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- Hipermenorrea: con este nombre se entiende la hemorragia menstrual cuya cantidad es mayor a 120 ml.
- Hipomenorrea: se caracteriza por: duración normal con pérdida escasa (< 50 ml), duración disminuida (< 2 días) o
una conjunción de ambas (pérdida escasa y de corta duración). Las causas de la hipomenorrea pueden estar
relacionadas a alteraciones del endometrio secundarias a formación de adherencias uterinas (sinequias), producto de
legrados excesivos, o a hipotrofia endometrial, por el uso prolongado de anticonceptivos hormonales.
Etiología De acuerdo al origen los trastornos del ciclo se pueden clasificar en 4 grupos
1. Causas hipotálamo-hipofisarias Como ya hemos mencionado, la inmadurez del eje hipotálamo-hipófiso-
ovárico propio de los primeros años de edad ginecológica es una de las causas más frecuentes de trastornos
del ciclo en la adolescencia; su manifestación clínica es variada, puede expresarse como oligomenorrea o
amenorrea, pero también como polimenorrea o metrorragia. Es importante destacar que su diagnóstico es de
exclusión, debiendo descartarse toda causa de origen orgánico o funcional. Los trastornos de la conducta
alimentaria, la pérdida de peso y el sobreentrenamiento físico pueden producir trastornos del ciclo,
generalmente oligomenorrea y amenorrea, tanto primaria como secundaria. En 1974, Frisch y Mc Arthur
fueron los primeros en hablar de la necesidad de un mínimo de 17% de grasa corporal para el inicio de los
ciclos menstruales y de 22% para mantener los ciclos ovulatorios.3 Se acepta que existe una asociación
entre amenorrea y masa grasa reducida en relación a la masa magra, resultante de un ejercicio físico
intensivo, de una dieta restrictiva, o de la combinación de ambos. Las atletas y las bailarinas de ballet son
poblaciones que generalmente tienen alrededor de un 15% de grasa corporal y, en ellas, la incidencia de
amenorrea llega hasta el 40-50%. La amenorrea asociada a los factores mencionados, llamada amenorrea
hipotalámica funcional, se debe a una alteración de la secreción de GnRH secundaria al déficit relativo de
energía. La leptina, hormona secretada por los adipocitos, es la “señal” que le informa al hipotálamo la
disponibilidad de energía. Las mujeres con amenorrea hipotalámica tienen bajos niveles de leptina circulante
y, en trabajos de investigación, se halló que la administración de leptina recombinante a estas mujeres, logra
normalizar la secreción de gonadotrofinas y restaura los ciclos ovulatorios. El craneofaringioma es un tumor
de origen embrionario que se localiza en la región hipotalamohipofisaria y que se manifiesta clínicamente por
cefaleas, retraso de crecimiento, trastornos visuales y amenorrea, entre otros. El tumor puede asociarse a
una alteración en la secreción de LH y FSH, así como de otras trofinas hipofisarias (hor-mona de crecimiento,
TSH, ACTH, ADH). Los adenomas productores de prolactina (prolactinomas) se manifiestan por
oligomenorrea o amenorrea secundaria, ya que las concentraciones elevadas de prolactina producen una
alteración en el patrón de secreción de gonadotrofinas.
Los trastornos psicológicos y el estrés pueden producir amenorreas de tipo hipotalámico con alteración de la
secreción pulsátil de GnRH de grado variable. En general, la amplitud y frecuencia de los pulsos están
disminuidas, lo que se refleja en la disminución de los niveles de LH. En los casos graves, la actividad
ovárica prácticamente se detiene, con marcada disminución de la secreción de estrógenos; razón por la cual,
todas las funciones del sistema HHO regresan a un estado prepuberal.
3.- Causas uterinas La miomatosis uterina es altamente infrecuente en la adolescente, pero puede
manifestarse clínicamente como hipermenorrea o metrorragia. Las malformaciones del aparato genital, por
ejemplo, el útero didelfo, pueden producir hipermenorrea por aumento de la superficie de sangrado y
deficiencia funcional del miometrio.
4.- Asociados a enfermedades crónicas o sistémicas Cualquier enfermedad crónica puede producir un
trastorno del ciclo menstrual (en general oligomenorrea o amenorrea primaria o secundaria) por la
enfermedad en sí o asociada al tratamiento utilizado. En general, estas pacientes presentan un descenso de
los niveles de gonadotrofinas secundario a desnutrición, ésta a su vez asociada a ingesta insuficiente,
malabsorción o aumento del requerimiento calórico. Entre las endocrinopatías, cabe mencionar el
hipotiroidismo y la hiperprolactinemia, como causas más frecuentes asociadas a trastornos del ciclo en la
adolescencia.
