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Helena Blankenstein - Tendencias del

consumo de la alimentación orgánica
Helena A . Blankenstein
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Helena Blankenstein Tendencias del consumo de la alimentación orgánica
Alimentación orgánica. Un análisis de las

tendencias del consumo de los alimentos orgánicos
en Unión Europa según las teorías de Bourdieu.
Organic food. An analysis of the trends in the

consumption of organic foods in the European
Union according to Bourdieu's theories.
Helena Blankenstein
Universitat de Valencia, España
heblan@alumni.uv.es
Resumen
Los ciudadanos de la Unión Europea han apostado por la
implementación de un Pacto Verde Europeo donde habrá un plan de
acción para la agricultura orgánica en 2021. El mercado europeo de
la alimentación orgánica está creciendo dramáticamente. Con la
ayuda de la sociología de Pierre Bourdieu junto con la evidencia
empírica, es posible descifrar los verdaderos impulsores detrás de
este nuevo comportamiento del consumidor.
Palabras Clave: alimentos orgánicos, comportamiento del

consumidor, investigación empírica, Bourdieu, Unión Europea
Summary
The citizens of the European Union have opted for the
implementation of a European Green Deal where there will be an
action plan for organic agriculture in 2021. The European market for
organic food is growing dramatically. With the help of Pierre
Bourdieu's sociology coupled with empirical evidence, it is possible
to decipher the true drivers behind this new consumer behavior.
Key Words: organic food, consumer behavior, empirical research,

Bourdieu, European Union
1
Introducción
“El consumo es, en este caso, un momento de proceso de

comunicación, es decir, un acto de desciframiento, de
descodificación, que supone el dominio práctico o explícito de
una cifra o de un código.” (Bourdieu, 1979, 232)
La comida es ubicua por definición siempre que acompañe al

ser humano en su colonización territorial. Sin embargo, su
abastecimiento puede variar en gran medida según las estructuras del
mercado y los contextos y valores sociales, económicos, ambientales
y políticos. Los orígenes de los alimentos, tanto en términos
geográficos como de cadenas de valor, pueden ocultarse, mistificar o
glorificarse en respuesta a intereses particulares y presiones del
mercado. Los ciudadanos de la Unión Europea prestan cada vez más
atención al carácter de la cadena alimentaria, las relaciones de poder
y los impactos que se generan. La distancia recorrida por los
alimentos, su autenticidad e identidad, la equidad en la cadena de
valor y la solidez de la información sobre las especificaciones de
calidad tienden a asumir una relevancia creciente tanto en la
percepción pública como en la organización empresarial. Así, la
Unión Europea (UE), la industria alimentaria y las cadenas de
supermercados han comenzado a operar con nuevas estrategias de
valor y reconocimiento simbólico para clasificar a los alimentos.
La agricultura ‘orgánica’/‘ecológica’/‘biológica’ (los términos

son intercambiables pero en este investigación usaremos el término
‘orgánico’ para referirnos a este campo) es un sistema de producción
holístico, que sustenta la actividad natural del suelo, el ecosistema y
las personas. (Organics International, 2018) Lo orgánico no solo se
está poniendo de moda, sino que se está convirtiendo en una opción
de un mercado rentable para un número cada vez mayor de
agricultores y empresas alimentarias. La alimentación orgánica ha
sido tradicionalmente un nicho de mercado muy especializado, pero
hoy en día se está convirtiendo en un elemento cada vez más visible
en la oferta de los principales minoristas de alimentación. Este
cambio puede explicarse en gran medida por la serie de problemas
alimentarios y de salud desde mediados de los años noventa. A
medida que ha aumentado la conciencia de los consumidores sobre
2
la seguridad alimentaria y una serie de cuestiones éticas asociadas

con la producción de alimentos, el mercado de alimentos orgánicos
ha pasado de un nicho de mercado especializado a una posición
mucho más convencional (Jones et al., 2001, 358- 360).
En este ensayo, trataremos de entender el consumo de

