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LECTURA
1. CONCEPTOS REFERIDOS AL USO DE SUSTANCIAS: ABUSO, DEPENDENCIA,
TOLERANCIA, SÍNDROME DE ABSTINENCIA Y CRAVING
Recoge este término aspectos fisiológicos (tolerancia, abstinencia, búsqueda del efecto
euforizante de las sustancias) y psicológicos (incluidos los promovidos por la interacción social).
Por tolerancia se entiende la necesidad de recurrir a cantidades crecientes de la sustancia para
alcanzar el efecto deseado, o una disminución notable de los efectos de la dosis habitual de la
droga usada con continuidad. Clásicamente se había venido hablando de tolerancia física y de
tolerancia psíquica. Hoy día no tiene sentido establecer dichas diferenciaciones, dado que en
mayor o menor medida, la tolerancia implica ambos constructos. Evidentemente cada sustancia
tiene su potencial diferente de crear tolerancia y dependencia, influyendo además las
características de cada sujeto en la individualidad de dichos efectos
.
El síndrome de abstinencia es un conjunto de síntomas físicos y de expresividad psíquicaque se
produce en el sujeto dependiente de una sustancia cuando se suspende la toma dela misma de
manera brusca. Obviamente su clínica, intensidad y duración, dependen, entreotros factores, del
tipo de sustancia. Generalmente se inicia dicho cuadro a las pocas horasdel último consumo (de
ahí que muchos toxicómanos aleguen necesitar una dosis para evitar
el cuadro de abstinencia, vulgarmente conocido como “mono”) y suele perdurar con mayor
omenor intensidad unos cuantos días tras ese último consumo. Este cuadro, el de abstinencia, se
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relaciona por tanto con el mantenimiento de la conducta adictiva y también con la recaída en la
misma, si bien no es el único factor determinante (American Psychiatric Association, 1994, 2000;
Organización Mundial de la Salud, 1992; Miller y Gold, 1991). Estos hallazgos clínicos (abstinencia,
tolerancia, dependencia, etc.) tienen en el sistema nervioso central su correlato fisiológico.
2. NEUROBIOLOGÍA DE LA ADICCIÓN
2.1. Circuito de recompensa
El objetivo último del sistema de recompensa es perpetuar aquellas conductas que al sujeto le
proporcionan placer. El consumo de sustancias, ya sea de manera directa o indirecta, supone un
incremento del neurotransmisor básico de este circuito, la dopamina, por lo que el efecto
hedónico aparece amplificado. Esta sensación placentera es la que hace que el sujeto tienda a
volver a consumir (Tirapu, Landa y Lorea, 2004). La investigación en modelos animales ha
permitido aclarar que uno de los mecanismos que participa en las conductas adictivas es el
sistema mesocorticolímbico, formado por estructuras del cerebro medio como el Área Tegmental
Ventral (ATV) y la sustancia negra, y del cerebro anterior (amígdala, tálamo, hipocampo, corteza
cingulada y corteza prefrontal) entre otras áreas. Dicho sistema en su conjunto recibe el nombre
de circuito del placer o de recompensa (Volkow, Fowler y Wang, 2004). Se trata de un circuito de
alta complejidad que implica diferentes vías de comunicación entre diversas áreas cerebrales. Así,
el ATV recibe aferencias entorrinales, corticales prefrontales y otras procedentes de regiones
límbicas como la amígdala y el hipotálamo lateral. También recibe proyecciones del locus
coeruleus y de los núcleos del rafe, así como del hipotálamo lateral y la corteza prefrontal (a los
que a su vez envía eferencias). El ATV envía proyecciones hacia el núcleo accumbens (NAc). Éste
a su vez se conecta mediante aferencias y eferencias con el hipotálamo lateral (influyendo en
secrecciones neuroendocrinas) y la corteza prefrontal.
Igualmente este núcleo se conecta con estructuras límbicas como la amígdala y el hipocampo, y
con el tálamo dorsomedial. La función del NAc es la de convertir señales recibidas del sistema
límbico en acciones motivacionales a través de sus conexiones con el sistema motor
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extrapiramidal. Este núcleo también se conecta con los núcleos simpáticos y parasimpáticos del
tronco y de la médula y con el núcleo pálido ventral y globo pálido subcomisural; es decir, integra
funciones motor-viscerales y motor-somáticas (Everitt y Robbins, 2005).
De una manera más sencilla, el circuito de recompensa se compone de dos grandes vías
denominadas mesolímbica y mesocortical (en su conjunto denominadas mesocorticolímbica), los
núcleos del rafe y la amígdala (Goldstein y Volkow, 2002). La vía mesolímbica, de tono
dopaminérgico, conecta el ATV (cerebro medio) con el sistema límbico vía NAc, amígdala e
hipocampo, así como con la corteza prefrontal (cerebro anterior basal). El NAc recibe inervación
dopaminérgica del ATV y glutamatérgica de amígdala, hipocampo y corteza prefrontal. La parte
nuclear del circuito de recompensa es la que implica la comunicación entre el ATV y el NAc (o
núcleo del placer) a través del haz prosencefálico medial de la vía mesolímbica. La estimulación
del ATV supone la liberación de dopamina en el NAc, provocando euforia y placer, que es lo que
hace que el sujeto quiera volver a consumir. La vía mesocortical conecta el ATV con la corteza
cerebral, sobre todo con el lóbulo frontal (Bechara, 2005; Li y Sinha, 2008).