5.- Iatrogenia y adicciones Las adolescentes con epilepsia no tratada suelen tener alteraciones del ciclo
menstrual, más frecuentemente que las adolescentes no epilépticas, lo cual indica que la enfermedad, en sí,
juega un papel en la etiología de esos trastornos. Además, el tratamiento crónico con agentes antiepilépticos
incrementa las alteraciones del eje hipotálamo-hipófiso-ovárico, de manera especial el valproato, que induce
un síndrome similar al SPQO. Por otro lado, diversos agentes antipsicóticos son capaces de inducir graves
trastornos del ciclo, incluida la amenorrea, a través de su efecto estimulador de la secreción de prolactina.12
El uso de drogas ilícitas, como marihuana, cocaína, heroína, morfina y derivados, produce modificaciones en
la secreción de gonadotrofinas, LH y FSH, que dan lugar a trastornos del ciclo, amenorrea e infertilidad. Los
efectos de las drogas sobre el sistema reproductor pueden ser reversibles.
6. Embarazo El embarazo adolescente, ante una adolescente que consulta por amenorrea de brusca
instalación o metrorragia, siempre se debe descartar embarazo.
DISMENORREA
La dismenorrea primaria es el síntoma más común asociado a la menstruación y se puede clasificar en dismenorrea
primaria, que es el dolor pélvico asociado a la menstruación en ausencia de patología pélvica subyacente, y en
dismenorrea secundaria, que es cuando se puede atribuir la sintomatología a alguna patología pélvica de fondo. La
dismenorrea es considerado el síntoma ginecológico mas común asociado a la menstruación, sobretodo durante la
adolescencia.
La etiología de la dismenorrea se basa principalmente en la sobreproducción del cuerpo de prostaglandinas y
leucotrienos, ambos mediadores de la inflamación. Se cree que las concentraciones anormalmente elevadas de
prostaglandinas vasoactivas en el endometrio inducen a un estado de hipercontractilidad del miometrio,
llevando a isquemia e hipoxia del músculo uterino. Las contracciones uterinas tienen una duración variable y a
veces pueden llegar a producir presiones uterinas mayores a 60 mmHg.
Las prostaglandinas son sustancias intracelulares que se derivan de ácidos grasos poliinsaturados de cadena
larga, como el ácido araquidónico, que son un componente importante de los fosfolípidos de las membranas
celulares. El ácido araquidónico se deriva de los fosfolípidos gracias a la enzima lisosoma fosfolipasa A2, quien
es regulada por diferentes factores, entre ellos, los niveles de progesterona. Altos niveles de progesterona
tienden a estabilizar la enzima, mientras que niveles más bajos la activan.
Es de esta manera que la disminución en los niveles de progesterona por la regresión del cuerpo lúteo en la
fase lútea del ciclo menstrual, resulta en el aumento de fosfolipasa A2 y por ende, se genera más ácido
araquidónico, llevando a un aumento de las prostaglandinas. Todas las mujeres tienen niveles altos de
prostaglandinas durante la fase lútea de los ciclos ovulatorios, sin embargo, en comparación con las mujeres
eumenorreicas, las mujeres dismenorreicas tienen un mayor número de prostaglandinas que puede llegar
incluso al doble.
Entre las distintas teorías podemos subrayar la disfunción neuroendocrina con la alteración del normal
funcionamiento del eje hipotálamo hipofisario.
La hipófisis en una pequeña glándula situada en la base del cerebro que se encarga de regular la producción de
hormonas en las glándulas suprarrenales y los ovarios. La hipófisis, a su vez, se encuentra regulada por una
estructura cerebral llamada hipotálamo.
Por otro lado, existen factores medioambientales, nutricionales y genéticos que pueden condicionar la aparición y la
gravedad de este síndrome.
Como consecuencia de estos cambios neuroendocrinos, los distintos síntomas del SPM se han relacionado
con alteraciones en distintas hormonas; como:
La amenorrea se define como la ausencia de menstruación. También puede ser un signo de un problema de salud,
como el síndrome de ovarios poliquísticos, también se relacionan con la infertilidad.
