Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
John G. Ramsay
I. INTRODUCCIÓN
El objetivo de esta contribución es examinar características de las formas geométricas de
las estructuras tectónicas, particularmente aquellas estructuras las cuales se desarrollan
como resultado de flujo de roca, y para discutir como estas estructuras están conectadas
con cambios masivos en la forma de la corteza terrestre que toman lugar en zonas de
formaciones montañosas. Los ejemplos escogidos para ilustrar los principios mecánicos
envueltos serán en su mayoría de rasgos estructurales a pequeña escala los cuales se han
desarrollado como resultado de inestabilidades mecánicas preparadas durante
deformaciones naturales de la roca. Aunque la demostración de ciertos principios
geométricos de deformación de roca es a menudo mejor realizado a la escala de un solo
afloramiento, debo empatizar que prácticamente todos estos principios son independientes
de la escala. Los fenómenos estructurales vistos en un escala de afloramiento pueden ser
conectados con aquellos de una escala de montaña, y los patrones de tectónica regional no
son fundamentalmente diferentes de los rasgos geométricos de tectónicas de baja escala.
B. Refracción de clivaje
Un método particularmente útil y rápido para asignar el contraste de competencia puede
ser usado en rocas que muestran desarrollo de fábricas planares inducidas tectónicamente
como clivaje y esquistosidad. Estas estructuras a menudo cambian sus orientaciones donde
ellas trascienden desde una capa a otra, una característica conocida como refracción de
clivaje (Fig. 2). Clivaje y Esquistosidad son fábricas cuya intensidad y orientación depende
de la intensidad del strain finito y la orientación de la elipsoide de strain. El clivaje se forma
perpendicular a la dirección del acortamiento total máximo (perpendicular a la dirección Z
en elipsoides de strain con ejes X ≥ Y ≥ Z) y la intensidad del clivaje aumenta con el valor
de la proporción de longitudes del eje máximo y mínimo de la elipsoide de strain X/Z. Los
cambios en la orientación de clivaje a través de una interfaz entre dos tipos de rocas
implican que las magnitudes y orientaciones de los strain finitos principales están también
cambiando. Cuando un análisis matemático de la relación de la elipsoide de strain finito
sobre un lado de la interfaz con el otro lado es llevado a cabo, puede mostrar que los más
grandes acortamientos tectónicos ocurren en el tipo de roca donde el clivaje realiza el
ángulo más pequeño con la superficie de contacto. El ángulo entre el clivaje y las
superficies litológicas es siempre menor en las rocas menos competentes que en las rocas
más competentes. En un lugar donde varias capas paralelas muestran refracción de clivaje,
los contrastes de competencia pueden ser evaluados desde los ángulos de refracción
cambiantes. En la Fig. 2B, los ángulos entre el clivaje y la estratificación son, en orden de
magnitud β > γ > α, una relación que implica que los contrastes de competencia de los tres
tipos de rocas son B > C > A.
<-- Fig. 2A Refracción de clivaje en una arenisca calcárea
graduada (flysh), Wildhorn Nappe, Valais, Suiza. El clivaje
muestra una forma curvada en la capa graduada y un cambio
repentino de orientación en la base de la unidad graduada. Estos
cambios en la orientación están relacionados al cambio del estado
de strain y a las diferencias de la ductilidad de la roca.
Las formas de las secciones transversales de los boudins son el resultado de las diferencias
de competencia primarias que existieron al momento del inicio del cuello del boudin y la
cantidad de strain extensivo a lo largo de la capa subsecuente a la iniciación. El flujo del
material dúctil rodeado dentro del espacio surgido de la separación de las capas más
competentes usualmente modifica la forma de la capa competente en una forma
transversal de sección tipo "boca de pez" (Fig. 3A).
