto azul

5-10 km Esquisto verde Dúctil a semi frágil 90°-60°


Zeolita Esquistosidad localizada
Arreglos de venas en-echelon
Rasgos de presión de solución

0-5 km Anquimetamorfismo Frágil. Brechas de fallas y salbanda 60°


No metamorfismo de arcilla: Algunos rasgos de presión
de solución

La Tabla 1 muestra que los ángulos entre las zonas de cizalle conjugadas cambian
cuando una pasa desde las zonas profundas ajustadas dúctiles a las de tipos de fallas de
alto nivel. En zonas dúctiles la dirección máxima de acortamiento bisecta el ángulo obtuso
entre los conjuntos de cizalle, mientras en ambientes semi-frágiles y frágiles esta dirección
bisecta el ángulo agudo entre los conjuntos. Muchas explicaciones se han reportado para
estas relaciones de cambio angular. Se ha sugerido que los ángulos de la zona de cizalle de
zonas dúctiles se inician como aquellas en zonas frágiles, con el ángulo agudo frente a la
compresión máxima y que, como un resultado del flujo dúctil tardío, las zonas rotadas
fuera de la dirección de la máxima compresión producen un ángulo obtuso. Aunque esto es
geométricamente plausible, esos estudios de terrenos donde las transiciones pueden ser
entre zonas de cizalles embriónicas y completamente desarrolladas, no muestran el
espectro de cambio de los ángulos predichos por esta teoría. Más de acuerdo con las
observaciones de zonas de cizalle naturalmente deformadas son las teorías que postulan
que el ángulo actual observado entre los conjuntos conjugados es cercano al ángulo de la
zona de inicio. Casey (1980) realizó una análisis de las condiciones de stress al momento
del fallo del cizalle y mostró cómo las variaciones en el stress promedio (σ promedio = (σ 1
+ σ2 + σ3) / 3) pueden controlar los ángulos entre las zonas de cizalle y las direcciones
principales de stress. Situaciones donde el stress promedio es bajo conduce a fallo en
planos de cizalle orientados a menos de 45° al stress de máxima compresión, mientras
aquellas de alto stress promedio deberían dar lugar a planos de cizalle orientados en
ángulos de más de 45° al stress de compresión máximo. Durney (1979) ha explicado la
orientación de la zona de cizalle usando un criterio basado en características
deformacionales y cambios de volumen que toman lugar durante el cizalle. Predijo que las
zonas de cizalle formadas bajo cizalle simple sin cambio de volumen y que tienen los
strains principales incrementales máximo y mínimo orientados en 45° a la paredes de la
zona de cizalle deberían formar ángulos de ± 45° respecto a los ejes de strain de carga
incremental (Fig. 18C). Donde el desplazamiento de cizalle es acompañado por un
incremento de volumen en la zona (δΔ+) las direcciones de los ejes de strain incrementales
máximo y mínimo toman ángulos menores de 45° y mayores de 45° a la zona de paredes
respectivamente (Fig. 18B). Si existe una correspondencia directa entre los ejes de strain
locales de la zona de cizalle y los ejes de strain de carga del sistema de deformación
entonces las condiciones de compatibilidad de strain necesitan que las zonas de cizalle se
formen con un bisector agudo paralelo al acortamiento regional máximo (Fig. 18B, x y X
paralelos). Las zonas de cizalle con una dilatación positiva son más propensas a
corresponder con aquellas que muestran un desarrollo fuerte de venas de extensión. En
contraste, esta teoría predice que las zonas de cizalle que muestran un decrecimiento de
volumen (δΔ-) tienen su bisector obtuso paralelo al acortamiento regional máximo (Fig.
18D). La hipótesis de Durney implica un rango de posibilidades geométricas. En un
extremo del espectro de deformación, donde el strain de carga es uno de extensión
unidireccional, las venas de extensión sin sistemas de cizalle deberían ocurrir. En el otro
extremo del espectro donde el strain de carga es uno de acortamiento unidireccional, las
estructuras deberían indicar solo contracción sin efectos de cizalle, por ejemplo, la
formación de costuras de disoluciones de presión y estilolitas tectónicas. Entre estos
miembros extremos existe un amplio rango de posibilidades de zonas de cizalles
conjugadas con variaciones de ángulos de intersección y con desarrollos variantes de venas
extensionales y estructuras de pérdida de volumen dependiendo de los cambios regionales
surgidos de los valores de strains de carga (Fig. 18).