Puede ser primaria -si nunca se inició- o secundaria -si se ha interrumpido posteriormente-.
Amenorrea primaria:
Cuando a los 16 años no ha habido nunca menstruación, aunque sí se hayan desarrollado las mamas o el
vello público.
Cuando a los 14 años no ha habido menstruación, pero tampoco desarrollo de otros caracteres sexuales
secundarios.
Afecta al 0,1% de las mujeres y el 60% de los casos se produce por anomalías genéticas.
Las anormalidades cromosómicas o genéticas pueden hacer que los ovarios dejen de funcionar con normalidad.
El síndrome de Turner, una enfermedad provocada por la falta total o parcial de un cromosoma X, y el síndrome de
insensibilidad a los andrógenos, que suele caracterizarse por altos niveles de testosterona, son dos ejemplos de
anormalidades genéticas que pueden retrasar o alterar la menstruación.
Los problemas en el hipotálamo o la glándula hipófisis en el cerebro pueden causar un desequilibrio hormonal que
puede impedir el comienzo de los períodos. Afecciones como trastornos alimenticios, el ejercicio excesivo y el
estrés físico o psicológico extremo, o una combinación de estos factores, también pueden alterar el funcionamiento
normal del hipotálamo o la glándula hipófisis y, de ese modo, retrasar el inicio de la menstruación.
Amenorrea secundaria:
Cuando la mujer, tras haber tenido menstruaciones, deja de tenerlas durante un periodo de más de 6 meses.
Las causas son diversas; las más comunes son: la pérdida de peso, el estrés, el exceso de ejercicio físico,
el síndrome de los ovarios poliquísticos o el fallo ovárico prematuro.
Complicaciones
El sangrado crónico puede producir una anemia por deficiencia de hierro.
Si el sangrado uterino anormal se debe a una anovulación crónica, también puede haber infertilidad.
Otras causas son una fase folicular corta y la disfunción de la fase lútea (debida a la estimulación inadecuada del
endometrio por la progesterona); una disminución rápida de los estrógenos antes de la ovulación puede producir
manchas intermenstruales.
PUBERTAD PRECOZ
La pubertad precoz ocurre cuando el cuerpo de un niño se empieza a transformar en el de un adulto (pubertad)
demasiado pronto. Cuando la pubertad comienza antes de los 8 años en las niñas y antes de los 9 años en los niños,
se considera pubertad precoz.
Los niños muestran aumento del tamaño de los testículos, alargamiento del pene, y el desarrollo del vello facial, de
las axilas y del pubis, y adquieren una apariencia masculina.
En las niñas se desarrollan los senos y el vello púbico y el de las axilas, y pueden comenzar a menstruar.
Los niños muestran aumento del tamaño de los testículos, alargamiento del pene, y el desarrollo del vello facial, de
las axilas y del pubis, y adquieren una apariencia masculina.
No suele encontrarse una causa concreta que justifique la liberación precoz de hormonas, en especial en niñas,
pero a veces puede tener su origen en un tumor u otra anomalía del cerebro, por lo general de la hipófisis o el
hipotálamo (la zona del cerebro que controla la hipófisis). La neurofibromatosis (un trastorno en el que se produce
una proliferación de crecimientos carnosos de tejido nervioso bajo la piel y en otras partes del cuerpo) y algunos
otros trastornos poco frecuentes también se han relacionado con la pubertad precoz central.
El hipotiroidismo grave que no recibe tratamiento puede causar pubertad precoz central. A veces, la pubertad
precoz central es provocada por el uso de tratamientos para ciertos trastornos (como la cirugía, la radioterapia o la
quimioterapia para tratar el cáncer). Los niños que tienen familiares con pubertad precoz central corren un riesgo
mayor de desarrollar el trastorno.
Para la pubertad precoz central, los médicos pueden solicitar una resonancia magnética (RM) del cerebro para
comprobar si existe un tumor del hipotálamo o de la hipófisis. Los médicos pueden indicar pruebas genéticas en
niños que tienen familiares con pubertad precoz central.