En los últimos años se está contrastando que áreas cerebrales, como la ínsula, desempeñan un
papel más importante del que inicialmente se consideraba en la adicción a sustancias.
(Imagen por cortesía del NIDA).
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Sin embargo, la dopamina no es el único neurotransmisor implicado en el circuito de recompensa.
Otros neurotransmisores están involucrados. Así, la serotonina actúa regulando este circuito a
través de su acción sobre el hipotálamo; los opiáceos y el GABA lo hacen sobre el ATV y el NAc.
La noradrenalina, por su parte, procede del locus coeruleus liberándose en el hipocampo (Nestler,
2005). Otra vía de perpetuación de la condición adictiva podría establecerse a través del efecto
de las sustancias sobre los sistemas hormonales, en especial sobre el eje hipotálamo-
hipófisisadrenal (HHA). La hiperactivación de dicho sistema en sujetos adictos facilitaría a su vez
el mantenimiento de la adicción al deteriorar su estado físico e inmunológico (Sinhá, Garcia,
Paliwal, Kreek y Rounsaville, 2006).
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2.4. Opiáceos
Existe una íntima relación entre el sistema opioide y otros sistemas (GABA, dopaminérgico,
serotoninérgico, noradrenérgico...), lo que explica las repercusiones que, a muy diversos niveles
de funcionamiento, condicionan su dependencia. Los opiáceos actúan en el sistema de
recompensa a través de su acción sobre las neuronas GABAérgicas del ATV. La acción sobre
receptores mu inhibe dichas neuronas, lo que a su vez supone un incremento de la liberación de
dopamina en el NAc. La deprivación de las sustancias opiáceas exógenas produce un proceso de
hiperactividad del locus coeruleus provocándose la clínica de abstinencia a opiáceos.
Los procesos íntimos que explican la dependencia están basados en la regulación homeostática
de las endorfinas y sus receptores. Parece demostrado que los cambios postsinápticos (número
y sensibilidad de receptores, modificaciones de segundo mensajero, alteración en los canales...)
son más marcados que los que tienen lugar en las porciones presinápticas. En general se acepta
que la dependencia y abstinencia a opiáceos quedan más directamente relacionadas con sistemas
de segundos mensajeros, proteína G y fosfoproteínas postsinápticas;
en tanto que la tolerancia parece más marcada por cambios en el contenido de Ca++
(aumentando en el caso de administraciones crónicas de opiáceos) y alteraciones del sistema
AMPc-adenilciclasa. Estos cambios neurofisiológicos que provocan tolerancia transcurren parejos
a las modificaciones que determinan la dependencia.
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2.5. Alcohol
El alcohol actúa a través de su acción sobre sistemas GABA, glutamato, dopaminérgico y opioide
endógeno, sin que se conozcan receptores específicos para esta sustancia. Estas interacciones
acabarían activando el sistema de recompensa, por lo que el consumo de alcohol, al menos
inicialmente, supondría una conducta placentera (Ayesta, 2002; Faingold, N´Gouemo y Riaz,
1998).
El efecto de las drogas de síntesis es básicamente serotoninérgico. Sin embargo también actúan
sobre receptores dopaminérgicos. Su consumo facilitaría la liberación desde neuronas que
provienen del ATV de ambas sustancias en el NAc.
2.7. Cannabis
El cannabis y sus derivados ejercen su efecto principal sobre los receptores del sistema
endocannabinoide, en especial receptores CB1 del ATV, que a su vez favorecería, a través de sus
proyecciones, la liberación de dopamina en el NAc. Receptores CB1 también se han encontrado
en los ganglios basales, hipocampo, cerebelo y corteza cerebral. El cannabis también
interaccionaría con el sistema opioide, modulándolo.
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Global SMART
Programme
Qué son las NSP? Las nuevas sustancias psicoactivas (NSP) han sido conocidas en el
mercado por términos tales como “drogas de diseño”, “euforizantes legales”, “hierbas
euforizantes”, “sales de baño”, “productos químicos de investigación” y “reactivos de
laboratorio”. A fin de promover una terminología clara sobre este asunto, UNODC utiliza
únicamente el término “nuevas sustancias psicoactivas (NSP)”, las cuales se definen como
"sustancias de abuso, ya sea en forma pura o en preparado, que no son controladas por la
Convención Única de 1961 sobre Estupefacientes ni por el Convenio sobre Sustancias
Sicotrópicas de 1971, pero que pueden suponer una amenaza para la salud pública". El
término “nuevas” no se refiere necesariamente a nuevas invenciones – varias NSP fueron
sintetizadas por primera vez hace 40 años – sino que son sustancias que han aparecido
recientemente en el mercado y que no han sido incorporadas en las Convenciones antes
mencionadas.
