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Daño moral – Estabilidad – vacunación – profesional de la medicina – Hospital Infantil -

Voces:
Hospital Público – Buena Fe – Competencia – División de Poderes – Autonomía
Municipal

Autos:
"QUIROGA, DANIEL ALBERTO C/ MUNICIPALIDAD DE CÓRDOBA -
PLENA JURISDICCIÓN - RECURSOS DE CASACIÓN" (Expte. Letra "Q", Nº
01, iniciado el primero de agosto de dos mil once),

Publicación: Aula virtual

Tribunal: Tribunal Superior de Justicia de la Provincia de Córdoba – Sentencia 15

Magistrados: Domingo Juan Sesin, Aída Lucía Teresa Tarditti y Armando Segundo Andruet (h)

Fecha: 11 de abril de 2014

Hechos: Se le imputa a Daniel Alberto QUIROGA actuar con negligencia, no cumplir con las
obligaciones propias de sus cargos (Director del Hospital Infantil, Subsecretario y
Secretario de Salud Municipal), al permitir el desarrollo de las actividades del CDEPAP
ac y el ingreso de profesionales contratados para cumplir con las tareas de investigación
intervencionista, lo que implica una vulneración del deber médico de promover y velar
por la salud de las personas, en especial, teniendo en cuenta que se operaba sobre
poblaciones vulnerables. Asimismo omitió adoptar las medidas propias de su cargo y
función, por no haber iniciado los trámites pertinentes para registrar e inventariar los
bienes recibidos por la Municipalidad para la instalación y funcionamiento de un Centro
Tecnológico Comunitario-.
El actor fundó su defensa aseverando que las investigaciones clínicas se encontraban
debidamente autorizadas por la normativa legal emanada de la Municipalidad de
Córdoba, por lo que la actividad cumplida por él es insusceptible de quedar encuadrada
en antijuridicidad alguna.
La demandada sostuvo lo contrario y en el recurso de casación esgrimió que la mentada
aparente legalidad de las investigaciones es de imposible invocación por el demandante,
no sólo por la efectiva realización de prácticas intervencionistas no autorizadas -lo que
no se encuentra controvertido- como por sus cualidades personales, que despejan
cualquier duda acerca de su supuesta ignorancia de derecho.
el actor actuó de una manera indecorosa, con falta de consideración y confianza propias
de su condición de agente público, además integró el Comité de Docencia e
Investigación del Hospital Infantil que aprobó las prácticas intervencionistas sin
autorización legal, vulnerando normas del CIARM, percibiendo por ello sumas de dinero
por parte de terceros, lo que evidencia el propósito de procurarse un beneficio
económico propio y torna incompatible la postura defensiva asumida.
Ambas partes casan la sentencia, la actora por el exiguo monto del daño moral y la parte
demandada por haber hecho lugar a la revocación de la sanción impuesta por el
intendente municipal.