Este tipo de pubertad precoz es mucho menos frecuente. En la pubertad precoz periférica, la liberación de
estrógenos o de testosterona (y de las hormonas similares a la testosterona denominadas andrógenos) no es
estimulada por las gonadotropinas de la hipófisis. Al contrario, los elevados niveles de andrógenos o de
testosterona aparecen como consecuencia de un tumor u otra anomalía en la glándula suprarrenal o en un
testículo o un ovario inmaduros. Estas hormonas no provocan la maduración de los testículos o los ovarios, pero sí
activan el desarrollo de las características sexuales secundarias. Debido a que tanto los niños como las niñas
pueden producir estrógenos o andrógenos, los cambios físicos de la pubertad dependen de la hormona producida
más que del sexo del niño. Por lo tanto, los tumores y las anomalías que producen estrógenos ocasionan el
crecimiento del tejido mamario en los niños y en las niñas, mientras que los que producen andrógenos ocasionan
el crecimiento del vello púbico y axilar, el olor corporal de los adultos, y el acné en los niños y en las niñas y, en los
niños, el aumento del tamaño del pene (pero no de los testículos).
DIAGNOSTICO: Los médicos pueden hacer una ecografía de la pelvis y de las glándulas suprarrenales para
comprobar si hay tumores ováricos o suprarrenales.
Pubertad incompleta
Algunos niños solo desarrollan de forma precoz algunos de los signos de la pubertad. Normalmente tienen
desarrollo mamario prematuro (telarca) o desarrollo del vello púbico prematuro (adrenarquia) sin ninguno de los
otros cambios de la pubertad, como el crecimiento de los testículos o de los ovarios, la menstruación, o un estirón.
En algunas niñas aparece desarrollo mamario durante los 2 primeros años de vida, pero no presentan
concentraciones de hormonas elevadas. Los niños con un desarrollo temprano del vello púbico (por lo general
entre 6 años y 8 años de edad) a menudo tienen un olor corporal similar al adulto y acné. Los cambios progresan
lentamente.
Estos cambios físicos tempranos no son causados por un trastorno y sólo unos pocos niños llegan a desarrollar
una pubertad precoz real. El desarrollo temprano del vello púbico se produce porque la glándula suprarrenal
aumenta la concentración de andrógenos producidos. Sin embargo, las concentraciones de gonadotropinas y
estrógenos no aumentan con la aparición temprana de vello púbico.
CLIMATERIO Y MENOPAUSIA
Climaterio Proviene del griego climater, que signica peldaños o escalones, lo que hace referencia a un periodo de
transición desde la etapa reproductiva hasta la no reproductiva y se maniesta 1 año antes aproximadamente, cuando
inician cambios hormonales y síntomas, hasta 1 más después de la menopausia. También se puede denir como
síndrome climatérico al conjunto de signos y síntomas que aparecen en la perimenopausia.
Todo este proceso inicia en el órgano maestro: el hipotálamo, que en la adolescencia enviará la señal GnRH para
que la porción anterior de la hipófisis comience a liberar al torrente sanguíneo hormona folículo estimulante (FSH) y
hormona luteinizante (LH), para que lleguen al órgano blanco; en el caso de la mujer, los ovarios. Ahí los folículos
irán aumentando de tamaño y por consiguiente tomarán la forma de un folículo maduro, o de Graaf. La FSH actuará
en las células de la granulosa para aumentar su espesor y en las células de la teca interna se encontrarán receptores
para LH, que en respuesta al estímulo de la hormona secretarán andrógenos, los que por acción de la enzima
aromatasa serán convertidos en estrógenos.
Al inicio de la menopausia se produce una disminución de los niveles de inhibina, hormona que regula a la baja la
síntesis de FSH, con niveles de estradiolnormales o ligeramente bajos. Estos primeros cambios hormonales dan
lugar a un acortamiento de la fase folicular dependiente de estrógenos y, por ende, a ciclos menstruales de menor
duración.
Los niveles séricos de FSH empiezan a aumentar debido a la atresia de folículos ováricos y por esto desciende la
producción de estrógenos .Es una retroalimentación negativa, ya que al encontrarse disminuida la cantidad de
estrógenos en el torrente sanguíneo (principalmente estradiol), el hipotálamo libera más hormona liberadora de
gonadotropina (GnRh) para que la adenohipófisis reciba la señal de liberar más FSH, pero el problema radica en que
ya no hay folículos suficientes para la producción. En una mujer en edad reproductiva el estrógeno predominante es
el 17 beta estradiol (E2), y en la menopausia el predominante es la estrona, esto se debe a la deficiencia de células
de la granulosa con capacidad para producir aromatasa para transformar la testosterona en estradiol y al aumento de
conversión periférica (adipocitos) de la androstenediona (producida por la capa reticular de la corteza suprarrenal),
para su transformación en estrona. El descenso de los niveles de estradiol produce una maduración folicular irregular
con ciclos ovulatorios y anovulatorios. Cuando se presentan ciclos anovulatorios no se producirá progesterona, por lo
que existe un estado de hiperestrogenismo relativo que puede ocasionar hipermenorrea.