alimentos orgánicos como un consumo cultural acorde con las
teorías del sociólogo, antropólogo y filósofo Pierre Bourdieu.
Bourdieu (1930 - 2002) estudió Filosofía en la École Normale
Supérieure y fue profesor en la Universidad de París. Hablar de
consumo cultural equivale a decir que hay una economía de los
bienes culturales, y Bourdieu sostiene que esta economía tiene una
lógica específica (Bourdieu, 1979). El consumo es un fenómeno
social, cuya importancia radica en su carácter simbólico y
significativo y su instrumentalización para la expresión y
construcción de la identidad. (Bourdieu, 1979) La sociología de
Bourdieu es relevante para nuestra investigación porque trabaja para
averiguar las condiciones en las cuales se producen los
consumidores de bienes culturales y su gusto. Particularmente, el
trabajo de Bourdieu se adapta bien a un análisis multifacético de las
formas de consumo cultural, los impulsores de ese consumo, los
factores estructurales que militan a favor de la disponibilidad de
productos, así como las vías para su crecimiento. A nivel general, el
concepto de "constructivismo estructuralista" de Bourdieu nos ayuda
a reconocer las estructuras que desarrollan el gusto de la
alimentación orgánica y el contexto de fuerzas económicas y
políticas estructurales. Más específicamente, sus conceptos de
campos, doxa y habitus nos permiten aceptar mejor los impulsores
del consumo de productos ecológicos, mientras que el concepto de
poder simbólico tiene una utilidad particular para identificar las
razones verdaderas detrás del movimiento orgánico.
Después de esta introducción, empezaremos el documento

delineando unos objetivos, nuestra hipótesis de trabajo y una breve
revisión literaria de los antecedentes. El segundo segmento presentará
la recopilación de datos de investigaciones empírica sobre las
tendencias y las percepciones de los consumidores de la UE sobre los
alimentos orgánicos. El tercer segmento de este documento
presentará una descripción general de las conclusiones empíricas de
las tendencias del consumo de la alimentación orgánica relacionadas
3
con las teorías de Bourdieu. Por último, valoraremos, en la

conclusión, los conceptos y las ideas anteriormente descritos con la
intención de comprender por qué el consumo ecológico se ha
involucrado en la política.
Los Objetivos, hipótesis, metodología y los

antecedentes
El objetivo principal es analizar y, en su caso, esbozar las

principales críticas sobre la alimentación orgánica dentro del
movimiento ecológico y la distinción, criterio y bases sociales del
gusto orgánico. También nos interesa averiguar la relación dinámica
y constitutiva entre estructuras y agentes dentro del campo de la
alimentación orgánica. Abordaremos cómo y por qué la
participación política se ha comprometido con el crecimiento del
mercado de bienes ecológicos y como lo han hecho.
Nuestra hipótesis de trabajo son tres: el aumento del consumo

de productos ecológicos es últimamente de interés económico para
la UE; el ‘discurso’ ecológico promovido por la UE sirve para
imponer una aprehensión del orden establecido como natural; y la
alimentación orgánica es una imposición disfrazada de sistemas de
clasificación y de estructuras mentales que se ajustan objetivamente
a las estructuras sociales europeas para el beneficio económico.
Mayoritariamente, hemos utilizado información del Instituto

de investigación de agricultura orgánica (FiBL), Frick e IFOAM -
Organics International, Bonn, encuestas realizada a ciudadanos de la
UE y la asistencia a una conferencia sobre "Escuela, agricultura y
alimentación” en Veles e Vents, para la parte empírica de nuestro
ensayo.
Respecto a los antecedentes, otros estudios, como ‘Consumo

de alimentos orgánicos y clase social: una exploración de la cultura
alimentaria en Whitman College’ por Kyla Novotny Flaten, o
‘Explorando el valor social de los alimentos orgánicos: un estudio
cualitativo en Francia' de Sandrine Costa, Lydia Zepeda y Lucie
Sirieix sugieren que la clase social puede tener una gran influencia
en el papel de los alimentos en el entorno de socialización, y que el
capital económico y cultural tiene importantes implicaciones sobre
4
cómo se accede y se consume la comida. Sin embargo, hoy en día

pensamos que ya no tiene sentido hablar de clases sociales como tal;
la alimentación orgánica ya no solo es un ‘esnobismo’ de las clases
altas, hemos entrado en una nueva sistema de segmentación para
hablar del comportamiento de los consumidores. La novedad de
nuestra investigación radica, entonces, en la hipótesis de que la
alimentación orgánica no sirve para distinguir clases sociales, sino
que en última instancia es de interés económico para la UE.
La recopilación de datos de investigaciones

empírica sobre las tendencias y las percepciones de
los consumidores europeos sobre los alimentos
orgánicos de la UE
La legislación de la UE y su repercusión en el consumo: el Pacto