Doctrina
A los fines de analizar si el hecho comprobado da lugar a la sanción aplicada, es
Judicial:
conducente puntualizar que el acto de un funcionario o empleado es inapropiado si
trasciende y lesiona la dignidad de la función pública, concretándose en una falta de
decoro o probidad moral o material.
La corrección de esas conductas importa el sentido estrictamente ético del
derecho sancionatorio, el cual exige un comportamiento legal y digno en el
cumplimiento de los deberes a fin de mantener el prestigio y el decoro de la función
pública (conf. PALOMAR OLMEDA, Alberto, Derecho de la Función Pública, Ed.
Dykinson, Madrid 1996, pág. 504).
"...La relación de servicio es el contrato de trabajo que tiene un agente de
cualquier categoría con el Estado y sus distintas entidades; es una relación del servicio
que debe realizar y establece un régimen jurídico de su actividad hacia la
Administración. Esta realización efectiva de los agentes públicos crea su deontología y
comprende la conducta personal de éstos con respecto a la administración de los
distintos poderes estatales y también ante los terceros que tienen relaciones con el
Estado. Estas relaciones de conductas de los agentes se asientan en la lealtad, la buena
fe y la eficacia..." (FIORINI, Bartolomé, "La moralidad administrativa en la
Constitución", La Ley 1975-B-730).
Tal exigencia se presenta con una mayor fuerza obligatoria, si lo que se juzga -
como sucede en el caso- es el comportamiento de quien se desempeñaba en las funciones
propias del arte de curar, en el ámbito del servicio público de salud.
sostiene la doctrina que existe legitimidad moral en ensayos clínicos (no-
terapéuticos) cuando: "...1) El ser humano, sujeto de la investigación no es reducido a
un puro medio para obtener el éxito del programa ... 2) Es natural que el ser humano,
atento a su clara apertura solidaria, respetuosa y generosa hacia los demás, disponga
de su misma corporeidad para investigaciones; mas ello siempre es voluntario y libre.
Presupone que su elección ha sido precedida de una adecuada información de la
totalidad de circunstancias que rodean la investigación o que se podrán generar de ella
y que así las ha comprendido. Se reconoce adecuadamente el llamado principio de
autonomía de la persona. 3) La investigación para que tenga auténtico valor solidario y
no meramente subjetivo al investigador, debe ser participada a la comunidad científica
mediante la publicación de sus resultados; y a las comunidades poblacionales a las
cuales los beneficios de ella pueden ser más útiles y provechosos. No es tolerable la
discriminación ni en la ejecución, ni en la producción de sus resultados, pues ello
asegura la equidad y consolida además el principio de justicia. 4) La ecuación riesgo-
beneficio, debe tener como eje de definición la misma dignidad del ser humano; por lo
cual, no existe posibilidad alguna que en la investigación no terapéutica se privilegie el
beneficio de la ciencia por ante la misma integridad del investigado. Cuando la
investigación es terapéutica y por lo tanto, el sujeto ya padece alguna enfermedad y no
existen otros medios, el riesgo grave es tolerable éticamente. 5) Debe existir un
protocolo de investigación debidamente aprobado por la autoridad pública y un comité
de pares, que haga de alguna forma previsible los resultados de dicha investigación..."
(ANDRUET, Armando S. (h) e HIRUELA DE FERNÁNDEZ, María del Pilar, "El
Código de Núremberg y su vinculación con el consentimiento informado", Anuario de
Derecho Civil, Tomo VI, Alveroni Ediciones, U.C.C., Año Académico 2001, págs. 179
a 196).
La conducta desempeñada por el Doctor Daniel Alberto QUIROGA en las
prácticas intervencionistas, según la prueba producida en Sede Administrativa, acredita
que en dependencias bajo su mando jerárquico se realizaron investigaciones clínicas,
comprometiendo su responsabilidad funcional, incurriendo en una situación de
incompatibilidad contraria al deber de decoro, al permitir como Secretario, Subsecretario
de Salud y Director del Hospital Infantil (por omisión, negligencia y participación) el
desarrollo de prácticas intervencionistas no autorizadas e integrar el Comité de Docencia
e Investigación de tal nosocomio, que aprobó estudios clínicos de nuevas drogas o
principios activos en desarrollo.
En definitiva, la falta de una conducta decorosa y digna de consideración y
confianza reprochada al actor, está claramente comprobada, frente a una clara situación
de incompatibilidad de intereses, por haber sido cometida en horario de trabajo,
permitiendo en dependencia bajo su mando jerárquico que directores, jefes de
departamento, de división, de sección o encargados de servicio obligaran al personal
municipal dependiente de los mismos a que trabajen colaborando en los protocolos de
investigación con prácticas intervencionistas, realizando esa conducta al margen o
extramuros de una autorización emanada de autoridad municipal competente, sin la cual
esa conducta deviene por sí sola reprochable.
En virtud de todo lo expresado, el fallo dictado, en cuanto por mayoría declaró la
nulidad del Decreto Número 3675/05 que dispuso aplicar treinta (30) días de suspensión
al actor, con sustento en el sumario administrativo labrado, no es ajustado a los hechos y
al derecho aplicable (art. 155, Const. Pcial.).----------------------------------------------------
En consecuencia, corresponde hacer lugar al recurso de casación interpuesto por
la parte demandada y casar el pronunciamiento del A quo en cuanto admitió la demanda
incoada por el actor.---------------------------------------------------------------------------------
En su lugar y, sin necesidad de reenvío (art. 390 del C.P.C. y C., aplicable por
remisión del art. 13 de la Ley 7182), por los mismos fundamentos explicitados para
acoger el recurso de casación interpuesto por la demandada, procede rechazar la
demanda contencioso administrativa de plena jurisdicción promovida por Daniel Alberto
Quiroga en contra de la Municipalidad de Córdoba.

Citas legales: Ordenanza Municipal N° 7244 - art. 23.13, Const. Pcial - Resolución Número 5330/97
de ANMAT - artículos 5 y 123 de la Const. Nac. - Código de Núremberg (1947) y la
Declaración de Helsinki (1964) - Resolución ANMAT 5330 (1997) - Resoluciones del
Ministerio de Salud de la Provincia de Córdoba Número 1413 (2001) y Número 213
(2004) y la Resolución de la Secretaría de Salud Municipal Número 09 (2003)-
Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 - Convención Sobre los
Derechos del Niño - Declaración Universal de Bioética y Derechos Humanos de
UNESCO.

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