ENFERMEDADES DE LA VULVA
El área genital femenina es una de las zonas más proclives a alteraciones cutáneas. Unas veces son trastornos
propios y específicos de la vulva, y otras solamente una localización más de un proceso de afectación general ya que
muchas enfermedades inflamatorias dermatológicas que afectan a la piel con vello en otras partes del organismo
pueden producirse también en la vulva, de modo que podemos encontrar vulvitis por ejemplo en la psoriasis, eccema
y en las dermatitis alérgicas.
Liquen escleroso
Se conoce también como vulvitis atrófica crónica y es un proceso que como su nombre indica lleva a la atrofia del
epitelio, fibrosis y cicatrización subepitelial. Sus cuatro rasgos histológicos esenciales son:
Se puede dar en todos los grupos de edad, pero tiene mayor incidencia después de la menopausia. Su patogenia no
es clara, pero se considera como un trastorno autoinmune cuyo desarrollo es lento, pero insidioso (aspecto normal,
pero esconde malignidad) y progresivo.
El liquen escleroso no se reconoce como afección precancerosa, pero está relacionado con alteraciones genéticas
que aumentan el riesgo de padecer un carcinoma tras su aparición en una frecuencia que se estima entre el 1 y el
4% de los casos.
Los labios pueden estar agrandados y rugosos, con un grado variable de edema. La afectación puede ser uni- o
bilateral. Puede extenderse ampliamente hasta alcanzar los pliegues labiocrurales e inguinal. La piel se torna rosa
intensa o rojiza y hasta obscura. Puede haber fisuras y escoriaciones. La picazón y rascado crónico aunado al estrés
en éstas pacientes, empeoran el cuadro.
Liquen plano
El liquen plano es una erupción inflamatoria distintivo de la piel y las membranas mucosas. Es
un trastorno de la inmunidad mediada por células alteradas con antígenos exógenos de la
epidermis. Tiende a ocurrir en mujeres de mediana edad (edad 40-60 años). Afecta a la piel y
las mucosas - boca, vulva, vagina, uñas, cuero cabelludo, esófago, la nariz, la conjuntiva de
los ojos, los oídos y la vejiga. El LP suele ser erosivo y acompañarse de dolor; algunas
paciente puede tener LP más vulvodinia (dolor vulvar crónico).
Síntomas: ardor, dolor intenso, dispareunia, disuria. Las pacientes pueden estar deprimidas
por la cronicidad de la enfermedad y la falta de mejoría. Signos: erosiones de color rojo
brillante (eritema vidriado), cicatrices alrededor de los labios menores y el Liquen plano.
vestíbulo. Los bordes pueden ser de color blanco a gris borrosas o como humo. La
cicatrización provoca aplanamiento de la vulva y la pérdida de los labios menores.
Quiste de Bartholin
La glándula de Bartholin es un órgano diminuto que se encuentra en cada uno de los labios vulvares, cerca de la
abertura de la vagina. Normalmente no se pueden ver, y producen una pequeña cantidad de líquido que lubrica los
labios.
La infección aguda de una glándula de Bartholin produce una inflamación aguda de la glándula ( adenitis) y puede dar
lugar a un absceso de Bartholin. Los quistes de Bartholin son relativamente frecuentes, se dan en todas las edades y
se producen como consecuencia de la obstrucción de un conducto de Bartholin, generalmente a causa de una
infección precedente. Esta obstrucción produce la acumulación de líquido. Estos quistes pueden aumentar de
tamaño, hasta 3 – 5 cm de diámetro. El quiste se halla revestido por un epitelio transicional del conducto normal que
puede presentar una metaplasia escamosa. Producen dolor y molestias locales y su tratamiento se realiza
quirúrgicamente extirpándolos o abriéndolos permanentemente (marsupialización) en mujeres que presentan quistes
persistentes.