Verde Europeo y la agricultura orgánica
En 2019, los ciudadanos votaron para influir en el camino de
la UE a través de las elecciones europeas. El equipo de Comisarios de
Ursula von der Leyen asumió el cargo el 1 de diciembre de 2019.
Durante sus primeros días en el cargo, Janusz Wojciechowski,
Comisario de Agricultura y Desarrollo Rural, y Stella Kyriakides,
Comisaría de Salud y Seguridad Alimentaria, asistieron a la
Conferencia sobre Perspectivas Agrícolas de la Comisión de la UE.
Wojchiechowski aclaró que establecería un plan de acción para la
agricultura orgánica en 2020 (ahora 2021 por la crisis sanitaria
COVID-19), mientras que su compañera, Sra. Kyriakides, insistió en
que los pesticidas eran una preocupación importante para nuestros
ciudadanos y que ella quería acordar objetivos ambiciosos sobre
pesticidas y fertilizantes para reducir sustancialmente los riesgos
asociados con ellos. Al mismo tiempo, la presidenta von der Leyen
presentó el Pacto Verde Europeo al Parlamento Europeo. Es el plan
estratégico de la Comisión para lograr que la UE sea neutra en
carbono para 2050.
Panorama actual del consumo de productos orgánicos en Europa

Actualmente, el 7,5% del total de tierras agrícolas en la UE es
orgánico, cubriendo un área total de 13,4 millones de hectáreas (ha);
con la expectativa de crecimiento en el futuro. (Figura 1)(Figura 2)
5
Figura 1: Europa: Terreno de

Agricultura orgánica por país
2016
Fuente: FiBL-AMI encuesta
2018 basado en Eurostat
datos nacionales.
(Organics International, 2018)
Las tendencias de crecimiento del consumo ecológico

Ha habido un gran aumento de la demanda de productos
orgánicos en Europa. El consumo de productos orgánicos en la UE
está aumentando constantemente. Se vendieron un valor total de casi
37 mil millones de euros de productos orgánicos a nivel europeo en
2017 (Organics International, 2020, 16). Se registró una tasa de
crecimiento del 20 por ciento o más de los productos orgánicos. En
Suiza, el mercado ha crecido un 8,4 por ciento. El lado de la
6
Figura 2: Europa: Terreno de

Agricultura orgánica de los
países de Europa en 2016 (en
hectáreas)
Fuente: FiBL-AMI encuesta
2018 basado en Eurostat
datos nacionales, sector
privado, certificadores,
gobiernos.
producción también está manteniendo el ritmo: los últimos datos

muestran que las tierras agrícolas orgánicas han crecido en muchos
países, y el área orgánica total aumentó a casi 58 millones de
hectáreas, administradas por más de 2.7 millones de productores. En
particular, para algunos cultivos como cítricos, legumbres secas,
uvas, se alcanzaron tasas de crecimiento de área del 15 por ciento y
más en 2016 (Organics International, 2018, 6). (Figura 3)
A finales de 2016, más de 295.000 productores cumplieron

con los criterios de la certificación orgánica con 12,1 millones de
7
Figura 3: Tasas de crecimiento

de tierras de agricultura
orgánica 1999 - 2016.
Fuente: FiBL-IFOAMA-SOEL
encuesta 2000 - 2018.
hectáreas de tierras agrícolas en UE. En la UE, el 6,7 por ciento de la

superficie agrícola era orgánica. Las tierras agrícolas orgánicas han
aumentado en 0,8 millones de hectáreas en comparación con 2015.
Los países con las mayores áreas agrícolas orgánicas fueron España (2
millones de hectáreas), Italia (1,8 millones de hectáreas) y Francia
(1,5 millones de hectáreas). En nueve países, al menos el 10 por
ciento de las tierras agrícolas son orgánicas: Liechtenstein tiene el
liderazgo (37,7 por ciento), seguido de Austria (21,9 por ciento) y
Estonia (18,9 por ciento). Las ventas minoristas de productos
orgánicos totalizaron 33.5 mil millones de euros en 2016, un
aumento de más del 11 por ciento desde 2015. El mayor mercado de
productos orgánicos en 2016 fue Alemania, con ventas minoristas de
9.5 mil millones de euros, seguido por Francia (6.700 millones de
euros) e Italia (2.600 millones de euros)(Organics International, 2018,
15).
El crecimiento de las tierras agrícolas orgánicas siguió siendo

más lento que el del mercado, pero fue considerablemente más
rápido que en años anteriores, aumentando en un 8,2 por ciento en
la UE. La tendencia del mercado a crecer a un ritmo más rápido que
el del área se ha estado produciendo durante varios años, lo que
demuestra que la producción aún no sigue el ritmo de la demanda de
los consumidores. El desarrollo de la producción orgánica ha
permitido el desarrollo del mercado de alimentos orgánicos. Las
8
últimas tendencias de producción y mercado y los desarrollos