Cannabinoides sintéticos – Estos son receptores agonistas de cannabinoides, los cuales producen
efectos similares a los del delta-9-tetrahidrocannabinol (THC), el principal componente psicoactivo de la
cannabis. Los cannabinoides sintéticos son generalmente mezclados en productos herbarios y
vendidos bajo el nombre de spice, K2, Kronic, etc.
Ketamina – Es un anestésico humano y veterinario que actúa como un estimulante en dosis bajas y
como un alucinógeno en dosis altas. Es una de las NSP más comunes en Asia y su uso ha sido
igualmente comunicado por varios países de America Latina.
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Fenetilaminas – Este grupo contiene sustancias relacionadas con la anfetamina y metanfetamina y
generalmente produce efectos estimulantes. Sin embargo, la modificación de estos compuestos puede
dar lugar a potentes alucinógenos como el Bromo-Dragonfly.
Piperazinas – Estas sustancias se venden frecuentemente como "éxtasis", debido a sus propiedades
estimulantes del sistema nervioso central. Los miembros más comúnmente reportados de este grupo
son benzilpiperazina (BZP) y mCPP (m-Clorofenilpiperazina).
Sustancias de origen vegetal – Este grupo incluye plantas con propiedades psicoactivas. Las más
frecuentemente reportadas son:
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Kratom (mitragyna speciosa Korth), es una planta nativa del Sudeste Asiático que tiene
efectos según la dosis empleada: es estimulante en dosis bajas y produce efectos sedantes a
dosis más elevadas.
Salvia divinorum, es una planta autóctona de las zonas forestales en Oaxaca, México,
que contiene el principio activo salvinorina A, una sustancia alucinógena.
Khat (Catha edulis), es una planta nativa de la región del Cuerno de África y la península
arábiga. Las hojas de la planta se mastican, lo que resulta en la liberación de los estimulantes
catinona y catina.
y triptaminas
(alucinógenos).
Cuáles son los riesgos de las NSP? El uso de NSP suele estar relacionado con
problemas de salud. Los usuarios de NSP a menudo han sido hospitalizados con
intoxicaciones severas. También ha habido una serie de suicidios en circunstancias no
aclaradas posteriores al uso de cannabinoides sintéticos (spice). Adicionalmente,
sustancias como 4-metilmetcatinona (mefedrona), metilendioxipirovalerona (MDPV) y 4-
metilanfetamina (4-MA) han sido asociadas con víctimas fatales.
Qué tan extendidas están las NSP? Conforme al reciente informe de UNODC "El desafío
de las nuevas sustancias psicoactivas", éstas se han convertido en un fenómeno global y
todas las regiones del mundo se han visto afectadas por ellas. En un cuestionario que se
distribuyó a los Gobiernos y a los laboratorios de análisis de drogas, los encuestados de
70 (de un total de 80) países y territorios (88%) informaron de la aparición de NSP. 1
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Cuál es la situación legal? Las NSP no están bajo control internacional. Muchos países
han establecido medidas permanentes de control para algunas sustancias o emitido
prohibiciones temporales. Sólo un pequeño grupo de NSP ha sido revisado en virtud del
mecanismo establecido en las Convenciones de 1961 y 1971. Las respuestas en esta área
tienden a ser más eficaces si se coordinan entre los países y regiones. Las NSP también
son un desafío para la prevención y el tratamiento. En lugar de pánico moral, lo que
se necesita es información objetiva y confiable. En este sentido, es particularmente
importante crear conciencia del riesgo entre los jóvenes. Las medidas de prevención
también deben dirigirse a usuarios experimentados de drogas.
Cómo puedo obtener más información sobre las NSP? En 2012, en cumplimiento de la
resolución 55/1 de la Comisión de Estupefacientes, UNODC examinó la aparición de NSP
en los mercados mundiales y emitió el primer resumen de información sobre estas
sustancias y su uso, así como una lista de las sustancias que fueron reportadas en
2012. Los planes futuros incluyen el desarrollo de un centro de conocimientos en línea sobre
las NSP, que será accesible a los responsables de la formulación de políticas y a los expertos
para conocer los hechos más relevantes acerca de algunas NSP.
Cómo presta ayuda UNODC a los Gobiernos en esta área? Para ayudar a los Estados
Miembros en la identificación de las NSP, UNODC tiene previsto establecer un Sistema
de Alerta Temprana. La información forense es esencial y los laboratorios juegan un papel
clave en la identificación de las NSP. La individualización exacta de tales sustancias es un
desafío y existe la necesidad de mejorar la información compartiendo técnicas de
identificación validadas. Para contribuir a abordar este desafío, UNODC ha estado trabajando
en manuales para la identificación de los cannabinoides sintéticos, catinonas sintéticas y
piperazinas, los cuales se espera sean publicados en 2013.
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