Vestibulitis vulvar
El vestíbulo vulvar se localiza en el introito posterior de la entrada de la vagina, y contiene pequeñas glándulas en la
submucosa (denominadas glándulas vestibulares). Una variedad de trastornos causa dolor en esta área, conocido
como vulvodinia. Los principales trastornos son causados por la inflamación de la mucosa superficial y de las
glándulas vestibulares asociadas con una afección crónica, recurrente y muy dolorosa conocida como vestibulitis
vulvar. La afección inflamatoria que afecta a glándulas y mucosa produce pequeñas ulceraciones que provocan una
gran hiperestesia muy precisa en el vestíbulo. La causa es desconocida y se alivia en algunos casos, pero no en
todos, por extirpación quirúrgica de la mucosa inflamada.
Enfermedades de la vagina
La vagina suele ser respetada por las enfermedades primarias. En la mujer adulta las inflamaciones afectan con
frecuencia a la vulva y a las estrcuturas perivulvares, y se diseminan hasta el cuello uterino con afectación de la
vagina. La principal lesión primaria es el carcinoma primario. Las demás entidades por las que se puede ver afectada
son las siguientes.
Vaginosis bacteriana
Es una infección causada por bacterias. En la vagina existen bacterias «buenas» y «malas», las primeras controlan el
crecimiento de las segundas. Cuando se tiene esta enfermedad ese equilibrio se altera, pues hay más bacterias
«malas» que «buenas».
Candidiasis vaginal
Su nombre se debe al hongo que produce esta infección: el candida albicans, que está normalmente en el
organismo. La enfermedad surge cuando existe una reproducción acelerada de este hongo debido a cambios en el
cuerpo que alteran este equilibrio como la acidez de la vagina o la toma de antibióticos. Es una de las infecciones
vaginales más comunes e incómodas.
Flujo vaginal de un tono blanquecino amarillento, más espeso de lo habitual, tipo queso cottage.
Picazón, hinchazón o ardor en la zona externa de la vagina
Vaginitis tricomoniasis
Es una infección causada por un parásito, que se transmite por contacto sexual.
DERMATITIS VULVAR
La dermatitis vulvar se produce cuando los suaves pliegues de la piel de la abertura de la vagina se enrojecen,
duelen y pican. La dermatitis puede ser causada por el calor o la humedad o puede ser una reacción a jabones
perfumados, polvos, cremas, papel higiénico, espermicidas o ropa. Un problema de la piel, como un eccema, también
puede causar dermatitis. Su médico podría hacer pruebas para determinar qué está causando los síntomas.
Los síntomas de la dermatitis vulvar se pueden tratar con medicamentos y tratamiento en el hogar.
Sintomas mas graves:
Tiene fiebre.
Tiene flujo vaginal con un olor desagradable.
Siente ardor o dolor al orinar.
Tiene mayor dolor, hinchazón, enrojecimiento o aumento de la temperatura en la zona vaginal.
El salpullido se extiende.
Tiene dolor nuevo o más intenso en la zona vaginal.
Siente comezón nueva o más intensa dentro de la vagina.
No se siente mejor después de 2 o 3 días.
La bartolinitis se desencadena por una infección de las glándulas de Bartolino, localizadas a cada lado de la abertura
vaginal. Son dos glándulas simétricas que están conectadas con la vagina a través de un conducto situado entre el himen y
los labios menores. “Las glándulas segregan un moco claro y transparente que actúa como lubricante”, explica la Asociación
Española de Ginecología y Obstetricia (AEGO).
Esta enfermedad puede llegar a confundirse con un absceso de Bartolino, que es una acumulación de pus en una de las
glándulas. La forma más adecuada de diferenciar ambos casos, según la AEGO, es tener en cuenta que “en estos
problemas, la glándula está aumentada de tamaño. En el caso de la bartolinitis hay signos inflamatorios alrededor de la
glándula, con fiebre y dolor local”.
Causas
Las causas principales de la bartolinitis, según el experto, son las siguientes:
Acumulación de líquidos: sobre todo cuando hay alguna infección o proliferación de la piel que puede causar
que la abertura de la glándula de Bartolino se obstruya.
Las bacterias: pueden llegar a ocasionar la infección de algún quiste y facilitan la acumulación de pus en la
región. Algunas de éstas provocan infecciones de transmisión sexual, como la gonorrea o la clamidia pueden
llegar a ocasionar esta enfermedad.
Síntomas
Lo normal es que los quistes de Bartolino no muestren sintomatología. Si el quiste tiene un tamaño reducido, la persona que
lo posee apenas lo nota. Si aumenta su dimensión puede generar alguna incomodidad a la mujer porque notaría su
presencia cerca de la apertura vaginal.