políticos a nivel de la UE demuestran el importante papel que la
agricultura y la alimentación orgánica siguen desempeñando para
ayudar a impulsar la alimentación y la agricultura europea en una
dirección más sostenible, como actor económico y como parte de un
marco y movimiento social más amplio. (Organics International,
2018, 20)
Comportamiento de compra de los consumidores de alimentos

orgánicos y características sociodemográficas
A continuación, existe un cuerpo de literatura que indica la
importancia de las características sociodemográficas, especialmente
la edad como factor de compra orgánico. La mayoría de los
participantes en una encuesta realizada están familiarizados con el
término "alimentos orgánicos", principalmente los participantes del
norte. (Brčić-Stipčević, 2011) Los resultados de la investigación están
alineados con los hallazgos publicados en la literatura mundial e
indican que los más familiarizados con los alimentos orgánicos son
los participantes con al menos educación universitaria y aquellos con
ingresos mensuales más altos. El estudio también investigó si los
consumidores entienden la definición de alimento orgánico y de
dónde obtienen información al respecto. La mayoría de los
participantes en la investigación piensan en los alimentos orgánicos
como productos producidos sin el uso de pesticidas, fertilizantes
artificiales, organismos genéticamente modificados y otros aditivos
químicos. Los resultados de la investigación indican que los
consumidores reconocen la diferencia entre los productos orgánicos
y los convencionales y encuentran que los alimentos orgánicos son
más saludables, sabrosos y más caros que los alimentos
convencionales. (Brčić-Stipčević, 2011, 7) Los consumidores de
alimentos orgánicos son jóvenes o de mediana edad (Fotopoulos,
Krystallis, 2002, 733). En cuanto al perfil sociodemográfico de los
compradores de productos orgánicos, los estudios coinciden en que
los compradores son principalmente mujeres, quienes compran
mayores cantidades y con mayor frecuencia que los hombres
(Magnusson et al., 2001, 211; Fotopoulos, Krystallis, 2002, 747). Los
investigadores también encontraron una relación positiva entre
mayores ingresos y mayor consumo de alimentos orgánicos. Los
compradores orgánicos, en promedio, tienen mayor poder
9
adquisitivo (Aertsens et al., 2009, 149). Además, los resultados de la

investigación refuerzan que los consumidores de alimentos orgánicos
están mejor educados (Fotopoulos, Krystallis, 2002, 733).
Es evidente que valores especiales han estado guiando el

desarrollo de la agricultura ecológica. Pero esta orientación está
sometida a una tensión considerable en la actualidad debido al
desarrollo muy dinámico del sector. El continuo desarrollo exitoso de
la agricultura orgánica depende, por lo tanto, de discusiones e
investigaciones serias sobre los valores y principios básicos y cómo
se implementan en la práctica. En el siguiente apartado
presentaremos una serie de modelos basado en la sociología de
Bourdieu que ayudan explicar la elección de alimentos por los
consumidores, basado en contribuciones de diferentes disciplinas
académicas, incluidos factores económicos, aspectos simbólicos de
la alimentación, percepciones relacionadas con la salud y el
bienestar, factores de estilo de vida y creencias sobre tecnologías de
producción.
Análisis de las conclusiones empíricas de las

tendencias relacionadas con las teorías de
Bourdieu
Este apartado pretende analizar sociológicamente la evidencia
empírica del crecimiento en el consumo orgánico para ayudarnos a
ver las razones detrás de la tendencia. Primero, explicaremos
brevemente cuál es el enfoque teórico de Boudieu y por qué creemos
que será útil. A continuación, delineamos varias perspectivas sobre
qué es la agricultura orgánica como tendencia y qué la mueve en
relación con las teorías de este autor. Debemos aproximarnos a estas
tendencias con un enfoque holístico donde las teorías se solapan: la
agricultura orgánica como un movimiento de protesta vanguardista;
como un sistema poder simbólico basado en el significado
compartido del ilusio; y como nicho de mercado de bienes de
producción reducida. Finalmente, discutimos las consecuencias de
asumir las diferentes perspectivas de Bourdieu y esbozamos algunas
conclusiones y perspectivas de futuro.
10
El enfoque general de las teorías de Bourdieu