La región entre las partes separadas de una capa de boudinage es a veces el sitio para la
deposición de material cristalino derivado de fases de fluidos en la roca durante la
deformación. La composición de este material es a menudo un muy buen indicador del
grado de metamorfismo y de las condiciones de presión - temperatura durante la formación
de la zona del cuello. Donde la deformación es prolongada durante un tiempo considerable,
este reciente material cristalino puedo también ejercer un fuerte efecto mecánico sobre las
formas geométricas de los boudins. La Fig. 3B ilustra un ejemplo de un dique básico de
boudins en una matriz de pizarras arcillosas menos competentes. Las zonas del cuello de
las primeras etapas de boudinage estaban rellenas con cuarzo y clorita, y con extensión
adicional (quizás con un cambio en condiciones metamórficas) este material cristalino
reciente de la veta demostró ser más competente que ambas rocas básicas y la lutita
circundante, y el estiramiento mayor del dique subsecuentemente tomó lugar en las partes
centrales de los boudins previamente formados. Esto es un buen ejemplo para mostrar
cómo un análisis de la geometría estructural de un sistema de rocas deformadas puede
indicar características sobre el comportamiento progresivo del sistema durante el proceso
de deformación.
Posiciones de
strain finito
cero
(superficies
neutrales y
líneas)
Posiciones de
strain finito
máximo
Fig. 9 Dique básico y roca gnésica junto con las Fig. 10 Dique básico plegado con contacto cuspado -
formas de pliegue que indican que el dique fue más lobado indicando que el dique fue menos competente
competente que el gneiss del Complejo Lewisian, que el gneiss que lo rodeaba
Escocia.
Otro ejemplo notable de control mineralógico de competencia es encontrado en los
carbonatos deformados del Triásico y en lutitas calcáreas del plutón de Adamello de los
Alpes del Sur. La Figura 11 muestra un afloramiento de carbonatos deformados (colorados
pálidos) y margas (oscuro) a unos kilómetros del contacto del plutón, y fuera de la
influencia termal de la masa ígnea. Un análisis de las formas de las capas plegadas y la
geometría de boudinage indica que la caliza fue más competente que el mármol. La Figura
12 muestra rocas de la misma formación, pero desde un sitio más cercano al contacto del
plutón donde ellas se involucraron en la aureola termal. Las calizas (capas pálidas) se
transformaron en mármol y las lutitas calcáreas en rocas calco-silicatadas (capas oscuras).
Las capas calco-silicatadas plegadas tienen formas sub-ptygmáticas (Fig. 5A) con
longitudes de onda en proporción al espesor de la capa, y es claro que desde esta
geometría que ellas son más competente que la caliza intervenida a mármol. Por lo tanto,
tenemos un excelente ejemplo del efecto de transformaciones minerales en competencia
relativa de rocas. El metamorfismo termal ha conllevado a cambios minerales que han
resultado en una inversión total de las diferencias competentes entre ambas rocas.
Fig. 11 Carbonatos triásicos plegados (caliza, marga) Fig. 12 Carbonatos triásicos plegados (mármol, roca
fuera de la influencia de la aureola del plutón calco-silicatada) dentro de la influencia de la aureola
Adamello. Las formas de pliegue indican que la caliza del plutón Adamello. Las capas calco-silicatadas
fue más competente que la marga. (margas térmicamente metamorfoseadas) son ahora
más competentes que el mármol.