El bulto tiene un volumen comprendido entre uno y cuatro centímetros. Si se infecta, explica Javier De la Torre, miembro del
grupo de Enfermedades Infecciosas del Hospital Costa del Sol y vocal del grupo de estudio del SIDA de la Sociedad
Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (GeSIDA) , Puede provocar:
La hidradenitis supurativa aparece en algunas personas después de la pubertad cuando los folículos pilosos (los
poros de la piel donde el pelo crece) localizados debajo de los brazos, en la ingle y alrededor de los pezones y el
ano se bloquean crónicamente y se inflaman. Los folículos pilosos pueden hincharse y formar protuberancias que
se parecen al acné. Los médicos no saben por qué se produce la obstrucción, pero no está relacionada con una
falta de higiene, con el uso de desodorantes, polvos ni con el afeitado de las axilas. La obesidad puede agravar o
empeorar la hidradenitis supurativa.
La obstrucción ocasiona inflamación y ruptura de los folículos pilosos, lo que a veces conlleva una infección
causada por varias bacterias. Los abscesos (bolsas llenas de pus) producidos son sensibles al tacto, dolorosos,
malolientes, pueden crecer hacia dentro de la piel y tienden a reaparecer después de curarse. Tras la repetida
curación y reaparición de los abscesos, la piel de la zona se engrosa y presenta cicatrices. A menudo, se forman
canales permanentes (llamados trayectos fistulosos) entre el absceso y la superficie de la piel, y supuran.
Se considera leucoplasia a una lesión blanquecina que podemos encontrar tanto en piel como en
mucosa. La leucoplasia vulvar es una lesión blanquecina en la mucosa vulvar, esta puede presentarse
sobreelevada, plana, verrugosa, estriada… Este tipo de lesiones en vulva obliga a la inspección de vagina y cérvix.
Entre los síntomas de la leucoplasia nos podemos encontrar fundamentalmente el prurito, ardor y picazón, siendo
estos, los síntomas más comunes. En muchas ocasiones no se dan, por lo que la leucoplasia vulvar puede pasar
desapercibida. Es por esto, que en la mayoría de las situaciones se diagnostica la leucoplasia
vulvar, vaginal o cervical durante una revisión ginecológica y no por motivación de la clínica genital.
La leucoplasia en la mucosa vulvar o de cualquier otra área de la mucosa genital es una respuesta de la mucosa a
factores mecánicos, infecciosos y hormonales, donde encontraremos una reacción inflamatoria local con
incremento de los depósitos de queratina y la proliferación del epitelio, motivando la adquisición del color
blanquecino que caracteriza a la leucoplasia.
La mucosa de los genitales femeninos es altamente sensible, sobre todo en ciertos momentos del ciclo, y más aún
cuando este ha desaparecido. Es por tanto importante el mantenimiento de una higiene íntima, eliminar las
prácticas de riesgo, el equilibrio e hidratación tisular, una alimentación equilibrada, ejercicio físico y control del
peso, de forma que el sistema en su conjunto se encuentre en un medio saludable. Se ha de tener en cuenta, que
el entorno de los genitales femeninos es un medio en el que los desequilibrios, pueden conducir al desarrollo de
patologías de toda índole.
ENFERMEDADES DE TRANSMISION SEXUAL
Las enfermedades de trasmisión sexual, o infecciones de trasmisión sexual (ITS), generalmente se adquieren por
contacto sexual. Las bacterias, los virus o los parásitos que causan las enfermedades de trasmisión sexual pueden
transmitirse de una persona a otra por la sangre, el semen o los fluidos vaginales y otros fluidos corporales.
En ocasiones, estas infecciones pueden transmitirse de forma no sexual, como de madres a hijos durante el
embarazo o trabajo de parto, o a través de transfusiones de sangre o mediante agujas compartidas.
Los signos y síntomas que pueden indicar una infección de trasmisión sexual incluyen:
Llagas o protuberancias en los genitales o en la zona oral o rectal
Dolor e inflamación de los ganglios linfáticos, particularmente en la ingle, aunque a veces más extendidos
Fiebre
Complicaciones
Cuando una infección de transmisión sexual (ITS) no se diagnostica ni se trata de inmediato, algunos organismos
se propagan en el torrente sanguíneo e infectan órganos internos, lo que en ocasiones da lugar a patologías
graves, incluso potencialmente mortales. Tales problemas pueden incluir
En las mujeres, algunos microorganismos que penetran en la vagina pueden infectar otros órganos reproductores.