La alimentación orgánica generalmente es vista como una
respuesta de los agentes productores a la insostenibilidad de la
agricultura intensiva, caracterizada por la producción en masa, la
especialización, la estandarización de productos y la alta
productividad laboral que resulta en una relación más débil de la
agricultura con las condiciones naturales y muchas consecuencias
negativas, especialmente en los aspectos ecológicos. Como hemos
señalado anteriormente, la investigación realizada indicó que los
principales motivos para la compra y el consumo de alimentos
orgánicos eran la preocupación por la salud, la mejor calidad de los
productos orgánicos en comparación con los productos de
producción convencional y la creencia de los consumidores de que
las compras de alimentos orgánicos apoyan la protección del medio
ambiente. (Chinnici et al., 2002; Harper, Makatouni, 2002, 289;
O'Donovan, McCarthy, 2002, 354-355; Hill, Lynchehaun, 2002;
Pearson, 2001). Nuestra intención es cuestionar estas ideas como
causa del crecimiento de la alimentación orgánica en UE. Las teorías
de Bourdieu nos ayudarán a descifrar las motivaciones verdaderas
detrás de este movimiento y valorar nuestra hipótesis.
El primer concepto que aplicamos para entender estas

tendencias es el 'constructivismo estructuralista' de Bourdieu (1990,
p. 123). La propuesta de Bourdieu denominada constructivismo
estructuralista debe entenderse por la consideración de la existencia
de unas estructuras sociales inasibles e independientes de la
conciencia y voluntad de las personas que ejercen sobre las mismas
un poder capaz de constreñir y orientar sus prácticas sociales a
determinados fines, de las cuales difícilmente pueden salir a menos
que renuncien a la idea de una vida en sociedad regida por
específicos convencionalismos que organizan su decurso. Este
concepto permite un enfoque integrado de la relación entre los
contextos estructurales y la capacidad de elección y gusto, y nos
recuerda la necesidad de tomar en serio los contextos estructurales
en los que los actores operan.
En segundo lugar, el ‘habitus’ es el concepto más importante

de Bourdieu. Bourdieu define habitus como un sistema de
"disposiciones duraderas y transportables" (Bourdieu, 1990, 53) que
"funciona en el nivel práctico como categorías de percepción y
11
evaluación o como principios clasificatorios, además de ser el

principio organizador de la acción" (Bourdieu, 1990, 12-13) Se
encarna en una “adhesión inmediata ... a los gustos y disgustos,
simpatías y aversiones, fantasías y fobias, que más que opiniones
declaradas, forja la unidad inconsciente de una clase” (Bourdieu,
1979, 77). El habitus se considera estructurante, ya que permanece
constante a lo largo de la vida. Informa las actitudes y estrategias
actuales y futuras al funcionar como una colección de categorías de
percepción, que a su vez se basan en categorizaciones, sistemas de
valores, creencias y prejuicios previos. Últimamente, la adquisición
de capital cultural incorporado es idéntica a la formación del habitus.

A continuación, es necesario entender la idea del ‘campo’.
Los campos pueden entenderse como los contextos sociales y
profesionales en los que operan los agentes y en los que se ubican
jerárquicamente. La agricultura orgánica se ubica en el campo de
Figura 4: El espacio de los

consumos alimenticios.
(Bourdieu, 1979, 383)
12
producción restringida para la acumulación de capital cultural y sólo

se produce para un público restringido. Este gráfico (Fig. 4) muestra
los diferentes campos de alimentación creados por la variación del
capital económico y cultural. En la esquina superior izquierda,
encontramos el campo de la alimentación ‘sana’ o orgánica en
relación con el capital cultural y el capital económico. En última
instancia, la alimentación orgánica se encuentra en el campo de alto
capital cultural y capital económico mediano porque es una
vanguardia del pensamiento ético. La idea de la alimentación
orgánica es atractiva para los intelectuales si usamos otra teoría de
Bourdieu, la teoría de lo repugnancia de lo fácil. El devenir de la
alimentación orgánica es el placer ascético que renuncia al placer
para cultivar una excelencia moral y superioridad ética. (Bourdieu,
1979, 1210) Más adelante veremos que los campos de la economía y
la política influyen juntos en todos los demás campos y, por lo tanto,
se definen como que contienen metacapital.
La vanguardia y el Nomos, entendiendo la alimentación orgánica