IV. Inestabilidades mecánicas desarrolladas en rocas sin variaciones de
competencia inicial
Tabla 1
Profundidad Facie metamórfica Rasgos estructurales de zonas de 2Ө, ángulo entre las
aproximada cizalle zonas conjugadas (ver
Figs. 13 y 18)
>10 km Granulita Flujo dúctil, fuerte esquistosidad 120° - 90°
Anfibolita sigmoidal en zonas
Esquisto azul
La Tabla 1 muestra que los ángulos entre las zonas de cizalle conjugadas cambian
cuando una pasa desde las zonas profundas ajustadas dúctiles a las de tipos de fallas de
alto nivel. En zonas dúctiles la dirección máxima de acortamiento bisecta el ángulo obtuso
entre los conjuntos de cizalle, mientras en ambientes semi-frágiles y frágiles esta dirección
bisecta el ángulo agudo entre los conjuntos. Muchas explicaciones se han reportado para
estas relaciones de cambio angular. Se ha sugerido que los ángulos de la zona de cizalle de
zonas dúctiles se inician como aquellas en zonas frágiles, con el ángulo agudo frente a la
compresión máxima y que, como un resultado del flujo dúctil tardío, las zonas rotadas
fuera de la dirección de la máxima compresión producen un ángulo obtuso. Aunque esto es
geométricamente plausible, esos estudios de terrenos donde las transiciones pueden ser
entre zonas de cizalles embriónicas y completamente desarrolladas, no muestran el
espectro de cambio de los ángulos predichos por esta teoría. Más de acuerdo con las
observaciones de zonas de cizalle naturalmente deformadas son las teorías que postulan
que el ángulo actual observado entre los conjuntos conjugados es cercano al ángulo de la
zona de inicio. Casey (1980) realizó una análisis de las condiciones de stress al momento
del fallo del cizalle y mostró cómo las variaciones en el stress promedio (σ promedio = (σ 1
+ σ2 + σ3) / 3) pueden controlar los ángulos entre las zonas de cizalle y las direcciones
principales de stress. Situaciones donde el stress promedio es bajo conduce a fallo en
planos de cizalle orientados a menos de 45° al stress de máxima compresión, mientras
aquellas de alto stress promedio deberían dar lugar a planos de cizalle orientados en
ángulos de más de 45° al stress de compresión máximo. Durney (1979) ha explicado la
orientación de la zona de cizalle usando un criterio basado en características
deformacionales y cambios de volumen que toman lugar durante el cizalle. Predijo que las
zonas de cizalle formadas bajo cizalle simple sin cambio de volumen y que tienen los
strains principales incrementales máximo y mínimo orientados en 45° a la paredes de la
zona de cizalle deberían formar ángulos de ± 45° respecto a los ejes de strain de carga
incremental (Fig. 18C). Donde el desplazamiento de cizalle es acompañado por un
incremento de volumen en la zona (δΔ+) las direcciones de los ejes de strain incrementales
máximo y mínimo toman ángulos menores de 45° y mayores de 45° a la zona de paredes
respectivamente (Fig. 18B). Si existe una correspondencia directa entre los ejes de strain
locales de la zona de cizalle y los ejes de strain de carga del sistema de deformación
entonces las condiciones de compatibilidad de strain necesitan que las zonas de cizalle se
formen con un bisector agudo paralelo al acortamiento regional máximo (Fig. 18B, x y X
paralelos). Las zonas de cizalle con una dilatación positiva son más propensas a
corresponder con aquellas que muestran un desarrollo fuerte de venas de extensión. En
contraste, esta teoría predice que las zonas de cizalle que muestran un decrecimiento de
volumen (δΔ-) tienen su bisector obtuso paralelo al acortamiento regional máximo (Fig.
18D). La hipótesis de Durney implica un rango de posibilidades geométricas. En un
extremo del espectro de deformación, donde el strain de carga es uno de extensión
unidireccional, las venas de extensión sin sistemas de cizalle deberían ocurrir. En el otro
extremo del espectro donde el strain de carga es uno de acortamiento unidireccional, las
estructuras deberían indicar solo contracción sin efectos de cizalle, por ejemplo, la
formación de costuras de disoluciones de presión y estilolitas tectónicas. Entre estos
miembros extremos existe un amplio rango de posibilidades de zonas de cizalles
conjugadas con variaciones de ángulos de intersección y con desarrollos variantes de venas
extensionales y estructuras de pérdida de volumen dependiendo de los cambios regionales
surgidos de los valores de strains de carga (Fig. 18).