V. Cambio de relaciones angulares entre componentes estructurales como


resultado de strain

Antes de la deformación orogénica, las capas individuales de rocas y los tipos de rocas
poseíann relaciones de características angulares una con otra. Por ejemplo, en gneisses de
basamento cristalino cortados por plutones y diques ígneos usualmente existe una
discordancia angular entre el contacto de roca ígnea y el bandeamiento litológico de la roca
de caja que lo rodea. En la interfaz basamento - cobertura comúnmente hay una
inconformidad angular y, en los sedimentos que sobreyacen el basamento, es común
encontrar discordancias en un rango de escala desde inconformidades angulares de
extensión regional a discordancias de escalas menores de características como
estratificación cruzada.
Fig. 18 La relación entre los sistemas de extensión de venas (v), estilolitas tectónicas de disolución de presión
(s) y las direcciones de extensión de carga (dirección máxima de extensión X, dirección de acortamiento
máximo Z). Los ejes de strain locales principales incrementales máximos y mínimos que dan lugar a venas y
estilolitas tienen direcciones x e y. Las zonas de cizalle se desarrollan con un cizalle incremental (δ y) y un
cambio incremental de volumen (δΔ), y los ángulos entre los sistemas conjugados (2Ө) es una función del
cambio incremental de volumen.
Como resultado del strain tectónico durante la orogénesis, los ángulos originales a lo
largo de todas las discordancias contenidas en la masa de roca sufren modificaciones. La
geometría resultante depende de la orientación inicial de los componentes planares y de la
intensidad y orientación de los strains finitos. La observación más común observada en
regiones de alto strain es una reducción en los ángulos entre los elementos estructurales
inicialmente oblicuos, porque todas las líneas y planos se rotan hacia el plano principal XY
de la elipsoide de strain finito, y hacia la extensión mayor finita X dentro de este plano
principal XY. En las partes centrales de alto strain de orógenos, uno a menudo ve
resultados sorprendentes de estas modificaciones geométricas. Las inconformidades
angulares y disconformidades iniciales claramente vistas en el antepaís orogénico
progresivamente se vuelve más difícil de reconocer cuando se trazan en regiones
altamente deformadas, y localmente pueden ser casi imposible de detectarse. Diques que
originalmente estaban marcados oblicuos a las estructuras de roca de caja se vuelven
progresivamente más concordantes y eventualmente subparalelos al capeado litológico de
las rocas de caja. Las Figuras 19 y 20 ilustran un ejemplo típico de dichas modificaciones
de la zona orogénica Nagssugtoqidian de Groenlandia oeste. La Fig. 19 muestra un dique
básico con márgenes enfriados cortando discordantemente a través de gneisses bandeados
de granulita y es típico de la región antepaís Arcaica del orógeno tardío. La Fig. 20 muestra
el contacto de un dique básico y rocas de cajas del mismo origen, pero tomados de una
parte bastante deformada de una zona orogénica tardía. Ambos diques y rocas de cajas
sufrieron una nueva sobreimpresión de grado metamórfico anfibolita. Los diques básicos
han sido transformados en un esquisto de hornblenda con una esquistosidad bien
desarrollada, mientras que el ángulo entre el bandeamiento gnéisico y el dique ha sido
fuertemente reducido, y la discordancia angular es ahora menor de 4°.

Fig. 19 Dique básico con márgenes enfriados cortando Fig. 20 Dique básico y gneiss bandeado transformado
discordantemente a través de gneisses bandeado de estructural y metamórficamente en la zona orogénica
granulita. Arcaico, Groenlandia oeste. Nagssugtoqidian.
Como resultado de la deformación interna creciente todas las rocas del antepaís sin
deformar se vuelven estructuralmente modificadas hacia las partes centrales del orógeno.
Las estructuras con un amplio rango de orientaciones iniciales se vuelven progresivamente
más paralelas. Como un resultado de estas modificaciones es a menudo una cuestión
bastante difícil separar el basamento de la cobertura, particularmente cuando el
paralelismo estructural incremental es acompañado de un grado de metamorfismo desde
medio a alto, y tal vez acompañado de migmatización y fusión.

Conclusiones

1) La ductilidad de rocas deformadas en cinturones de montaña puede ser investigado por


observación de los rasgos característicos geométricos que han surgido como resultado del
desarrollo de inestabilidades mecánicas producidas durante la deformación.

2) Las observaciones de campo de geometría estructural pueden ser usadas para


establecer ductilidades relativas entre rocas de diferente composición, y es posible
formular, para cualquier región, una lista indicando la ductilidad relativa o contraste de
competencia de los varios tipos de rocas. Estas observaciones indican que algunas ideas
corrientes de ductilidad relativa de roca necesitan revisión. Por ejemplo, las rocas
graníticas pueden ser menos competentes que la dolomita. Los cambios mineralógicos que
toman lugar durante el metamorfismo pueden conducir a cambios marcados de ductilidad
relativa.

3) Las estructuras desarrolladas en sedimentos de roca de la cobertura mayormente


surgen de inestabilidades mecánicas controladas por variaciones litológicas. En contraste,
las rocas cristalinas de terrenos de basamento son a menudo mecánicamente más
homogéneas. Las inestabilidades surgen de formaciones de zona de cizalle. El desarrollo
progresivo de las zonas de cizalle de ellos mismos es el factor mayor en control de
competencia, y una roca inicialmente homogénea puede desarrollar zonas incompetentes
por el proceso de ablandamiento de la capa (strain softening). Las zonas de cizalle
localizadas en el basamento cristalino se propagan hacia arriba y afuera del centro del
orógeno y son a menudo conectadas con el lugar de alguno de los pliegues de los
sedimentos de la cobertura.

TRADUCIDO POR Daniel Cabezas

También podría gustarte