como un movimiento de protesta
‘Nomos' es el término que Bourdieu da a las normas
específicas del campo que regulan las acciones de los agentes. Son
técnicamente tácitos, pero los agentes los entienden universalmente.
El nomos se crea a través del conflicto entre agentes sobre lo que es
valioso en el campo. El campo de la agricultura orgánica se
caracteriza a menudo como una protesta contra el campo de la
agricultura industrializada moderna. En este sentido la alimentación
orgánica puede categorizarse como ‘avante-guarde’ o vanguardista
otro término que usa Bourdieu. Los agentes de vanguardia proponen
nuevas ideas sobre lo que se debe valorar en el campo, en este caso,
la ética. La agricultura ecológica entra en conflicto con los nomos de
los agentes existentes dentro del campo de la alimentación
convencional y, por tanto, es vista como rebelde o vanguardista. A
menudo, la discordancia entre el habitus de un agente y el campo,
Bourdieu denomina ‘histéresis’, y es la experiencias que inspiran a
los agentes a entrar dentro de la vanguardia y pueden ser impulsores
de cambios dentro del campo. Un campo será clasificado
vanguardista hasta que el campo lo consagrada. El entorno del
movimiento de protesta es la corriente principal y lo que hace que la
agricultura orgánica se mueva. Las fuerzas impulsoras son aspectos y
13
desarrollos de la alimentación convencional que se perciben como

problemáticos. Desde este punto de vista, la alimentación orgánica
es, por lo tanto, una entidad que se define simplemente a través de su
negación de la agricultura convencional moderna, y que, por lo
tanto, es inseparable de la corriente principal, unida solo por su
disociación de ella. Estas ideas de vanguardia se basan en principios
de visión y concepción. Nomos involucra principios de visión, en el
sentido de que propone una visión particular del mundo como visión
legítima. Implica principios de división en el sentido de que esta
visión del mundo se basa en dividir los grupos en categorías y
relaciones jerárquicas. Entendemos, entonces, que la rebelión de la
alimentación orgánica, aunque hecha en desafío a la alimentación
convencional, es el reconocimiento de su dominio. Este
reconocimiento reproduce su dominio y, por lo tanto, estas
desviaciones realmente afectan poco al estilo dominante. Esta
reproducción de la dominación simbólica ocurre porque tales
desviaciones típicamente no intentan derrocar las categorías
jerárquicas de estilo, simplemente buscan un lugar dentro,
reforzando así la legitimidad de ese estilo.
Las protestas también pueden conducir a la innovación y

nuevos caminos de desarrollo basados en una variedad de objetivos e
ideales alternativos. Pero, Bourdieu nos enseña que habrá una
transgresión continua de las formas de alimentación consagradas y
vanguardistas. Pero cuando un movimiento de protesta comienza a
emprender objetivos e ideales comunes y excluye otras motivaciones
de protesta, ya no es una mera negación. Estos aspectos no son
realmente visibles desde la perspectiva de la protesta y, sugerimos,
mejor observados desde una perspectiva ilusioista.
El ilusio y el campo de la alimentación orgánica crea un sistema

autoorganizado de doxa
La agricultura orgánica a menudo se describe como una
ideología, o incluso una religión, y muchos dentro de la agricultura
orgánica la describen como un movimiento con ciertos objetivos y
principios. Para caracterizar qué tipo de entidad es la agricultura
orgánica en esta perspectiva y qué la mueve, nos parece útil
considerarla como un sistema de ‘ilusio’. El poco utilizado concepto
bourdieusiano de illusio describe el fenómeno por el cual los
14
individuos son ‘engañados y por el juego’. (Bourdieu y Wacquant,

1992, 53) El término ilusio se basa en las nociones de campo, la
autoorganización y auto-creación de un imaginario y una conciencia
colectiva, a través del habitus. En la perspectiva ilusioista, la
agricultura orgánica es un sistema que se crea a sí mismo y se
mantiene unido mediante la reproducción continua de un significado
común, expresado en visiones del mundo compartidas, principios
fundamentales, metas, estándares y prácticas. O más precisamente,
son varios campos o habitus más o menos relacionados organizados
por significados relacionados, pero no del todo similares, como la
agricultura biodinámica y orgánica. Como sistema autoorganizado, la
agricultura orgánica no depende de la agricultura convencional. El
entorno del sistema autoorganizado o logopoyético es su ilusio, es
decir, como los demás campos lo ven e interactúan con él, y los
agentes, tecnologías y capital de la corriente principal están inscritos
en formas determinadas por el movimiento mismo. El ilusio más
detalladamente, es la génesis de la creencia de todos los agentes en
un campo de que las recompensas de ese campo realmente tienen
algún valor. En esta perspectiva, las fuerzas impulsoras que mueven
la agricultura orgánica no son las condiciones externas, sino los
procesos internos de significado. Por lo tanto, influir en el futuro de
la agricultura orgánica pasa por influir en la reproducción del
significado dentro del campo.
Esta inmersión a largo plazo se refleja en las teorías de