Antes de la deformación orogénica, las capas individuales de rocas y los tipos de rocas
poseíann relaciones de características angulares una con otra. Por ejemplo, en gneisses de
basamento cristalino cortados por plutones y diques ígneos usualmente existe una
discordancia angular entre el contacto de roca ígnea y el bandeamiento litológico de la roca
de caja que lo rodea. En la interfaz basamento - cobertura comúnmente hay una
inconformidad angular y, en los sedimentos que sobreyacen el basamento, es común
encontrar discordancias en un rango de escala desde inconformidades angulares de
extensión regional a discordancias de escalas menores de características como
estratificación cruzada.
Fig. 18 La relación entre los sistemas de extensión de venas (v), estilolitas tectónicas de disolución de presión
(s) y las direcciones de extensión de carga (dirección máxima de extensión X, dirección de acortamiento
máximo Z). Los ejes de strain locales principales incrementales máximos y mínimos que dan lugar a venas y
estilolitas tienen direcciones x e y. Las zonas de cizalle se desarrollan con un cizalle incremental (δ y) y un
cambio incremental de volumen (δΔ), y los ángulos entre los sistemas conjugados (2Ө) es una función del
cambio incremental de volumen.
Como resultado del strain tectónico durante la orogénesis, los ángulos originales a lo
largo de todas las discordancias contenidas en la masa de roca sufren modificaciones. La
geometría resultante depende de la orientación inicial de los componentes planares y de la
intensidad y orientación de los strains finitos. La observación más común observada en
regiones de alto strain es una reducción en los ángulos entre los elementos estructurales
inicialmente oblicuos, porque todas las líneas y planos se rotan hacia el plano principal XY
de la elipsoide de strain finito, y hacia la extensión mayor finita X dentro de este plano
principal XY. En las partes centrales de alto strain de orógenos, uno a menudo ve
resultados sorprendentes de estas modificaciones geométricas. Las inconformidades
angulares y disconformidades iniciales claramente vistas en el antepaís orogénico
progresivamente se vuelve más difícil de reconocer cuando se trazan en regiones
altamente deformadas, y localmente pueden ser casi imposible de detectarse. Diques que
originalmente estaban marcados oblicuos a las estructuras de roca de caja se vuelven
progresivamente más concordantes y eventualmente subparalelos al capeado litológico de
las rocas de caja. Las Figuras 19 y 20 ilustran un ejemplo típico de dichas modificaciones
de la zona orogénica Nagssugtoqidian de Groenlandia oeste. La Fig. 19 muestra un dique
básico con márgenes enfriados cortando discordantemente a través de gneisses bandeados
de granulita y es típico de la región antepaís Arcaica del orógeno tardío. La Fig. 20 muestra
el contacto de un dique básico y rocas de cajas del mismo origen, pero tomados de una
parte bastante deformada de una zona orogénica tardía. Ambos diques y rocas de cajas
sufrieron una nueva sobreimpresión de grado metamórfico anfibolita. Los diques básicos
han sido transformados en un esquisto de hornblenda con una esquistosidad bien
desarrollada, mientras que el ángulo entre el bandeamiento gnéisico y el dique ha sido
fuertemente reducido, y la discordancia angular es ahora menor de 4°.
Fig. 19 Dique básico con márgenes enfriados cortando Fig. 20 Dique básico y gneiss bandeado transformado
discordantemente a través de gneisses bandeado de estructural y metamórficamente en la zona orogénica
granulita. Arcaico, Groenlandia oeste. Nagssugtoqidian.
Como resultado de la deformación interna creciente todas las rocas del antepaís sin
deformar se vuelven estructuralmente modificadas hacia las partes centrales del orógeno.
Las estructuras con un amplio rango de orientaciones iniciales se vuelven progresivamente
más paralelas. Como un resultado de estas modificaciones es a menudo una cuestión
bastante difícil separar el basamento de la cobertura, particularmente cuando el
paralelismo estructural incremental es acompañado de un grado de metamorfismo desde
medio a alto, y tal vez acompañado de migmatización y fusión.
Conclusiones