Los organismos pueden infectar el cérvix (la zona inferior del útero que forma el final de la vagina) entrar en el
útero y llegar hasta las trompas de Falopio y, a veces, hasta los ovarios (véase la figura Trayectoria desde la
vagina hasta los ovarios). El daño originado al útero y a las trompas de Falopio puede provocar esterilidad o un
embarazo ectópico. La infección puede extenderse a la membrana que recubre la cavidad abdominal (peritoneo),
lo que da lugar a peritonitis. Las infecciones del útero, las trompas de Falopio, los ovarios y/o el peritoneo se
denominan enfermedad inflamatoria pélvica.
En los hombres, los organismos que entran por el pene pueden infectar el conducto por el que circula la orina
desde la vejiga hasta el pene (uretra). Las complicaciones son poco frecuentes si las infecciones se tratan con
rapidez, pero la infección crónica de la uretra puede causar lo siguiente:
Tensión del prepucio, de modo que no se puede retirar de la cabeza del pene
Estrechez de la uretra que impide la salida de la orina
Aparición de un canal anómalo (fístula) entre la uretra y la piel del pene
Aveces, en los hombres, estos microorganismos se propagan por la uretra y se desplazan a través de los
conductos por los que fluyen los espermatozoides desde los testículos (conducto eyaculador y conductos
deferentes) hasta infectar al epidídimo (un conducto en espiral situado en la parte superior de cada testículo, véase
la figura Trayectoria desde el pene al epidídimo).
En ambos sexos, algunas infecciones de transmisión sexual (ITS) desencadenan una inflamación persistente en
los tejidos genitales o una infección en el recto (proctitis).
Los preservativos deben usarse correctamente para que sean eficaces. Se deben colocar antes de la penetración.
El uso correcto comporta lo siguiente:
No practicar sexo (anal, vaginal u oral) es la forma más segura de prevenir las infecciones de transmisión sexual
(ITS), pero se trata de un método a menudo poco realista.
VIRUS DE PAPILOMA HUMANO
El virus del papiloma humano (VPH) es la enfermedad de transmisión sexual (ETS) más común.
Muchas de las personas con VPH no desarrollan síntomas, aunque igualmente pueden infectar a otras personas
mediante el contacto sexual. Los síntomas incluyen verrugas en los genitales o la piel de los alrededores.
No hay cura para el virus, y las verrugas pueden desaparecer por sí solas. El tratamiento se enfoca en eliminar las
verrugas. Para ambos sexos, se recomienda aplicar una vacuna que evita las cepas de VPH con más probabilidades
de causar verrugas genitales y cáncer cervical.
HERPES GENITAL
Infección de transmisión sexual frecuente caracterizada por dolor y llagas en los genitales.
La enfermedad es causada por el virus del herpes simple y puede afectar tanto a los hombres como a las mujeres.
Los primeros síntomas son dolor, comezón y pequeñas llagas. Forman úlceras y escaras. Después de la infección
inicial, el herpes genital permanece latente en el cuerpo. Los síntomas pueden volver a aparecer durante años.
Se pueden usar medicamentos para controlar los brotes.
CLAMIDIA
La clamidia afecta a las personas de todas las edades, pero es más común en las mujeres jóvenes.
Muchas de las personas con clamidia no desarrollan síntomas, aunque igualmente pueden infectar a otras mediante
el contacto sexual. Los síntomas incluyen dolor genital y secreciones de la vagina o el pene.
Se recomienda la terapia antibiótica para el paciente afectado y sus parejas sexuales. También deben hacerse
controles médicos para comprobar que no haya otras infecciones de transmisión sexual.
GONORREA
La gonorrea es una infección causada por una bacteria de transmisión sexual que infecta tanto a hombres como a
mujeres. La gonorrea afecta con mayor frecuencia la uretra, el recto o la garganta. En las mujeres, la gonorrea
también puede infectar el cuello de la matriz.
La mayoría de las veces, la gonorrea se transmite durante el acto sexual vaginal, oral o anal. Pero los bebés de
madres infectadas pueden infectarse durante la labor de parto. En los bebés, la gonorrea suele afectar los ojos.
Abstenerse de tener relaciones sexuales, usar un preservativo si tienes relaciones sexuales y estar en una relación
mutuamente monógama son las mejores maneras de prevenir las infecciones de transmisión sexual.