Bourdieu cómo la dinámica que estructura un campo es ‘doxa’. Doxa
se refiere a las opiniones, creencias y suposiciones subyacentes y no
cuestionadas que se sostienen comúnmente en un campo. Doxa es el
estado cuando lo socialmente construido se percibe como el orden
natural y, por tanto, se acepta. Más específicamente, los productos
orgánicos pueden insertarse bien dentro de la teoría del mercado de
bienes simbólicos por la relación con la doxa. La cualidad simbólica
de este mercado es potenciada porque para los consumidores es
imposible verificar la autenticidad de los productos orgánicos, por lo
que es necesario crear un sistema de control con reglas claramente
definidas para los métodos de producción y el etiquetado de los
productos certificados. Los estudios sugieren que las etiquetas
confiables que garantizan la producción orgánica son muy
importantes para los consumidores (Wier, Calverley, 2002, 53).
15
La alimentación orgánica: un juego de metacapital para crear un

nicho de mercado que genera beneficios sostenibles para la Unión
Europea
Bourdieu aplicó la idea de capital, normalmente considerada
en el sentido económico, a recursos inmateriales, como las
conexiones sociales y el conocimiento cultural (estos pueden ser
personificados, objetivados o institucionalizados). Otros tres aspectos
del capital importantes para la teoría de campo son: simbólico,
específico y meta. Bourdieu distingue diferentes especies, formas y
estados de capital. Como hemos mencionado anteriormente, la
legislación de la UE sobre alimentación ecológica se asemeja
claramente a la idea de metacapital por su control sobre los campos
políticos y económicos . El metacapital es el poder de afectar el valor
de diferentes formas de capital dentro de un campo y en diferentes
campos y, por lo tanto, influir en el valor relativo de diferentes
campos dentro de la sociedad.
A continuación, el mercado de productos ecológicos forman

parte del campo de producción restringida dentro de las teorías de
Bourdieu y es diferente a. “el sistema de la gran producción, que
obedece a la ley de la competencia con el propósito de conquistar
un mercado tan vasto como sea posible.” (Bourdieu, 1979, 90)
Hemos visto anteriormente que el campo de la alimentación
orgánica cumple con la ley de la competitiva porque la demanda
supera la producción. La competencia en el campo de la
alimentación orgánica determina el valor de los productos en el
campo. La alta demanda de alimentación orgánica y la incapacidad
del campo para cubrir la demanda, hace que la agricultura orgánica
tenga actualmente un gran valor. La producción restringida
controlada por el metacapital sirve para aumentar el capital
económico del campo. La naturaleza vanguardista de la agricultura
orgánica resalta la idea de que las prácticas de la alimentación
orgánica se basan en motivaciones puras y no en la búsqueda de
ganancias económicas o popularidad. En efecto, este campo práctico
de desinterés en la fama o el dinero, funciona para aumentar su
volumen total de reputación y los ingresos económicos que pueden
obtener de sus prácticas. En clave de marketing, las fuerzas
impulsoras de la alimentación orgánica son la diferenciación de otras
16
marcas, las barreras al comercio y las preferencias y percepciones de

los consumidores.
Afirmamos, entonces, que la UE ha está apoyando un discurso

y un sistema de valores para su propio beneficio económico porque
con la creación de la certificación ecológica, “este campo de
producción restringida produce sus propias normas de producción y
sus criterios de evaluación de los productos.” (Bourdieu, 1979, 90)
Las preocupaciones clave a las que se dirigen los estándares, la
certificación y la marca, respectivamente, son definir el poder
simbólico, evitar la competencia desleal y ayudar al reconocimiento
y la elección del consumidor. En esta perspectiva, la agricultura
orgánica es un nicho de mercado capitalista basado en estándares
que especifican las condiciones especiales para la producción y el
procesamiento, la certificación y el control de los métodos de
producción y procesamiento, y la marca de los productos como
marcas alternativas para el beneficio económico.
En un contexto de cambio climático y agotamiento de la

energía fósil tiene sentido hablar de una transición para sostener
nuestra actual forma de vida y con unas clases dirigentes dedicadas a
la acumulación de los recursos menguantes y sin ningún interés
redistributivo, la alimentación orgánica es la técnica perfecta para la
UE para mantener su económico y capital cultural. El impulso
creciente de la alimentación orgánica es sin duda saludable para
centrar la atención del público en el medio ambiente y las amenazas
que plantea el colapso climático. Sin embargo, eso no debería
distraernos ni impedirnos formar una evaluación crítica de los
objetivos de iniciativas recientes, así como evaluar la promesa, los
peligros y las perplejidades del lavado verde que surgen de estos
recientes compromisos con la ecología. En este sentido,
desafortunadamente, el discurso de la UE, si no toman en serio el
decrecimiento y el muy probable colapso del sistema capitalista,
puede servir para enmascarar la cruda realidad en la que estamos,
ofreciendo una falsa esperanza a la población.

Críticas, obstáculos, ¿un claro éxito?
Al contrario de todo lo que se ha explicado anteriormente, es
posible y es nuestro deber criticar y cuestionar la base de nuestros
17
razonamientos. Es cierto que la noción de orgánico no ha tenido un

claro éxito en el discurso. También es cierto que ha tenido poco éxito
como instrumento de cambio social, de forma que desde su
aparición, en los años 80, apenas ha cambiado el modelo del
crecimiento ilimitado (el incremento del PIB sigue siendo el
paradigma dominante), sigue el despilfarro creciente de los recursos,
continúa el incremento de los residuos contaminantes y el aumento
del cambio climático. Por otro lado, otro obstáculo al discurso
orgánico y sus potenciales beneficios para la UE puede ser los efectos
de la movilización práctica de la agricultura orgánica en los
mercados globales. Según las teorías de asociación de campo y de
vanguardia de Bourdieu, las corporaciones multinacionales y las
políticas agrícolas influirá en la reproducción del significado del
movimiento y podrán erosionar los principios y convencionalizar la
agricultura orgánica. En este sentido, los desafíos clave para la
agricultura orgánica como sistema doxaico son, por un lado, cómo
crecer y movilizar nuevos agentes y tecnologías en la red de la
agricultura orgánica sin perder la coherencia interna, el sentido de
dirección y la integridad de principios y práctica. En este caso, la
formulación de principios y normas fundamentales desempeña un
importante papel rector.
Conclusiones
La primera conclusión a la que llegamos es la aclaración de
que el gusto que motiva las tendencias actuales del consumo de la
alimentación orgánica no tiene que ver con “la ideología carismática
que considera los gustos en materia de cultural legítima como un don
de la naturaleza” (Bourdieu, 1979, 231) La observación sociológica
muestra que el consumo de alimentación orgánica es producto de la
educación. A través de la sociología de Bourdieu, podemos afirmar la
necesidad de un análisis cauteloso del discurso ecológico como un
sistema de poder simbólico forjado en la intersección de la economía
y la política. Con referencia a Bourdieu, se argumenta que el
potencial de la sociología radica en su capacidad para romper con la
autopercepción inmediata del campo. Y además, la sociología puede
ayudar a avanzar la capacidad de ser crítico con el propio proyecto.
Para aquellos que están más allá del efecto dóxico de un campo, el
valor que ofrece puede parecer ilusorio.
18
Últimamente este análisis sociológico ha servido para reforzar

la idea de que si uno quiere apostar por la sostenibilidad, la ética, la
salud y la nutrición verdadera, uno tiene que caer fuera de la doxa
del campo de la sostenibilidad misma, de la alimentación orgánica y
las políticas verdes de la UE y en general del campo del consumo.
Nuestro opinión personal es que tenemos que transgredir y romper
con el ilusio del lavado verde en todos sus sentidos porque el
constructivismo estructuralista y el contexto en el que se
desenvuelven las sociedades humanas cambiará a causa de factores
externos (crisis ambiental) e internos (sistemas económicos y
políticos, tipos y tamaños de las agrupaciones, formas de habitar).
Por un lado, los factores externos cada vez estarán menos al albur de
lo que hagan los seres humanos y serán cada vez más restrictivos
conforme progrese la crisis ambiental pero, por otro lado, los factores
internos seguirán estando sujetos a las decisiones humanas, que
determinarán qué ilusios se pongan en marcha, qué campos
predominan y qué sistemas de poder simbólico se impongan. En este
contexto, pensamos que habría que plantear no tanto una educación
para adoptar campos como la alimentación orgánica y el desarrollo
sostenible como una educación en y para el decrecimiento, es decir,
debemos pensar en educar a las personas para adaptarse a un mundo
con menos recursos y que esa adaptación no sea caótica sino
ordenada y justa.
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• Bourdieu, P., 1977. Outline of a theory of practice. Cambridge:

• Bourdieu, P., 1979. Distinction: A social critique of the judgment of tase.

• Bourdieu, P., 1990. In other words: essays towards a reﬂexive sociology.